jueves, 9 de julio de 2009

¡¡¡Club Atlético Huracán!!! Campeón 2009...

Al tiki tiki solo le gano el taka taka ($)

A pesar de la entrega de todos los jugadores, el sueño del campeonato no fue posible para el globo. Paupérrimas decisiones del árbitro generaron que nuevamente se juegue con la ilusión de los hinchas. Mas allá de este resultado final es innegable que la campaña de Huracán fue excelente y que de no haber ocurrido ningún inconveniente tendría que haberse terminado coronando.

¿Cómo se puede jugar así con el sentimiento de la gente? ¿No les da vergüenza ver a 3 generaciones distintas llorar como lo hicieron ayer tanto en el estadio de Vélez como en el Palacio Tomás Adolfo Ducó? Lo más triste de todo esto es que después los caraduras que manejan la AFA se encargan de llevar el mensaje de “No a la violencia” a las canchas. Lo que hicieron ayer fue una clara incitación a la violencia. Dense cuenta que con cosas como estas están terminando de matar al fútbol y de alejar a la gente de la cancha.


Si uno se pone a analizar lo futbolístico dejando de lado la apestosa actuación del impresentable de árbitro que es Gabriel Brazenas, hay que decir que Huracán no jugó como lo hizo durante todo el campeonato. Se encontró con un rival digno que salió a atacarlo desde el primer minuto. Eso sí, de no haber ocurrido que lo que pasó con el lamentable del línea de apellido Casas todo hubiese sido distinto. Porque si el gol de Eduardo Domínguez era convalidado el desarrollo del partido hubiese sido otro completamente porque Vélez tendría que convertir dos tantos para ser campeón. Pero nada de esto ocurrió por culpa de los “señores de negro”. Esos mismos que admitieron haberse equivocado tras ver el partido en su casa. ¿Y eso de que sirve ahora? Yo la única utilidad que le encuentro a esos comentarios es que debe retirarse definitivamente del arbitraje este personaje repugnante.


El penal que comete Carlos Araujo estuvo bien cobrado pero muchísimo mejor atajado por el gran Gastón Monzón, que ayer demostró porque nuestro entrenador lo eligió como el arquero titular de este inolvidable equipo. Se volvió a presenciar un Mario Bolatti extraordinario aguantando el embiste del medio velezano e intentando hacer jugar al equipo como lo hizo durante todo el torneo. Sin lugar a dudas el rubio volante del globo fue el mejor jugador del campeonato.


Durante el transcurso del segundo tiempo se notó que el partido se encontraba bastante controlado por Huracán. Hubo varias jugadas que pudieron haber culminado el partido como una corajeada de Matías Defederico que se fue rozando el palo. Pero a poco tiempo del final ocurrió el verdadero robo de la tarde-noche de Liniers: Hernán Rodrigo López se la peinó a Joaquín Larrivey, este se tiró con los dos pies para adelante hacia Monzón dejándoles marcados los tapones de su botín en la pierna. Con el arquero en el suelo Maximiliano Moralez empujó a gol, para que la gente de Vélez delire como si fuese una Libertadores por la obtención de un torneo que no ganaron lícitamente.


Este equipo demostró durante todo el torneo que merecía el campeonato. Por las manos negras que circundan al fútbol es que hoy Huracán no consiguió el objetivo. Aquella final en San Juan y posterior victoria en Mendoza nos dejó el mensaje que en este juego hay revancha. Los jugadores contaran con esa sed de tener otra oportunidad y esa cuota de bronca por lo ocurrido en el Amalfitani durante todo el Apertura. Como dijo don Ángel Cappa: el torneo que viene habrá que intentarlo de nuevo. Solamente nos quedan palabras de agradecimiento para todos los que integraron este plantel y cuerpo técnico.


© Escrito por Alejandro Díaz Míguez y publicado en http://www.patriaquemar.com.ar el lunes 6 de Julio de 2009


Gracias jugadores y cuerpo técnico

La periodista Vanesa Fleitas realizó una columna agradeciendo tanto a los jugadores como al cuerpo técnico lo realizado en la totalidad de este torneo. Ningún arbitraje borrará el orgullo de ser hincha de Huracán.

Es duro hablar en un momento en el que sólo tenemos palabras de reproche, impotencia, tristeza y dolor. En el que sentimos que nos robaron la ilusión y que quizás cueste más que nunca reponerse de esta situación. Pero no hay que olvidarse que vivimos una de las campañas más gloriosas de la historia quemera, que este Huracán nos dio muchas alegrías, que muchos de los hinchas que no fuimos parte de aquel Huracán del 73, vivimos los momentos más satisfactorios en nuestras vidas.

No hay que olvidarse que nadie apostaba a estos jugadores que al principio parecían no tener nombre, pero que se ganaron sus puestos, el cariño y apoyo de la gente, y el respeto del fútbol argentino. Que hoy hablar de los jugadores de Huracán, es hablar de jugadores con nivel de selección, con nivel de exportación. Que costó formar un equipo ya que la mayoría eran prestados, pero que el hambre de gol que tuvieron los hizo llegar merecidamente a la final. Que el cuerpo técnico depositó su confianza en ellos, los apoyó y logró convertirlos en el mejor plantel del torneo que hoy pretenden los equipos más importantes. Que el “tiki-tiki” dejó huellas en todos los medios de comunicación que hablaron horas, días y semanas de que gracias a este equipo y este cuerpo técnico, pudimos volver a ver la verdadera esencia de un buen fútbol, que pudimos disfrutar de un espectáculo cada fecha, y que el placer de verlos jugar, los convirtió en el equipo del pueblo.

No hay que dejar de lado que la mayoría son chicos que no dudaron en seguir el ejemplo de los más grandes, que mantuvieron el respeto con sus compañeros, y que actuaron como verdaderos profesionales a pesar de su poca experiencia. Que sin necesidad, formaron un grupo de amigos que salían a divertirse a la cancha y a darle a la gente lo mejor que podían. Que cuando llegó el señor, y señor con todas las letras, Ángel Cappa, muchos creían que jamás íbamos a llegar a las instancias que llegamos. No se puede dejar atrás que la emoción que nos hicieron vivir estas grandes personas, merece el agradecimiento más grande y más puro. Porque nadie nos va a devolver la ilusión con un perdón, pero tampoco van a lograr robarnos la felicidad, el orgullo y la satisfacción que nos dio este Huracán. Los ángeles de Cappa marcaron una de las mejores épocas en la historia quemera. Por eso, eternamente gracias Huracán 2009.

© Escrito por Vanesa Fleitas y publicado en http://www.patriaquemar.com.ar el lunes 6 de Julio de 2009



¡Tengo el pecho inflado!

Como todas las fechas le dejamos la opinión del hincha de Carlos Biondi. Emotiva como siempre.

Nada ni nadie me va a sacar el orgullo que siento por este plantel de jugadores que nos regalaron este mágico torneo. Nada. Ni nadie. Ni siquiera el árbitro corrupto. Es que lamentablemente estamos acostumbrados a que la corrupción nos golpee. Sin hacer mucha historia, en este mismo torneo en el partido que jugamos contra Boca, la sufrimos. Y en la final se hizo presente otra vez. Pero ahora se esta “socializando” ya que arreglar con dinero a los árbitros era solamente propiedad de Boca y River. A nosotros nos toco no una, ¡dos veces! con equipos chicos. Primero con los Sanjuaninos y ahora con Vélez, que si bien tiene su respetable historia, no logra llenar su estadio en una final de campeonato. Y esto me parece demasiado. Me hace sentir que el futbol se muere. Pero vuelvo a pensar en este plantel y en el cuerpo técnico y se me infla el pecho otra vez. Recibir felicitaciones y muestras de afecto por donde quiera que vaya me demuestra que el camino que se eligió es el correcto. Que para el reconocimiento popular no hace falta el dinero que le dio Vélez a Brazenas. No. Hace falta jugar bien a la pelota. Tener talento. Y nuestros jugadores lo tienen. Nada ni nadie me van a hacer olvidar las goleadas a Racing y a River. Ni el triunfazo sobre Lanús. Ni que hablar contra Central en ese “hervidero” ni la perlita del postre contra los primos. La alegría que produjeron en la gente es INOLVIDABLE. El reconocimiento del público del futbol en general es HISTORICO. Dentro de unos meses nadie recordara ni a Vélez ni a Brazenas. Pero si lo harán con “los Ángeles de Cappa”. Se me parte el pecho de orgullo.

Hoy leía la columna de mi amigo de toda la vida Gustavo Quinteiro donde vislumbra un cambio total en nuestro querido club. Pide que sea el punto de partida para que Huracán despegue de una vez por todas. Este “guacho” me robo la idea. Pero es que siento que la gente no se sentó a lamentar la soberbia del robo, sino que tomo una fuerza tremenda y que los jóvenes tienen sed de revancha. Ni que hablar de los jugadores, que manifiestan el deseo de quedarse y que quieren pelear el próximo campeonato. Como si fuera poco, me da la sensación que nuestro presidente y Ginevra están empezando a llevarse bien. ¿Quién nos para si estos dos “muñecos” se juntan? Repito: tengo toda la sensación que Huracán se va para arriba. Yo rogaba por ser un club normal. Siento que en unos pocos años vamos a ser una potencia. Y se me sigue inflando el pecho.

No pude sacar mi entrada para ir a Liniers. Pero lo vi en el Duco. De esto no me olvido nunca más en mi vida. Vi a la gente llorar (pero de verdad, como se debe llorar) a jóvenes, veteranos y niños destrozados pero nadie insulto al globo. TODOS REAFIRMANDO EL AMOR QUE SIENTEN HACIA HURACAN. No vi ningún carnet roto ni ninguna bandera tirada. No escuche reproches. Solo sentí el amor hacia Huracán. Desenfrenado amor hacia Huracán. Y el pecho me explota. Y el llanto por la emoción me estremece. Gracias, gente de Huracán. Gracias. No sabría que hacer de mi vida si no pudiera pertenecer a este grupo de gente tremendamente especial.

¿Se dan cuenta? Vale tanto el dinero que Vélez le dio a Brazenas? Pronto vamos a tener una nueva oportunidad deportiva. Pero lo especial que somos NADIE NI NADA LO VA A PODER COMPRAR. Gracias.

El campeonato llego a su fin y también la opinión del hincha hecho por mí. Me di cuenta que luego de lo que viví en esta temporada con todas las emociones que me salían por los poros me hace imposible poder encontrar nuevas palabras para describir un nuevo campeonato. Además, pienso que es hora de dejar a la sangre nueva que viene surgiendo y que se pueda expresar, tal como lo hice yo hasta hoy.

Agradezco a Patria Quemera por haberme dado esta hermosa posibilidad. Agradezco al Barba por haberme tocado con la varita mágica y cruzarme con Roswell y armar esta hermosa columna para poder expresar todo lo que sentí en cada partido.

Y a ustedes, hermanos quemeros, que me hicieron sentir querido. Gracias por todas las lecturas que tuve. Gracias por todas las respuestas. Las leí a TODAS. TODAS. Todas. No se imaginan lo que es poder emocionar a alguien con unas palabras salidas del corazón.

Gracias Huracán.

¡Abrazo Quemero!

© Escrito por Carlos Biondi y publicado en http://www.patriaquemar.com.ar el lunes 6 de Julio de 2009


Fue un robo…

¿En la cancha? Sí. Pero fue casi tan evidente como el que quedó demostrado afuera del campo de juego. El que demostró que equipo es grande de verdad y quien tiene complejo de equipo chico, como demuestra fecha tras fecha el Fortín de Liniers. Sin dudas.

¿En la cancha? Sí. Pero fue casi tan evidente como el que quedó demostrado afuera del campo de juego. El que demostró que equipo es grande de verdad y quien tiene complejo de equipo chico, como demuestra fecha tras fecha el Fortín de Liniers. Sin dudas.
“El tiki-tiki se lo meten en el culo” se escucho antes y más fuerte que el “Dale campeón”, evidenciando y dejando en claro quien merecía dar la vuelta olímpica.

Se dice que sos mejor campeón cuando el rival es alguien grande y poderoso. Y este Huracán demostró a lo largo del Clausura que estaba para cosas grandes y tenía una idea muy poderosa. Quizás la más poderosa del fútbol argentino. ¿Quedó en las puertas de la gloria? Es cierto, pero también es cierto que todo el mundo futbolístico se rindió ante nuestros pies. Y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados y no debemos dejarlo pasar por alto por nada del mundo. Es tarea de todas las patas de la mesa que esto perdure. Nosotros dejando el alma en la tribuna como en todo el torneo. La dirigencia manteniendo la base de este plantel. El Cuerpo técnico conservando esta idea desempolvada después de muchos años.

Que estas lágrimas no sean en vano, que sirvan para que de una vez por todas Huracán salga de estos pesares que lo persiguen. Como paso en aquella fatídica final en San Juan, que alargó el ascenso siete días más. Ahora la espera será de meses. Serán meses claves para darnos cuenta si estos seis meses fueron un oasis en el desierto o realmente se viene EL momento de este Huracán centenario.

Queda para hablar del otro robo, del principal y del que habló todo el mundo. Pero de Gabriel Brazenas no queda mucho por hablar. Está todo dicho. Todo hablado. Una vez más (y van) nos metieron la mano en el… bolsillo. La soberbia y el relax de un árbitro que declara “Sí. Cometí dos errores graves. Me equivoque, como cualquier otra persona” deja en claro que a nadie le interesan los sentimientos de las miles de almas que dejamos muchas lágrimas (de las feas) en el José Amalfitani. Y que este fútbol esta cada día más manchado. Le pese a quien le pese.

Como tuve la oportunidad de leer por ahí: “Los Ángeles lloraron piedras anticipando que se venía la injusticia”.

© Escrito por Mauro Saudejaud y publicado en http://www.patriaquemar.com.ar el martes 7 de Julio de 2009




9 de Julio de 1816... In the pendiente...

Se había dado un gran paso. Tras seis años de avances y retrocesos, de mucha lucha y sangre derramada, de fuertes debates entre decididos e indecisos y muchos cambios en el panorama internacional, se había declarado la independencia. Se había abandonado el ridículo, como decía San Marín, de tener bandera, moneda, himno y guerrear contra España, pero seguir, de hecho, reconociéndose dependientes. Parecían quedar atrás los retos a Belgrano por enarbolar la bandera y a Castelli por "ir demasiado lejos". Las Provincias eran un territorio políticamente libre, pero la independencia política no garantizaba la independencia económica. Éramos políticamente independientes "de España y de toda dominación extranjera", pero España nos había dejado en una situación económica muy débil, y eso nos iba a llevar a que cayéramos en los brazos de otras potencias europeas.

España no sólo no había fomentado las industrias ni el comercio entre las distintas regiones del extenso territorio, sino que había hecho todo lo posible para que en sus colonias americanas no se desarrollaran. Además, la escasa producción industrial española ni siquiera cubría las necesidades básicas de los habitantes de la península, por lo que se debía importar la mayoría de los productos elaborados.

Entre nosotros, la incapacidad, la falta de voluntad y patriotismo de los sectores más poderosos llevaron a que nuestro país quedara condenado a producir materias primas y comprar productos manufacturados, muchas veces con nuestra propia materia prima. Por supuesto, valía mucho más una bufanda inglesa que la lana argentina con la que estaba hecha. Esto llevó a una clara dependencia económica del país comprador y vendedor, en este caso Inglaterra, que impuso sus gustos, sus precios y sus formas de pago. Además, como se sabe, los países que viven de exportar materias primas, como granos o carnes, están muy expuestos a sufrir las consecuencias de fenómenos naturales, como sequías, inundaciones o pestes de animales, y esto puede arruinar su economía. En cambio, los países industrializados pueden planificar su economía sin preocuparse por si llueve, si está nublado o sale el sol.

La independencia proclamada era formal y exclusivamente política. En el plano económico, comenzábamos a ser cada vez más dependientes de nuestra gran compradora y vendedora: Inglaterra. El nuevo Estado, dominado desde estos momentos fundacionales por una clase propietaria parasitaria, dificultará el progreso de una nación asentada en uno de los territorios potencialmente más ricos del mundo.

El actual territorio argentino parecía mucho más extenso en aquella época, por la lentitud de los transportes y las comunicaciones. A los ojos de los visitantes era una zona muy atrasada, con formas de producción arcaicas y con graves dificultades para la circulación de la moneda y los productos.

Las artesanías provinciales estaban en franca decadencia y sólo la inversión y la modernización las hubiera podido transformar en verdaderas industrias, como ocurría por esa misma época en los Estados Unidos. Pero los únicos que hubieran estado en condiciones de hacer estas inversiones eran los terratenientes porteños y su embrionario Estado nacional. Y ninguno se mostraba interesado en dar ese paso, que podría haber transformado a nuestro país en una potencia.

Los terratenientes bonaerenses estaban muy conformes con su cómoda manera de ganarse la vida, como para complicársela. Se trataba de cobrar sus exportaciones en libras o en oro y pagarles a sus empleados y proveedores nativos en pesos, generalmente devaluados. Cuanto menos valiera la moneda nacional, más ganaban ellos.

En cuanto al Estado nacional, estaba dando los primeros y accidentados pasos para su formación, que recién se concretaría cincuenta años más tarde. Pero cuando existió, entre 1810 y 1820, estuvo dirigido predominantemente por los mencionados sectores ganaderos y mercantiles porteños, que trasladaron a la política sus prácticas comerciales.

Será esta clase dirigente la que conduzca los destinos nacionales y lleve al país al borde de la disolución en 1820, la clase que privilegiará la asociación con Inglaterra antes que cualquier vinculación con el resto del país. Así se gestará una estrecha dependencia económica de Gran Bretaña. Y cuando un país depende económicamente de otro, cuando es ese otro país el que decide qué se debe producir y qué no, cuando los precios de las mercaderías nacionales son fijados en la "metrópoli" y no en la factoría, a la dependencia económica se le agrega la dependencia política, porque la autonomía y la capacidad de decisión del país más débil quedan reducidas a la mínima expresión.

La principal fuente de ingresos del incipiente Estado eran los impuestos a la importación y al comercio, que perjudicaban a los consumidores más pobres. En cambio, los grandes propietarios bonaerenses y los grandes comerciantes, particularmente los ingleses, podían descontar sus empréstitos forzosos cuando le vendían al Estado para terminar convirtiéndose en sus acreedores y ganar influencia en sus decisiones.

La situación del interior era diferente. En algunas regiones, como Cuyo, Córdoba, Corrientes y las provincias del Noroeste, se habían desarrollado pequeñas y medianas industrias, en algunos casos muy rudimentarias, pero que abastecían a sus mercados internos y daban trabajo a muchos de sus habitantes. Para el interior, el comercio libre significó frecuentemente la ruina de sus economías regionales, arrasadas por los productos importados más baratos y de mejor calidad.

La superioridad de recursos económicos y financieros de Buenos Aires haría que la influencia porteña primara en cualquier tipo de gobierno nacional. De manera que para que las provincias pudieran eludir la dominación de Buenos Aires, era imprescindible que conservaran cierto grado de autonomía económica y fiscal; para ello era necesario lograr la autonomía política y, por lo tanto, limitar los poderes y la autoridad del gobierno central. En medio de esta disputa, por largos períodos sangrientos, transcurrirían los próximos años de la historia Argentina del siglo XIX.

© Felipe Pigna, Los Mitos de la Historia Argentina. http://www.elhistoriador.com.ar

© http://www.opcionnacional.com.ar


Acta de la Declaración de la Independencia Argentina


En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman.

Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad; a su término fueron preguntados:

¿Si querían que las Provincias de la Unión fuesen una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?

Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del País, fijando en su virtud la determinación siguiente:

Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.

Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias.

Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.

Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.

Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.

  • Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente.
  • Mariano Boedo, Vice Presidente, Diputado por Salta.
  • Dr. Antonio Sáenz, Diputado por Buenos Aires.
  • Dr. José Darragueira, Diputado por Buenos Aires.
  • Fray Cayetano José Rodríguez, Diputado por Buenos Aires.
  • Dr. Pedro Medrano, Diputado por Buenos Aires.
  • Dr. Manuel Antonio Acevedo, Diputado por Catamarca.
  • Dr. José Ignacio de Gorriti, Diputado por Salta.
  • Dr. José Andrés Pacheco de Melo, Diputado por Chibchas.
  • Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante, Diputado por la Ciudad de Jujuy y su territorio.
  • Eduardo Pérez Bulnes, Diputado por Córdoba.
  • Tomás Godoy Cruz, Diputado por Mendoza.
  • Dr. Pedro Miguel Aráoz, Diputado por la Capital del Tucumán.
  • Dr. Esteban Agustín Gazcón, Diputado por la Provincia de Buenos Aires.
  • Pedro Francisco de Uriarte, Diputado por Santiago del Estero.
  • Pedro León Gallo, Diputado de Santiago del Estero.
  • Pedro Ignacio Rivera, Diputado de Mizque.
  • Dr. Mariano Sánchez de Loria, Diputado por Charcas.
  • Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas.
  • Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, Diputado por La Rioja.
  • Licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera, Diputado por Córdoba.
  • Dr. José Colombres, Diputado por Catamarca.
  • Dr. José Ignacio Thames, Diputado por Tucumán.
  • Fray Justo de Santa María de Oro, Diputado por San Juan.
  • José Antonio Cabrera, Diputado por Córdoba.
  • Dr. Juan Agustín Maza, Diputado por Mendoza.
  • Tomás Manuel de Anchorena, Diputado de Buenos Aires.
  • José Mariano Serrano, Diputado por Charcas, Secretario.
  • Juan José Paso, Diputado por Buenos Aires, Secretario.


Fue firmada por todos los congresales que declararon la Independencia. Se tradujo al quechua y al aymará para que la conocieran las poblaciones indígenas.

© Archivo General de la Nación

http://www.mrecic.gov.ar/portal/argentina/himno_nacional.html


http://www.mrecic.gov.ar/portal/argentina/himno_nacional_jairo.html

lunes, 6 de julio de 2009

"HURACÁN FUE EL MEJOR EQUIPO DEL CAMPEONATO"...

Fueron las palabras del técnico Ángel Cappa, tras la derrota 1-0 ante Vélez. También ratificó su deseo de seguir en Huracán y de volver a luchar por cosas importantes.

El Globo estuvo a un capítulo de escribir una historia que hubiese quedado guardada para siempre en la memoria de todos los hinchas del fútbol argentino. Porque este Huracán, que supo ganarse el aprecio de todos por su estilo y sus principios, tuvo enfrente un rival que por mérito propio y errores arbitrales se quedó con los tres puntos y como lo reconoció Ángel Cappa “fue un digno campeón por lo que hizo en todo el torneo, pero sin dudas, Huracán fue el que mejor jugó al fútbol”.

El DT del globo se fue muy molesto de Liniers y no tuvo reparos en calificar la tarea del referee Gabriel Brazenas: “Se equivocó en dos jugadas que fueron determinantes” dijo, haciendo referencia al gol que le anularon a Eduardo Dominguez y al convertido por Maximiliano Moralez. “El partido fue parejo, se dio de contragolpe y generamos varias situaciones. Lo que nosotros intentamos no pudimos concretarlo y lo que Vélez buscó fue tirar pelotazos largos a los delanteros”.

A la hora de encontrar las causas de la derrota Cappa volvió a hacer hincapié en la polémica jugada del gol de Vélez y sostuvo: “Le dieron una patada a Monzón, el árbitro no la vio, era una de las últimas situaciones del partido y nos metieron el gol”. Sin embargo, el propio DT se encargó de desterrar cualquier tipo de sugestión, alegando que el árbitro es humano y puede equivocarse. “Lo que es absolutamente reprochable es la actitud imbécil de algunos integrantes del cuerpo técnico de Vélez, que cuando hicieron el gol escondieron los balones” lanzó.

Un poco más tranquilo, agradeció a los hinchas el apoyo incondicional, tanto a él como al plantel, y reconoció que cuando comenzó el campeonato imaginaba desahogarse del promedio, pero no pensaba llegar a la última fecha en esta situación.

Muchas veces se piensa que solo es importante el primer puesto y a los segundos nadie los recuerda, pero con una sonrisa pícara y haciendo un poco de historia, Cappa retrucó: “En el Mundial del ’74 todos se acuerdan de Holanda, que fue segundo, y muy pocos recuerdan al campeón (Alemania).

Al retirarse del estadio envió un mensaje de tranquilidad a los hinchas del Globo: “Voy a seguir en Huracán para intentar repetir esta actuación en el campeonato que viene”.

Lejos de la tristeza por haber quedado con las manos vacías, hay que reconocer las grandes virtudes de este grupo, que dejó todo en cada partido, que luchó por su estilo durante todo el torneo, y que impuso un juego diferente, que no es muy corriente por estos días.



© http://www.clubahuracan.com.ar

Huracán... Cuando se gana antes de jugar...


Se puede ganar antes de jugar. Claro que se puede. Aunque todavía quedan noventa minutos que definirán quién será el campeón y quién será el escolta, aunque uno quedará envuelto en el júbilo y el otro en el desconsuelo, Huracán y Vélez ya ganaron. Ganaron porque en las dieciocho fechas anteriores del Clausura exhibieron una identidad --cada uno a su manera-- que respetaron contra viento y marea. Ganaron porque fueron fieles a sí mismos en la victoria o en la derrota. Ganaron porque nunca arriaron las banderas del fútbol audaz, libre, sin prejuicios. Ganaron porque jugaron igual en cualquier lado. Ganaron porque priorizaron las buenas artes en épocas en que las agachadas suelen tener su espacio (más de una vez destacado, lamentablemente). Ganaron porque hicieron feliz a mucha gente, y no sólo a su gente. Ganaron porque demostraron que se puede jugar bien al fútbol y, al mismo tiempo, se puede ser eficaz.

Ganaron Angel Cappa y Ricardo Gareca. Uno, Angel, porque les hizo entender rápidamente a sus jugadores cuál era el mejor camino para llegar al objetivo y porque le devolvió a Huracán su histórica forma de sentir y de interpretar el fútbol. El otro, el Flaco, porque regresó al país para cimentar el lugar que no tenía: un torneo le alcanzó para que más de uno conociera sus cualidades como entrenador y para que todos lo respetaran.

Ganaron Javier Pastore y Víctor Zapata. El cordobés del fútbol hecho elegancia es el toque más brillante del Huracán de los mil y un toques; es la habilidad que inventa juego y que inventa goles; es el heredero de otros sapientes que alguna vez también lucieron orgullosos la camiseta blanca con el globito rojo en la línea del corazón. El Chapa convenció a todos, especialmente a unos cuantos plateístas de Vélez que le taladraban sus oídos con reprobaciones; hoy, Zapata no sólo es referente: también juega y hace jugar.

Ganaron Mario Bolatti y Nicolás Otamendi. El rubio jugó tanto que a esta altura es una de las presas más codiciadas del mercado de pases: lo quieren desde River hasta Boca, cuando un semestre atrás llegó en el más absoluto silencio a Parque Patricios luego de un ciclo apagado en el Porto. El pibe de Vélez es, seguramente, la aparición más rutilante del campeonato; ya es hombre de Selección, de esos que llegan para quedarse.

Ganaron Matías Defederico y Hernán Rodrigo López. El chiquitín es el socio ideal para Pastore y otra imprescindible cuota de frescura para la religión del tiki tiki. El uruguayo, a fuerza de fe, de coraje y de goles, revirtió los viejos silbidos (de los mismos plateístas que resistían a Zapata) por las nuevas ovaciones: ahora es el principal grito de Vélez.

Ganaron los hinchas de Huracán y ganaron los hinchas de Vélez. Que disfrutan, que aplauden, que se emocionan, que sueñan. Y que seguirán soñando.

Huracán y Vélez lo hicieron posible, al fin de cuentas. Se puede ganar antes de jugar.

© Escrito por Miguel Angel Bertolotto y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día domingo 5 de julio de 2009.

sábado, 4 de julio de 2009

Manual del Imbécil Latinoamericano...


PRIMERO
.-

CREE EN FRIEDMAN A PIE JUNTILLAS Y TODA SU PERORATA DE LIBERTAD DE MERCADO, QUE ES UNA RECETA DE EXPORTACIÓN DE LOS ANOS 80 QUE REAGAN APOYO PARA INVADIR Y ABRIR LAS ECONOMÍAS LATINOAMERICANAS A LA VENTA Y SAQUEO DE LOS RECURSOS NATURALES DE AMERICA LATINA.

SEGUNDO.-

CREE EN EL FAMOSO MERCADO LIBRE QUE SE MANEJA SOLO SIN INTERVENCIÓN DEL ESTADO, FAMOSO PORQUE LO INVENTARON LOS INGLESES PARA EXPOLIAR RECURSOS DE OTROS PAÍSES CUANDO LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.

TERCERO.-

CREE QUE LOS AUTÓCTONOS SON INDÍGENAS NATIVOS INCIVILIZADOS QUE NO PIENSAN NI TIENEN DERECHOS QUE ELLOS NO SABEN MANEJARSE SOLOS NI TIENEN NINGÚN TIPO DE ORGANIZACIÓN SOCIAL O POLÍTICA, CUANDO A TRAVÉS DE LOS SIGLOS DE DESPROTECCIÓN Y ABUSO HAN SOBREVIVIDO JUNTAMENTE CON SUS INSTITUCIONES DE AYUDA MUTUA.

CUARTO.-

CREE CIEGAMENTE EN EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, EL BANCO MUNDIAL Y CREE CIEGAMENTE QUE ELLOS DESEAN REALMENTE EL DESARROLLO LATINOAMERICANO. CREE QUE ELLOS TE HARÁN SURGIR Y CUANDO TENGAS DEUDAS COMO PAÍS TE LO CONDONARAN Y CON MUCHA GRACIA TE DIRÁN QUEDAS PERDONADO DE TODA DEUDA.

QUINTO.-

CREE CIEGAMENTE EN LOS INTELECTUALES DE DERECHA QUE PROMUEVEN LA LIBERTAD, QUE GRITAN Y VOCIFERAN LIBERTAD POR TODOS LADOS CUANDO UN PRESIDENTE NACIONALIZA O EXPROPIA ALGUNA CORPORACIÓN ABUSIVA, ESTOS SEUDO INTELECTUALES SOLO ESTÁN JUGANDO A SER LIBERALES PERO NO SE DAN CUENTA QUE NO HAY LIBERTAD SIN RESPONSABILIDAD, QUE NO SE PUEDE SER LIBRE SI ES QUE NO SE ES RESPONSABLE POR LOS ACTOS COMETIDOS EN EL EJERCICIO DE ESA IRRESTRICTA Y ABUSIVA LIBERTAD.

SEXTO.-

CREE A PIE JUNTILLAS EN LAS RECETAS ECONÓMICAS DE EXPORTACIÓN DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS QUE TE DICEN ABRE TUS MERCADOS, HAZ UN TRATADO CONMIGO Y PERMITE QUE MIS EMPRESAS VAYAN A TU PAÍS A EXPLORAR, EXPLOTAR Y SAQUEAR TUS RECURSOS, PERMITE QUE TODO ESTE A MI DISPOSICIÓN Y QUE EN BASE A LA APERTURA SE DESARROLLE TU PAÍS, CUANDO ELLOS LO ÚNICO QUE QUIEREN ES DESARROLLAR SUS PROPIOS PAÍSES.

SÉPTIMO.-

CREE A PIE JUNTILLAS EN LAS CORPORACIONES CREE EN LAS PROMESAS DE PAGAR SUS IMPUESTOS A TIEMPO, CREE EN SUS PROMESAS DE DESCONTAMINAR LO CONTAMINADO CON SUS DESECHOS TIRADOS EN TUS RÍOS Y TIERRAS. CREE EN SUS PROMESAS DE UN MUNDO MEJOR PARA TUS HIJOS, EN EL TRABAJO QUE TE DARÁN, CREE EN QUE NUNCA TE EXPLOTARAN, CREE EN TODO ESO Y SERÁS COMPLETAMENTE INFELIZ.

OCTAVO.-

CREE EN LOS GOBIERNOS SEUDO LIBERALES QUE DICEN QUE VENDIENDO TODOS LAS TIERRAS, RECURSOS ENTRE MINAS, GAS, PETRÓLEO, ETC SEREMOS RICOS QUE ESO NUNCA HICIMOS CUANDO ESO EN REALIDAD ES LO QUE HEMOS ESTADO PRACTICANDO A DIARIO DESDE LAS INDEPENDENCIAS DE LAS REPUBLICAS LATINOAMERICANAS.

Fuente: "El orden criminal en el mundo" Canal del Sur 2009



Nota del Editor:

El título de este mensaje respeta literalmente al impuesto por su autor a quien se cita en la fuente... Seguramente la palabra -imbécil- suena fuerte. Si nos retrotraemos a la raíz etimológica de dicha palabra, nos encontraremos que su raíz y por ende su principal significado es: -Sin sostén-, -que no se sostiene por sí mismo-... Que cada cuál interprete como quiera.

Muchas Gracias.

Luis A. Capomasi



viernes, 3 de julio de 2009

Fusca... Un escarabajo de 75 años...


Cuando en marzo de 1934 el propio Adolf Hitler declaró abierta la Exposición Internacional del Automóvil de Berlín, se refirió a la creación del Volkswagen (el auto del pueblo, en alemán) expresando que no había razón para que millones de trabajadores de las clases populares no poseyeran su propio vehículo.

Lo que no explicó fue que ya se había reunido dos veces con el ingeniero Ferdinand Porsche y que estaba muy avanzado el proyecto de producción de este vehículo.

Porsche se había independizado y fundado su oficina de diseño de automóviles y motores en el 24 Kronenstrasse de Stuttgart, registrándola en los primeros meses de 1931 con el nombre de Dr. Ing. h.c. Ferdinand Porsche, G.m.b.H.

En una nueva reunión secreta, Hitler le dio a Porsche las premisas del auto popular. Debía tener cuatro asientos y espacio suficiente para una familia con tres hijos, con bajo consumo y mantenimiento, y que alcanzara una velocidad sostenida de 100 km/h para circular en las nuevas Autobahnen (autopistas) que se estaban haciendo en Alemania. El principal objetivo era que el auto sea de muy bajo precio: debía costar alrededor de 1000 marcos.

Todo coincidía con los prototipos que Porsche diseñaba, menos el precio, demasiado bajo, por lo que el diseñador quiso dejar el proyecto, aunque escribió un memorándum en el que explicaba que el vehículo debería ser funcional, de peso reducido, con facilidad para adaptarse a distintos cometidos, incluido el militar. Con la necesaria potencia para sostener altas velocidades y adecuada capacidad de trepada. El equipamiento sería básico y de reducido mantenimiento.

Dos meses después, Hitler llamó a Ferdinan Porsche para anunciarle que su proyecto había sido aprobado y ordenó a la Asociación de la Industria Alemana del Automóvil del Reich (RDA, por sus siglas en alemán, Reichsverband der Automobilindustrie) que confeccionara un programa de fabricación, dándole facilidades al constructor, para que se mantuviera el precio determinado.

Así, un 22 de junio de 1934, Porsche firmó un contrato con la RDA para la producción del Volkswagen, el auto popular, que se transformaría, con más de 21 millones de unidades producidas, en el vehículo más vendido en el mundo, superando hasta el legendario Ford T.

En estos 75 años de historia, muchos son los hitos logrados por el fabuloso escarabajo, como lo conocemos en nuestro mercado, pero uno de los más importantes fue el logrado por Franz Xavier Reimspiess, un ingeniero admirado y respetado por Porsche, que fue quien lo convenció de que el motor debía ser de cuatro cilindros.

Así diseñó el denominado Motor E, un cuatro cilindros refrigerado por aire, con una cilindrada de 984 cc, y un costo de producción más bajo que cualquiera de los otros hechos por Porsche. Los principios básicos de ese motor fueron los que permanecieron casi inalterados en los VW Käfer (escarabajo, en alemán) construidos desde entonces.

El miércoles 30 de julio de 2003, no sin antes transitar una vida llena de éxitos, atravesando todas las modas, pintados por los hippies, adorado por las mujeres, explotado hasta el cansancio como taxi o con todo el glamour con apariciones y papeles principales hasta en la pantalla grande, el último escarabajo salió de la línea de producción de Volkswagen de México, en Puebla, donde se lo conocía con el nombre de Bocho. El personal mexicano realizó una alegre y merecida despedida al escarabajo (conocido en Brasil como Fusca) N° 21.529.464, con flores y música de mariachis.

Además de las miles de unidades, bien conservadas por los socios de los clubes del escarabajo, distribuidas en todo el mundo, hoy ya convertido en un mito lo podemos descubrir mezclado con los modernos autos, en el tránsito urbano o en las localidades del interior, cumpliendo su principal función: transportar a la familia. Salud escarabajo, te seguiremos viendo.

© Escrito por Fernando Soraggi y Publicaado en el Diario La Nación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 3 de julio de 2009

jueves, 2 de julio de 2009

Hay que atrapar al ladrón... Jaime, el oro y el barro... Un asquito vea...

Terminaba el acto de cierre de campaña, en La Matanza. El régisseur Enrique Albistur proveyó la escenografía de su marca. Un escenario ordenado, público sentado, colores delicados, con primacía del celeste y blanco. Néstor Kirchner, el orador, visible y no atosigado por cuerpos cercanos. La Presidenta, también ostensible, sentada en la platea. Terminó el discurso, cayeron papelitos bien cortados. Las principales figuras se retiraron. Guillermo Moreno, Ricardo Echegaray y Juan Manuel Abal Medina, entre otros, subieron al escenario. Moreno saltó, vociferó, se colgó alguna camiseta que le llegó desde abajo. Sobreactuó el papel de Moreno, en clave de caricatura, ante las cámaras de los canales de cable que se regodeaban con el espectáculo. El cronista lo vio, le pareció una provocación, impropia y autosaboteadora a dos días de los comicios. Después del vendaval electoral lo comentó con un parlamentario K, de los más fieles, de aquellos (no serán todos) con los que el Gobierno podrá seguir contando en la cuesta arriba que acaba de iniciar. Su comentario fue más lapidario: “¿A usted le pareció provocador y piantavotos? A mí me recordó a Herminio Iglesias”. El megasecretario bate records de impopularidad, incluso intramuros del kirchnerismo.

Moreno, gozoso frente a la tele, ignorando un resultado adverso que en sus trazos gruesos seguramente estaba sellado desde semanas o meses atrás, encarnaba la ceguera de un oficialismo que se negaba a asumir la realidad. Ahora, en su peor momento, parece percatarse y moverse conforme le impone el tablero. La renuncia de Kirchner a la presidencia del PJ, la de Ricardo Jaime, las versiones sobre la salida de Moreno (que se desmintieron ayer pero que no le garantizan larga sobrevida) sugieren que empieza a dar respuesta al mensaje de las urnas. El traspié genera responsabilidades y fuerza a cambiar.

Jaime, el oro y el barro: Lo recubren alhajas y relojes dorados que anuncian su alto precio antes que la hora. Sus trajes relucen, como recubiertos de flúo. El cronista (poco versado en moda masculina) no califica para estimar el precio de sus camisas, pero sí para saber que algunos argentinos no podrían pagarlas con su sueldo de un mes. Como prescribe el refrán, Ricardo Jaime tiene el rostro que se merece, su ajuar refuerza la impresión. Su trayectoria como funcionario, que terminó ayer, corrobora la primera mala impresión a simple vista.

La actividad del transporte, se ha dicho tantas veces en estas columnas, tiene una estructura difícil de desentrañar. La integran, como cuadran, tres estamentos: el estatal, el patronal, el sindical. Pero en este ramo la división de roles es a menudo difusa, no se sabe quién representa a quién, de qué lado de la mesa está (dendeveras) cada cual. Las corporaciones colonizan al Estado y hasta se entremezclan entre sí. Jaime fue un pésimo funcionario de un sector de por sí muy problemático. Es difícil exagerar lo torpe de su gestión, algunos indicadores ayudan. Vamos a por algunos, sólo algunos.

- Tiene abierta una cantidad sugestiva de causas judiciales, que están adormiladas pero que, posiblemente, sean espabiladas por el cambio de clima político. Los jueces federales, de ordinario, son proactivos con los cambios en las relaciones de poder. La inminencia de la feria judicial será un alivio provisorio para el ex secretario de Transporte.

- Mala fue su administración de Aerolíneas, opaca su relación con el Grupo Marsans. La reestatización no fue una gesta soberana, sino un salvataje extremo tras un manejo caótico.

Durante el gobierno de la Alianza hubo un gran movimiento gremial, social y político en defensa de Aerolíneas. Entonces, no hace tanto, la reputación del servicio de la línea apuntaló la lucha de los trabajadores. El año pasado, los propios empleados reconocían que era imposible reclutar adhesiones de pasajeros o de ciudadanos en general: los servicios eran pésimos y se había evaporado el prestigio construido en décadas. Jaime fue, casi a la par del Grupo Marsans, un causante de ese deterioro. Cuando llegó la ley de reestatización (y no quedaba otra) la presentación de Jaime en el Congreso pareció diseñada por el enemigo. Estuvo hosco, esquivo en las respuestas, con docenas de agujeros negros. Cada una de sus frases era un gol en contra para la bancada del Frente para la Victoria.

- El tren bala, la fantasía de las inversiones chinas, la mora en la implementación del boleto electrónico, miles de muertes evitables por un sistema de transporte inadecuado son otras cachas en su cartuchera.

Operación trueno: Polifuncional él, el hombre operó en política, en la provincia de Córdoba. Aspiraba a ser candidato en 2007, quizás en búsqueda de fueros. Una sucesión de papelones clausuró ese puente de plata. Al tiempo, se desempeñó como operador del kirchnerismo en las dos últimas elecciones, se desempeñó como si le hubieran pagado los opositores al Gobierno. Actuó espalda contra espalda con Juan Carlos Mazzón, apoyando a Juan Schiaretti para gobernador contra Luis Juez. El “Chueco” Mazzón y Jaime aseguraban que el “Gringo” –un ex menemista-cavallista, con menos carisma que un poste– ganaría con comodidad. La votación terminó parejísima, un escrutinio sospechoso la volcó a favor de Schiaretti. El gobierno nacional acompañó el trance en silencio, su pasividad favoreció al oficialismo cordobés. Fue una mala jugada, aun en los charros términos de la real politik. Schiaretti devino opositor furibundo al oficialismo desde el conflicto de las retenciones móviles. Lo desafió en las urnas. Jaime y Mazzón tuvieron a su cargo el armado de la lista que lo enfrentaría. Reincidieron en hacer sapo. Dejaron afuera a Patricia Vaca Narvaja, una de las más consistentes y batalladoras diputadas del kirchnerismo, salieron cuartos sin acceder siquiera a una banca nacional.

Defraudó como operador. Eso sí: menos que como Secretario.

Tarde fuiste: En un régimen presidencialista, el Poder Ejecutivo lo desempeña una sola persona. Los integrantes del gabinete son sus auxiliares, dependen de él o ella. Sus faltas recaen, también, en quienes los eligieron o los sostuvieron. Máxime si duraron seis años. La continuidad de Jaime, la magnitud de sus incumbencias, el deterioro que le causó al Gobierno, no son su exclusiva responsabilidad.

Néstor Kirchner debió renunciarlo mucho antes de terminar su mandato. La reválida que le dio la presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue un pecado inicial, que vino en combo con una escasísima renovación del gabinete. Desde 2004, cuando empezó a discurrir que no iría por la reelección, Kirchner mentaba la fatiga que producen los gobernantes (aun los exitosos) en la opinión pública. Cuando se supo que Cristina Fernández buscaría sucederlo, la argumentación se enriqueció: no sólo debía cambiarse al mandatario, también iniciar una etapa de más calidad institucional, más abierta al diálogo, menos confrontativa, con renovación del elenco ministerial. La amplitud de la victoria y el “tono” peronista que tenía el electorado que lo sustentó indujo a Cristina Kirchner a mantener a casi todo el gabinete, aun a figuras enormemente resistidas como Jaime y Guillermo Moreno.

Legitimada con un aluvión de votos, sobrecargó su espalda con la mochila de deudas y enconos generados en los años precedentes. Colaboradores descalificados e irritativos eran un lastre que debía aliviar, no lo hizo. La doctrina oficial fijó un apotegma: “no entregar” a funcionarios criticados por la oposición o el periodismo o la opinión pública. Esa tozudez es insostenible, llevada al extremo. Claro que ningún gobierno debe someterse a lo que le indican quienes no lo integran. Pero ocurre que los adversarios o los críticos, a veces, marcan los puntos flojos. Sostener a capa y espada a figuras que causan costos ingentes para no dar el brazo a torcer... humm.

Paradoja sólo aparente: por el peso de los hechos, Jaime debe irse horas después de que Fernando Solanas pidiera, entre varias más, su renuncia. El atavismo oficial tuvo que ceder.

Moreno, de bajón: En la noche del domingo, Moreno era un espectro, cuentan circunstantes del Hotel Panamericano. “Ahora vienen por mí”, refunfuñó en la mañana del lunes, ante oídos amigables, lejos ya de la resaca de La Matanza. En la habitual tenida del minigabinete de crisis, ese mismo día, hizo un gesto de contrición asombroso. Cuando los funcionarios presentes comenzaron a puntear una agenda para salir del mal paso, aceptó que se incluyera como ítem al Indec. No hubo, en la ocasión, gastes a sus compañeros por su déficit de peronismo ni la defensa autista de la destrucción del Instituto, lejos la peor herencia de su accionar.

A diferencia de Jaime, Moreno sólo es discutible desde la perspectiva política. Nadie le achacó actos de corrupción y eso que le sobran poderosos que lo detestan. Otra asimetría entre Jaime y Moreno: éste, tuvo un desempeño funcional. Encarnó la intervención estatal para regular las desmesuras del mercado: anduvo bien, un tiempo. Lo cuestionaban desde el principio, no por sus tropiezos, sino por la tarea valorable que se le encomendó. Muchos liberales a ultranza o defensores de los formadores de precios le dieron duro, “tirando al niño junto al agua”.

En espejo, a medida que sus acciones se tornaron más torpes y desmesuradas, la Casa Rosada hizo lo mismo. Quería defender un principio pero, en acto, lo degradaba. La intervención al Indec fue un atentado contra el patrimonio público, chocante contra la narrativa que la defendió.

A esta altura, casi nadie en el primer nivel del Gabinete lo estima. “Sólo” lo bancan los tres o cuatro decisores máximos. Esa unción no le basta: carece de eminencia y autoridad ante sus compañeros, fatigados de su soberbia y omnipotencia. Todos creen que perjudica al conjunto, agitando los trapos como en La Matanza, con una ceguera similar.

El castigo electoral al Gobierno, además, lesiona su poder.

Ese híper Secretario vivió enfrentado con los ministros de Economía. Varios chocaron con él. Pero uno solo, además, planteó “o él o yo”. Fue Miguel Peirano. Un ejemplo por esa actitud y por el cauto silencio que mantuvo después de su salida.

Ahora, el secretario de Agricultura Carlos Cheppi no le dirige la palabra a Moreno y le hizo saber a la Presidenta que no está dispuesto a seguir en el Gabinete si el Secretario sigue en su puesto. Esa historia continuará.

Su salida fue el rumor más repetido ayer. No sucedió, pero debería estar en preembarque. Si el Gobierno conserva reflejos para subsistir debería purgarlo en un plazo breve, acaso envuelto en un combo de cambios de Gabinete. Lo necesita para oxigenarse, dar cuenta de la derrota e ir en pos de la iniciativa.

© Escrito por Mario Wainfeld y publicado en el Diario Página 12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día jueves 2 de julio de 2009.