miércoles, 8 de enero de 2020

De la primera hora… @dealgunamanera...

De la primera hora…


El candidato no es el proyecto. El candidato es el candidato. El único Albertista de la primera hora fue Alberto Fernández.

© Escrito por Mariano Schuster y Fernando Manuel Suárez el lunes 12/08/2019 y publicado por el Diario La Vanguardia - Órgano Oficial del Partido Socialista - de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

¿Quién fue el primer Albertista entre tantos primeros Albertista? ¿Quién dijo primero: Alberto conducción? ¿Quién dio el grito inicial? ¿Quién se levantó, se dio una ducha, y salió a la calle convencido a gritar: Alberto puede coser la herida, Alberto puede cerrar la grieta, Alberto puede luchar contra la Argentina de la desigualdad? ¿Quién dijo: yo imaginé a Alberto hablando con la voz rasposa de Raúl Alfonsín frente a un auditorio peronista? ¿Quién dijo por primera vez: Alberto, (re)fundador del Tercer Movimiento Histórico?

No fuimos nosotros. Y no fue nadie. Pero menos nosotros, los que tecleamos acá. Ayer votamos distinto. Uno a Alberto, otro a Lavagna. ¿Cómo podríamos ser Albertista de la primera hora cuando todavía no llegó la hora? No. No somos Albertista de la primera hora. Igual que no lo son los Albertista de la primera hora. Porque la primera hora de un político es suya. Le pertenece. Es su poesía. Su verso libre. Y cada cual, en esta patria, tiene derecho a cantar su canción. Canción con todos.

La primera hora de un político es suya. Le pertenece. Es su poesía. Su verso libre. Y cada cual, en esta patria, tiene derecho a cantar su canción. Canción con todos.

No. No lo son los que antes de ayer criticaban su paso al costado durante el último gobierno de Cristina. No lo son los que lo veían como un moderado. No lo son los que decían “Lo votamos, pero no es Cristina”. No lo son los de Macri. No lo son los de Lavagna. Ni siquiera lo son los que se entusiasmaron el día en que anunciaron su candidatura. Hay un solo Albertista de la primera hora: Alberto Fernández. Cancelemos el  “yo la vi”. Porque quizás no la vio ni él. Y ahí está. Medio visto de reojo por la historia de esta patria exótica, irreproducible. La política necesita de todos, pero la hace el político.


Los grandes políticos tienen nombre propio: se llaman Roca o Perón, se llaman Alfonsín o Duhalde. Están ahí para coser desde las alturas lo que está roto abajo. No valen los que podrían haber sido. Sí, son grandes hombres y mujeres peleando el ascenso. Ellos también hacen la patria pero, al final, la patria es otro. Digámoslo con los propios: Alfredo Palacios planteó los derechos sociales, pero los puso Perón. El voto femenino lo reclamó Alicia Moreau de Justo, pero lo clavó Evita en el ángulo. El fin de la dictadura fue una lucha de la izquierda, pero lo dirigió Alfonsín. El fin de la grieta lo podía poner Lavagna: pero parece que tiene otro nombre. El de un hombre que se crió en ella, la alimentó y la padeció. La política es hermosa porque es así: algo menos que ideología, algo más que cinismo.

El fin de la grieta lo podía poner Lavagna: pero parece que tiene otro nombre. El de un hombre que se crió en ella, la alimentó y la padeció. La política es hermosa porque es así: algo menos que ideología, algo más que cinismo.

Alberto puede ser presidente: un rosquero que da un paso al frente. Alberto presidente: ¿la Argentina torcuatista que mira el sol naciente? Alberto presidente: un país para los armadores. Para los que están en las sombras, como a la sombra estamos todos. La gran política hecha por un pequeño hombre. El tiempo de los héroes que retrataba Carlyle. Pero el tiempo de los héroes de adentro: de los que la remaron con acuerdos y roscas, en mesas de café y restoranes. Todos somos cuentapropistas en alguna organización. Argentina es eso: emprendedores de una vida difícil, necesitados de Estado.


Una historia nacional: ¿qué vino primero, el Estado o la sociedad civil? Arriesguemos: la sociedad civil. Círculos obreros, clubes de pescadores, almaceneros, hombres y mujeres desperdigados en carnicerías, en verdulerías, en puestos de diario. Se organizaron, pero un país no se hace con auto organización. Entonces, vino el Estado. Liberalismo o anarquismo, socialismo o radicalismo, y, finalmente, el peronismo, los peronismos. La pluralidad caótica de una sociedad surcada por diferencias y tensiones, frente a la promesa de un Estado de Bienestar Social que nunca se cumplió del todo.

Todo eso convive en la Argentina, en su pasado y en su presente, pero en realidad debemos lograr convivir. Si no es con todos adentro, será la historia de un nuevo fracaso. Y cada fracaso es más doloroso, más injusto, más perdurable. Una cicatriz más en el rostro de una Argentina que duele, que sufre por los que menos tienen. Alberto tiene el desafío de mirar de frente a esa Argentina que, para algunos, ya fue. Al pasado también se lo puede mirar para hacer algo de futuro.

El duranbarbismo creyó algo imposible: que en Argentina se podía hacer un experimento social a cielo abierto. Un futurismo sin futuro. Y sin gente.

Falló el algoritmo: en Argentina existen los seres humanos. Y la política. Que, a veces, le gana a la ideología. A esa que solo se escucha a sí misma: aunque cante la canción de la izquierda, aunque cante la canción de la derecha.
El duranbarbismo creyó algo imposible: que en Argentina se podía hacer un experimento social a cielo abierto. Un futurismo sin futuro. Y sin gente. Falló el algoritmo: en Argentina existen los seres humanos. Y la política.

Ahora, sin embargo, el enemigo ya no parece ser Durán Barba, ni siquiera Macri o la “invencible” Vidal. Ahora será la incertidumbre y las expectativas de los propios. El “vamos por todo” tiene que ser “volvimos con todos”, pero construir esa alquimia en una sociedad rota y desconfiada, es tarea para valientes. La legitimidad es el aire que insufla toda democracia, con los nombres propios, con la ciudadanía silenciosa, con los que ganaron y los que siempre pierden. De eso vivimos y no debemos dejarlo morir. 

No pasa muchas veces en la vida. Algunos votamos distinto pero nos sentimos igualmente ganadores. El triunfo que implica vivir en democracia, aunque olvidemos seguido el sinuoso camino que nos trajo hasta acá. Es un capital político colectivo, un diamante en bruto pluralista y heterogéneo, una moto que hay que saber manejar para que no volemos todos por los aires.

El macrismo se quedó solo cantando en voz baja “quisiera que esto dure para siempre”. Pero Fabiana Cantilo sabe más de la democracia: “porque nada es para siempre”. Eso lo supo también Cristina. La del gran aporte a la que muchos –nosotros, porque hay que hacerse cargo- criticamos (aunque no le importara a nadie, quizás tampoco a nosotros). Dio un paso al costado.

En la grieta algunos aprendieron a nadar, a favor o contracorriente, pero se ahogan siempre los mismos. De lo que se trata es de recuperar a los ahogados. Porque las victorias son colectivas. Pero las derrotas también. La voz carrasposa de Alberto, casi una emulación de Alfonsín, parecía decir eso: vamos a un futuro mejor. Pero hay que gobernar. “Sin jorobar a nadie, tratando de ayudar a todo el mundo y no complicándole la vida a ningún argentino”, dijo una vez un presidente. Ojalá sea así.




Ley de Solidaridad Social... @dealgunamanera...

El Gobierno planea tener un nuevo índice de movilidad jubilatoria en marzo.

Alberto Fernández recibió en Casa Rosada a un grupo de jubilados de Hurlingham. Fotografía: NA

El cálculo para determinar los haberes está suspendido desde la aprobación de la Ley de Solidaridad Social por 180 días a la espera de un nuevo sistema.

© Escrito por DR/FF el martes 07/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


La suspensión de la movilidad jubilatoria fue una de las medidas más polémicas que tomó en sus primeros días el Gobierno de Alberto Fernández, en el marco de la aprobación de la Ley de Solidaridad Social. Si bien se otorgó un bono para los haberes mínimos, la medida establece un lapso de 180 para presentar un nuevo índice para determinar la suma que se deberá pagar a los jubilados, por lo que el Poder Ejecutivo presentaría un proyecto para que sea tratado y aprobado en el Congreso a inicios de marzo. En ese mes vence, además, el plazo para pagar el 11,5% de aumento que se generó con índice anterior.

Luego de un 2019 con escasa actividad legislativa, durante enero y febrero el Gobierno tiene planeado el debate del Pacto Fiscal y los proyectos de ley para modificar las jubilaciones de privilegio de jueces y ex diplomáticos. A la lista, según publicó Clarín, se sumaría el nuevo índice de movilidad de haberes previsionales. La intención del Presidente sería despejar dudas respecto a su intención de que las subas para los jubilados no sean discrecionales y evalúa la posibilidad de pedirle al Congreso que trate el proyecto antes del 1 de marzo.


Esa lista de temas a tratar en el Congreso fue charlada entre el Presidente y el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, durante el almuerzo que compartieron el pasado lunes, 6 de enero. Antes de arribar a la Casa Rosada, el tigrense se había reunido con el ministro de Economía, Martín Guzmán, para analizar distintas medidas que la cartera planifica implementar y el correlato legislativo, ya que algunas de ellas requerirán aval parlamentario.

En el marco del artículo 55 de la Ley 27.541, de Emergencia Económica, sancionada en diciembre en el Congreso, el Presidente anticiparía la convocatoria a la comisión para que proponga un proyecto para cambiar la fórmula que había aprobado el gobierno de Mauricio Macri.

Ante la polémica por la suspensión de la movilidad jubilatoria, el Presidente tuvo que aclarar que la sanción de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva "lo único que cambió fue el cálculo de actualización" de los haberes del sistema jubilatorio y que "no hay congelamiento", ya que impondrá nuevos aumentos en los próximos meses.

Sin embargo, en diálogo con Perfil, el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino había adelantado a fines de diciembre que se planteará la "inconstitucionalidad" de la medida, aunque la abogada previsionalista Andrea Falcone aclaró que "la inconstitucionalidad o no (de la ley) va a depender del aumento que dé Alberto Fernández para marzo. Si da una suma fija igual para todos y es menos del 11,5 que les corresponde, eso va a ser inconstitucional. Hay que esperar hasta el anuncio".

DR/FF




domingo, 5 de enero de 2020

Furor en Chueca con los 'pollofres': gofres con forma de pene… @dealgunamanera...

Furor en Chueca con los 'pollofres': gofres con forma de pene…


La Pollería es un local que acaba de abrir en la madrileña calle Barbieri. La idea es sencilla, pero provocadora: unos bollos fálicos acompañados de distintas cremas.

© Escrito por Mar Muñiz y publicado el miércoles 11/12/2019 por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, España. 




La semana pasada Pedro Buerbaum, un tinerfeño de 24 años, abrió La Pollería (Barbieri, 23), un local en el barrio de Chueca que vende gofres con forma de pene. Él los llama 'pollofres' y, aunque suponía que hacer bollos como falos en la zona gay por excelencia de la capital iba a ser un "pelotazo", se ha quedado corto.

El local, cuenta Pedro, es muy pequeño y, al menos por ahora, está de bote en bote. Por eso, el público consume los 'pollofres' en la puerta y las risas de los comensales contagian a otros viandantes. Ya se sabe que el humor bizarro nunca falla. "Se ha viralizado de una forma tremenda, porque los clientes comparten fotos y vídeos en sus redes. Tenemos un montón seguidores [ahora mismo más de 4.500 en Instagram], y hemos creado perfiles también en Tinder y Grindr", explica.




Buerbaum tiene, además, un local en Malasaña en el que elabora helados con algodón de azúcar. Mientras pensaba cómo superar el bache estacional de un negocio de verano, se le ocurrió esta idea, original y provocadora. Los gofres están hechos con la receta tradicional y espera, cuando 'aterrice' de este éxito, prepararlos también con ingredientes alternativos: "Hemos recibido más de 300 comentarios preguntando si los hacemos veganos, pero se hacen con leche, huevo... y por el momento lo veo difícil. Más adelante, nos gustaría poder ofrecer 'pollofres' para celíacos", dice.




Los gofres cuestan 3,80 euros más 0,50 por bañarlos en alguna crema. Ahora tienen sirope de chocolate negro, Nutella, chocolate de fresa, un dulce avainillado de color azul, crema de Kinder Bueno y chocolate blanco, "que es el topping estrella". Otra vez, el humor bizarro.


Los elaboran con unas planchas y miden 17 centímetros. Si se consideran o no realistas es harina de otro costal. "La semana que viene queremos empezar a rellenarlos también por abajo", adelanta. El caso es innovar y seguir alimentando el boca a boca, aunque el dueño reconoce que el primer sorprendido es él: "Viene mucho público femenino, gays y también muchas parejas heterosexuales. Lo toman como un juego. Incluso gente mayor".



Este emprendedor tiene claro que ahora se trata de aprovechar el tirón: se está preparando para la semana del Orgullo Gay y ya les han propuesto poner 'stands' en diversos festivales gays. Aunque en las RRSS se ha generado un cierto debate sobre si los 'pollofres' cosifican al hombre y sobre si se hipersexualiza al colectivo LGTBI, el dueño prefiere mantenerse al margen y que la polémica alimente el 'hype': "Nosotros somos neutrales. Solo hacemos gofres con una forma divertida", concluye.









"Aerolíneas Argentinas estaba en proceso de vaciamiento"… @dealgunamanera...

"Aerolíneas Argentinas estaba en proceso de vaciamiento"

Imagen: Jorge Larrosa

Pablo Ceriani, nuevo titular, recibió la línea de bandera descapitalizada y con capacidad operativa reducida. "El objetivo era reducir los aportes del Estado y lo hicieron desfinanciando la compañía", relata Ceriani, que comparó la situación actual con la que dejó la gestión privada de Iberia, American y Marsans hasta su renacionalización en 2009.

© Escrito por Cristian Carrillo el domingo 05/01/2020 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“Había comenzado un vaciamiento al mejor estilo Marsans”, resume Pablo Ceriani, flamante presidente de Aerolíneas Argentinas, con respecto al estado en que recibió a la compañía de la administración anterior. El titular de la línea de bandera habló en exclusiva con Página/12 y dio detalles de la frágil situación en que está la empresa estatal. “Nosotros dejamos una compañía con un patrimonio neto de 75,9 millones de dólares y 200 millones en concepto de caja (liquidez). y ellos la dejan con un patrimonio negativo en 441,9 millones y 24 rutas menos”, resume Ceriani, quien tras la estatización de Aerolíneas estuvo a cargo de la gestión financiera de Aerolíneas y Austral hasta 2015.

Hace diez años la empresa estuvo a punto de desaparecer, cuando a través de una ley aprobada en el Congreso e impulsada por el oficialismo, se nacionalizó y se denunció el vaciamiento del Grupo Marsans. “Ahora en estos cuatro años hubo una fuerte descapitalización porque el objetivo de ellos era fundamentalmente reducir los aportes del Estado y lo hicieron desfinanciando la compañía. Una de las cosas que no pasaba desde la época de Marsans, es que comenzaron a canibalizar aviones (usar repuestos de aviones parados para otros operativos)”, ejemplifica el titular y CEO de todo el grupo de la línea de bandera.

--¿Cómo encontraron esta vez a Aerolíneas?
--Finalizaron la gestión con un déficit de 563 millones, cuando lo habíamos dejado en 335 millones. Además, maquillado, porque se tomó deuda en el mercado privado y eso dejó un tendal de proveedores sin pagar. Seguramente para este año se requerirá financiamiento presupuestario del Estado en torno a los 700 millones de dólares, similar al que tuvo el año pasado la compañía, pero este año sin maquillaje.

--¿Hubo irregularidades en contrataciones?
--Se había contratado un servicio tercerizado de atención de redes sociales. A partir de este año el servicio será prestado por personal propio generando un ahorro estimado de 87 millones de pesos anuales. En 2019 se gastaron 13 millones de dólares en publicidad en Google, casi un punto (porcentual) de las ventas de la compañía. También hubo grandes gastos en contrataciones por asesorías jurídicas externas. Se van a revisar caso por caso, dado que se detectaron 160 contrataciones por un total de 160 millones de pesos.

--¿En que se parece a la situación de 2009?
--En 2009 encontramos una compañía desvastada, en una situación de quebranto y bastante complicada desde el punto de vista operativo. Era una compañía vaciada por las distintas administraciones, como Iberia, American Airlines y luego el Grupo Marsans. Había una flota muy venida abajo y una situación social con los gremios muy complicada. En ese momento nos hicimos cargo y llevamos a cabo un proceso de transformación muy importante. Hoy la compañía tiene 80 aviones. (26 Embraer, 44 Boeing NG 737 y 10 Airbus 330). Esa flota la trajimos nosotros. Incluso los que ingresaron con el gobierno de Macri.

--¿En estos cuatro años no hubo venta de aviones?
--El macrismo hizo varias cosas. Por un lado, usó la flota como activo para endeudar a la compañía. Una forma es vender el avión y luego volverlo a alquilar. De esa manera, se consiguen fondos frescos, pero se reduce el activo. La otra es endeudarte y que el avión sea la garantía. Esta es la que más utilizó el macrismo. Los aviones son muy buenas garantías porque son activos de mucho valor que se pueden trasladar y, por lo tanto, son fáciles de ejecutar. Por eso, las compañías, aunque muestren problemas económicos, logran tomar deuda porque les aceptan los aviones. Y esa deuda la usaron para pagar gastos corrientes. Nosotros tomamos deuda, pero para comprar flota nueva.

--¿No hubo inversión?
--Básicamente no. Hubo algunos desarrollos en sistemas informáticos. Nada más. En términos netos, lo que hubo fue una fuerte descapitalización de la compañía. El objetivo de la anterior gestión era fundamentalmente reducir los aportes del Estado, y lo hicieron desfinanciando la compañía y descapitalizándola. Nosotros dejamos una compañía con un patrimonio neto de 75,9 millones de dólares, después de recibir de Marsans un patrimonio neto negativo de 1000 millones. El macrismo nos deja otra vez un patrimonio negativo, de 441,9 millones de dólares. También dejaron pasivos ocultos, o contingencias ocultas, que tienen que ver con el mantenimiento de las flotas.

--¿Coincide con el diagnóstico de algunos gremios de que el objetivo fue llevar a la quiebra a Aerolíneas?
--La actitud de gobierno nacional anterior fue claramente de desprecio por Aerolíneas. El propio Macri habló en contra de la compañía, de sus trabajadores y hasta dijo que había que volar por Iberia. Lo que sea, menos usar Aerolíneas. Fue una posición permanente, insistiendo en que la plata se debería usar para otra cosa y no para sostener la línea de bandera. Había un claro mensaje político. Inexplicable, pero lo había. También estaba Guillermo Dietrich (ex ministro de Transporte), que buscaba beneficiar a las compañías extranjeras y desreguló el mercado aerocomercial salvaje e irresponsablemente. Se hicieron audiencias públicas en las que se otorgaba infinidad de rutas sin ningún criterio de sustentabilidad ni de racionalidad. Se les dio prioridad a las extranjeras y a las low cost, como el espacio en Aeroparque que se les cedió a costa de Aerolíneas.

--¿Hubo riesgo en la seguridad por esta situación?
--Aerolíneas es una de las empresas más seguras del mundo y eso responde a que los pilotos están muy empoderados con el tema de la seguridad y se mantuvieron así. La tradición de Aerolíneas es que la seguridad es una prioridad. Ante la menor duda el avión no sale, por lo tanto, de ninguna manera se vio comprometida la seguridad en estos años. Dicho esto, lo que sí hubo es una desinversión en mantenimiento. Si bien no tiene impacto en la seguridad, sí lo tiene en la disponibilidad de aviones, porque al no haber realizado el mantenimiento programado, esos aviones no salen porque no están en condiciones.

--¿Cómo quedó la flota?
--Una de las cosas que no pasaba desde la época de Marsans es que comenzaron a canibalizar aviones. Entonces, hoy tenemos aviones en tierra, a los que ya les sacaron repuestos para ponerlos en los que están volando. Una de las primeras tareas es recuperar todo eso, que implica una erogación importante de fondos (desmonte de motores, trenes de aterrizaje y chequeo de las estructuras). Pero además de las inversiones, va a insumir mucho tiempo. El mantenimiento no se puede hacer a todas las unidades juntas instantáneamente. Se tiene que programar con los talleres y hangares. En este sentido, la flota de Austral es la más castigada, porque entraron todos juntos y habría que haber escalonado las tareas de mantenimiento.

--La gestión anterior había deslizado la idea de reemplazar todos los Embraer.
--Eso es una locura, porque la flota de Embraer es propia y una parte importante del activo de la empresa. Un orgullo, porque somos uno de los más grandes operadores de Embraer en el mundo y que lo hace con más productividad. Uno va por las provincias y se encuentra siempre un Embraer, porque es un avión muy versátil que permite hacer operaciones que con uno más grande no se puede hacer. Por el contrario, el objetivo sería poder ir renovando con la nueva línea de Embraer 195, que se adapta el mercado argentino. No tiene sentido pasar de una flota propia a una alquilada. Creo que lo que quisieron es hacer cash, tal como también lo hacía Marsans.

--¿Quién se benefició con esto?
--No sé si lo hicieron a propósito. No es rol mío juzgarlos, pero que lo hicieron, lo hicieron. Beneficiaron a empresas extranjeras, y entre ellas a LAN, a Copa y a American Airlines, permitiendo hacer vuelos desde distintas partes de la Argentina a los hub (puntos de conexión) que tienen instalados en sus países de origen. La autoridad aeronáutica le permitió hacer vuelos desde ciudades turísticas argentinas directamente a los hub de sus compañías en otra parte del mundo, como Santiago de Chile, Lima y Panamá. ¿Qué reciprocidad podemos tener con Panamá?

--Si bien técnicamente no hubo una política de cielos abiertos, estos acuerdos de reciprocidad de rutas y frecuencias cumplen una tarea similar. ¿Qué se puede hacer?
--El daño que hicieron en muchas cuestiones es irreversible. Se pueden rediscutir, pero son derechos adquiridos y acuerdos entre países. Va a llevar un trabajo importante darle un cauce o una instrumentación que sea razonable. Nos dejaron en una situación de vulnerabilidad que no va a ser fácil de revertir.





Francia extraditó a un ex policía argentino acusado de delitos de lesa humanidad… @dealgunamanera...

Francia extraditó a un ex policía argentino acusado de delitos de lesa humanidad…

Mario Alfredo Sandoval. Fotografía: AFP.  

Se trata del represor Mario Alfredo Sandoval, quien será juzgado por la desaparición de un estudiante universitario en 1976.

© Publicado el domingo 12/12/2019 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El ex policía argentino Mario Sandoval, acusado por desapariciones durante la dictadura cívico militar que azotó a nuestro país entre 1976 y 1983, fue extraditado este domingo por la noche desde Francia. Sandoval se había exiliado allí pero el país europeo aceptó el pedido argentino de extradición. Aquí se espera que sea juzgado por la desaparición de un estudiante en 1976, según informó la agencia francesa AFP.

"Todo ha salido como estaba previsto", declaró la abogada del Estado argentino, prevenida por la embajada en Francia acerca de esta resolución.

El avión de la compañía Air France en el que viajaba Sandoval, exiliado desde 1985 en Francia (donde obtuvo la nacionalidad), despegó de París hacia medianoche, hora europea.

La Justicia argentina solicitó en 2012 por primera vez la extradición de Sandoval, vinculado al centro clandestino de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde perdieron la vida miles de personas durante la dictadura argentina.


Las autoridades galas asumieron en aquel momento que la mayoría de los cargos habían prescripto o que no eran imputables a Sandoval, pero sí aceptaron su potencial juicio por la desaparición del estudiante universitario Hernán Abriata. El joven fue secuestrado en su domicilio en octubre de 1979 y visto por última vez en la ESMA.

El Gobierno francés aprobó un decreto en agosto de 2018 para proceder al traslado, pero Sandoval acudió al Consejo de Estado, la máxima instancia administrativa en Francia, para tratar de anular dicha orden. Sandoval esgrimía que el único caso que tiene pendiente también había prescrito.

El Código Penal francés establecía en el momento en que se formuló la petición de extradición un plazo de prescripción de diez años para los delitos de secuestro a contar desde el día en que concluye dicho --desde la reforma de 2017 el plazo de amplió a 20 años.

JPA/MC








Idas y Vueltas. Todo para solucionar la deuda… @dealgunamanera...

Idas y Vueltas. Todo para solucionar la deuda…

En concierto, Alberto Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

El primer objetivo del Gobierno es resolver el momento del pago de las obligaciones contraídas. En el camino, surgen diferencias y papelones.

© Escrito por Nelson castro el domingo 05/01/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El Gobierno avanza con parches buscando atisbos que le permitan vislumbrar algún esbozo de la tan ansiada y necesaria recuperación económica. Como ya se ha dicho, no habrá plan económico mientras no haya una solución al problema de la deuda. El pago de los intereses –cuánto, cómo y cuándo– condiciona absolutamente a la economía del país. El único objetivo claro que Alberto Fernández tiene por ahora es poner más dinero en el bolsillo de las clases más bajas. A esto se le suma el congelamiento de las tarifas. Algo similar hizo Mauricio Macri tras las PASO.

Cortocircuito. El tema de las tarifas originó el primer cortocircuito importante dentro de la flamante administración. Ocurrió entre el Presidente y Guillermo Nielsen. El presidente de YPF dispuso un aumento de los combustibles del 5%. Era algo que había hablado con el doctor Fernández quien, en principio, había estado de acuerdo con la medida. Pero después terciaron el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el de Producción, Matías Kulfas, quienes objetaron este aumento e hicieron conocer su oposición. Se ve que fueron suficientemente elocuentes.

Claro que, cuando esto ocurrió, era tarde: la noticia ya había sido anunciada. Las colas de vehículos en las estaciones de servicio de las empresas competidoras de YPF dio idea de cuánto había impactado.

El hecho dejó mal parado a Guillermo Nielsen, a quien evidentemente le faltó peso político. Fue una desprolijidad que inquietó a varios de los posibles empresarios a los que Nielsen está tratando de convencer para que vengan a invertir a Vaca Muerta. El precio de los combustibles en el contexto inflacionario que vive la Argentina es un asunto de difícil solución que exige un manejo muy fino y coordinado. Una de las quejas más vehementes que supo hacer Alfonso Prat-Gay durante su breve gestión de un año al frente del Ministerio de Hacienda tuvo que ver con los aumentos exorbitantes que fogoneaba el entonces ministro de Energía, Juan José Aranguren. Prat-Gay sostenía –con razón– que no podía llevar adelante ningún plan antiinflacionario exitoso si los precios de los combustibles subían de la manera como lo disponía Aranguren. Macri cortó esta disputa de cuajo. Por si alguien lo olvidó, apoyó a Aranguren y a Prat-Gay lo echó.   
     
Nielsen está preocupado. YPF financia sus inversiones a partir de lo que recauda en los surtidores. Sus precios son los más baratos de la región, por lo que la extensión del congelamiento por un período de 120 días complica a la empresa. El presidente de YPF es consciente de que esta medida conlleva el riesgo de alejar a muchos potenciales inversores interesados en Vaca Muerta.

La renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional tendrá condimentos políticos que la pueden complicar seriamente. Esos componentes políticos tienen nombre y apellido: Donald Trump.

Fue él quien tuvo la última palabra para que el Fondo le abriera sus arcas al desvaído gobierno de su amigo Mauricio Macri. La contraprestación del ex presidente también tiene nombre: Venezuela.

Ese alineamiento hoy está roto. A eso se le ha agregado en estas últimas semanas el caso de Bolivia. El alto perfil con el cual Evo Morales está llevando adelante su exilio argentino complica al Gobierno. Es cierto que en Bolivia hubo un golpe de Estado con fachada de golpe institucional y que la gestión de Alberto Fernández, en su condición de presidente electo, fue decisiva para salvarle la vida a Morales. Pero también es cierto que el ex presidente había violado la Constitución boliviana cuando ignoró el plebiscito realizado en 2017.

El doctor Fernández debería tener una mirada más ecuánime sobre este episodio. Lula la tuvo: criticó el golpe de Estado que derrocó a Morales y también a Evo.
Porrazo. El porrazo político que se dio Axel Kicillof la semana pasada cuando, en base a la prepotencia, quiso sacar el impuestazo en la provincia de Buenos Aires parece que lo ayudó a reflexionar. “Todo lo que se hizo fue un error: la conferencia de prensa en sí como las acusaciones del jefe de Gabinete, Carlos Bianco, tratando a los legisladores de la oposición como a unos a vagos”, reconoce un senador bonaerense del Frente de Todos.

El jueves, en la reunión con los intendentes de la oposición, el clima cambió. “Fue en la residencia a la que nos hizo acceder a través de la entrada principal, cosa que Vidal nunca hizo”, señaló un intendente de Juntos por el Cambio. Lo que viene ahora es la negociación. A la hora de escribir esta columna, se vislumbra un acuerdo.

La intentona fallida de Kicillof de sacar la ley de prepo en la madrugada del sábado 28 de diciembre lo dejó mal parado. Esa bravuconada contó con el apoyo de Máximo Kirchner y de su madre. Nada que sorprenda.

Cambia, Alberto cambia. El documental El fiscal, la presidenta y el espía reflotaron el caso Nisman, de cuya muerte se cumplirán cinco años el próximo domingo 19. Uno de los puntos que más polvareda ha levantado es el cambio de opinión que, sobre el caso, ha experimentado Alberto Fernández. Esto  tendría un valor meramente anecdótico si no fuera que Fernández es hoy el presidente.

Es ese valor el que inviste a su persona de credibilidad, un atributo esencial para el ejercicio del poder. De la credibilidad emana la autoridad. Si hoy dice una cosa y mañana otra, toda esa construcción se resquebraja.

Las explicaciones que dio en estas horas sobre su cambio de parecer en el caso Nisman han sido malas. Ha sido aclarar para oscurecer. Es evidente que su intención fue excluir a CFK de cualquier tipo de sospecha. La decisión de alentar la revisión del peritaje de la Gendarmería Nacional es una injerencia clara en la Justicia, se lo disfrace de lo que se lo disfrace.

El tema esencial de la causa no es excluir o incluir sospechosos, sino esclarecer el caso. Y eso le corresponde a la Justicia y no a una ministra o al Presidente. Alberto Fernández, como abogado y profesor de Derecho, lo sabe mejor que nadie.