sábado, 6 de noviembre de 2021

En busca de buenas noticias... @dealgunamaneraok...

 En busca de buenas noticias. 


Lo importante es la salud. Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.
 

Congelar los precios de los medicamentos es la última puesta en escena de un gobierno que llega dividido a las elecciones. 

© Escrito por Nelson Castro el viernes 05/11/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Los desajustes de una economía pisada para tratar de contener los precios reales de bienes y servicios, está empezando a repercutir de manera evidente en la escalada del dólar y en las expectativas del círculo rojo, de los inversores y hasta de la gente común. El blue ronda los $ 200 y la brecha con el oficial llegó al 100%. Nadie espera que esta tendencia se revierta. En el Gobierno no logran engañar a nadie: congelamiento de precios, tarifas atrasadas, controles que no existen y peleas en el seno del poder. El Frente de Todos contra todos llegará a las elecciones partido –al menos– en dos y es un misterio cómo reaccionará el día después de la contienda, sea cual fuere el resultado. En este contexto el pequeño y mediano ahorrista corre hacia el dólar en busca de seguridad.   

El último ejercicio del desangelado secretario de Comercio Interior Roberto Feletti –quien no alcanza a contener los precios ni la inflación– fue generar un acuerdo de “estabilidad de precios” con los laboratorios para sostener en el corto plazo el costo de algunos medicamentos. 

Es, en verdad, una puesta en escena para lograr transmitir una “buena noticia” en la semana previa a las elecciones. ¿Alguien puede creer que retrotraer los precios al 1º noviembre –es decir hace siete días– puede tener algún efecto real en la baja de los productos esenciales para el cuidado de la salud?  

Mientras tanto los jubilados que hoy son los nuevos pobres de la Argentina miran con espanto una película que ya conocen. Los adultos mayores mastican bronca, tristeza e impotencia al ver que la vice en funciones y el condenado Amado Boudou cobrarán pensiones millonarias frente a los $ 25.900 que ellos perciben y que no les alcanza para vivir. La falta de empatía es escandalosa.  

También puertas afuera todo el Gobierno actúa con una precariedad y falta de seriedad absoluta. Quien escribe esta columna tuvo la oportunidad de observar los movimientos de la comitiva presidencial en Roma en torno a la cumbre del G20. Me encontraba allí en ocasión del lanzamiento del libro “La Salute Dei Papi” que fue presentado en el Vaticano. Los diálogos y conductas de los funcionarios argentinos denotaban una falta de profesionalismo asombroso. Aunque lo negaron públicamente, es cierto que buscaron concretar un encuentro con Su Santidad el papa Francisco para llevarse la foto de cara al escenario electoral. Fuentes inobjetables del entorno papal lo confirmaron.  

Parece que tampoco se enteraron que en la era de la información y las redes sociales, no se puede actuar de una manera fuera de la Argentina y al regresar, querer venderle al país un éxito que no fue. El episodio con el presidente de Francia es una muestra de ello. Emmanuel Macron, contó vía Twitter que en la reunión con Alberto Fernández trató la situación de Latinoamérica, en especial de países como Nicaragua y Venezuela, con sistemas políticos inestables que persiguen a opositores. El presidente Alberto Fernández también compartió la reunión con su par francés: “Con @emmanuelmacron, presidente de Francia, reafirmamos las visiones compartidas en torno a la acción climática, la preservación de la biodiversidad, la defensa de los DDHH y la igualdad de género. Agradecí el apoyo de su país a la negociación con el Club de París y el FMI”. Dos versiones para un mismo hecho. 

Entre otras cosas, la intención de propiciar encuentros fortuitos con figuras como el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, tampoco pasó desapercibida para nadie. Para el oficialismo fue casi un encuentro bilateral, pero a los ojos del mundo no fue más que la intención de mendigar una fotografía con fines de utilización en la política doméstica. Hombres de talla mundial como “el compañero Biden” saben detectar a kilómetros de distancia este tipo de situaciones que los incomodan. 

El último tramo de la campaña recalienta los ánimos de ambos lados de la grieta. El Frente de Todos contra todos llega partido y con pocas esperanzas de remontar la derrota sufrida el 12 de septiembre en las PASO. Las peleas internas no se disimulan y es una incógnita qué puede pasar el 15 de noviembre con el resultado puesto. Solo los intendentes han logrado acumular poder como para sostenerse de cara a los dos años que restan de mandato. Su protagonismo en los gabinetes de Nación y Provincia, les devolvió la certeza de no dejarse amedrentar nunca más por lo que queda de La Cámpora.  

En Juntos por el Cambio, hay una mezcla de optimismo y cautela. Nadie quiere arriesgar un resultado. “Llegamos a las PASO con expectativas modestas, ahora estamos obligados a sostener un resultado que generó ilusión y la posibilidad de volver a pensar en un proyecto de cara al 2023” –describió una alta fuente de Juntos en la PBA. Ésta fue la primera semana con las boletas circulando por el territorio. Hasta la semana pasada algunos sentían ciertos niveles de apatía en vastos sectores del Conurbano. En los últimos días eso se modificó. Hay en la oposición la conciencia de que aún con un resultado positivo, sobrevendrán dos  años oscuros. “No sabemos cómo puede reaccionar el Gobierno, pero tenemos la responsabilidad de generar un clima propicio para que la gobernabilidad se mantenga sin sobresaltos. Ellos son peligrosos y lamentablemente les gusta jugar con fuego” –describieron cerca de un intendente. 

La Argentina necesita tranquilidad y un largo período de reflexión. Los Nerones del Gobierno no pueden volver a poner en peligro nuestra institucionalidad. 

Producción periodística: Santiago Serra.



lunes, 1 de noviembre de 2021

Francisco dijo No… @dealgunamaneraok...

 Francisco dijo No…

 


Res, non verba. Papa Francisco. Dibujo: Pablo Temes


Trastienda del intento de cumbre de Alberto F con el Papa. La imagen argentina, muy afectada.

 

El Papa fue terminante: “No voy a recibir al presidente Alberto Fernández por la sencilla razón de que ningún papa recibe a un presidente cuando su país está en medio de un proceso electoral”.

 

© Escrito por Nelson Castro desde la Ciudad de Roma, República de los Italianos.


 

Una fuente inobjetable del Vaticano contó en detalle lo que sucedió. Hubo funcionarios del gobierno argentino –cinco– que llamaron a la Santa Sede para gestionar la entrevista con el Sumo Pontífice. Para el Gobierno, una foto del Presidente con Francisco era una carta electoral importante. Lo rudimentario de este pensamiento no deja de asombrar. En 2013, Cristina Fernández de Kirchner buscó denodadamente la foto de Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro.

 

Alberto Fernández llegó a Roma con el objetivo de obtener apoyos concretos para la compleja negociación que el gobierno argentino está llevando adelante con el Fondo Monetario Internacional para acordar mejores condiciones de pago para la pesada deuda contraída durante la gestión de Mauricio Macri. Curiosamente, el marco de la pandemia ha hecho que el tema de las ayudas a los países más pobres esté sobre la mesa de las discusiones de los líderes del mundo, categoría a la que no pertenece el actual jefe de Estado ni ningún otro de la Argentina. Nuestro país carece de centralidad desde hace décadas y nada parece augurar que esto vaya a cambiar en el presente ni en el futuro inmediato.

 

En este ámbito de mayor comprensión hacia los países con problemas graves de deuda, el Presidente choca con tres problemas puntuales: el primero es el endurecimiento del discurso de campaña contra el FMI y la actividad empresarial; el segundo, la falta de un plan económico concreto; y el tercero, las dudas que hay en cuanto a quién tiene el poder real.

 

Dos fuentes del entorno de Olaf Scholz, el actual ministro de Finanzas y casi seguro futuro canciller de Alemania, señalaban la sorpresa que produjo en Merkel y Scholz el conocimiento de algunas de las últimas expresiones del ministro de Economía, Martín Guzmán. Su virulencia sorprendió. Lo mismo se aplica al Presidente.

Lo mismo se aplica para la debilitada Kristalina Georgieva. La directora gerente del FMI tiene hoy poco margen de poder para maniobrar acuerdos por fuera de las estrictas normas que le impone el board del organismo internacional.    

 

La imagen internacional del gobierno argentino es mala. Esto no es ninguna novedad, más allá de los aspectos formales de lo que suceda con las reuniones que mantenga AF en este fin de semana como el lunes y el martes en Glasgow durante la cumbre del Cambio Climático.

A la hora en que escribimos esta columna desde Roma, el gobierno argentino sigue bregando por una reunión bilateral con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

 

Esa foto con “el compañero Biden”, como lo llaman algunos funcionarios de los que forman parte de la comitiva presidencial, sería un logro para AF. Fernández y Biden se habrán de conocer durante esta reunión y habrá entre ellos algún intercambio de palabras circunstanciales.

 

De acá. Volviendo al ámbito local, en la UCR sienten que tienen la fuerza para poner un presidente en la Casa Rosada. En realidad, el impulso de luchar dentro de Juntos por el Cambio y de “dejar de ser el furgón de cola de la coalición”.

 

El acto en Ferro dejó su mensaje. Se trata de una intención manifiesta de señalar que van a disputar el poder de cara a 2023 pero siempre dentro de la coalición como marco político necesario.

El que avisa no traiciona.

 

Sin embargo, hay quienes prefieren dejar los manifiestos de lado y volver al pragmatismo del trabajo en el terreno.


Por eso, el día del acto en Ferro Martin Lousteau, uno de los hombres fuertes de la UCR, estuvo en Catamarca para apoyar a los candidatos a senadores y a diputados siguiendo con su estrategia de recorrer el país, en especial las provincias que eligen senadores. Lousteau cree que ahí se juega la clave del futuro: primero poder sacarle el quórum a Cristina Kirchner en la Cámara alta y recién después de las elecciones encarar todas las discusiones puertas adentro que deben darse para definir roles y protagonismos. “El posicionamiento interno debe estar en un segundo plano frente al debate sobre la construcción de un verdadero plan de salida para el país en 2023”, aseguran en su entorno.

 

Dentro del ala amarilla de JxC aceptan la discusión de sus socios, aunque la consideran “prematura y teñida de cierto tufillo de revancha”. El principal apuntado fue Gerardo Morales por su ímpetu y sus formas. De todos los que se expresaron en contra de la decisión del ex presidente Mauricio Macri de no presentarse a declarar y luego de mostrarse rodeado de partidarios el jueves en el juzgado de Dolores, fue el más duro al compararlo con el kirchnerismo.

 

No cayó nada bien.


“No fue una movilización armada al estilo K acarreando gente en colectivos bajo amenaza de no cobrar los planes sociales. Fue un acompañamiento espontáneo de dirigentes que quisieron estar ahí”.

 

El escenario actual de cara a las elecciones del 14 de noviembre es fluctuante. “La foto al día de hoy muestra un resultado ajustado en la Provincia. Pero atención: las boletas recién están saliendo a la calle y en sectores del Conurbano como La Matanza hay gente que aún no termina de asociar a Santilli y Manes dentro del mismo equipo. La semana que viene esto se debería revertir y ocasionar un despegue con un escenario más preciso”, admitió una fuente inobjetable de Juntos que conoce la PBA.

 

Respecto a la interna y la lucha de poder que se produce entre la Unión Cívica Radical y los referentes del macrismo, la misma fuente aseguró: “Me consta que todos hicieron el esfuerzo que debían para que haya paz. La unidad es el camino. Después lógicamente hay diferentes temperamentos y apetencias personales. Pero no debería haber sobresaltos”.

 

La realidad convierte el potencial en un imperativo que debe cuidarse a toda costa: no puede haber sobresaltos si se quiere construir una alternativa real, capaz de enfrentar al kirchnerismo y cambiar el rumbo de nuestra alicaída república.