Vacunación. Un largo y sinuoso camino…
Dura Lex, Sed Lex. Dibujo: Pablo Temes.
Los millones de dosis anunciadas para enero no se sabe cuándo llegarán. Solo se sabe que se hará un uso político.
© Escrito por Nelson Castro el sábado 06/02/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.
Contrariamente a la interpretación con aires futbolísticos que hizo el
Gobierno acerca del significado de la publicación, el artículo de marras es de
una enorme importancia para aportar los datos necesarios acerca de la seguridad
de la Sputnik V que, desde hace meses, reclamaban no solo los especialistas de
la Argentina, sino también del mundo.
Lamentablemente, el uso político que el gobierno de Vladimir Putin hizo de
la vacuna, comenzando por el anuncio hecho en agosto pasado de que Rusia tenía la
vacuna –cuando en realidad lo que había era el comienzo de la investigación–,
pasando por la decisión de nombrarla Sputnik –en una clara alusión a la
competencia contra los Estados Unidos en tiempos de la Guerra Fría– y el
lanzamiento del inóculo antes de que fuera auditado por organismos de
reconocimiento internacional, generó dudas y sospechas, tal cual lo señala el
artículo de opinión firmado por Ian Jones y Polly Roy publicado también en la
última edición de The Lancet. Se habla allí de las críticas que recibió la
vacuna motivadas por “un apresuramiento inapropiado, los atajos y la falta de
transparencia en la información”.
En este marco generado por la muy buena noticia que significa que la
Sputnik V tenga ahora la auditabilidad de la que carecía, es absolutamente
increíble ver cómo, con sus marchas y contramarchas, el Gobierno acabó por
transformar esa buena nueva en fuente de problemas porque, lo que ahora se sabe
es que los millones de dosis de la vacuna rusa anunciadas en forma reiterada
por el Presidente para enero no estuvieron y tampoco se sabe cuándo van a
estar. Por eso la negociación a toda prisa con China por una de sus vacunas.
Lo que sí se conoce es la intención del Gobierno de hacer un uso político
de la vacunación. Esa es una de las razones principales que da aire a la
discusión acerca de la postergación de las primarias abiertas, simultáneas y
obligatorias (PASO). Sin la épica de la vacunación, una gran parte del
oficialismo enfrenta con temores el desafío electoral. Es una visión que comparten
varios gobernadores peronistas y dos opositores: Gerado Morales de Jujuy y
Gustavo Valdés de Corrientes. La postura de La Cámpora es absolutamente
opuesta. Sin las PASO sus posibilidades de avanzar con su proyecto de poder se
caen.
Es insólito ver cómo el Gobierno se expone –una vez más– a una
verdadera contradicción, porque el argumento de suspender las PASO a
causa de la pandemia implica reconocer lisa y llanamente que el plan de
vacunación anunciado por el Presidente no se cumplirá.
Echale nafta al fuego. “Estamos generando conflictos por falta de
respuestas con mayor cintura política. Los dichos de Pietragalla y Cafiero
sobre Formosa fueron un error. Son temas para bajarlos de los medios con
declaraciones equilibradas. El silencio y la ratificación de Donda fueron en la
misma dirección. Y ahora la postulación de un ex abogado de Cristina y Parrilli
para la Cámara Federal porteña y de Ramos Padilla para un juzgado con
competencia electoral es volver a acelerar en temas muy delicados”, decía en
tono de queja una voz de la estrecha cercanía de Alberto Fernández.
“Esa costumbre de echarle nafta al fuego nos termina perjudicando a todos.
Es bien propia del kirchnerismo duro pero esta semana Santiago Cafiero entró en
el juego. Es muy difícil hacer equilibrio cuando desde el otro lado de la
coalición te presionan y tildan de blando”, concluía la misma fuente con
indisimulable fastidio.
Estas son algunas muestras de lo que dejó la semana. Veamos cada caso: ante
la grave situación que atraviesan los formoseños como resultado de las
restricciones impuestas por Gildo Insfrán –“un amigo”, según el Presidente–
Amnistía Internacional elevó la voz de alerta. El secretario de Derechos
Humanos viajó a la provincia y declaró que las denuncias tenían intencionalidad
política y que “en los centros de aislamiento tenían buena comida y aire
acondicionado”. Santiago Cafiero redobló la apuesta: “No necesitamos que nos
vengan a decir lo que tenemos que hacer con los derechos humanos” para luego
por orden del Presidente tener que volver sobre sus pasos y recibir a la cúpula
de la organización.
El avance sobre la Justicia es, hasta aquí, imparable. El Senado designó a
Alejo Ramos Padilla como titular del Juzgado Federal 1 de La Plata. Ramos
Padilla ha demostrado especial sensibilidad para intentar obstruir el avance de
la causa de los cuadernos que afectan a Cristina Fernández de Kirchner y varios
de sus secuaces.
No solo eso, intentó sentar un peligroso precedente para el trabajo de los
periodistas a través del procesamiento, luego revocado por la Cámara Federal de
Mar del Plata, de nuestro colega Daniel Santoro. En su nuevo cargo, Ramos
Padilla tendrá competencia electoral en la provincia de Buenos Aires, distrito
clave para los planes del kirchnerismo. Además, el Ejecutivo cometió un nuevo
gesto obsceno. Envió al Senado el pliego de Roberto Boico –que fue abogado de
CFK y Oscar Parrilli– para que pueda ocupar un lugar en la Cámara Federal
porteña.
“Les interesa que Boico entre lo antes posible a la Cámara Federal porque
interviene en casos de corrupción. La misma donde el oficialismo ya reincorporó
a Eduardo Farah por decreto de AF. Boico no fue cualquier abogado de Cristina,
fue su letrado en la causa del memorándum con Irán”, dijo un experimentado juez
que supo sufrir los embates del oficialismo. No obstante surge una pregunta:
¿puede un abogado que defendió a alguien acusado de un delito ser, a la vez,
juez de esa causa? ¿No debería ser esta circunstancia un motivo de excusación
del magistrado en cuestión? Y si así no lo hiciere, ¿no debería ser recusado?
El tema judicial cobra creciente preponderancia para la ex presidenta en
funciones. En la semana que comienza se aguarda el fallo en la causa de la ruta
del dinero K que involucra a Lázaro Báez. Sería una sorpresa una sentencia
absolutoria. Eso es lo que preocupa a Cristina Fernández de Kirchner. Ese es el
motivo principal por el cual buscó regresar al poder. Y es el motivo por el
cual necesita hacer realidad el sueño de retenerlo para siempre.
Producción
periodística: Santiago Serra.