sábado, 12 de julio de 2014

Venezuela, oligarquía castrense... De Alguna Manera...


Oligarquía castrense...


La República Bolivariana de Venezuela es gobernada por una administración militar con fachada civil. 

Como norma cotidiana, primero la información y después la opinión. La noticia viene de Venezuela, bautizada como República Bolivariana de Venezuela, en donde, de acuerdo, a las últimas informaciones, se supo que de acuerdo a las nuevas designaciones del gobierno de Nicolás Maduro, hay más generales y almirantes, que cargos disponibles en el estamento militar, por lo que dichos oficiales permanecerán sin funciones, porque no hay dónde ubicarlos. Ningún problema para el presidente Maduro: este año, nombró a 229 coroneles y capitanes de navío de las diferentes Fuerzas Armadas, rebautizadas como Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Venezuela es gobernada por una administración militar con fachada civil. Es bueno tomar en cuenta las comparaciones que llegan de Caracas, porque en 2006, cuando Hugo Chávez Frías vivía y era “comandante supremo” intangible, apenas fueron ascendidos siete oficiales a general de división, porque hasta ese momento el régimen todavía respetaba la norma según la cual se podían ascender o dar de baja a oficiales de alto rango cuando se producían vacantes por retiro. Pero la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, hizo lo inaudito: inventó dos nuevos escalafones. A los dos existentes, que son como los del Ejército Argentino, General de Brigada y General de División, agregó el escalafón de Mayor General y General en Jefe. Con cuatro diferentes niveles de generalato, los candidatos son mucho más numerosos.

De hecho, en la Constitución de 1999, Chávez elimino el Senado y armo una Asamblea unicameral. Venezuela, que había vivido desde 1958 hasta 1998 con gobiernos civiles, elegidos democráticamente, pasó a tener ese parlamento unicameral dominado por el gobierno. En consecuencia, las decisiones de ascenso en las Fuerzas Armadas, comenzaron a ser adoptadas directamente por el “comandante supremo”. Ahora, la noción, evidente, ostensible, de que se trata de un gobierno militar con fachada civil, no puede ser negada. Es increíble, desconcertante y bastante patético que solo unos escasos nuevos generales y almirantes podrán ocupar puestos de mando, porque no hay dónde ponerlos. ¿Qué hace en consecuencia el régimen de Maduro, que trabaja y funciona sobre la base de la apoyatura militar? Trasladará a cargos claves en el Gobierno a muchos de estos nuevos oficiales de alta graduación, y otros quedarán sin destino; en verdad, como dicen los comentarios periodísticos provenientes de Caracas, muy pocos terminarán ascendiendo en su carrera militar.

Además, hay una evidente utilización del Ejército para los negocios de la nueva oligarquía que ha agrupado su poder en torno de Maduro. Un caso notable: parece italiano pero seguramente debe ser hijo de italianos, el general Giuseppe Yofreda, que era Comandante General de la Aviación ahora fue designado presidente de una llamada Corporación Venezolana de Comercio Exterior, un aparato burocrático armado por Maduro para controlar las importaciones del Estado a una tasa sobrevaluada, inexistente en la realidad, de 6, 30 bolívares por dólar. Este Yofreda, aún cuando maneje una administración civil, va a ser mucho más poderoso que los generales, almirantes y brigadieres, porque será el individuo que recibirá en la mano los dólares baratos del Estado, y de esa manera podrá volcarlos – como ya se ha demostrado tantas veces – al mercado negro, en donde en lugar de 6,30 bolívares, se transa a un valor 12 superior.

En este punto, no creo equivocarme en que hoy se ha creado en la Venezuela supuestamente revolucionaria, una oligarquía castrense, que ha consolidado un estado militar. No es siquiera el caso de Cuba, porque a partir de 1959, la entonces llamada Revolución Cubana literalmente disolvió a las viejas Fuerzas Armadas “burguesas” del régimen dictatorial de Fulgencio Batista, y creó las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En Venezuela simplemente le han agregado el apelativo de “bolivarianas”, pero aún cuando hayan pasado 15 años, sigue siendo esencialmente el aparato militar del que formó parte el propio Chávez. En el 52% de los estados en que se divide Venezuela militares ocupan el cargo de gobernador cuando no son ministros o presidentes de la Asamblea Nacional, que es el parlamento unicameral.

Toda la fraseología bolivariana ha insistido en la existencia de una supuesta revolución, una toma del poder por los pobres, un gobierno de las mayorías, cuando en verdad Venezuela es gobernada por un régimen militar del que Nicolás Maduro es apenas un mascarón de proa. No era lo mismo el caso de Chávez, que siendo un hombre fuerte y siendo un caudillo popular, era también una criatura de las Fuerzas Armadas, de las que siempre sintió orgullo, y cuyo uniforme vistió hasta su muerte.

Maduro no puede ponerse un uniforme verde oliva, ni engalanarse con condecoraciones militares, porque era sencillamente un conductor de ómnibus en Caracas hasta hace no más de 20 años. Pero eso no importa: la realidad aparentemente civil del gobierno venezolano es una farsa, no es un gobierno civil, representativo de las instituciones y de la totalidad de esa sociedad.

El de Venezuela, el de Nicolás Maduro, es hoy, sencillamente, un régimen militar en cuyo núcleo íntimo se ha consolidado una oligarquía, intrincadamente ligada al negocio de la compraventa de dólares, y a los fenomenales ingresos que le deja, como toda la vida, la renta petrolera a la pobre Venezuela.


© Escrito por Pepe Eliaschev el Viernes 11/07/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


"Javier Mascherano" y la Argentina posible... De Alguna Manera...

Mascherano y la Argentina posible...



Una nación es, ante todo, un sistema de secretos”, escribió Ortega y Gasset. La identidad de un país está en lo no dicho, en lo que no hace falta aclarar, en los sobreentendidos. Por eso distintos países se ríen de distintas cosas y el sentido del humor, aunque universal, es local.
Mascherano hace que aparezca la foto de Vandenbroele con Boudou.
Desde el día del triunfo de la Selección argentina sobre Holanda, la máquina de hacer chistes funciona a todo vapor.Cualquiera diría que esta máquina vive en Twitter, pero en verdad nace en la calle y se refleja en las redes sociales.
Mascherano interrumpe a Mirtha.
Y siempre es anónima, el motivo por el cual Ricardo Montaner no podrá nunca conocer al autor de la letra del estribillo futbolero “Brasil/decime qué se siente”.
Es cierto, la música es de Creedence. Pero con la música no basta.
Mascherano le paga al chino con caramelos y recibe monedas de vuelto. 
En estos días de triunfos y derrotas las palabras exageran, y entonces los diarios brasileños gritan “¡Humillación!” luego de la goleada sufrida por su equipo ante Alemania, como si esa derrota fuera un insulto al país. Mientras, los argentinos evitamos usar la misma palabra para algo que en verdad nos humilla, como es la presencia de Amado Boudou en el acto oficial conmemorativo de nuestra independencia, el 9 de Julio en la Casa de Tucumán.
Si la montaña no va a Mahoma, Mascherano se la alcanza.
Ni los funcionarios del Gabinete, habituados al rol de aplaudidores, podían ese mediodía sostenerle la mirada al vicepresidente. Nunca vi a Agustín Rossi, actual ministro de Defensa, aplaudir con tanta desidia; ni a Florencio Randazzo mirar molesto al horizonte; ni esa sensación detragame tierra que invadía las primeras filas de asistentes al acto, y se contagiaba a todo el auditorio, con excepción de algunos fieles de La Cámpora que vitoreaban en el fondo.
Mascherano rechaza una oferta de Vito Corleone. 
En el otro extremo de la cuerda, horas después, el jugador de la Selección Javier Mascherano se convirtió en una especie de héroe nacional instantáneo. El vértigo con el que creció la figura del deportista hablaba con absoluta claridad de las necesidades que su figura evocaba. Ahí estaba un jugador de bajo perfil, que siempre utiliza el plural al hablar y que se mantuvo como líder natural de su grupo aunque formalmente hace meses que dejó de ser el capitán del equipo.
Mascherano entendió el final de Lost. 
Ahí estaba Mascherano sufriendo un golpe, atacando, defendiendo, evitando un gol de Robben, diciéndole al arquero Sergio Romero una frase de almanaque: “Hoy vos te convertís en héroe”, que parece la hubiera escrito Kipling. En el medio de la jungla, un ángel.
Mascherano se casa con Wanda Nara y viven felices para siempre.
Es exactamente lo contrario a lo que somos, me decía Marcelo Longobardi en la radio, ayer a la mañana.
¿Es Mascherano lo que somos o lo que queremos ser? ¿El reguero de pólvora de chistes, el centimil, las miles de menciones a Mascherano en las redes sociales evocan una necesidad, o la melancólica ausencia de lo que no seremos jamás?
Mascherano va a negociar con los fondos buitre y trae el vuelto.
De pronto los argentinos, inventores de la cultura de “salvarse” con un batacazo individual, sentimos la necesidad de un equipo, del trabajo y del tiempo que se tarda en realizarlo.
Cuando Jesús multiplicó los panes, Mascherano le dijo: “Dejá, flaco, traje facturas”.
Es probable que ni Mascherano sepa lo que despertó. Nos mostró lo que queremos ser. Nos enseñó que la humildad, el trabajo y el sacrificio pueden ser “negocio”. Hay demasiadas uñas mordidas como para intentar algún equilibrio: esta semana la Argentina se reconoció en un héroe poco convencional si analizamos nuestra historia.
Todos los chistes –que siguen y siguen apareciendo– nos muestran, como incorregibles que somos, pidiéndole imposibles. Pero también sintiéndolo cerca nuestro. 

¿Estaremos, colectivamente, intuyendo el futuro? 

¿Podremos pensar alguna vez en una Argentina de bajo perfil, con trabajo y compromiso, sin grietas y tan normal como Mascherano?
© Escrito por Jorge Lanata el Sábado 12/07/2014 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

viernes, 11 de julio de 2014

0 Km. de 30 Años de Antigüedad...De Alguna Manera...


Concesionario vende autos de hace 30 años... pero 0 Km…


El dueño de una concesionaria de Dinamarca tuvo que cerrar 30 años atrás, y dentro quedaron guardados alrededor de 200 hermosos vehículos, hoy clásicos. A los 92 años Jens Sorensen, dueño de la empresa, falleció, y su hijo descubrió este increíble tesoro olvidado. Viví esta historia en detalle que dimos a conocer en Coches 2.0 en 2008, pero que nunca pierde vigencia, porque es única, y en la que apreciamos y compartimos imágenes que corroboran la historia.


Si más de una vez perdiste el sueño tratando de conseguir algún usado con una punta de años encima pero en excelente estado, si alguna vez te desviviste por ese coche de colección en impecable estado de conservación que nunca te quiso vender tu vecino, entonces ahora está de parabienes... Todo muy lindo pero hay un pequeño detalle: para lograr tu cometido deberías vivir en Dinamarca o cerca.


La historia es de lo más emotiva y pintoresca, además de extraña y prácticamente increíble. Resulta que la concesionaria Jens Sorensen (que tiene en su marquesina los logos de Fiat e Iveco) supo pasar por algunos inconvenientes económicos hace unos cuantos años, 30 para ser más precisos, y debió repentinamente cerrar sus puertas. El hecho hubiese carecido de relevancia a no ser por algo muy particular: el depósito de la concesionaria quedó cerrado por todo este tiempo pero en su interior decenas y decenas de autos 0 km. permanecieron dormidos esperando ver nuevamente la luz. 


El dueño de esta concesionaria, Jens Sorensen falleció a los 92 años, y es en ese momento que su hijo Kjeld descubre este impresionante tesoro. En total eran 200 autos, y que con las puertas abiertas nuevamente se venden en valores entre €600 y €6.500.


¡Imagínense la escena! ¡Abrir esas puertas luego de un lapso de 30 años habrá sido algo similar como entrar a la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones, algo comparable a las profundidades de la Tierra y los tesoros escondidos de las mil y una noches! Decenas y decenas de reliquias de otros tiempos pero 0 km. no son algo que se encuentre muy a menudo y lo que es mejor todavía, ahora esos autos se pueden adquirir en la misma consecionaria ya que ésta ha vuelto a abrir sus puertas.


Algo a mitad de camino entre la sorpresa y la emoción es lo que se obtiene al observar un Seat 600 o un Autobianchi en el centro del salón en un estado más que envidiable. Como para más datos sobre lo que puede una exhibición de este tipo podríamos agregar que un ejemplar de Renault 4 (también 0 km.) acaba de ser vendido por unos 2.800 euros demostrando una vez más la avidez de quienes pagan lo que sea por un auto como los que se ofrecen en esta pintoresca consecionaria.


¿Dónde está este Concesionario Jens Sorensen? Con un clic podés estar ahí, visitándolo desde Google Maps (que consultaban en los comentarios), y colocar la vista desde la calle como se muestra en la imagen. Seguí este link que te lleva directo a este escenario que retratamos.

© Publicado por http://www.coches20.com


Las fotos:
















lunes, 7 de julio de 2014

Adiós Saeta… De Alguna Manera...



Adiós Saeta…

Alfredo Di Stefano

Alfredo Di Stefano, considerado por la FIFA y la IFFHS como uno de los cinco mejores futbolistas de todos los tiempos, falleció hoy a los 88 años.  Con la camiseta de Huracán disputó 25 partidos y marcó diez goles.

En pleno mundial, el fútbol está de luto: falleció Alfredo Di Stefano, la Saeta Rubia, el referente de Johan Cryff, el primer futbolista en desempeñarse por toda la cancha, el jugador que fue fichado al mismo tiempo por el Barcelona y el Real Madrid y que con su arribo a la casa blanca provocó una revolución en el fútbol español logrando cinco Copas de Europa y ocho ligas españolas con el equipo blanco.

Mucho antes de su llegada a tierras europeas y su partida el futbol colombiano,  Di Stefano debutó con la camiseta de Huracán el 21 de abril de 1946, en un partido en el Globo cayó 1 a 0 frente a Chacarita en el Viejo Gasómetro. El joven delantero de 19 años provenía a préstamo de River, club en el cual era relegado porque la entidad de Núñez contaba con Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Loustou en su delantera.

“Ducó fue quien me contrató. Puso una pistola en la mesa y me dijo `bueno pibe, usted tiene que venir para Huracán”, recordaba alegremente Di Stefano de su llegada al conjunto de Parque Patricios, entidad en la que marcaría el gol más rápido del fútbol argentino hasta el momento (frente a River) y se ganaría el puesto tras convertir dos de los tres tantos de la victoria del Globo frente a San Lorenzo.

Finalizado su vínculo con el club, Tomás Adolfo Ducó intentó adquirir el pase del hábil futbolista, pero Juan Domingo Perón, presidente de la Argentina y enemigo del máximo pope del Globo, intervino el club, quitándole la posibilidad al club de adjudicarse el pase del máximo referente del Real Madrid.

Tras su paso por Huracán, Di Stefano regresó a River donde obtuvo el título de 1947 y dos años después emigró junto a muchos de sus compañeros a Colombia por la huelga de futbolista que se produjo en la Argentina. En Millonarios conquistó cuatro campeonatos y el interés del Barcelona y el Real Madrid, tras una gira que el elenco colombiano había realizado por España.

El Real Madrid negoció con River y adquirió el pase de Di Stefano en 1953, aunque Barcelona hizo lo mismo tras gestionar la compra con Millonarios. La decisión de la FIFA fue determinante: Di Stefano jugaría un año para cada equipo, aunque su llegada al conjunto Merengue fue tan relevante e identificativa con los aficionas, que el Barcelona decidió venderle al Real Madrid su parte al año siguiente.

El Huracán de 1946. Parados: Ramírez, Marinelli, Rebagliatti, Simes, Corzo y Unzué. Agachados: Salvini, Méndez, Di Stéfano, Videla y Alberti. CEDOC

Con el equipo blanco, Di Stefano ganó todo y se convirtió en uno de los jugadores más importantes de todos los tiempos compartiendo una mítica delantera con Ferenc Puskas y Paco Gente, aunque desde la cima nunca se olvidó de sus inicios en equipo de Parque Patricios: “En lo personal, además de haber defendido su camiseta, con el Globo me une una relación especial, ya que como nací en Barracas, siempre lo tuve cerca y aprendí a quererlo”.

”Por mis gustos, la identificación con el fútbol que practicaba Huracán fue instantánea, aunque hubo otros motivos que me hicieron admirar esa institución, como el hecho de que una de las primeras sedes sociales que se inauguraron fue la de Huracán. Y eso, para aquella época era toda una novedad, y una muestra de poder, de grandeza. La misma que siempre tuvo Huracán”, rememoró en el año 2002 al diario Olé la Saeta Rubia sobre su pasó por el club que siempre consideró grande: “Para mí los grandes siempre fueron seis y Huracán es uno de ellos”.

Tal vez, Di Stefano no exista más físicamente, pero su legado, su ideología futbolistas y su mito lo acompañaran por toda la eternidad. El mismo hombre que logró todo con el Real Madrid y que a sus 19 años se puso un Globo en el pecho que lo identificaría por toda la eternidad.

© Escrito por Matías Vasconcelos el Lunes 07/07/2014 y publicado por Patria Quemera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Las fotos: