lunes, 14 de marzo de 2011

Hay que Sembrar Memoria para que no Crezca el Olvido... De Alguna Manera...

Hay que Sembrar Memoria para que no Crezca el Olvido...


Edgardo Antonio Vigo (La Plata, Provincia de Buenos Aires, República Argentina. 1927 - 1997)
Xilógrafo, poeta visual, artista conceptual, editor, constructor de "objetos inútiles" y "máquinas extrañas", innovador constante, practica y difunde en nuestro medio el arte correo.
Egresa de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de La Plata a comienzos de los años 50 y, en 1953, es becado a Francia en donde conoce al artista venezolano Jesús Rafael Soto y entra en contacto con la vanguardia mundial. En 1954, de vuelta al país expone objetos de madera que requieren la manipulación del público.
Como editor publica en La Plata, de 1958 a 1960, la revista-objeto WC, además de las revistas dedicadas a la poesía visual Diagonal Cero -28 números entre 1962 y 1968- y Hexágono 70 -13 números trimestrales desde 1971-. Edita también Nuestro Libro Internacional de Estampillas y Matasellos, con sellos y matasellos originales de artistas de todo el mundo. Estas publicaciones son consideradas hoy ejemplos del género conocido como libro de artista.
En 1965 exhibe sus irónicas máquinas inútiles, que venía realizando desde 1957, como el Palanganómetro mecedor para críticos de arte y la Bi-tri-cicleta ingenua/con ruedas cruzadas incapaces de girar (1961). En 1967 se editan en Francia sus Poemas matemáticos barrocos y al año siguiente Poemas matemáticos incomestibles.
El 25 de octubre de 1968 realiza su primer señalamiento titulado Manojo de Semáforos, proponiendo una acción creativa sobre el semáforo ubicado en la esquina de las avenidas 1 y 60 de la ciudad de La Plata.
En 1969 presenta su film Blanco sobre blanco: homenaje a Kasimir Malevich y organiza en el Instituto Di Tella la exposición internacional Novísima Poesía/69, primera muestra de este tipo realizada en Argentina con poetas visuales y fónicos de 15 países. De este año también son sus Poemas (in)sonoros. Un disco para mirar, editados por su sello Diagonal cero.
Desde mediados de los '60 desarrolla diversas prácticas de arte conceptual, tendencia de la que es importante propulsor. Haciendo énfasis en las cualidades autorreferenciales de sus obras, promueve una ambigüedad de sentidos, quedando al espectador la opción de su elección final, actuando así como co-autor de la misma.
A comienzos de los años 70 se incorpora al circuito del arte correo, manteniendo su práctica constante en toda su vida. El proceso de la enfermedad que conduce a su fallecimiento es uno de los temas que, con un punzante humor negro, aborda por este medio.
Durante la última dictadura militar desaparece uno de sus hijos, Abel, que introduce en su obra con el apelativo de Palomo. Desde entonces aprovecha sus contactos con el exterior para difundir los delitos de lesa humanidad de la dictadura. En 1974 realiza Trelew, referida a los asesinatos ocurridos en la cárcel de la ciudad homónima en 1972. Algunas de sus creaciones acompañan las movilizaciones de la Madres de Plaza de Mayo, como su poema visual colectivo "Sembrar la memoria, para que no crezca el olvido" (1995).

En 1991 se organiza una retrospectiva de su obra en la Fundación San Telmo de Buenos Aires. En 1994 integra el envío argentino a la XXII Bienal de San Pablo, Brasil, junto a Libero Badii y a Pablo Suárez, y realiza la exhibición 1954-1994 en la Fundación de Artes Visuales de La Plata.
En 1997 hizo una presentación individual en el ICI (Centro Cultural Español en Buenos Aires) y su obra es incluida en la Primera Bienal del Mercosur de Porto Alegre, Brasil.
En 2003 se realiza una exposición antológica de su obra en la Fundación Telefónica de Buenos Aires y en marzo de 2004 se edita el catálogo.
© http://www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/arteargentino/04biografias/vigo_e.php


   

domingo, 13 de marzo de 2011

Japón... Peligro Nuclear... De Alguna Manera...

¿Qué podría conllevar el accidente nuclear en Japón?...

Planta nuclear Fukushima-1. Japón.

Carlos Bravo, responsable de la Campaña de Energía de Greenpeace España realizó un exhaustivo análisis de la situación actual en Japón considerando los riesgos, los alcances y consecuencias del accidente nuclear. Lo compartimos con ustedes.

“Desde Greenpeace, queremos, en primer lugar, expresar nuestras condolencias a los familiares de las víctimas del terrible terremoto que ha sufrido Japón.

Estamos profundamente preocupados por las posibles consecuencias que el terremoto y el tsunami puedan tener sobre la seguridad de las instalaciones nucleares de Japón, así como de otras industrias peligrosas como las refinerías de petróleo o fábricas de productos químicos, y sobre sus potenciales efectos sobre la salud pública y el medio ambiente.

La situación en varias centrales nucleares, en especial en la de Fukushima-1, es muy preocupante. Catorce centrales nucleares situadas en la costa noreste de Honsu, la isla principal de Japón, están cerradas, probablemente muy dañadas todas ellas, como consecuencia del terremoto de ayer, de magnitud 8,9 en la escala de Richter. Las centrales japonesas, un país con requerimientos muy estrictos en cuanto a resistencia a riesgos sísmicos, estaban diseñadas para soportar como máximo terremotos de intensidad 7,5. La fuerza del que asoló ayer Japón es más de 10 veces superior.

Al iniciarse el terremoto, esas centrales nucleares fueron llevadas a situación de parada. Pero, y este es uno de los inconvenientes de una tecnología tan peligrosa como la nuclear, el riesgo de sufrir un accidente no acaba ahí, puesto que incluso con la central parada, el combustible nuclear sigue activo, sigue habiendo reacciones nucleares que, además de radiactividad, generan mucho calor. Aún en situación de parada, es necesario seguir refrigerando el núcleo del reactor, el combustible nuclear, durante muchas horas, para evitar un accidente nuclear.

Los sistemas de refrigeración de emergencia del núcleo del reactor funcionan con electricidad. Pero el terremoto afectó al suministro eléctrico externo de las centrales de Fukushima-1 y 2 (al menos, de estas dos), dejando a éstas sin aporte eléctrico, lo que se llama en la jerga nuclear un station black-out. En ese caso, tendrían que haber entrado en funcionamiento inmediatamente los generadores diesel de emergencia de la central. Pero estos, quizá por efecto del terremoto, no funcionaron. Entonces, empezó la cuenta atrás.

El combustible nuclear, sin ser refrigerado activamente, empezó a sobrecalentarse. El agua en el interior de la vasija del reactor empezó a evaporarse, el vapor a aumentar la presión del interior de la vasija, el combustible a quedarse al descubierto, sin agua que lo enfriase. Es el principio de un LOCA (Loss of Coolant Accident), el accidente por pérdida de refrigerante, el peor que se puede dar en una central nuclear. De esos que, según la industria nuclear, nunca pueden ocurrir.

Las primeras horas son críticas, si no se actúa se puede llegar a una situación de fusión del núcleo (cuando las varillas metálicas que encierran las pastillas de combustible de uranio se derriten, funden y se mezcla todo con el altamente radiactivo combustible nuclear) y entonces se liberan en gran cantidad los isótopos radiactivos que hay en el combustible. Fukushima-1 es un reactor como el de Garoña (Burgos), con un pésimo sistema de contención.

Ante la ausencia de suministro eléctrico externo queda algún sistema de mucha menor capacidad que funciona con aporte de baterías propias. Con ello, por ejemplo, tratarían de usar el agua del condensador para refrigerar el núcleo, para ganar algo de tiempo, mientras esperaban generadores diesel que iban a traer los militares norteamericanos. Pero esa maniobra tiene un efecto muy limitado y no logró revertir la situación. Las horas pasaban y el combustible nuclear se estaba quedando al descubierto, al menos parcialmente, sin agua a su alrededor: la temida fusión del núcleo.

Al aumentar la temperatura, se incrementaba la presión en el interior de la vasija. Así los responsables de la central y, se supone, las autoridades niponas, decidieron abrir las válvulas de alivio y soltar vapor radiactivo al la atmósfera exterior para rebajar la presión, con idea de evitar un desastre mayor. De estos hechos ya no cabe duda. Hasta el Consejo de Seguridad Nuclear español (CSN) ha reconocido hoy que en la central nuclear de Fukushima-1 se forzó deliberadamente el escape a la atmósfera de gases contaminados radiactivamente procedentes del reactor. Los niveles de radiación en la zona se han elevado, según fuentes, entre 300 y 1.000 veces por encima de lo permitido. Hubo que ordenar evacuar a la población, 45.000 personas.

Evidentemente, cualquier cantidad de radiación que se libere a la atmósfera pone en riesgo la salud de las personas de la zona, la salud pública y el medio ambiente. Lo que ya está claro es que en Fukushima-1 han fallado claramente las medidas de protección física diseñadas para aislar la radiactividad del medio ambiente.

Además, una explosión en la mañana del sábado en la central parece haber dañado seriamente la estructura de la contención secundaria y hay informaciones contradictorias sobre si alguna parte de la estructura se ha derrumbado.

La situación del reactor es crítica y aún no está controlada, a la hora de escribir estas líneas. La magnitud final del escape radiactivo dependerá, por supuesto, de que se pueda estabilizar el reactor, y se pueda refrigerar el núcleo. En estos momentos, parece ya claro que el accidente podría ser ya de la gravedad del que ocurrió en Three Mile Island (EE.UU.) en 1979, el segundo más grave en la historia de la industria nuclear, sólo después de la catástrofe de Chernobyl.

A pesar de todas las incertidumbres causadas por la falta de información, causada en parte por el lógico caos que vive el país pero también por el secretismo nuclear de las autoridades, nos enfrentamos a un escenario en el que podría ocurrir una liberación ingente de radiactividad del reactor Fukushima-1.

De momento, no se puede descartar que la situación pueda avanzar hacia una fusión total del núcleo de la central, como se dio en Chernobyl. Todo este proceso podría ir muy rápido o tardar varios días, dependiendo del estado del sistema de refrigeración. Las consecuencias de tal accidente sería tremendas, como ya se comprobó en el de Chernobyl.

De hecho, según parece el Gobierno japonés está ampliando la zona de evacuación hasta un diámetro de 40 kms. alrededor del complejo nuclear Fukushima Daiichi (donde está el reactor Fukushima-1 y otros 5 más), así como ha establecido una zona de exclusión de 20 km alrededor de la instalación Fukushima-Daini (con 4 reactores). Esto indica que hay una amenaza inmediata no sólo entorno al reactor Fukushima-1, sino que la situación no está del todo bajo control en los demás reactores y que podrían llegar a darse más accidentes allí también.

La incertidumbre sobre lo que está ocurriendo en las centrales nucleares de Japón impone cierta prudencia a la hora de plantearse escenarios futuros. Sin embargo, una conclusión es clara: los reactores nucleares son intrínsecamente peligrosos.
La industria nuclear nos dice que accidentes como este no pueden pasar con reactores modernos, pero hoy Japón está en medio de una crisis de consecuencias potencialmente devastadoras por culpa de la energía nuclear.

Las energías limpias de verdad, las renovables, no crean problemas de seguridad nacional. Y en caso de desastres naturales no añaden un problema más a una población ya fuertemente afectada por la fuerza de la naturaleza. La nuclear no se puede incluir, como muchos pretenden, en un modelo energético limpio, seguro y sostenible.”

Carlos Bravo, Responsable de la Campaña de Energía Greenpeace España.

© http://www.greenpeace.org.ar


viernes, 11 de marzo de 2011

David Viñas... Hasta pronto maestro... De Alguna Manera...

Un intelectual no puede ser oficialista...

Maestro de maestros en la crítica literaria argentina, habla de política, literatura y de la edición de su novela “Los dueños de la tierra” en cómic.

Un tipo de bares Viñas. Llegó media hora temprano a La Paz y buscó rápido el fumadero. La cita era para hablar de Los dueños de la tierra , que ahora se publicó en versión de novela gráfica (ver Los dueños ...) Se sentó en la única mesa libre y pidió una gaseosa, un café doble y tres medialunas. De manteca. Cuando iba mordisquear la primera se liberó otra mesa. Más grande y pegada a la ventana. Buscó la ventana Viñas. Desde allí observó la calle Corrientes, aunque sea avenida. Saludó. Lo saludaron. Y clavó su vista en los diarios. De éstos, además de la política, le preocupa que los suplementos culturales hablen tanto de Borges. Viñas fuma y se quita la boina. La charla arranca en voz alta. Es casi una entrevista pública en el fumadero, en las tinieblas de La Paz.

-¿Ya vio la novela gráfica de Los Dueños de la Tierra que acaba de publicar De la Flor?

Pensé, claro, el medio es el mensaje. Apunta a un auditorio juvenil. Son cuadritos, historietas, o como se llame. Es para un público específico. Y me tomó por sorpresa, porque hace años Piglia hizo algo parecido para la revista Fierro. Yo no me quise meter, porque es una novela que se publicó en el año 1958, viejo. Eso ya está.

-En el prólogo Kreimer, el guionista, cuenta que la escribió antes, cuando usted tenía 28 años, en 1955...

Eso no lo recuerdo exactamente, porque en realidad el relato esta muy vinculado, corrido desde ya, al recuerdo de mi padre y de mi madre.

-Claro, Vicente y Yuda (personajes de la novela) son en cierto modo ellos dos, sus padres...

Como que mi hermano nació en Gallegos, querido. Pero pasó mucho tiempo. Yo ya tengo bisnietos. En la diáspora, en California, no acá.

-Algo conozco de esa historia...

A la madre, mi nieta, Inés, la dejaron abandonada cuando se llevaron a mi hija (desaparecida). La dejaron en el zoológico, bebita. Una locura querido. La ubicaron porque tenía la cadenita. Lo ubicaron al abuelo, al pintor, Gigli. Y ahora Inés tuvo un hijo, y le puso Lorenzo (nombre de otro de los hijos de Viñas, también desaparecido).

-Qué historia…

Por otro lado mi hermano Ismael me manda una foto de su primer nieto, una maravilla el pibe, y me pone detrás de la foto que ese es Antonio, y que le dicen Tono (se ríe). Es madrileño querido. La diáspora.

-Pero allí están, sabe de ellos al menos

Mi nieta estuvo acá, hará dos años. Ella escribe en español. (risas) Yo la conozco poco a ella. No la toqué... Son mis limitaciones. Por otro lado, el hermano de su mamá, Lorenzo Ismael se llama, se llamaba... Es demasiado viejo, fue una barbaridad. Dos chicos de 20 años. Y yo estoy grande, 83 años querido.

-Pero está trabajando...

Sí, sí, pero ya no escribo. Publicamos una historia de la literatura argentina del siglo XX ya ahora sale el tomo 5, de 7. Se llama De Alfonsín al Menemato. Pero no lo he visto en muchas librerías. No se por qué.

-Hablemos de los Los Dueños de la Tierra entonces, de está versión en novela gráfica que sí está en varias librerías, dijo recién que lo sorprendía...

No quiero dar un juicio, no puedo, es como si hablaran otro idioma para mí. No lo entiendo.

-No lo seduce la posibilidad de acercarse a un público distinto, más joven, que es de algún modo la zanahoria de la editorial

Ya le digo, no se qué pasa con eso. La novela es muy cinematográfica. Y se han hecho muchas ediciones. La última en Cuba. ¡Con una tapa gauchesca! ¿En qué estaban pensando?

-Esta es una buena tapa, no le parece (le muestro una edición de Plaza & Janes, la imagen de un fusilamiento, abre el libro, mira la dedicatoria a sus hijos, resopla)

Una barbaridad querido, es muy fuerte, Página 12 nunca publicó sus fotos, ¿por qué? (se queda en silencio) A esta edición no la recordaba, me gusta la tipografía, aunque la letra es algo chica.

-La novela gráfica y las reediciones hablan de la actualidad de esta novela, escrita hace más de cincuenta años. ¿Coincidirá con eso?

Sí, es así. Entre otras cosas, es la lucha de clases. La revisé estos días, a partir de la historieta. Y hay una escena en la que torturan a Stocker, y después vienen los fusilamientos. Mucho de ese material viene de mi viejo. Porque Yo soy Soto,(Soto es uno de los obreros patagónicos en la novela) es un cuento escrito por mi viejo. Yo soy Soto. Incluso, una vez mi viejo me dijo: ese cuento me lo rapiñó Jauretche (risas). Mi viejo contaba que los dos jóvenes radicales que estuvieron con el viejo Yrigoyen cuando murió, acá en la calle Sarmiento, eran él y Jauretche.

-Y tiene particular importancia que el personaje de Vicente, como su padre, haya sido juez...

Lógico. Está en el libro. El aspiraba al consulado de París. Para zafar de la Patagonia. ¿Vos sabés lo que era la Patagonia en 1920? Podría mostrarte fotos, pero se perdieron. Y en la película, lo hacen aparecer con corbata..., no tienen idea de lo que era ese lugar, Río Gallegos, uhhhhhhhh era una aldeasa... había fotos...

-Y está la crítica a aquél gobierno, al sistema, por su inoperancia, que en la lucha de clases sabemos a quien favorece...

Le bajan la caña al viejo Yrigoyen, pero vos qué crees, ¿que era un maldito? Era como el viejo Illia, capaz de robarse una pluma. Además ya era un hombre muy mayor, tenía casi 80 años... Pensá vos que él nunca habló en público, sobra con mirar las fotos.

- Qué clase de oligarquía quiso mostrar con el personaje Brun, (inspirado en los Braun Menéndez)

Era gente muy arraigada en el sur, nuevos ricos, como los Santamaría, que eran meros comerciantes, como otros muchos inmigrantes que se enriquecieron así... Fíjese, que entre los 1880 o 1890, aparecen por primera vez los apellidos dobles. Paz, Sarmiento, Moreno, no usaban doble apellido. Mire sino a Bioy Casares, su padre firmaba Bioy.

- Estos grandes temas, ¿fueron barridos de la literatura?

Claro, hoy aparecen princesas bizantinas. Pero también he leído una gran novela sobre la guerra del Paraguay, Gálvez. Y ahí hay una separación.

-¿La denuncia social, no tiene lugar en la literatura hoy?

No. Tal vez como un rechazo frente al realismo. Qué están haciendo viejo. Hay trabajos sobre el realismo de Homero para acá. Les parecerá simplista, qué se yo.

-¿Qué otra cosa le preocupa?

El vértigo que el mercado le impuso a la cultura. ¿Cuántos Gary Cooper hay hoy, de cuántos necesita la industria para subsistir? Todo está condicionado por la aparición permanente de novedades. Quizá sea esclerosada mi perspectiva. Pero se mueven intereses fenomenales. Y hay una reacción frente a la política en general y al presunto realismo. Ahora se escribe en serie, en parte como resultado de la despolitización de literatura. Hasta Piglia escribe policiales.

-Usted se ha cansado de decir que cualquier teoría estética termina siendo, al fin, teoría política, todo lo que hablamos, ¿no desmiente esa afirmación?

Yo no lo veo así, pero quizá sean mis limitaciones. Mire, yo estoy leyendo más ensayos que ficciones. Y podría hablar de María Pía López que escribió un libro muy duro sobre Sabato y otro sobre Lugones que es excelente. Y leí un libro sobre Goebbels. Uh, qué delirio, qué locura. La mujer envenenó a sus seis hijos. Y otras cosas que nunca había leído, sobre la campaña japonesa. Estoy actualizándome sobre la Segunda Guerra Mundial, que antes se veía de manera muy anecdótica. Son libros feroces.

¿Qué temas de la actual coyuntura argentina debería asumir nuestra literatura?

Y claro, a mí me invitaron para incorporarme al grupo K. No me convencía. Pero claro, si tengo que situarme, leo La Nación, y es un diario cada vez más clerical y más reaccionario. No puede ser. Con esto no estoy diciendo que soy K, y cuando me invitaron yo propuse que el grupo de intelectuales llamara Rodolfo, por Rodolfo Walsh y Rodolfo Ortega Peña, incluso propuse una revista con ese nombre, porque un grupo de intelectuales...

¿Se refiere a Carta Abierta?

Sí. Y estoy disconforme con la elección, con los rasgos tácticos del lenguaje que emplean, no me convencen...

¿Y desde el lado ideológico?

Ya le digo, siento un gran rechazo por los mismos que ellos rechazan. Pero hace falta más análisis político. La revista y el grupo que yo propuse, debía el nombre a Walsh y a Peña. Nos juntamos acá, en el bar La Paz, mire. Dos intelectuales argentinos asesinados acá a la vuelta, viejo. Qué es K, ¿Kafka? Adhiero, pero un intelectual no puede ser oficialista. Perdón.

-Pero supongo que acepta el hecho de que sean intelectuales militantes...

Militantes sí, pero me guardo siempre un espacio de crítica.

-¿Y cuáles serían los límites para esa militancia?

Si sos oficialista tenés que hablar de fulano de tal o fulana de tal. Yo saludo su iniciativa, pero prefiero guardarme ese margen de discrepancia permanente.

-Con eso que dice, se pone en sintonía con voces tan opuestas como la de Pérez Esquivel y Beatriz Sarlo, por nombrar sólo a dos...

Bueno, Beatriz está en esa ristra, y se hace muy evidente esa cosa de sistemática oposición.

-Hablamos de Soto, de Stocker, los luchadores en Los dueños…, ¿cómo ve la organización obrera ahora?

En una gran crisis. Tendría que hacer el análisis de Palabra Obrera, de su vocero, que utiliza a Almafuerte. Tiene la retórica de la vieja izquierda. Yunque, Almafuerte, Altamira...¿Altamira? ¿Qué ves vos que yo no veo? (se pone la mano como visera) ¿Altamira te llamás vos? Almafuerte, Alvaro Yunque, Guijarro, todos eran duros. Así nos fue. (hace referencia a José Saúl Wermus, fundador y líder del Partido Obrero) -Está atorada la izquierda...

¿Es para tanto lo del nombre?

Y claro, es un síntoma, nada menos que la elección de tu emblema, de tu nombre (otra vez se pone la mano como visera, y mira desde arriba) Discrepo. No lo conozco. Pero es un nombre, un nombre elegido. ¿El hijo de Justo cómo se llamaba? Lobodón Garra. Es un nombre de izquierda.

- ¿Cómo ve entonces el papel del sindicalismo, de dirigentes como Hugo Moyano…?

Todas las contradicciones y elementos de confusión en la coyuntura actual las concentra la historia del peronismo. La desaparición de un líder omnipresente, condicionó los rasgos que tiene el peronismo ahora. Advierto, que (José Pablo) Feinmann y otra gente, le baja la caña a Perón, al último Perón, al que los echa de la Plaza...

¿Cómo evalúa es cambio en discurso, como una reivindicación de la izquierda peronista?

Más que esa reivindicación, hay una evidencia de quién es Perón. Yo lo discutía con mis hijos. Perón, Teniente General de la Nación. El primero de octubre de 1945 dice el Ejército, la Policía y los trabajadores. Ya le digo, Feinmann está escribiendo a contrapelo, y dice cosas graves.

-¿Y usted, tiene algunas cosas graves que le hayan quedado sin publicar?

Bueno, lo que ya le dije. Esa historia de la literatura argentina en siete volúmenes. Y la editorial Razón y Revolución está reeditando cinco libros míos, entre ellos Dar la cara, Prontuario…Y sí, tengo también un libro, que todavía no se lo mandé a nadie. El año que viene tal vez. Déjenme hablar de Pons se titula. Es autobiográfico. Empieza con alguien que en el colegio es sometido a un interrogatorio. No se si saldrá, hay un espacio muy restringido.

© Escrito por Horacio Bilbao y publicado en la Revista Ñ de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 22 de Noviembre de 2010.

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Murió David Viñas. El escritor estaba internado por una neumonía.

A pesar de los rumores que daban cuenta de su recuperación, el escritor argentino David Viñas falleció hoy a los 83 años, a raíz de una neumonía que derivó en una septicemia. Estaba internado en el Sanatorio Güemes desde el 22 de febrero.

Nacido en Buenos Aires, fue fundador y codirector de la revista Contorno, de gran influencia en medios universitarios e intelectuales.

En 1957 recibió el Premio Gerchunoff por su novela Un Dios cotidiano. Tres veces galadornado con el Premio Nacional de Literatura, también recibió el Premio Nacional de Teatro, y el Premio Nacional de la Crítica.

Entre 1973 y 1983, se desempeñó como profesor de Literatura en universidades de los Estados Unidos, Alemania y Dinamarca. Exiliado durante la última dictadura militar -que le arrebató a sus dos hijos-, volvió al país para ser titular de la Cátedra de Literatura argentina de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad de Buenos Aires. En 1991, Viñas rechazó la Beca Guggenheim en una decisión que consideró "un homenaje" a sus hijos, que aún hoy están desaparecidos.

Algunas de sus principales obras son Tupac Amaru, Los dueños de la tierra, Cuerpo a Cuerpo, Indios, ejército y frontera, Qué es el fascismo en Latinoamérica, Anarquistas en América Latina, Yrigoyen entre Borges y Arlt, Menemato y otros suburbios y Tartabul.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el jueves 10 de Marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011

8 de Marzo... Día Internacional de la Mujer... De Alguna Manera...

8 de Marzo... Día Internacional de la Mujer...

El 8 de marzo de 2011 se celebra en muchas partes del mundo como el 100º aniversario del Día Internacional de la Mujer.

Es también el primer Día Internacional de la Mujer de las Naciones Unidas para ONU-Mujeres, entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, creada por la Asamblea General de la ONU el 2 de julio de 2010.

El tema oficial del Día Internacional de la Mujer 2011 es «La igualdad de acceso a la educación, la capacitación y la ciencia y la tecnología: Camino hacia el trabajo decente para la mujer».

© http://www.un.org/es/events/women/iwd/2011/index.shtml

Sin formalismos ni oportunismo, la igualdad de derechos no tiene fecha de celebración, debe construirse día a día, ladrillo a ladrillo...

Son millones las mujeres y también los hombres que padecen de la desigualdad de oportunidades y si bien ... ... es correcto celebrar "puntualmente" una fecha de la magnitud como la del día de hoy, es menester recordarlo cada día, cada hora, cada instante...

De Alguna Manera


Huracán 3 vs. Newells Old Boys de Rosario 3... De Alguna Manera...

Un partido Coloso...

Newell's ganaba 2-0, se lo dieron vuelta con goles de Maidana, Mateo en contra y Quintana. Y en el ST empató Sperdutti. La Lepra jugó mejor y tuvo al Globo para el nocaut. Para Pompei... ¿puntito o puntazo?

Ahí esperaba el anfitrión Newell's, dándole rodaje a tres pibes de la cantera tras la escasez de juego asociado que dejó ver ante Tigre. Ahí arribaba Huracán, pendiendo de un débil hilo y con el precipicio del descenso esperándolo debajo después de un debut poco propicio de la era de Roberto Pompei. El presente de ambos, el cómo llegaban, soltaba el prejuicio de un partido aburrido, pero las defensas se cansaron de parir emociones.

El fútbol tiene, dentro de sus buenas aptitudes, cosas inexplicables, provenientes de un origen misterioso. Algo así como lo paranormal. ¿Cómo explicar si no, que un equipo que jamás hizo dos pases seguidos convierta más en el arco rival que uno que ganaba 2-0 y lo tenía listo para el nocaut? Porque a Roberto Sensini le había salido bien la jugada con el ingreso de los juveniles: Cristian Díaz y Martín Tonso tuvieron buenos destellos e Ignacio Fideleff le pagó con el 2-0 tras la volea de Claudio Bieler para abrir la historia. Pero el equipo de Tito se las arregló para golpear cuando nunca evidenció un cómo más que la pelota parada.

Porque así como Newell's hizo todo lo bueno, también lo malo. El primer gol, bombazo de Cristian Maidana, era inatajable para Sebastián Peratta. El segundo fue responsabilidad de Diego Mateo, quien la peinó en contra, y el tercero llegó en una clara distracción de Rolando Schiavi aprovechada por Carlos Quintana. ¡Pim, pam, pum! Así, desde la nada misma, Huracán pasó de caer y esperar una goleada con el mentón a merced, a ganar y volver a meter tres goles desde el clásico con San Lorenzo en el Apertura.

Newell's siempre tuvo mayor claridad en la creación (Bieler desperdició bastantes situaciones de gol) y por eso llegó al empate con Mauricio Sperdutti, jamás tomado como un premio por el desgaste hecho en la primera mitad. Gastón Monzón, a esta altura, era figura indiscutida y el Globo, salvo una que otra contra, no generó ni una brisa en el área de Peratta. Huracán revivió una vieja frase futbolera para llevarse un puntazo de Rosario: "Los goles, se hacen. No se merecen...".


© Escrito por John Jones y publicado por el Diario Deportivo Olé el sábado 5 de Marzo de 2011.





©
http://www.clubhuracan.com



martes, 1 de marzo de 2011

Dengue... De Alguna Manera...

¿Que es el Dengue?...


© Publicado por C.E.M.U. Medicina Laboral

Huracán 1 vs. Arsenal de Sarandí 1... De Alguna Manera...

¿Festeja el punto?

Huracán sufrió bastante ante Arsenal y, de hecho, estuvo cerca de perder. Por otro lado, Claudio Guerra se comió un gol increíble que pudo darle la victoria en el debut de Pompei. ¿Sirve o no?

Huracán es un buque a la deriva en medio de un mar negro, bajo una tormenta y con su cubierta repleta de agujeros. Sin embargo, contrató a alguien que sabe de reparación de boquetes. La ida de Miguel Angel Brindisi tuvo que ver con que el técnico pensaba que si el seguía, el destino del Globo ya estaba escrito. Por eso, el arribo de Roberto Pompei, quien tomó las riendas en épocas de tempestad en Boca, es un intento de torcer ese rumbo que por ahora transita el camino de la Promoción.

Tito se la jugó por la experiencia para recibir a Arsenal: Rolando Zárate y Angel Morales volvieron a la titularidad luego de la finalísima con River. La idea central fue establecer un tándem entre Matute y Cristian Maidana para abastecer al Roly y Javier Cámpora. Sin embargo, poco funcionó y el equipo de Gustavo Alfaro, siempre complicado, lo hizo sufrir en más de una oportunidad con las escapadas de Marcos Aguirre y Juan Pablo Caffa.

Por los volantes del Arse, y su mayor claridad por sobre los del Globo, fue que hubo un leve olorcito a gol allá por el final de la primera mitad. Pero quien golpeó primero, después de la charla en el entretiempo, fue Huracán. Ahí, con el gol de Javier Cámpora consumado, fue que Tito pidió tranquilidad a gritos. No llegó: Alfaro movió fichas, metió a Luciano Leguizamón y éste, fresquito, le puso un centro a la cabeza a Obolo.

El empate trajo un diluvio de situaciones de gol sobre el arco de Gastón Monzón. Con Caffa por izquierda y Andrés Franzoia por derecha, Arsenal abrió el juego a las bandas. Claudio Guerra pudo haber hecho que todo el minucioso trabajo de Alfaro con los cambios fuera en vano, pero se perdió un gol que, prácticamente, estaba hecho. A Arsenal, que tuvo mejor volumen de juego, le faltó claridad en el último pase (el de la red). Huracán dejó a la vista que le falta remo para salir de la tormenta...

© Escrito por John Jones y publicado por el Diario Deportivo Olé el lunes 28 de Febrero de 2011.

“Hubo nervios...”

Pompei aseguró que notó fallos "en jugadas puntuales" en algunos de sus jugadores. Pero ojo, dijo que no hay que arrepentirse: "No hay tiempo, el próximo partido siempre es el más importante. Vamos a poner todo".

"Tiempo no hay, el próximo partido siempre es el más importante, sabemos cuál es la situación y sabemos también que le vamos a poner todo lo que tenemos. También van a poner todo los que están desde afuera siguiendo este proceso". La palabra de aliento es de Roberto Pompei, flamante debutante en el banco de Huracán.

Para Tito, si ante Newell's no se suma de a tres, se pondrá peor: "Los silbidos van a venir si el resultado es como el de hoy. Si hubiésemos ganado uno a cero y habríamos jugado exactamente de la misma manera, pero el cabezazo de Obolo se iba, la gente iba a terminar aplaudiendo".

¿Cómo analizó el partido? "La sensación es que fue un partido peleado, en algún momento lo podríamos haber ganado y en otro lo podríamos haber perdido. Cuando nos pusimos en ventaja tuvimos cinco minutos más de posesión del balón. A partir de la jugada del gol de ellos perdimos posesión. Tuvimos después un par de chances para ponernos arriba y ellos también las tuvieron", tiró.

Por otro lado, aclaró que hay mucho por mejorar. "Me voy conforme con algunas cosas del equipo, con otras no tanto. Hay que seguir trabajando, mejorando fundamentalmente en el retroceso", comentó. Por último, soltó que vio fallos en algunos de sus muchachos: "Hicieron un gran esfuerzo. Se nota en algunos jugadores, en algunas jugadas puntuales, los nervios. Esto hay que seguir trabajándolo día a día, convencerlos de que lo pueden hacer".

© Publicado por el Diario Deportivo Olé el lunes 28 de Febrero de 2011.














domingo, 27 de febrero de 2011

27 de febrero de 1812... Creación de la Bandera Argentina...

 27 de febrero de 1812 – Creación de la Bandera Argentina

 

El general Manuel Belgrano enarbola por primera vez la bandera nacional en las barrancas del río Paraná, en Rosario (provincia de Santa Fe). Inspira sus colores celeste y blanco en la escarapela nacional. La bandera originaria se ha perdido y se ignora si estaba formada por tres franjas o por dos, así como también la disposición de las mismas.
Etimológicamente la palabra bandera, proviene del latín, bandum, que significa estandarte y del germano bandra que puede traducirse como signo. Es un paño de forma rectangular o cuadrada, sujeto a un asta, empleado como insignia. Identificarse como grupo, fue propio del hombre desde que se reunió en comunidades.

Para diferenciarse del emblema español, la nueva nación que comenzó a gestarse bajo el primer gobierno patrio, el 25 de mayo de 1810, necesitaba un distintivo propio. En esa época, comenzaron a repartirse cintas celestes y blancas, tal vez tenían también color rojo, como imitación a los revolucionarios franceses, liderados por Domingo French y Antonio Berutti.

El uso de la escarapela como emblema del ejército patriótico fue propuesta por Belgrano, el 13 de febrero de 1812, siendo aprobado su uso por el Triunvirato, cinco días después, aceptando los colores celeste y blanco.

El 27 de febrero de 1812, a orillas del Paraná, en Rosario, cuando el sol comenzaba a declinar, Belgrano izó por primera vez el pabellón patriótico, tal vez realizado por las manos laboriosas de una rosarina, llamada María Catalina Echeverría de Vidal, junto a las Baterías Libertad e Independencia, que fue jurada por los soldados. Comunicado este hecho al Triunvirato, partió Belgrano a hacerse cargo del ejército del Norte, sin tomar conocimiento de que el organismo público le negaba la posibilidad de usar la nueva bandera, por la difícil situación reinante, y la aún no declarada decisión de poner fin drásticamente a la dominación de Fernando VII.

Sin saber de la prohibición de enarbolar el símbolo patrio, Belgrano, en Jujuy, colocó la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en reemplazo de la española, y en esa ocasión recibió su primera bendición.

Sin embargo, la flamante bandera no pudo seguir desplegando su aliento de independencia, pues fue condenada a guardarse, cuando el 27 de junio el Triunvirato volvió a insistir con el requerimiento, que esta vez, fue acatado por Belgrano, que decidió el 18 de julio hacer caso a la petición, hasta que nuevos vientos de libertad, la hicieran flamear sin temores ni dudas.

El 23 de agosto de 1812, Buenos aires, la lució en la torre de la iglesia de San Nicolás de Bari, pero fue recién luego del 9 de julio de 1816, una vez declarada la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, más precisamente el 20 de julio, cuando su uso oficial fue aprobado por el Congreso.

El 25 de febrero de 1818, se le añadió el sol, en homenaje al Dios Inca Inti (Dios del Sol) estampado en la franja blanca central, reproducción del que aparecía en la primera moneda nacional. Sus 32 rayos dorados, están contenidos en negros bordes, alternándose un rayo recto y otro ondulado. Las franjas, superior e inferior son de color azul-celeste. La bandera con el sol fue usada para instituciones y eventos oficiales y de las Fuerzas Armadas hasta 1985, en que se dispuso su colocación en todas las banderas argentinas.

La Bandera oficial posee medidas reglamentarias: 1,40 m. de largo por 0,90 m. de altura.

Propuesta y Juramento de la Bandera

13 de febrero de 1812: Manuel Belgrano propuso al Gobierno la creación de una "escarapela nacional", en vista de que los cuerpos del Ejército usaban distintivos diversos.

18 de febrero de 1812: El Triunvirato aprobó el uso de la escarapela blanca y celeste, decretando: "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste..."

27 de febrero de 1812: Entusiasmado con la aprobación de la escarapela, M. Belgrano diseñó una bandera con los mismos colores, enarbolándola por primera vez en Rosario, a orillas del río Paraná. Allí, en las baterías "Libertad" e "Independencia" la hizo jurar a sus soldados. Luego, mandó una carta al Gobierno comunicando el hecho. Este mismo día, el Triunvirato le ordenó hacerse cargo del Ejército del Norte, desmoralizado después de la derrota de Huaqui.

3 de marzo de 1812: El Triunvirato contestó la carta de Belgrano, ordenándole que disimulara y ocultara la nueva bandera y que, en su lugar, pusiese la que se usaba entonces en la Capital. La orden se debió a la preocupación por la política con el exterior. Pero, cuando la orden salía de Buenos Aires, M. Belgrano ya marchaba hacia el norte y, por esta razón, no se enteró del rotundo rechazo del Gobierno a la nueva bandera.

25 de mayo de 1812: Al frente del Ejército del Norte, el entonces General en jefe M. Belgrano movilizó sus tropas hacia Humahuaca. En San Salvador de Jujuy, enarboló al ejército de su mando la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en vez del estandarte real de costumbre que presidía las festividades públicas. Allí, la bandera argentina fue bendecida por primera vez.

27 de junio de 1812: El Triunvirato ordenó nuevamente a M. Belgrano que guardara la bandera y le recriminó su desobediencia.

18 de julio de 1812: El General contestó que así lo haría, diciendo a los soldados que se guardaría la enseña para el día de una gran victoria.

El Avión... De Alguna Manera...

El Avión...

A veces, sucede que los efectos de un hecho son mucho más importantes, o al menos más pedagógicos, que sus propias causas. Inclusive, puede ocurrir que el episodio sea, en lo potencial, de muy escasa trascendencia pública. Y que sus consecuencias lo transformen en algo tan inventado como rimbombante.

¿Alguien cree que el decomiso del avión militar estadounidense era o es un episodio capaz de despertar atracción masiva? Obvio que no. Pero los alcances periodísticos que tuvo conllevan una esencia muy valiosa, aunque, en principio, nada sorprendente. Por aquello de la (no) relación causa-efecto, carece ya de mayor sentido hurgar en cómo fue que se prendió el fósforo. ¿El Gobierno sobreactuó la medida para afirmar su verba antiimperialista? ¿Fue necesario el show mediático? ¿No era lo mismo proceder hacia idéntico fin pero con mayor reserva? ¿Acaso habríamos sido menos soberanos si se hubiese maniobrado con sigilo? ¿Es tan grave la carga no declarada de ese avión norteamericano? Cualquiera de esas preguntas, que a priori son o podrían ser legítimas, pasó a ser irrelevante al cotejárselas con la réplica barbárica de los medios de comunicación hegemónicos, sus periodistas más connotados y, desde ya, una mayoría de la oposición o, si se quiere, de los dirigentes opositores que hablaron del tema (sólo el hijo de Alfonsín resaltó al procedimiento como de pleno derecho, y hubo un resto que se llamó a silencio). Para subrayar, por las dudas: esos interrogantes, en realidad, nunca fueron el objeto analítico prioritario, sino que obraron como subordinados al espanto causado entre el cipayaje por –al fin y al cabo– un mero incidente diplomático con los Estados Unidos. Con excepción del odio de clase, el racismo, el sentimiento de venganza y las barbaridades que se dijeron cuando el conflicto con los campestres, es difícil recordar un hecho a través del cual se haya manifestado, con tanta brutalidad e ignorancia, el espíritu y el estilo de quienes conforman, desde los medios, un soporte clave de la mentalidad vasalla.

Cabezas de portadas, informativos de radio y televisión, columnas centrales, entrevistas, machacando con la “perplejidad y preocupación” de los Estados Unidos por la “improcedencia” de haber amedrentado al personal del avión. Ex embajadores con amplia concesión de espacio, absortos por haber colocado a Washington en un “banco de acusados” (Juan Archibaldo Lanús). Y por estas acciones que “nos condenan a la intrascendencia” en la que en verdad ya estaríamos, porque “ningún líder de nación políticamente gravitante (...) ha aterrizado en estas playas” (Rodolfo Gil). Amateurs impunes que hablaron de la inmunidad que proveen las “valijas diplomáticas”: una licencia que no tiene absolutamente nada que ver con el decomiso de un avión de carga. Los disparates interpretativos, sin un solo dato de sostén, bajo aseveración de que se ejercitó una represalia contra Obama por no incluir a la Argentina en su próxima gira. La impudicia de sugerir que si tampoco viene el jefe del Fondo Monetario por algo será. La amenaza de que la Casa Blanca borre al país de su status de aliado extra OTAN, brindado gracias al alineamiento incondicional de Menem con la política exterior de los republicanos... Qué asco.

Correspondería revisar si esta embestida mugrienta de los medios y sus ordenanzas no tiene nada de insólito, desde el entendimiento de que, después de todo, es la expresión de una tilinguería tan reaccionaria como ancestral. Porque, tal vez, nos encontremos con una segunda lección, o ratificación, de lo motivado por el caso del avión yanqui. No hay la más mínima duda en torno de que piensan efectivamente así, pero, ¿no debería haberla acerca de lo obnubilados que están respecto de la temperatura popular? ¿No advierten que su grosería genera un resultado inverso al que buscan? El Gobierno les provoca arcadas, es cierto, quizá más por el despliegue de su discurso confrontativo que por una grave afectación de sus intereses. Ahora bien: ¿tanto como para enceguecerlos de esta manera? ¿Tanto como para que extravíen así la necesidad de una táctica de enfrentamiento menos guaranga, vistos los resultas que obtienen? ¿No los alertaron en absoluto la masividad de los festejos por el Bicentenario, la del funeral de Kirchner, la unanimidad de las encuestas que encargan ellos mismos y que muestran a Cristina en posición de clara favorita? Como el firmante se resiste a creer que puedan despistarse de semejante forma, aunque tampoco lo descarta, termina cayendo en la cuenta de que, perdidos por perdidos siquiera en lo coyuntural, resuelven persistir en fugar hacia delante. En redoblar la postura de choque. Sería probable que estén imitando a los propios K, que en la más dramática de sus instancias apostaron a profundizar las grandes líneas de enfrentamiento con bloques de poder específicos. Y les fue bien, o les va bien.

Hay esa palabra, cipayos. Es de origen persa y la primera vez que se la citó, en el Diccionario de la Real Academia Española, aludía a “soldado indio”, en 1869. Pero unos años después, la definición se ensanchó a “soldado indio al servicio de una potencia europea”. Una segunda acepción es “secuaz a sueldo”. El profesor venezolano Alexis Márquez Rodríguez señala que la connotación peyorativa de la palabra comenzó a usarse, al parecer, en Cuba y Puerto Rico, cuando aún eran colonias españolas y se empleaba para designar al criollo que se alistaba en el ejército colonial. Aquí, ya se sabe, la popularizó Arturo Jauretche a través de su Manual de Zonceras, que lista las ideas negativas de los argentinos sobre su propio país. El escritor mantenía que esos preceptos eran introducidos en la conciencia ciudadana desde la educación primaria, y ya marcaba que después se sostenían a través de la prensa. Un postulado conocido por todo aquel que disponga de inquietudes intelectuales básicas. Sin que pierda valor, ninguna vez.

Puede que la furia cipaya sea sencillamente eso, en lugar de una apuesta política, meditada, a favor de acentuar los topetazos. Puede que no puedan con sus raíces clasistas o adquiridas, y listo. Si es eso les cabe una extensión, ahondada, de la legendaria sentencia borgeana acerca de que los peronistas no son ni buenos ni malos sino incorregibles. Porque, dada por eficaz la provocación, ellos, la clase dominante argentina y –hoy más que nunca– sus puntas de lanza mediáticos, portan una incorregibilidad más emperrada todavía. El peronismo fluctuó históricamente a derecha e izquierda, y en su nombre se crió mucho de lo mejor y lo peor de este país. Pero estos garcas no oscilaron nunca. Jamás dejaron de ser escribanos de los imperios de turno, jamás tuvieron una fisonomía patriótica, jamás se plantearon a dónde condujo su pusilanimidad. Son los tipos de las relaciones carnales y en una de esas, como ya se expresara en esta columna hace unas pocas semanas, el tiempo les da la razón a caballo de esa significativa porción de la sociedad que tiene su misma escala de valores. De esa gente que toda la vida miró hacia afuera no para ampliar sus miras de pensamiento crítico, sino por la comodidad cobarde del presunto amparo bajo el sol. Esos frívolos acaban de dar otra muestra de sí.

A veces su símbolo es un helicóptero. A veces un avión.

© Escrito por Eduardo Aliverti y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 d Febrero de 2011

Wikileaks en Página /12... De Alguna Manera...

Wikileaks en Página/12...

A partir de hoy, los lectores de Página/12 comenzarán a tener acceso a todos los cables de Wikileaks sobre la Argentina. Se trata, en su mayoría, de más de dos mil despachos originados en la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires. La publicación es el resultado de una convergencia entre Wikileaks y Página/12 basada en el derecho de los ciudadanos a ser informados.

Este diario se interesó en los materiales de Wikileaks desde que, el año pasado, otros colegas en todo el mundo comenzaron a difundir cables secretos o confidenciales que hilaban la comunicación entre la embajada estadounidense en la Argentina y el Departamento de Estado. A la vez el australiano Julian Assange, alma mater de Wikileaks, definió su papel en el circuito mundial de las noticias: sería un vehículo de la libertad de expresión.

Assange acaba de refirmarlo en medio de una situación personal compleja, porque la Justicia sueca quiere extraditarlo de Londres bajo cargos que el investigador niega. A principios de este mes alentó a sus amigos de todo el mundo a que siguieran haciendo campaña en favor de esa meta. No le faltó buen humor. “Hay cuatro cosas que no pueden ocultarse eternamente: el sol, la luna, la verdad y el postre”, dijo al saber que miles de personas estaban organizando cenas para juntar fondos en su defensa. Por esos días la convergencia entre Wikileaks y Página/12 maduraba hasta transformarse en un convenio de partes.

Los gobiernos y las articulaciones de poder económico trabajan en pos de una ilusión: que muchas de sus acciones queden en secreto. Y los periodistas tienen la suya: romper el secreto. En esa tensión permanente y natural entre las dos ilusiones, a veces se cumple una y a veces otra. Esta vez es el turno de la segunda.

La gran ventaja del convenio entre Página/12 y Wikileaks es que el diario se obliga a deberes que cumple con gusto desde que apareció hace casi 24 años. Por lo pronto, tendrá que develar secretos. Además, deberá hacerlo con rigor. Si un artículo menciona un despacho diplomático, los lectores tendrán acceso al texto completo. No podrá deformar ni manipular el contenido. Protegerá a empleados estatales de bajo rango y evitará poner en riesgo la integridad física y la vida. E iniciará un proceso de difusión de documentos del que ya participan, entre otros, medios como The New York Times, The Guardian y La Jornada de México.

Al divulgar miles de documentos escritos en embajadas estadounidenses repartidas por todo el planeta, Wikileaks usó el criterio de abrir puertas y ventanas. Los postres están ahí en la mesa, pero Assange nunca dijo que a él le gustaba el sabor de cada uno de ellos. Sólo ejerció su derecho a informar para que otros puedan ejercer su derecho a conocer. Por eso Luiz Inácio Lula da Silva, unos días antes de dejar la presidencia de Brasil, dijo que la detención de Assange en Londres era “un atentado a la libertad de expresión”, aseguró que en todo caso había que culpar a quienes escribieron los cables y no a quien los difundía e ironizó sobre que “la diplomacia más poderosa del mundo está, como en el Lejano Oeste, poniendo carteles de Se busca vivo o muerto” para conseguir el silencio de Assange.

Igual que Wikileaks, Página/12 tiene claro que está revelando documentos y no verdades absolutas. La investigación, el conocimiento profundo y el contraste de una documentación con otra y con los hechos son los que acercan a los ciudadanos a la verdad. Ni el documento más exacto es cándido. Los textos obtenidos por Wikileaks fueron escritos por la diplomacia norteamericana. Tienen énfasis y obsesiones. Son notorias sus diferencias de calidad en la apreciación de una situación u otra y el sesgo de sus análisis. Se ve de manera nítida la forma hegemónica de relacionarse con el resto del mundo. Los diplomáticos no sólo preguntan. También influyen y presionan para impulsar sus intereses económicos, estratégicos y militares.

En los documentos desfilan presidentes, funcionarios de menor rango, dirigentes políticos, empresarios, consultores, diplomáticos y periodistas. Algunos, estén de acuerdo o no con las posiciones centrales de Washington, mantienen su dignidad. Otros parecen desesperados por agradar a sus anfitriones. Estos últimos podrán comprobar, a medida que vayan leyendo los cables, que no siempre esa desesperación es correspondida por el respeto y que hasta un tostado fuera de temporada queda registrado con ironía.

En los cables, el pensamiento y la actitud de cada interlocutor aparece en el marco del vínculo con los diplomáticos estadounidenses y tal como es descripto por el embajador de turno, su segundo o el consejero político. Los lectores tendrán la posibilidad de sacar sus propias conclusiones y Página/12 hará lo de siempre: ayudarlos. Porque Assange tiene razón: las cosas no pueden ocultarse eternamente.

© Publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 21 de Febrero de 2011