Nadur: “No vine a Huracán para hacer amigos”…
Nadur "El Cotur"... Presidente del Club Atlético Huracán.
El actual presidente del club aspira a un tercer mandato.
Además de enfrentarse a dos candidatos que crecen en las encuestas, su
principal rival electoral es el riesgo latente de un nuevo descenso. En esta
larguísima entrevista anuncia el levantamiento de la convocatoria de
acreedores, la inminente sanción deportiva de FIFA a Cruzeiro y ensaya una teoría
sobre la influencia del primer cordón de socios del club.
© Escrito por Marcelo Benini el viernes 09/06/2017 y
publicado por el Periódico El Barrio de Parque de los Patricios, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.
Comenzó la cuenta regresiva
que sellará, en las próximas dos semanas, el futuro de Huracán y del hombre que
condujo a la institución durante los últimos seis años. Este junio es
particularmente frío, aunque la temperatura de los hinchas está alta y sus
corazones acelerados. Trepado a una cornisa de apenas un punto, el viernes 16
el Globo recibirá a Unión en el Ducó y el jueves 22 visitará la Fortaleza
granate. El domingo 25 son las elecciones presidenciales en el club y al día
siguiente el último partido del torneo, con Belgrano de Córdoba, otra vez en el
Palacio, igual que en 2015. El principal factor para este sufrimiento ha sido
el errático armado del plantel en los últimos dos mercados de pases. Desde su
regreso, al equipo le costó asentarse en Primera División. Quizá porque anduvo
tres años de copas, siempre que volvió a casa lo hizo mareado.
El contexto no es el ideal para una entrevista con Alejandro Nadur,
el presidente de Huracán desde 2011: muchas de las preguntas que quisiera
hacerle en este delicado momento difícilmente puedan ser respondidas sin
generar más tensión de la que ya existe en el mundo quemero. Hay secretos a
voces que es difícil revelar sin causar un daño mayor del que deportivamente ha
sufrido el club. Y las semanas que se avecinan son demasiado importantes como
para agitar aún más un ambiente que, por presiones futbolísticas y políticas,
sin dudas se calentará. Lo único cierto es que, salvo el primer semestre de
2016, el Globo no la pasó bien hasta ahora en su retorno a la máxima categoría
del fútbol argentino, a pesar del inédito orden económico alcanzado en dos
gestiones simultáneas, los títulos obtenidos y la final sudamericana.
Después de varios intentos frustrados, Nadur accede finalmente a la entrevista.
La cita es en Automotores San Jorge, la empresa que creó con un hermano hace
tres décadas y que paradójicamente está ubicada frente al supermercado que
alguna vez fuera la cancha de San Lorenzo. Rodeado por pintadas azulgranas, el
exitoso empresario juega de local en un barrio visitante. No falta quien por
este motivo lo ha tratado de cuervo, entre otros adjetivos humillantes que le
dedican últimamente desde las redes sociales. A simple vista uno ingresa a una
concesionaria Chevrolet, pero luego de subir escaleras, atravesar oficinas y
recorrer pasillos accede a una propiedad de estilo clásico y exquisitamente
decorada, de muchas columnas y habitaciones. Un enorme laberinto arquitectónico
que, metafóricamente, podría ser la encrucijada en la que se encuentra Nadur.
Próximo a cumplir 65 años, Nadur impone respeto al hablar. Lo hace con firmeza
y convicción. No en vano es el dueño de la empresa que más autos vende en el
país. Antes de los 20 años manejó un remís Rambler, luego fue colectivero de la
línea 85 y también taxímetro. Es Analista de Sistemas y en 1985 soñaba con
tener cinco Súper Europa. No sólo lo logró, sino que se volvió millonario.
Llegó a la presidencia de Huracán a mediados de 2011, económicamente hecho y con
el 70% de los votos. El equipo había descendido recién a la B Nacional, tras
una pésima gestión de Carlos Babington. Fue reelecto en 2014,
semanas después de la final perdida por el ascenso a Primera con Independiente,
con el 73% de adhesión. Ahora aspira a un tercer mandato, pero su crédito ha
disminuido considerablemente…
-Pasaron ya seis años de su llegada a Huracán. ¿Qué
recuerda de esos días?
-Cuando asumimos en Huracán, había 61 contratos
profesionales, las divisiones inferiores estaban devastadas y ya se habían
consumido los ingresos de la televisión correspondientes a la primera temporada
en la B Nacional. Muchos jugadores, como Cámpora, Quiroga y Machín,
habían solicitado la libertad de acción ante Agremiados. Llegué a poner tres
millones de dólares de mi bolsillo para cubrir deudas. Huracán no sólo me
devolvió esos préstamos sino que tiene activos por alrededor de 20 millones de
dólares. Poseemos el 50% de Ábila, el 80% de Mendoza y
la totalidad de las fichas, entre otros, de Romero Gamarra, Díaz, Nervo, Bogado, Pussetto, Briasco y Angulo.
-¿Cuál es el presupuesto actual de Huracán?
-Hoy el club tiene un presupuesto de diez
millones de pesos mensuales, que se autofinancia fundamentalmente con los
ingresos provenientes de las cuotas sociales, el sponsor de la camiseta, la
publicidad estática y los derechos de televisión.
Económicamente, Huracán está
en orden. Deportivamente, no tanto. Nadur destaca el regreso a Primera
División, la obtención de dos nuevos campeonatos después de 41 años, la
participación en certámenes internacionales y el crecimiento patrimonial como
sus principales logros. Pero el riesgo de un quinto descenso se acentuó desde
la partida de Ábila hace un año exacto: “Ojalá hubiéramos podido retenerlo,
pero era imposible. Quizá si la operación de Cristian Espinoza a
Villarreal se hubiera producido algunas semanas antes se habría podido hacer un
esfuerzo por Wanchope”.
Por ese traspaso, que se concretó al mes siguiente, a Huracán ingresaron cinco
millones de euros. El mérito de Nadur fue haber renegociado el contrato dos
años antes y elevado el monto de la cláusula de rescisión: de un millón y medio
de dólares a cinco millones de euros.
-¿En qué instancia se encuentra el reclamo por el
pase de Ábila a Cruzeiro?
-Es inminente la sanción de FIFA contra
Cruzeiro, que consistirá en quita de puntos e incluso el descenso de categoría,
si no regulariza la deuda con Huracán. Además, seguramente en el próximo libro
de pases, venderemos el restante 50% del jugador y no precisamente al Cruzeiro.
La salida de Ábila fue un
dolor de cabeza para Huracán, ya que jamás se pudo reemplazar su promedio de un
gol cada dos partidos: Mendoza nunca estuvo a la altura y los refuerzos que
llegaron menos aún. Barrales, Lesman y Depetris, entre lesiones, sobrepeso y falta
de nivel, resultaron un fiasco. Nadur admite con resignación esa realidad y
trata de justificarla: “Habíamos llegado a un principio de acuerdo con el
Palmeiras por el pase de Lucas Barrios y también con el
salario del jugador. Luego el club brasileño solicitó no realizar la operación.
En cuanto a Fernando Zampedri, luego de una negociación llegamos a
un acuerdo económico con sus representantes y con el jugador por su sueldo. El
tema era que sus derechos económicos correspondían dos tercios a su entorno y
un tercio a Atlético Tucumán, existiendo una cláusula de rescisión que Huracán
debía ejecutar contra una institución en Argentina. Solicitamos que lo hagan
sus representantes, estos se negaron y la operación no pudo realizarse. Pero no
decido yo solo: todas las determinaciones vinculadas a refuerzos están
consensuadas con la mesa chica y el entrenador de turno”.
-Durante su mandato pasaron diez técnicos: Juan
Amador Sánchez, Diego Cocca, Héctor Rivoira, Juan Manuel Llop, Antonio Mohamed,
Frank Kudelka, Néstor Apuzzo, Eduardo Domínguez, Ricardo Caruso Lombardi y Juan
Manuel Azconzábal. Salvo Kudelka, Apuzzo y Domínguez, aunque a la larga
terminaron también yéndose mal, el resto fracasó. ¿Qué sucede en Huracán para
que nada sobreviva?
-Hace mucho más de 30 años que Huracán padece
problemas deportivos, económicos, financieros e institucionales. Hace mucho
tiempo que en Huracán hay un primer cordón de socios -políticos y medios
partidarios- que quieren siempre acceder al poder de Huracán sin tener una
condición que debería ser de las más importantes: idoneidad. No se maneja fácil
Huracán, es un club grande. Tienen que ser muy profesionales los que quieran
conducir a Huracán. Durante mucho tiempo, los más idóneos estuvieron muy lejos
de la política de Huracán. No importa de qué forma, pero ese primer cordón
siempre quiere acceder a la gestión del club. Hubo un lapso corto, entre 2011 y
2014, que los integrantes de ese cordón político se alejaron un poquito de las
ambiciones desmedidas y ahora volvieron otra vez. ¿Por qué? Porque hay un botín
increíble en Huracán, en los próximos libros de pases, de más de 20 millones de
dólares. No tienen idea de cómo manejar una institución como Huracán. Sin
embargo, van a tratar de llegar al poder porque tienen como objetivo manejar el
dinero en activos que hoy tiene Huracán. Somos el primer gobierno en 30 años
que completará dos mandatos seguidos.
-Ese primer cordón al que usted se refiere, ¿es un
problema de todos los clubes o sólo lo padece Huracán?
-Lo tienen todos los grandes clubes del fútbol
argentino, pero en esos clubes grandes la influencia de ese cordón es menor
comparada con la cantidad de socios y no se notan tanto. Es Huracán ese cordón
es importante porque con la menor cantidad de socios que tenemos se hace notar.
Pero ya se van a ir.
-¿Se puede conocer el pasivo?
-Menos de la cuarta parte de los activos. Hoy
Huracán es activo total a corto plazo, transformamos económicamente al club.
Además hay cuatro o cinco chicos en reserva que cuando lleguen a la Primera
harán crecer en cifras mucho más altas ese activo. El trabajo que se hizo fue
muy bueno, aunque fallamos este año por un montón de cosas. Pero Huracán va a
salir. Tiene una combinación muy buena de juventud y experiencia. Ya hemos
salido de crisis importantes. La del 1 de noviembre de 2014 fue muy grande y
sin embargo, en menos de 45 días, Huracán transformó esa crisis en triunfos,
los más importantes de los últimos 40 años. El 22 de junio la asamblea va a
aprobar después de mucho tiempo el primer balance con resultado positivo de
Huracán. Durante años eran negativos, lo que hacía aumentar el pasivo
constantemente.
-¿Por qué no pudimos entonces consolidarnos en
Primera estos tres años?
-Fíjese que Huracán es la única institución de
fútbol en la Argentina que es campeón de un torneo importantísimo y clasificó a
la Copa Libertadores estando en el Nacional B. Eso trae sus consecuencias.
Normalmente, los equipos que clasifican a copas internacionales ocupan los
primeros puestos en los torneos de liga y les permite acumular muchos puntos en
el promedio para mantener la categoría. Competimos en torneos internacionales,
llegando en algún caso a la final, con una declinación en el rendimiento en los
torneos locales. Eso es lo que sucedió. Pero no podemos pensar en que Huracán
va a perder la categoría: eso no va a suceder.
-Me decía que suele decidir la contratación de
refuerzos con los directores técnicos de turno y la mesa chica. Algunos le
reprochan que esas decisiones no son acertadas por la falta de un mánager.
Huracán tuvo la breve y malograda experiencia de Mariano Juan, pero luego no
buscó un reemplazante.
-En ese momento Mariano Juan era
la persona ideal. Eligió buenos jugadores, entre ellos a Domínguez, pero no
soportó las pintadas que en un momento determinado ese primer cordón realizó y
decidió apartarse. No es fácil conseguir un mánager. River lo tiene, Boca no,
Vélez lo tuvo por un momento y ahora no. Debe tener condiciones especiales, no
podemos importarlo de otra institución ni mucho menos de otro país.
-Además de las ventas por jugadores, Huracán sumó
grandes ingresos por los premios obtenidos en las diferentes copas nacionales e
internacionales.
-Aquí corresponde hacer una aclaración. Cuando
el dinero que le ingresa alcanza para pagar el traslado, la estadía y los
premios, usted está haciendo una muy buena gestión. El mejor premio es la
cotización de los jugadores.
-Los jugadores de Huracán están al día, ganaron
importantes premios y se cotizaron. ¿Están satisfechos con Huracán, están
aburguesados? ¿Por qué uno percibe desde afuera que la pertenencia no está al
100 por ciento?
-Lo que puedo decir es que los jugadores que
Huracán, igual que los directivos, los socios y los hinchas, no están contentos
con este momento.
-¿En cuánto influye en su rendimiento la distancia
pública que ellos manifestaron tener con usted, la falta de diálogo? ¿Por qué
se produjo ese distanciamiento?
-Distanciamiento o no, siempre las relaciones
son buenas por momento y en otros no tanto. Es responsabilidad nuestra
recuperarla.
-Usted me dijo que es una persona que no vino a
hacer amigos a Huracán. ¿Esa cintura menos política que la habitual le juega en
contra a veces?
-No tengo ninguna duda de que en Huracán, como
en todas las instituciones, el responsable máximo además de ser idóneo debe
tener autoridad. Sin autoridad no se consigue un campeonato, un ascenso, otro
campeonato, jugar copas internacionales… Responsabilidad, dignidad, autoridad y
honestidad son mis principios. Para romper ese cordón siempre dije que a
Huracán no vine a hacer amigos. Mi otra premisa fue generarle activos. Daba el
ejemplo de que así como en una concesionaria los activos son los autos, en un
club de fútbol los activos son los jugadores.
-Muchos le adjudican a Gustavo Mendelovich, uno de
sus rivales electorales, un rol decisivo en el éxito futbolístico reciente de
Huracán y atribuyen a su partida los fracasos posteriores. ¿Por qué se fue?
-De ninguna manera es así. Le pido por favor
que no confundamos a la gente. Gustavo me agradecía continuamente poder estar a
mi lado porque decía que “estaba aprendiendo”, según sus textuales palabras.
Hay premisas tan falsas… La gran ruptura con Mendelovich fue
cuando me pidió manejar el presupuesto del fútbol profesional. Los recursos
están, se manejan, pero no a discreción. También en la venta de Gonzalo
Martínez tuvimos discrepancias. Él aceptaba que River cediera a Ezequiel
Cirigliano en parte de pago y yo quería que la operación se realizara
al contado. Y Huracán necesitaba los casi cinco millones de dólares en que
vendimos a Gonzalo Martínez. Que quede claro: Mendelovich no participó tampoco
de ningún contrato de los jugadores que llegaron en la época de Kudelka. A
Wanchope Ábila lo ofreció Instituto y rápidamente hicimos la compra del
jugador. La incorporación la concretamos con Fernando Moroni en
Cariló, estando de vacaciones. Nadie se enteró del tema hasta que se firmó el
contrato. La necesidad de Instituto era de contado, la posibilidad de Huracán era
con cheques diferidos que estaba cobrando en ese momento de TBS. Yo le canjeé
los valores a Huracán y así el club pudo adquirir al jugador en alrededor de
360 mil dólares.
-Jorge Anca, su otro adversario electoral y actual
Presidente del Ducó, edificó su candidatura a partir de la falta de recursos
del Palacio y del grupo de voluntarios que trabaja con él para mantenerlo, ya
que las carencias estructurales son notorias. Dice Anca que la CD no le baja
dinero ni para cambiar una lamparita. ¿Es cierto que el estadio no tiene
presupuesto?
-El estadio tiene el presupuesto mayor dentro
de las tres sedes de Huracán y quedó reflejado con los números en un acta de
comisión directiva. Siempre fue así. No es verdad que no tenga presupuesto. ¿De
dónde sale el mantenimiento de la cancha, el sueldo de los empleados, la
pintura que él compraba para poder pintarlo?
-Lo que sucede es que él siempre hace convocatorias
para que los hinchas aporten ladrillos, pintura y otros materiales para las
obras de refacción…
-Por supuesto que es muy válida esa tarea, pero
el aporte mayor proviene del Departamento de Compras de Huracán. Esto es
totalmente demostrable. Sí deseo aclarar que tanto en mis empresas como Huracán
nos manejamos con presupuestos. Pero esos presupuestos no los debe manejar el
responsable de la Subcomisión.
-Hablando de presupuestos, ¿los diez millones de
pesos mensuales que gasta Huracán son acordes a su realidad deportiva? Escucho
que hay contratos que superan el medio millón de pesos de jugadores que hoy no
tienen una prestación relevante.
-Es un presupuesto aceptable, podría ser de un
millón más o menos. Si me habla de jugadores, puede haber cuatro o cinco
jugadores muy bien pagos.
-A fines de 2015 adoptó una decisión delicada que
le permitió a Huracán casi duplicar sus socios. Desde entonces no se ha
crecido.
-Quiero que Huracán sea mucho más que el sexto
grande. Para eso necesitamos los socios. Que la gente de Huracán se haga socia
y le ofrezca al club esa cuota de amor que necesita. Cada 10.000 nuevos socios
Huracán puede contratar dos jugadores de jerarquía de nivel internacional o
tres jugadores de jerarquía de nivel nacional.
-Perfecto. Pero no olvide que necesitamos de una
final internacional para sumar esa cantidad que usted dice. Pasamos de 14.000 a
casi 22.000. En este momento de crisis parece imposible crecer tanto…
-Si los socios de Huracán no pueden ser más de
20.000 entonces estamos distorsionando el tamaño de nuestra institución. No es
cierto eso, yo creo que vamos a llegar muy pronto a los 30.000 socios. Y lo que
además estamos logrando es que los 20.000 sean constantes, que sigan pagando su
cuota y la gran mayoría lo hagan con débito automático. Es una situación
atípica para lo que era Huracán. No importa los directivos de turno, esa cuota
social tiene que estar siempre. Y mucho más cuando hay comisiones directivas
honestas y transparentes, que todo lo que Huracán genera por venta de jugadores
le ingresa a la cuenta corriente de Huracán. Y lo que ingresa por socios no va
a parar a un Banco de Clubes sino también a la cuenta corriente de Huracán.
-Le pregunto por los árbitros, un perjuicio
histórico. Han sido tan recurrentes los errores que quizá sin ellos hoy no
estaríamos peleando la permanencia en Primera.
-Es algo que viene desde 1986, el partido
contra Deportivo Italiano. También sufrimos torneos distorsivos como el de
1976, que le permitió salir campeón a Boca a pesar de sacar menos puntos que
nosotros. Y la mala suerte, como el campeonato de 1994, último que otorgó dos
puntos por partido ganado, donde si hubiéramos sumado de a tres unidades éramos
campeones antes de la última fecha. Huracán debe transformar ese destino. Esto
se hace con mucha fortaleza y aprovechando las oportunidades. Hace mucho tiempo
que Huracán no tiene directivos en la Asociación del Fútbol Argentino. El peso
en AFA no se crea de un día para el otro.
-¿Se arrepiente de haberse quejado públicamente de
los árbitros a mediados del año pasado? ¿Estamos sufriendo las consecuencias de
esas declaraciones?
-Veníamos de haber sufrido un vergonzoso
arbitraje en un partido de Copa Libertadores, hubo otra situación en el torneo
local y la verdad es que en ese momento me salió decir que los hinchas de
Huracán estaban podridos de los arbitrajes. Hubo una solicitada de la
Asociación Argentina de Árbitros, pero quiero aclarar que no me referí
particularmente a los árbitros de la liga local sino especialmente al partido
jugado en Medellín. Hubo una queja formal de Huracán a la CONMEBOL y nunca la
contestaron. Quiero aclarar igual que confío en la honestidad de los árbitros y
admito que el fútbol se está jugando a mucha velocidad. A veces la vista del
árbitro y de los jueces de línea no alcanza a advertir las jugadas y cometen
errores.
-Hace un año se anunció el pago de todos los
acreedores y el levantamiento de la convocatoria. Sin embargo, esta noticia
luego fue desmentida. ¿Cuál es la realidad?
-Tengo una noticia fresquita. El Banco Central
ya se presentó a ratificar el acuerdo y la carta de pago en el Juzgado. Huracán
acaba de cancelar la deuda con todos sus acreedores. En total, durante nuestra
gestión abonamos una cifra cercana a los cien millones de pesos.
-¿Se arrepiente de algo? ¿Cambiaría alguna
decisión?
-No estoy conforme con el armado del plantel de
esta temporada, me refiero a los últimos dos libros de pases. Les aseguro que
pensaba que íbamos a tener un buen campeonato. Estoy convencido de que la
mayoría de los jugadores son buenos, pero los resultados no se dieron. Y cuando
los resultados no se dan tenemos que aceptar que no lo hicimos tan bien. La próxima
tenemos que mejorar.
-¿Tiene confianza que logrará los votos necesarios
para un tercer mandato? Las últimas encuestas no le son tan favorables…
-A los socios de Huracán les digo que el club necesita
un nuevo mandato de Nadur. En medio de las crisis me reprogramo continuamente,
estoy en combate. La crisis de la situación de nuestra querida Asociación del
Fútbol Argentino supera la de Huracán del 2011 y me nombraron a mí para ocupar
el lugar más complicado. Sé que los valores son diferentes, los quebrantos muy
altos, pero vamos a solucionarlo. Y lo de Huracán también. Igualmente, si yo no
fuera candidato y tuviera que recomendarlos a los socios de Huracán el nombre
de mi sucesor, les diría que ninguno de los otros dos está preparado para
manejar un club tan grande como Huracán. Ni ellos ni la gente que los acompaña.
¿Qué nosotros cometimos errores? Sí, por supuesto. Seis años de gestión es
mucho tiempo y puede haber aciertos como desaciertos. Pero el desacierto mayor
sería que Huracán comience una nueva gestión con alguno de los otros dos
candidatos.