Cáncer de próstata
En el país prevalecen más los de mama y próstata. Hoy se creará el Instituto Nacional del Cáncer, que intentará englobar las acciones de atención médica, la prevención y la investigación.
Cada año, 200 mil personas desarrollan algún tipo de cáncer, una de las cifras que ponen a la Argentina a mitad de camino entre los países desarrollados y los que están en desarrollo. Por la incidencia de ciertos cánceres, como el de pulmón, mama y colon, el país se parece a naciones como los Estados Unidos o España. Pero se aleja de ellos, y se acerca a otros países latinoamericanos cuando se trata de cánceres más prevenibles, como el de cuello de útero.
La problemática del cáncer en el país es el eje de un encuentro internacional que organizó el Ministerio de Salud de la Nación durante tres días en Buenos Aires , y terminará hoy con la creación del Instituto Nacional del Cáncer, por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, una iniciativa que intenta englobar las acciones de investigación, atención médica, y prevención para mejorar la prevención y el tratamiento de la enfermedad que no es contagiosa ni es una sentencia de muerte, a pesar de que aún existe gente que lo percibe de esa manera cuando se encuentra frente a un paciente.
“En cuanto a la incidencia del cáncer de pulmón, mama y colon, parecemos un país desarrollado. Pero en algunas regiones hay tumores altamente prevenibles, como el cáncer de cuello útero en la región del norte que nos acerca a la situación de los países latinoamericanos”, afirmó Dora Loria, jefa del departamento de epidemiología del Instituto de Oncología Ángel Roffo, quien forma parte de la coordinación de vigilancia del nuevo instituto nacional.
Se estima que se producen anualmente 3.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y 1.800 muertes a causa de esta enfermedad, a pesar de que se puede prevenir muy fácilmente con un Papanicolaou (PAP) bien hecho y el tratamiento adecuado.
A su vez, hay notables diferencias en las mismas ciudades entre quiénes llegan al diagnóstico temprano y al tardío. Por ejemplo, existe ya un registro del cáncer de piel, que incluye 4.000 casos. Los pacientes que van a atenderse en lugares públicos llegan al diagnóstico en estadios muchos más avanzados que los que se atienden en centros privados, de acuerdo con Loria. “Hay muchos factores de riesgo que llevan al cáncer, y también conducen a problemas en el acceso al tratamiento”. Uno de los principales es la pobreza, que limita el acceso a la educación en salud, y la consulta oportuna. El 40 por ciento de los cánceres son prevenibles con medidas, como no fumar, Algunos pacientes tienen escasa información para adoptar medidas. O las campañas públicas son esporádicas. Muchos, aun cuando accedieron al diagnóstico, se enfrentan con problemas para cumplir con las etapas de la atención del tumor, como el hecho de movilizarse hasta los centros de atención o el congeniar tratamiento con el trabajo.
Según Loria, “el nivel de los profesionales argentinos en el campo de la oncología es muy bueno, pero las dificultades están en las acciones de prevención primaria y de tratamiento oportuno. Por esto, creemos que la gente debe saber que hay muchos tumores que con una detección temprana pueden ser controlados y que pueden evolucionar bien, como el de mama y el colon, entre otros”. Mucho queda por hacer para agarrar al cáncer en un país que fue pionero en el estudio del cáncer: el médico argentino Ángel Roffo fue uno de los primeros en el mundo en descubrir que el consumo de tabaco causa cáncer en los años cincuenta.
“Aún hoy tenemos investigación de calidad. Con la creación del Instituto Nacional de Cáncer, se tratará de articular todo –dijo a Clarín Daniel Gómez, miembro del consejo directivo e investigador del Conicet–, desde la investigación básica a la atención médica, desde lo académico al mundo empresarial. Hay una gran brecha para acortar”.
© Escrito por Valeria Román y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 10 de Septiembre de 2010