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miércoles, 22 de enero de 2014

Bután y la Agricultura Ecológica... De Alguna Manera...


Bután, el primer país del mundo en permitir sólo la agricultura ecológica…


Bután, un país con unos 750.000 habitantes, se convertirá antes del 2020 en el primero del mundo en el que todos sus alimentos se cultivarán con prácticas de agricultura ecológica. En esa fecha estará prohibida la venta de pesticidas y herbicidas químicos.

Los agricultores butaneses utilizarán para sus cultivos únicamente abonos orgánicos naturales, obtenidos de su ganadería, y ningún producto químico artificial.

Actualmente gran parte de su agricultura es orgánica, al no utilizar apenas pesticidas y herbicidas artificiales por su alto precio.

Bután tiene la intención de exportar sus alimentos naturales a los grandes mercados chino e indio, sus vecinos geográficos.

El ministro de agricultura Pema Gyamtsho, que es también un agricultor como otros ministros en este país, ha anunciado este plan en la Cumbre de Desarrollo Sostenible, celebrada en Nueva Delhi (India) a principios de este mes.

El ministro recalcó los efectos nocivos del uso de fertilizantes químicos en la calidad de frutas y verduras por su menor valor nutricional y la contaminación de las aguas subterráneas.

Los butaneses tradicionalmente practican labores agrícolas, que sin el uso de productos artificiales, mantienen producciones de alimentos suficientemente altas y mantienen la calidad agrícola de los suelos.

La intención del gobierno para mantener la producción de alimentos sin químicos es aumentar las tierras de regadío y usar variedades locales que son resistentes a las plagas.

Los agricultores de Bután se enfrentan en los últimos años a serios problemas como la sequía o la escasez de mano de obra que emigra a las ciudades.

¿Crees que algo así sería posible en algún otro país del mundo?

© Publicado el Sábado 13/04/2013 por Pressenza, Agencia Internacional de noticias dedicada a noticias sobre paz y no-violencia con oficinas en Milán, Roma, Londres, París, Nueva York, Madrid, Buenos Aires, Sao Paulo, Santiago y Hong Kong. http://www.pressenza.com

Diálogo de lechería... De Alguna Manera...


Diálogo de lechería...


Días pasados, tabique por medio, en un lechería con pretensiones de "reservado para familias", escuché un diálogo que se me quedó pegado en el oído, por lo pelafustanesco que resultaba. Indudablemente, el indi­viduo era un divertido, porque las cosas que decía movían a risa. He aquí lo que más o menos retuve:

El Tipo. -Decime, yo no te juré amor eterno. ¿Vos podés afirmar bajo testimonio de escribano público que te juré amor eterno? ¿Me ju­raste vos amor eterno? No. ¿Y entonces...?

Ella. -Ni falta hacía que te jurara, porque bien sabés que te quie­ro...

El Tipo. -Un... Eso es harina de otro costal. Ahora hablemos del amor eterno. Si yo no te juré amor eterno, ¿por qué me hacés cuestión y me querellás?...

Ella. -¡Monstruo! Te sacaría los ojos...

El Tipo. -Y ahora me amenazás en mi seguridad personal. ¿Te das cuenta? ¿Querés privarme de mi libertad de albedrío?

Ella. -¡Qué disparates estás diciendo!...

El Tipo. -Es claro. Vos no me querés dejar tranquilo. Pretendés que como un manso cabrito me pase la vida adorándote...

Ella. -¿Manso cabrito vos?... Buena pieza..., desvergonzado hasta decir basta...

El Tipo. -No satisfecha con amenazarme en mi seguridad personal, me injuriás de palabra.

Ella. -Si no me juraste amor eterno, en cambio me dijiste que me querías...

El Tipo. -Eso es harina de otro costal. Una cosa es querer... y otra cosa, querer siempre. Cuando yo te dije que te quería, te quería. Aho­ra...

Ella. (amenazadora) -Ahora, ¿qué?

El Tipo. (tranquilamente) -Ahora no te quiero como antes.

Ella. -¿Y cómo me querés, entonces?

El Tipo. (con mucha dulzura) -Te quiero... Ver lejos...

Ella. -Un descarado como vos no he conocido nunca.

El Tipo. -Por eso siempre te recomendé que viajaras. Viajando se instruye uno. Pero no vayas a viajar en ómnibus, ni en tranvía. Tomá un vapor grande, grandote, y andate... andate lejos.

Ella. (furiosa) -¿Y por qué me besabas, entonces?

El Tipo. -Ejem... Eso es harina de otro costal...

Ella. -Parecés panadero.

El Tipo. -Yo te besaba, porque si no te besaba vos ibas a decir con tus amigas: "Ven qué hombre más zonzo; ni me besa"...

Ella. (resoplando) -¡Yo no sé como no te mato! ¿Así que vos me besabas por gusto de besarme?

El Tipo. -No exageremos. Algo también me gustaba... Pero no tanto como vos creés...

Ella. -Se puede saber, decime, ¿dónde te has criado? Porque vos no tenés vergüenza. No la has tenido nunca. Ignorás lo que es la vergüen­za.

El Tipo. -Sin embargo, yo soy muy tímido... Ya ves cuánto cavilo antes de mandarte al diablo... No, al diablo, no, querida; no te disgus­tés... es una forma de decir.

Ella. (agarrándose al tema) -De modo que vos me besabas a mí...

El Tipo. -¡Dios mío! Si uno tuviera que dar cuenta de los besos que ha dado, tendría que estar en presidio quinientos años. Vos parecés nor­teamericana.

Ella. -¡Norteamericana! ¿Por qué?

El Tipo. -Porque allá le pegás un beso a un palo de escoba y izas! la única indemnización tolerada es el casamiento... de modo que a los besos no les des importancia. Ahora, si yo hubiera echado a perder tu inocencia, sería otra cosa...

Ella. -Yo no soy inocente. Inocentes son los locos y los bobos...

El Tipo. -Convengamos que decís una verdad grande como una ca­sa. Y luego me reprochás de ser injusto. Te doy la razón, querida. Sí, te la doy ampliamente. ¿Qué pecado me reprochás, entonces? ¿El que te haya dado unos besos?

Ella. -¿Unos besos? Si fueron como cuarenta.

El Tipo. -No... Estás mal, o tengo que suponer que vos no enten­dés de matemáticas. Pongamos que son diez besos... Y estaremos en la cuenta. Y tampoco llegan a diez. Además no valen porque son ósculos paternales... Y ahora, después de enojarte que te haya besado, te enojás porque no quiero seguir besándote. ¿Quién las entiende a ustedes las mu­jeres?

Ella. -Me enojo porque me querés abandonar infamemente.

El Tipo. -Yo no te di más que unos besos para que vos no les dije­ras a tus amigas que yo era un tipo zonzo. No tengo otro pecado sobre mi conciencia. ¿Qué me recriminás? ¿Se puede saber? A mí no me gusta hacer comedias. Vos te aburrís en tu casa, te encontrás conmigo y te me pegoteás como si yo fuera tu padre. Y yo no quiero ser tu padre. Yo no quiero tener responsabilidades. Soy un hombre virtuoso, tímido y tranquilo. Me gusta abrir la boca como un papanatas frente a un pillo que vende grasa de serpiente o cacerolas inoxidables. Vos, en cambio, te empeñás en que te jure amor eterno. Y yo no quiero jurarte amor eterno ni transitorio. Quiero andar atorranteando tranquilamente solo, sin una tía a la cola que me cuenta historias pueriles y manidas... y que porque me des un beso de morondanga me hacés pleitos que si me hubieras pres­tado a interés compuesto los tesoros de Rotschild.

Ella. -Pero vos sos imposible...

El Tipo. -Soy un auténtico hombre honrado.

© Escrito por Roberto Arlt y publicado por De Alguna Manera el  miércoles 22/01/2014 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


martes, 31 de diciembre de 2013

En lo que debes centrarte... Sé Feliz... De Alguna Manera...

En lo que debes centrarte... ¡¡¡Sé Feliz!!!..


~ Dios bendiga todos tus proyectos ~

Que el camino salga a tu encuentro…
Que el viento siempre esté detrás de ti…
Y la lluvia caiga suave sobre tus campos…
Y hasta que nos volvamos a encontrar…
Que Dios te sostenga con el puño de Su mano…
Que vivas por el tiempo que tú quieras…
Y que nunca quieras vivir tanto como vives…

Recuerda siempre olvidar las cosas que te entristecieron…
Pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron…

Recuerda siempre olvidar a los amigos que resultaron falsos…
Pero nunca olvides recordar a aquellos que permanecieron contigo…

Recuerda siempre olvidar los problemas que ya pasaron…
Pero nunca olvides recordar las bendiciones de cada día…

Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado…
Que nunca se te venga el techo encima y que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan…

Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer…

Una luna llena en una noche oscura y que el camino siempre se abra a tu puerta…

Que haya una generación de hijos en los hijos de tus hijos…
Que vivas cien años, con un ¡año extra para arrepentirte!

Que el Señor te guarde en Su mano y nunca apriete mucho Su puño…

Que tus vecinos te respeten…
Los problemas te abandonen…
Los ángeles te protejan…
Y que el cielo te reciba…

Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero…
Que la buena suerte te persiga…

Y que cada día y cada noche tengas muros contra el viento, 
y un techo para la lluvia, y
 bebidas junto a la fogata, risas para consolarte…
Y aquellos a quienes amas cerca de ti…
¡Y todo lo que tu corazón desee!

Que Dios esté contigo y te bendiga…
Que veas a los hijos de tus hijos…
Que el infortunio sea pobre, rico en bendiciones…
Que no conozcas nada más que la felicidad…
¡Desde este día en adelante que Dios te conceda muchos años de vida!

~ Él bien sabe que la tierra No tiene suficientes ángeles.~
¡Sé feliz!

© De Alguna Manera.

martes, 4 de junio de 2013

Los periodistas... De Alguna Manera...


Consejos para futuros (y actuales) periodistas...


Andrew Vachss lo dijo mejor que nadie: “El periodismo es lo que mantiene la democracia. Es la fuerza para el cambio social progresivo”. A fuerza de repetición, esa frase ha perdido sentido de ser a lo largo de los años.

La polarización de la prensa en los últimos tiempos, solo tiene un damnificado: la sociedad, especialmente aquella que busca informarse. ¿Cómo creer en medios que no se mueven un ápice del discurso de la Casa de Gobierno? ¿Cómo dar fe al periodismo que se muestra opositor al extremo de inventar información?

Esa es la situación que hoy vive la Argentina, con medios que se encuentran a los extremos de la desinformación. Ergo: ¿Cómo creer en lo que publican?

Algo similar ocurre con los portales de noticias alternativos, tan proclives a hacer escandalosas operaciones de prensa, siempre rentadas. Abundan en la web y son fácilmente identificables porque carecen de publicidad y están colmados de artículos periodísticos sin sustento.

En particular, el crecimiento de esos sitios es inversamente proporcional al decaimiento de la calidad de la prensa en general. El resultado de ello puede verse a simple vista: ríos y ríos de información poco confiable en Internet.

El periodismo está lejos de ello, nada tiene que ver con lo que se ha descripto. Solo basta una simple premisa para ser un buen hombre de prensa: ser honesto.

Se puede escribir mejor o peor; trabajar en un medio más o menos relevante. Sin embargo, no es eso lo más importante: para ser un periodista íntegro lo que vale es ser una persona de bien.

A ello hay que agregar un condimento imprescindible: la pasión. Quien busque hacerse millonario con el ejercicio del periodismo, se ha equivocado de profesión.

El hermoso arte de informar es solo para quienes amen llevarlo a cabo, solo por el hecho de hacerlo. No hay más que eso.

Hay que decir que no es poca cosa. Lograr ser un periodista creíble, al cual la ciudadanía recurre a la hora de informarse, es todo un logro. Pocos lo logran en verdad.

La mayoría naufraga en el mar de la mediocridad o el descreimiento social. Por ello, el desafío descansa en las nuevas generaciones de periodistas, muchos de los cuales hoy persisten en concurrir a puntuales escuelas de periodismo y universidades.

A ellos va dirigida esta columna: primero, para que sepan que será un camino de espinas, no de rosas. Segundo, para que no decaiga su fe en lograr un mundo mejor.

De ustedes depende, ni más ni menos.

© Publicado el sábado 13/04/2013 por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

sábado, 1 de junio de 2013

Rodolfo Fowgil inédito... De Alguna Manera...


Fogwill inédito: Estados Alterados (2000)

Imagen de tapa: obra realizada con hilos por el grupo de arte argentino Mondongo.

En el 2000 Gabriel Levinas decidió reeditar una revista que marcó buena parte de la contracultura de los 80s. Como redactor de El Porteño original, Rodolfo Fowgill fue nuevamente convocado para escribir en el número 1º de esa flamante etapa. Por cuestiones de diagramación y espacio, el texto del autor nunca fue publicado completo y por eso, Plazademayo.com hoy pone a disposición de los lectores esta pieza casi inédita, un escrito sobre lo que Fowgill mejor conocía: la literatura.

Link para lectura:


© Publicado el miércoles 29/05/2013 por plazademayo.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.