La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
El
aviso A.R.A. Teniente Olivieri (A-2) y la lancha rápida A.R.A. Intrépida (P-85)
llevaron a cabo el relevo del personal en los Puestos de Vigilancia y Control
de Tránsito Marítimo (PVyCTM) en Tierra del Fuego.
Tras zarpar del muelle militar “Augusto Lasserre” de la Base
Naval Ushuaia, el aviso A.R.A. Teniente Olivieri (A-2) realizó el recambio de
personal y el reaprovisionamiento de material del Apostadero Naval “Comandante
Luis Piedra Buena” en Puerto Parry, Isla de los Estados.
Por su
parte, la lancha rápida A.R.A. Intrépida (P-85) arribó a la Estación Control de
Tránsito Marítimo “Buen Suceso” en la Península Mitre para efectivizar los
relevos de personal y desembarcar víveres y materiales. De regreso a la ciudad
de Ushuaia, personal de Balizamiento de la Base Naval Ushuaia inspeccionó la
baliza de la isla Martillo, en el Canal Beagle.
Buque
de estación
El aviso A.R.A. Teniente Olivieri (A-2), con asiento en la Base
Naval Puerto Belgrano, se encuentra cumpliendo tareas operativas como buque de
estación en Ushuaia, bajo la dependencia operativa del Comando de la Agrupación
Lanchas Rápidas y del Comando del Área Naval Austral.
Esta tarea involucra la inspección de los
puestos de vigilancia y control del tránsito marítimo. Además, la unidad cubre
guardia SAR (Búsqueda y Rescate Marítimo) en el área de responsabilidad que le
compete al Área Naval Austral, a cargo del Centro Coordinador de Búsqueda y
Rescate Ushuaia, en cumplimiento de los convenios internacionales asumidos por
nuestro país, para garantizar la asistencia marítima a cualquier buque que así
lo requiera.
Hoy por la mañana arribó al Apostadero
Naval Buenos Aires el patrullero oceánico A.R.A. Contraalmirante Cordero (P-54), cuarta
y última unidad proveniente de Francia, construida por la empresa Naval Group.
El buque fue recibido por el Ministro de
Defensa, Jorge Taiana, acompañado por el Jefe del Estado Mayor Conjunto de las
Fuerzas Armadas, Teniente General Juan Martín Paleo; el Jefe del Estado Mayor
General de la Armada, Almirante Julio Horacio Guardia; de la Fuerza Aérea,
Brigadier General Xavier Julián Isaac; y del Ejército, General de División
Guillermo Olegario Gonzalo Pereda.
También
participaron la madrina de la nueva unidad y Coordinadora del Comité de Asuntos
Ambientales y Desarrollo Humano del Consejo para las Relaciones
Internacionales, Doctora Elsa Rosa Diana Kelly; autoridades militares y del
Ministerio de Defensa; representantes de Naval Group; Diputados Nacionales;
familiares de los tripulantes e invitados especiales.
Para dar comienzo
al acto, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y se procedió a
la lectura de la Resolución de Incorporación del patrullero.
Luego, la
doctora Kelly pronunció palabras alusivas: “Quisiera agradecer a las
autoridades de la Armada por el inmenso honor, que nunca agradeceré
suficientemente, de haber asociado mi madrinazgo al nombre del Contraalmirante
Bartolomé Leónidas Cordero, un destacado y muy valiente oficial de la Marina,
un patriota y héroe del siglo XIX, cuyo nombre aparece en las etapas más
críticas de nuestra historia junto al del Almirante Guillermo Brown”.
“El cruce del
Océano Atlántico de este flamante patrullero oceánico confirma que la
capacitación y el entrenamiento para el debido funcionamiento de sus sistemas y
equipamiento ha sido todo un éxito”, expresó.
A
continuación, el Jefe del Estado Mayor General de la Armada destacó el interés
y la amplia recepción por parte de las autoridades nacionales respecto a la
necesidad de incorporar nuevos medios y la continuidad del proyecto, pese a la
emergencia sanitaria mundial que afectó gran parte del programa: “Esto demostró
una determinante y férrea decisión para posibilitar mayor presencia en nuestras
áreas de interés, custodiando los espacios marítimos y, por ende, contribuyendo
a la defensa de los intereses vitales”.
Asimismo,
resaltó la figura del Contraalmirante Bartolomé Cordero como uno de los marinos
que supo señalar el camino inicial de la Marina organizada.
Para concluir,
el Almirante Guardia también felicitó a la tripulación de la unidad por haber
completado la misión de capacitarse, alistar y conducir desde Francia al nuevo
patrullero: “Somos custodios de la soberanía e intereses de los argentinos en
el mar. Ustedes se adiestraron para tripular este moderno patrullero oceánico y
maximizar sus capacidades, permitiendo así estar listos a contribuir a la
vigilancia y control de nuestros espacios de jurisdicción”.
Por su parte,
el Ministro de Defensa se refirió a los presentes: “Concretamos un trabajo
exitoso con Naval Group, hubo una buena relación. Pero lo que queremos señalar
es que la tarea de reequipamiento, de cumplir la misión y las operaciones que
impone el Comando Conjunto Marítimo se van a desarrollar con éxito de manera
efectiva. Y esa es la principal satisfacción que tenemos”.
“Este buque
servirá para la defensa de nuestra soberanía y queremos que muestre al mundo
que la Argentina es un país que tiene una estrategia defensiva pero que esa
estrategia defensiva tiene también una capacidad disuasiva y una capacidad de
vigilancia y control efectiva de su territorio terrestre, marítimo y aéreo”,
concluyó Taiana.
Para finalizar
la ceremonia se entonó la Marcha de la Armada y las autoridades recorrieron la
nueva unidad de superficie.
El A.R.A. Contraalmirante Cordero (P-54) tendrá su apostadero en la Base Naval Mar del Plata
bajo dependencia orgánica de la División Patrullado Marítimo.
Características y funciones del OPV A.R.A.
Contraalmirante Cordero (P-54)
El A.R.A.
Contraalmirante Cordero (P-54) es el cuarto y último de los patrulleros
oceánicos provenientes de Francia, construido por la empresa Naval Group. El
primero fue el A.R.A. Bouchard (P-51), recibido en febrero de 2020; el
segundo el A.R.A. Piedrabuena (P-52), en junio de 2021; y el tercero el A.R.A.
Storni (P53), en diciembre de 2021.
Estas
adquisiciones se dan en el marco del “Proyecto de Recuperación de la Capacidad
de Patrullado Naval Marítimo” llevado adelante por la Armada Argentina.
Entre sus
características técnicas, se destacan el sistema de motorización optimizado y
de estabilización activo, su propulsor de proa y su adaptación a la navegación
en las frías aguas de la Antártida.
Prócer Naval
Bartolomé
Leónidas Cordero nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de agosto de 1830 y
prestó servicios en las fuerzas navales argentinas durante más de cinco
décadas.
Nombrado Jefe
del Estado Mayor General de la Armada en 1890, ocupó ese cargo hasta el día de
su fallecimiento, el 5 de septiembre de 1892.
Su actividad
estuvo siempre ligada a lo operativo, afirmando la importancia de la
preparación profesional a bordo de los buques de guerra y la necesaria
formación técnico-operativa. Desde su lugar impulsó la creación de escuelas y
la necesaria cohesión entre los hombres de mar, promoviendo la realización de
ejercicios y maniobras en el entendimiento de que las evoluciones navales
conformaban el mejor vínculo de unión entre el personal de la Marina.
Mar del Plata – Ayer por
la mañana arribó a la dársena de la Base Naval Mar del Plata la corbeta A.R.A. Granville (P-33), luego de efectivizar una nueva operación de control de
los espacios marítimos nacionales en los límites de la Zona Económica Exclusiva
(ZEE) del Mar Argentino.
La
unidad naval, dependiente de la División Patrullado Marítimo (DVPM), había
zarpado para monitorear la actividad pesquera y el tránsito de embarcaciones
por aguas nacionales. Para ello sumó a la dotación de Visita Registro y Captura
(VRC) de la unidad a personal de la Agrupación Buzos Tácticos, y un inspector
de pesca del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Durante
la navegación, el buque de la Armada Argentina concretó el control efectivo de
buques de interés en distintas zonas del Atlántico Sur, obteniendo el resultado
positivo y colaborativo de los mismos mediante comunicaciones radiales que
permitieron corroborar sus permisos de pesca, sus datos técnicos y comerciales,
y llevar a cabo un detallado registro fotográfico de cada embarcación.
En
tal sentido, el Jefe de Operaciones de la corbeta, Teniente de Navío Nelson
Preveth, destacó que “resulta de vital importancia llevar a cabo este tipo de
actividades a fin de contribuir a la protección de los recursos nacionales,
siendo esta tarea una de las principales de la División Patrullado Marítimo”.
Luego
de algunos días de escala técnica en el Puerto de Ushuaia para cumplir tareas
de apoyo logístico en el Área Naval Austral, la A.R.A. Granville (P-33) efectuó una etapa de navegación junto al aviso
A.R.A. Teniente Olivieri (A-2), la lancha rápida A.R.A. Indómita (P-86) y la
lancha A.R.A. Surubí (P-55), desarrollando distintos tipos de ejercitaciones
tácticas. Concluido esto, la A.R.A.
Granville (P-33) y el A.R.A. Teniente Olivieri (A-2)
continuaron navegando juntos hasta las inmediaciones de la zona denominada
Punta Loyola en la provincia de Santa Cruz, donde el aviso se destacó para
cumplir tareas de mantenimiento de las ayudas a la navegación, en coordinación
con el Servicio de Hidrografía Naval.
Posteriormente,
la unidad de la DVPM se destacó al límite de la ZEE, donde continuó sus tareas
de monitoreo y control de los espacios marítimos jurisdiccionales. Luego de
varias semanas operando para contribuir al resguardo los recursos nacionales en
el mar, la corbeta A.R.A. Granville (P-33) ingresó a la dársena de la Base Naval Mar del Plata
culminando su misión, siendo relevada por otro buque de la Armada en el mar.
Al
respecto, su Comandante, Capitán de Fragata Manuel Alejandro Lazarte, expresó:
“El balance de esta navegación fue sumamente positivo; permitió a la dotación
de la corbeta A.R.A. Granville (P-33) consolidar su adiestramiento de todos los conjuntos
operativos a nivel individual y grupal, con énfasis en las tareas de control de
los espacios marítimos. Este tipo de navegaciones representan algunas de las
actividades que realizamos en forma continua con las unidades de la División de
Patrullado Marítimo pertenecientes al Área Naval Atlántica”.
Al
tomar puerto, y sin mediar pausa de por medio, la corbeta inició un nuevo
alistamiento con el objetivo de regresar al mar a la brevedad, en respuesta al
plan anual del Comando del Área Naval Atlántica.
Adiestrarse
en el mar
También
durante la navegación, la dotación de la corbeta pudo llevar a cabo su
adiestramiento individual de unidad mediante diversos niveles de instrucción de
acuerdo al plan de adiestramiento anual establecido por el comando superior.
Con
condiciones climáticas y marítimas variadas, la A.R.A. Granville (P-33) recreó a bordo situaciones con niveles de
complejidad diferentes, motivando el desarrollo de distintos roles como control
de averías; lucha contra incendios; abandono de la unidad; maniobras de rescate
de hombre al agua; maniobras marineras generales y rol de combate.
También, y con
especial énfasis dada sus funciones como parte de la DVPM, la corbeta
incrementó su adiestramiento en procedimientos de VRC, para lo cual la dotación
especializada de buzos tácticos embarcada en la unidad transmitió sus
conocimientos y experiencias al grupo VRC propio de la unidad, bajo una
hipótesis de interceptación marítima.
En
dicho marco, el personal trabajó técnicas de aproximación con botes a un buque
de interés; seguridad y desplazamiento a bordo; manejo de armamento liviano con
tiro efectivo; combate cuerpo a cuerpo; e interacción con tripulaciones
cooperativas y no cooperativas.
El
Jefe de Armamento de la A.R.A. Granville
(P-33), Teniente de Navío Germán Arbizu,
explicó que “el adiestramiento de VRC es necesario para que el personal
adquiera las destrezas necesarias relacionadas con las tareas que realizarán
para contribuir en la protección de los recursos nacionales y las leyes
internacionales estipuladas bajo el marco legal de la CONVEMAR (Convención del
Mar)”.