sábado, 28 de febrero de 2009

El huevo de la serpiente...

No todos los nombres que palpitan en nuestra historia tienen el mismo significado. No hay un significado unánime. Para muchos “Puerto Belgrano” es la gloriosa plataforma de los míticos Gloster Meteors de los bombardeos del ’55. Se suele, todavía, un poco en conversaciones privadas, evocar el chiste de la época: que los obreros peronistas que salieron a “dar la vida por Perón” huían agazapados no bien venían los Gloster Meteors. La conclusión es: ¿Dónde estaba la valentía de esos “grasas” que no enfrentaban a los Gloster? Otros aducen que los “grasas” fueron muy imprudentes y se quedaron en la Plaza de Mayo por orden de la CGT que –también irresponsablemente– los envió. Dicen que de no mediar esa doble imprudencia, los Gloster de la Marina no habrían matado a tanta gente. Como si la culpa fuera de las víctimas.

Para otros “Puerto Belgrano” es un nombre que mete miedo o, cuanto menos, intranquiliza. Siempre suele salir algo ligado con la muerte o la persecución ideológica de ahí. La Base Almirante Zar será –para algunos cavernícolas y para muchos cautelosos momentáneos– el inicio del merecido escarmiento que se buscó la subversión. Para otros, el inicio del modelo de masacre que se implementó a partir del ’76. Para todos estos –para los que ven una continuidad entre los Gloster del ’55 y la ESMA del ’76–, que la Marina tenga un “Servicio de Inteligencia” no es algo que serene los nervios o alegre el espíritu. Remueve los más oscuros recuerdos y –precisamente– nos recuerda que la Muerte siempre acecha. Porque es la Muerte eso que late en la Inteligencia de la Marina. ¿Por qué llevan archivos secretos? ¿Por qué vigilan a sectores de la ciudadanía? ¿Por qué vigilan a los indigenistas? ¿Qué metodología tienen hoy para definir al “enemigo”? Dado que para la “Inteligencia Militar” la realidad –la entera y total realidad– se divide entre ellos y “el enemigo”. Esta figura –la del “enemigo”– puede tomar distintas formas pero la finalidad de espiarlo, seguirlo, conocer su modo de actuar o hasta sus modales más secretos, íntimos, será siempre la de reprimirlo o aniquilarlo.

Se equivocan quienes bromean con la dupla de conceptos “inteligencia” y “militar” y hacen el transitado chiste sobre la ausencia de inteligencia en los militares. No, los militares son muy inteligentes. Es más: si acaso definiéramos “inteligencia” como la acción de llevar a cabo lo que más le conviene a uno, la “inteligencia militar” sería una de las inteligencias más inteligentes. Cierto es que se bromea diciendo que la dictadura militar prohibió en Córdoba un libro llamado La cuba electrolítica. Se les dice: “¡Qué brutos!” Se los ridiculiza. Y muchos, sabiamente, saben que ahí radica uno de las caras del terror. La “inteligencia militar” es torpe, pero en su torpeza está su expansión, su despliegue mortal. Ellos no necesitan muchas pruebas. Leen “cuba” y hacen fuego. De ahí que uno no terminará nunca de quemar libros de su biblioteca. Todos, al final, eran peligrosos.

Cierta vez, mi amigo Marcelo Brodsky me mostró la ficha de entrada de su hermano desaparecido en la ESMA. Tenía errores de ortografía. La “inteligencia militar” no necesita ser “culta”. Sólo necesita señalar a su enemigo, marcar su territorio. Y ese territorio tiende a ser vasto porque el enemigo acaba por no tener contornos. La “inteligencia militar” es paranoica. Todo servicio de inteligencia es paranoico. Esa paranoia tiene elementos que funcionan como poderosos disparadores. “Cuba” es marxismo, es guerrilla, es foquismo, es guerra fría, es Castro, es el Che y es “Tercera Guerra Mundial”. “Cuba electrolítica” es lo mismo. La subversión usa muchos disfraces. La subversión se infiltra en el sano cuerpo social de los argentinos. “Electrolítica” es –quién podría dudarlo– una maniobra de la subversión para infiltrar un texto subversivo. Como ahora no pueden decirle “Cuba” a esa isla guerrillera le dicen “electrolítica” para disimular. Tal vez en Córdoba hayan fusilado a unos cuantos bajo este entramado.

Hoy se trata de vigilar para castigar después. La “inteligencia naval” sabe que no puede castigar ahora. Ergo, lo que ahora hace es vigilar. El poder –según Foucault lo ha desarrollado con rigor– vigila y castiga. Para vigilar tiene un panóptico: una torre ubicada en el centro de la prisión que forma, alrededor del panóptico, un anillo. El panóptico permite ver sin ser visto. El panóptico rompe el par ver/ser visto. Desde el panóptico se ve a los presos en sus celdas y éstos no pueden ver a quienes los ven. La “inteligencia naval” (que es la que nos ocupa durante estos días en que hemos sabido que siguen y siguen y siguen vigilándonos) es un panóptico secreto. Ellos, que nos vigilan, nos ven. Nosotros, que somos vigilados por ellos, no los vemos.

La “inteligencia naval” tiene una particular obstinación con la “inteligencia subversiva”. Los que con más tesón persiguieron a “ideólogos e intelectuales” fueron los hombres de la naval Bahía Blanca. Esta ciudad (cuyo nombre evoca a un hermoso tango de Di Sarli) lanzó en 1976 una caza de brujas en la Universidad del Sur. Ni McCarthy fue tan impiadoso. En rigor, McCarthy no mató a nadie, logró que unos cuantos se suicidaran, otros marcharan al exilio o trabajaran utilizando seudónimos. Pero los marinos del sur torturaron y secuestraron y escamotearon cuerpos, esa modalidad de la “inteligencia” del ’76. La caza de brujas de la “inteligencia naval” en el ’76 apuntó a la “inteligencia subversiva” o “cultural”, como si quisieran medir fuerzas con ella. La Razón –que exaltaba esas glorias de los guerreros del ’76– publicó el 5 de agosto: “Bahía Blanca.- Perduran los ecos de las revelaciones sobre la penetración ideológica en las universidades nacionales y organismos oficiales hechas por las autoridades de la delegación local de la Policía Federal y por el Comandante de la Subzona de Defensa 51 del V Cuerpo de Ejército, general Vilas, Este expuso con claridad el accionar de esos ideólogos que al injertar ideas extrañas a nuestro sentir nacional convierten a la Universidad en una usina generadora de delincuentes subversivos”.


Toda esta campaña fue dinamizada por La Nueva Provincia, diario que vivía destinado a combatir la subversión y, muy especialmente, “el accionar marxista en los claustros”. Esto determinó la triste suerte de muchos profesores que apenas si habían puesto un par de libros de Marx en su bibliografía. Pero la inteligencia naval no se detiene ante proporciones. Todo es peligroso o puede serlo. De ahí la peligrosidad, para los ciudadanos, de las acciones de la inteligencia naval: nadie sabe qué es lo que lo condenará. Ellos, ahora, esperan. ¿Por qué habrían de tener archivos si no esperaran utilizarlos alguna vez? ¿Por qué filman a los manifestantes si no pensaran reconocerlos en el futuro? Por ahora, actúan en secreto. Juntan datos. Cuentas a cobrar. Ninguno de nosotros sabe por qué (en ese futuro que la “inteligencia naval” espera) habrá de ser perseguido. Nadie sabe qué acto de hoy lo condenará mañana. A mí, acaso, esta nota. Alguien anotará a todos quienes escribieron contra la Marina cuando se descubrieron sus archivos de inteligencia. Hoy tenemos un presidente que los persigue, que los castiga y los transfiere y hasta es capaz de degradarlos. (¡Ya está! Así se lee en la Argentina mediática y boba de hoy. Luego de leer mi última línea se dirá: ¡este tipo es kirchnerista! Tan bajo hemos caído. Ya nadie lee. Sólo se intenta saber si uno está “a favor o en contra” de algo.) Pero mañana habrá alguien o más de uno o, por qué no, un gobierno entero que se pondrá a su servicio. Y entonces llegará el momento de cobrar las cuentas.

Por último la “inteligencia militar”, al ser paranoica, es kafkiana. Toda la narrativa de Kafka tiende a demostrar que uno puede ser declarado culpable sin saber de qué se lo acusa. Josef K., el personaje de El Proceso, “sin haber hecho nada malo fue detenido una mañana”. Los conceptos de “subversivo” o “enemigo” tienen tal vastedad y vaguedad en la “inteligencia militar” que pueden aplicarse a cualquiera. Supongo que esto significa decir: todos estamos en peligro. El principio persecutorio es insaciable. Se trata de detenerlo no bien se lo siente latir. Hoy, la serpiente, en su huevo, late y espera.

© Escrito por José Pablo Feinmann y publicado en el Diario Página 12 de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 2 de Abril de 2006.

sábado, 14 de febrero de 2009

Cortázar y sus lecciones de libertad...

A 25 años de la muerte del escritor en Francia

Cortázar y sus lecciones de libertad

El 12 de febrero de 1984, un domingo del que se acaban de cumplir veinticinco años, Julio Cortázar murió en el hospital St. Lazare, en París. Un mes antes había atravesado por última vez la puerta de la casa de la rue Martel, donde se refugió tras la pérdida de Carol Dunlop, el gran amor de su vida. En diciembre había regresado a Buenos Aires para celebrar en las calles la reconquista de la democracia. Pidió una audiencia con el presidente Raúl Alfonsín, pero regresó a París después de esperar en vano una respuesta.

Más de una vez hablé del tema con Aurora Bernárdez, su primera y devota esposa, a quien el escritor confió el cuidado de su obra. Aurora, que lo conoció como nadie y estuvo junto a su cama en los días finales, recibió por terceros una explicación del incidente, según la cual nadie le avisó a Alfonsín que Julio quería verlo. Un literato notorio habría sugerido a los asesores que el presidente no lo recibiera, porque la figura de Cortázar, demasiado identificada con los movimientos revolucionarios de Cuba y de Nicaragua, irritaría a los militares que aún no se habían retirado por completo. Aurora supone que debió de ser así y desliza el nombre de alguien que, según ella, jamás le perdonó a Julio el lugar de privilegio que ocupaba junto a otros grandes como Fuentes y García Márquez.

Cortázar nunca se repuso de esa herida. Sabía que no iba a regresar, que la leucemia le dejaba pocas incertidumbres sobre la proximidad de la muerte. Se llevó, al menos, el cariño de los jóvenes que lo reconocieron por la calle, los recuerdos de un par de jueves de ronda con las Madres de Plaza de Mayo, los aplausos que lo hicieron llorar en una función de Teatro Abierto.

Por medio de un amigo dejó un mensaje al presidente de la democracia recuperada: "Ojalá que todo le salga bien". Se dirigía a Alfonsín, pero también a su país. Porque, como siempre creyó, su país era la Argentina: "Mis lectores me consideran un escritor argentino, incluso muy argentino", le dijo a Luis Harss en la entrevista que se incluye en Los nuestros, el libro que dio forma al boom. "Creo que ser argentino es participar en una serie de valores y disvalores, en los planos más diversos, en asumirlos o rechazarlos, en entrar en el juego o tirar la pelota afuera."

Entre los papeles inéditos que Alfaguara publicará a comienzos de mayo -cinco cajones repletos que Aurora encontró a fines de 2006 en la vieja casa de Grenelle, donde ambos vivieron durante más dos décadas-, hay una entrevista a sí mismo en la que Cortázar se refiere a su identidad.

Al dictador Roberto Viola le habían pedido una opinión sobre argentinos exiliados a los que él consideraba enemigos del país, agentes de la subversión y otros cargos por el estilo. Cuando se mencionó el nombre de Cortázar, Viola fingió sorpresa: "Que yo sepa", dijo, "ese señor es francés y no tiene nada que ver con nosotros." Luego de treinta años de vivir en París y de dos rechazos a su petición de ciudadanía, el gobierno socialista de François Mitterrand al fin le había concedido a Cortázar la doble nacionalidad, para ahorrarle nuevos trastornos burocráticos.

Julio se sintió en la necesidad de distinguir entre "lo que va del patriotismo legítimo al nacionalismo de consignas y arengas". En la entrevista -entregada al semanario brasileño Veja - declaró que el pasaporte francés lo hacía sentir más argentino y más latinoamericano que nunca, puesto que lo proveía "de nuevos medios y de nuevas fuerzas para seguir luchando contra los regímenes que infaman el Cono Sur".

En París, Cortázar había escrito una decena de libros en castellano dedicados al público de la Argentina y de América latina. Que eso importara menos que un documento de tapas azules le parecía pura lógica de cuartel. "Sé dónde tengo el corazón -escribió- y por quiénes late."

Siempre lo había sabido, o acaso sea más preciso decir que lo descubrió en su lenguaje al pasar de Los reyes (1949), poema dramático muy torre de marfil y muy laberinto griego, a los cuentos de los tres libros siguientes, Bestiario (1951), Final de juego (1956) y Las armas secretas (1959). Quizás importe precisar que, en ese tránsito, se graduó de traductor y se mudó a París, donde tomó conciencia de su argentinidad esencial.

La amistad con Fuentes y Vargas Llosa le permitió entender que las raíces de su país estaban en América latina, décadas antes de que la crisis económica le revelara a la Argentina que su realidad se parecía más a las realidades mestizas del continente al que pertenecía que a las de la Europa que la había educado.

Escribía desde niño, aunque sólo para sí mismo. "Como tengo una idea muy alta de la literatura -le dijo a Harss-, me parecía muy estúpida la costumbre de publicar cualquier cosa como se hacía en la Argentina de entonces." Los reyes le pareció, a los treinta y cinco años, un texto serio. Y lo era, pero también era un texto anacrónico. Poco a poco le fue perdiendo respeto a la literatura, entró en confianza y terminó burlándose de ella.

Estaba a un paso de cumplir medio siglo cuando publicó Rayuela . En los Papeles inesperados de Alfaguara se incluye una evocación que hizo diez años más tarde, en la que declara su asombro porque los personajes individualistas de su novela, absortos en búsquedas metafísicas, hubieran sido capaces de atraer a una generación que soñaba con cambiar el mundo, no para ellos sino para todos. "Mientras los «viejos», los lectores lógicos de ese libro, escogían quedarse al margen, los jóvenes y Rayuela entraron en una especie de combate amoroso, de amarga pugna fraterna y rencorosa al mismo tiempo, e hicieron otro libro de ese libro, que no les había estado conscientemente destinado."

Ese libro, sin embargo, iba a deslumbrar a más lectores de los que Julio se atrevía a imaginar. E iba a hacerlo durante más tiempo que cualquier otro libro de la época, llevándose por delante a viejos y jóvenes y a las generaciones para las que él sigue siendo el autor muerto de una obra viva, al que se relee en estado de incesante sorpresa.

Estos Papeles inesperados rescatan tres nuevas historias de cronopios, famas y esperanzas, y un capítulo omitido de Libro de Manuel , junto con reflexiones sobre su obra y sobre la política de aquellos años, desventuras de su álter ego Lucas en lucha con las erratas, y hasta un juvenil Discurso del Día de la Independencia que su madre guardó desde 1938.

Esas ráfagas del más puro Cortázar coinciden con los homenajes que le tributa la ciudad de sus amigos y a la que dedicó una maravillosa elegía sobre los paisajes perdidos para siempre: "las lecherías abiertas en la madrugada", "el superpullman del Luna Park", "la fealdad de plaza Once", "el reloj de la torre de Retiro", "los olores de la platea del Colón", "las aceras mojadas de la calle Corrientes".

Recuerdo que en 1972, cuando volvió a Buenos Aires por muy pocos días, me habló de los movimientos incesantes del lenguaje nacional: "Antes -dijo, mostrando un billete de mil pesos- a esto se lo llamaba «fragata» y ahora se le dice «luca»". Le respondí que la constante devaluación del peso iba a librarnos pronto de esa desorientación lingüística, pero al leer en sus nuevos textos la expresión "diez guitas" advertí cuán alerta se mantenía ante esa lengua que era suya, la de su país y la de su obra.

Si Borges dejó en la literatura argentina el lujo de una escritura inteligente en la que cabía el universo, Cortázar enseñó a trastrocar todos los órdenes del lenguaje y a recuperar el desdeñado acento latinoamericano. Rayuela fue, en muchos sentidos, la cifra de generaciones. Es una felicidad rebelarse contra el mandato que Cortázar inscribe en el Tablero de Direcciones de la primera página y releer la novela en desorden, abriéndola en cualquier parte. El autor aconsejaba seguir cierto orden en los capítulos, pero no se habría quejado de la desobediencia, porque estaba a favor de todas.

En la Argentina, y me consta que también en otras partes, Cortázar fue el resumen de su época. Los sesenta y las décadas que siguieron le deben la libertad para hablar de sexo, criticar las costumbres pequeño burguesas, quitarles el almidón a las palabras y a las cosas. Libertad era su consigna, el santo y seña de su generosa vida. Y porque la aspiración de ser libre está en el aliento de la especie humana, la obra de Cortázar se sigue leyendo con pasión, a veinticinco años de su muerte, como si todavía estuviera escribiéndola.

© Escrito por Tomás Eloy Martínez y publicado en el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 14 de febrero de 2009.



A 25 años de la partida Julio


"... la rayuela es un juego que se juega con una piedrita, que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. Enlo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas ... y un dia se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo; lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación del otro cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato...

(de Rayuela, cap. 36)




domingo, 8 de febrero de 2009

Nelson Castro... Sin Aire...

Nelson Castro deja de hacer su programa en Radio del Plata

Se desvinculó formalmente de la emisora con la que tenía contrato hasta fines de 2009.


El reconocido periodista Nelson Castro quedó ayer desvinculado de Radio del Plata, emisora en la que condujo durante cuatro años su programa Puntos de vista , en la primera mañana. Mediante un convenio de rescisión, los abogados de Del Plata y Castro acordaron una compensación económica para el reconocido periodista, por los 11 meses de contrato que aún le restaban en la emisora.

Desde Córdoba, el vocero de Electroingeniería, Carlos Bergoglio, dijo a LA NACION: "Hoy se ha firmado un acuerdo, por el cual el doctor Nelson Castro ha recibido una adecuada compensación económica. A partir del mismo, las partes nada más tiene que reclamarse entre sí".

Bergoglio comenzó así el diálogo. "A partir del lunes 2 de febrero se discontinúa el programa del doctor Nelson Castro". Y completó que la empresa no había enviado al periodista el telegrama de despido, lo que confirmaron fuentes inobjetables próximas a Nelson Castro.

Ayer, el periodista no pudo ser localizado para hacer comentarios. Fuentes de su confianza no confirmaron que el convenio de rescisión se hubiera firmado, pero dieron por sentado que antes de pasado mañana tenía que resolverse el entuerto, porque comienza la nueva temporada. En el horario de Castro, sale al aire un ciclo conducido por Mario Portugal, periodista del staff de la emisora.

Una cláusula especial

Diversas fuentes coincidieron ayer en señalar que la demora en el acuerdo entre la radio y el periodista no sólo fueron el monto indemnizatorio y las condiciones de pago, sino una cláusula en particular, pedida por Castro: que en el convenio figurara que su salida del aire obedeció a una decisión empresarial.

"Es la radio la que toma la decisión de levantar el programa Puntos de vista ", dijo ayer una fuente próxima a Castro. El vocero agregó : "Desde el lunes, Castro y su equipo estarán literalmente fuera del aire".

En diálogo con LA NACION, Sergio Spolzki, a cargo de la gerencia comercial de Del Plata, negó que la salida de Castro obedeciera a razones políticas, dado que el periodista sostiene opiniones críticas respecto del Gobierno. Hubo quienes, con fundadas razones, sostenían ayer que, desde Olivos, el ex presidente Kirchner -que asistió a la megafiesta de Del Plata cuando pasó a manos de Tinelli- habría urdido una minuciosa estrategia para neutralizar a los periodistas más críticos del gobierno.

En su favor, cuenta con un sinnúmero de medios audiovisuales, en manos de empresarios afines a la política kirchnerista, que viven, en su mayoría, de la publicidad oficial. Son medios más inclinados a las operaciones de prensa en favor del gobierno que a un genuino periodismo informativo.

Otros periodistas de la emisora tienen posturas críticas respecto del gobierno. Por ejemplo, Reynaldo Sietecase, Romina Manguel, Mónica Cahen d´Anvers y César Mascetti. Estos últimos fueron los primeros en cerrar su contrato para la nueva temporada en Del Plata. Y otros se mudaron a otra radio, como Fernando Bravo y Alfredo Leuco.

Todos los contratos para la nueva temporada radiofónica, que comienza este lunes, ya están cerrados, por lo que para Nelson Castro y su equipo de producción se hace difícil la inserción en otra emisora. Castro había sostenido negociaciones con Radio Mitre, del grupo Clarín, pero finalmente se decantó, el año pasado, por permanecer en Del Plata, radio que históricamente ha tenido un alto perfil cultural. Su decadencia comenzó cuando pasó a manos del grupo mexicano CIE.

La radio fue adquirida el año último por la empresa Electroingeniería, de Córdoba, de manos del conductor televisivo Marcelo Tinelli. Hasta entonces, el conductor televisivo que supo cultivar una amistad con el matrimonio Kirchner, hasta el traspié con el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, intentó salvarse del naufragio sumando y restando distintos socios a la sociedad; entre otros, a Claudio Belocopitt, que también había sido socio de Daniel Hadad en Canal 9, cuando la televisora se hundía financieramente.

Cabe señalar que el episodio que encendió la discordia entre Nelson Castro y Electroingenería, empresa de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, de fuerte llegada al kirchnerismo fue un informe de Auditoría General de la Nación (AGN), que abrió la edición de LA NACION del primer domingo de 2009. El organismo estatal había cuestionado la política energética oficial en un informe por el que pidió que se investigara la adjudicación del segundo tramo del tendido eléctrico de alta tensión que va de Río Negro a Santa Cruz, cuyo costo fue un 48% más caro por kilómetro que el primero.

A partir de ese guarismo, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) inició la pesquisa de un presunto pago de sobreprecio del orden de los $ 150 millones. El tendido fue hecho por Electroingeniería, dueña de Radio del Plata.

Acosta y Ferreyra tienen fuertes vínculos con el kirchnerismo, nacidos al amparo de una vieja relación que el segundo mantiene con el secretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, y con el ministro de Planificación, Julio de Vido. Nelson Castro se hizo eco en su programa de la portada de LA NACION y entrevistó al diputado denunciante Juan Carlos Morán (Coalición Cívica-Bs.As.) y a Bergoglio, vocero de Electroingeniería.

Castro llegó a Del Plata desde La Red, emisora en la que estuvo seis años y que hoy pertenece a los empresarios Francisco de Narváez, Daniel Vila y José Luis Manzano.

© Escrito por Susana Reinoso en el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 31 de Enero de 2009

domingo, 4 de enero de 2009

Cuba... A 50 Años de la Revolución...


Año 50 de la revolución cubana…

Cualquier balance que se haga de la Cuba de Fidel Castro, si es medianamente equilibrado, levanta ampollas. Es uno de los resultados visibles de la revolución después de 50 años: haber dividido a los cubanos y a la opinión pública internacional en dos bandos irreconciliables: los detractores del castrismo y sus defensores.

A los primeros nada les parece bien; incluso lo aceptado generalmente como positivo, como la universalización de la salud y la educación, es apreciado como pura propaganda. Para los fidelistas, hasta lo inadmisible se justifica por razones de fuerza mayor -"la supervivencia de la revolución"- y con este argumento hasta la crítica más inocente es catalogada de contrarrevolucionaria.


En una cosa al menos coinciden todos: la Cuba que deja Castro, ausente de la vida pública desde julio de 2006, en muy poco se parece a la que recibió el 1 de enero de 1959.

Los adversarios del líder comunista se sirven de algunas estadísticas de la etapa republicana para demostrar el fracaso del régimen. En 1958, con una población de seis millones de personas, la isla poseía más electrodomésticos por habitante y tenía más kilómetros de líneas férreas que cualquier otro país de América Latina. El peso cubano tenía entonces igual valor al dólar. Hoy es 20 veces inferior. Existían las mismas cabezas de ganado que habitantes. Ahora la proporción es de una por cada seis cubanos. Y el número de periódicos de tirada nacional era considerable. Ahora sólo hay dos, Granma y Juventud Rebelde.

Otra cifra. La producción de azúcar en 1958 superó en cuatro veces la alcanzada el año pasado.
Para los defensores de la revolución los datos que cuentan son otros. Antes de 1959 la mortalidad infantil era superior a 60 por cada mil nacidos vivos. Ahora es de 5,3. La esperanza media de vida al nacer no llegaba a los 58 años y hoy es de 77 años en el caso de los hombres y 78 de las mujeres. Mientras, la cantidad de médicos por habitante se ha multiplicado por cinco. Con 11 millones de habitantes, en Cuba hoy existen casi un millón de universitarios.

Guillermo Jiménez es uno de los pocos académicos revolucionarios que admite abiertamente que los indicadores de consumo antes de 1959 eran deslumbrantes. En su ensayo El nivel de vida de los cubanos anterior a la revolución ofrece estadísticas como estas: el consumo anual de carne de res en 1955 era de 40 kilogramos por habitante (tercer lugar en América Latina, después de Uruguay y Argentina); en 1958 circulaban en la isla 160.000 vehículos, uno por cada 38 habitantes (segunda posición en el hemisferio). "Y Cuba también era el segundo país de América Latina en número de receptores de radio, y el primero en receptores de televisión y en canales televisivos".


"Pero estaba también el lado oscuro de la luna", señala Jiménez, de 72 años, que fue líder destacado del Directorio Revolucionario, una de las tres fuerzas que lucharon contra la dictadura de Fulgencio Batista. "En aquellos años el desempleo afectaba al 40% de la población y el 23,6% de los cubanos mayores de 10 años eran analfabetos", asegura. "La riqueza estaba tan desigualmente distribuida que el 8% de los propietarios poseían más del 70% de las tierras", añade.

Cita datos "nada sospechosos", pues fueron obtenidos de instituciones oficiales del Gobierno de Batista. En 1953 sólo el 58% de los hogares cubanos disponían de servicio de electricidad. Y "poseían refrigeradores menos de la quinta parte de las viviendas, sólo un tercio tenían agua corriente y un 28% baño en casa, sin contar que casi absolutamente todas esas ventajas se concentraban en La Habana", agrega el profesor.
Jiménez quiere demostrar que por muy bien que estuviera Cuba en algunos índices económicos, la necesidad de una revolución social "se justificaba plenamente" en 1958. Y eso sin considerar la represión política vivida durante los últimos años del Gobierno de Batista.
Para el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, miembro del mismo grupo revolucionario que Jiménez y hermano de uno de los asaltantes del palacio presidencial (Carlos, que murió en el intento de ajusticiar a Batista, en 1957), "la revolución cubana triunfó porque fue apoyada por la inmensa mayoría de la gente", incluidas clase media y burguesía. "Todos queríamos libertad y justicia social, pero la revolución fue secuestrada por Fidel y el precio que hemos pagado ha sido demasiado alto", asegura.


Menoyo subió a las montañas del Escambray en 1957 y bajó con grado de comandante. "Fui el único extranjero con esa condición, con el Che Guevara y el norteamericano William Morgan
[fusilado en 1961, acusado de ser agente de la CIA]".

Por su memoria pasan los hitos de la revolución: "La ley de reforma agraria, las nacionalizaciones de las grandes empresas norteamericanas; la invasión de bahía de Cochinos; la crisis de los misiles; el fracaso de la zafra de los 10 millones, uno de los sueños locos de Castro, que dejó a la isla en bancarrota; el Quinquenio Gris y la sovietización de Cuba; el éxodo del Mariel; la desaparición de la Unión Soviética; el Periodo Especial; la crisis de los balseros; el relevo de poder en Cuba; las esperanzas abiertas por la llegada de Raúl Castro, y la espera y la decepción...".

Menoyo, de 74 años, ha vivido estos acontecimientos desde varias ópticas: como comandante de la revolución (hasta 1961), como prisionero político (pasó 22 años en una cárcel cubana por alzarse en armas contra Castro); como líder en el exilio (desde 1987) y como opositor pacífico y cubano de a pie (tras regresar a la isla en el año 2003).

Es quizá el único cubano que tiene una experiencia similar. Y la valoración que hace, "sin odio", es dura: "No ha merecido la pena tanto sacrificio".

Los logros de la revolución, dice, "en realidad no lo son: la educación no es libre y su calidad es cada vez peor; la salud está en un estado deplorable y encima no es gratis: se está pagando con los salarios de hambre que cobra todo el mundo".

Menoyo afirma que "los jóvenes se quieren ir del país" y que por rechazo al sistema y el freno impuesto a los cambios, "cada vez se idealiza más a Estados Unidos". Se corre el riesgo, advierte, de "perderlo todo" y de caer en manos "del enemigo contra el que luchamos".
Alfredo Guevara, compañero de universidad de Fidel Castro y miembro del "gobierno paralelo" con el que el líder cubano trabajó a la sombra en los primeros años, es uno de los históricos de la revolución, pero no es ciego ante las sombras.


En recientes debates intelectuales ha criticado el deterioro de la enseñanza y la educación en su país y ha abogado por la necesidad de "reinventar" el socialismo cubano e introducir cambios en el modelo, vitales para que la revolución sobreviva. Para él, la principal garantía de futuro es la "formidable fuerza" formada durante este medio siglo, ese millón de universitarios y dos millones de técnicos que son el principal tesoro del país.

Tanto Guevara, de 82 años, como Jiménez y Menoyo, forman parte de una generación que protagonizó la revolución. Pero ahora son los jóvenes los que cuentan. Los hijos y los nietos de aquella revolución, como Eliécer Ávila, el estudiante de ciencias informáticas, miembro de la juventud comunista, que se hizo famoso en el mundo entero el año pasado al debatir con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, y preguntarle por derechos como la libertad de viajar y de participar en las decisiones políticas.

Para muchos cubanos setentones, la emigración de los jóvenes es uno de los grandes dramas del país y uno de los mayores lastres de cara al futuro. Los enemigos de Castro aseguran que son demasiados los desastres que deja el castrismo: la economía destrozada por años de políticas voluntaristas y subsidios locos, los derechos civiles y las libertades cercenadas, y las cárceles con más de 200 presos políticos; y muchos problemas que fueron bandera de la revolución, como la lucha contra el racismo, sin resolver. Para los defensores del fidelismo, a pesar de los errores cometidos el paso de los años demostrará que la revolución ha supuesto un salto histórico, un avance para el país, y aunque sea sólo por ello la historia absolverá a Fidel Castro. El tiempo lo dirá.

© Escrito por Mauricio Vicent en el diario El País e Madrid, España el domingo 28 de diciembre de 2008

domingo, 14 de diciembre de 2008

Buena leche...


Científicos argentinos crearon una buena leche que previene el cáncer

Demostraron que al darle de comer a las vacas un suplemento dietario especial, es posible desarrollar un tipo de leche con propiedades anticancerígenas y beneficios para cardíacos y diabéticos. Una investigación premiada.

Un grupo de científicos patrocinados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrolló un tipo de leche que tiene propiedades anticancerígenas, beneficios para cardíacos y diabéticos, que reduce el colesterol y combate la obesidad.

La investigación, que se denomina “Lácteos funcionales”, fue desarrollada por el ingeniero zootecnista Matías Balán. Las pruebas experimentales demostraron que, por medio de un suplemento estratégico en la alimentación de las vacas, es posible potenciar un ácido graso presente en la leche –denominado Ácido Linoleico Conjugado (CLA)–, otorgándoles funcionalidad al producto y sus derivados.

El trabajo obtuvo el primer premio del concurso “La mirada larga” otorgado por el INTI y comenzará a implementarse en ochenta tambos de la localidad bonaerense de Chivilcoy, donde se prevé organizar la comercialización de estos lácteos que, además de alimentar, curan.


Un alimento funcional es todo aquel que posee propiedades adicionales sobre la salud de los consumidores que superan al beneficio clásico de un aporte de nutrientes. “La grasa de la leche contiene ácidos grasos reconocidos como agentes estimuladores de la salud y la modificación del perfil de ácidos grasos vía suplementación de la vaca puede aún incrementar esas propiedades benéficas”, explicó Balán a Crítica de la Argentina.

“Al alimento le agregamos una mezcla de aceites vegetales y pescado para lograr el efecto deseado en la composición de la grasa de la leche”, relató el ingeniero.

De acuerdo con las conclusiones del trabajo, con este agregado “se disminuye la concentración de aquellos ácidos que son perjudiciales para la salud porque elevan el colesterol total y el colesterol malo y se aumenta la concentración de aquellos que resultan benéficos, como los omegas (3, 6 o 9) y el CLA, que tiene efectos positivos sobre la composición de los lípidos plasmáticos, la función cardiovascular y la reducción de incidencia de cáncer”.

Los experimentos fueron comprobados mediante ensayos realizados con animales lecheros en el INTA Balcarce, con el grupo coordinado por el ingeniero Gerardo Gagliostro.

Entre los beneficios del CLA se destacan:

– En su uso preventivo, disminuye la incidencia de cáncer mamario, de pulmón, de ovario y de colon; en su utilización curativa de la enfermedad, reduce el tamaño tumoral y permite disminuir la dosis de drogas de tratamientos cancerígenos.

– Disminución del colesterol total y del colesterol malo (LDL), como efecto preventivo; y remoción de la placa aterogénica que tapona las arterias, generada por acumulación de colesterol, como medida curativa.

– Disminución de la grasa abdominal, es decir, efecto antiobesidad.

Una vez producida esta leche diferenciada, servirá de materia prima para elaborar quesos, manteca, yogures y dulce leche que se comercializarán en dos queserías de Chivilcoy. “La intención del INTI con este concurso es fomentar el desarrollo productivo en las localidades del interior a partir del desenvolvimiento de estas iniciativas”, explicó Enrique Martínez, presidente del organismo.


© Escrito por Mauro Federico en el Diario Crítica de la Argentina el domingo 14 de diciembre de 2008


martes, 9 de diciembre de 2008

¿Para que sirve el dinero?...

¿Para que sirve el dinero?


Warren Buffett


Hubo una entrevista de una hora en CNBC con Warren Buffett, la segunda persona más rica del mundo, quien donó $ 31 mil millones de dólares para caridad. He aquí algunos aspectos muy interesantes de su vida:

1.- Compró su primera acción a los 11 años y se lamenta de haber empezado demasiado tarde.

2.- Compró una pequeña granja a los 14 años con sus ahorros provenientes de repartir periódicos.

3.- Todavía vive en la misma pequeña casa de 3 cuartos en Omaha que compró luego de casarse hace 50 años. Él dice que tiene todo lo que necesita en esa casa. Su casa no tiene ningún muro o reja.

4.- Él maneja su propio carro a todas partes y no anda con chofer o guardaespaldas.

5.- Nunca viaja en jet privado, a pesar de ser el dueño de la compañía de jets privados más grande del mundo.

6.- Su compañía, Berkshire Hathaway, es dueña de 63 compañías. Él le escribe sólo una carta cada año a los CEOs de estas compañías, dándole las metas para el año. Nunca convoca a reuniones o los llama regularmente.

Él le ha dado dos reglas a sus CEOs:

• Regla número 1: No perder nada del dinero de sus accionistas.

• Regla número 2: No olvidar la regla número 1.

7.- Él no socializa con la gente de la alta sociedad. Su pasatiempo cuando llega a casa es prepararse palomitas de maíz y ver televisión.

8.- Bill Gates, el hombre más rico del mundo, lo conoció apenas hace 5 años. Bill Gates pensó que no tenía nada en común con Warren Buffett. Por esto, programó la reunión para que durara únicamente media hora. Pero cuando Gates lo conoció, la reunión duró diez horas y Bill Gates se volvió un devoto de Warren Buffett.

9.- Warren Buffet no anda con celular ni tiene una computadora en su escritorio.

10.- Su consejo para la gente joven:

Aléjese de las tarjetas de crédito e invierta en usted.

RECUERDE:

A. El dinero no crea al hombre, sino que fue el hombre el que creó el dinero

B. La vida es tan simple como usted la haga.

C. No haga lo que los otros digan. Escúchelos, pero haga lo que lo hace sentir mejor.

D. No se vaya por las marcas. Póngase aquellas cosas en las que se sienta cómodo.

E. No gaste su dinero en cosas innecesarias. Gaste en aquellos que de verdad lo necesitan.

F. Después de todo, es su vida. ¿Para qué darle la oportunidad a otros de manejársela?

G. Si el dinero no sirve para compartirlo con los demás, entonces ¿para que sirve?


AYUDE AUNQUE NO PUEDA HACERLO; SIEMPRE HABRÁ BENDICIÓN PARA AQUELLOS QUE SABEN COMPARTIR.

domingo, 23 de noviembre de 2008

¡¡¡Feliz Cumpleaños Internet... 39 años...!!!

Se cumplen 39 años de la creación de Internet

La historia de dos universidades que fracasaron en conectar sus computadoras, pero terminaron cambiando el mundo.


Un día como hoy, pero de 1969, Charley Kline, estudiante de programación, encendió la computadora SDS Sigma 7 de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA).

Bajo la supervisión de su profesor Leonard Kleinrock, abrió los programas correspondientes y a las 22.30 (lo que serían las 16:30 en Buenos Aires, según el uso horario actual) intentó conectarse a la computadora SDS 940, ubicada en el Stanford Research Institute (SRI) de Menlo Park, a 568 kilómetrios de distancia.

Kline quiso escribir el mensaje "login", pero sólo las dos primeras letras fueron transferidas de una máquina a otra, porque el sistema colapsó. La palabra completa pudo transmitirse recién una hora después.

Este "fracaso" fue en realidad la primera comunicación entre dos computadoras que no estaban conectadas directamente sino a través de la red ARPANET, y sería la base de lo que hoy conocemos como Internet.



Todo comenzó con la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados (ARPA, su sigla en inglés), un organismo creado en 1958 por Departamento de Defensa de Estados Unidos, como respuesta al avance tecnológico soviético (en particular, el lanzamiento del Sputnik, primer satélite en órbita).

Al principio, ARPA manejaba programas de investigación espacial y militar; esos proyectos luego evolucionaron hacia otros departamentos del Gobierno, como la NASA. Para fines de los 60, cuando la guerra fría estaba congelada y reinaba la calma, se dedicaban cuestiones más pequeñas y experimentales.

La agencia (hoy llamada DARPA) tenía centros de investigación repartidos por todo el país, y querían que todos pudieran utilizar las computadoras que había en cada lugar.

Hasta entonces, para conectarse con una máquina, cada centro debía tener una terminal, una extensión de cada aparato específico. Hablamos de una época en la que las computadoras todavía ocupaban cuartos enteros, pesaban toneladas y funcionaban con tarjetas perforadas que pocos sabían usar.

"Si estaba hablando con alguien de una universidad y quería contárselo a otra, tenía que levantarme de esa terminal y conectarme a la otra para comunicarme", explicó Robert Taylor, entonces director de la Oficina de Técnicas de Proceso de la información de ARPA.



"Entonces pensé: si tenés estas tres terminales, tiene que haber una sola computadora que vaya a donde sea que quieras ir. Esa idea es la ARPANET", contó Taylor.

La ARPANET tomó ideas de Paul Baran, quien pensó una red de comunicación capaz de resistir un ataque nuclear. Para sobrevivir, la red debía estar descentralizada, y tenía que tener muchos caminos posibles entre dos puntos.

Además, los mensajes serían divididos en fragmentos y repartidos por caminos distintos: si el enemigo interceptaba un camino, sólo se quedaría con parte del mensaje. Esta idea sería luego conocida como "transferencia de paquetes", que es la base de intercambio de información en internet.

Taylor quería que las computadoras se conectaran por una línea telefónica, pero los científicos se rehusaban, pensando que haría más lentas a las máquinas.

Entonces uno de los participantes de ARPANET, Wesley Clark, propuso armar la red con pequeñas computadoras separadas, que se dedicaran sólo a manejar la comunicación. Así, las computadoras principales tendrían menos trabajo, y si alguna fallaba, la red se mantenía.

Esas pequeñas computadoras se llamaban Procesadores de Interfaz de Mensaje (IMPs) y son lo que hoy conocemos como routers. Gracias a una memoria de 24kilobytes (hoy irrisoria), guardaban y luego transferían la información a 50 kilobits por segundo, a través de un modem telefónico.

ARPANET también desarrolló los protocolos de información, el "lenguaje común" de las computadoras para comunicarse. El llamado Protocolo 1822 garantizaba la llegada del mensaje de un punto a otro de forma confiable, y avisaba si eso no ocurría.

La red además fue el origen del correo electrónico: el primer e-mail se envío en 1971, y dos años después, el 75% de la red se usaba para ese fin. En 1973 inventaron el Protocolo de Transferencia de Archivos (FTP), que permitió enviar no sólo mensajes, sino también documentos enteros a través de la red.

Tras el primer experimento, en diciembre de 1969 ya había cuatro computadoras distintas de California y Utah conectadas a ARPANET. En marzo del año siguiente, la red llegó a la costa Este de Estados Unidos. Para fines de 1971 eran 23 máquinas. Diez años después, en 1981, eran 213. Internet recién llegaría al público masivo a mediados de los '90.


"Sabíamos que estábamos creando una tecnología importante, que sería útil a algunas personas", dijo Kleinrock sobre su invención. "Lo que no esperaba era que mi madre, de 97 años, estaría usando Internet hoy".

Pero todo eso no habría sido posible, y usted no estaría leyendo esto, si no fuese porque dos científicos fracasaron al intentar dos computadoras en California, un día como hoy pero hace 39 años.

© Escrito por Facundo Falduto en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el miércoles 29 de octubre de 2008

LS10... Radio del Plata...



Al final, Marcelo Tinelli blanqueó la venta de Radio Del Plata...

Pasó a manos de la cordobesa GEA y Sergio Belocopitt se queda sólo con el 10% de las acciones. El vínculo con Página/12 y Veintitrés.

Finalmente Marcelo Tinelli eligió blanquear la compra de la que fuera el buque insignia entre las emisoras de Ideas del Sur. Desde hoy, tal como adelantó el diario Perfil el último domingo, la emisora de Olleros pasó a manos de la cordobesa GEA (Grupo Empresario Argentino) integrado por accionistas de Electroingenería, sospechada en una derivación del caso Skanska, donde se investiga evasión impositiva.

Con la salida de Tinelli, el 90 % del paquete accionario queda en manos de GEA mientras el 10 % restante seguirá en poder del empresario Sergio Belocopitt, empresario vinculado al negocio de las prepagas.

Según trascendió, la compra de la emisora cerraría en ocho millones de dólares aunque en la productora de Tinelli prefieren no mencionar números ni comentar la presunta ligazón de Sergio Szpolski en la gerencia comercial. Hace unos días circulaba con fuerza el desembarco del dueño de la revista Veintitrés y los conductores de Página/12 en la dirección artística.

Los rumores en torno a la venta de Del Plata empezaron en julio de este año cuando Tinelli le compró el 40 % de sus acciones a Belocopitt. En ese momento, el conductor de Showmatch decidió separarse de los trascendidos y comentó que no vendería la radio "ni a Electroingenería ni a nadie". Cuatro meses después, la historia dice lo contrario.

Los secretos de la venta de Del Plata, ahora radio K...

Conozca los detalles de un operación silenciada. Quiénes son los nuevos dueños (ocultos) de la AM que vendió Tinelli. Su relación con el Gobierno. 

¿Qué vas a hacer el año que viene, Nelson?”, le preguntó hace dos meses Marcelo Tinelli a Nelson Castro. “Tengo contrato hasta fines del 2009, ¿vos seguís?”, retrucó el periodista, que recibió una firme respuesta del que se presuponía hasta entonces su jefe y dueño de Radio del Plata: “Sí, me quedo”.

Sin embargo, la sorpresa llegó el último lunes 10 a oídos de figuras y productores de la emisora. Fabián Scoltore, la mano derecha “empresaria” del conductor de ShowMatch, decidió anunciar que el miércoles 12 finalizaba la gestión Tinelli al frente de la AM 1030: Tinelli vendió la emisora a la empresa cordobesa Electroingeniería, una polémica firma vinculada con el superministro Julio De Vido, una de las más beneficiadas con la obra pública kirchnerista, denunciada por diputados de la Coalición Cívica por sobreprecios en obras eléctricas e involucrada en la trama de las coimas del caso Skanska. Esa firma pagó 8 millones de dólares, según admitió su propio presidente, Osvaldo Acosta, a medios cordobeses.

Lo curioso es que, según una fuente directa de la transacción, la venta se habría realizado hace cuatro meses. Y para reforzar la magra pauta publicitaria de la emisora, Electroingeniería se habría asociado luego a Sergio Szpolski, el dueño de las revistas Veintitrés, Siete Días y Newsweek Argentina, de los diarios BAE y El Argentino y uno de los empresarios de medios que más publicidad oficial recibe del Gobierno. ¿Por qué las partes no anunciaron el traspaso? ¿Qué hay detrás del último desembarco K en los medios de comunicación?

En silencio. A fines de julio, Tinelli negó la venta de Del Plata “a Electroingeniería o a nadie”. Desde Ideas del Sur se limitaron a informar que lo que sí había sucedido era un cambio en la composición societaria de la radio: el conductor anunció que entonces le compró el 40 por ciento de las acciones a su socio, hasta entonces igualitario, el empresario del negocio de prepagas Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical Group. Pero, en realidad, no fue el único cambio. Radiodifusora del Plata –así su nombre en los papeles– pasó de ser una sociedad en comandita a una anónima, figura que mantiene la identidad de los accionistas en reserva. “Tinelli compró el 90 por ciento para vendérselo todo a Electroingeniería, a través de una firma vinculada a ese grupo. Szpolski ingresó recién a principios de noviembre con un 21 por cierto para ser la pata comercial”, le detalló a NOTICIAS una fuente directa –y por lógica, interesada– de la transferencia.

La venta incluiría la aceptación de parte de los compradores de la deuda acumulada por la emisora en la gestión Tinelli, que se elevaría a 35 millones de pesos. Electroingeniería habría abonado 6 millones de dólares para saldar parte del rojo, habría financiado el resto del pasivo y los 2 millones restantes serían para Tinelli, la misma cifra en la que se la adquirió al grupo mexicano CIE, a fines del 2003. En tanto, Belocopitt mantendría el 10 por ciento restante de acciones. De ser cierto que la venta ya se produjo, ¿por qué razón Tinelli no la blanqueó antes? ¿Para no quedar vinculado a empresarios K? ¿O para no producir incertidumbre en las figuras de su radio?

La relación entre el Gobierno y Tinelli es ambivalente. El conductor contó con la presencia del ex presidente Néstor Kirchner en la fiesta inaugural de la radio, pero luego tuvo que soportar los aprietes de la Casa Rosada, que demoró trámites burocráticos para aprobar su compra para condicionarlo. Tinelli calificó de “López Rega de Kirchner” al ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por haber involucrado a su productora en una trama de facturas truchas durante la campaña electoral porteña. Pero después se ofreció para la foto de cierre de campaña de Cristina Fernández, a cambio de millonarios fondos públicos para un polideportivo en Bolívar.

Finalmente, las razones de la venta estarían en los 700.000 pesos de déficit operativo mensual que habría llegado a tener Del Plata, aunque está tercera en el rating de lunes a viernes y cuarta en el general.

Esta semana, en la radio se esperaba un blanqueo de la operación oficial, que hasta el cierre de esta edición no había sucedido. Tinelli le hizo saber a NOTICIAS que “no le interesaba” aún hacer declaraciones sobre este tema.

Esta revista intentó averiguar por qué una firma sin antecedentes en medios como Electroingeniería decidiría ahora desembarcar en este mercado. Carlos Bergoglio, gerente de comunicación institucional de la empresa, se limitó a explicar que la firma cordobesa “siempre se quiso diversificar en todos los rubros”. “Ya está consolidada en el eléctrico, en las obras civiles y tiene negocios agroindustriales.

¿Por qué no medios? Es parte de una expansión horizontal”, explicó el vocero. Por su parte, Sergio Szpolski fue breve en su respuesta: “Firmamos un convenio con la radio para gerenciar la parte comercial”. No quiso afirmar ni desmentir si ese convenio incluyó un traspaso de acciones en su favor. ¿Podría Szpolski ser un mero gerenciador en este negocio? Dados sus antecedentes y su privilegiado acceso a la caja de la publicidad oficial, parece improbable.

Quién es quién. Sergio Bartolomé Szpolski le pide a su secretaria que en su escritorio, todos los días, haya una docena de rosas frescas. Ex rabino, metrosexual y fanático del gimnasio, este empresario empezó en los medios como socio de Daniel Hadad, otro hombre de negocios que, como él, pasó del menemismo al kirchnerismo. Su conglomerado de productos –todos ellos de baja circulación– recibió sólo en el primer semestre de este año 3.629.124 pesos en publicidad oficial, el grupo más favorecido en el rubro revistas, según datos preliminares de un informe de Poder Ciudadano al que accedió NOTICIAS (ver infografía).

Con Kirchner y la canilla de pauta oficial del secretario de Medios, Enrique “Pepe” Albistur, siempre abierta para empresarios amigos, Szpolski mantuvo Veintitrés, relanzó Siete Días, abrió la versión argentina de Newsweek, compró los diarios Buenos Aires Herald y Bae, y creó el gratuito El Argentino, el platense Diagonales y el semanario intelecto-kirchnerista Miradas al Sur.

Sus socios son los dueños de Electroingeniería, Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, quien en los años ’70 fue compañero de militancia y de prisión del secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Sin embargo, fue por Julio De Vido que la empresa pasó a ser la 11ª compañía que más obras públicas recibió en la era K, según un informe de la Coalición Cívica.

El vínculo es tan estrecho que hasta uno de los hijos del ministro, Juan Manuel, habría trabajado en la sede de Córdoba. Con el guiño del ministro de Planificación, la empresa pasó de ser una PyME cordobesa que hace 30 años construía tableros eléctricos a transformarse en un pulpo nacional y diversificado: construyó viviendas de planes oficiales y dos centrales eléctricas; compró la empresa concesionaria de peajes del corredor vial 3 y el 50 por ciento de Transener –la firma monopólica del transporte de energía de alta tensión–, asociado con la estatal Enarsa, entre muchas otras obras y negocios.

También quedó involucrada en el caso Skanska por un presunto intento de coimas abortado. Y fue denunciada por supuestos sobreprecios de 150 millones de pesos en la construcción del tramo Puerto Madryn-Pico Truncado de una red de alta tensión, detalle que el Gobierno obvió cuando le renovó esa concesión hasta el 2088.

Desembarco. A principios de agosto se instalaron en la radio los primeros cordobeses para realizar una auditoría. Pero ya un mes después, dos de ellos ocupaban la cúpula jerárquica de la emisora. Se trata del gerente general Leopoldo “Lolo” Elíes y del gerente administrativo Martín Pereyra, quienes en junio pasado crearon la firma Grupo Empresarial Argentino SA, por la que se habría canalizado la venta de Del Plata. Elíes sería hijo de un alto ejecutivo de Electroingeniería. Y Pereyra es empleado de la consultora Consar SA, otra firma cordobesa, a la vez socia de Electroingeniería en la sociedad Adfisa SA.

El rumor de que empresarios “amigos del poder” pudieran ingresar en los medios recrudeció en plena crisis del Gobierno con el campo. Desde entonces, los Kirchner, recelosos del periodismo independiente, blanden como arma de presión la modificación de la Ley de Radiodifusión. Esta revista ya informó sobre la insólita oferta del ex chofer de Kirchner y empresario de medios, Rudy Ulloa, para comprar Telefe en 320 millones de dólares. Empresarios amigos del poder para domar medios críticos. Ese parece el plan. El caso de Radio del Plata es sólo la primera jugada.
 


© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 11 de Noviembre de 2008.