domingo, 22 de marzo de 2015

Huracán 4 vs. Argentinos Juniors 0... De Alguna Manera...

El bicho no pica…


Huracán venció por cuatro a cero a Argentinos Juniors en el Estadio Tomas Adolfo Ducó por la sexta fecha del Torneo de Primera División del Fútbol Argentino.

No le toquen el orgullo, no quieran lastimarlo. El globo parece haber renacido y demostrar por qué logró lo que logró en el último año. En un primer tiempo soñado se llevó una ventaja importantísima que concretó desde el comienzo del partido. Para esto fue fundamental la presencia de un socio ideal en el ataque como Edson Puch; la calidad, el dominio y la simpleza de Patricio Toranzo; la vuelta de dos grandes jugadores como Luciano Balbi y Lucas Villarruel, fundamentales en este esquema y la eficacia de Ramón Ábila.

Si bien a los veinticinco segundos de juego Balbi evitó una caída en el arco propio, Ramón Ábila fue el encargado de convertir en el arco rival. A los cuatro minutos una pared entre Toranzo y Federico Mancinelli por derecha culminó con el centro a ras del suelo y el anticipo del cordobés para abrir el marcador.

A lo largo de toda la primera etapa Huracán dominó, recuperó la pelota de manera rápida y estuvo adelantado en buena parte del campo. Sin embargo, de la mano de Lautaro Rinaldi en el ataque del “Bicho”, el equipo visitante encontró muchas opciones. Fue así como promediando los veinte minutos, Argentinos acorraló al local sin ideas claras pero con intención. En la cabeza de Matías Giménez estuvo la más clara, luego de un centro de Cristian Álvarez pero se fue cerca del palo derecho custodiado por Marcos Díaz.

De todas maneras, a los 28 y 32 los de Parque Patricios estiraron la ventaja. El “Pato” Toranzo se puso el título que más le gusta. El de creador, de armador, de organizador y amo del medio campo. Picó la pelota por arriba de toda la defensa para Ábila y con un movimiento, “Wanchope” descartó a Luis Ojeda y remató paralelo a la línea para encontrar a Franco Flores que intentó sacarla pero nada puso hacer decretando el dos a cero. La misma fórmula pero con actor más tuvo el tercero. Toranzo abrió para Puch y el chileno en un centro elegante y simple se la puso en la cabeza a Ramón Ábila para establecer una nueva caída del arco rival con un potente cabezazo.

La segunda parte sólo sirvió para el deleite y el disfrute del pueblo quemero. Huracán fue más, tomó las riendas del partido y rebajó a un Argentino Juniors que venía invicto a su mínima expresión. Hasta se dio el gusto de convertir un gol más para sellar una victoria rejuvenecedora, que le da vida, aire y desarticula mucho.

A los 17 minutos de la mano de Ramón vino el cuarto y el tercero en su cuenta personal, una habilitación de Federico Vismara le dio la posibilidad de conseguir su hat-trick.

Huracán: 4

Marcos Díaz, Federico Mancinelli, Hugo Martín Nervo, Eduardo Domínguez, Luciano Balbi, Lucas Villarruel, Federico Vismara, Alejandro Romero Gamarra, Patricio Toranzo, Edson Puch, Ramón Ábila. DT: Néstor Apuzzo

Argentinos Juniors: 0 

Luis Ojeda; Franco Flores, Patricio Matricardi, Nicolás Freire y Rinaldo Lenis; Emiliano Agüero, Gaspar Iñiguez, Cristian Álvarez, Matías Giménez; Federico Gallego y Lautaro Rinaldi. DT: Néstor Gorosito

Cambios: Luciano Cabral por Agüero; Gonzalo Castillejos por Lenis (AJ)

Goles: PT 4′ Ramón Ábila (H); PT 28′ Franco Flores -en contra- (H); PT 32′ Ramón Ábila (H); ST 17′ Ramón Ábila.

Árbitro: Fernando Echenique

Estadio: Tomás A. Ducó.

© Escrito por Rodrigo da Silva el domingo 22/03/2015 con fotos de Daniel Méndez y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán.


 
  Los goles...


 Argentinos por Argentinos... Club Atlético Huracán - Néstor Apuzzo




Hackear es un Placer... De Alguna Manera...

Contratar un hacker para un delito es rápido, fácil y barato…

Hackers. Los pedidos más comunes son el password del correo electrónico o del Facebook de familiares, pareja o socios. Foto: Cedoc

Conseguir el password del e-mail o de Facebook y Twitter de familiares, socios, o de la pareja son los pedidos más comunes de este fenómeno.

En Argentina conseguir los servicios de un hacker y encargarle un trabajo ilegal es extremadamente fácil. Para entrar al e-mail del hijo, violar el Facebook de un socio, el Twitter de un competidor o “voltear” el blog de una ex, basta con buscar unos minutos por internet, elegir un “proveedor” y, tras pagar una cifra de alrededor de US$ 30, sentarse a esperar el resultado. Sin embargo, según los expertos, éstos pueden inútiles e incluso riesgosos para el contratante.

“Los servicios más solicitados son contraseñas de correos para espiar a parejas, hijos, empleados y socios”, le contó a Perfil, vía mail, un hacker que aceptó el reportaje. “También nos piden bloquear ciertas páginas web, espiar conversaciones de WhatsApp, conseguir passwords de Facebook o de otras redes similares”.

Otro de los oferentes de este tipo de acciones con el que se contactó este diario agregó: “Si bien lo que más nos piden es acceder a redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram de otras personas; también recibimos muchos encargos para hacer cambios de notas en sitios de universidades o de escuelas”.

Por otra parte, uno de los entrevistados –que dio indicios de tener la base en Perú– detalló que integra un equipo de hackers de diversas partes del mundo y comentó: “Tenemos un promedio diario de diez clientes que nos llegan desde Argentina”.

Los interesados encaran una contratación rápida. Según explicó Hackers a tu Servicio, la negociación es simple: “Una vez acreditado el pago, pedimos los datos del servicio que desean. Como tenemos cientos de encargos diarios, nuestra respuesta puede demorar de 1 a 3 días. Y si alguien duda de nosotros, le comento sobre la gran reputación que tiene nuestra página, ya que estamos trabajando desde 2012 y no van a encontrar una sola queja sobre nuestros servicios”.

Riesgos. Lo particular es que este tipo de “contratos” es absolutamente ilegal. “Según la ley penal argentina, quienes encargan esas acciones podrían ser considerados “partícipes necesarios” de diversas figuras. Y la Ley 26.388 prevé penas que van de 15 días a 6 meses de prisión, aunque son delitos excarcelables”, detalló Daniel Monastersky, experto en derecho informático. “Además –agregó– pueden configurarse otros delitos, como suplantación de identidad, fraude o calumnias”.

Pero Monastersky también aclara: “Lo que vemos todos los días en la práctica es que en la sociedad hay un enorme desconocimiento sobre el hecho de que entrar a una cuenta de e-mail ajena o interferir en la red social de otro es un delito”.

Razones. Según el experto en seguridad Gabriel Zurdo, director de la consultora BTR Consulting –especializada en Ethical Hacking y auditoría digital–, las razones del aumento de esta oferta son varias: “Estos servicios se ofrecen porque realizarlos es fácil gracias a que los programas que facilitan ese tipo de ataque se han masificado. Además, se volvieron muy simples de usar, incluso por parte de gente que no tiene conocimientos profundos de informática”.

Zurdo detalló: “Tenemos muchos clientes que nos comentan haber pasado por esa experiencia, y el 80% de las veces quien concreta ese pedido ilegal termina siendo estafado: paga y no recibe nada”.

Incluso el interesado puede pasar de victimario a víctima, tal como le explicó a Perfil Sebastián Bortnik, gerente de investigación en ESET, una organización dedicada a seguridad digital. “Como se están contratando servicios prohibidos, en un mercado ilegal, no hay ninguna garantía para exigir resultados. Y es bastante usual que quien lo encargue termine siendo estafado. Por ejemplo, vimos casos en los que hackers truchos le daban al cliente evidencias falsas de sus “logros”.

Bortnik da otra razón para desconfiar de estas ofertas: “Los realmente expertos en estas temáticas se dedican a hackear en forma silenciosa a grandes corporaciones, por cifras millonarias. O trabajan en la seguridad informática legal, asesorando en ‘hacking ético’, a empresas que buscan mejorar su seguridad”.

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© Escrito por Enrique Garabetyan el sábado 21/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Esta nota no alienta en absoluto ningún tipo de hackeo, el cuál es un hecho penado por la Ley Argentina.


 Hackers. Los pedidos más comunes son el password del correo electrónico o del Facebook de familiares, pareja o socios. Foto: Cedoc


Hackers. Los pedidos más comunes son el password del correo electrónico o del Facebook de familiares, pareja o socios. Foto: Cedoc 


Hackers. Los pedidos más comunes son el password del correo electrónico o del Facebook de familiares, pareja o socios. Foto: Cedoc

 En EE.UU. Hacker List, la página más popular en este tema. Foto: Cedoc

Hackers. Los pedidos más comunes son el password del correo electrónico o del Facebook de familiares, pareja o socios. Foto: Cedoc 


sábado, 21 de marzo de 2015

El niño que pudo hacerlo... De Alguna Manera...

El niño que pudo hacerlo…


Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría.

Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.

Golpeó, golpeó y golpeó hasta que con-siguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo.

A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos.

Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.

-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.

Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.

-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.

-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.

-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

© Fuente: Eloy Moreno. Adaptación de un cuento popular. Incluido en “Cuentos para entender el mundo”. Puedes conseguirlo firmado y dedicado aquí: