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sábado, 31 de octubre de 2015

Objetivo Global 3: ... @dealgunamanera...

Objetivo Global 3: Asegurar vidas saludables...


Entramos en el mes de Septiembre y dentro de unos días serán firmados en la Cumbre de Nueva York, los Objetivos Globales por parte de todos países involucrados. En la misma página (www.globalgoals.org), podéis acompañar las últimas noticias sobre este tema.

Hoy seguiré adelante con los análisis sobre estos objetivos, escribiendo sobre la salud. Veremos cómo está el panorama general de la salud en el mundo y los principales cambios que deben ser realizados para que todos tengamos una buena calidad de vida.

Las diferencias en los ingresos y gastos de los países es el factor determinante en sus sistemas de salud. La manera como son concebidos, gestionados y financiados influye en la vida y en los medios de subsistencia de la población. El termómetro entre sistemas de salud eficaces y deficientes son los niveles de mortalidad, discapacidad, empobrecimiento, humillación y desesperación relacionados.

Asimismo, para poder actuar sobre la base de mediciones de desempeño, las autoridades correspondientes deben comprender claramente las principales funciones de los sistemas de salud. Son ellas: la prestación de servicios; la generación de recursos humanos y físicos que hagan posible dicha prestación de servicios; la obtención y medios que generen los recursos necesarios para sostener la atención sanitaria; y la rectoría, que es la regulación y seguimiento de las normativas sanitarias a los involucrados.

Todos los días, las vidas de muchas personas dependen de los sistemas de salud. Estos sistemas tienen una responsabilidad fundamental y permanente en nuestras vidas y son indispensables para asegurar el desarrollo saludable de la población.

La mejora de la salud no es el principal objetivo de los sistemas de salud. Más allá del interés profesional por el bienestar físico y mental de todos, estos sistemas adoptan una posición más amplia en la cual intenta reconocer el papel que cada persona representa como prestador y consumidor de servicios sanitarios, contribuyente financiero, agente de salud y ciudadano participativo en su gestión responsable. Asimismo analiza la manera de tratar las desigualdades, responder a las expectativas de la población, el grado de dignidad, derecho y libertad de las personas.

Se espera alcanzar la salud en todos los pueblos, a fin de eliminar las desigualdades dentro y entre los países con el incremento de los sistemas de salud. En Europa, esta acción depende, fundamentalmente, de la eficacia de estos mismos sistemas de los Estados Miembros. Su fortalecimiento se clasifica como una de las cuatro orientaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS). Las otras tres son: reducción del exceso de la mortalidad en zonas precarias, afrontamiento de los principales factores de riesgo, posicionamiento de la salud en el programa de acción a favor del desarrollo.


En todos los sistemas hay muchas personas altamente capacitadas y comprometidas realizando trabajos a todos los niveles para mejorar la salud de sus regiones. Entretanto, los sistemas mal estructurados, mal gestionados, mal organizados y con financiaciones inadecuadas conllevan al desperdicio del potencial que poseen y causan perjuicios. Esos fallos se tornan evidentes a través del número de defunciones y prevenibles, del nivel de sufrimiento injustificado, de las situaciones injustas, de la inequidad y negación de los derechos básicos de cada individuo. Sabemos que los más afectados por estas conductas son los más pobres.

La responsabilidad del desempeño de la salud de un país es del gobierno y por lo tanto, los ministerios competentes deben asumir gran parte de la rectoría de los sistemas sanitarios. Si por un lado, la rectoría define la perspectiva y orientación de las políticas de salud, ejerce influencia bajo actividades de reglamentación y promoción, reúne y utiliza las informaciones necesarias; por otro lado, las políticas y estrategias de salud deben incluir prestaciones y financiaciones privadas y financiaciones y actividades públicas. De este modo, se hace posible concretar las metas de interés público que puede extenderse a una movilización de acción colectiva entre países con la finalidad de producir bienes públicos de interés mundial. Cabe a la política reconocer los tres retos del sistema de salud e identificar las estrategias oportunas para lograr cada una de ellas.

No obstante, los ministerios de salud demuestran que centran su atención en el sector público y desconsideran la asistencia privada. Y hay que tener en cuenta que la proporción de financiación privada de la salud es superior en los países menos desarrollados, en los cuales no hay una política clara respecto al tema.

Para ofrecer un servicio de mejor calidad es necesario, prioritariamente, supervisar y regular los proveedores y las aseguradoras del sector privado y a la vez, impulsar el desempeño por medio de incentivos e información adecuada. En el mismo sentido, debe haber una organización que determine el contenido de los paquetes de prestaciones para todos, dando prioridad a las enfermedades locales más incidentes y los costes. En síntesis, es necesario formular una estrategia que promueva la autorregulación del sector, informe a los consumidores sobre el impacto en su salud y vigile los cambios comportamentales asociados a la descentralización de la autoridad sobre los recursos y servicios ofrecidos.


El punto crítico de todo lo que ha sido expuesto es la inclusión de los pobres en los sistemas de salud de países menos desarrollados, en los cuales la atención sanitaria que prevalece es privada y por lo tanto, depende de ingresos por parte de la población en un escenario de político débil e ineficiente.

En teoría, sabemos lo que debe ser hecho y cómo debe ser hecho, pero no sabemos si el objetivo propuesto es factible en esas regiones.

Pensemos que el acercamiento entre los países está creando una nueva percepción que afecta a cada uno de nosotros y las próximas generaciones. Si cada ciudadano asume una postura íntegra y más consciente, aunque las políticas sean débiles, la realidad puede transformarse, en algo más de 15 años.

Referencias Bibliográficas:

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, Informe sobre la salud en el mundo 2000.

© Escrito por Fernanda Madeiros y publicado el domingo 13/09/2015 por MSD Idiomas, de la ciudad de Madrid, España.

viernes, 16 de octubre de 2015

Objetivo Global 2: Eliminar el hambre... @dealgunamanera...

Objetivo Global 2: Eliminar el hambre…


En la investigación de hoy, el concepto de hambre está relacionado a la desnutrición pero es necesario distinguir ambas las cosas.

El hambre es la sensación que indica la necesidad de alimento. Es lo que sentimos algunas horas después de la última comida. La desnutrición es un estado patológico que se debe a una falta de ingesta de alimentos, exceso de gasto calórico o consecuencia de una enfermedad.

La desnutrición afecta principalmente a los niños y compromete su salud y su vida. La principal causa es la pobreza.

Además de los niños, la desnutrición también puede afectar negativamente la vida de las personas en distintas dimensiones como la salud, educación y economía. De este modo, conlleva mayores problemas de inserción laboral e incidencia de pobreza e indigencia en la población, reproduciendo un círculo vicioso.

La desnutrición es el reflejo de los diferentes estados de transición demográfica, epidemiológica y nutricional de cada país, asociada a la situación socioeconómica y vulnerabilidad social de su población.

Más de la mitad de los países que padecen hambre en el mundo están localizados en Asia, América Latina, Caribe y África. Un 75% de las personas desnutridas y de bajos ingresos en los países en desarrollo se ubican en las zonas rurales, aunque hay indicadores que demuestran que la incidencia del hambre en las zonas urbanas está aumentando.

Los últimos datos de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, apuntan que una de cada seis personas en el mundo padece de desnutrición. Con la crisis de 2009, se estima que el hambre atingió a 1020 millones de personas.

Estudios realizados por el Instituto de Investigación de Política Alimentaria (IFPRI) contrastan que América Latina y Caribe son los mayores exportadores de alimentos del planeta y producen cuatro veces más alimentos de lo que realmente necesitan. Sin embargo, 53 millones de personas padecen hambre en esa región, lo que representa un 10% de su población mientras un 7% de los niños presentan un cuadro de desnutrición crónica.


Según la Red Global de Banco de Alimentos, 852 millones de personas no tienen una alimentación mínima necesaria. Además, afirman que un niño muere de hambre a cada cinco segundos y que la desnutrición mata más personas que el sida, la malaria y tuberculosis conjuntamente.

Para combatir el hambre es necesario tener herramientas de desarrollo, económicas y políticas, para impulsar la producción agrícola y su productividad.

Actualmente existe una herramienta de gestión ambiental llamada Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) que analiza las acciones estratégicas sobre el medio ambiente e introduce criterios medioambientales en los procesos de tomas de decisión.

Algunos aspectos para el desarrollo de la EAE son la participación pública (participación de la población en las acciones propuestas), análisis de los impactos acumulativos y efectos globales (centralización de las acciones en la población afectada y distribución de responsabilidades a otros países y sectores económicos), evaluación de efectos culturales (utilización de instrumentos para promover el desarrollo sostenible en los países más pobres y con fuerte cultura indígena) y por último, procesos de capacitación (participación de personal especializado dentro de la propia administración).

Las últimas perspectivas a largo plazo de la FAO prevén que la demanda de productos agropecuarios continuará creciendo, aunque con lentitud, a una tasa de 1,4% hasta 2030. Asimismo, se espera que el déficit comercial agropecuario de los países en desarrollo aumente, lo que salta a la luz el consumo y las importaciones crecientes además de políticas proteccionistas de los principales productos industriales nacionales.

De mismo modo, se espera que la población y los ingresos generados sigan creciendo y que la nutrición mejore. No obstante, se sabe que la desnutrición disminuirá más lentamente. Se estima que el número de personas desnutridas se reduzca a 440 millones hasta 2030. Si es así, este problema debe hacerse más manejable a través de intervenciones políticas nacionales.

En síntesis, el hambre no será eliminada en el plazo de 15 años, pero hay una fuerte tendencia a reducirse. Los instrumentos y las acciones que vienen siendo aplicadas en favor de su extinción están aportando resultados positivos y relevantes. Quizás tarde más que 15 años, pero no estamos lejos de una realidad en la cual el problema del hambre estará ausente.


Referencias Bibliográficas:

Martínez, R.; Fernández, A. (2007). Impacto social y económico de la desnutrición infantil en Centroamérica y República Dominicana.

Comisión Económica para América Latina y Caribe (CEPAL).

Trueba, I. (2006). El fin del hambre en 2025. Un desafío para nuestra generación. Mundi-Prensa Libros.

Viola, L. (2010). Hambre y desnutrición. Asociación Civil Gota en el Mar.

Páginas Web:



El contenido de esta entrada fue extraído del blog MSD Idiomas Madrid, cuya autora Fernanda Medeiros trabaja como Traductora Freelance además de estar muy involucrada en temas de gestión de proyectos, nuevas tendencias de la economía, relaciones internacionales y social media.

© Escrito por Fernanda Medeiros (España/Brasil) el jueves 27/08/2015 y publicado por MSD Idiomas Madrid de la Ciudad de Madrid, España.







lunes, 12 de octubre de 2015

Objetivo Global 1: Eliminar la pobreza extrema... @dealgunamanera...

Objetivo Global 1: Eliminar la pobreza extrema...


Recién aprobados los Objetivos Globales para 2030, no está de más dirigir una mirada en profundidad a cada uno de ellos. Comencemos por el primero, que aborda la pobreza extrema.

En primer lugar se debe hacer distinción de pobreza y desigualdad.

Los conceptos son diferentes. La pobreza hace referencia al nivel de vida absoluto de una parte de la sociedad (los pobres). La desigualdad hace referencia a los niveles de vida relativos en la sociedad general. Eso quiere decir que un nivel máximo de desigualdad que permite un individuo tener todo, el nivel de pobreza se clasifica como alto. No obstante, un nivel mínimo de desigualdad puede existir tanto con pobreza nula (no hay pobres) como con pobreza máxima (todos son pobres). De esta forma, se define pobreza como la imposibilidad de alcanzar un mínimo nivel de vida.

Los indicadores utilizados para medir el nivel de vida son los ingresos y gastos per cápita de las unidades familiares. Sin embargo, debemos complementarlos con otros indicadores basados en el consumo.

El umbral de la pobreza relacionado al consumo está compuesto por dos elementos: por un lado, el gasto necesario para alimentación y productos de primera necesidad y por otro lado, un gasto adicional variable de costo de inclusión social.

El debate sobre un indicador único de medición de niveles de vida para todos los países es estéril y pueden generar algunas divergencias en los resultados obtenidos. Por esta razón, en el análisis de la pobreza de los países, se utilizan los niveles específicos de cada uno. Asimismo, se establece un umbral (arbitrario) de pobreza universal: 275 y 370 dólares por persona al año.

Atacando la pobreza y desigualdad

Una vez determinado el nivel de pobreza, la manera de medirlo es expresar el número de pobres en proporción a la población. Este indicador es denominado índice de recuento. Esta práctica también genera conflictos por desconsiderar los pobres en situación de pobreza extrema, es decir, que están ubicados por debajo del valor establecido. En este caso, se utiliza la brecha de pobreza, una medida usada para calcular la transferencia para elevar el nivel de cada una de esas personas hasta el umbral mínimo de pobreza conocido y de este modo, eliminándola. Al transferir ingresos de una persona pobre a otra que es más, las medidas no cambian. De ahí, se puede concluir que la brecha de pobreza y el índice de recuento de pobreza son independientes del grado de desigualdad entre los pobres.

Los niveles de pobreza extremos en el mundo están localizados en los países de desarrollo y en economías emergentes. En América Latina, entre 2002 y 2005 la tasa de pobreza ha sido reducida en más de 12 millones de personas. 

Entretanto, sigue siendo muy elevada en la mayor parte de los países. Si tomamos como base los datos de 2006 encontramos: 21% en Argentina, 33% en Brasil y 31,7% en México. En China, los pobres pasaron de 835 millones a 208 millones de personas desde 1981 a 2005.

Estos datos sugieren que casi la mitad de los pobres del mundo y casi la mitad de los que se clasifican en los parámetros de pobreza extrema viven en Asia. Los pobres de África componen tan solo una tercera parte de ese número.

Si analizamos la tendencia de los datos anteriores, podemos hacer una proyección de cómo será el nivel de pobreza en los próximos 15 años. Las progresiones presentadas nos indican que el objetivo global de eliminar la pobreza extrema en Asia puede ser sostenible, si se mantiene o si se incrementa el ritmo.

No obstante, es necesario hacer una investigación más profunda respecto a la tendencia de reducción de la pobreza en los países de América Latina. Es posible que estos países encuentren dificultades a la hora de ejecutar las acciones propuestas para lograr el reto por cuenta de divergencias (internas y externas) o bien por disponibilidad y gestión de adecuada de recursos que están más allá del consenso.

Si bien los países africanos representan la menor parte de la pobreza en el mundo comparados a los demás, se puede intuir que serán los que más tardarán en dejarla.


Referencias Bibliográficas:

BANCO MUNDIAL (1990). Informe sobre el desarrollo mundial. La pobreza, indicadores del desarrollo mundial.

LIVI-BACCI, M. (1995). Pobreza y dinámica demográfica. Revista de Economía Política, Notas de Población 62, pp.115-138.


VÁZQUEZ-BARQUERO, A. (2009). Desarrollo local, una estrategia para tiempos de crisis. Universitas Forum, Vol. 1, Nº 2, Mayo.

El contenido de esta entrada fue extraído del blog MSD Idiomas Madrid, cuya autora Fernanda Medeiros trabaja como Traductora Freelance además de estar muy involucrada en temas de gestión de proyectos, nuevas tendencias de la economía, relaciones internacionales y social media.

© Escrito por Fernanda Medeiros (España/Brasil) el lunes 17/08/2015 y publicado por MSD Idiomas Madrid de la Ciudad de Madrid, España.


domingo, 11 de octubre de 2015

Los objetivos globales para 2030... @dealgunamanera...

Los objetivos globales para 2030…


Una noticia que me llamó mucho la atención esta semana fue la aprobación del borrador de la agenda del desarrollo del mundo hasta 2030. Los 193 países coinciden en 17 retos y los formalizarán en el próximo día 25 de Septiembre en la Cumbre de Nueva York.

Los objetivos están incluidos en tres principios: eliminar la pobreza extrema, luchar contra las desigualdades e injusticias y por último, encontrar soluciones para los cambios climáticos.

Empezaré a escribir sobre ellos hoy, pero veremos cada uno por separado en los siguientes posts. Analizaré la situación actual y la posibilidad de alcanzarlos en los próximos 15 años.

Antes de empezar el desglose, os comento cuáles fueron los 17 retos establecidos:

1.Eliminar la pobreza extrema

Se entiende que los países involucrados quieren extinguir los niveles más bajos de pobreza del planeta. Veremos los parámetros que los clasifican y dónde están localizados.

2.   Eliminar el hambre

Este objetivo está muy relacionado con el anterior. Destacaré los aspectos que serán tratados directamente en este reto.

3. Asegurar vidas saludables

Analizaré algunos problemas que existen en el sector de la salud y lo que puede y debe ser hecho para que sea mejorado.

4. Promover educación de calidad

Una parte importante del desarrollo de un país está relacionado a la educación. Investigaré los niveles de educación en el mundo.

5. Promover la igualdad de género

Haré un recorrido histórico, definiré el momento actual y trazaré algunas perspectivas futuras.

6. Asegurar agua potable y saneamiento

Aunque nuestro planeta sea formado más por agua que por tierra, este recurso natural y vital no llega a todas las partes. Y es fundamental que el agua sea tratada adecuadamente para el consumo bajo condiciones apropiadas. Comentaré los medios con que contamos para hacer este trabajo.

7. Aumentar el consumo de energía sostenible

Las energías sostenibles fueron desarrolladas como una medida de preservación de los recursos naturales, una vez que esos recursos son finitos. Hablaré de cómo podremos colaborar con este objetivo en nuestro día a día.

8. Promover buenos trabajos y fomentar el crecimiento económico

Quizás este reto genere muchas divergencias (sobre todo en España), porque buena parte de las acciones dependen de presupuestos y de los gobiernos. Analizaré los niveles de empleo y crecimiento económico, partiendo de una perspectiva general hacia una perspectiva particular. 



9. Invertir en innovaciones e construir infraestructuras

Muchas personas aún asocian innovaciones con las nuevas tecnologías, pero eso no es así. Aunque inciden en los avances tecnológicos, también están presentes en los demás sectores. Sobre todo, están relacionadas al área de educación, dónde se concentran los estudios y las investigaciones, dónde se descubren nuevas alternativas a las más diversas áreas. Las infraestructuras, por su vez, es tan solo el medio por lo cual transitan dichas innovaciones. Detallaré algunas nuevas tendencias de unas pocas áreas en este apartado.

10. Promover la equidad

Una medida fundamental para que todos podamos ter acceso a las mismas oportunidades. Presentaré datos actualizados sobre los progresos y las nuevas proyecciones sobre el tema.

11. Crear ciudades y comunidades sostenibles

Seguramente este objetivo está muy relacionado al de aumentar el consumo de energía sostenible, con otros detalles añadidos. Entretanto, está direccionado a localidades. Hablaré de algunas ciudades y comunidades que iniciaron este proceso.

12. Fomentar el consumo responsable

En un post anterior he escrito sobre Economía Colaborativa, que es una vertiente del consumo responsable. Profundizaré el tema y analizaré alguns resultados mediante ejemplos.

13. Combatir el cambio climático

Posiblemente es el objetivo más complejo de todos una vez que trata de crear medidas y acciones para controlar la naturaleza. Comentaré algunas medidas que ya están siendo utilizadas y su impacto en el medio ambiente.

14. Conservar los océanos

Los mares y océanos son constituyen un segundo medio de vida del planeta y cuentan con muchas especies en extinción, debido a las acciones indebidas (o accidentales) de los hombres. Expondré alguns proyectos que están siendo desarrollados en este ámbito y los resultados que han obtenido.

15. Proteger los ecosistemas terrestres

Este reto es complementar al anterior. Trata de proteger las especies terrestres. De mismo modo, presentaré alguns proyectos que vienen siendo desarrollados en el contexto y los resultados obtenidos.

16.Generar paz y justicia

Con tantos cambios, necesidades e intereses en diferentes medidas y proporciones en el mundo, el surgimiento de conflictos es inevitable. Pero estamos en el momento de fomentar el diálogo y buscar soluciones disolviendo las diferencias de una manera pacífica y justa a todos. Repasaré los últimos conflictos significativos en el mundo y las soluciones encontradas.

17. Hacer alianzas globales para las metas

En esto estamos. Uniéndonos unos con los otros, convergiéndonos en objetivos comunes que deben ser concretados hasta 2030. Mucho ha sido hecho pero aún queda mucho por hacer. En el último post, escribiré sobre alguns acuerdos existentes en el contexto de los objetivos bajo un enfoque político y económico.


Referencias Bibliográficas:


© Escrito por  Fernanda Medeiros y publicado el martes 11/08/2015 por https://mdsidiomasmadrides.wordpress.com