domingo, 18 de enero de 2015

Prueba Toyota Etios 1.5 XLS Hatchback... De Alguna Manera...

Prueba: Toyota Etios 1.5 XLS Hatchback...

El Etios exigido por CarsMagazine. Lo probamos a fondo y sin concesiones. 

Si buscabas una prueba a fondo del Toyota Etios en Argentina, llegaste al lugar indicado.

El Toyota Etios, el modelo que faltaba en la oferta de la marca japonesa en Argentina, ya está a la venta en el país. Se trata, nada menos, que del primer vehículo compacto de Toyota en la región. Hasta ahora, la oferta de la casa nipona comenzaba recién desde el sedán mediano Corolla.

Fabricado en la planta brasileña de Sorocaba, el Etios se lanzó en Argentina a fines de septiembre, en una gama que contempla dos siluetas: sedán y hatchback (sólo 5 puertas). Se trata de un modelo que también se produce en la India para otros mercados emergentes y que desde su origen fue concebido como un producto “low cost”.

En Argentina, y en cualquiera de sus carrocerías, el Etios se ofrece únicamente con motorización naftera de 1.5 litros y 90 caballos asociada a una transmisión manual de 5 velocidades. A futuro, no se descarta la posibilidad de que se agregue una versión automática, lo que tendría mucha lógica considerando la demanda de ese tipo de cajas en el mercado brasileño. La oferta contempla tres niveles de equipamiento: X, XS y XLS.

En 5 puertas, el Etios mide 3,77 m de largo; también hay un sedán de 4,26 m.

Con garantía de 3 años o 100.000 kilómetros, los precios del Etios en Argentina arrancan desde $ 125.700 (X 5 puertas) y llega hasta $ 161.000 (XLS sedán). La versión que evaluó CarsMagazine fue la XLS 5 puertas, cuyo precio es de $ 154.900. Los colores disponibles son rojo, azul, blanco, gris claro, gris oscuro y negro.

El segmento donde compite el Etios es sumamente amplio e implica nada menos que el 60 por ciento del mercado en Argentina. Algunos de los posibles rivales del nuevo compacto de Toyota son los Chevrolet Agile y Sonic, Fiat Palio, Ford Fiesta One, Nissan March, Renault Sandero o Volkswagen Gol Trend, entre otros.

A continuación, la balanza con los puntos para destacar y mejorar del Toyota Etios, el cuadro de prestaciones y consumos medidos por CarsMagazine, y el análisis a fondo del producto junto a la conclusión final…

Para destacar
  • Respuesta del motor
  • Desempeño urbano
  • Consumo reducido
  • Habitabilidad trasera
  • Valor de marca/reventa
  • Garantía y postventa
Para mejorar
  • Instrumental polémico
  • Faltantes de equipamiento
  • Posición de conducción
Aceleración y frenada en el Etios, según las mediciones de CarsMagazine…

Prestaciones (*)

Velocidad máxima: 167 km/h (en 5ª a 5.100 rpm).
Aceleración 0-100 km/h: 11,0 segundos.
Frenada 100-0 km/h: 41,5 metros.
Recuperación 80-120 km/h en 4ª: 11,5 segundos.
Recuperación 80-120 km/h en 5ª: 17,5 segundos.
Error de velocímetro a 100 km/h: la velocidad real es 91 km/h (9%).
Error de velocímetro a 130 km/h: la velocidad real es 122 km/h (6%).
(*) Mediciones de CarsMagazine con instrumental GtechPro.

Consumos (*)

A 100 km/h: 6,8 litros/100 km. Régimen: 5ª a 3.100 rpm. Autonomía: 661 km.
A 130 km/h: 8,5 litros/100 km. Régimen: 5ª a 4.000 rpm. Autonomía: 529 km.
Ciclo urbano: 8,7 litros cada 100 km. Autonomía: 517 km.
Combustible: Grado 3, según recomendación del fabricante.
Tanque: 45 litros.
(*) Mediciones a velocidades reales con instrumental GtechPro.


No es un deportivo, pero su desempeño dinámico es franco y previsible.

Por fuera

En silueta hatchback, el Etios es pequeño y apenas mide 3,77 metros de largo. Entre sus rivales de segmento, el más parecido en dimensiones es el Nissan March, que acusa 3,78 m de longitud. Además, el chico de Toyota presenta 1,69 m de ancho y 1,51 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,46 metros. En versión sedán, el largo es de 4,26 m (+49 cm) y entre ejes se incrementa en 9 cm, hasta 2,55 metros.

El diseño del Etios es discreto y conservador y está claro que no despertará un amor a primera vista. Dicho esto, creemos que la imagen de la versión hatchback es decente y además, mucho más lograda que la del sedán… de líneas ciertamente más polémicas. Además, en el nivel XLS el Etios propone llantas de aleación de 15 pulgadas y seis rayos dobles, faros antiniebla delanteros y detalles cromados que mejoran su apariencia.

Llantas de aleación 15”, exclusivas del XLS; spoiler de serie en toda la gama.

Lo que no termina de convencernos es el formato de las ópticas traseras, de disposición vertical y a nuestro juicio, exageradamente grandes (Toyota explica que sobresalen de la carrocería porque cumplen una función aerodinámica). En cambio, al hatchback le queda bien el spolier trasero (de serie en toda la gama) porque le aporta un aire más deportivo. Lateralmente se destacan las amplias ventanillas y los cortos voladizos, sobre todo el trasero.

La unidad que evaluamos en CarsMagazine montaba neumáticos Pirelli Cinturato P1 en medida 185/60 R15. La rueda de auxilio es homogénea en medida y está armada en una llanta de chapa.

La ubicación y el diseño del instrumental, un punto cuestionable del Etios…

Por dentro

Quien haya visto el interior del Etios en el Salón de Buenos Aires 2013 se encontrará con una grata sorpresa, ya que el compacto de Toyota recibió, justo antes de su lanzamiento en Argentina, una acertada mejora estética en materiales, colores y texturas.

No hay que perder de vista que estamos ante un vehículo económico producido en el Mercosur, de modo que nadie debe esperar una gran calidad interior, pero creemos que el Etios está prolijamente presentado y está entre los mejorcitos del segmento. En definitiva, se lo percibe sólido, con respetables encastres y tonos que combinan negros y grises, ahora mucho más atractivos.

El punto más conflictivo del Etios es el instrumental, no sólo por la ubicación sino también por su diseño y poca precisión. Por empezar, no está detrás del volante sino en el centro de la plancha de abordo, lo que obliga a desviar la vista más de lo habitual y no es lo natural para el conductor. 

Además, el velocímetro y el cuentavueltas presentan un formato tipo “arco iris” con una escala muy pobre. Y como si fuera poco, el primero de ellos muestra un importante margen de error (a 100 km/h de instrumental la velocidad real es 91 km/h).

El interior recibió acertadas mejoras justo antes de lanzarse en Argentina…

Otro indicador largamente mejorable es el de combustible, que incluye también odómetro parcial y total. Es ridículamente pequeño, difícil de leer y además, está ubicado en forma aislada de los demás relojes. Por otro lado, también encontramos deficiente la retro-iluminación del display del equipo de audio, que de día y según cómo le “pegue” el sol, es compleja de visualizar.

Ya dispuestos a conducir el Etios, en la versión XLS nos encontramos con un agradable volante, forrado en cuero, de buen “grip” y con regulación en altura, recortado además en su base para una sensación más deportiva (nada que ver con el del modelo original). Pero la posición de conducción es claramente mejorable porque la butaca no dispone de regulación en altura y eso condiciona tanto a los más altos como a los más bajos.

La visibilidad es correcta en vista 3/4 hacia adelante, ya que el pilar delantero no está tan inclinado como en otros modelos y las ventanillas son de aceptable tamaño. Pero es más compleja hacia atrás porque los apoyacabezas traseros no pueden ocultarse sobre el respaldo cuando no se utilizan, y además la luneta es pequeña.

El motor 1.5 de 16 válvulas y 90 CV, una de las grandes fortalezas del Etios.

Destacamos la gran habitabilidad trasera que presenta el Etios, sin duda de las mejores del segmento y a la altura de lo que ofrecen modelos de mayor tamaño. Es elogiable el espacio para las piernas (recordemos que apenas mide 3,77 m de largo) y también en altura para la cabeza para dos pasajeros adultos de talla grande. Asimismo, el ocasional quinto pasajero podrá acomodar bastante bien sus piernas porque el piso es casi plano, sin el falso túnel de transmisión.

A todo esto, el Etios propone varios espacios portaobjetos, posavasos y una guantera amplia de 13 litros que además puede refrigerarse a través del sistema de aire acondicionado, como para conservar fresco algún alimento o bebida.

La posición de manejo es mejorable porque no incluye regulación en altura.

La capacidad del baúl es de 270 litros, un volumen pequeño pero que está en sintonía con lo que ofrece este segmento. Si pudiera parecer escaso, el March, que como apuntamos mide 1 cm más de largo, apenas llega a 227 litros. Un punto a favor es que está prolijamente presentado y el portón (se sostiene con un único amortiguador) tiene botón de apertura exterior. En contra, el respaldo trasero sólo se rebate en forma enteriza, lo que atenta contra la modularidad de ampliar parcialmente el volumen de carga mientras alguien viaja atrás.

Para quienes piensen en el Etios sedán, se encontrarán con un increíble baúl de 562 litros, una cifra que es récord absoluto no sólo en el segmento de los compactos, sino que supera a muchos de los sedanes medianos. Para el que necesita cargar muchas valijas en vacaciones, es sin duda la solución soñada.

Baúl de 270 litros, a tono con el segmento. Pero el respaldo se rebate enterizo.

Al volante

Después de una semana conduciendo el Etios entre ciudad, ruta y autopista, estamos plenamente convencidos de que lo mejor del compacto de Toyota está debajo del capot. El motor naftero codificado como “2NR-FE” es un ejemplo de prestaciones, agilidad urbana y consumo moderado. 

Este impulsor se destaca además por su sistema de distribución por cadena (en lugar de correa), lo que alarga su vida útil y reduce el costo de mantenimiento.

Con 1.5 litros, 4 cilindros y 16 válvulas, el impulsor del Etios entrega 90 caballos a 5.600 rpm. Pero como siempre, lo más importante es el torque, el “momento de mayor empuje”, que es en definitiva lo que marca la agilidad en el tránsito. En este caso son 132 Nm disponibles a un régimen bajo, de apenas 3.000 rpm. Traducido: el motor no tarda en responder y la caja manual de 5 velocidades (vástago largo pero recorrido corto y preciso) se encarga de exprimir lo mejor de cada instancia. Además, el auto es liviano: apenas 965 kg.

De “0 a 100”, según nuestras mediciones, el Etios tarda exactamente 11 segundos, mientras que la recuperación de 80 a 120 km/h en 4ª marcha (instancia de sobrepaso de un camión en la ruta) implica unos 11 segundos. La velocidad máxima que alcanzamos fue de 167 km/h. A la hora de detenerse de “100 a 0”, la distancia fue de 41,5 metros (los frenos traseros son a tambor), una cifra que lo deja muy bien parado frente a varios rivales que necesitan de 3 a 4 metros más. El ABS actuó sin sorpresas al igual que el distribuidor electrónico (EBD) cuando lo evaluamos frenando con dos ruedas sobre el pasto.

En cuanto al consumo, en ciudad promedia 8,5 litros y con su tanque de 45 litros logra una autonomía de hasta 500 kilómetros. En ruta, a 100 km/h, el gasto no llega a 7 litros/100 km. El detalle: de acuerdo con la indicación del fabricante hay que utilizar nafta de Grado 3, la más costosa (ejemplo: Premium o V-Power). El motor del Etios es un adelantado en cuidado del medioambiente, ya que respeta la norma anticontaminación Euro V cuando en Argentina aún rige la Euro IV.

Auxilio homogéneo; utiliza nafta Grado 3; sólo un amortiguador en tapa baúl.

Otro pulgar para arriba en el Etios se lo adjudica el sistema de dirección, que no es hidráulico sino eléctrico. No es habitual encontrar estas soluciones en vehículos de segmento económico, por lo que celebramos la decisión de Toyota. En la práctica, la dirección es muy blanda y suave a baja marcha y se endurece a mayor velocidad. Además, reduce el consumo y no requiere mantenimiento.

Dinámicamente, el Etios nos dejó una muy grata sensación. Sin dejar de ofrecer un buen confort de marcha en ciudad, propone un andar firme y estable en ruta o autopista. Desde luego, no hablamos de un deportivo, sino de un vehículo de corte doméstico, pero que transmite seguridad en curvas de media/alta velocidad, siempre en un uso racional.

Volviendo a la ciudad, no tuvimos problemas con el despeje en lomos, cunetas o entradas de garajes. Además, el perfil “60” de los neumáticos contribuye con la suspensión a la hora de filtrar irregularidades. En otras palabras, el Etios también se percibe robusto y preparado para soportar las calles porteñas y la realidad vial de nuestro país.

Finalmente, percibimos que la insonorización es mejorable, ya que a más de 120 km/h se hace necesario elevar el tono de la voz o bien subir el volumen de la música. No es algo grotesco, pero sin duda un punto que puede mejorarse en una futura evolución del Etios.

Sorprendente habitabilidad trasera, propia de un auto de mayor tamaño…

Equipamento

En seguridad, el Etios incluye (de serie en toda la gama) frenos ABS con repartidor electrónico, doble airbag frontal, faros antiniebla delanteros y aviso de cinturón no colocado, tanto para conductor como acompañante.

Donde queda en falta, tal como ocurre en este segmento de producción regional, es en la 5ª plaza, que carece de apoyacabeza y sólo dispone de cinturón de dos puntos de fijación. Tampoco incluye anclajes Isofix para la correcta sujeción de sillas infantiles, cierre automático en rodaje y faro antiniebla trasero.

El Etios fue uno de los modelos que evaluó Latin NCAP, el organismo que estudia la seguridad de los vehículos comercializados en nuestra región, y allí el compacto de Toyota obtuvo 4 estrellas (sobre 5 posibles) en protección de pasajeros adultos, aunque sólo 2 estrellas para niños.

Limpiaparabrisas, único y grande; guantera generosa; el vidrio abre hasta ahí.

En confort, la dotación del nivel XLS contempla, además de aire acondicionado y dirección eléctrica, equipo de audio con CD-MP3, puerto USB y comando al volante; volante forrado en cuero, alzacristales eléctricos, cierre centralizado a distancia, apertura interna de tanque y asiento trasero rebatible, entre otros.

Algunos de los faltantes que identificamos en confort, considerando el precio y lo que ofrece el segmento, son la conectividad Bluetooth (hoy ya presente desde algunas versiones “base”), entrada Auxiliar para el equipo de audio, regulación en altura de la butaca, computadora de abordo, espejos eléctricos, “one touch” en alzacristales al menos para el conductor; alarma de luces encendidas y respaldo trasero bipartido.

Por relación precio-producto, Etios debería convertirse en un éxito en ventas.

Conclusiones. Test Drive Toyota Etios

Con una motorización moderna, ágil y eficiente, destacada habitabilidad y una respetable calidad interior, el Toyota Etios se posiciona como una de las alternativas más interesantes que hoy ofrece el segmento compacto económico en el mercado argentino. El diseño puede discutirse, sobre todo en el sedán, pero en cualquier caso es siempre subjetivo, y tampoco hay rivales del Etios que se luzcan especialmente en ese rubro.

Si a todo aquello se le suma el respaldo de una marca reconocida por la confiabilidad de sus productos y su destacada atención de postventa como es el caso de Toyota, probablemente el Etios se convierta en una excelente ecuación precio-producto no sólo en lo inmediato, sino también a largo plazo. La garantía de 3 años o 100.000 kilómetros transferible y el asegurado valor de reventa a futuro son otros pilares sobre los cuales el Etios se erige como un jugador de mucho peso en su segmento. Con todo esto, ¿hasta dónde llegará el benjamín de Toyota?

© Escrito por Martín Egozcue el sábado 02/11/2013 y publicado por http://www.carsmagazine.com.ar

Videos:


Toyota Etios - Test Drive a Mamá

Toyota Etios 1.5 XLS - Prueba - Martín Sacán



Je suis Pepe… De Alguna Manera...

Je suis Pepe…


Tras la denuncia del fiscal Nisman, muchos se acuerdan de Eliaschev, pero pocos resisten el repaso del archivo.

Ahora que de repente el fiscal Alberto Nisman quiere meter presa hasta a la Presidenta por encubrimiento en el caso AMIA, muchos se acuerdan de Pepe Eliaschev. Pero pocos resisten el repaso del archivo, en este tema al menos.

En la mitad de la última semana de marzo de 2011 me llamaba Pepe, algo inhabitual en él. “Tengo algo muy importante para publicar, un título de tapa”, dijo. “¿No lo querés incluir en tu columna dominical?”, pregunté. “No, es un tema muy importante y necesito mucho espacio”, respondió, lacónico. Obviamente, tampoco me quiso decir el tema.

Sin ningún otro intercambio, me envió su extensa nota al mediodía del viernes 25 de marzo. La leí primero con atención, luego con asombro. Lo llamé. “Esto es gravísimo. ¿Tenés algún documento que podamos replicar? Porque te van a salir a desmentir”. “No. Ahí doy información precisa y pongo en juego mi nombre y mi trayectoria”.

Decidimos hacer el título principal de tapa y la apertura del diario del sábado 26 con la nota de Pepe. La seguimos al día siguiente y él retomó la cuestión el sábado 2 de abril. Lamentablemente, la revelación de Pepe en Perfil causó menos impacto del que imaginábamos y merecía.

El ex periodista y canciller Héctor Timerman hizo lo de costumbre. No sólo negó la precisa información publicada sino que, sobre todo, cargó contra su autor, al que (des) calificó como “pseudoperiodista”.

En 2011, Nisman mostró un descreimiento total de lo publicado.

El propio fiscal Nisman subestimó la investigación de Pepe, al que llamó pour la gallerie a que declarara en la fiscalía, un hecho que dejó a Eliaschev con un sabor amargo: no se sintió escuchado. 

De hecho, como se muestra en esta misma edición de PERFIL, Nisman mostró en ese entonces un descreimiento total de lo publicado por este diario. Justo es decir también que, en estos días de luces y raids mediáticos, el fiscal confesó que se equivocó en no creerle a Pepe.

Tampoco las entidades representativas de la comunidad judía en Argentina tomaron la cuestión con seriedad. En algunos casos, varios de sus dirigentes estaban demasiado pendientes de sus oscilantes relaciones con el Gobierno. Otros, de las internas dentro de esas organizaciones. Más de uno, nunca públicamente, hasta se animaron a achacarle a la investigación de Pepe intencionalidad de favorecer a determinado grupo comunitario.

Sin embargo, lo que más le dolió a Pepe fue la casi total invisibilidad que le otorgaron sus colegas

De los medios oficialistas, recibió sólo ataques personales, que buscaron limar su credibilidad. De los críticos al Gobierno, apenas alguna mención minúscula. Claro, aún no había llegado con su tradicional Esto que pasa a Mitre, lo que lo excluía de la potente propaladora radial, gráfica, televisiva y digital del Grupo Clarín.

Intuyo que ahora tendría una mueca irónica al leer sobre las novedades de “su” tema. Y, exigente como era con los estándares profesionales, se disgustaría un poco con algunas reivindicaciones hipócritas. También, con ciertos profesionales que deberían explicar sus vínculos con la ex SIDE y el rol que tuvieron en la escandalosa e inconducente investigación del peor atentado terrorista de la historia argentina.



© Escrito por Javier Calvo el sábado 17/01/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.