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lunes, 20 de agosto de 2012

Malditos y Benditos... De Alguna Manera...

Malditos y Benditos...


Bendito sea el mundial con que soñamos

Bendito cada nombre que ha sido designado

Bendito los pibes que siempre sacamos

El peso de la historia, el respeto ganado.

Maldito sean los recuerdos dolorosos

Maldita la impotencia, la injusticia que vivimos

El volvernos a casa cada uno por su lado

Las finales sin jugar y quedar en el camino.

Bendita la anestesia general a los dolores

La tristeza que curamos con abrazos

Las gargantas que se rompen por los goles

El sentirnos los mejores por un rato

Malditos los sorteos y los grupos de la muerte

Los controles sin azar que signaron nuestra suerte

Malditos los mezquinos que juegan sin poesía

Los que pegan, los que envidian, los que rompen y lastiman.

Bendito sea el orgullo con el que entramos a la cancha

El potrero y la pelota no se manchan

La tv que repite la gambeta

Inflar las redes de los otros, inflar el pecho de los nuestros

Merecer la camiseta.

Los turistas, los cronistas, los sponsors, los amigos, el himno y las mujeres siguiendo los partidos

Bendita las cábalas que dan resultado

Las risas y el llanto que guardaremos tanto

Y bendito ese momento que nos regala el fútbol

De poder cambiar nuestro destino

Y sentir otra vez y frente al mundo

¡¡¡Lo glorioso y lo groso de ser argentino!!!

jueves, 9 de agosto de 2012

El otro fútbol... De Alguna Manera...

Delicias del otro fútbol, el olvidado…

“Encontré un fútbol que creí que no existía”, dice Federico Peretti, director de la película que se estrena hoy. Pequeñas personas con historias grandes.

Existe. Hay que buscarlo. En categorías como la C o la D o en las ligas del interior del país. En las tribunas de madera. En las canchas ubicadas entre montañas. O en aquellas que el frío y la nieve hace que parezca más una pista de hockey sobre hielo que un campo de juego. En cada uno de esos jugadores, técnicos o árbitros que lo hacen por pasión, por amor al deporte. Porque la plata se la ganan arriba de un colectivo, curando pacientes en un hospital, manejando un taxi o levantado paredes en una construcción. También se lo puede encontrar en la honestidad de esos dirigentes que ponen plata en vez de llevársela. Es real. En Argentina, hay otro fútbol.

“Es la mirada de este fútbol un poco olvidado que uno no le da tanta bola porque en los grandes medios no hay espacio”, explica Federico Peretti, el director de El otro fútbol, el documental que se estrena hoy. Y agrega: “Me encontré con un fútbol que yo pensaba que no existía. Que ese espíritu amateur de jugadores que juegan por amor a la camiseta se había abandonado”. Para verlo, hay que buscarlo.

Cuarenta y ocho mil kilómetros en avión, en colectivo o, en su mayoría, arriba de un auto que coleccionó multas varias. De la Quiaca a Ushuaia y de Corrientes a San Juan. Tres años de trabajo. De fines de semana o semanas enteras fuera de casa. Y el objetivo -logrado- de encontrar, a través de historias, imágenes, sonidos y silencios, que existe otro fútbol.

“Hemos ido a clubes donde el presidente vende pollos u organiza peñas para tratar de que el club siga en pie y donde realmente juegan por el hecho de seguir perteneciendo a la sociedad y que la gente que vive ahí siga teniendo un lugar para ir el fin de semana a hacer un deporte”, cuenta a 442 Peretti.


En las ligas del interior, la rivalidad es adentro de la cancha. Afuera son todos vecinos. “Ves al árbitro que se come unas empanadas con los equipos cuando termina el partido. Todos viven en una ciudad. En el partido se matan, todos quieren ganar. Pero cuando termina el encuentro siguen con su vida”, describe el director de la película.

“Me sorprendió mucho el tema de las canchas. En Tinogasta, Catamarca, cuando no hay partido la cancha está cerrada y dejan dos caballos pastando en el medio del campo de juego. O en La Quiaca, donde es una cancha de tierra, piedras y la pelota va para cualquier lado. Y los jugadores juegan como si fuera en La Bombonera, no les importa. En Chilecito, si le pegan fuerte le pelota rebota contra una montaña que tiene 300 metros”.

Peretti, quien junto a Fernando Prieto, investigador y productor, llevaron adelante la realización de la película, asegura que la idea era “centrarnos en pequeñas personas, con grandes historias que cuenten un poquito de qué va este mundo del ascenso, rodeados de estas ligas, de estas canchas y de estos clubes”. Para poder mostrar, en la pantalla grande, que existe otro fútbol.

© Escrito por Juan Ignacio Zaccagnino y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 9 de Agosto de 2012.