martes, 1 de marzo de 2011

Huracán 1 vs. Arsenal de Sarandí 1... De Alguna Manera...

¿Festeja el punto?

Huracán sufrió bastante ante Arsenal y, de hecho, estuvo cerca de perder. Por otro lado, Claudio Guerra se comió un gol increíble que pudo darle la victoria en el debut de Pompei. ¿Sirve o no?

Huracán es un buque a la deriva en medio de un mar negro, bajo una tormenta y con su cubierta repleta de agujeros. Sin embargo, contrató a alguien que sabe de reparación de boquetes. La ida de Miguel Angel Brindisi tuvo que ver con que el técnico pensaba que si el seguía, el destino del Globo ya estaba escrito. Por eso, el arribo de Roberto Pompei, quien tomó las riendas en épocas de tempestad en Boca, es un intento de torcer ese rumbo que por ahora transita el camino de la Promoción.

Tito se la jugó por la experiencia para recibir a Arsenal: Rolando Zárate y Angel Morales volvieron a la titularidad luego de la finalísima con River. La idea central fue establecer un tándem entre Matute y Cristian Maidana para abastecer al Roly y Javier Cámpora. Sin embargo, poco funcionó y el equipo de Gustavo Alfaro, siempre complicado, lo hizo sufrir en más de una oportunidad con las escapadas de Marcos Aguirre y Juan Pablo Caffa.

Por los volantes del Arse, y su mayor claridad por sobre los del Globo, fue que hubo un leve olorcito a gol allá por el final de la primera mitad. Pero quien golpeó primero, después de la charla en el entretiempo, fue Huracán. Ahí, con el gol de Javier Cámpora consumado, fue que Tito pidió tranquilidad a gritos. No llegó: Alfaro movió fichas, metió a Luciano Leguizamón y éste, fresquito, le puso un centro a la cabeza a Obolo.

El empate trajo un diluvio de situaciones de gol sobre el arco de Gastón Monzón. Con Caffa por izquierda y Andrés Franzoia por derecha, Arsenal abrió el juego a las bandas. Claudio Guerra pudo haber hecho que todo el minucioso trabajo de Alfaro con los cambios fuera en vano, pero se perdió un gol que, prácticamente, estaba hecho. A Arsenal, que tuvo mejor volumen de juego, le faltó claridad en el último pase (el de la red). Huracán dejó a la vista que le falta remo para salir de la tormenta...

© Escrito por John Jones y publicado por el Diario Deportivo Olé el lunes 28 de Febrero de 2011.

“Hubo nervios...”

Pompei aseguró que notó fallos "en jugadas puntuales" en algunos de sus jugadores. Pero ojo, dijo que no hay que arrepentirse: "No hay tiempo, el próximo partido siempre es el más importante. Vamos a poner todo".

"Tiempo no hay, el próximo partido siempre es el más importante, sabemos cuál es la situación y sabemos también que le vamos a poner todo lo que tenemos. También van a poner todo los que están desde afuera siguiendo este proceso". La palabra de aliento es de Roberto Pompei, flamante debutante en el banco de Huracán.

Para Tito, si ante Newell's no se suma de a tres, se pondrá peor: "Los silbidos van a venir si el resultado es como el de hoy. Si hubiésemos ganado uno a cero y habríamos jugado exactamente de la misma manera, pero el cabezazo de Obolo se iba, la gente iba a terminar aplaudiendo".

¿Cómo analizó el partido? "La sensación es que fue un partido peleado, en algún momento lo podríamos haber ganado y en otro lo podríamos haber perdido. Cuando nos pusimos en ventaja tuvimos cinco minutos más de posesión del balón. A partir de la jugada del gol de ellos perdimos posesión. Tuvimos después un par de chances para ponernos arriba y ellos también las tuvieron", tiró.

Por otro lado, aclaró que hay mucho por mejorar. "Me voy conforme con algunas cosas del equipo, con otras no tanto. Hay que seguir trabajando, mejorando fundamentalmente en el retroceso", comentó. Por último, soltó que vio fallos en algunos de sus muchachos: "Hicieron un gran esfuerzo. Se nota en algunos jugadores, en algunas jugadas puntuales, los nervios. Esto hay que seguir trabajándolo día a día, convencerlos de que lo pueden hacer".

© Publicado por el Diario Deportivo Olé el lunes 28 de Febrero de 2011.














domingo, 27 de febrero de 2011

27 de febrero de 1812... Creación de la Bandera Argentina...

 27 de febrero de 1812 – Creación de la Bandera Argentina

 

El general Manuel Belgrano enarbola por primera vez la bandera nacional en las barrancas del río Paraná, en Rosario (provincia de Santa Fe). Inspira sus colores celeste y blanco en la escarapela nacional. La bandera originaria se ha perdido y se ignora si estaba formada por tres franjas o por dos, así como también la disposición de las mismas.
Etimológicamente la palabra bandera, proviene del latín, bandum, que significa estandarte y del germano bandra que puede traducirse como signo. Es un paño de forma rectangular o cuadrada, sujeto a un asta, empleado como insignia. Identificarse como grupo, fue propio del hombre desde que se reunió en comunidades.

Para diferenciarse del emblema español, la nueva nación que comenzó a gestarse bajo el primer gobierno patrio, el 25 de mayo de 1810, necesitaba un distintivo propio. En esa época, comenzaron a repartirse cintas celestes y blancas, tal vez tenían también color rojo, como imitación a los revolucionarios franceses, liderados por Domingo French y Antonio Berutti.

El uso de la escarapela como emblema del ejército patriótico fue propuesta por Belgrano, el 13 de febrero de 1812, siendo aprobado su uso por el Triunvirato, cinco días después, aceptando los colores celeste y blanco.

El 27 de febrero de 1812, a orillas del Paraná, en Rosario, cuando el sol comenzaba a declinar, Belgrano izó por primera vez el pabellón patriótico, tal vez realizado por las manos laboriosas de una rosarina, llamada María Catalina Echeverría de Vidal, junto a las Baterías Libertad e Independencia, que fue jurada por los soldados. Comunicado este hecho al Triunvirato, partió Belgrano a hacerse cargo del ejército del Norte, sin tomar conocimiento de que el organismo público le negaba la posibilidad de usar la nueva bandera, por la difícil situación reinante, y la aún no declarada decisión de poner fin drásticamente a la dominación de Fernando VII.

Sin saber de la prohibición de enarbolar el símbolo patrio, Belgrano, en Jujuy, colocó la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en reemplazo de la española, y en esa ocasión recibió su primera bendición.

Sin embargo, la flamante bandera no pudo seguir desplegando su aliento de independencia, pues fue condenada a guardarse, cuando el 27 de junio el Triunvirato volvió a insistir con el requerimiento, que esta vez, fue acatado por Belgrano, que decidió el 18 de julio hacer caso a la petición, hasta que nuevos vientos de libertad, la hicieran flamear sin temores ni dudas.

El 23 de agosto de 1812, Buenos aires, la lució en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, pero fue recién luego del 9 de julio de 1816, una vez declarada la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, más precisamente el 20 de julio, cuando su uso oficial fue aprobado por el Congreso.

El 25 de febrero de 1818, se le añadió el sol, en homenaje al Dios Inca Inti (Dios del Sol) estampado en la franja blanca central, reproducción del que aparecía en la primera moneda nacional. Sus 32 rayos dorados, están contenidos en negros bordes, alternándose un rayo recto y otro ondulado. Las franjas, superior e inferior son de color azul-celeste. La bandera con el sol fue usada para instituciones y eventos oficiales y de las Fuerzas Armadas hasta 1985, en que se dispuso su colocación en todas las banderas argentinas.

La Bandera oficial posee medidas reglamentarias: 1,40 m. de largo por 0,90 m. de altura.

Propuesta y Juramento de la Bandera

13 de febrero de 1812: Manuel Belgrano propuso al Gobierno la creación de una "escarapela nacional", en vista de que los cuerpos del Ejército usaban distintivos diversos.

18 de febrero de 1812: El Triunvirato aprobó el uso de la escarapela blanca y celeste, decretando: "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste..."

27 de febrero de 1812: Entusiasmado con la aprobación de la escarapela, M. Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores, enarbolándola por primera vez en Rosario, a orillas del río Paraná. Allí, en las baterías "Libertad" e "Independencia" la hizo jurar a sus soldados. Luego, mandó una carta al Gobierno comunicando el hecho. Este mismo día, el Triunvirato le ordenó hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui.

3 de marzo de 1812: El Triunvirato contestó la carta de Belgrano, ordenándole que disimulara y ocultara la nueva bandera y que, en su lugar, pusiese la que se usaba entonces en la Capital. La orden se debió a la preocupación por la política con el exterior. Pero, cuando la orden salía de Buenos Aires, M. Belgrano ya marchaba hacia el norte y, por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del Gobierno a la nueva bandera.

25 de mayo de 1812: Al frente del Ejército del Norte, el entonces General en jefe M. Belgrano movilizó sus tropas hacia Humahuaca. En San Salvador de Jujuy, enarboló al ejército de su mando la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en vez del estandarte real de costumbre que presidía las festividades públicas. Allí, la bandera argentina fue bendecida por primera vez.

27 de junio de 1812: El Triunvirato ordenó nuevamente a M. Belgrano que guardara la bandera y le recriminó su desobediencia.

18 de julio de 1812: El General contestó que así lo haría, diciendo a los soldados que se guardaría la enseña para el día de una gran victoria.

El Avión... De Alguna Manera...

El Avión...

A veces, sucede que los efectos de un hecho son mucho más importantes, o al menos más pedagógicos, que sus propias causas. Inclusive, puede ocurrir que el episodio sea, en lo potencial, de muy escasa trascendencia pública. Y que sus consecuencias lo transformen en algo tan inventado como rimbombante.

¿Alguien cree que el decomiso del avión militar estadounidense era o es un episodio capaz de despertar atracción masiva? Obvio que no. Pero los alcances periodísticos que tuvo conllevan una esencia muy valiosa, aunque, en principio, nada sorprendente. Por aquello de la (no) relación causa-efecto, carece ya de mayor sentido hurgar en cómo fue que se prendió el fósforo. ¿El Gobierno sobreactuó la medida para afirmar su verba antiimperialista? ¿Fue necesario el show mediático? ¿No era lo mismo proceder hacia idéntico fin pero con mayor reserva? ¿Acaso habríamos sido menos soberanos si se hubiese maniobrado con sigilo? ¿Es tan grave la carga no declarada de ese avión norteamericano? Cualquiera de esas preguntas, que a priori son o podrían ser legítimas, pasó a ser irrelevante al cotejárselas con la réplica barbárica de los medios de comunicación hegemónicos, sus periodistas más connotados y, desde ya, una mayoría de la oposición o, si se quiere, de los dirigentes opositores que hablaron del tema (sólo el hijo de Alfonsín resaltó al procedimiento como de pleno derecho, y hubo un resto que se llamó a silencio). Para subrayar, por las dudas: esos interrogantes, en realidad, nunca fueron el objeto analítico prioritario, sino que obraron como subordinados al espanto causado entre el cipayaje por –al fin y al cabo– un mero incidente diplomático con los Estados Unidos. Con excepción del odio de clase, el racismo, el sentimiento de venganza y las barbaridades que se dijeron cuando el conflicto con los campestres, es difícil recordar un hecho a través del cual se haya manifestado, con tanta brutalidad e ignorancia, el espíritu y el estilo de quienes conforman, desde los medios, un soporte clave de la mentalidad vasalla.

Cabezas de portadas, informativos de radio y televisión, columnas centrales, entrevistas, machacando con la “perplejidad y preocupación” de los Estados Unidos por la “improcedencia” de haber amedrentado al personal del avión. Ex embajadores con amplia concesión de espacio, absortos por haber colocado a Washington en un “banco de acusados” (Juan Archibaldo Lanús). Y por estas acciones que “nos condenan a la intrascendencia” en la que en verdad ya estaríamos, porque “ningún líder de nación políticamente gravitante (...) ha aterrizado en estas playas” (Rodolfo Gil). Amateurs impunes que hablaron de la inmunidad que proveen las “valijas diplomáticas”: una licencia que no tiene absolutamente nada que ver con el decomiso de un avión de carga. Los disparates interpretativos, sin un solo dato de sostén, bajo aseveración de que se ejercitó una represalia contra Obama por no incluir a la Argentina en su próxima gira. La impudicia de sugerir que si tampoco viene el jefe del Fondo Monetario por algo será. La amenaza de que la Casa Blanca borre al país de su status de aliado extra OTAN, brindado gracias al alineamiento incondicional de Menem con la política exterior de los republicanos... Qué asco.

Correspondería revisar si esta embestida mugrienta de los medios y sus ordenanzas no tiene nada de insólito, desde el entendimiento de que, después de todo, es la expresión de una tilinguería tan reaccionaria como ancestral. Porque, tal vez, nos encontremos con una segunda lección, o ratificación, de lo motivado por el caso del avión yanqui. No hay la más mínima duda en torno de que piensan efectivamente así, pero, ¿no debería haberla acerca de lo obnubilados que están respecto de la temperatura popular? ¿No advierten que su grosería genera un resultado inverso al que buscan? El Gobierno les provoca arcadas, es cierto, quizá más por el despliegue de su discurso confrontativo que por una grave afectación de sus intereses. Ahora bien: ¿tanto como para enceguecerlos de esta manera? ¿Tanto como para que extravíen así la necesidad de una táctica de enfrentamiento menos guaranga, vistos los resultas que obtienen? ¿No los alertaron en absoluto la masividad de los festejos por el Bicentenario, la del funeral de Kirchner, la unanimidad de las encuestas que encargan ellos mismos y que muestran a Cristina en posición de clara favorita? Como el firmante se resiste a creer que puedan despistarse de semejante forma, aunque tampoco lo descarta, termina cayendo en la cuenta de que, perdidos por perdidos siquiera en lo coyuntural, resuelven persistir en fugar hacia delante. En redoblar la postura de choque. Sería probable que estén imitando a los propios K, que en la más dramática de sus instancias apostaron a profundizar las grandes líneas de enfrentamiento con bloques de poder específicos. Y les fue bien, o les va bien.

Hay esa palabra, cipayos. Es de origen persa y la primera vez que se la citó, en el Diccionario de la Real Academia Española, aludía a “soldado indio”, en 1869. Pero unos años después, la definición se ensanchó a “soldado indio al servicio de una potencia europea”. Una segunda acepción es “secuaz a sueldo”. El profesor venezolano Alexis Márquez Rodríguez señala que la connotación peyorativa de la palabra comenzó a usarse, al parecer, en Cuba y Puerto Rico, cuando aún eran colonias españolas y se empleaba para designar al criollo que se alistaba en el ejército colonial. Aquí, ya se sabe, la popularizó Arturo Jauretche a través de su Manual de Zonceras, que lista las ideas negativas de los argentinos sobre su propio país. El escritor mantenía que esos preceptos eran introducidos en la conciencia ciudadana desde la educación primaria, y ya marcaba que después se sostenían a través de la prensa. Un postulado conocido por todo aquel que disponga de inquietudes intelectuales básicas. Sin que pierda valor, ninguna vez.

Puede que la furia cipaya sea sencillamente eso, en lugar de una apuesta política, meditada, a favor de acentuar los topetazos. Puede que no puedan con sus raíces clasistas o adquiridas, y listo. Si es eso les cabe una extensión, ahondada, de la legendaria sentencia borgeana acerca de que los peronistas no son ni buenos ni malos sino incorregibles. Porque, dada por eficaz la provocación, ellos, la clase dominante argentina y –hoy más que nunca– sus puntas de lanza mediáticos, portan una incorregibilidad más emperrada todavía. El peronismo fluctuó históricamente a derecha e izquierda, y en su nombre se crió mucho de lo mejor y lo peor de este país. Pero estos garcas no oscilaron nunca. Jamás dejaron de ser escribanos de los imperios de turno, jamás tuvieron una fisonomía patriótica, jamás se plantearon a dónde condujo su pusilanimidad. Son los tipos de las relaciones carnales y en una de esas, como ya se expresara en esta columna hace unas pocas semanas, el tiempo les da la razón a caballo de esa significativa porción de la sociedad que tiene su misma escala de valores. De esa gente que toda la vida miró hacia afuera no para ampliar sus miras de pensamiento crítico, sino por la comodidad cobarde del presunto amparo bajo el sol. Esos frívolos acaban de dar otra muestra de sí.

A veces su símbolo es un helicóptero. A veces un avión.

© Escrito por Eduardo Aliverti y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 d Febrero de 2011

Wikileaks en Página /12... De Alguna Manera...

Wikileaks en Página/12...

A partir de hoy, los lectores de Página/12 comenzarán a tener acceso a todos los cables de Wikileaks sobre la Argentina. Se trata, en su mayoría, de más de dos mil despachos originados en la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. La publicación es el resultado de una convergencia entre Wikileaks y Página/12 basada en el derecho de los ciudadanos a ser informados.

Este diario se interesó en los materiales de Wikileaks desde que, el año pasado, otros colegas en todo el mundo comenzaron a difundir cables secretos o confidenciales que hilaban la comunicación entre la embajada estadounidense en la Argentina y el Departamento de Estado. A la vez el australiano Julian Assange, alma mater de Wikileaks, definió su papel en el circuito mundial de las noticias: sería un vehículo de la libertad de expresión.

Assange acaba de refirmarlo en medio de una situación personal compleja, porque la Justicia sueca quiere extraditarlo de Londres bajo cargos que el investigador niega. A principios de este mes alentó a sus amigos de todo el mundo a que siguieran haciendo campaña en favor de esa meta. No le faltó buen humor. “Hay cuatro cosas que no pueden ocultarse eternamente: el sol, la luna, la verdad y el postre”, dijo al saber que miles de personas estaban organizando cenas para juntar fondos en su defensa. Por esos días la convergencia entre Wikileaks y Página/12 maduraba hasta transformarse en un convenio de partes.

Los gobiernos y las articulaciones de poder económico trabajan en pos de una ilusión: que muchas de sus acciones queden en secreto. Y los periodistas tienen la suya: romper el secreto. En esa tensión permanente y natural entre las dos ilusiones, a veces se cumple una y a veces otra. Esta vez es el turno de la segunda.

La gran ventaja del convenio entre Página/12 y Wikileaks es que el diario se obliga a deberes que cumple con gusto desde que apareció hace casi 24 años. Por lo pronto, tendrá que develar secretos. Además, deberá hacerlo con rigor. Si un artículo menciona un despacho diplomático, los lectores tendrán acceso al texto completo. No podrá deformar ni manipular el contenido. Protegerá a empleados estatales de bajo rango y evitará poner en riesgo la integridad física y la vida. E iniciará un proceso de difusión de documentos del que ya participan, entre otros, medios como The New York Times, The Guardian y La Jornada de México.

Al divulgar miles de documentos escritos en embajadas estadounidenses repartidas por todo el planeta, Wikileaks usó el criterio de abrir puertas y ventanas. Los postres están ahí en la mesa, pero Assange nunca dijo que a él le gustaba el sabor de cada uno de ellos. Sólo ejerció su derecho a informar para que otros puedan ejercer su derecho a conocer. Por eso Luiz Inácio Lula da Silva, unos días antes de dejar la presidencia de Brasil, dijo que la detención de Assange en Londres era “un atentado a la libertad de expresión”, aseguró que en todo caso había que culpar a quienes escribieron los cables y no a quien los difundía e ironizó sobre que “la diplomacia más poderosa del mundo está, como en el Lejano Oeste, poniendo carteles de Se busca vivo o muerto” para conseguir el silencio de Assange.

Igual que Wikileaks, Página/12 tiene claro que está revelando documentos y no verdades absolutas. La investigación, el conocimiento profundo y el contraste de una documentación con otra y con los hechos son los que acercan a los ciudadanos a la verdad. Ni el documento más exacto es cándido. Los textos obtenidos por Wikileaks fueron escritos por la diplomacia norteamericana. Tienen énfasis y obsesiones. Son notorias sus diferencias de calidad en la apreciación de una situación u otra y el sesgo de sus análisis. Se ve de manera nítida la forma hegemónica de relacionarse con el resto del mundo. Los diplomáticos no sólo preguntan. También influyen y presionan para impulsar sus intereses económicos, estratégicos y militares.

En los documentos desfilan presidentes, funcionarios de menor rango, dirigentes políticos, empresarios, consultores, diplomáticos y periodistas. Algunos, estén de acuerdo o no con las posiciones centrales de Washington, mantienen su dignidad. Otros parecen desesperados por agradar a sus anfitriones. Estos últimos podrán comprobar, a medida que vayan leyendo los cables, que no siempre esa desesperación es correspondida por el respeto y que hasta un tostado fuera de temporada queda registrado con ironía.

En los cables, el pensamiento y la actitud de cada interlocutor aparece en el marco del vínculo con los diplomáticos estadounidenses y tal como es descripto por el embajador de turno, su segundo o el consejero político. Los lectores tendrán la posibilidad de sacar sus propias conclusiones y Página/12 hará lo de siempre: ayudarlos. Porque Assange tiene razón: las cosas no pueden ocultarse eternamente.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Febrero de 2011


sábado, 26 de febrero de 2011

Joaquín Sabina... Soy un traidor absoluto.... De Alguna Manera...

Soy un traidor absoluto a mi mismo...

El cantautor español Vuelve a la Argentina para hacer una gran gira que bautizó “El penúltimo tren”. A los 62 años, hace un balance de su vida y de su obra. Fuera de Internet y cada vez más doméstico, habla de su mujer y sus hijas.

Lo mío, más que coleccionismo, es amontonamiento . La frase no se oye bien. Y no podía ser de otra forma si al grabador le tocó arrinconarse en esa mesa ratona, toda invadida por un Transatlántico para modelistas. El mismo dueño de casa ha hecho a la fuerza un lugar a la derecha para su hielera de champán doble apellido y doble botella. Y otro, a la izquierda, para un tótem de paquetes de Ducados. Y sí, en la casa madrileña de Joaquín Sabina se siente uno como adentro de ese barco en miniatura, cruzando ebrio un oceáno que acomoda y desacomoda todo: libros, cuadros, cosas y cositas. Por dios, este hombre vive en un anticuario psicodélico. “Este espacio cambia todo el tiempo porque compro algo y lo pongo”, se ríe. “Tengo el síndrome de Diógenes: nunca tiro nada”. Desde Alivio de luto (y esto es 2005), sabemos que a Sabina el accidente cerebro vascular le cambió la vida. Hoy aquel nómade de bares y prostíbulos que modeló su mito es un señor de su casa, un poco a regañadientes. Hace diez días cumplió 62 años. “Digo 62 años con una naturalidad de la que carece absolutamente la cifra: ¡que son 62, hombre! Ahora llevo una vida más tranquila. Y más aburrida también. Uno de mis discursos favoritos era que quería ser un viejo verde que se disfraza de joven y ahora soy un hombre de orden, sí, ¡pero vivo! Si no fuera por mi novia Jimena (la peruana que lo acompaña desde hace más de 8 años), estaría muerto”, admite.


Si la entrevista fuera una canción, en las estrofas veríamos a Sabina oyendo, entre un sorbo y una bocanada. Pero eso dura poco. Los estribillos lo encuentran respondiendo como el gran canta-actor que es, a rastras de una carraspera que cierra siempre en carcajada, valga la aspereza de tanta “erre” que imita su “garganta con arena”. Su humor es excelente y tose risas que definen esas facciones de Manolito devenido Al Pacino.

Antes jugabas a ser el abandonado y, de pronto, fuiste el vulnerable al que protegen, una temática muy de tu ídolo, Leonard Cohen. Pasaste de la figura de la puta a la de la mamá.

Sí, las “Hermanas de la caridad” de Cohen, ¿no? Pero la Jime es más: es mamá, es amiga, es novia, es manager, se ocupa de Internet y el teléfono. ¡Y es la Gestapo! Yo he abierto heladeritas de hotel y he encontrado un “Jimeno”, que es un whisky con agua, porque ella haría la orden por teléfono al hotel para que lo hicieran, no sé. Pero ya ha llegado más lejos: ¡en todos los hoteles adonde voy ya no hay botellitas de whisky! Con la edad he descubierto los placeres de la clandestinidad.

Si te viera el Sabina del ’85, el de “Whisky sin soda”: ¡lo traicionaste! Sí, yo soy un traidor absoluto a mí mismo.

¿Y al público que le gustaría que volvieras a Boca, lo traicionaste? Lo siento, pero no es mi mayor placer llenar Boca. Agradezco mucho haberlo hecho, pero prefiero el Gran Rex. ¡Mi mayor placer sería tocar en Clásica y Moderna! Quiero una relación más amistosa con el público. Que los conciertos no se concentren en celebraciones tribales, ¡pues no van a oír, van a cantar ellos! Prefiero que se oiga la tercera cuerda de la guitarra y la tos, pero te llaman y uno tiene su dosis de agradecimiento y vanidad y dices “¿Por qué no hacer el Luna Park?” ¿Cuesta más salir al escenario? Antes de salir, vomito de pánico. Pero vomito de verdad. Ahora, después de terminar, ya fue; no pierdo tiempo en pensar que ese tipo que ha cantado ahí arriba soy yo, porque no lo soy. Por eso me pongo el bombín: para ser otro.

Seguís aconsejando aquello de “Si quieres vivir 100 años/ no vivas como vivo yo”.

Yo me considero un sobreviviente de muchas cosas. Tenía muchas cartas en contra para no haber llegado ni a los 50. ¡Y he tenido unos grandes bises! Pero me gusta ser más un cantante vivo que un cadáver mítico.

En tus letras y tus notas se ve que fuiste un excesivo bastante rutinario: whisky, cocaína, putas. No probabas todo, ¿tenías límites para experimentar? Mis amigos de los 20 y los 30 años fueron víctimas de la gran plaga que fue en España la heroína. Me salvó la cobardía, pero se me moría gente alrededor. Y me salvó que no me gustara la aguja. Y como le dije a Jaime Bayly, sé que estoy perdiendo algo por no ser homosexual. ¡Soy un repugnante heterosexual! (risas).

¿La idea de la muerte te tortura? Con la idea de la muerte yo me torturo desde los 5 años, pero es verdad que ahora tengo hijas (Rocío y Carmela), y uno se encuentra como un idiota pesando qué legado les deja. Nunca me preocupó el ecologismo, la salud del planeta, pero cuando tienes hijas, te preocupa qué mundo les queda. Ahora me considero un ser responsable, antes sólo quería ser el dueño de mí mismo.

¿Ya te ves abuelo? Y tienen veinte años y andan follando como descosidas. Yo les compro preservativos y se los regalo, pero ellas no sé qué hacen (risas).

Para muchos de tus fans serías el padre perfecto, permisivo, con experiencia extremas encima, lo que llamás “el tío zurdo y borrachín”.


No me siento responsable de mi culto. No me gusta la palabra fan o fanático . No sé si me compran por lo que soy o por lo que ellos creen que soy. Aquí llevo una vida sin grandes problemas en la calle, no tengo coche, camino. Pero en Buenos Aires hay un star system que en Madrid, no. De hecho, en el único lugar donde llevo guardaespaldas es en Bs As. Hay demasiado fervor por el artista allí y a mí me gusta la soledad. Y más mirar que que me miren. Soy un voyeur .

Pero qué les decís a los que te ven como un líder en temas de la vida, como el tipo que sabe gozar.

Sí, la onda “Mi viejo es un imbécil, éste es el bueno”. Les aseguro que para mis hijas no soy en absoluto el padre que quisieran, eh (risas).

El síndrome de los hijos de hippies.

Sí, mis dos hijas odian con toda su alma las drogas y casi, el alcohol. Son chicas normales y estupendas y leen libros y tal. Una vive en Londres y otra aquí, pero a las drogas, ni se las menciones … Bueno, por suerte, ¡imaginate que me tocaran dos hijas drogadictas! ¿Qué hago? ¿Qué consejo les doy si no tengo ninguno pa’ darles? Justo yo. Pero la educación no tiene que ver. Es el azar. Mi hermano y yo nos criamos en el mismo ambiente y él es policía como lo fue mi padre. Caín y Abel: uno copia el modelo paterno y el otro se va al otro lado. A una de las mías le gusta el escenario, a la otra, no. Es introvertida, asocial.

Te desafían generacionalmente.

Ellas, sí. Pero esa lucha de generaciones que ha habido siempre en la música no la veo más. No entiendo como no vienen a los escupitajos a echarnos del escenario como vejestorios. Nos están respetando demasiado y eso es malo. Pero tampoco vienen los niños a preguntarme cómo se hace una letra, eh, sino cómo se hace uno famoso. Me gustaría ver a los jovenes jodiéndome, entre otras cosas, porque me estimularían y estaría dispuesto a aprender cosas de ellos, a ver cómo los jodo yo.

Muchos jóvenes te tienen como el modelo del chamuyero … El guapo de mi clase seducía con su cuerpo y los demas teníamos que inventar algo, ¿no? ¡Cyrano de Bergerac es el personaje con el que mas me he identificado en toda mi vida! Te va a asombrar esto que te digo, pero me parece que el sexo está últimamente sobrevalorado. Se puede ser más feliz escuchando una música, tomando un vino, conversando con amigos que echando un polvo. Claro, decirlo a los 62 años parece fácil. Pero la sobreinformación sexual de ahora, la exigencia de los anuncios, para ser guapo, con una polla así de grande, ¡es algo insoportable ya! Veo que no dejaste de fumar.

A la cocaína la dejé tan claramente que me invitan a una raya y no digo que no, puedo tomarme una sin quedarme enganchado. Pero eso no puedo hacerlo con el cigarrillo. Es más adictivo y además ¡no produce placer ninguno! Cuando voy a comprar cigarillos y en el paquete dice “El fumar provoca impotencia”, les digo “Eh, cámbienmelo por el del cáncer, por favor” (risas) ...


¿Sentís que por tu edad te estás perdiendo algo nuevo? Claro que sí. No voy a los clubs, no oigo música nueva. Prefiero leer, ver a mis amigos. Tiene que ver con la edad, pero no hay nada que me conmueva. Quisera tener 40 de nuevo, ¡no quiero saber nada con la adolescencia! A Internet me lo he perdido sabiendo que es una gran pérdida. Soy consciente del salto adelante que supone, pero es una opcion mía no interesarme en eso.

Con todo lo verborágico que sos, no me imaginaba que estuvieras detrás de un Tweet.

Borges decía que la democracia era un abuso de la estadística, ¿te imaginas si ve Twitter? (Risas). Es que cabe todo, pero como lo que más abunda es la mierda, ¡lo que cabe son cientos de toneladas de mierda! Además, eso de cientos puntos de informacion bombardeándote no me va, soy de esos hombres que –dicen las mujeres- no saben hacer dos cosas a la vez. Si leo un libro, no puedo oír música.

¿Por qué le pusiste “El penúltimo tren” a esta gira argentina? Tiene mucho de humor autocompasivo y no es “el último”, para que no me digan después “¿No era el último?” El repertorio es casi el anterior, el del CD Vinagre y rosas .

¿Vas a usar el bombín? ¡Claro! Para aclarar que el de arriba del escenario es uno que no es el mismo que camina por las calles.

© Escrito por Pablo Schanton y publicoado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 25 de Febrero de 2011.

jueves, 24 de febrero de 2011

Greenpeace Argentina... De Alguna Manera...

Detuvieron a nuestros activistas por defender los glaciares...


Hace instantes la policía detuvo a nuestros activistas por manifestarse pacíficamente contra Barrick Gold, la empresa minera que, con la complicidad del gobierno está impidiendo que se aplique la Ley de Glaciares. Afortunadamente se encuentran todos bien y estamos haciendo lo posible para que los liberen cuanto antes. Este atropello a nuestro derecho de manifestarnos es una clara muestra de la intención de la minera y del gobierno de acallar nuestro reclamo. Pero no lo van a lograr. Debemos salvar nuestros glaciares. La ley que conseguimos con tanto esfuerzo y presión tiene que aplicarse. En estos momentos te necesitamos más que nunca. Por favor reenviá este email a tus amigos y familiares para que se sumen ellos también como socios de Greenpeace para que podamos continuar urgentemente con esta campaña. Podés hacerlo vos, incluso con tu tarjeta. Hacé click aquí. Cuantos más seamos más fuerte será nuestra voz.

Nuestro campamento montado en la entrada a las minas de Barrick estaba formado por activistas de todas las edades, muchas de ellas mujeres. Soportaron el sol del día y el frío de la noche, poniendo el cuerpo de forma pacífica para defender nuestro patrimonio, nuestros glaciares, el agua de nuestro país y de todos nosotros. Pero a la empresa y al gobierno parece no interesarles el medio ambiente y el futuro de nuestros hijos. Enviaron rápidamente a la policía a detenernos. Arrastrando a nuestros activistas, llevándolos presos por defender la vida.

Les escribo este mensaje con una mezcla de bronca y tristeza. Ahora entenderás por qué Greenpeace no acepta ni un centavo de empresas o gobiernos y por qué tu aporte es tan importante para nosotros. Son ellos los responsables de los mayores crímenes contra el medio ambiente.

No les va a ser sencillo callarnos porque no estamos solos. Contamos con vos y con miles de personas que nos siguen, confían en nosotros y financian nuestro trabajo cada día. Solo dependemos de ellos, de vos. Asociá hoy mismo un amigo a Greenpeace para continuar esta campaña y salvar los glaciares de las manos de quienes quieren destruirlos.

Gracias, de corazón, por el apoyo, por los llamados, los emails, los mensajes por Internet. Todo eso es lo que nos da la fuerza para resistir.

Muchas gracias por estar ahí siempre, en los mejores y los peores momentos.

Un fuerte abrazo,

Hernán Giardini
Campaña de clima y bosques


PD: Todo lo que hacemos es posible gracias al aporte económico de nuestros socios ya que no recibimos dinero ni presiones de gobiernos, partidos políticos o empresas. Solo de gente comprometida con el medio ambiente como vos. Hacé click aquí y asociá un amigo.

PD2: Si todavía no participaste, hacé click aquí y exigile a la Barrick Gold que deje de bloquear la Ley de Glaciares. Tu participación y la de la mayor cantidad de gente es fundamental para que nuestro reclamo sea oído.

© Greenpeace Argentina


martes, 22 de febrero de 2011

Miguel Ángel Brindisi... Se Fué... De Alguna Manera...


Se fue Brindisi...


Agobiado por los malos resultados y con su equipo hundido en la zona de Promoción, Miguel Ángel decidió dar un paso al costado. Lo hizo después de la práctica y ya se lo comunicó a Babington. Mañana se despediría de los jugadores.

Miguelito no aguantó más. Cuando los rumores indicaban que, debido a los malos resultados y a la poca llegada con el plantel, el (ex) técnico de Huracán se alejaría del club luego del partido frente a Arsenal, el próximo lunes a las 20, Brindisi sorpredió a propios extraños este mediodía, tras el entrenamiento.

Como todas las mañana, el Globo comenzó la práctica bien temprano en La Quemita, aunque lo que llamó la atención fue que terminara tan pronto debido a que Brindisi solía trabajar entre dos y tres horas por jornada. Y no sólo eso: el entrenador prefirió evitar a la prensa y salió por una de las canchas auxiliares sin dar declaraciones. Además, Olé se enteró que Miguel habló con un referente del plantel, a quien le dijo: "No aguanto más, me quiero ir". En el aire se olfateaba, al menos, algo raro; pese a que todavía faltaba la confirmación oficial. Y, finalmente, sucedió...

Apenas se subió a su camioneta, Miguel Brindisi se dirigió a una oficina céntrica en donde lo esperaba Carlos Babington, presidente de Huracán. Allí, el DT bajó los brazos y presentó la renuncia, considerando que no le encuentraba solución a este presente dramático que atraviesa el club.

Ahora bien, ¿quién se subirá a este Globo?

© http://www.ole.com.ar/huracan/Brindisi_0_431956919.html


domingo, 20 de febrero de 2011

Huracán 0 vs. River Plate 2... De Alguna Manera...

Lamelas y Pavones...

El gol de Erik destrabó a River, que llegó al 2-0 con un frentazo de Ferrari. Las dos asistencias fueron de Pavone para una victoria clave ante Huracán. Lejos del Real Madrid galáctico, River lucha con el corazón del Tanque y el toque del pibe.

Aquel Real Madrid, bautizado como Los Galácticos, presumía de apellidos esplendorosos: Zidane, Beckham, Figo, Raúl y el recientemente retirado Ronaldo. Claro que como en los inicios del siglo no logró un título, las críticas llovieron con intensidad. Florentino Pérez, presidente en ese entonces, aceptaba que al equipo le faltaban obreros, jugadores de "la cantera". Y avisaba: "Tendremos Zidanes y Pavones". Y entonces sí, el Real hilvanó triunfos, y dio la vuelta olímpica, y otra, y una más en la Champions 2002.

Este River no tiene nombres rutilantes. La economía de guerra planteada por Passarella, situación forzada por la herencia que dejaron Aguilar, Israel y compañía, obligó a diagramar un River austero, que sólo sumó a Bordagaray a los futbolistas que terminaron cuartos en el torneo pasado. Con el toque que se pueda y con mucha, mucha garra, River busca la salvación del descenso y de la Promoción. Con Lamelas y Pavones, River da cátedra, pero de esfuerzo. Con Lamela, el distinto, River trata de manejar la pelota, y la mete, y destraba el partido ante Huracán. Con Pavone, conmovedor guerrero que esta vez se muestra lúcido, encuentra un asistidor, primero para el grito de Erik, después para el 2-0 de Ferrari, quien, vale pellizcarse, la mete de cabeza.

Cierto es que River no encontrará muchos rivales que otorguen las facilidades que le dio este Huracán. Después de un primer tiempo enredado, en el que el remate de Lanzini en el palo fue la única llegada elaborada (también hubo dos cabezazos altos de Román, made in pelota parada), en la segunda etapa llegó un ratito de lucidez. Y en un ratito, River se puso 2-0. ¿Si cerró el partido? Lo intentó, pero le costó: si la bocha no pasaba por los pies del zurdo, duraba poco en poder de los hombres vestidos de negro. Y Huracán, ya perdido por perdido, buscó más. Y tuvo tres situaciones claras de gol. Pero su inoperancia ofensiva hizo que el local no sufriera en el final.

Así, en otra "final del mundo", como la había definido Almeyda, el equipo de Jota Jota sumó 6 puntos sobre 6 posibles ante Huracán en la temporada, y 4 sobre 6 ante Tigre, otro rival directo. Es su campeonato, el de los decimales. El otro, el que lo muestra como escolta, con 4 puntos y sin goles en contra, no es para River. Aunque con Lamelas y Pavones, quién te dice...










© Publicado en el Diario Deportivo Olé el Domingo 20 de Febrero de 2010.




© http://www.clubhuracan.com/









Mentiras arriesgadas... De Alguna Manera...

Mentiras arriesgadas...


En las parejas de exclusividad sexual se siente la traición cuando una de las dos personas confiesa haber tenido sexo con alguien más –o cuando se descubre que así lo ha hecho–.

Lo que más duele es la mentira, suelen asegurarnos bastantes personas. Nosotros creemos que la mentira puede doler mucho, pero más que nada por lo que representa. Suele experimentarse un sentimiento de exclusión y por lo tanto de impotencia. Esto puede ir acompañado de celos, rabia, tristeza... Se produce un sentimiento de pérdida. La persona experimenta que algo importante ha dejado de existir.

Tratando el tema de la infidelidad en el Master de sexología del que somos profesores, hicimos un ejercicio que consistía en preguntar si la infidelidad debería contarse a la pareja. La gran mayoría decía que sí. Cuando se les preguntó si habían sido infieles, aproximadamente el 25% dijo que sí. Y al preguntarles si se lo habían contado a su pareja, el 90% dijeron que no. Así que −por lo visto− una cosa es lo que se supone que se debe hacer y otra es lo que realmente se hace.

En consulta aunque no se adopta una postura moralista, se advierte al paciente que tiene que considerar las consecuencias —o posibles consecuencias— de sus acciones. En el caso de que no sea descubierto/a, puede experimentar un nivel de incomodidad psicológica, a menos que sepa elaborarlo muy bien. Desde el punto de vista psicológico es ésta la cuestión.

Desde la perspectiva de la pareja, la confianza es un elemento básico, aunque el concepto de confianza no tiene por qué entenderse siempre parejo a la exclusividad sexual. Pero, en muchas ocasiones, las infidelidades suelen minar esa confianza y mucho se tendrá que hacer para restablecerla.

¿Alguna vez has sido infiel a tu pareja? ¿Te ha sido infiel tu pareja? ¿Cómo has actuado en esas ocasiones?

© Escrito por M. Pérez, J.J. Borrás y X. Zubieta y publicado por el Diario El Mundo de Madrid el 21 de Abril de 2006.

Recuerdos de Malvinas... De Alguna Manera...

Recuerdos de Malvinas...


Mario Marik... Periodista.






Marta Tedeschi... Productora de televisión.




Javier García... Coleccionista.




Dos soldados...
Ariel Palumbo & Daniel Montiel.



© Publicado en: http://especiales.perfil.com/malvinas/





Basural tóxico en la Cuenca Riachuelo... De Alguna Manera...

Greenpeace denuncia un basural tóxico en la Cuenca Riachuelo

El mundo se encamina hacia un inmenso déficit de agua potable. La actividad humana está destruyendo la capacidad de los ecosistemas acuáticos para cumplir con sus funciones esenciales, lo que deteriora nuestra calidad de vida y desarrollo social. Esas intervenciones son principalmente el sobreuso del recurso, la contaminación y la modificación de los hábitat acuáticos.

Greenpeace desarrolla un esfuerzo global que se enfoca en la contaminación de ecosistemas acuáticos -vitales para miles de millones de personas- en las regiones del hemisferio sur donde no existen sólidos marcos regulatorios para monitorear y prevenir la contaminación. El objetivo es asegurar el acceso al agua potable para la presente y las futuras generaciones. Para conocer más sobre este tema hacé click aquí.

En Argentina, nuestros esfuerzos están focalizados en la Cuenca Matanza Riachuelo, una de las más contaminadas del mundo. La contaminación del Riachuelo alcanza niveles críticos en los cursos medio y bajo del río y tiene consecuencias directas sobre la salud y la calidad de vida de los habitantes de la zona. Años de imprudencia, abandono y desidia han convertido al río y a su zona de influencia en un ícono nacional de la contaminación e injusticia ambiental.

La situación actual es alarmante. En la zona afectada viven 5 millones de habitantes, de los cuales el 35% de la población no tiene agua potable y el 55% no posee cloacas. La Cuenca atraviesa 14 municipios e incluye a la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, se estiman más de 20.000 industrias y de servicios establecidas en el territorio de la Cuenca..

En el año 2004 un grupo de vecinos interpuso una demanda contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas por daños y perjuicios sufridos a raíz de la contaminación del Riachuelo.

El 20 de junio de 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró competente en la causa e intimó a los demandados a que presenten un plan de saneamiento de la cuenca. Finalmente en julio de 2008, la CSJN dicta una sentencia histórica, en la cual ordenó a los tres Estados demandados a sanear el Riachuelo.

En este fallo la Corte encomendó a Greenpeace, junto al Defensor del Pueblo y otras 4 ONG´s, la conformación de un Cuerpo Colegiado para el control ciudadano del Plan de Saneamiento Ambiental. Greenpeace demanda la adopción de un Plan cuyos ejes principales sean la Producción Limpia y la Recomposición ambiental para toda la Cuenca a través de metas progresivas de reducción de la contaminación hacia vertido cero.

© http://www.greenpeace.org/argentina/es/campanas/contaminacion/riachuelo/


sábado, 19 de febrero de 2011

Los sueñor posibles... De Alguna Manera...

Fue a Europa con 300 dólares y hoy juega ante Manchester...

Sergio Torres está en el Crawley, de la quinta división inglesa, sorpresa de la FA Cup. Así cumplió un sueño.

Allí, en ese templo del fútbol denominado Old Trafford, estará él. Entre tantas piernas cotizadas en millones de euros estarán las suyas, que cotizan en millones de sentimientos. La película, por ahora sin final previsible, parece guionada por el mejor director. Pero no está en cine. Es real, demostrando que la realidad, a veces, suele ser más fantástica que la propia fantasía. El protagonista es Sergio Torres, un hombre que convierte utopías en sueños y sueños en realidad. Hoy, nuevamente, dará fe de esa virtud: a las 14.15 saldrá a esa cancha, defendiendo la camiseta del humilde Crawley Town de la quinta división inglesa, para enfrentar al poderoso Manchester United por los octavos de final de la FA Cup. Así, el argentino le agregará un nuevo capítulo a su increíble historia.

Esa historia, su historia, comenzó hace ya un tiempo. En 2003, con 22 años, este marplatense trabajaba con papá Raúl en una fábrica de ladrillos de su ciudad, cuando decidió viajar hacia Londres para cumplir su gran sueño: ser futbolista profesional. Lo definieron, entre tantas definiciones, como loco, aventurero y hasta de imbécil. Sin conocer el idioma, sin club, sin experiencia, sin representante, sin casa, sin su familia y con apenas 300 dólares bien escondidos en un bolsillo se las arregló para superar distintas adversidades hasta llegar a jugar, por ejemplo, contra Chelsea, de visitante, antes 42.000 personas.

Pasó de todas. Se probó primero en Brighton, club de la tercera división. Pero no quedó. “Ellos eran aviones a mi lado. No tenía la preparación suficiente. Los primeros tiempos en Inglaterra fueron muy duros. Había conseguido vivir gratis en la casa de un camerunés, pero tenía que compartir la cama con otro africano. Ese camerunés me terminó echando después de una pelea que tuve con él”, le cuenta Torres a Clarín .

Se quedó sin vivienda y sin dinero. Pero no se rindió. Quería continuar caminando con la alegría de ir y sin la urgencia por llegar. Quería seguir intentando. Seguir soñando. Por eso decidió permanecer en Europa. El destino, ese que a veces actúa con maldad y otras veces lo hace con sorpresa, de a poco le fue tirando centros. Gracias a otro argentino (Cristian Levis) pudo tener alojamiento y jugar dos meses en Molesey, un equipo de la octava división. En mayo de 2004, debido a su satisfactorio rendimiento, pasó a Basingstoke, de la sexta categoría. “Cuando llegué a este club, no tenía dónde vivir. Por eso pensé irme pronto. Pero sucedió algo muy loco. Después de un partido, un hincha, de la nada, me ofreció que vaya a vivir a su casa. Y eso que se había casado hacía dos semanas. La señora dio el visto bueno, por suerte”, recuerda con felicidad. También tuvo que dormir tres meses debajo de una de las tribunas de Basingstoke. Muy extraña situación: “el lugar donde dormía era donde se recibía los días de partido a los directores de los equipos visitantes. Ese día, entonces, tenía que esconder mi bolso y la cama”.

En ese período, para comer, tuvo que trabajar. “Lo hice en una distribuidora, de 6 de la mañana hasta el mediodía. Iba en bicicleta. Media hora pedaleando bajo la lluvia. Los sábados eran tremendos. De 6 a 12 trabajaba, a las 13 comía y a las 15 se jugaba. Me cargan porque una vez me quedé dormido en la charla técnica”, cuenta con emoción, con la misma emoción con la que contó su historia en Clarin.com (el 26 de octubre de 2010).

Su sueño de ser profesional en el mundo de la pelota lo cumplió en 2005, cuando fue contratado por Wycombe Wanderers, de la cuarta división. Allí firmó su primer contrato. Allí empezó a actuar en estadios más grandes. Allí, a su vez, llegó a jugar una semifinal de la Carling Cup contra Chelsea, en Stamford Bridge: “Había 42.000 personas. Estaba enfrente de Ballack, Shevchenko, Lampard, Drogba. Perdimos 4 a 0, pero en ese partido le tiré un sombrerito a Ballack y otro a Drogba”.

Sergio Torres seguirá soñando hoy en Old Trafford, en ese estadio conocido como el Teatro de los Sueños. “Como bien lo dice su nombre: sueños. Soñé varias veces estar en esta cancha. Mi papá no tenía plata para venir a verme. Pero usé el dinero que gané por haber pasado la ronda pasada. Le dije: ¿cuándo vas a ver a tu hijo jugar en Old Trafford de nuevo? Esto es increíble”.

Que no se diga

Los medios ingleses contrastaron a Fernando Torres con Sergio Torres. Chelsea, por el español, pagó 58 millones de euros; Crawley, por el argentino, abonó casi 120.000. El español vive en una mansión; el argentino alquila un departamento. El español, con Liverpool, quedó eliminado de la FA Cup; el argentino aún no.

© Escrito por Juan Manuel López y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 19 de Febrero de 2011