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domingo, 30 de noviembre de 2025

Diálogo con el Profesor Joseph Stiglitz… “Argentina está metida en una gran apuesta de casino”... @dealgunamanera...

“Argentina está metida en una gran apuesta de casino”

"La desigualdad es una elección, no es inevitable, no es resultado de las leyes de la naturaleza", dice Stiglitz. Fotografía: Gianluigi Guercia/AFP)

“Argentina está involucrada en una gran apuesta y no hay evidencia de que vaya a dar resultado. Si uno se guiara por la experiencia histórica, diría que esto va a terminar mal”, indicó el premio Nobel Joseph Stiglitz a Cash. Además, se refirió al rol del periodismo de investigación, las fallidas recetas del FMI y la  necesidad de modificar las reglas de juego en favor de la equidad.

© Escrito por Javier Lewkowicz, Periodista y Licenciado en Economía (UBA), el domingo 30/11/2025 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Desde Kuala Lumpur

“Argentina está involucrada en una gran apuesta de casino. Y no hay evidencia de que esa apuesta vaya a dar resultado. No hay ningún episodio histórico que indique que una apuesta de este tipo tiene probabilidades de salir bien, y mucho menos en la magnitud que se está manejando. Así que si uno se guía por la experiencia histórica, diría que esto va a terminar mal”.

De esta forma se refirió Joseph Stiglitz a la economía del gobierno libertario de Javier Milei en alianza con el tándem Scott Bessent y Donald Trump. Stiglitz es Premio Nobel de Economía, profesor de la Universidad de Columbia y uno de los máximos referentes globales en la profesión. Luego de una charla que ofreció en el marco de la Conferencia Global de Periodismo de Investigación, a la que asistió este cronista, que tuvo lugar la semana pasada en Kuala Lumpur, Malasia, Stiglitz conversó con Cash sobre la marcha de la economía argentina post-elecciones.

Milei está fallando. Y fue apuntalado primero por un préstamo de 20 mil millones de dólares del FMI, que no se hubiera otorgado de haberse seguido las reglas normales del organismo, porque el país ya tiene problemas para devolver los 44 mil millones de dólares solicitados al Fondo en 2018. Ahora otros 20 mil millones. Y luego otros 20 mil millones de Estados Unidos, el swap con el Tesoro, con lo cual se evadió el mecanismo que había sido diseñado para impedir que Argentina se endeudara sin autorización parlamentaria. Lamentablemente, Argentina se ha convertido en rehén de Estados Unidos. Es un acuerdo indigno”, consideró.

Montado sobre una economía que no estaba en condiciones de generar los dólares suficientes para pagar el mega-crédito que el gobierno de Mauricio Macri tomó del FMI por 44 mil millones de dólares, sumados a la montaña de deuda con tenedores privados que emitió Luis Caputo en su primer gestión, ahora Milei, junto a la versión 2.0 de “Toto”, volvió a acelerar el endeudamiento, con el FMI, con privados y con el Tesoro de los Estados Unidos, para sostener la política de tipo de cambio bajo que tanto le ha rendido políticamente, gracias al control de la inflación.

Sin embargo, Milei ya se ha gastado varias balas de plata y la fragilidad sigue ahí, esperando: primero fue el blanqueo récord, luego el nuevo crédito con el FMI y en última instancia el salvavidas de Bessent.

La apuesta oficial es volver a los mercados internacionales para refinanciar los pasivos, pero hasta ahora eso no ha funcionado: la debilidad de la economía argentina es tal que los rescates duran cada vez menos y la montaña de deuda a pagar, en un contexto de fuerte ajuste fiscal, se va agrandando.

En este marco y pensando en un futuro programa económico de la oposición, el profesor Stiglitz consideró que “Argentina no puede crecer lo suficiente para poder pagar su deuda. Creo que será necesario sentarse frente a los acreedores y poner los números sobre la mesa. Cuál es el crecimiento que se necesitaría y cuál es el real. Hay que pensar en un sendero sostenible”.

“La inequidad es una elección”

La conferencia de Stiglitz abordó el tema de la inequidad, un tema recurrente en sus trabajos académicos y en su activismo político. “A la hora de pensar las causas que están por detrás de los niveles de desigualdad entre países y dentro de ellos, creo que un ingrediente muy importante son las reglas del juego, las leyes, las regulaciones, tanto a nivel nacional como internacional. Por ello, uno de los principales mensajes que dimos en la reunión del G20 en Johannesburgo, Sudáfrica, fue que la desigualdad es una elección, en el sentido de que no es inevitable, no es resultado de las leyes de la naturaleza, sino de las leyes humanas, como la propiedad intelectual y los paraísos fiscales”.

Stiglitz es presidente del Comité Extraordinario de Expertos Independientes sobre la Desigualdad de la Riqueza Global, designado por la Presidencia sudafricana del G20, que en la última cumbre emitió un informe con recomendaciones sobre estos temas.

Dicho Comité advirtió, entre otras cosas, que entre 2000 y 2024, el 1% más rico del mundo acaparó el 41% de toda la nueva riqueza, mientras que solo el 1% fue para el 50% más pobre. Pidió por la creación de un nuevo “Panel Internacional sobre la Desigualdad” destinado a informar la formulación de políticas a nivel nacional e internacional, inspirado en el modelo del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).

Otro de los temas sobre los que Stiglitz muestra una histórica preocupación son los paraísos fiscales, aquellas guaridas en donde la opacidad en la información permite diseñar estructuras de evasión y elusión tributaria de parte de empresas y ricos y así drenar recursos que deberían utilizarse por los Estados para favorecer a la ciudadanía.

Si Estados Unidos y Europa dijeran que nuestros bancos no pueden tener nada que ver con estos paraísos fiscales, desaparecerían. Así que los permitimos. Fingimos que es muy difícil lidiar con ellos, pero no lo es. Tenemos una arquitectura financiera global que permite sacar dinero de los países pobres y en desarrollo, llevarlo a los paraísos fiscales y a Londres, Nueva York o Florida. Me gustaría ver más atención periodística en el papel de Goldman Sachs y el Credit Suisse”, indicó.

“Un ejemplo dramático de desigualdad entre países lo vimos durante la pandemia, cuando Canadá pidió ocho veces más vacunas que personas, porque querían asegurarse de tener suficientes cuando las entregaran. Pero quienes vivían en África simplemente no podían conseguirlas. Es más, India, Sudáfrica y Brasil tenían la capacidad de producir más vacunas, pero las farmacéuticas no querían que las fabricaran, ya que eso bajaría el precio y perjudicaría sus ganancias. Por desgracia, varios países europeos se pusieron del lado de las farmacéuticas y prefirieron ver morir a la gente antes que renunciar a la propiedad intelectual”, recordó Stiglitz.

Entonces cuando se crean estos extremos de desigualdad, hay un campo fértil para los políticos demagogos y autoritarios. Y ellos no mejoran las cosas, sino que las empeoran. Dicen poder reconocer el problema, pero luego se rodean de oligarcas y hacen que el sistema sea más desigual, aprobando leyes que recortan impuestos a los multimillonarios y a las corporaciones, financiadas, en parte, mediante recortes a la atención médica para los más pobres y las personas de clase media”, agregó.

Periodismo como bien público.

Stiglitz participó de una charla en el marco de la Conferencia Global de Periodismo de Investigación (GIJC) en donde el financiamiento del periodismo de calidad fue uno de los grandes tópicos en discusión, en un contexto de creciente deterioro de las instituciones democráticas en Occidente y la ruptura del negocio de los medios en manos de las plataformas tecnológicas.

“Llevo mucho tiempo argumentando que lo que los medios hacen es lo que los economistas llaman técnicamente bien público, algo de lo que todos se benefician. No se puede depender de la financiación privada para un bien público. Si analizamos lo sucedido en los últimos 100 años, tuvimos una peculiar unión entre la publicidad y la provisión de noticias y periodismo de investigación. Pero ese modelo de negocio se ha derrumbado, sobre todo debido a las plataformas tecnológicas, y probablemente se derrumbará aún más debido a la IA. La razón del colapso es que las plataformas tecnológicas y la IA robaron propiedad intelectual. Así que, en cierto sentido, para el consumidor es una mejora, pero la propiedad intelectual y su monetización están siendo apropiadas por las plataformas tecnológicas y la IA, privando a los productores de la rentabilidad económica de sus inversiones”, consideró Stiglitz.

“En mi opinión, esto es muy preocupante, porque si no se obtienen rendimientos económicos de las inversiones en noticias, no se invertirá tanto en ellas ni en el periodismo de investigación. El efecto neto de todo esto es que tendremos un ecosistema informativo peor y en las plataformas tecnológicas de IA ocurrirá lo que llamamos ‘basura entra y basura sale’. Así que creo que, en última instancia, debe haber apoyo público. Apoyo público para el periodismo de investigación, como ocurre con la investigación científica y la salud, bajo el control de buenas instituciones independientes que asignen fondos de manera justa y eficiente”.

Puso el ejemplo del colapso del Silicon Valley Bank en marzo de 2023, institución que financiaba a buena parte de las startups de los Estados Unidos. “El banco se dedicaba a captar depósitos que las empresas depositaban en su banco y a especular con ellos. Al final, una gran parte de estos intentos de ganar dinero especulando fracasaron estrepitosamente. Y luego el banco quebró. Bueno, el periodismo de investigación demostró que Silicon Valley Bank participaba en la especulación y luego que el presidente de Silicon Valley Bank era miembro de la Reserva Federal de San Francisco, que regulaba Silicon Valley Bank. Así que claramente existía un conflicto de intereses cuando el presidente del banco se regula a sí mismo”, agregó.

Además, el profesor de Columbia abogó por medios públicos más fortalecidos: “Creo que es indignante que los funcionarios públicos usen X para difundir sus anuncios públicos. Debería haber medios públicos. Si insistiéramos en que todos los anuncios públicos se hicieran a través de una plataforma pública y que todos los impuestos se pagaran a través de ese medio, crearíamos plataformas fiables y confiables que, de hecho, socavarían las existentes, que sabemos que son muy corruptas, como Facebook y las aplicaciones”.

Recuerdos del sudeste asiático.

Stiglitz fue testigo de la primera fila en el desarrollo de la crisis económica en el sudeste asiático a finales de los ’90, que arrastró a buena parte del mundo, incluso a la Argentina de la convertibilidad.

“El Tesoro de EE. UU. insistía en que todos estos países eliminaran sus controles de capital. Mi opinión era que una mala política económica y que además no era responsabilidad del gobierno estadounidense hacer del mundo un lugar seguro para Goldman Sachs. Esto fue a mediados de los ‘90. El capital fluyó hacia el este de Asia en una cantidad enorme. Y entonces, de repente, todo cambió, como sucede en los mercados de capitales, y se acabó el dinero”.

“Y entonces la pregunta era, ¿qué hacer? Yo era economista jefe del Banco Mundial. Y el FMI en ese momento dijo que había que subir las tasas de interés a niveles muy altos, en el caso de Indonesia, al 80%, y recortar el gasto. Y yo dije que eso iba a matar a la inversión y la demanda agregada. El único país que se enfrentó al FMI fue Malasia, e impuso controles de capital muy bien diseñados. De modo que en Malasia el costo de la crisis fue del 5% del PIB, mientras que en los demás fue del 40% o más”.


sábado, 29 de noviembre de 2025

Sobre el crédito de los bancos de Wall Street... @dealgunamanera...

 Sobre el crédito de los bancos de Wall Street: fue culpa del señor Bessent que no llegaran…


Scott Bessent. Dibujo: Pablo Temes

La activación del préstamo por US$ 20 mil millones que los bancos privados de Wall Street analizaban para asistir a la Argentina quedó frenada por las demoras y recelos del Tesoro estadounidense, que no logró garantizar un esquema financiero y político de largo plazo. La falta de respaldo obligó a recurrir a un REPO de apenas US$ 5 mil millones para cubrir el vencimiento de enero, mientras el gobierno de Milei enfrenta exigencias del FMI, del Tesoro y del mercado para acumular reservas y reducir el riesgo país.

© Escrito por Carlos Burgueño, Periodista. Lic. en Ciencia Política. Máster en Economía y Sociología, el sábado 29/11/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El problema de la demora en la activación del préstamo por US$ 20 mil millones que un grupo de bancos privados norteamericanos iba a otorgar a la Argentina no fue responsabilidad de las entidades comandadas por JP Morgan. Las dificultades principales provinieron de la falta de celeridad y claridad en la aplicación de las garantías necesarias para activar el crédito puente desde el Tesoro de los Estados Unidos. Fue la repartición que maneja Scott Bessent la que no logró, en tiempo y forma, generar el respaldo financiero y político indispensable para que los bancos privados de Wall Street diseñaran el mecanismo de activación del crédito. Por eso, el dinero disponible para la Argentina para afrontar los US$ 4.300 millones que el país debe pagar el 9 de enero próximo –por los vencimientos de los Bonares y Globales reestructurados en octubre de 2020– provendrá de un más modesto mecanismo de REPO (Repurchase Agreement) por unos US$ 5 mil millones. Sin intervención del Tesoro y con garantías propias de las entidades financieras.

El problema está en Buenos Aires, donde la posibilidad de un default es real.

Luego, y tal como adelantó este diario, habrá que negociar durante el segundo semestre del año si se puede reactivar el apoyo por los US$ 15 mil millones restantes, para garantizar los tres pagos que le quedarán al gobierno de Javier Milei en el resto de su gestión hasta diciembre de 2027. Y si este dinero provendrá de la reactivación del préstamo de los bancos privados que operan en Wall Street o si se deberá recurrir al mercado financiero internacional voluntario de colocación de deuda, para lo cual la Argentina deberá garantizar un riesgo país inferior a los 400 puntos básicos, como máximo.

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El problema de Bessent para ser garante de la emisión de deuda surgió a comienzos de noviembre, y es estrictamente político. La deuda negociada con los bancos privados estaba diseñada, en principio, para una duración de diez años. Esto quiere decir que vencería teóricamente en enero de 2036. Hasta ese momento debía coexistir el pasivo con garantía del Tesoro de los Estados Unidos. El problema técnico surgió cuando, legalmente, se debía implementar un esquema de garantías financieras que permaneciera durante veinte semestres, asegurando que el país cumpla con los pagos. Si no lo hiciera, sería el Tesoro el encargado de cubrir ese eventual default local.

Ese lapso excede la gestión de Javier Milei y de su equipo económico, aun cuando eventualmente fuera reelegido por otros cuatro años en 2027. En ese caso, su mandato se extendería hasta diciembre de 2031, cinco años antes del vencimiento de la vida útil del bono emitido por los bancos norteamericanos con la venia del Tesoro. Para entonces, las eventualidades políticas de ambos países son un misterio.

Aventurar si en Estados Unidos continuará un gobierno republicano que mantenga la garantía es relativamente más sencillo, dada su institucionalidad probada. El problema está en Buenos Aires, donde la posibilidad de un default –por el pésimo currículum financiero internacional criollo (tres desde 1983)– hace que la alternativa de un incumplimiento esté siempre al acecho. Y que la necesidad eventual de la presencia del Tesoro sea permanente. Si el país entrara en una crisis financiera y requiriera un rescate de esta deuda, debería dar explicaciones Bessent y su equipo, quienes además deberían diseñar un esquema de seguros para cubrirse monetaria y legalmente ante una eventual trapisonda local.

Para los períodos políticos futuros, nada asegura que un signo político contrario al actual –en cordial convivencia con los republicanos de Washington– se mantenga en el tiempo. Y, según trascendió, había cierta reacción negativa de Bessent y su equipo a garantizar por un período tan extenso la posibilidad de un default argentino motivado por un cambio de signo político o una crisis que impidiera cumplir con los compromisos diseñados con JP Morgan.

Este cruce de dudas retrasó el diseño del préstamo por US$ 20 mil millones y dio lugar a la creación de un REPO más modesto.

La idea de Caputo era presentar antes de fin de año el acuerdo con los bancos privados, mostrar que el temor al potencial default de la gestión Milei estaba disipado y que había llegado el momento de volver al mercado financiero internacional de deuda voluntaria. Sin embargo, no podrá ser. En el mejor de los casos, el pago de enero se concretará con dinero que solo alcanzará para cumplir ese vencimiento con los bonistas.

La estrategia del Ministerio de Economía era aún más optimista, y sostenía que tampoco sería necesario aceptar el préstamo securitizado por el Tesoro: que, con solo presentarlo, automáticamente se abrirían para Finanzas los “cielos celestes” de la colocación internacional de deuda. En definitiva, los US$ 20 mil millones de los bancos privados más los US$ 20 mil millones del swap con el Tesoro sumarían unos US$ 40 mil millones que Caputo exhibiría en la vidriera internacional, garantizando un interés bajo en una colocación voluntaria de bonos públicos; mejorando plazos y montos respecto de la reestructuración de Guzmán, en la que se negoció una tasa del 3,07%.

Para tener una referencia de lo lejos que se está hoy de aquel porcentaje, la Argentina pagaría algo más del 9% anual en dólares.

La estrategia de Economía era optimista: no era necesario aceptar el préstamo.

Ahora, Luis “Toto” Caputo deberá trabajar a destajo en una estrategia que incluya un cambio drástico en la política cambiaria del primer semestre. Para el período sojero de 2026 (entre marzo y julio), Economía deberá mostrar una clara tendencia a la compra de dólares y al aumento de reservas del Banco Central. Es un requisito tripartito e ineludible: lo exige el FMI, el Tesoro de los Estados Unidos y los mercados financieros. Tanto Kristalina Georgieva, como Bessent y los técnicos de J.P. Morgan que trabajaban en el préstamo, se lo dejaron en claro al Palacio de Hacienda.

Si aun así se necesitara todo o parte del dinero de Donald Trump para el segundo vencimiento, el del 9 de julio de 2026, habría dos opciones: un simple swap de monedas (intercambio de pesos por dólares sin registrar deuda en los pasivos del Estado) o una recompra de bonos en poder del Estado a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad.

Lo importante de ambas alternativas es que, según la visión oficial y la de la mayoría de los analistas, no requerirían una ley, ya que técnicamente no implican nueva deuda: solo recambio de vencimientos cortos por largos. Pero para eso, hay que replicar la tasa de Guzmán: 3,07%. De lo contrario, en términos reales habría mayor endeudamiento. Salvo que el 9 de enero se pague con reservas. Algo que no podrá ser.



domingo, 23 de noviembre de 2025

Negociaciones - Era de contradicciones en el seno del poder de LLA… @dealgunamanera...

Negociaciones - Era de contradicciones en el seno del poder de LLA…

No creo en las Karinas, pero que las hay, las hay. Dibujo: Pablo Temes.

La irrupción de Adorni y Santilli en un rol negociador no termina de hacer más fluido el diálogo con otros sectores. 

Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 23/11/25 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Son días de negociaciones políticas febriles. Es una dinámica poco vista a lo largo de los dos primeros años del gobierno de La Libertad Avanza. “Es distinto de lo que pasaba cuando hablábamos con Francos”, señalaba esta semana uno de los representantes provinciales que participan de esta ronda de conversaciones. En verdad, el problema no era el exjefe de Gabinete; el problema era Javier Milei.

Era él quien no cumplía con lo que se prometía en esos encuentros. Esa actitud del Presidente parece haber cambiado después del 26 de octubre. Es que el triunfo electoral lo dio no solo la reconfirmación de su poder sino también la comprensión de que el camino de la confrontación puede servir para ganar una elección, pero no para gobernar. No ha sido menor para arribar a esa conclusión la posición del gobierno de los Estados Unidos, cuyo apoyo fue clave para generar el marco de estabilidad económica que hizo posible superar un estado de zozobra que estaba poniendo en riesgo tanto la economía como la gobernabilidad. “Al Presidente no le quedaban muchas opciones: o cambiaba y abría la cancha o la gestión se le iba a hacer cuesta arriba, aun con el buen resultado electoral”, sentenció un allegado a un gobernador del Norte.

El rol de Guillermo Francos ha pasado ahora a ser desempeñado por el ministro del Interior, Diego Santilli. Por ahora, Manuel Adorni acompaña. Santilli, formado en el peronismo, tiene el know how que exige su cargo. Siempre ha sido un hombre hábil, con soltura política y capacidad de negociación. Los que conocen las internas del Gobierno señalan que esa capacidad de dialogar y de entender el quid de la negociación política está inquietando al ministro de Economía, Luis Caputo. Los gobernadores piden plata a cambio de apoyar las reformas que pretende implementar Milei. Es lo que hacen siempre, gobierne quien gobernare. Esa metodología disgusta profundamente a Caputo quien, en estas horas, salió fuerte en las redes a desmentir un artículo publicado en The Wall Street Journal en el que se informaba que la asistencia a la Argentina por parte de los bancos estadounidenses rondaría los 5 mil millones de dólares y no los 20 mil millones que se habían anunciado. “Nunca hablamos con los bancos de un rescate de 20 mil millones. Es una operación más, con la sola intención de generar confusión”, escribió. Ante tal manifestación, fue imposible no recordar que, hace tan solo un mes, el ministro dijo en LN+ que había “un swap de 20 mil millones. Y estamos trabajando en otra facilidad por otros 20 mil millones, y ya lo dijo el secretario del Tesoro” (sic). Caputo se siente con el poder suficiente como para aspirar a que toda negociación política esté lejos de incomodar o poner en riesgo sus objetivos. Es lógico, luego de tantos elogios derramados por el primer mandatario.

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Es decisiva la floja imagen del primogénito de los Kirchner en sus apariciones.

En medio de esta circunstancia, las internas dentro del oficialismo están lejos de haber cesado. Karina Milei avanza mientras Santiago Caputo retrocede. La hermana del Presidente está empeñada en moverse intensamente en lo que es su objetivo: la conformación del partido a nivel nacional. La prioridad absoluta es la elección presidencial de 2027. El Jefe necesita seguir acumulando poder a nivel federal para contar con apoyo local en cada una de las provincias. Hay quienes dicen que aprendió la lección y que ya no busca confrontar en aquellos territorios donde le resultaría más fácil apoyarse en aliados circunstanciales. Solo el tiempo se encargará de mostrar si este cambio de actitud es realmente cierto. “Karina aprendió muy rápido a construir y manejar el poder. Lo ejerce de forma bastante brutal y siempre se ha sentido más cómoda sin ceder un centímetro de terreno. Difícil que eso cambie”, aseguró un opositor moderado que tuvo que padecerla en carne propia.

La ventaja crucial con que cuenta el oficialismo a la hora de afianzar su poder es que tiene enfrente a un peronismo desmembrado e incapaz de encontrar una figura detrás de la cual encolumnarse. Axel Kicillof no termina de convencer y, a estas alturas, se parece más a una figura de transición que a una oportunidad de peso con chances reales de competir en 2027. Los problemas que atraviesa la Provincia y la necesidad de conseguir financiamiento para hacer frente a sus propios vencimientos desnudaron las internas que condicionan al gobernador; en primer lugar asediado por La Cámpora. El mandatario provincial no hace caso a los incrédulos y sigue adelante con su juego de confrontación directa con Milei. La interna entre los Kirchner y el ex mimado de la señora condenada sigue teniendo de rehén al peronismo bonaerense. “No podemos continuar viviendo del pasado; hasta que no nos saquemos de encima el relato de los tiempos grandiosos de Cristina, el partido no terminará de salir del pantano y no tendremos la oportunidad de ser competitivos ni ahora ni en el 27”, graficó uno de los intendentes que le sirven de soporte al gobernador. El territorio sigue siendo la apuesta más fuerte de Kicillof, dispuesto a enterrar a su otrora jefa política. La intrascendencia de Máximo Kirchner al frente del PJ local condiciona sus posibilidades en las próximas elecciones por el control del partido. La paciencia se terminó y la floja imagen del primogénito de los Kirchner en sus últimas apariciones públicas fue decisiva.

Hace solo algunos meses, La Libertad Avanza no imaginaba el cierre de año auspicioso que tendrá. Una oportunidad única que el presidente Milei no debería dejar pasar.



domingo, 16 de noviembre de 2025

Apoyo de Washignton - El acuerdo con EE.UU. y el optimismo de Milei…@dealgunamanera...

Apoyo de Washignton - El acuerdo con EE.UU. y el optimismo de Milei…

Mejor ni mirar, ni preguntar. Dibujo: Pablo Temes

El pacto comercial consolida el respaldo de Trump al Presidente mientras se abren disputas internas.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 16/11/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


El Gobierno vive un momento de apogeo. El anuncio del acuerdo comercial entre nuestro país y los Estados Unidos es la confirmación del nivel inédito de apoyo que la administración de Donald Trump ha decidido darle a Javier Milei. El rescate que, en momentos dramáticos para la economía argentina, llevó la Casa Blanca salvó al oficialismo de una posible derrota a la que lo hubiera llevado una crisis producida por la escasez de dólares que se había acentuado después del triunfo electoral del peronismo en las elecciones en la provincia de Buenos Aires.

Como ocurre siempre a estos hechos los acompaña siempre la controversia. Están las generadas por los que siguen aferrados a ideologías y visiones políticas ancladas en el tiempo. Esta pasión por lo anacrónico es lo que exhibe hoy –como ayer– el peronismo. Esta idea de que “vienen por nuestra soberanía”, un cliché que le ha dado resultados políticos al justicialismo y ha traído el atraso del país. Eso sí, el ”vienen por nuestra soberanía” se aplica para los Estados Unidos y no a la hora de hacer concesiones a China o a Venezuela. El peronismo y sobre todo el kirchnerismo duro todo lo contaminan de su ideología con olor a naftalina y su desesperación para volver a servirse del poder cueste lo que cueste.

Más allá de los detalles que aún no se conocen de este acuerdo, cuyo anuncio se demoró a causa del cierre del gobierno federal ocurrido en los Estados Unidos que acaba de ser levantado, hay algunas cosas ciertas que van a suceder para que esto se ponga en práctica. Una de ellas –que es fundamental– es el levantamiento total del cepo. Se sabe que va a haber un desembarco de importantes empresarios estadounidenses ávidos de explorar nuevas posibilidades de negocios. A la cabeza de esta avanzada habrá muchos del sector energético. Con cepo, nadie pondrá un dólar más allá de oportunidades muy puntuales. Las inversiones no ingresan a donde no pueden salir. Otro asunto de peso es el de las reformas tanto laborales como impositivas.

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Para alcanzar las reformas hacen falta consensos políticos de la mano de Santilli.

Para alcanzar esas reformas hacen falta consensos políticos. En eso están trabajando Manuel Adorni y Diego Santilli para contener el desbande del peronismo y las necesidades económicas de los gobernadores. La CGT es hoy otro de los frentes de batalla abiertos para La Libertad Avanza. Nuevamente las posturas vetustas de los sindicalistas de turno chocan contra la necesidad de una renovación necesaria para las nuevas formas de trabajo y producción. Todo esto con un agravante que está –más que nunca– a la vista de todos: sindicalistas devenidos empresarios –algunos multimillonarios– que se resisten a soltar sus privilegios. La familia Moyano es el ejemplo perfecto de esta categoría que se sirve del sudor de los trabajadores para llenarse los bolsillos. El vaciamiento de la obra social de Camioneros habla por sí solo. Pero el caso de los Moyano no es el único. El modelo de sindicalistas ricos y trabajadores pobres se ha extendido demasiado en el tiempo y en el territorio. Modelo que enfrenta una severa crisis de liderazgo puesta de manifiesto en la elección del último triunvirato de la central obrera peronista, incapaces de encontrar una figura única de consenso que represente la voz real de los trabajadores. Ante esta combinación, el oficialismo exhala un optimismo excesivo. No es la primera vez que esto le pasa a un gobierno cuando todo parece ir viento en popa. La historia es una escuela realista aunque muchos se nieguen a mirar para atrás. Con buen tino, Jorge Macri advirtió de un exceso de optimismo, siempre nocivo. “No nos comamos la curva”, graficó el jefe de Gobierno porteño. Sin ir más lejos, eso fue lo que le pasó a su primo Mauricio después de haber ganado las elecciones de medio término en 2017. Se creyó que se “comía” la cancha y dos años después fue derrotado en forma contundente por el kirchnerismo. Claro que, para ese dramático final, influyó el hecho de haberse encerrado en un círculo cada vez más chico comandado por Marcos Peña y unos pocos leales, que lo llevaron a perder el contacto con la realidad. Ese es el peligro de los triángulos de hierro de la vida y de los magos y gurúes de turno.

Para amplios sectores de la Argentina también se abrirán oportunidades de exportar. Uno de esos sectores es el de la carne. El desafío –ahí– será ver cuál es la capacidad de abastecimiento que tengan los productores y la industria y la necesidad de cortar lazos con viejos zares salpicados por la falta de escrúpulos y los negocios espurios.

En medio de todo el ir y venir de la realidad, el jueves fue un buen día para la lucha contra la corrupción. Ese día Julio De Vido fue llevado otra vez a la cárcel –su futuro será una larga prisión domiciliaria– y, por acción de la Cámara de Casación Penal, se dispuso que las audiencias por el caso de los “Cuadernos de Centeno” sean dos por semana en vez de una como el Tribunal Oral Federal N° 7 había dispuesto en un principio. Los tiempos de la Justicia deben ajustarse a la realidad. Al final del camino, a todos los acusados los espera la seguridad de una condena y a éste y los gobiernos que vendrán la oportunidad única de terminar con el flagelo de los sobreprecios y retornos en la obra pública. Se trata de un viejo mecanismo que el kirchnerismo perfeccionó y que ha producido no sólo grandes pérdidas para las arcas del Estado sino que también se ha llevado vidas inocentes como en el caso de la tragedia de Once. La corrupción mata y esa es una lección que ningún gobierno debería olvidar.




domingo, 2 de noviembre de 2025

Francos cayó en la interna Milei-Karina-Caputo… @dealgunamanera...

Francos cayó en la interna Milei-Karina-Caputo…

No pudo con esta última granada, Guillermo Francos. Dibujo: Pablo Temes.

La renuncia del jefe de Gabinete expuso la guerra interna. Su salida fortalece a Karina y a Caputo, el joven.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 01/11/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


No hubo tregua para Guillermo Francos. El protagonismo que Javier Milei le dio en la noche triunfal del domingo no fue más que el reconocimiento postrero que se le da a alguien en el medio de una despedida. Los que conocían al dedillo el devenir de las relaciones entre uno y otro marcaban con tono asertivo que ese lazo estaba roto.

Recuérdese que el ahora exjefe de Gabinete se había quejado por las desautorizaciones verbales y fácticas a las que lo venía sometiendo Santiago Caputo y hasta había reclamado públicamente –aunque sin nombrarlo– por la falta de responsabilidad que implica no estampar la firma en los actos de gobierno. Seguramente, al hacerlo, debió haber tenido la esperanza de que Javier Milei lo respaldara y acabara con esa situación. Pero nada de eso ocurrió. Fue una esperanza vana. Desde el lunes mismo las versiones alrededor de su salida del gabinete rodaron sin cesar en una especie de continuado. Esas versiones incluían los nombres posibles de sus sucesores. El nombre que más sonaba era el de Santiago Caputo. Sin embargo, algunas de esas murmuraciones de pasillo daban el nombre de Manuel Adorni como el del posible sucesor. A quienes sostuvieron esa posibilidad les cabe el reconocimiento de un acierto.

Es el mismo acierto que tuvieron los que, hace muchos meses, anticiparon que Adorni no asumiría su banca en la Legislatura porteña. Finalmente, entonces, la candidatura del ahora ex vocero fue testimonial.

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La interna del Gobierno le fue mostrando a Francos que sus días en el gabinete estaban contados. En su última entrevista con Eduardo Feinmann dijo con toda claridad que no se veía en ningún otro cargo que no fuese el de jefe de Gabinete. Jugó su pleno en un mensaje claro para el Presidente, para su hermana Karina y para el propio asesor estrella. Durante esas horas, también, buscó tener un diálogo directo con Milei, intento que no prosperó. Mientras tanto seguía estando en el centro de las especulaciones y, ante cada micrófono se veía obligado a tener que responder –una y otra vez– que nada sabía de su futuro. Ese hartazgo hizo eclosión el viernes por la tarde, cuando, finalmente, tuvo lugar la conversación final con el jefe de Estado. A los que conocían las internas en el entorno del Poder Ejecutivo, la noticia de la renuncia de Francos no los sorprendió. Tal vez sí los sorprendió el momento, al igual que su texto de renuncia. “Ante los persistentes trascendidos sobre modificaciones en el Gabinete Nacional, me dirijo a Usted con el objeto de presentarle mi renuncia al cargo de jefe de Gabinete de Ministros, para que pueda afrontar sin condicionamientos la etapa de gobierno que se inicia luego de las elecciones nacionales del pasado 26 de octubre”. Hay una entrelínea de reproche indisimulable al Presidente que, ante esos “persistentes trascendidos” no hubo por su parte –ni de su entorno– ningún movimiento para desmentirlos. Tampoco hubo ninguna acción para frenar la salida de Francos.

En el medio de todas estas tribulaciones, el desafío del Gobierno es uno: llevar adelante las transformaciones que la Argentina necesita para modernizar su legislación laboral y modificar su estructura impositiva en pos de crear las condiciones que permitan generar crecimiento y desarrollo para que haya más y mejores fuentes de trabajo genuino, bien remunerado y en blanco. Junto con ello está la necesidad de un Estado moderno que cumpla con su rol de brindar educación, salud, seguridad, justicia y defensa. Esto exige consensos. Es lo que desde todos los sectores de una sociedad que está harta de enfrentamientos estériles le reclaman a Javier Milei. ¿Lo comprenderá? ¿Lo comprenderá su hermana Karina? ¿Lo entenderá Santiago Caputo? En este contexto la salida de Francos está muy cerca de ser un gol en contra. Su cintura política y su capacidad para tender puentes en medio de los ataques de furia de Milei contra sus aliados y sus rivales han sido únicas dentro del equipo violeta. ¿Acaso Milei tuvo que sacrificar una de sus piezas más valiosas para zanjar las terribles internas en el seno del poder entre su hermana y el joven Caputo? Es probable. Lo seguro es que los tiempos se aceleraron y lo que parecía que tendría lugar luego del recambio legislativo estalló de repente.

Varios ministros dejaron trascender que el aire en la cima del poder era irrespirable. Rápido de reflejos, el Presidente optó por intentar equilibrar el poder puertas adentro del triángulo de hierro. Al dejar ir a Francos, le allanó el camino a Caputo. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que Adorni es, junto a los Menem, uno de los mimados de la hermana Karina; con su nombramiento, se aseguró el control de la Jefatura de Gabinete para que no caiga en manos de su rival político interno. Volviendo al futuro del joven maravilla, aún no se conoce cuál será su nuevo rol pero ha trascendido que quedaría al frente de una supercartera que podría absorber interior, con amplias funciones de interlocutor político con los gobernadores, algo para lo que Manuel Adorni no parece tan habituado. “Ganó Karina” –aseguró una voz al tanto de esas luchas de poder–. Nadie puede asegurar que en la convivencia interna vuelva a reinar la concordia; lo único cierto es que el triunfo arrasador del Gobierno en las urnas le dio el poder suficiente para hundir aún más al peronismo en su crisis y le dio la oportunidad de poder avanzar con las reformas antes mencionadas para que el país arranque de una vez y para siempre. La contracara es que se acabaron las excusas, el momento de despegar es ahora o no lo será por un largo tiempo más.