El Globo sigue siendo un suicida sin vocación que no acierta el tiro del final. Hasta del llanto y de la idea del descenso consumado se volvió en el dia de hoy...
Un Huracán ausente y tristemente conocido por todos nosotros, enfrentó al Independiente del Turco Mohamed y perdió por 5 a 1, en lo que era la chance directa de llegar a la promoción por la permanencia. A los diez minutos del primer tiempo ya no quedaban dudas de que el equipo era el mismo que cosechó tres puntos de los últimos 30 disputados; el mismo equipo que en cualquier liga de cualquier país del mundo ya hubiese estado condenado hace varias fechas y pensando en como volver a primera división. En definitiva y dejando de lado la calculadora y las hipótesis, el peor equipo de la temporada. Pero no, Huracán es incomprensible para propios y para ajenos hasta en estas circunstancias. El Globo sigue dependiendo de si mismo, situación que no sabe aprovechar desde hace varias fechas y de la que parece no darse cuenta. El equipo de Pompei parece haber dejado en aquel lejano empate ante Racing en el Ducó una forma de juego que le habia dado Buenos resultados tras la salida de Miguel Brinidisi luego de su bochornoso ciclo, y en la que se vislumbraba un futuro diferente. Desde entonces se concatenaron derrotas y rendimientos de una pobreza absoluta, los que sumados al abandono dirigencial del que no vale la pena hablar ahora, dieron por resultado este presente. El Globo sigue siendo un suicida sin vocación que no acierta el tiro del final. Hasta del llanto y de la idea del descenso consumado se volvió en el dia de hoy, en el estadio Libertadores de América. Los propios dirigentes renunciantes se retiraron del palco a los 20 minutos del Segundo tiempo para evitar dar la cara ante lo que era un descenlace seguro. El gol de Cristian Cellay a 10 segundos del final reivindica el buen nombre de un buen jugador y gran persona que dejó todo por Huracan hasta su propio pase y fue injustamente bastardeado por la dirigencia. Huracán enfrentará a GELP en una nueva final en la que debera estar presente para llegar a la promoción y encontrarse con a dos partidos, y con ventaja deportiva, de la permanencia. Monzón expulsado no podrá ser de la partida y el DT deberá replantearse en pocos días una defensa juvenil que no otorga seguridades y es una invitación para rival, un mediocampo lento que no crea y no recupera y un Rolando Zarate que parece ser un ex jugador y un nulo complemento del goleador Cámpora. Huracán sigue vivo pese a si mismo. Solamente esperamos el milagroso cambio de actitud, y que se den cuenta de una vez que es lo que están jugando ahora y no cuando enfrenten a Ferro o a Gimnasia de Jujuy. Qué el martes el quemero de la remera de Pastore que, radio en mano, gritó desaforado el Gol de Cellay, esté festejando el ingreso a la promoción y ese grito sea el de todos los quemeros de buena voluntad.
© Escrito por Jorge Aja García y publicado en http://www.patriaquemera.com.ar el sábado 18 de Julio de 2011
La goleada sufrida contra Independiente, pone muchas cosas en su lugar y marca varias realidades. El Globo es un equipo entre mediocre y malo sin conductor afuera.
Me acordaba de aquellas ráfagas en el descenso contra Italiano en el Amalfitani, y veo por la imagen de la televisión a un quemero bien quemero dándonos otra vida. Justo Christian Cellay, (uno más de la lista que pertenecen a los "golpeados" por este presidente y sus colaboradores), con la casaca de Boca marcando un destino impensado, casi ni soñado por el más delirante. Aparentemente recuperado de su afección cardíaca Carlos Babington, como contra Vélez, presenció la derrota del Globo en Avellaneda. El y solo el y su comisión directiva son los responsables de tanto sufrimiento y tanta mediocridad. Más acorde a una Sociedad de Fomento que a un club de elite del fútbol argentino, Huracán es una vergüenza desde lo institucional y desde lo futbolístico.
La goleada sufrida contra Independiente, pone muchas cosas en su lugar y marca varias realidades. El Globo es un equipo entre mediocre y malo sin conductor afuera y dentro de la cancha. Antonio Mohamed tan solo cumple con su trabajo. Tratar que su equipo funcione y gané como corresponde. Qué Ricardo Carusso Lombardi y sus dirigidos no puedan mantenerse entre los veinte mejores equipos del fútbol nacional y Quilmes regrese al lugar que históricamente siempre le correspondió. Y por último qué Gimnasia de La Plata siga luchando como hace tres años lo viene haciendo por mantener la categoría.
No se puede hablar de la derrota contra Independiente porque no hay equilibrio ni paridad entre un conjunto y el otro. Cada presentación del Globo marca diferencias más pronunciadas entre un plantel que pertenece a Primera y otro que lucha y se mantiene con esperanzas solo por errores ajenos. En cada jugador de Huracán se encuentra la verdadera impotencia y la desazón como fiel reflejo de este presente tan pobre, con sueldos atrasados, con acusaciones cruzadas, con ánimos maltrechos. Así y todo aún queda una bola más. Ni esforzándose por darse muerto, a los muchachos de Pompei el destino le da otra posibilidad entre las tantas desperdiciadas.
Es el martes la última Globo. Y el cuerpo técnico entre tanta miseria deberá iluminarse para poner lo mejor. No hay mucho en carpeta, pero la oportunidad está en puerta.
© Escrito por Jorge Aja García y publicado en http://www.patriaquemera.com.ar el sábado 18 de Julio de 2011