jueves, 6 de marzo de 2008

Albert Einstein... La bola de la vida...

© Foto: Uniandes
La bola de la vida

"La vida es como jugar con una pelota en la pared.
Si fuera jugada una pelota azul, ella volverá azul.
Si fuera jugada una pelota verde, ella volverá verde.
Si la pelota fuera jugada franca, ella volverá franca.
Si la pelota fuera jugada con fuerza, ella volverá con fuerza.
Por eso nunca juegue una pelota de la vida,
de manera que usted no esté preparado para recibirla.
La vida no da, ni presta, no se conmueve, ni se apiada.
Todo lo que ella hace es retribuir y transferir.
aquello que nosotros le ofrecemos."


Albert Einstein

martes, 4 de marzo de 2008

Actimel... ¡¡¡WARNING!!!

El ACTIMEL provee al organismo una bacteria llamada L.CASEI. Esta sustancia es generada normalmente por el 98% de los organismos, pero cuando se le suministra externamente por un tiempo prolongado, el cuerpo deja de elaborarla y paulatinamente 'olvida' que debe hacerlo y cómo hacerlo, sobre todo en personas menores a 14 años. En realidad, surgió como un medicamento para esas pocas personas que no lo elaboraban, pero ese universo era tan pequeño que el medicamento resultó no rentable; para hacerlo rentable se vendió su patente a empresas alimenticias. La Secretaría de Salud obligó a ACTIMEL (La Serenísima S.A.) a indicar en su publicidad que el producto no debe consumirse por un tiempo prolongado; y cumplieron, pero en una forma tan sutil que ningún consumidor lo percibe... Por ejemplo: "Desafío ACTIMEL: Consúmalo durante 14 días" o "Haga de agosto su ACTIMEL". Si una madre decide completar la dieta con ACTIMEL, no percibe ningún aviso sobre su inconveniencia y no ve que puede estar haciendo un daño importante a futuro a causa de las manipulaciones publicitarias para impulsar los negocios.

Cámara de Diputados de la Nación

Diputado Nacional Raúl Patricio Solanas

PROYECTO DE LEY

Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.

Nº de Expediente

1405-D-2007

Trámite Parlamentario

027 (11/04/2007)

Sumario

BACTERIA "L CASEI DEFENSIS": OBLIGATORIEDAD DE INCLUIR UNA LEYENDA EN PRODUCTOS ALIMENTICIOS DE CONSUMO HUMANO, ADVIRTIENDO SUS CONTRAINDICACIONES.

Firmantes

SOLANAS, RAUL PATRICIO.

Giro a Comisiones

ACCION SOCIAL Y SALUD PÚBLICA; DEFENSA DEL CONSUMIDOR.

El Senado y Cámara de Diputados,...

INCLUSION EN LOS PROSPECTOS DE UNA LEYENDA ADVIRTIENDO LAS CONTRAINDICACIONES EN PRODUCTOS ALIMENTICIOS QUE CONTENGAN LA BACTERIA L CASEI DEFENSIS

Artículo 1°: Será obligatorio indicar en todos los productos alimenticios, sustancias alimenticias y bebidas destinadas al consumo humano que contengan la bacteria L Casei Defensis lo siguiente:

a) Leyenda sobre contraindicaciones, efectos secundarios y advertencias que contenga el producto;

b) Dosis recomendadas;

c) Certificación de organismos públicos de regulación.

Art. 2°: La leyenda referida al artículo anterior deberá ser clara y visible para el consumidor.

Art. 3°: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

El proyecto de ley que se somete a la consideración del Honorable Congreso de la Nación tiene por finalidad incorporar en los prospectos de los productos alimenticios, sustancias alimenticias y bebidas destinadas al consumo humano que contengan la bacteria L Casei Defensis una leyenda que indique las contraindicaciones, efectos secundarios y/o adversos del mismo en el consumo diario, continuo, y/o prolongado; pero de una manera clara y fácil de ser visible.

Dicha finalidad se basa en la necesidad de proteger los derechos de los consumidores, establecidos en nuestra Constitución Nacional y garantizar el acceso a la información, principalmente en productos que son consumidos como complementos de la capacidad de defensa inmunológica.

L Casei Defensis es una bacteria perteneciente al grupo de los lactobacilos o Lactobacillus que se puede encontrar espontáneamente en los alimentos de origen lácteo y viviendo en simbiosis -asociación- con el resto de bacterias habituales del intestino humano. Se caracterizan por formar ácido láctico como producto principal de la fermentación de los azúcares dando lugar a yogur a partir de la leche y otros productos comestibles como los quesos.

Es considerable destacar que diversos estudios realizados han confirmado que en el intestino humano, la L casei defensis ha demostrado que puede reducir la incidencia y disminuir la duración de ciertos tipos de diarrea de origen infeccioso ejerciendo un papel protector sobre la flora intestinal normal lo que condiciona a su vez un mejor funcionamiento de las células que conforman las paredes intestinales. También, han demostrado mejorar algunos de los parámetros - medidas de valoración- del sistema inmunológico -defensivo- intestinal local. En concreto, las bacterias del género Lactobacillus se distinguen por su capacidad de atravesar en gran número la barrera gástrica y sobrevivir durante el tránsito intestinal, lo que permite desarrollar sus efectos beneficiosos en el intestino. Entre dichos efectos beneficiosos de los Lactobacillus destaca el mantenimiento de la flora intestinal, la modulación de la renovación celular a nivel del epitelio intestinal, la contribución a la conservación del equilibrio del sistema inmunológico.

Sin embargo, no hay pruebas de que estos resultados puedan ser extrapolables al sistema inmunológico general. Es decir, actualmente no se puede afirmar que la presencia de esta bacteria en el intestino nos pueda proteger frente a una infección sistémica como pudiera ser, por ejemplo, una gripe. Incluso se ha descubierto que esta bacteria es generada normalmente por el 98% de los organismos, pero cuando se le suministra externamente por un tiempo prolongado, el cuerpo deja de elaborarla y paulatinamente "olvida" que debe hacerlo y cómo hacerlo, sobre todo en personas menores a 14 años. En realidad, surgió como un medicamento para esas pocas personas que no lo elaboraban, pero ese universo era tan pequeño que el medicamento resultó no rentable; y para hacerlo rentable se vendió su patente a empresas alimenticias. Además, existen varios trabajos de experimentación en animales y humanos que han demostrado que el consumo de ciertos probióticos y prebióticos, como esta bacteria disminuye el nivel de colesterol en sangre, sin embargo, aunque se han sugerido posibles mecanismos, ninguno se ha verificado.

En consecuencia, el Gobierno Nacional a través de la Secretaría de Salud obligó a la Empresa Láctea "La Serenísima S.A." a indicar en su publicidad que el producto no debe consumirse por un tiempo prolongado; y cumplieron, pero en una forma tan sutil que ningún consumidor lo percibe (por ejemplo "desafío actimel: consúmalo durante 14 días" o "haga de agosto su actimel"). Es decir que si una madre decide completar la dieta con cualquier producto alimenticio que contenga la bacteria L Casei Defensis, no percibe ningún aviso sobre su inconveniencia y no ve que puede estar haciendo un daño importante a futuro a causa de las manipulaciones publicitarias para impulsar los negocios; y tampoco se le informa a esa madre que al hijo le está suministrando un medicamento.

Es por ello, que consideramos fundamental que mediante una Ley se obligue a todas las empresas alimentarías a indicar en sus productos estos efectos colaterales para que la población sea quién decida consumir o no dicho producto, y se evite ser engañada mediante avisos publicitarios. Se trata de proteger y ejercitar uno de los principios básico del Estado que es garantizar la salud de su pueblo mediante acciones concretar e intervención directa.

Por las razones aludidas solicito de mis pares, la aprobación del presente proyecto de ley.

© H. Cámara de Diputados de la Nación.






domingo, 2 de marzo de 2008

Nació "Crítica de la Argentina" para informar mejor… @dealgunamanera...


Nació "Crítica de la Argentina" para informar mejor…

Jorge Lanata

Todos los nacimientos son iguales: primero el tiempo no termina de pasar y luego se atolondra, se enciman los minutos, se empujan y se te caen encima. Nacer es siempre una violenta confusión; sucede con las personas y con las ideas. Nunca voy a olvidarme de la cara de Andrea cuando dio a luz a Bárbara o del rostro de Kiwi cuando nació Lola: plenitud, asombro y miedo. Nunca se está preparado para nacer. Con las ideas es igual: el piso caótico de Perú 367 con Página/12, los estudios de Crónica TV con Día D o las oficinas de Suipacha cuando Veintitrés era Veintiuno. Nunca es el momento, nunca alcanza el dinero, nunca la competencia deja de boicotearte, nunca todos, casi todos, te dicen tantas veces que no, que no se puede, que ahora no, que así está mal, que del otro modo, que cómo se te ocurre, que el fracaso es seguro, que basta ya. Te pegás la cabeza como una mosca dentro de una campana de vidrio y finalmente nacés, violento, confuso, nuevo.

Escribo estas líneas cuando el tiempo comenzó a empujarme: ahora sólo puedo concentrarme en nacer. Voy a tener –dentro de pocas horas– el extraño privilegio de haber fundado dos diarios, y no haberlos heredado de mi bisabuelo general o de mi abuelo millonario. Ver crecer algo desde la nada es una feliz inconveniencia, uno siempre maldice por las necesidades, pero nada se compara con ver crecer un proyecto contra viento y marea. El sueño que se sueña individual se transforma en colectivo; por algún motivo todos comienzan a creer en algo que aún no existe, construyen un puente a medida que cruzan por él. El diario se transforma en mil diarios, en cien, en uno y en mil otra vez: la gente deja empleos seguros, altera su rutina de pacíficos fines de semana y cambia de vida a regañadientes pero con ganas; después de todo, ¿no nos hicimos periodistas para esto?

Durante meses cerramos vertiginosamente una edición que no estaba en la calle, puteamos cuando la competencia salía mejor y nos alegró ganar a veces. Ganábamos en nuestro juego, en una oficina de Maipú al doscientos, sin nadie que fuera a enterarse de nuestra efímera gloria de papel. En las últimas semanas vimos cómo el resto del mundo se comenzó a preocupar: Clarín publicó autoavisos que daban cuenta de sus premios y prestigio, y luego páginas dobles tituladas: "¿Lo creés? Salió en Clarín". Página hizo lo que pudo desde su velorio oficial y todos, sin excepción, regalarán libros, poemas, champú, viajes y loterías. Más páginas, más despliegue, enviados especiales, invitados estrella y mucha, sobre todo mucha "información independiente". ¿Por qué no se harán de Racing? Desde aquí, naciendo, sólo podemos asegurarles buenas notas. Nos gusta ocupar este lugar en el mundo, peleamos mucho para conseguirlo. Y nuestra pelea fundamental será contra nosotros mismos: pelearemos para ser mejores, para dar más, para informar mejor.

© Jorge Lanata. Director de Crítica de la Argentina. Domingo 2 de marzo de 2008.

Locos por los diarios


Jorge Lanata en la redacción. 20 años después de haber lanzado Página 12, hoy lanza el diario Crítica de la Argentina.


Me había acostado a las 4 de la mañana para dejar escrito el reportaje a Quindimil. Desayuné al mediodía, antes de volver a la redacción. La mucama me sirve el café y me dice: “Le puse la mesa adentro, porque afuera el tiempo está feo. Además, desde ayer hay un gato que se perdió y quiere entrar a la casa”. Dormido aún, no le presté atención y seguí revisando los diarios del día, hasta que un gato se paró en dos patas frente a la puerta de vidrio que da al jardín, maulló y me miró.

Saqué la vista de los diarios, lo miré durante unos segundos y, quizá porque todavía estaba bajo los efectos de postsueño, mi mente instantáneamente fue al inconsciente y rescató un recuerdo. Primavera de 2005: llego a mi casa el día que se imprimió el primer número cero de este Perfil. Me dicen: “Llamó Lanata, pide que lo llames, no importa la hora”. Me comunico, y Lanata me explica: “Este diario va a ser un éxito. Creeme, boludo. Cuando saqué Página/12 y tuve el primer cero, un gato se acostó sobre aquel ejemplar y Soriano, al que le gustaban los gatos, me dijo: ‘Es un gran augurio, vas a ver’. Lo mismo me pasó ahora con el cero de Perfil: mi gato se acostó sobre él”.

Volví al presente, abandoné el desayuno y le pregunté a la mucama: “¿Tenemos leche para el gato?”, y salí al jardín. Allí descubrí que tenía un pequeño collar con su nombre: “Doloro”, y un teléfono: 1535669... Llamé, y finalmente encontramos a su dueño.

Luego, en el auto, mientras venía a Perfil, no pude dejar de pensar en la escena: yo, con un platito de leche, jugando con un gato por primera vez en mi vida, “justo hoy que el gordo saca su diario...”.

Lanata va a saber que esta introducción con el gato es la mejor demostración de afecto. Ojalá sea para Crítica, el diario que lanza hoy, el mismo augurio de la buena suerte que tuvieron en su lanzamiento Página/12 y en su relanzamiento Perfil.

Es triste ver cómo los diarios publicamos con gran destaque cualquier información sobre los medios electrónicos y, cuando aparece un diario, mezquinamente se lo ningunea, y luego sólo se resaltan sus desaciertos. Yo lo sufrí en carne propia las dos veces que salió Perfil, y no me perdonaría hacer lo mismo con Crítica.

Lanzar un diario serio es una obra mucho más ciclópea que la construcción de la mayor parte de los medios audiovisuales. Un ejemplo, para que el lector tenga una dimensión económica comparativa: la radio donde Lanata fue segundo en audiencia, Del Plata, se vendió en dos millones de dólares. El lanzamiento de un diario, dependiendo de su envergadura, puede costar de dos a diez veces más ese valor. Y luego hay que tener éxito. Decir que también en un diario trabajan de dos a diez veces la cantidad de personas que lo hacen en las mayores radios del país es otra forma similar de reflejar esa magnitud.

Lanzar un diario es, además, una de las obras más complejas de realizar, porque una vez que el contenido está terminado no se aprieta el botón de una consola y la audiencia lo recibe, sino que la tarea recién comienza para los gráficos, que deben imprimir millones de kilómetros de papel, para luego transportar toneladas de ejemplares. Sólo las páginas de esta edición de PERFIL, pegadas una a una por su lado más corto, como las sostiene el lector en su mano, ocupan 26 metros de largo, y todos sus ejemplares sumados, más de dos mil kilómetros de hojas, que pesan 100 toneladas, que suben a centenas de camiones y aviones para llegar a 17.000 kioscos de todo el país.
¿No merece eso tanto esfuerzo como para que todos los demás colegas lo destaquemos? Yo creo que, independientemente del resultado, debemos reconocerle a su mentor las ganas, la dedicación y la entrega que una obra así demanda.

Mi trabajo me ha permitido viajar realmente mucho, hasta vivir de puente aéreo con el exterior durante varios años. Pero cada vez que me siento en un avión no puedo dejar de maravillarme de que eso en lo que voy, vuele. O desde tierra, al ver un avión aterrizar, que aterrice.

Ya lo conté: la misma sensación tengo cada vez que entro a la planta de impresión y aparece ese edificio de ocho pisos de hierro que es la máquina de impresión, donde el papel avanza a 700 kilómetros por hora (sí, leyó bien). ¿Cómo hace para que cada letra y cada imagen salgan sin moverse?, me pregunto cada madrugada de sábado y domingo.

Pero es Lanata una de las pocas personas que ví mirar la máquina de impresión de Perfil como la miro yo. Con los ojos bien abiertos, moviendo la cabeza de arriba abajo y haciendo un esfuerzo para que no se le abra la boca. Como un hombre enamorado mira a la mujer de sus sueños.

Enamoramiento, como decía Lacan: una forma de locura. No se podría explicar si no que el periodista más famoso, más creíble y más reconocido de la Argentina se aleje de los medios electrónicos e hipoteque sus horas, su prestigio y su patrimonio material e intelectual en un proyecto que sabe que no le va a dar nada a cambio, más –lo que no es poco– que la satisfacción de hacerlo.

Alcohólicos Anónimos difunde una publicidad que dice: “Si tenés problemas con el alcohol, llamanos. Nosotros ya estuvimos allí”. En estos días previos al lanzamiento del diario de Lanata, cada vez que escuché por radio ese “nosotros ya estuvimos allí”, recordé mis propias experiencias, sonreí y me dije: “Uy, pobre gordo, los problemas que debe estar enfrentando”. “Sarna con gusto no pica”, decía mi abuela asturiana. Y también: “No cualquiera”, cuando quería destacar a alguien que sobresalía. No cualquiera lanza no uno, sino su segundo diario, como lo está haciendo Lanata.

Mis respetos a esa incontinencia creativa, a que la locura –para Freud, los creativos pueden sacar utilidad de su neurosis– se sublime en un diario y no, como tantas otras personas destacadas, en hacer de su talento dinero, y a que su pecado de ambición desmedida sea convertirse en papel todos los días.

© Jorge Fontevecchia. Director Diario Perfil de Buenos Aires. Domingo 2 de Marzo de 2008
Lanata te cuenta el día después

Alfieri dijo que en Florida, a las tres de la tarde, vendían el diario a nueve pesos. A la mañana el teléfono no paró de sonar ni los mails de llegar:

–No hay más diarios en Palermo –decía el mensaje de texto de Mario Lion.
–Siete kioscos, me recorrí siete kioscos –me dijo Luis, camino a Ezeiza, volviendo a París, sin haber podido comprarse ningún ejemplar.
–Te lo mando por correo –lo consolé.
–Se me ríen en la cara cuando pregunto –me dijo Sara, mi mujer, relatando su peregrinación por la avenida Santa Fe:
"¿Crítica? No... olvidate. Se agotó temprano".

Por la tarde Gabriel Díaz, el jefe de fotografía, me pasó un archivo con las fotos de la fiesta. Me impresionaron las del “momento Harry Potter” (como lo bautizó Fernando Moya) cuando llegó el camión con los diarios a la Facultad de Derecho y los invitados se avalanzaron sobre los diarios sin armar.

Pero más me impresionó a la madrugada, cuando obviamente no podía dormirme, leer por Internet la contratapa de Perfil. Jorge Fontevecchia saludaba la salida de este diario, su nuevo competidor, con una nota en la que evocó mi paso por Perfil. Es reconfortante encontrar a un caballero: quiero ganarle, o que me gane, pero disputar con él con el mismo cariño y respeto que pocas veces se encuentra alrededor.

El primer ejemplar de Crítica de la Argentina agotó, en un 95%, una tirada de cien mil ejemplares.

Daniel Capalbo esperó a verme en el mensajero del gmail para darme las novedades:146 entradas por segundo a las 00.06 de la noche, a seis minutos de haber entrado al aire de la red www.criticadigital.com

Julito López me envió la curva de la cantidad de conexiones por segundo que recibía el servidor:
–Me voy a hacer una remera –me dijo. Olvidé pedirle otra, en triple XL.

–¡Lanata, te tengo que contar! –me gritó Margarita, que está muy molesta con su nuevo rol de estrella televisiva anoche, cuando terminaron de imprimir el diario en el taller, todos los obreros gráficos pararon a aplaudir–. Fue emocionante, nunca en mi vida lo vi.

Margarita trabaja en esto hace más de veinte años.

El aplauso de los gráficos estaba en sintonía con la alegría de los canillitas y la de los lectores que postearon comentarios, enviaron mails, acercaron cartas. Estaban contentos. Es bueno haber ayudado a que eso sucediera. Nos alegra estar juntos, habernos reencontrado. Nos alegra ver que somos muchos más de los que pensamos cuando estamos solos. Ayer comenzó, verdaderamente, la construcción de este diario. Sólo podemos hacerlo juntos.

© Jorge Lanata. Director de Crítica de la Argentina. Lunes 3 de marzo de 2008.


Doctor Hamilton Naki, el cirujano “clandestino”, las manos del primer trasplante de corazón en 1967…

Hamilton Naki, que murió el 29 de mayo de 2005, a los 79 años, empezó de jardinero en la Universidad de Ciudad del Cabo. Luego limpió las jaulas del Departamento Médico y, más adelante, trabajó como anestesista de animales. Lo más importante es que su destreza hizo posible el primer trasplante de corazón humano.

La muerte de Hamilton Naki, condenado durante casi cuatro décadas al anonimato por su condición de negro, nos recuerda uno de los episodios más vergonzosos de la medicina moderna.

En la Sudáfrica racista del apartheid, donde se establecían diferencias en el sistema jurídico en función del color de la piel, fue Christian Barnard -sudafricano blanco- quien en 1967 recibió todos los honores por llevar a cabo el primer trasplante de un corazón humano. Pero fue también Naki, el humilde autostopista, quien aquella noche hizo posible lo que durante siglos había supuesto un reto imposible para la medicina.

El 2 de diciembre de 1967, Denise Darvaald, una joven blanca atropellada al cruzar una calle, fue trasladada con urgencia al Groote Schuurhospital (El Cabo), donde se le diagnosticó muerte cerebral, aunque su corazón seguía latiendo.

En otra cama del mismo hospital, Louis Washkansky, un tendero de 52 años, agotaba sus últimas esperanzas de vivir. Entonces, el Doctor Barnard decidió intentar el trasplante. En una épica intervención de 48 horas, los dos equipos lograron extraer el corazón de la joven e implantarlo en el cuerpo de Washkansky. Los asistentes recuerdan la delicadeza con la que Naki limpió el órgano de todo rastro de sangre antes de que Barnard volviese a hacerlo latir en el pecho del hombre.

Pero, ¿qué hacía Hamilton Naki, un ciudadano de segunda, que había abandonado los estudios a los 14 años por necesidad, en medio de una de las operaciones más destacadas del siglo? Quizás las palabras del célebre Barnard, poco antes de su muerte, lo resuman: "Tenía mayor pericia técnica de la que yo tuve nunca. Es uno de los mayores investigadores de todos los tiempos en el campo de los trasplantes, y habría llegado muy lejos si los condicionantes sociales se lo hubieran permitido".

Nacido hacia 1926 en una aldea del antiguo protectorado británico del Transkei (provincia de El Cabo), todo parecía condenarle -como al resto de sus compatriotas negros- a una existencia mísera en el inicuo régimen del apartheid. Poco a poco, sus capacidades le fueron granjeando puestos de responsabilidad. De limpiar jaulas pasó a intervenir en operaciones quirúrgicas a los animales del laboratorio, donde tuvo la oportunidad de anestesiar, operar y, finalmente, trasplantar órganos a animales como perros, conejos y pollos. De manera encubierta, Naki se había convertido en técnico de laboratorio.

Él a menudo ingrato trabajo de experimentar con animales le permitió afinar sus dotes quirúrgicas: "Ahora puedo alegrarme de que todo se sepa. Se ha encendido la luz y ya no hay oscuridad", dijo éste héroe clandestino al recibir en 2002 la orden de Mapungubwe, uno de los mayores honores de su país, por su contribución a la ciencia médica. Hasta sus últimos días, uno de los mayores cirujanos del siglo sobrevivió con una modesta pensión de jardinero.

© Jorge Escohotado. Diario El Mundo de Madrid. 13 de Junio de 2005

domingo, 24 de febrero de 2008

El Paco Mata...

La Argentina exportadora: el flagelo del paco en Buenos Aires llegó a la primera plana del diario New York Times...

El prestigioso medio estadounidense presenta una crónica en Ciudad Oculta y refleja la pelea de las madres contra los narcos locales.

Nuestro país es noticia de tapa en uno de los diarios más reconocidos de Estados Unidos y del mundo, el New York Times . El tema no es para ponerse orgulloso: el paco en Ciudad Oculta. "La cocaína barata inunda Argentina, devorando vidas", es el título de una crónica, publicada hoy, sobre el consumo de pasta base en Ciudad Oculta, una triste realidad que se vive a 20 minutos del Obelisco.

El diario destaca el rol de las madres de víctima del paco, un grupo de mujeres cuyos hijos son víctimas de la mortal droga que se han organizado para pelear contra los narcotraficantes y dealers que distribuyen la sustancia en las diferentes villas de Buenos Aires, y también para evitar que otros niños repitan el destino de los suyos, hoy muertos vivos por su adicción al clorhidrato de cocaína.

El testimonio de Bilma Acuña, madre de dos hijos adictos, es el sustento de la crónica, en la que también se incluye una galería de fotos y un video. " Ella y una grupo de madres organizadas se han convertido en el único bastión, parece, contra el imparable esparcimiento del paco, una droga altamente adictiva, residuo de cocaína que se fuma y que ha destruido miles de vidas en Argentina y causado un círculo de violencia callejera inducida por la droga, nunca antes vista en ese país", explica el NY Times.

La nota repite datos que ya son de público conocimiento en Argentina: dice que el paco es muy adictivo debido a que se efecto tan sólo dura pocos minutos y que su intensidad es tan intensa que mucho consumidores fuman entre 20 y 50 dosis diarias. También diferencia entre la pasta base y el crack, otro derivado de la cocaína que hace destrozos en Estados Unidos, y dice que la droga consumida en nuestro país es más tóxica debido a que está hecha mayormente con solventes y químicos como el querosén y sólo una pizca de cocaína.

El informe afirma que "el ingreso de cocaína y la incursión de drogas de pesadas a Argentina y Brasil ha surgido en los últimos dos años. La llegada de pasta base de cocaína usada para hacer crack, tanto de Bolivia como de Perú, ha sido particularmente aguda", e informa que desde el Gobierno argentino se han incrementado los presupuestos para educación preventiva contra las drogas y también los destinados a programas de rehabilitación, en sin embargo " todavía no se ha anuncia ningún plan para luchar contra el problema del paco, que ha dejado a las autoridades oficiales abrumadas", advierte el diario.

Durante su campaña presidencial, a principios de octubre del año pasado, Cristina Fernández de Kirchner se reunió con las "Madres de víctimas del paco". "Es una droga de exterminio, con una problemática distinta a la que se ve en los medios de comunicación sobre las adicciones", afirmó en esa oportunidad en la que las madres dijeron sentirse "respaldadas". Ese gesto aún no se ha convertido en acciones concretas; mientras tanto, en este momento, en Ciudad Oculta varios pibes continúan fumando paco como si nada y la droga de los pobres, como se la conoce , siguen matándolos día a día.

© Diario Perfil de Buenos Aires. Edición del domingo 24 de Febero de 2008

50 años de la carrera más bizarra de Fangio...

Un día como hoy pero de 1958, el entonces quíntuple campeón del mundo fue secuestrado 26 horas en La Habana por un grupo comando del castrismo. ¿El objetivo? dar un golpe de efecto para mostrar cuánto estaba dispuesto hacer ese movimiento insurreccional que llegaría al poder poco menos de un año después, para derrocar al dictador Fulgencio Batista.

© German Beder (Diario Perfil de Buenos Aires)

Juan Manuel Fangio ya era famoso en Cuba cuando llegó en 1958 como invitado para correr una competencia de coches Sport. Por eso, su sola presencia alborotaba a los locales, que curioseaban por el hall del hotel Lincoln de La Habana. Alborotaba, incluso, a los militantes del Movimiento 26 de Julio que se habían acercado hasta allí con un fin concreto: secuestrarlo.

No obstante, se mantuvieron fieles a su designio. Sigilosamente se le aproximaron, e interrumpieron la charla que el quíntuple campeón mantenía con sus allegados más cercanos sobre las inminentes elecciones presidenciales que habría en la Argentina. “Disculpe Juan, va a tener que acompañarnos”, lo intimó Manuel Uziel, uno de los improvisados captores, con una pistola calibre 45 en la mano. Al principio, el argentino creyó que se trataba de una broma, pero tras un breve silencio sepulcral, comprendió que el mensaje iba en serio. Sin mayor alternativa, respondió con su tranquilidad habitual: “Vamos”.

Aquel diálogo fue el disparador de un periplo/aventura del que hoy se cumplen 50 años y que, con el correr del tiempo, ha cobrado carácter mitológico. Al punto tal que con esa historia se filmó una película (Operación Fangio, en 2000) y se escribió un libro (con el mismo nombre que la película). Incluso, por estas horas habrá recordatorios del hecho en la isla (ver recuadro).

Vueltas y más vueltas. El secuestro duró exactamente 26 horas, con La Habana completamente conmovida y repercusiones en el mundo entero. El itinerario de Fangio durante ese lapso tiene pasajes bizarros y distorsionados. Apenas lo retiraron del hotel, el chofer que lo trasladaba se encaprichó y llevó al Chueco, su ídolo, a que conociera a su esposa y le firmara un autógrafo a su hijo; tras esa primera parada, partieron rumbo al destino en el que supuestamente lo alojarían, pero estaba ocupado por un guerrillero herido. Cuenta la leyenda que en el trayecto Fangio hasta se atrevió a bromear con los secuestradores y les convidó un cigarrillo a cada uno. Tras dar varias vueltas, finalmente lo instalaron en una casa ubicada en El Vedado (la zona más aristocrática de la ciudad), en la que residían tres mujeres integrantes del Movimiento, a una de las cuales el argentino destacaría luego por su pronunciado escote (un rumor afirma que, incluso, habría mantenido un romance). Allí le cocinaron, los captores se disculparon una y otra vez, y le explicaron los motivos del operativo, la legitimidad de la causa con todo el discurso ideológico de la revolución incluido. Luego, lo dejaron irse a dormir. Ya estaban en confianza.

Mientras tanto, Cuba ardía. El propio jefe de Estado, el dictador Fulgencio Batista, había montado un gran operativo para encontrar al piloto. Hasta las salidas de la capital y el aeropuerto fueron alertadas al respecto. El escenario en la isla no era sencillo: la dictadura estaba cada vez más represiva, y la guerrilla comandada por Fidel Castro avanzaba a paso firme con intenciones de derrocarla. La idea de Batista era clara: organizar el Gran Premio, llevar una mejor imagen al resto del mundo y desviar el foco de atención. Pero le salió todo mal porque la repercusión del secuestro del argentino reveló, de manera encubierta, este estado de tensión absoluta.

Mis amigos, los secuestradores. A la mañana siguiente, Fangio solicitó que le avisaran a su familia que estaba bien y hasta le ofrecieron ver la carrera. Sin embargo, tras un despiste que terminó con la vida de seis espectadores (y más de cuarenta heridos), prefirió apagar la TV. La prueba fue suspendida en la quinta vuelta. “Cuando vio eso, una parte suya sintió que nuestro operativo lo había salvado. Y nos dijo: “Con el tiempo, tendré que agradecerles”, rememoró luego Rodríguez.

Con el operativo consumado, los secuestradores comenzaron a intentar resolver de qué forma lo liberarían. Temían que Batista lo encontrara, lo mandara a matar y luego los responsabilizara. Así, se comunicaron con la Embajada argentina y programaron como realizar la entrega. Fangio rompió el hielo cuando llegaron allí y los funcionarios presentes se enfrentaron con los insurrectos: “Quería presentarles a mis amigos los secuestradores”, comentó. La despedida incluyó una promesa de los cubanos: “Serás nuestro invitado de honor cuando triunfe la revolución”. El reencuentro se produjo recién en 1981, cuando Fangio viajó como presidente de Mercedes-Benz a venderle unos camiones al gobierno. Castro lo recibió personalmente y le ofreció otra vez disculpas, junto al resto de los captores (es más, con el paso del tiempo, se vio varias veces con Rodríguez).

Cuentan que tras esa reunión lloró emocionado como pocas veces. La historia de 26 horas ya se había convertido en leyenda.

Cómo lo reflejaron los medios

“Fangio, corredor de autos, fue secuestrado por rebeldes cubanos”, aseguraba el diario France Soir. “Fangio: una llamada anónima anunció su inminente liberación”, comunicaba L’Equipe. “Secuestrado Juan Manuel Fangio. Está en poder de los rebeldes cubanos”, sentenciaba el diario La Nación por esos días. El plan de los secuestradores del piloto argentino surgía efecto. Desde que se pensó la Operación Fangio, la idea era captar la atención de los medios internacionales y que el mundo entero conociera las convicciones del Movimiento 26 de Julio; y lo habían logrado. No había agencia de noticias o medio gráfico que no diera cuenta del secuestro del piloto argentino. En todo momento se hacía referencia a que los rebeldes cubanos eran los culpables y se explicaba qué es lo que pretendían. “Cuando llegó a Cuba en 1958, tenía ya cinco campeonatos del mundo y era increíblemente popular. Entonces comprendimos que secuestrar a Fangio nos daría a nosotros una publicidad suficiente para revelar al mundo la corrupción del régimen de Batista”, explicó varios años después Arnol Rodríguez, jefe del comando que secuestró al Chueco.

El mundo se enteró de Fidel Castro y compañía gracias al piloto argentino. La misión que tenían estaba cumplida.

© Diario Perfil de Buenos Aires. Edición del Domingo 24 de Febrero de 2008

Fidel Castro... Perfiles...


jueves, 21 de febrero de 2008

La patria fusilada...

La patria fusilada
Paco Urondo

El 22 de agosto de 1972 son fusilados en sus celdas 19 militantes de Montoneros, FAR y ERP. Tres fueron los sobrevivientes que relatan los hechos que vivieron aquella noche. La masacre de Trelew fue un ensayo de la práctica sistemática de crímenes y torturas que practicaron los militares a partir de marzo de 1976. La entrevista se realizó en la cárcel de Villa Devoto, el 24 de marzo de 1973. A la noche siguiente, con la asunción de Héctor Cámpora como presidente, fueron liberados todos los presos políticos por la multitud que se encontraba en las puertas del penal.

Francisco "Paco" Urondo nació en Santa Fe en 1930. Poeta, periodista, académico y militante político, Paco Urondo dio su vida luchando por el ideal de una sociedad más justa. "No hubo abismos entre experiencia y poesía para Urondo." –dice Juan Gelman– "corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente. Paco fue entendido en eso y sus poemas quedarán para siempre en el espacio enigmático del encuentro del lector con su palabra. Fue –es– uno de los poetas en lengua castellana que con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra la imposibilidad de la escritura y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento.

Su obra poética comprende Historia antigua (1956), Breves (1959), Lugares (1961), Nombres (1963), Del otro lado (1967), Adolecer (1968) y Larga distancia (antología publicada en Madrid en 1971). Ha publicado también los libros de cuentos Todo eso (1966), Al tacto (1967); Veraneando y Sainete con variaciones (1966, teatro); Veinte años de poesía argentina (ensayo, 1968); Los pasos previos (novela, 1972), y en 1973, La patria fusilada, un libro de entrevistas sobre la masacre de Trelew del '72. Es autor en colaboración de los guiones cinematográficos de las películas Pajarito Gómez y Noche terrible, y ha adaptado para la televisión Madame Bovary de Flaubert, Rojo y Negro de Stendhal y Los Maïas de Eça de Queiroz. En 1968 fue nombrado Director General de Cultura de la Provincia de Santa Fe, y en 1973, Director del Departamento de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Como periodista colaboró en diversos medios del país y del extranjero, entre ellos, Primera Plana, Panorama, Crisis, La Opinión y Noticias.

Murió en Mendoza en junio 1976 enfrentando a la dictadura militar. "Empuñé un arma porque busco la palabra justa", dijo alguna vez. Acorralado por fuerzas represivas Paco eligió su propia muerte tomando una pastilla de cianuro, antes de caer en manos de los asesinos y torturadores que derrocaron a un gobierno constitucional y gobernaron el país a su antojo, haciendo caso omiso de históricas convenciones internacionales sobre el tratamiento de prisioneros de guerra. Paco sabía muy bien que entregarse vivo era exponerse a las torturas más salvajes con el fin de obtener información, y que luego -de cualquier maneras- sobrevendría el asesinato cobarde y por supuesto clandestino, ya que los asesinos obviaban cualquier tipo de juicio mediante tribunal como cualquier tipo de defensa. Paco, como miles de profesionales, estudiantes, obreros e intelectuales de la época, militaba en la organización revolucionaria Montoneros.

Edición en papel de la cooperativa de libros del Centro Social y Cultural Tierra del Sur. Olavarría 1293, Barracas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, csotierradelsur@hotmail.com

Esta edición digital para descargar: http://www.elortiba.or (el original es el cuadernillo de mítica tapa azul de la Revista Crisis de 1973, escondido, enterrado y rescatado del olvido después de la dictadura, ya que estuvo censurado por los asesinos defensores de nuestro sagrado estilo de vida occidental y cristiano).

"Horas se podría estar contando esta historia y otras parejamente tristes sin calentar un solo gramo del país sin calentarle ningún pie ¿acaso no está corriendo la sangre de los 16 fusilados en Trelew?

Por las calles de Trelew y demás calles del país ¿no está corriendo la sangre?
¿Hay algún sitio del país donde esa sangre no está corriendo ahora?"

Juan Gelman.

© http://www.elortiba.org/trelew2.html




domingo, 10 de febrero de 2008

Padre Múgica, el que optó por los pobres...

Múgica, el que optó por los pobres…

Su militancia en las villas incomodaba amuchos... José López Rega lo mandó matar en 1974.

Carlos Francisco Sergio Múgica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930. Era el tercer hijo del matrimonio formado por Carmen Echagüe -descendiente de Pascual Echagüe, uno de los héroes de la Vuelta de Obligado- y Adolfo Múgica, diputado conservador entre 1938-42 y canciller de Frondizi.

Estudió en el Nacional Buenos Aires y cursó tres años de derecho, pero descubrió que su vocación estaba en el sacerdocio.

De su época de seminarista data su primer libro, El católico frente a los partidos políticos, en el que ya se anticipan algunas ideas sobre el necesario compromiso social y político del sacerdocio.

En 1954, ya ordenado sacerdote, junto al padre Juan José Iriarte comenzó a recorrer conventillos y a tomar contacto con el pueblo, con sus padecimientos y sus simpatías políticas.

Eran épocas de enfrentamiento entre Perón y la Iglesia, y Múgica se sintió muy conmovido por lo que leyó en una pared de una vivienda humilde: "Sin Perón no hay patria ni Dios. Abajo los cuervos".

La llamada Revolución Libertadora decidió por él. No era un cuervo ni estaba para ser cómplice de los fusiladores y comenzó a gestarse la que llegaría a ser una intensa militancia en las filas del peronismo.

A comienzos de los 60, misiona en el Norte santafecino, asesora espiritualmente a la Juventud Universitaria Católica y comienza a trabajar socialmente en villas de emergencia. Se vivían los tiempos del Concilio Vaticano II, inaugurado por Juan XXIII en 1962 y clausurado por Pablo VI en 1965, y la Iglesia parecía finalmente optar por los pobres.

En 1966 participa como asesor espiritual de los campamentos solidarios de la Acción Misionera Argentina en la zona de Tartagal, Santa Fe, junto a estudiantes secundarios nucleados en la Juventud Estudiantil Católica entre los que estaban Gustavo Ramus, Fernando Abal Medina y Mario Firmenich, futuros fundadores de Montoneros.

A fines de 1967 viajó a Bolivia para pedir la liberación de Regis Debray y Ciro Bustos, detenidos por su participación en la guerrilla del Che, y a reclamarle al presidente Barrientos la entrega del cadáver de Guevara para repatriarlo.

De allí viajó a París a estudiar comunicación social y teología pastoral allá por el 68, justo cuando a mayo se le ocurrió volverse rojo y negro y escribir en las paredes "Dios ha muerto". Carlos no pensaba lo mismo, pero lo entusiasmaba la rebeldía de aquellos jóvenes que se habían hartado de tanta hipocresía.

Fue en aquella ciudad y en aquellos días de barricada cuando se incorporó al flamante Movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo que lo tendría como a uno de sus principales referentes.

Cuando volvió, la patria lo esperaba convulsionada, Córdoba estallaba y la dictadura de Onganía se caía a pedazos. Múgica se instaló en la villa para siempre, aunque seguía viviendo en su buhardilla en la casa de sus padres en la calle Gelly. La villa crecía junto con las esperanzas de tanta gente que llegaba, ahí nomás, a Retiro, a probar suerte. Venían con sus hijos, sus vergüenzas, sus miedos. Carlos les enseñó a organizarse y a ejercer con orgullo la solidaridad. Brotaron guarderías, salitas, talleres de música, de teatro, de títeres, bolsas de trabajo, comedores. La gente se adueñaba de su vida.

Carlos no se callaba. Denunciaba a los hipócritas, a los mercaderes del templo. Sabía que tenía enemigos muy poderosos y veía cómo un día aparecía la guardería destruida y otro día robaban la proveeduría y otro día mataban a algún pibe de la parroquia y le ponían una bomba en su casa.

A Carlos se le ponían rojos los ojos azules y rezaba una oración que casi le fue naciendo naturalmente: "Señor: perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos parezcan tener ocho años y tengan trece. / Señor: perdóname por haberme acostumbrado a chapotear en el barro. Yo me puedo ir, ellos no. / Señor: perdóname por haber aprendido a soportar el olor de aguas servidas, de las que puedo no sufrir, ellos no. / Señor: perdóname por encender la luz y olvidarme que ellos no pueden hacerlo. / Señor: yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre. / Señor: perdóname por decirles 'no sólo de pan vive el hombre' y no luchar con todo para que rescaten su pan. / Señor: quiero quererlos por ellos y no por mí. / Señor: quiero morir por ellos, ayúdame a vivir para ellos. / Señor: quiero estar con ellos a la hora de la luz".

Era una oración, era horadar en las almas de piedra. Múgica nunca olvidaba una frase que le dijo un hachero santafecino: "Soy la alpargata de mi patrón". «Él quería otra cosa, quería alpargatas y libros para todos, alpargatas bien puestas y libros bien leídos.

Defendió a su compañero, el padre Carbone, detenido por el caso Aramburu; despidió los restos de los Montoneros Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus, abatidos en William Morris y asistió al velatorio de los fusilados de Trelew velados en la sede del Partido Justicialista.

Pero a medida que Perón se acercaba a la Argentina advertía que había que abandonar la lucha armada y dedicarse a la construcción política dentro del nuevo gobierno elegido por el pueblo para no quedar aislados.

Discutió fuerte con la izquierda peronista cuando aceptó un cargo honorario en el Ministerio de Bienestar Social de José López Rega, en el que los que no lo conocían bien veían un acercamiento al brujo y los que trabajaban con él sabían que era un intento de impulsar la construcción de un masivo plan de viviendas para los millones de sin techo de todo el país. López Rega sólo quería el prestigio de Múgica y generarle conflictos y ahondar la brecha que lo separaba de sus históricos compañeros. Sin obtener más que ingratitudes, renunció a los pocos meses.

Su popularidad era enorme. Se lo podía ver en programas de televisión y leerlo en las páginas de La Opinión, donde no se cansaba de decir que no estaba preparado para matar, pero tenía claro que estaba dispuesto a morir por su gente.

Una tarde de mayo de 1974, un comando de la Triple A al mando de Rodolfo Eduardo Almirón mató a Carlos. Diez años después un tal Juan Carlos Juncos -ex custodio del "Brujo"- confesó ante el juez Eduardo Hernández Agramonte haber participado en el operativo para asesinar a Múgica por orden directa de José López Rega.

En la declaración, Juncos manifiesta que el "Brujo" le había entregado diez millones de pesos ley 18.188 (unos 10.000 u$s de entonces) para terminar con Múgica, porque "este curita lo estaba molestando políticamente". Aquel 11 de mayo de 1974, miles de personas acompañaron el cortejo. Entre tantas lágrimas e indignación pudo verse por última vez, visiblemente emocionado, a don Arturo Jauretche.

En los tiempos que corren, es casi imposible que Múgica sea canonizado o beatificado. Se sabe. Pero el homenaje que a él más le hubiese gustado llegó a los pocos años de su asesinato. En la villa, las María Eva empezaban a ensayar su oficio de madres cuidando a las decenas de Carlitos que buscaban su lugar bajo el sol escuchando los acordes de la murga "Los guardianes de Múgica".

© Felipe Pigna. Historiador

sábado, 9 de febrero de 2008

Charles Spencer Chaplin...

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con personas cuando nunca pensé decepcionarme, mas también decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado, pero también fui rechazado.
Ya fui amada y no supe amar Ya grité y salté de tanta felicidad
Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero "rompí la cara" muchas veces.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que me iba a morir de tanta nostalgia.
Tuve miedo de perder a alguien especial (y terminé perdiéndolo), pero ¡sobreviví!
¡Y todavía vivo!

No paso por la vida y vos tampoco deberías sólo pasar...
¡Viví!

Bueno es ir a la lucha con determinación y vivir con pasión, perder con clase
y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve,

Y LA VIDA ES MUCHO para ser insignificante.

© Charles Chaplin

Muchas Gracias Graciela Casteñeda por acercarme este poema...