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domingo, 6 de octubre de 2024

Lo que dejó la marcha. Ante un nuevo escenario... @dealgunamanera...

Lo que dejó la marcha. Ante un nuevo escenario...

Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno le sirvió a la oposición una plataforma ideal para la defensa de la universidad pública. Un rejunte que podría derivar en algo orgánico.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Gobierno le regaló a la oposición un escenario perfecto al cual subirse. La masiva defensa de la universidad pública no necesita demasiadas explicaciones. La educación superior es un aspiracional que atraviesa todos los estratos sociales e ideologías. Esto representa un valor profundamente arraigado en la gente. Es un valor que viene de la historia.

El tema universitario es de una enorme complejidad, de la cual la mayor parte de la clase política vernácula no tiene la más mínima idea. La universidad no se limita solo a transmitir conocimientos, sino también a generarlos a través de sus institutos de investigación. A ellos hay que agregar que, en muchos casos, brinda también servicios como ocurre con los hospitales que de ellas dependen.

En 2001, antes del estallido de la crisis que acabó con el gobierno de Fernando de la Rúa, una de las medidas que propuso el entonces ministro de Economía Ricardo López Murphy consistía  en recortar el presupuesto universitario en 2 mil millones de pesos-dólares con el objetivo de equilibrar las cuentas públicas. La reacción adversa que provocó esta medida que no se llegó a implementar fue de tal envergadura que hizo insostenible la permanencia en el cargo del hoy diputado nacional. Aún en la actualidad hay gente que se lo recuerda.

El tema es de una enorme complejidad, de la cual la mayor parte de la clase política no tiene idea

El principal error que comete Javier Milei es no tener una cabal comprensión de lo que sucede en la base, es decir, con los estudiantes, los docentes y los investigadores. Ellos son ajenos a los tejes y manejes políticos que ocurren en los ámbitos de poder de las altas casas de estudios en las que también existen nichos de corrupción que deben ser combatidos. También una situación inédita que se da con la creciente cantidad de estudiantes extranjeros que cursan sin ningún arancelamiento. Son estudiantes que vienen aquí, se forman y gradúan para luego regresar mayoritariamente a sus países. Pero cualquier esquema superador debe alcanzarse con las aulas universitarias abiertas y sin poner en riesgo cada una de las actividades antes descritas.

El Presidente y sus funcionarios creen que las universidades son bastiones de la oposición. Es verdad que en esta marcha de alcance nacional hubo más aparato político partidario. Pero si piensan que los dirigentes políticos y sindicales –varios de ellos verdaderamente impresentables– que se subieron a la marcha son su esencia es un grosero error. Entre los que estuvieron cantando “vamos a volver” estuvo Sergio Massa adecuadamente rodeado – y protegido – por un grupo de militantes del Frente Renovador. Es increíble la amnesia que a veces nubla las mentes de una parte de la sociedad. Solo así se explican los gritos de apoyo que recibió el exministro inflacionario de algunos de los concurrentes. Parece que nadie recordó que, no bien asumió Massa dispuso un recorte de 50 mil millones de pesos al sistema educativo. Qué importante es hacer memoria, aunque –a veces– la realidad regala postales que ayudan a recordar. Un ejemplo fue el efusivo abrazo del tigrense con el exsecretario de comercio Guillermo Moreno, que también participó de la marcha.

“No hay plata”, esgrimen desde el oficialismo para fundamentar su cerrazón a cualquier acuerdo con los rectores que signifique una concesión a sus reclamos. Sin embargo, sí había plata para dar vuelo al armado de los servicios de inteligencia, asignándoseles la friolera de cien mil millones de pesos en calidad de gastos reservados. ¿Cómo se explica eso?

Al día de hoy, el oficialismo no tiene los votos para evitar que el Congreso revierta el veto presidencial

Al día de hoy, el Gobierno no tiene los votos para evitar que el Congreso revierta el veto presidencial. Más allá de esto, hay una concepción del ejercicio del poder inquietante. La creencia de que se puede gobernar a base de los DNU y de los vetos es producto de la falta de diálogo y de la búsqueda de acuerdos. En esto, el oficialismo también es errático y contradictorio. ¿Cómo se entiende, si no, el acuerdo con el kirchnerismo para dejar de lado el proyecto para limitar las reelecciones indefinidas de los caciques sindicales?

La necesidad tiene cara de hereje. La falta de peso legislativo terminó por disparar la reunión secreta entre Santiago Caputo y el expresidente Mauricio Macri. La tensión entre el PRO y la Libertad Avanza volvió a elevarse luego de que el propio Macri durante una reunión que había mantenido el jueves con el bloque de senadores de su partido dejó claro sus diferencias con el veto que había firmado Milei contra la Ley de Financiamiento Universitario. El encuentro en las oficinas de Caputo fue tenso. “Se sinceraron y limaron algunas asperezas, pero no hubo grandes avances en construir un bloque más homogéneo”, dijo una fuente libertaria al tanto del resultado de la reunión. “No se detestan, pero pega en el palo. Ambos saben que deben convivir”, aseguró sin anestesia un hombre del partido amarillo. El expresidente sigue convencido de que sus interlocutores en el Gobierno no tienen palabra. “Son educados, te dicen lo que querés escuchar, pero después hacen lo que se les canta”, recordaron. El problema de fondo no es de fácil resolución: Caputo cree que el PRO ya agotó su momento político y no tiene mucho para aportar. Mauricio Macri lo sabe perfectamente y cree que el asesor estrella actúa como una especie de filtro que no puede doblegar.

Mientras unos y otros se sacan chispas, en el Gobierno no parecen haber advertido algunas de las postales que la marcha universitaria les dejó. Más allá de la presencia esperable de Massa, Lousteau, Rodríguez Larreta y distintos miembros de La Cámpora, la sorpresa la dio Cristina Fernández de Kirchner. Todo ese rejunte opositor podría transformarse en algo orgánico más pronto que tarde si los números de la economía y el mal momento que atraviesa la mayoría de la gente no se revierten en el corto plazo. El Presidente debería tomar nota de este nuevo escenario.




   

domingo, 4 de agosto de 2024

Venezuela. El ejercicio de la memoria… @dealgunamanera...

Venezuela. El ejercicio de la memoria…

Gire a la derecha. Dibujo: Pablo Temes

El fraude venezolano muestra que Argentina necesita una visión amplia, desapasionada y objetiva de la realidad para avanzar en la coherencia.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 04/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Hay hechos que ocurren allende las fronteras que impactan e interpelan a las dirigencias políticas de una región o del mundo entero. La invasión rusa a Ucrania que desencadenó una guerra de duración y final incierto o el ataque terrorista de Hamas contra Israel, son dolorosos ejemplos del presente. A ellos se acaba de agregar el fraude electoral en Venezuela. No es la primera vez que ello ocurre. Lo que sucede es que, nunca como ahora, todo ha sido y es tan evidente y burdo que se le hace imposible a Nicolás Maduro Moros ocultar la verdad.

El advenimiento del chavismo liquidó a la democracia venezolana. Lo que en verdad rige en ese bello y rico país es un régimen cívico-militar que detenta el poder absoluto. Ese poder absoluto es el que da amparo a un sistema de corrupción que fue instalado por Hugo Chávez y ahondado ahora por Maduro con tal nivel de absolutismo que terminó por expulsar a figuras que fueron importantes durante los gobiernos de Chávez que, paradojalmente, hoy en día son opositores al gobierno. El miedo y la muerte en las calles son una realidad inocultable. Como también lo es el peregrinaje de miles de familias recorriendo hospitales y regimientos militares para tratar de dar con sus seres queridos, opositores y fiscales de mesa detenidos y secuestrados luego de los comicios.

Es bueno recordar que el kirchnerismo –quien hizo de la condena a la dictadura vivida en nuestro país una bandera política– tuvo en el chavismo una fuente de inspiración muy potente. La contradicción K y el doble discurso son parte de su esencia. La “inspiración” incluye no sólo el objetivo de permanecer en el poder por siempre, sino también en edificar un sistema de corrupción ilimitado. Dijo alguna vez Néstor Kirchner que, para lograr sus objetivos, necesitaban mantenerse en el poder durante veinte años. La maquinaria estaba preparada y era de una simple implementación: consistía en la alternancia indefinida entre él y su esposa. A ese proyecto le puso fin la súbita muerte del expresidente. No obstante, el kirchnersimo no se dio por vencido. Hubo un último intento de mantener en pie ese plan por medio de lo que representó el eslogan “Cristina Eterna”. Para eso hacía falta reformar el artículo de la Constitución Nacional que impide un tercer mandato consecutivo del Presidente. A esta iniciativa le puso fin la victoria de Sergio Massa en las elecciones legislativas de octubre de 2013. Y una similitud más ocurrió con la llegada del general César Segundo del Corazón de Jesús Milani a la comandancia en jefe del Ejército con su idea de integrar a las Fuerzas Armadas al proyecto político del kirchnerismo. El plan estuvo muy cerca de concretarse.

Quien esto escribe estuvo en Venezuela dos veces en los últimos años. La falta de libertades y el miedo imperante entre los que no adhieren al régimen se palpa desde la misma entrada en el aeropuerto internacional de Maiquetía. La situación de opresión se respira a cada paso.

El objetivo es instalar el miedo. El régimen es omnipresente. El deterioro de la calidad de vida de los venezolanos es brutal. Expresarse e informar con libertad puede costar la cárcel y/o la vida. No hay matices.

Todo es tan burdo y evidente, que a Nicolás Maduro se le hace imposible ocultar la verdad.

El exilio venezolano es la evidencia clara de esta situación. Más que un exilio parece un éxodo, que seguramente continuará ante la consagración de este fraude. Casi 250 mil venezolanos han llegado a la Argentina. El 70 por ciento está en edad de votar pero, por distintas razones burocráticas, un porcentaje muy pequeño pudo efectivamente hacerlo. La historia se repite en los países vecinos.

Si todo esto hubiera ocurrido con un gobierno de derecha o centroderecha, el kirchnerismo hubiera salido con los tapones de punta a criticarlo y a despotricar en los organismos internacionales contra ese atropello. Pero lo hizo uno de sus socios y, entonces, lo que reina es un estruendoso silencio. Lo que se condena para unos, se calla y se ignora para otros. Lo de ser socios con el chavismo abarca, además, los negocios. Dos hechos relevantes para mencionar: uno de ellos fue la embajada paralela. La otra, la valija de Antonini Wilson. La embajada paralela le costó la carrera a un ilustre diplomático argentino: Eduardo Sadous. Un hombre honesto que pagó un alto precio por haber denunciado esa maniobra siendo embajador en Caracas: no sólo lo echaron sino que no le pagaron su jubilación y el poderoso y luego condenado ministro Julio De Vido le inició un juicio por “falso testimonio”.

Es importante este ejercicio de memoria, a estas horas en las que el fraude en la elecciones de Venezuela impacta a toda América y, especialmente, a la Argentina. Unas pocas figuras del riñón del kirchnerismo salieron a bancar al régimen, entre ellos, el cuervo Andrés Larroque. Distinto es el caso del gobernador bonaerense Axel Kicillof quien se lavó olímpicamente las manos y decidió mirar para otro lado. Hay para todos los gustos. No se puede dejar de mencionar la actitud del Frente Renovador de Sergio Tomás Massa que, mediante un comunicado, buscó despegarse del asunto. Massa fue un kirchnerista de oportunidad, luego aseguró que iba a “barrer con los ñoquis de La Cámpora” y finalmente volvió al calor del kirchnerismo siendo parte fundamental de uno de los peores gobiernos de la historia. El tridente que formó junto a CFK y Alberto Fernández, quedará en su sinuosa carrera política para siempre.

El Gobierno de Javier Milei aprovechó el fraude llevado a cabo por Maduro para volver a posicionarse en la región, sobre todo ante el ambiguo comportamiento del presidente de Brasil Luiz Inácio Lula Da Silva. Pero también en el gobierno libertario hay personajes de la casta kirchnerista que han sido acogidos por el oficialismo. Daniel Scioli es un ejemplo de ello. La memoria debe ser siempre un ejercicio completo. Argentina necesita una visión amplia, desapasionada y objetiva de la realidad para poder avanzar en el camino de la coherencia.




   

domingo, 28 de abril de 2024

Bisturí vs. Motosierra. Algo más que discursos… @dealgunamanera...

 Bisturí vs. Motosierra. Algo más que discursos…

 

Radical penitente arrodillado, Rodrigo De Loredo. Dibujo: Pablo Temes. 

Los constructores del relato oficialista deben buscar acuerdos políticos más profundos para tener paz en el segundo semestre.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 27/04/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“Fue como tirarse un tiro en el pie”. Con esa frase, un conspicuo miembro del gabinete nacional reconoció el grueso error que cometió el Gobierno en su evaluación previa de la marcha en defensa de la universidad pública, que se extendió a lo largo y a lo ancho del país, hecho que, a su vez, resonó muy fuertemente en decenas de medios internacionales.  


El episodio, además, fue producto de una trama que ejemplifica los problemas internos que atraviesan al Poder Ejecutivo. Los protagonistas centrales de esta historia fueron el asesor sin cartera, Santiago Caputo –sobrino del ministro de Economía–, el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Caputo y Álvarez llevaron adelante una negociación con el vicerrector de la Universidad de Buenos Aires, Emiliano Yacobitti con la esperanza de desactivar la marcha. Creyeron que liberando los fondos para los hospitales de la UBA la marcha se suspendería. Cometieron un grueso error. Parece que 
Javier Milei creyó que eso era posible. También se equivocó, motivo por el cual perdió la oportunidad de comunicar durante la inexplicable Cadena Nacional de Radio y Televisión del lunes pasado por la noche, que los fondos que reclamaban la universidades habían sido finalmente transferidos en la tarde de ese día.

Disonancia cognitiva

Así las cosas, el Gobierno le regaló a la oposición un escenario sin igual al que intentó subirse desesperadamente en pos de alguna reivindicación que, hay que decirlo, no logró. Los muy malos discursos que se escucharon de personas identificadas con el kirchnerismo –empezando por la integrante de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeida, hasta de referentes sindicales– generaron el rechazo de muchos de los asistentes al acto, que fueron a defender a la universidad pública y gratuita, y no a la dirigencia opositora y al Gobierno. Esos discursos inflamados de kirchnerismo –“perdimos” dijo Taty Almeida– contrastaron con el impecable documento consensuado por los rectores, leído por la presidenta de la Federación Universitaria Argentina, Piera Fernández.   


La educación pública es un factor determinante en la vida de la sociedad argentina. Es una de las pocas cosas sobre las que no hay grieta. El interminable cierre de las escuelas que, durante la pandemia, ordenó el tándem Alberto Fernández–Axel Kicillof, impactó negativamente a las clases más bajas que expresaron su bronca, a través del voto que capitalizó el hoy disuelto Juntos por el Cambio a lograr una victoria que sorprendió a todos. 

La universidad pública tiene decenas de cosas para mejorar. Claro que debe haber nichos de corrupción que investigar y esclarecer. No por nada el rector, Ricardo Gelpi, hablando con quien esto escribe por Radio Rivadavia respondió “no me consta” cuando fue interrogado acerca de la existencia de hechos de corrupción. Es decir, no negó la eventualidad de su ocurrencia. Para eso es clave el rol de las auditorías y, sobre todo, que se hagan en tiempo y forma. Pero todo eso debe hacerse con las aulas funcionando, así como también las tareas de investigación. Todo eso estuvo y está aún en riesgo. El Gobierno debería cambiar la motosierra por el bisturí. Ya ha sido dicho hasta el cansancio. Curioso que el Presidente y sus ministros no terminen de darse cuenta de esto.  

La conducta del ex superministro como le gustaba que lo llamen– 
Sergio Tomás Massa, en torno a dicha protesta, merece un párrafo aparte. No sólo por la utilización política del caso sino por el propio accionar y el de su gobierno respecto al tema. El derrotado por Javier Milei, había compartido en sus historias de Instagram el spot con el que la Universidad de Buenos Aires convocaba a la jornada nacional del 23 de abril en Plaza de Mayo, bajo el lema #YoVoy. Fue su forma de anunciar que estaría presente. Lo curioso es que Massa en pleno empoderamiento tras la inacción del gobierno de los Fernández para estabilizar la macro, recortó recursos para Educación, Producción, Obras Públicas, Transporte y Salud. En particular, el Tesoro recortó en $ 70 mil millones las transferencias previstas para el Ministerio de Educación, en $10 mil millones al de Salud y en $ 50 mil millones al programa Procrear. Ocurrió en agosto de 2022, cuando pretendió iniciar un ahorro o ajuste fiscal que le diera oxígeno para corregir los desequilibrios. En ese recorte significativo a la educación pública, estaban incluidos unos $ 5 mil millones asignados originalmente a “infraestructura y equipamiento” para educación. La conclusión es simple, histórica y reiterada: cuando el ajuste lo hace el peronismo, se encarga de controlar la calle para no pasar sobresaltos.     


Mañana el Gobierno enfrentará un nuevo capítulo para alcanzar la aprobación de la Ley Bases. Los números parecen holgados para la aprobación en general, pero, una vez más, los problemas aparecerán en la votación en particular de cada artículo. En Balcarce 50 ya dan por sentado que el Congreso no le otorgará al Poder Ejecutivo facultades extraordinarias por más de un año. Para ser justos, prácticamente todos los gobiernos hicieron uso de ellas. Los otros puntos en los que los de Milei tuvieron que ceder posiciones fueron la reforma laboral que, tal como estaba redactada, chocaba de frente con los intereses de los sindicatos y los impuestos al tabaco. En los dictámenes de mayoría alcanzados esta semana, el oficialismo consiguió el apoyo total del PRO, pero la UCR, y Hacemos Coalición Federal anticiparon que plantearán disidencias en varios artículos. 

El Senado se presenta como una ruleta rusa para los libertarios por los constantes ataques verbales del Presidente a los legisladores, en particular, por la suba de las dietas. “Estamos siendo prolijos en todos los frentes. No podemos quedar expuestos otra vez, pero tampoco podemos controlar lo que Javier dice o deja de decir en su cuenta de Twitter” –atinó a decir un aliado de la Libertad Avanza. 

La carta final de los constructores del relato oficialista vuelve a ser el discurso en contra de los enemigos del cambio. Deberán bucear mucho más profundo en la construcción de acuerdos políticos si pretenden que el segundo semestre traiga más alivio que dolores de cabeza.



  

domingo, 31 de marzo de 2024

No sólo Pragmatismo. Desprolijidad libertaria... @delgunamaneraok...

Desprolijidad libertaria...

Espíritu maligno. Dibujo: Pablo Temes

Todavía hay sectores del Gobierno que no hacen pie y se manejan a los tumbos. Tal vez llegó la hora de poner orden.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Javier Milei se siente cómodo con el conflicto. Esto no es novedad, sino un recordatorio para los que alberguen alguna esperanza de cambio en sus actitudes. Nada de eso ocurrirá. Por eso, el Presidente se propone generarlos casi a diario. Está en la esencia de su personalidad que constituye, además, un rasgo central en la construcción de su estrategia política. Los innecesarios incidentes diplomáticos con Colombia y México no son ni un descuido ni una casualidad.

Responden al objetivo de ubicarse en el centro de la escena internacional para transformarse en protagonista del desarrollo de una visión geopolítica, destinada a enfrentar a los gobiernos de izquierda –Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Venezuela, Nicaragua, Cuba– que hay en la región. Estos dos elementos –la personalidad de Milei y la inédita situación que se vive en la Argentina de ser gobernada por un outsider de la política– está llamando la atención del mundo. La agenda internacional de los próximos meses lo demuestra. Giorgia Meloni lo tiene como invitado especial para participar de la Cumbre del G7 que se desarrollará en Roma. Previamente asistirá a una reunión del Festival Viva 24, invitado por Santiago Abascal, el líder del Partido Vox de España que comparte las mismas ideas que La Libertad Avanza. A eso se le agrega un viaje a los Estados Unidos para recibir una distinción como “Embajador Internacional de la Luz” por parte de la comunidad judía ortodoxa Jabad Lubavitch, otro viaje a España para recibir el Premio Juan de Mariana junto a Mario Vargas Llosa y Hernán Huerta de Soto, y una eventual continuación hacia Alemania para entrevistarse con el canciller Olaf Scholz y un posterior desplazamiento a Ucrania para encontrarse en Kiev con Volodímir Zelenski.

La confrontación permanente busca sacar centralidad mediática al tema diario del ciudadano: la economía.

La situación más incómoda la está viviendo por estas horas la canciller Diana Mondino, quien está tratando de bajarle los decibeles a la tensa situación que generada con el presidente de Colombia, Guillermo Petro. No parece que vaya a ser una tarea simple. Hay que decir que Mondino ya está acostumbrada a estas situaciones. Como se recordará debió hacer malabares para arreglar el zafarrancho creado por Milei con los gobiernos de Luiz Inácio ‘Lula” Da Silva y Xi Jinping, a quienes había descalificado durante el debate que mantuvo mano a mano con Sergio Massa en la previa de la segunda vuelta. Lo mismo le había ocurrido con el propio papa Francisco, a quien Milei había calificado como “representante del maligno en la Tierra”, para luego pedirle disculpas.

Nadie crea que el primer mandatario está preocupado por estas situaciones. Muy por el contrario. Se siente absolutamente satisfecho con los resultados y se podría decir que hasta le divierte. He ahí un problema.

Dicho esto, lo que hay que señalar es que esta estrategia de la confrontación permanente –que en el pasado usaron tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández de Kirchner– busca también quitarle centralidad política y mediática al tema principal de la conversación diaria del ciudadano: la economía. La situación es dificilísima para una parte creciente de la sociedad. La disociación entre lo que muestran las cifras de la macroeconomía y lo que experimenta la gente de a pie es enorme. La caída del consumo no para, como tampoco para la caída del nivel de actividad económica.

En el Gobierno siguen apostando todo a la aprobación de la ley “Bases” –en su nueva versión– y al nuevo paquete fiscal.

La semana próxima se reactivarán las conversaciones para avanzar con ambos puntos que son, a su vez, los dos componentes del “preacuerdo” para acceder a la firma del Pacto de Mayo que impulsa Javier Milei. El camino para la aprobación de la ley “Bases” se encuentra más allanado superado –a medias– el capítulo de las jubilaciones. Es necesario volver a repetir que la deuda con los adultos mayores está muy lejos de saldarse. Nadie puede creer que un jubilado que cobra la mínima logre cubrir sus necesidades básicas con algo más de $ 240 mil con bono incluido.

Ahora, la lupa está puesta en el capítulo fiscal incluido en el proyecto de “Ley de Medidas Fiscales Paliativas y Relevantes”, allí pesará la decisión de los gobernadores que bajarán línea directa a sus legisladores en el Congreso de la Nación. El próximo jueves el Gobierno se reunirá con los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. Es necesario comenzar por los más cercanos, para mostrar resultados a la hora de sentarse a negociar con los duros. Entre los puntos de conflicto, está la decisión del oficialismo de terminar con los giros que la Anses le envía a trece Cajas de Jubilaciones provinciales y la reposición de la cuarta categoría del impuesto a los ingresos –ex impuesto a las Ganancias.

De león a jamón del medio

Hablando de la Anses, otra vez hay frentes de tormenta en puerta. Luego de la salida de Osvaldo Giordano como castigo a Córdoba por la falta de apoyo de algunos de sus legisladores en la votación de la ley ómnibus, la designación de Mariano de Los Heros al frente del organismo ha generado ruidos por la falta de peso propio, dentro de LLA.

Todavía hay sectores del Gobierno donde no hacen pie y se manejan a los tumbos. La desprolijidad en el día a día, sigue siendo un problema a resolver en la administración libertaria. En la Jefatura de Gabinete que conduce Nicolás Posse –por citar otro ejemplo–se acumulan las designaciones de funcionarios que aguardan la firma del ministro coordinador. “Esto afecta personal contratado en los diferentes ministerios que, en algunos casos llevan meses sin cobrar”–reconoce una fuente del Gobierno que sabe que deben regularizar esa situación. El jefe de Gabinete debería atender esta realidad si no quiere abrir nuevos frentes internos.

La Libertad Avanza es un fenómeno sin precedentes por varios motivos. Ya se ha hablado en incontables situaciones de la falta de músculo político y la soledad con la que arribó al poder. A esto se le suma la centralidad de un Presidente extravagante que sabe bien cómo marcar la agenda y que sorprendió a más de uno con su manejo de la política a pesar de llegar por fuera de ese mundo al que desprecia. Quizás sea hora de agregar un poco de orden a las formas para no caer en el costado riesgoso del pragmatismo puro y duro que viene imponiendo con el rigor de un domador de fieras.

Un león no puede –en ningún caso– terminar siendo víctima de la ley de la selva.



  

viernes, 29 de marzo de 2024

Milei a los pies de la casta... @dealgunamaneraok

Milei a los pies de la casta...

Pese a que avanza con el ajuste, el Gobierno comienza a reconocer los límites y profundiza sus lazos con todas las castas. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que ese emite los jueves de 22:00 a 24:00 por Radio Con Vos, 89.9.

© Escrito por Fernando Rosso el viernes 29/03/203 y publicado por La Izquierda Diario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El Círculo Rojo

Editorial Milei al pie de la casta. El círculo rojo...

Existe una frase relativamente conocida de Marx, casi transformada en un aforismo, que dice: "La anatomía del hombre es una clave para entender la anatomía del mono”. Literalmente pretende explicar que en los fenómenos desarrollados se pueden ver con más claridad o con mayor nitidez características que en los menos desarrollados aparecen de forma embrionaria y, por lo tanto, de manera más difusa. En la economía capitalista desarrollada (y ni hablar en su etapa superior) pueden observarse con mayor transparencia elementos que se podían intuir en la economía mercantil precapitalista o protocapitalista, pero que no eran tan evidentes. Por ejemplo, la tendencia de la competencia a negarse a sí misma con el surgimiento de los monopolios (que niegan la libre competencia o, mejor dicho, la niegan en parte y la exacerban en otro nivel haciéndola más salvaje) se hizo más evidentes en el capitalismo desarrollado o las contradicciones que encerraba la mercancía dinero (y sus diferentes formas) que se pusieron de manifiesto claramente en las crisis.

¿A qué viene todo esto? A que me parece que puede aplicarse a los más de tres meses de gobierno de Javier Milei y su vínculo con un sector de sus votantes que —pese al ajuste salvaje en curso— todavía siguen respaldando la opción que eligieron. Podría decirse que en la “anatomía” de los tres meses de administración Milei se encuentran claves de la “anatomía” de la crisis de representación que afecta a todo el sistema político y de la cuál Milei es un síntoma. Sólo una desafección con la política tradicional de tamaña magnitud puede explicar que el Gobierno conserve un sustento (menor a cualquier gobierno anterior), pero aún considerable.

Ahora, todo el mundo sabe que esto es muy endeble, que “se cura con el tiempo”, podríamos decir. Hasta el Fondo Monetario Internacional le viene advirtiendo a Milei sobre el peligro que puede tener un ajuste que genere una combinación de tres factores explosivos: rechazo social, ausencia de sustentabilidad política y carencia de consistencias en sus propios fundamentos económicos. El último en señalar esto fue Rodrigo Valdés, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI que dijo (en el mismo evento en el que habló Milei) que es necesario apoyar a los segmentos más vulnerables de la población, “para que el ajuste no recaiga en los trabajadores y los sectores productivos” y, además, enfatizó en que es preciso “mejorar la calidad del ajuste fiscal, no la cantidad”. Insistió en que “se requerirán políticas efectivas y de calidad que puedan sostenerse en el tiempo”.

Y, bueno, pese a que sigue adelante con el ajuste (el nuevo capítulo son los despidos masivos en el Estado), a su manera, Milei y su Gobierno comienzan a tomar nota de alguno de estos problemas. Analicemos tres hechos.

Milei habló esta semana en el Foro Económico Internacional de las Américas (IEFA) y pidió hacerlo en penumbras. Lo que más se dijo —y probablemente sea cierto— es que no quería se le note la papada y esas cosas. Sin embargo, los nervios y la impaciencia que se evidenciaron en esa exposición (dicen algunos, entre ellos, el periodista Leandro Renou) se deben a un malestar de Milei con Luis Caputo porque la inflación no baja como él quisiera, porque no están los dólares del FMI que había prometido el ministro, y porque además comienza a exigirle que ordene el caos social del ajuste. Su frustración se expresó en ese llamado medio desesperado a que la gente saque “los dólares del colchón”. Este disgusto se notó en la forma y contenido de la exposición. Quizá quiso esconder la papada con las luces bajas, aunque también pretendía camuflar el fastidio y cierto desconcierto ante la falta de resultados.

En segundo lugar, estuvo la reunión del ministro del Interior, Guillermo Francos con los gobernadores del llamado “Norte Grande” (10 mandatarios del NOA y NEA que realizaron la 19ª Asamblea de un Conejo Regional que integran en dicho bloque: Raúl Jalil (Catamarca); Leandro Zdero (Chaco); Gustavo Valdés (Corrientes); Gildo Insfrán (Formosa); Carlos Sadir (Jujuy); Ricardo Quintela (La Rioja); Hugo Passalacqua (Misiones); Gustavo Sáenz (Salta); Gerardo Zamora (Santiago Del Estero); y Osvaldo Jaldo (Tucumán).

Allí comenzó un toma y daca con los mandatarios provinciales para lograr que los diputados o senadores que le responden aprueben la nueva versión reducida de la “Ley Ómnibus” a cambio de fondos. Esto habla de dos cosas: de un gobierno nacional que va a “transar” con los gobernadores (muchas veces calificados de “feudales” por ellos mismos) y de los gobernadores dispuestos a colaborar con Milei. El acuerdo podría implicar reinstalar el impuesto al salario o una versión reforma laboral. Gustavo Sáenz, el anfitrión —aliado histórico de Sergio Massa— afirmó que “así como legítimamente el Gobierno nacional necesita herramientas para ejecutar su plan de gobierno, también los gobernadores necesitamos la previsibilidad para ejecutar nuestras acciones de gobierno”. O sea, estarían dispuestos a respaldar el plan de ajuste salvaje a cambio de guita para sus “castas” provinciales.

Más allá de esto, lo que se demuestra es que entre ellos no hay una relación de fuerzas, sino una relación de debilidades que es el producto de una fragmentación política sin precedentes.

Por último, estuvo la propuesta del Gobierno de elevar los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema. A ver, no quiero repetir que lo salió en todos lados sobre Lijo, busquen —si quieren— las columnas de Paz Rodríguez Niell en esta radio o de Carlos Pagni en La Nación— y van a confirmar que si el Poder Judicial es la casta entre las castas, Lijo es el padre de todas las castas (con varias denuncias él y su hermano, un operador judicial) con favores hacia todas las tribus de la política tradicional.

¿Por qué promueve a un juez impresentable que generó rechazo en muchos sectores? Hasta la Amcham (la cámara de comercio argentino-estadounidense) o el coloquio empresario de IDEA levantaron la voz. Esencialmente por debilidad política: porque si fracasa en lograr “gobernabilidad” en el Congreso, quiere una Corte que, de mínima, no le ponga palos en la rueda (por ejemplo, que no le voltee el DNU, cosa que no está garantizada hoy). Por eso, dicen que negoció directamente con Lorenzetti que quiere recuperar el poder que perdió en la Corte. Ojo, si se mantiene la propuesta de Lijo y pasa en el Senado (necesita dos tercios, es decir, 48 votos) es porque tendrá el respaldo de alguno de los 33 senadores y senadoras de UXP, es decir, que responden a Cristina Kirchner. O sea, la negociación con Lorenzetti habrá sido “puesto menor”.

Ustedes saben que cuando fue la crisis de la “subprime” (hipotecas) en EEUU y el Estado fue al rescate de algunos grandes bancos, George W. Bush, presidente en ese momento dijo una frase de antología: “He abandonado los principios del libre mercado para salvar al sistema de libre mercado”. Bueno, Milei podría decir “he abandonado todos principios del anticasta, para salvar la mentira del gobierno anticasta”.

Todo esto demuestra las debilidades y las contradicciones del Gobierno y, lo más importante, que si hay decisión de enfrentarlo se lo puede derrotar. Y eso es lo más importante que hay que entender en momentos en los que a esta rosca de los de arriba saldrá a enfrentarla la lucha de los de abajo.



domingo, 3 de marzo de 2024

Se abrió una puerta… @dealgunamaneraok...

Se abrió una puerta…

Una sesión ordinaria, bien ordinaria. Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Un presidente hasta ahora intransigente se mostró dispuesto al diálogo. Descolocó a más de un político.     

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Escrito por Nelson Castro el sábado 02/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El discurso de Javier Milei tuvo tres ejes esenciales: el primero consistió en una reseña de la situación que heredó, que incluyó en la enumeración algunos de los casos de corrupción y malversación de fondos públicos que se descubrieron y se corrigieron; en el segundo se explayó sobre las medidas económicas adoptadas en los primeros 80 días de gobierno; y el tercero, la propuesta del Pacto de Mayo con los gobernadores y legisladores. 

Fue un discurso que pudo ser entendido por todos y que llegó a la gente. Claramente, la primera parte fue la más fuerte desde el punto de vista de lo que representa. Hay en desarrollo un nuevo escenario social –que el Presidente comprende muy bien– y que tiene que ver con los privilegios de la dirigencia política, sindical y social. En eso, da en el blanco porque describe un sistema que les ha permitido a prácticamente todos –alguna excepción siempre hay– beneficiarse a través del uso de los dineros públicos. El uso de los pasajes de Aerolíneas Argentinas asignados a legisladores, gobernadores y otros funcionarios para sumar millas y lograr tickets gratis para viajar por el país y el mundo ejemplifica muy bien esta situación escandalosa propia de lo que el Presidente llama la casta. Los nombres concretos que dio potenciaron su discurso. 

No se quedó solo en el peronismo y sus aliados –Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Pablo Moyano, 
Juan Grabois, Máximo Kirchner y Roberto Baradel–, sino que se extendió hasta Gerardo Morales por el repudiable caso de persecución judicial abusiva a quienes osaron retuitear un mensaje que lo molestó. El silencio de la UCR en cualquiera de sus variantes es vergonzoso.

Sin margen de error


Se había fogoneado la idea de un discurso cargado de insultos y furia incontenible. Afortunadamente, nada de eso ocurrió. La exposición fue fuerte y directa. El tono, en cambio, fue agresivo. Es el tono de Milei. Es curioso escuchar la queja de muchos peronistas acerca de esto. 

Olvidan que 
CFK era –es– igual. Si revieran varios de los discursos de inauguración de las sesiones del Congreso que pronunció “la condenada”, observarían que ella hacía lo mismo y le agregaba un tono de maestra ciruela con el que pretendía erigirse en dueña de la verdad. 

Lo más débil del discurso tuvo que ver con las medidas destinadas a paliar la dificilísima situación por la que están atravesando vastos sectores de la sociedad. 

Lo único que hizo el Presidente al respecto fue reconocer esa dificultad y augurar que aún faltan más penurias por venir antes de llegar a la prometida mejoría con la cual se ilusionan él y sus seguidores. Pidió paciencia y se jactó –una vez más– de su legitimidad de origen. Ese caudal de votos en el cual se apoya para hacer equilibrio ante la falta de tropa propia en la arena política. En verdad, nadie debería haberse sorprendido por esa falta de anuncios. No hubo anuncios porque el Gobierno no tiene un menú diferente del que está ofreciendo. La sinceridad es algo que hay que reconocerle. Hasta aquí, la mentira no ha sido parte de la esencia de su gestión. Milei asoma como un hombre honesto, y eso es parte de su capital. 

El así llamado Pacto de Mayo, que en su texto escrito con caligrafía reminiscente de 1810 exhibía una falta de ortografía –en la propuesta 5 se lee “la rediscución” en vez de “rediscusión”, que es lo correcto–, Milei busca reflotar la ley ómnibus que, entre sus puntos, incluye los superpoderes del Presidente. El anuncio de esta iniciativa permitió entender el mensaje críptico que por la mañana el jefe de Estado había lanzado a las redes con la alusión al pasaje del Éxodo 34:1 – 25, “Y Dios dijo a Moisés: alisate dos tablas de piedras como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”. La elección de la ciudad de Córdoba para la firma del pacto no es casual ni se debe a que Connan, el mítico can del Presidente es de Córdoba, sino a que allí es donde obtuvo el mayor porcentaje de votos de su aplastante victoria electoral de noviembre pasado. La iniciativa pone como condición la aprobación de la ley ómnibus, pero, en simultáneo, abre una negociación en busca de acuerdos que encabezarán el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo.  

El club de la pelea


Esto marca una diferencia de lo que vino ocurriendo hasta ahora en donde nadie sabía a ciencia cierta quiénes eran los negociadores oficiales del Gobierno. Esto permitirá darle a la negociación otrovolumen político. Está claro también que esta apertura a la negociación es producto de una estrategia. Milei tensó la cuerda hasta el máximo con el caso Chubut para abrir esta instancia que comunicó el viernes. Como ya se ha dicho en esta columna, el primer mandatario suele pisar el freno centímetros antes de estrellarse contra la pared. 


La situación actual ha cambiado drásticamente. Ya no se trata de un presidente inflexible, sino de un hombre que, con habilidad, abrió una puerta al diálogo y colocó y descolocó a más de un gobernador. Será difícil para los mandatarios provinciales rechazar esa oferta. Una actitud semejante tendría un costo político muy alto. 

La jugada del 
Gobierno tiene sustento para llegar a buen puerto. Hubo alivio en gran parte del arco político de las provincias y también en los empresarios, que veían con preocupación la intransigencia inicial. “Milei abrió la única puerta que le permitirá avanzar con un plan de gobierno sostenible. Y comprometió a toda la clase política para la realización de esa tarea en este país donde la economía depende siempre de los vaivenes políticos, este nuevo escenario podría traer algo de tranquilidad”, reflexionó un hombre de negocios.

La duda sigue siendo el cuadro que pintará la realidad social. La paciencia de la gente no depende de su buena voluntad. Se trata directamente de las penurias que la clase media y media baja y los más necesitados pueden soportar. Alguien en el Gobierno debería advertirle al Presidente la necesidad de sostener y promover medidas paliativas que le permitan llegar con algo de aire a la tierra prometida. De lo contrario, el camino se tornará peligroso y utópico.
Las cosas no están como para poner al país a caminar por la cornisa.