Desprolijidad libertaria...
Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes
Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos.
Tal vez llegó la hora de poner orden.
© Escrito
por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no
es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de
cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se
propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que
constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia
política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son
ni un descuido ni una casualidad.
Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena
internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión
geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia,
Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región.
Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se
vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está
llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses
lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para
participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente
asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el
líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza.
A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción
como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía
ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de
Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual
continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y
un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir
Zelenski.
La confrontación permanente
busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano:
la economía.
La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la
canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a
la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro.
No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está
acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para
arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio
‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate
que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo
mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como
“representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.
Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas
situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los
resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.
Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la
confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como
Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y
mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la
economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad.
La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que
experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como
tampoco para la caída del nivel de actividad económica.
En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases”
–en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.
La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con
ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para
acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para
la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias–
el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con
los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un
jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más
de $ 240 mil con bono incluido.
Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto
de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión
de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso
de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez
gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más
cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los
duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de
terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones
provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos
–ex impuesto a las Ganancias.
De león a jamón del medio
Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego
de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo
de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación
de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta
de peso propio, dentro de LLA.
Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los
tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver
en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás
Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que
aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en
los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin
cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa
situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir
nuevos frentes internos.
La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya
se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la
soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un
Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a
más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese
mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las
formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que
viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.
Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de
la selva.