martes, 25 de junio de 2013

Indignados... De Alguna Manera...


Los “indignados” nacieron en España y se expandieron por el mundo…

  


El movimiento que nació de manera espontánea en Madrid se extendió por más de 50 ciudades españolas y sus reclamos fueron reproducidos en 900 ciudades de 82 países.

Entre los cientos de personas que el domingo 15 de mayo concurrieron a la Puerta del Sol, en el corazón de Madrid, para manifestarse por los efectos de la crisis, seguramente muy pocas se imaginaron que ese sería el punto de partida de un movimiento cuyas protestas trascenderían fronteras hasta llegar a más de 900 ciudades en 82 países.

Con consignas como “lo llaman Democracia y no lo es” o “que no nos representan”, los manifestante reclamaban cambios en el sistema económico y político.

En ese momento el 21% de la población española estaba sin empleo y esa cifra ascendía a 44% en los menores de 25 años. En total, unas 4,9 millones de personas no tenían trabajo, lo que convertía a España en el país con la tasa de desempleo más alta entre las naciones de la Eurozona.

Integrantes del movimiento “Democracia Real Ya!”, uno de los convocantes a la protesta, afirmaron desde el principio que los manifestantes no representaban a ningún partido político y que reclamaban que “la política se limpie de corrupción”.

También exigían la modificación de la ley electoral para terminar con el “bipartidismo”, en referencia a los dos grupos políticos que desde 1982 se sucedieron en el gobierno: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el conservador Partido Popular (PP), al que pertenece el flamante presidente Mariano Rajoy.

Al igual que en la llamada “Primavera Árabe”, la convocatoria a las manifestaciones se realizó a través de las redes sociales y atrajo en su mayoría a jóvenes, que fueron bautizados con el nombre de “indignados”, mientras que el movimiento recibió el nombre de “15M” y “Spanish Revolution” en las redes sociales.

Con el paso de los días estas protestas, que surgieron de manera espontánea, comenzaron a organizarse a través de la creación de diferentes comisiones y las manifestaciones se transformaron en una multitudinaria acampada que culminó un mes después. El 14 de junio los manifestantes abandonaron la Puerta del Sol, pero con la consigna de que continuarían las movilizaciones.

Cumplieron.

Esta protesta desembarcó en al menos 52 ciudades españolas, donde sus propios “indignados” realizaron manifestaciones o se instalaron en acampadas.

El desencanto también llegó a París, Roma y Atenas; algunas de las primeras ciudades fuera de fronteras a las que se extendieron estas protestas.

Incluso en otro continente, y a más de cinco mil kilómetros de distancia de la Puerta del Sol, se reprodujo con fuerza este movimiento.“Ocupy Wall Street” comenzó con sus acciones en este centro financiero mundial a mediados de setiembre para reclamar contra la corrupción, la codicia y los recortes en el presupuesto del gobierno federal estadounidense y también se extendió a decenas de ciudades, logrando miles de adeptos.

Desde Madrid hasta Nueva York, pasando por Hong Kong, Sidney e incluso en ciudades de Brasil, los “indignados” se manifestaron el 15 de octubre contra la crisis económica y el sistema financiero en 951 urbes de 82 países. Algo impensable para los cientos de manifestantes que aquel 15 de marzo se congregaron en la Puerta del Sol.

© Publicado el miércoles 21/12/2011 por http://especiales.elpais.com.uy/anuario2011


lunes, 24 de junio de 2013

Testimonio de una realidad marginada… De Alguna Manera...


Testimonio de una realidad marginada…

Fotografía tomada en el año 2010 en Lomas de Zamora. Foto: Valerio Bispuri

El reconocido fotógrafo romano recorrió cárceles y zonas devastadas por la miseria en América Latina a lo largo de diez años. En su reciente visita a la Argentina, reflexionó sobre cómo aquella experiencia, más antropológica que estética, marcó su trabajo.

El romano Valerio Bispuri se define como un fotógrafo "di pancia", es decir, visceral. Ganador del premio Sony World Photography Awards 2013 en la categoría Contemporary Issues, desde su primer contacto con la Argentina en 2001, vuelve incesantemente a nuestro país. Esta vez, su visita estuvo relacionada con un programa dedicado a su trabajo en la Argentina para el canal italiano Sky Art. Además, brindó una conferencia en la Universidad Nacional de Avellaneda.

Las fotografías de Bispuri son testimonios y crónicas que no sólo describen la objetividad de un mundo inaccesible. Bispuri registra con su oficio un mundo mil veces fabulado por poco conocido, mientras exhibe sus miserias a la vista. A veces el extranjero es el más perseverante, el que mira con la distancia necesaria y, al mismo tiempo, se acerca como ningún protagonista al hecho. "Sentí la necesidad de contar América Latina desde un aspecto revelador de su realidad, como en una especie de homenaje más que por una vocación de denuncia, aunque ésta se volviera inevitable por la fuerza del registro al inmiscuirse en la precariedad de la vida", afirma en diálogo con adncultura . No lo seduce lo mórbido sino que lo desafía la "terribilitá" pasmosa de los cuerpos y gestos vitales tanto como sus intensidades.

El fotógrafo que recorrió durante diez años setenta y cuatro penales de todo el continente posa su mirada en los escondites donde la ley mayor deja sus huecos: en las prisiones y en los efectos del paco, en los paraísos artificiales de la precariedad. Dice que ama a Nietzsche como pensador, aunque señala que no comprende la sentencia "No hay hechos, sólo interpretaciones". Sus fotografías no cuestionan lo real ni desestiman los hechos: la cámara es el ojo de sus vísceras donde se revuelca la historia. El efecto de algunas de sus fotos es brutal como colección de gestos que nos conecta con las pasiones humanas y sus bordes más filosos. La suya es una cámara que no soslaya la ficción de cualquier punto de vista aunque se inmiscuye en los infiernos vitales sin la pretensión del arte.

Su ojo es socio del azar y de lo imperfecto. No se fascina con el exotismo del horror sino con la imagen como crónica, proverbio o máxima. "Entendí que en la cárcel había algo escondido, aparte de encerrado. Había que mostrarlo porque nada iguala la evidencia y la fuerza de una imagen, aunque un comentario reciente me hizo percibir que la fotografía que me convoca se parece al trabajo de un antropólogo o de un etnólogo."

Bispuri hace registros como sentencias que interpelan de manera directa; sus imágenes parecen querer aproximarse a una batalla perdida de antemano, pero muestran aquello respecto de lo que las palabras dicen poco y mal en relación con la fuerza sintética de lo visible. Reconoce que la fotografía descarnada no produce necesariamente misericordia, sino el goce fatuo del hombre visible. No se trata de recomponer de forma moral lo que la vida contemporánea descompone en sus márgenes apartados de la vista.

El fotógrafo logró entrar en las redes del paco al entablar vínculos con familias y organizaciones que dedican su vida a una lucha cotidiana y desigual. "Me enteré de la existencia del paco en 2003 y soy pesimista sobre lo que se pueda hacer con él, porque creció de forma exponencial, incluso más allá de las fronteras argentinas. Se expandió hacia sectores medios calando en el nervio social. Es una red de complicidades muy poderosa que involucra a familias, bandas de narcos, policías y políticos."

Las rutinas, la intemperie, los rostros transfigurados, los espacios semi abandonados, la impudicia de los cuerpos reposan no sin incomodidad en el reverso oscuro de los Estados como su parte maldita. Tal vez, los restos mismos del capitalismo son los que quedan congelados en la imagen fotográfica como su tierra baldía. Bispuri denuncia menos de lo que describe, aunque su trabajo sobre el paco dio a conocer sus redes a las organizaciones internacionales con la expectativa de involucrarlas en la lucha local.

Alguien que busca lo real resulta a veces indiferente ante los problemas de la estetización de la miseria o de la distancia justa respecto de los hechos. Tampoco cree en la autenticidad ingenua de la fotografía preproducida, ni en el golpe bajo como estrategia de mercado.

Bispuri cuenta la siguiente anécdota ocurrida en un penal de Mendoza: "Para lograr entrar tuve que convencer al director y a los guardias. El director me dijo que era muy peligroso y me hizo firmar un papel donde se aclaraba que entraba sin custodia y bajo mi responsabilidad. Apenas me encontré con los detenidos les hice un planteo muy diferente del que ofrecí a las autoridades. Les dije: 'Ellos me aseguraron que ustedes me harían daño, así que yo les propongo una cosa, mientras me cuentan sus experiencias en este lugar yo registro aquello que ustedes quieran denunciar'. Me acompañaron durante todo el trabajo en el lugar, que estaba en condiciones inhumanas. Los detenidos lo tomaron como una victoria ante los guardias y el director y me alentaron a que hiciera visible el problema".

Su cercanía y vinculación con la mayoría de las cárceles del continente le devolvió una perplejidad: "Lo que más me impresionó de la experiencia en las cárceles es el amor por la vida que se respira. A pesar de la situación de cada uno, de las condiciones deplorables de muchos de los establecimientos y la crueldad innegable, la mayoría de los detenidos se aferran a la vida, reproducen afectos cotidianos: el mate, el fútbol, las charlas políticas, el estudio, las fiestas..." Un amor que no excluye violencia, pero que destina, para la mirada del extranjero, la diferencia de nuestra precariedad con la racionalidad del Primer Mundo.

© Escrito por Ariel Pennisi y Adrián Cangi el viernes 14/06/2013 y publicado en el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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Cárceles de Sudamérica…






La Corrupción según Carta Abierta...


Discutiendo con Ricardo Forster: ¿Existe la corrupción K para Carta Abierta?...


Ricardo Forster es integrante del colectivo oficial “Carta Abierta”, desde donde se intenta dar un cerco discursivo a la gestión de Cristina Kirchner. Para los integrantes de esa agrupación, lo que ha hecho el kircherismo es casi una epopeya, sin fisuras, sin nada que rever.

La corrupción es apenas un esbozo de golpismo y las denuncias contra los funcionarios K son un intento fugaz de volver con “las botas” a Balcarce 50. Nada nuevo bajo el sol.

No soy un tipo necio, soy de los que reconocen algunos de los logros de este gobierno, como la conformación de la Corte Suprema de Justicia o el avance sobre los dictadores de los años 70.

Sin embargo, ello no obnubila mi criterio periodístico a la hora de observar el preocupante nivel de corrupción que embebe a ciertos funcionarios que se encuentran en el “corazón” del modelo.

Las pruebas de ello abundan: ¿Quién duda de la culpabilidad de un Ricardo Jaime, un Aníbal Fernández o de un Amado Boudou? Y ello obliga a otra pregunta: ¿Por qué el oficialismo de turno se permite la existencia de esa clase de funcionarios?

Volviendo a Forster, tuve la oportunidad de entrevistarlo el pasado sábado en el programa que conduzco, “Políticamente incorrecto”, que se emite por MDZ Radio. Allí, el filósofo se mostró molesto por el hecho de que le pregunten por la corrupción en el seno del kirchnerismo y nuestra charla terminó de manera pastosa, incómoda, infructuosa.

“Yo reconozco los logros del gobierno si quiere, pero usted reconozca la corrupción”, le dije.

No tuve suerte. Forster insiste en que todo señalamiento se trata de un show mediático que está a la altura del golpismo contra Cristina.

-“Lea nuestra carta número 13”, me dijo.

-“Ya la leí”, respondí. Y es absurdo lo que allí se sostiene.

El diálogo radial merece ser escuchado, porque muestra a las claras cómo se puede ser necio sin recurrir más que al discurso.

Todo es relativo, según Forster y sus “colegas” de Carta Abierta, todo es opinable. No es que Boudou es corrupto y no puede justificar cómo hizo su fortuna, sino que ello debe valorarse según el cristal con el que se lo mire.

Suena absurdo, claro que sí, pero es lo que dice este filósofo, a quien respeto a pesar de todo. No pierdo la fe de que alguna vez pueda caer en la cuenta de su error. Mientras tanto, me conformo en volver a escuchar una y otra vez este diálogo inconducente, pero diálogo al fin. Un regalo para ustedes, caros lectores:


© Escrito por Cristian Sanz el lunes 24/06/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.