domingo, 14 de febrero de 2010

José María Pasquini Durán… Una voz que se hizo oír… De Alguna Manera...

José María Pasquini Durán… Una voz que se hizo oír…

Su carrera abarcó exactamente medio siglo, desde sus comienzos en periódicos sindicales. En el exilio y en el país, como profesor, escritor y columnista, fue siempre un maestro, alguien que ayudó a entender lo que pasaba, con rigor y honestidad. Una despedida a un amigo y un colega indispensable.

“En casi todos los medios de difusión del país existe censura previa. Un amplio arco de grupos y personas, desde las Madres de Plaza de Mayo hasta Pacho O’Donnell, pueden dar fe de ello. No es de ahora el hábito. Cuando en 1976 se instaló el Proceso en el Estado, los censores militares sólo necesitaron actuar durante dos semanas; en los años subsiguientes la mayoría de las empresas periodísticas le cuidaron la espalda, expulsando del circuito comunicacional a las voces disidentes.” La mejor forma de recordar, y homenajear, a un periodista brillante –y el Negro José María Pasquini Durán lo fue– es dejar que sus textos hablen por él. Y qué mejor, en el caso de Pasquini, que comenzar la nota del adiós con el párrafo que abrió su primera columna de opinión en Página/12, en el número uno del diario, que salió a la calle el martes 26 de mayo de 1987. Ayer, después de una larga enfermedad, el Negro Pasquini falleció, pero sus pasos cansinos y su voz potente todavía resuenan en las viejas redacciones de este diario, en el piso doce de Perú 367, y en la planta baja de Belgrano 673. Y sus enseñanzas nos acompañan a todos los que lo conocimos.


Pasquini Durán había nacido en Salta, en 1939. En 1960 comenzó a trabajar como redactor “free lance” en periódicos sindicales, entre los que se destacó el diario de la CGT de los Argentinos, la organización liderada por Raimundo Ongaro. Entre los periodistas que hicieron esa publicación memorable figuraba Rodolfo Walsh, asesinado por la dictadura militar que se instaló en el país a partir del 24 de marzo de 1976. Luego, el Negro fue prosecretario de redacción de la revista Panorama, publicada por Editorial Abril, y llegó a secretario de redacción del diario La Opinión, dirigido por Jacobo Timerman.


En otros momentos de su carrera, dirigió y condujo programas periodísticos en la televisión y en la radio. Durante la dictadura militar 1976-1983, fue director latinoamericano de la agencia IPS, con sede en Roma. Además, cumplió actividades académicas en las universidades de La Plata y Buenos Aires, dictó conferencias y participó de seminarios en el país y en el exterior durante más de treinta años. Fue consultor de Unesco, del Sistema Económico Latinoamericano, del Pacto Andino, del Fondo de Población de Naciones Unidas, de World Association for Christian Communication y del Consejo Latinoamericano de Iglesias.


A lo largo de su vida realizó trabajos en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guyana, Italia, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela. También publicó libros, entre ellos Comunicación, el Tercer Mundo frente a las nuevas tecnologías, Precisiones sobre la radio en Argentina –en coautoría con Wa-shington Uranga–, Ilusiones argentinas y Transiciones. Finalizada la dictadura militar, Pasquini trabajó primero en la revista El Periodista de Buenos Aires y a partir de 1987, en Página/12.


En 1974, antes de la muerte del general Juan Domingo Perón, el Negro Pasquini tuvo un breve paso por editorial Atlántida, cuyos dueños tenían la intención de sacar una primera revista Somos, que iba a jugar en favor de la jaqueada democracia de entonces. Fallecido el General, el proyecto, del que participaba también Carlos Somigliana como jefe de la sección Cultura, quedó trunco y la revista, con el mismo nombre, recién salió después del golpe militar. Por supuesto, con otro personal y con una línea ideológica totalmente opuesta a la idea original.


En este punto es bueno volver a esa primera nota de opinión de Pasquini en Página/12, que tenía como eje la movilización de los trabajadores de Clarín que habían denunciado, ante la Justicia, la intención del diario de publicar una solicitada, con cinco mil firmas, en apoyo al general Jorge Rafael Videla. El manifiesto fue prohibido, en cinco diarios, por el juez Martín Irurzun. En el párrafo final, Pasquini dejaba sentada una advertencia: “A los fundamentalistas civiles que acusan de comunistas a los trabajadores de prensa, más les valdría anotar el siguiente hecho: nadie guarda memoria del senador Joe McCarthy, quien terminó sus días internado en un sanatorio para alcohólicos desquiciados”.


Durante 23 años, el Panorama Político o las notas de opinión de Pasquini Durán fueron leídas, apreciadas y discutidas en lugares de estudio, partidos políticos o en organizaciones sociales. Cinco meses después de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, el Negro recordaba los sucesos de fines de 2001: “Así como la paz no es la simple ausencia de la guerra, tampoco la democracia puede ser la mera presencia de los ritos y las instituciones formales. De vez en cuando, tal vez en menos ocasiones que las necesarias, contingentes mayoritarios del pueblo intentan recuperar los auténticos contenidos y legitimidades de la relación entre las bases y las cúspides”. En junio de 2001, en una charla que dio en la ciudad de Rosario, ante estudiantes de periodismo, sostuvo que “sin duda hay un futuro” para los que abracen la profesión.


“Sin duda hay un futuro –insistió–, pero no es un futuro que está dado, sino que es un futuro a construir y por lo tanto, se hace difícil imaginarlo en las circunstancias en que vivimos (junio de 2001), en las que pareciera que no hay ninguna chance de construir nada”. Les expresó a los jóvenes que el alcance de los objetivos “depende del grado de compromiso que tengamos y del que logremos de la sociedad, con este oficio que nos compromete a todos”.


Rescató entonces la figura de Rodolfo Walsh, “de quien tenemos que ver cómo se la arreglaba para poder sobrevivir sin renunciar a sus creencias, a sus principios y a su oficio”. Recordó que Walsh “a veces se las arreglaba mejor y otras peor, es cierto, pero siempre vivió del periodismo, su oficio durante la mayor parte de su vida”. Sostuvo que “con ese mismo ingenio y con esa misma perseverancia es como tenemos que resolver las cosas. No hay otro modo de tomar ejemplos si no es así”.


Pasquini Durán, junto con su amigo Osvaldo Soriano, fue uno de los grandes hacedores de este diario. Fue el Negro el que despidió los restos del Gordo Soriano, a quien definió entonces como “un patriota que estudió en las raíces de la historia nacional los sentidos de nuestra grandeza y nuestra miseria, un patriota que pudo adivinar en la mirada de hombres y mujeres de todo el mundo un igual sentido de patria”. En las palabras que usó para despedir a Soriano, se reflejaba fiel su pensamiento y sus prioridades: “Venimos a despedir a un hombre honrado y en esta época el calificativo es casi revolucionario. Soriano era un hombre honrado”.


Lo mismo se debe decir del Negro Pasquini, un redactor de lujo, un periodista informado y lúcido hasta el final de su vida, un jefe de redacción implacable. Era también un Negro calentón, furibundo cuando se enojaba y a la vez entrañable, por esas mismas razones. Los que lo conocimos lo seguimos viendo recorrer la redacción palmo a palmo, palmeando espaldas, dando indicaciones, repartiendo sabiduría.


© Escrito por Carlos Rodríguez y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 14 de Febrero de 2010. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-140277.html

Justicia y memoria… De Alguna Manera

Justicia y memoria… Lo que tienen en común los genocidios…

El genocidio de los jemeres rojos. Esqueletos de algunas víctimas del genocidio del

régimen del Pol Pot son exhibidos al público en el centro en su memoria en Phonom Penh.


La utilización sistemática del terror, los métodos implementados, la idea criminal de una solución final: veinte jueces argentinos participaron en un seminario en el que se reflexionó sobre los paralelos entre el Holocausto y otros procesos históricos, como los crímenes cometidos en Ruanda, Sudáfrica y la Argentina.

PARIS

Poco días antes de viajar a París, el juez federal Daniel Rafecas dispuso que se enjuiciara al ex presidente de facto Jorge Rafael Videla por 30 homicidios, 552 privaciones ilegítimas de la libertad y 264 casos de tormentos.

Mientras Videla esperaba su juicio detenido en una unidad del Servicio Penitenciario Federal en Campo de Mayo, Rafecas se subió al avión en compañía de otros 19 jueces federales. Entre ellos también estaba Carlos Rozanski, presidente del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que en 2006 había condenado a prisión perpetua al ex director de Investigaciones de la Policía Miguel Osvaldo Etchecolaz y, más recientemente, al sacerdote Christian Von Wernich.

Después de meses consagrados a leer, escuchar y, sobre todo, decidir sobre los insondables horrores de la naturaleza humana, ese viaje a la capital francesa bien podría haber sido para ambos hombres la ocasión de alejarse de tanta tensión visitando museos o exposiciones.

Pero no fue así. Rafecas, Rozanski y el resto de sus colegas argentinos vinieron a París para participar en un seminario sobre genocidio, organizado por el Memorial de la Shoá (Holocausto), una institución con 60 años de experiencia, especializada en aspectos como la preservación de la memoria, homenaje a las víctimas o gestión de documentos y archivos. Durante cinco días, estimulados por la intervención de especialistas de primer nivel internacional, los 20 jueces reflexionaron sobre las similitudes del caso argentino con otros genocidios de la historia del siglo XX.

"Todos los genocidios. No sólo el Holocausto. También se habló de Ruanda, de Sudáfrica y, naturalmente, de la Argentina. Las similitudes entre el terrorismo de Estado en nuestro país y el régimen nazi son aterradoras ", explicaron durante una charla en París con LA NACION pocas horas antes de iniciar el regreso.

Rozanski relata que, en el desarrollo del seminario, mientras iban escuchando detalles de cómo se gestó todo el proceso nazi, cómo se llevo adelante, cuáles fueron sus prioridades, cómo definieron a la futura víctima, a medida que se avanzaba, cada uno de ellos iba diciendo pero esto lo conozco... La metodología, el sistema de razonamiento, la lógica utilizada... todo coincidía, dice Rozanski. Un decreto nazi explica, por ejemplo, por qué los familiares no tienen que saber dónde están sus seres queridos: para generar terror.

Para Rafecas, hasta lo que se llamó "la solución final" durante el nazismo tiene punto de contacto con la historia local. "Si uno analiza históricamente cuál fue la relación entre los sucesivos estados autoritarios en la Argentina durante los años 60 y 70, advierte que durante esos períodos se ensayaron distintas formas de contener la disidencia política: apelando a tribunales especiales, a legislaciones feroces como la pena de muerte, a bandas paramilitares. Hasta que, el 24 de marzo de 1976, la dictadura de Videla instaura lo que se puede definir como "la solución final" de la cuestión subversiva. Hasta en esta cuestión tan central se puede trazar también una suerte de paralelismo de la lógica de los dictadores argentinos con la lógica nazi", reflexiona.

Visiblemente conmovidos por una visita relámpago realizada la víspera a los campos de exterminio nazi de Auschwitz, Rafecas y Rozanski -cuya familia es precisamente de origen polaco- aceptaron hablar sin tapujos del lento, "lentísimo" proceso de democratización de la justicia argentina, sometida "hasta ahora incluso" a desviaciones racistas, políticas y antisemitas.

-¿Se puede ser juez en la Argentina y ser antisemita?

-Sí, lamentablemente.

Con desarmante naturalidad, este juez de 42 años responde sin la menor hesitación, para sorpresa de sus pares. Hasta Rozanski parece conmovido por su nivel de franqueza. Sin embargo, colegas, colaboradores y allegados que lo conocen bien saben que no hay de qué asombrarse: Rafecas es un defensor obsesivo de los derechos humanos. Convencido de que hay otras formas de pensar y aplicar la ley penal, en 2005 llevó a tres supuestos skin-heads menores de edad que habían atacado a un chico judío a recorrer la Fundación Memoria del Holocausto: en lugar de encerrarlos en un instituto, les dio una clase sobre racismo. En reconocimiento a sus esfuerzos, la entidad Bnai Brith Argentina le entregó en 2006 el premio Derechos Humanos.

Para Rafecas, la fascinación de la sociedad argentina por los modelos autoritarios europeos de la década del 30 dejó una impronta profunda de racismo, intolerancia y antisemistismo. "La Argentina comenzó a desandar ese camino a partir de 1983, pero muy lentamente. El tránsito a la democracia total aún no se ha concretado. Hay mucho ámbitos, como la justicia, donde sigue habiendo representantes de ese modelo. Hasta me atrevo a decir que los jueces con convicciones democráticas son una minoría", precisa. Cree, sin embargo, en la existencia de un cambio cultural en marcha. "Un cambio generacional se va produciendo lentamente gracias a un proceso de elección mucho más racional que tenemos desde mediados de los años 90. Pero estos procesos llevan décadas", concluye.

Rozanski, de 59 años, es otro experto en derechos humanos. Fue el primer juez federal nombrado por concurso por el Consejo de la Magistratura. Fue titular de la Cámara del Crimen de Bariloche y participó en el Consejo de la Magistratura de Río Negro. Como especialista en legislación sobre maltrato y abuso infantil, es el autor del libro Denunciar o silenciar, y del texto que modificó el Código Procesal Penal para que los menores víctimas de abuso sólo puedan ser interrogados por especialistas.

De origen judío, el juez Rozanski escuchó atentamente las explicaciones de su colega sobre las desviaciones antisemitas de la justicia argentina antes de opinar. "Quiero agregar un solo ejemplo que quizás valga más que 100.000 palabras -dijo por fin-: hace más de diez años, siendo camarista en la provincia de Río Negro, fui recusado por tener ´la misma condición racial´ de una fiscal que había investigado el caso. El que me recusó era un juez", relata.

-Francia consiguió hacer votar leyes rigurosísimas que condenan toda expresión antisemita, racista o segregacionista. Esa criminalización de ciertas actitudes que tienen que ver directamente con los procesos históricos de una sociedad -como el colonialismo, la colaboración con el ocupante nazi o la trata de esclavos- provoca actualmente un profundo debate en este país. ¿Creen ustedes que la legislación argentina necesita evolucionar en ese sentido?

-Rozanski: No lo creo. La Argentina incluye en su Constitución todas las convenciones sobre Derechos Humanos. En su conjunto, esos acuerdos cubren absolutamente todas las posibilidades y dan todos los instrumentos para juzgar violaciones a los derechos humanos en particular, pero también el racismo o el antisemitismo. Esto quiere decir que el problema no está en el cuerpo de las leyes, sino en la cabeza de los que tienen que decidir. Si quien decide es racista, las resoluciones serán racistas. Exista o no una ley. Porque si existe no la van a aplicar. Por eso es necesario el cambio cultural.

-Rafecas: En la Argentina, los ámbitos judicial y profesoral en general son profundamente escépticos sobre la necesidad de apelar a herramientas punitivas penales para reprimir el negacionismo o el racismo. Tal vez por el profundo respeto que se ha tenido en este país a la más irrestricta libertad de expresión. En definitiva, ese tipo de medidas genera más perjuicios y desventajas de lo que se supone. En primer lugar, coloca al negacionista, al racista, en posición de víctima. En segundo lugar, la repercusión que tienen esas declaraciones públicas en la actualidad genera una ola de repudio tan monolítico por parte de los medios de comunicación y de la opinión pública que termina reforzando los valores democráticos en vez de demonizarlos.

Para Rozanski, el contexto social tiene en esos casos una importancia fundamental. "Si nuestro país pudo 25 años después retomar el hilo de los juicios a los responsables del terrorismo de Estado y volver a hacerlos, es porque se generó un espacio en la sociedad donde un poder político decidió crear una Corte Suprema totalmente inédita, que llegó a la conclusión de que no era oportuno ni sano que siguiera existiendo la impunidad sobre esos delitos. La Corte decidió que era imperativo que no existiera esa impunidad. Es un concepto jurídico. Dijo: ´estas leyes son inconstitucionales´ porque hizo la comparación -que muchos no hacen- de lo que estaba pasando en la Argentina con tantísimos años de impunidad y de una sociedad que miraba para otro lado. La decisión fue la correcta".

-¿Y cuál fue la consecuencia?

Rozanski: Que los jueces que estaban debajo de esa Corte comenzaron a hacer los juicios y a comprender que el que va a estar desubicado no es el que defiende la Constitución, la aplica y hace lo correcto, sino el que apoya un proceso de terrorismo de Estado o lo niega o mira para otro lado. Si no fuera cierto lo que estoy diciendo, Daniel Rafecas, que no es judío, jamás hubiera aceptado decir ante un periodista de un medio de la dimensión de LA NACION que hay jueces antisemitas.

© Escrito por Luisa Corradini, corresponsal en Francia, y publicado en el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 14 de Febrero de 2010. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1232929&origen=NLEnfo


sábado, 13 de febrero de 2010

Huracán 0 vs. Godoy Cruz de Mendoza 0... De Alguna Manera

El empate, reflejo de las carencias ofensivas de Huracán y Godoy Cruz.

En Parque de los Patricios, en un flojo partido, igualaron 0 a 0; con el punto, los mendocinos son líderes, invictos y sin goles en contra.

Muy lejos estuvieron de satisfacer cualquier expectativa. Muy poco ofrecieron Huracán y Godoy Cruz, de Mendoza, para sentirse frustrados con el resultado. El empate 0 a 0 desnudó las limitaciones ofensivas, la carencia de imaginación para quebrar al rival, y cuando algún protagonista se animó a romper el cerco, a inventar alguna acción lucida, quien debía definir la jugada terminó dilapidando las escasas oportunidades que generaron. En ese contexto, el conjunto de Parque de los Patricios se lamentó un poco más, porque dispuso de las mejores ocasiones para convertir; una mueca de alegría se dibujó en los mendocinos, que se ubican en lo más alto de la tabla de posiciones, marchan invictos, el arquero Ibañez no recibió goles, y se alejan de los puestos de Promoción.

Con los resultados de las primeras jornadas, Godoy Cruz fue catalogado como la revelación del torneo. Es un equipo compacto, sin estrellas rutilantes en el plantel, que se armó para objetivos menos pretenciosos que pelear por el título. La meta principal es conservar la categoría. Su juego no luce, pero los jugadores desandan sin contratiempos el libreto que les marca el entrenador Omar Asad. El Turco, en su bautismo como entrenador en equipos de primera –se desempeñaba como DT de la reserva de Vélez–, fue una apuesta de riesgo que tomaron los dirigentes, después de la renuncia de Diego Cocca y la tarea poco convincente de Enzo Trossero.

Atacó poco, prefirió cederle la pelota y la iniciativa a Huracán, y guarecerse cerca de su valla. El expeditivo Sebastián Martínez desbarató cualquier intento, en oportunidades despejó sin miramientos, y el prolijo manejo de Olmedo, fueron las mayores virtudes que evidenciaron los mendocinos. En ataque, poco, muy poco: apenas un remate de Higuaín que resolvió Monzón, un disparo de Olmedo, que se perdió junto a un poste, y un ensayo de media distancia de Vega, que controló con facilidad el arquero. Tiene excusas por haber mostrado tantas dificultades: no contó con César Carranza y el colombiano Jairo Castillo, dos piezas desequilibrantes para la acotada estructura.

El recuerdo atormenta a los hinchas de Huracán, que siguen aferrados a los gloriosos días en los que Bolatti, Pastore y Defederico arrancaban aplausos. Ahora, apenas Toranzo –por momentos abusa del lucimiento personal– es la usina futbolística del equipo, aunque la intermitencia de Franzoia y el irresoluto Balvorín –desperdició la mejor jugada colectiva del encuentro– no son argumentos que inviten a rememorar aquel pasado.

© Escrito por Alberto Cantore y publicado el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 13 de Febrero de 2010. http://www.canchallena.com/1232882-



Los Goles...


¿?


Muro de los lamentos...



Dos claritas tuvo Huracán, pero el palo en una y el travesaño en otra (¡lo que te devoraste, Leandro Díaz!), le impidieron llevarse el triunfo. Y gracias al empate, Godoy Cruz quedó como único líder transitorio y mantiene su valla invicta en el Clausura. ¿El Globo? Se fue silbado...


El empate en cero entre Huracán y Godoy Cruz no dejó un buen clima para el local que se fue silbado por una parte de su gente. Para los mendocinos, sumar un punto no es visto con malos ojos. Más teniendo en cuenta que sigue sin permitir goles en su arco en lo que va del campeonato, y por ahora, es el único líder del campeonato.

Dos jugadas claras tuvo el equipo del Chulo Rivoira para abrir el marcador, pero ambas terminaron chocando contra el palo y el travesaño respectivamente. En la primera parte, Toranzo mandó el centro bajo, Franzoia no llegó a tocarla pero el desvío en el defensor del Tomba cruzó el arco y dio en el palo. En el arranque de la segunda parte, Leandro Díaz apareció sólo en el punto del penal, remató rápido ante la salida de Ibañez, pero la pelota se estrelló con el parante horizontal, cuando el gol parecía cantado.

El conjunto del Turco Asad llegó a su quinto partido consecutivo sin recibir goles en su valla. Godoy Cruz lleva 487 minutos con el arco invicto. La racha de Ibañez es de 397´ (en el medio atajó Ramírez un partido), que superan notoriamente a los sólo dos encuentros del campeonato pasado en los que pudo terminar con su arco en cero.

Para aspirar a más, Huracán deberá enderezar la puntería, que quizá llegue cuando los delanteros tengan más partidos jugando juntos. Los mendocinos por su parte, todavía no se alejan del descenso, pero siguen cosechando puntos importantes.


© Publicado en el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 13 de Febrero de 2010. http://www.ole.clarin.com/notas/2010/02/13/futbollocal/02139601.html




Honda Elite SDH 125 c.c. De Alguna Manera...

HONDA continúa con su plan de fidelización de clientes

La división Motocicletas organizó un viaje al pueblo de Uribelarrea junto a más de 30 miembros del "Club de Afinidad Honda Elite”. Buenos Aires, 14 de diciembre de 2009 – Siguiendo su política corporativa de acompañar a sus clientes y profundizar su relación con ellos, Honda Motor de Argentina organizó una jornada de actividades para los usuarios del Scooter Elite 125cc, cuyo principal anuncio fue la oficialización por parte de la empresa del Club de Afinidad de Amigos de la Honda Elite. http://www.eliteros.com

La jornada comenzó en el Jack Flash Café de Vicente López, donde disfrutaron de un desayuno junto al río. Allí, Patricio Morelli, instructor de manejo de la división Safety Driving de Honda Argentina, brindó una charla sobre técnicas de conducción.

Luego, los motociclistas tomaron la autopista Ezeiza – Cañuelas, y luego la Ruta No 205 rumbo al destino final del viaje, el pueblo de Uribelarrea, en el Partido de Cañuelas.
Allí, más de 30 motociclistas a bordo de sus Elite 125cc junto al staff de Honda Motor de Argentina disfrutaron de un delicioso asado, el cual fue acompañado de sorteos de productos promocionales.

A su vez, se aprovechó la ocasión para oficializar al Club de Afinidad de la Motocicleta Elite, el cual está presidido por Juan Manuel Galán. La jornada continuó con una recorrida por los distintos sitios históricos de la localidad, tales como la casa del fundador, la plaza, la pulpería, el museo, entre otros.
“Es un orgullo para la compañía sentirse representada por sus usuarios quienes desde un primer momento confiaron en la empresa y dedican su tiempo y su pasión hacia nuestros productos.

Por eso, estas actividades consisten en otorgarle un valor agregado a quienes apoyan, recomiendan y sienten el ala dorada y tienen como objetivo fidelizar y otorgar una experiencia vivencial única tanto para nuestros clientes como para los miembros de la empresa”, afirmó Federico Vahle, Gerente de ventas y Marketing de la División Motocicletas de Honda Motor de Argentina.


La Honda Elite es un Scooter urbano, que presenta soberbios detalles combinando las últimas tendencias en diseño con los más altos estándares de calidad que posee Honda a nivel mundial. Con un confiable motor monocilíndrico de 4 tiempos de 125 c.c. y arranque eléctrico, la Honda Elite cuenta con freno a disco delantero que garantiza una excelente capacidad de frenado. También presenta un amplio espacio guarda casco y una guantera porta objetos que otorgan mayor comodidad.


Acerca de Honda Motor de Argentina S.A.


Honda Motor Co., Ltd. está presente en Argentina desde el año 1978, convirtiéndose en el primer fabricante japonés de motores con una filial propia en nuestro país. Desde ese momento se dedica a la distribución de tres líneas de productos: motocicletas y ATV, productos de fuerza, Marina y automóviles. En la actualidad, Honda es el mayor productor a nivel mundial de motocicletas y motores, con 134 fábricas distribuidas en 30 países. En Argentina es la marca de mayor participación en el mercado. La división motocicletas cuenta con más de 200 concesionarios distribuidos en todo el país y con su propia Planta Productiva en la localidad de Florencio Varela.


© http://www.honda.com.ar/novedades.php?novedad_id=11

Carótida... De Alguna Manera...

Carótida...

Pululaban no pocos indeseables. Fueron felices con Menem, con Duhalde, y lo han sido con los Kirchner. Pero al margen de ellos, o a pesar de ellos, ese mediodía fui testigo de una profunda reparación. Mientras el septuagenario José Mujica hablaba, las conclusiones eran inapelables.

El nuevo gobierno del Frente Amplio uruguayo (construcción política plural nacida hace 41 años) presentó ante la comunidad de negocios del Río de la Plata a su binomio José Mujica-Danilo Astori y eligió para hacerlo no sólo a Punta del Este en el vórtice de un verano esplendoroso, sino al rumboso Conrad, hotel kitsch al que el medio pelo progresista percibe como quintaesencia del “nuevorriquismo”, enemigo del pueblo.

Tuve el privilegio de estar cerca de Mujica, en una de las 300 mesas integradas por ejecutivos de empresa, aunque no faltó el toque farandulero que se arrima a “la movida” con pétreo oportunismo.

Se podía constatar, 45 minutos antes de abrirse las puertas del ostentoso paquebote hotelero, que se venía un éxito. Una muchedumbre esperaba pacientemente para entrar, bajo un sol descomunal. Un risueño oriental que deambulaba por los pelotones de capitalistas, no pudo con su ingenio y me encaró: “Che, ¿pero qué pasa? esto parece la entrada del Centenario antes de un Peñarol-Nacional”.

La primera moraleja fue evidente antes de que empezara el almuerzo organizado por la Cámara de Comercio Argentino Uruguaya bajo el sugestivo lema “Los empresarios en el proyecto nacional: desarrollo y reducción de la pobreza”, al que se arrimaron 400 empresarios de Argentina y decenas provenientes de Brasil, Chile, Paraguay, Venezuela, Israel, Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Italia, España y China, además de centenares de uruguayos. Juicio inapelable y sabio: Kirchner lo hizo.

Los argentinos, encantados con el gesto y las palabras de Mujica y Astori, participaban de lo que en la Argentina corrosiva y tóxica de estos años es inconcebible. Los uruguayos no se privaron de ninguna “humillación” para con los pedestres y belicosos argentinos, enfermos de agresividad, odio y revancha. La empatía inmediata que se percibía se fraguó en el espectáculo de civilidad colosal de los orientales

Si el chileno Sebastián Piñera, el colombiano Alvaro Uribe, el mexicano Felipe Calderón o el peruano Alan García hablasen de estímulos a la inversión, bajos impuestos, apertura a los mercados, seguridad jurídica y lucha contra el delito, sería muy sencillo obliterarlos, definiéndolos como perros guardianes del imperialismo yanqui. Pero quien hablaba a pocos metros de uno de los casinos más imponentes del hemisferio, estuvo 13 años en las garras del régimen militar uruguayo, incluyendo un primer lustro de confinamiento solitario enterrado en un agujero, como ése del que nunca pudo recuperarse Raúl Sendic, fundador de los Tupamaros.

Mujica no fue uno de los jefes prominentes del Movimiento de Liberación Nacional, pero sí uno de los más aguerridos combatientes de su vanguardia armada en los años de plomo, cuando esa guerrilla operativamente audaz pero políticamente dogmática y prepotente se burlaba de la democracia y pretendía convertir a Uruguay en el Vietnam urbano en Sudamérica.

Al igual que los que sufrieron en serio (Mandela, Bachelet), en Mujica no hay odio, sarcasmo agresivo o pedagogismo discursivo. Revolucionario de armas tomar y con el cuerpo lleno de cicatrices, primero saludó y agradeció la presencia de Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, ex presidentes legítimos de la democracia uruguaya, del Partido Colorado el primero, del Nacional (blanco) el segundo.

No conforme con ese guiño de país maduro, agradeció a otros dirigentes políticos de los ámbitos más diversos, como el blanco Jorge Larrañaga, el colorado Pedro Bordaberry y el independiente Pedro Mieres, todos ellos civilmente sentados a las mismas mesas, todos pertenecientes a un solo país.

Mujica no sólo no se cree superior: hace un culto de la sencillez. Podría ser una astuta maniobra de posicionamiento, sobre todo ante la desesperante y vergonzosa arrogancia argentina, pero quienes lo escuchaban se derretían cuando el hombre que asume la presidencia el 1º de marzo dijo que el Frente Amplio ganó sólo porque sacó “unos votos más”.

Mujica se ufana, deleitado, cuando dice que, dentro de todo, y a pesar de sus problemas, en el Uruguay los políticos caminan por la calle igual que la gente de este pequeño país, sin mayores problemas. Entrecerrando sus ojos pícaros y oscuros, el viejo guerrillero, soldado hace cuatro décadas de una patrulla de audaces profesionales de la violencia que mataron gente, secuestraron personas y robaron a destajo, mientras peroraban que el poder nace “de la punta de un fusil”, deslumbró hasta el asombro a una platea cautivada.

Cinco ejemplos de la singular potencia de una verba popular auténtica, unida a conceptos especialmente movilizadores:

“Quieran al Uruguay. No es perfecto. No se coman la pastilla.”

“Invertir no es una timba ciega. El gobierno tiene el deber de aminorar al máximo posible los márgenes de riesgo y ofrecer estabilidad.”

“Lo tenemos que afirmar los políticos, que ponemos la caripela con la gente.”

“Necesitamos un clima que propicie la inversión. Históricamente, hemos sido un desastre, preferimos sacarla para afuera, colocarla en un banco, no invertirla acá. Jugala acá, que no te la van a expropiar ni te van a doblar el lomo con impuestos.”

“Si queremos recaudar aumentando los impuestos sobre la misma masa de riqueza, estamos fritos, porque matamos la gallina de los huevos de oro.”

Sinceridad, modestia, claridad, sensibilidad popular, inteligente lectura de la época. Mujica es el antiverso, un viejo revolucionario que, derrotada su organización en la guerra, no sólo depuso las armas, sino que se desembarazó de las mentiras y trampas del populismo patotero como el que gobierna a la vecina Argentina.

Fue goleada, no sólo de Uruguay, del Frente Amplio y de Mujica. Era la reveladora radiografía de contraste con este desventurado tiempo argentino.

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 13 de Febrero de 2010.

lunes, 8 de febrero de 2010

Huracán 0 vs. Atlético de Tucumán 0... De Alguna Manera...

Huracán rescató un punto en Tucumán…

Empató 0-0 con Atlético como visitante. El local, que terminó con un jugador menos por la expulsión de Longo, contó con las chances más claras pero falló en la definición. Los de Chiche Sosa siguen en zona de descenso directo. El Globo se aleja de la Promoción.

Atlético Tucumán y Huracán protagonizaron hoy un pobre espectáculo que terminó con un empate sin goles, que le sirve al visitante, pero hundió un poco más en la tabla de los promedios a los norteños.

Los tucumanos estaban obligados a sumar los tres puntos y lo intentaron, pero les faltó claridad y tranquilidad para quebrar la resistencia defensiva de un rival que se preocupó más por defender y renunció a atacar.

Atlético sigue sin poder ganar en el Clausura, quedó en el último lugar de la tabla de promedios con 1,045, el peor rendimiento de los equipos que militan en Primera y no consigue salir de la zona de descenso directo.

El rendimiento de Huracán es preocupante, en especial si se tiene en cuenta que jugó los últimos 30 minutos con un jugador más por la expulsión de Sebastián Longo, pero en ningún momento pudo aprovechar esa ventaja.

Héctor Rivoira vivió uno de los momentos más emotivos de su carrera, ya que al ingresar al campo de juego del estadio Monumental, esta vez como técnico de Huracán, recibió una ovación por parte de todos los hinchas de Atlético que recordaron su exitoso paso por el club, con ascenso a Primera División incluido.

Mientras en las tribunas se colgaron varias banderas dedicas al entrenador, los dirigentes le entregaron una plaqueta a "Chulo", quien se mostró emocionado y con lágrimas en los ojos.

Después llegó la hora de jugar y el local siempre lució más ambicioso, pero le costó mucho llegar con peligro hasta el arco defendido por Gastón Monzón.

Aunque llegó menos, Huracán encontró el gol cuando Gustavo Balvorín le sacó el balón casi de las manos a Lucas Ischuk y convirtió, pero el árbitro Juan Pablo Pompei cobró falta del delantero, en una polémica decisión ya que quedó la sensación de que no hubo contacto física en la acción.

Los tucumanos "inclinaron" la cancha en el segundo tiempo y buscaron el gol por diferentes vías, pero sólo llegaron con claridad una vez y entre Fabio Escobar y Luis Rodríguez malograron la cancha.

El ingreso de David Drocco le dio mayor impulso a los anfitriones que atacaron hasta el final pero nunca inquietaron a Monzón.

© Télam y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el lunes 8 de Febrero de 2010.


Los goles...

¿?


¡¡¡Muy Chulos!!!


Tucumán se prepara para recibir al Chulo Rivoira, técnico que lo llevó a Primera. Habrá plaqueta.


Verlo sentado en el banco del equipo rival será muy especial. A él no lo olvidaré nunca, porque fue el que me hizo debutar en Primera", explicó Rodrigo Herrera, uno de los jugadores de Atlético Tucumán que se preparan para vivir un partido especial. Es que Héctor Rivoira, técnico que llevó al club a lo más alto del fútbol argentino, volverá a casa, pero esta vez dirigiendo a Huracán.

Las expectativas por la presencia del Chulo crecen con el correr de las horas. Los directivos ya retiraron una plaqueta que le entregarán mañana. Los hinchas, en cambio, a través de Internet y del boca a boca, se organizaron para hacer banderas o ensayar cánticos para homenajearlo. Rivoira dirigió al equipo que logró al Ascenso y renunció en el Torneo Apertura. "A él le debemos muchas cosas. Todo lo que hizo por el club no se olvidará jamás", aseguró Juan Pablo Pereyra.

© Publicado en el Diario Olé el sábado 6 de Febrero de 2010.

Comiendo en el Barrio Chino en Buenos Aires... De Alguna Manera...

Comiendo en el Barrio Chino en Buenos Aires...

Luego de que el gobierno de K anunciara con bombos y platillos millonarias inversiones chinas en nuestro territorio, hubo una sensación de que todo lo que venía de China estaba de moda. Sin embargo en el barrio chino de Belgrano, pegado a la estación de Barrancas, la actividad comercial no tiene nada de efímero, sino que las cosas vienen tomando cada vez más color, sobre todo en lo que hace a cantidad de propuestas gastronómicas. Esta zona se extiende a lo largo de la calle Arribeños, desde la estación en el cruce con Juramento hasta la calle Olazabal. En estas dos cuadras se encuentran principalmente supermercados y negocios de alimentos, locales de souvenires y artículos para el hogar y varios restaurantes.

Hace algunos años existían sólo unos pocos que ofrecían comidas típicas chinas y el acceso para los occidentales estaba casi vedado por cuestiones idiomáticas, ya que incluso los menús eran jeroglíficos imposibles de interpretar. Con el correr del tiempo las cosas fueron cambiando y apareciendo las traducciones al castellano, hasta gestarse un pequeño polo gastronómico con identidad propia que se vio favorecido por la magia del uno a uno.

Al igual que toda la gastronomía vernácula, la crisis de 2001 se hizo sentir con fuerza en la zona, potenciada aquí por la gran cantidad de productos importados que estos restaurantes utilizaban. Pasada ya la turbulencia, hoy podemos contar alrededor de una docena de propuestas gastronómicas en las que prima en casi todas el bajo costo de los platos y su gran variedad.

En líneas generales todos ofrecen propuestas similares basadas en la cocina cantonesa, algo de Taiwán y algunas otras preparaciones de otras regiones, pero sin arriesgar demasiado con platos que salgan de lo ya conocido por el público. Variedad de entradas, sopas, Chop Suey, Chaw Fan, Chaw Mien y pollo, carne, cerdo y mariscos salteados se pueden encontrar en casi todas las cartas. La provisión de la gran mayoría de las materias primas se hace en los negocios y supermercados que venden en la zona, donde compra gran parte de la colectividad, lo cual garantiza pescados y mariscos frescos y verduras difíciles de conseguir en los negocios tradicionales.

Otra característica es la frecuente presencia de especias como el jengibre, aceite de sésamo, sal, azúcar, salsa de soja, vino de arroz y cebolla de verdeo en muchas de las preparaciones. El servicio es generalmente rápido y, a excepción de unos pocos lugares, no demasiado profesionalizado. En algunos se puede tener la sensación que el personal no es del todo cortés con el cliente ni tiene demasiado diálogo, sobre todo en lo que hace a la explicación de los platos. Esto se debe fundamentalmente a cuestiones de idioma y no hay que tomarlo como falta de buena voluntad del personal. La gran mayoría abre mediodía y noche, el día de cierre es los lunes y en general se trabaja sin tarjeta.

A continuación una hoja de ruta con las principales propuestas:


Restaurante SU. Arribeños 2123; 4788-4960

En un pequeño local al principio de las dos cuadras que conforman este polo gastronómico, bien cercano a la estación Barrancas de Belgrano, se encuentra este restaurante de cocina predominantemente cantonesa. Con decoración sencilla y poco ornamentado, ofrece un menú variado y bilingue (chino-español). Tienen servicio de delivery que se extiende hasta unas 20/25 cuadras aproximadamente.


Restaurante Dragón Porteño. Arribeños 2137; 4784-8970/4784-6464/4780-0984

De buenas dimensiones y con gran cantidad de cubiertos, tiene un menú muy variado con más de 200 preparaciones fundamentalmente de cocina china. Decorado sin demasiadas pretensiones, tiene dos barras con motivos chinos que dan color al ambiente. Hacen delivery y están abiertos todos los días de la semana y el finde.


Lai Lai. Arribeños 2168; 4780-4900

Pequeño reducto muy bien ambientado con lámparas de papel de color rojo, que abrió hace relativamente poco tiempo. Las mesas están decoradas con simpáticas figuras de animales debajo de vidrios y algunas más grandes tienen las típicas bandejas giratorias para que todos puedan alcanzarse los platos. El menú no difiere demasiado de los del restó de la cuadra, aunque puede resultar más atractivo por la ambientación y lo acogedor del lugar. Hacen delivery.


Todos Contentos. Arribeños 2177; 4780-3437

Este histórico de la zona con más de 15 años ha creado una clientela muy fiel. Los fines de semana, mientras muchos trabajan a media máquina, aquí seguro habrá que esperar para conseguir mesa, por lo cual pusieron bancos en la vereda. El público es mixto, o sea que a veces es común encontrarse con gente de la colectividad comiendo al lado. Últimamente también están teniendo buena afluencia de turistas. La carta es variada, sin nada que la diferencie demasiado del resto de las propuestas, y sus porciones son bastante generosas. Lo exitoso de su negocio los obligó en 2001 a inaugurar un salón contiguo que duplicó la cantidad de cubiertos. No hacen delivery, pero sí preparan pedidos para llevar que se pueden retirar allí mismo.


Cantina Chinatown. Mendoza 1700 y Arribeños; 4783-4173

En la esquina de Arribeños con Mendoza está este restaurante con ocho años de antigüedad, donde predomina la clientela argentina y los turistas. El local no es demasiado grande y tiene buenos ventanales que hacen esquina. Casi sin decoración que haga sentir que estamos en el “chinatown” porteño, la carta es variada y sin demasiadas pretensiones. El dueño tiene otro local de comida más predominantemente cantonesa en Ecuador y San Luis de nombre Dragón. No hacen delivery.


Asia. Mendoza 1725; 4780-3731/4780-3004

Probablemente la más reciente de todas las propuestas. Ubicado en la calle Mendoza, es un pequeño salón con modestas mesas que ofrecen un menú con buena variedad. La simpatía del personal no es su fuerte y tienen fotos de los platos en la vidriera con los precios. Estacionamiento propio y delivery.


Palitos. Arribeños 2243; 4786-8566

Una de las mejores propuestas por su relación precio/calidad. Entre Mendoza y Olazabal aparece este local de mesas y sillas de madera negras, con láminas y figuras orientales como decoración. Tienen un largo sillón rojo sobre una de las paredes y un reservado al fondo. La carta ofrece platos de la cocina cantonesa y del resto de China, así como algunos taiwaneses y de Vietnam, que salen de la uniformidad en las propuestas que caracterizan al barrio. Son para destacar las empanadas tanto al vapor como a la plancha. Entre los platos principales la vedette absoluta es el pollo “tres aromas”, con jengibre, albahaca y ajo. Es llevado adelante por los hijos de Chen Tien Fu, dueño de Hsiang Ting Tang, a pocos metros sobre la misma vereda. La clientela es mixta y tienen algunos seguidores incondicionales. No hacen delivery y a veces, los fines de semana, hay que esperar mesa.


Hsiang Ting Tang. Arribeños 2245; 4788-0125 /4786-0371

Comenzó siendo un restaurante taiwanés exclusivo de la colectividad que funcionaba en otro local cercano. Con más de 20 años en la zona, Chen Tien Fu hoy sigue llevando adelante esta propuesta de un nivel gastronómico más elevado que la media. En los fuegos de la cocina está su hijo que también esta encargado de la carta de Palitos, el restaurante que está a pocos metros. En un amplio local con boxes y una cascada interna, hoy su menú incluye algunos platos de otras cocinas, aunque los de Taiwán son los que siguen predominando. El servicio es atento y cordial, y tienen una variada carta de vinos que sirven en buenas copas, cosa poco usual en la zona. El precio es más elevado por lo más sofisticado de la propuesta. No hacen delivery.


Buddhaba. Arribeños 2288; 4706-2382

Llegando a la esquina de Arribeños y Olazabal se encuentra este restaurante, de los más nuevos en la zona, que irrumpió con una propuesta de alto nivel dividida en tres espacios de una amplia casona de época. Salón de té y restaurante funcionan en uno de las salas, un jardín oriental ambientado con orquídeas y bonsai en otra con amplia vidriera a la calle, y una galería de arte oriental en el primer piso. En la carta se incluyeron platos asiáticos con predominancia de chinos, aunque no faltan algunos vietnamitas, tailandeses y japoneses. Tienen además un servicio que consiste en ceremonias del té privadas para grupos reducidos de personas.


Chi Chi. Arribeños 2328

Este es prácticamente el único restaurante que esta sobre la calle Arribeños más alla de la calle Olazabal sobre la mano izquierda, y además es el que elijen muchos de los nacidos en esas tierras lejanas para comer, ya que es raro encontrar occidentales allí. Casi todo está escrito en chino y no es de extrañarse que la señora que esta en la cocina preparando los platos salga a servir con su atuendo a clientes que se distribuyen entre la barra y las mesas. Visitarlo es una experiencia no apta para cualquiera. Hay que tener la voluntad y el valor para animarse.

© http://www.glamout.com/Comiendo-en-el-Barrio-Chino.htm