Mostrando las entradas con la etiqueta Santiago Caputo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Santiago Caputo. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de octubre de 2024

Todos contra todos. Tiempo de internas… @dealgunamanera...

Todos contra todos. Tiempo de internas…

Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes

Oficialismo y oposición se enfrascan en disputas intestinas. En el peronismo, Axel enfurece a CFK.    

© Escrito por Nelson Castro el sábado 19/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   


Hace un año, Javier Milei desistió de participar del Coloquio de Idea, la reunión empresarial de mayor volumen político de la Argentina, en la que, en medio de exposiciones que poco le interesan a la mayoría de los asistentes –salvo cuando el que habla es el presidente o el ministro de Economía de turno– lo realmente importante ocurre entre bambalinas, en donde la rosca política se desarrolla en toda su dimensión. En el contexto de la campaña electoral de 2023, Milei le encargó al presidente del Banco de Valores, Juan Nápoli, el armado de esa reunión que obligó a los empresarios a desdoblarse, para no perder detalle de lo que decía el entonces candidato al que muchos de ellos consideraban un outsider sin futuro político. Un año después –el viernes pasado–, esos mismos descreídos se agolparon para escucharlo y aplaudir sus medidas, sus proyectos y sus malos tratos a los economistas que lo critican. Ya se sabe que, para el Presidente, quien no coincide con él es un ignorante –“econochanta” o “mandril” en el caso de los economistas–, o un ensobrado o un mentiroso –esto especialmente en el caso de los periodistas–.   

En su larga perorata, 
Milei no dio ninguna precisión sobre el futuro. Obviamente, la más esperada era la atinente al cepo. Y sobre eso no hubo nada. Es que no puede haber nada y nadie sabe cuándo lo habrá; es decir, cuándo se levantará. Los que conocen al dedillo las cuentas del Banco Central coinciden en señalar que, más allá de las compras diarias que viene realizando y del blanqueo, las reservas netas son aún negativas. Por eso se mira con atención la liquidación de la cosecha, que ocurrirá entre marzo y abril del año próximo. Pero, aun así, los números no dan. Si no hay un aporte de fondos de alguna entidad internacional –banco u organismo multilateral–, va a ser muy difícil que se logre reunir el colchón de dólares suficientes para dar el respaldo necesario para eliminar el cepo. Lo notable es que, a partir de marzo próximo, comenzará a correr el tiempo electoral. Y prima facie, una cosa será enfrentar las elecciones con cepo y otra, sin cepo.  

El cepo no solo representa un tema tabú. También condiciona la llegada de muchas inversiones que, sin la posibilidad de retirar sus dividendos, no quieren arriesgar en la Argentina. Esto es así acá y en cualquier otro país del mundo.  

En el Gobierno se vive un clima de euforia. La explican la baja del índice de inflación, la entrada de dólares por el blanqueo –muy superior a la que hubo con el decretado durante el gobierno de Mauricio Macri– y los proyectos de inversiones motivados por el Régimen Integrado de Grandes Inversiones (RIGI). Es una euforia inexplicable a la luz de los padecimientos por los que atraviesa la mayoría de la sociedad. Es decir, el Gobierno se queda en lo macro sin verbalizar lo que está pasando en el bolsillo de la gente. Eso es lo que reflejan todas las encuestas que hacen referencia a los niveles de consumo. Ahí los datos son contundentes: la caída no para. La penuria, tampoco. Por eso sonó a burla la afirmación del titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). “Da la sensación de que los que mayor motosierra recibieron fueron los jubilados”, le dijo con todo criterio Eduardo Feinmann en su programa de radio Mitre a Mariano de los Heros, quien, muy suelto de cuerpo, contestó que 
“como diría Aníbal Fernández, me parece que esa es una sensación”. La respuesta demuestra que el funcionario no tiene la más mínima idea de la miserable realidad que viven los jubilados y pensionados. Lamentable. 

Como venimos diciendo en esta columna, la campaña electoral de cara a las elecciones de medio término está en marcha. Alguien con sentido común diría que eso es una locura, teniendo en cuenta que falta para eso exactamente un año.  

El así llamado Día de la Lealtad fue un muestrario de lo que hoy en día pasa en el peronismo, en donde, en nombre de la lealtad, sus dirigentes se traicionan todo el tiempo. No conciben vivir fuera del poder. 
Cristina Fernández de Kirchner es un ejemplo. Por eso no termina de advertir que, como dijo Aristóteles, “la única verdad es la realidad”. Y la realidad le marca que fue parte activa no solo del desastroso gobierno de Alberto Fernández –a quien ella eligió con su dedo– sino también de la derrota electoral de Sergio Massa –a quien también eligió con su dedo–. Fingir demencia sobre eso puede ser productivo solo en el círculo de fanáticos y alcahuetes que la rodean.

Reescribir la historia.

El discurso de Axel Kicillof –otro que habla como si no hubiera tenido nada que ver con las malísimas decisiones que se tomaron durante su gestión como ministro de Economía, que llevaron al país a quedar atrapado entre los fondos buitre, los juicios de varios acreedores internacionales, la mala negociación de la deuda con el Club de París y un largo etcétera– enfureció a CFK. El gobernador elogió el pasado de la expresidenta pero la canceló para el futuro. Eso es precisamente lo que ella no entiende: que su pasado la deja sin el porvenir de poder que anhela, y sin el calor de un operativo clamor que nunca llega y por el cual desespera. Los tiempos en los que las cosas se hacían como y cuando ella quería parecen haber llegado a su fin. Su reunión con Kicillof fue “horrible”, tal como lo describieron los que saben los detalles de un encuentro en donde todo fue reproche y tensión.  

Tampoco el amor abunda en las filas del oficialismo y el “paraoficialismo”, inexistente neologismo que pretende describir la postura de Mauricio Macri y el desvaído PRO que preside. El expresidente participó de un exclusivo encuentro con un reducido grupo de empresarios asistentes al Coloquio de Idea. Allí les transmitió optimismo y les habló de su principal objetivo de aquí en adelante: evitar que Milei repita los errores que se cometieron durante su gobierno. Hay que recordar que Macri, hoy tan crítico del entorno de Milei –es decir, su hermana Karina y Santiago Caputo–, tuvo también el suyo. Cómo no recordar al inefable Marcos Peña y sus secuaces, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, “los ojos” del entonces presidente. ¿Le hablará de eso a Milei? 

Macri tiene, además, un problema interno creciente en el PRO, a la vista del perfil cada vez más crítico hacia él por parte de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que se ha transformado en una cruzada en su defensa de Milei.    

En medio de tantos idas y vueltas, producto de una desconfianza indisimulable y de una puja de poder que no cesa, una voz del PRO dijo una verdad de Perogrullo de absoluto realismo: si el año que viene LLA y el PRO no van juntos, el peronismo tendrá grandes chances de ganar las elecciones. Es lo que ocurrió en 2023 en la provincia de Buenos Aires, donde la necedad de Néstor Grindetti y Carolina Píparo en no unirse le abrió paso a la victoria de Axel Kicillof.




domingo, 6 de octubre de 2024

Lo que dejó la marcha. Ante un nuevo escenario... @dealgunamanera...

Lo que dejó la marcha. Ante un nuevo escenario...

Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

El Gobierno le sirvió a la oposición una plataforma ideal para la defensa de la universidad pública. Un rejunte que podría derivar en algo orgánico.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 05/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Gobierno le regaló a la oposición un escenario perfecto al cual subirse. La masiva defensa de la universidad pública no necesita demasiadas explicaciones. La educación superior es un aspiracional que atraviesa todos los estratos sociales e ideologías. Esto representa un valor profundamente arraigado en la gente. Es un valor que viene de la historia.

El tema universitario es de una enorme complejidad, de la cual la mayor parte de la clase política vernácula no tiene la más mínima idea. La universidad no se limita solo a transmitir conocimientos, sino también a generarlos a través de sus institutos de investigación. A ellos hay que agregar que, en muchos casos, brinda también servicios como ocurre con los hospitales que de ellas dependen.

En 2001, antes del estallido de la crisis que acabó con el gobierno de Fernando de la Rúa, una de las medidas que propuso el entonces ministro de Economía Ricardo López Murphy consistía  en recortar el presupuesto universitario en 2 mil millones de pesos-dólares con el objetivo de equilibrar las cuentas públicas. La reacción adversa que provocó esta medida que no se llegó a implementar fue de tal envergadura que hizo insostenible la permanencia en el cargo del hoy diputado nacional. Aún en la actualidad hay gente que se lo recuerda.

El tema es de una enorme complejidad, de la cual la mayor parte de la clase política no tiene idea

El principal error que comete Javier Milei es no tener una cabal comprensión de lo que sucede en la base, es decir, con los estudiantes, los docentes y los investigadores. Ellos son ajenos a los tejes y manejes políticos que ocurren en los ámbitos de poder de las altas casas de estudios en las que también existen nichos de corrupción que deben ser combatidos. También una situación inédita que se da con la creciente cantidad de estudiantes extranjeros que cursan sin ningún arancelamiento. Son estudiantes que vienen aquí, se forman y gradúan para luego regresar mayoritariamente a sus países. Pero cualquier esquema superador debe alcanzarse con las aulas universitarias abiertas y sin poner en riesgo cada una de las actividades antes descritas.

El Presidente y sus funcionarios creen que las universidades son bastiones de la oposición. Es verdad que en esta marcha de alcance nacional hubo más aparato político partidario. Pero si piensan que los dirigentes políticos y sindicales –varios de ellos verdaderamente impresentables– que se subieron a la marcha son su esencia es un grosero error. Entre los que estuvieron cantando “vamos a volver” estuvo Sergio Massa adecuadamente rodeado – y protegido – por un grupo de militantes del Frente Renovador. Es increíble la amnesia que a veces nubla las mentes de una parte de la sociedad. Solo así se explican los gritos de apoyo que recibió el exministro inflacionario de algunos de los concurrentes. Parece que nadie recordó que, no bien asumió Massa dispuso un recorte de 50 mil millones de pesos al sistema educativo. Qué importante es hacer memoria, aunque –a veces– la realidad regala postales que ayudan a recordar. Un ejemplo fue el efusivo abrazo del tigrense con el exsecretario de comercio Guillermo Moreno, que también participó de la marcha.

“No hay plata”, esgrimen desde el oficialismo para fundamentar su cerrazón a cualquier acuerdo con los rectores que signifique una concesión a sus reclamos. Sin embargo, sí había plata para dar vuelo al armado de los servicios de inteligencia, asignándoseles la friolera de cien mil millones de pesos en calidad de gastos reservados. ¿Cómo se explica eso?

Al día de hoy, el oficialismo no tiene los votos para evitar que el Congreso revierta el veto presidencial

Al día de hoy, el Gobierno no tiene los votos para evitar que el Congreso revierta el veto presidencial. Más allá de esto, hay una concepción del ejercicio del poder inquietante. La creencia de que se puede gobernar a base de los DNU y de los vetos es producto de la falta de diálogo y de la búsqueda de acuerdos. En esto, el oficialismo también es errático y contradictorio. ¿Cómo se entiende, si no, el acuerdo con el kirchnerismo para dejar de lado el proyecto para limitar las reelecciones indefinidas de los caciques sindicales?

La necesidad tiene cara de hereje. La falta de peso legislativo terminó por disparar la reunión secreta entre Santiago Caputo y el expresidente Mauricio Macri. La tensión entre el PRO y la Libertad Avanza volvió a elevarse luego de que el propio Macri durante una reunión que había mantenido el jueves con el bloque de senadores de su partido dejó claro sus diferencias con el veto que había firmado Milei contra la Ley de Financiamiento Universitario. El encuentro en las oficinas de Caputo fue tenso. “Se sinceraron y limaron algunas asperezas, pero no hubo grandes avances en construir un bloque más homogéneo”, dijo una fuente libertaria al tanto del resultado de la reunión. “No se detestan, pero pega en el palo. Ambos saben que deben convivir”, aseguró sin anestesia un hombre del partido amarillo. El expresidente sigue convencido de que sus interlocutores en el Gobierno no tienen palabra. “Son educados, te dicen lo que querés escuchar, pero después hacen lo que se les canta”, recordaron. El problema de fondo no es de fácil resolución: Caputo cree que el PRO ya agotó su momento político y no tiene mucho para aportar. Mauricio Macri lo sabe perfectamente y cree que el asesor estrella actúa como una especie de filtro que no puede doblegar.

Mientras unos y otros se sacan chispas, en el Gobierno no parecen haber advertido algunas de las postales que la marcha universitaria les dejó. Más allá de la presencia esperable de Massa, Lousteau, Rodríguez Larreta y distintos miembros de La Cámpora, la sorpresa la dio Cristina Fernández de Kirchner. Todo ese rejunte opositor podría transformarse en algo orgánico más pronto que tarde si los números de la economía y el mal momento que atraviesa la mayoría de la gente no se revierten en el corto plazo. El Presidente debería tomar nota de este nuevo escenario.




   

domingo, 29 de septiembre de 2024

Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas… @dealgunamanera

 Cifras Dramáticas. Internas, celos y venganzas…

En caída libre, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes. 

La cintura política del jefe de Gabinete tiene un límite. El Presidente debe poner fin a las disputas en el Gobierno. La pobreza no espera.   

© Escrito por Nelson Castro el domingo 29/10/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La cifra es tan contundente como dramática: 52,9%. Ese es el porcentaje de pobres que hoy exhibe la Argentina. Llevado a números el guarismo estremece: 25 millones de personas. Es decir que, más de la mitad de la población vive en condiciones de pobreza. Es el número más alto de los últimos veinte años, siendo que desde 2002 la cifra ha sido siempre elevada. Es increíble que un país con las posibilidades de la Argentina esté atravesado por una realidad de la que no puede salir.

Es una realidad de tal dimensión que adquiere la categoría de verdadera tragedia, porque este nivel de pobreza acaba con las ilusiones y aspiraciones de millones de personas, cuyas vidas quedan limitadas a una mera subsistencia.

Repitiendo lo que han hecho los que lo han precedido, el Gobierno salió presuroso a echar la culpa de este presente a la gestión anterior. No es que no le asista la razón: el brutal ajuste que Javier Milei viene implementando desde el 10 de diciembre pasado es consecuencia de la herencia recibida.

Este nivel dramático de pobreza limita las vidas de millones de personas a un nivel de mera subsistencia.

Es verdad que, de no haberse puesto en práctica, hubiese sobrevenido una ola hiperinflacionaria devastadora que hubiera arrojado números peores. Felizmente, eso no ocurrió. Pero como no sucedió, la población no lo experimentó. En cambio, lo que sí está sufriendo son las consecuencias de este ajuste. Y lo que cuenta en la vivencia de cada uno es lo que le acontece y no lo que le podría haber pasado. Javier Milei, primero, y todos sus funcionarios  después, deberían tener esto muy presente.

Lo que sí está claro es que para la próxima medición no habrá excusa: ese guarismo reflejará el éxito o el fracaso del programa económico llevado adelante por el Gobierno.

En su breve paso por Nueva York, tanto el Presidente como el ministro de Economía, se llevaron una idea clara de las dudas que se generan entre quienes apoyan decididamente sus objetivos. En las distintas reuniones que tuvo con personas del mundo de las finanzas, Luis “Toto” Caputo escuchó palabras de apoyo, de aliento y también de incertidumbre. Ahí le plantearon con crudeza los interrogantes que generan el atraso cambiario, las dificultades para levantar el cepo y la sustentabilidad política y social del programa económico que llevan adelante. La conflictividad social y política representan problemas a los que los eventuales inversores les prestan mucha atención.

Cuando, invitada por Mauricio Macri, Angela Merkel visitó el país en 2016, vino acompañada por un grupo de empresarios alemanes que, teniendo algún interés en explorar la posibilidad de encarar emprendimientos en diversas áreas, quisieron ver in situ cuál era el nivel de perdurabilidad de las medidas promercado instrumentadas por aquel gobierno de Cambiemos. A esos empresarios les bastaron dos días para darse cuenta de la incapacidad de la clase dirigencial para sentar las bases de políticas estables y previsibles. Conclusión: ninguno de ellos invirtió un peso en la Argentina. “Con Macri coincidimos, pero no sabemos si será reelecto ni qué es lo viene después de él”, comentó en esos días uno de aquellos hombres con contundencia y pena.

Lo mismo sucede ahora. De esto se habla mucho en los ámbitos empresariales. Milei ha construido un personaje que produce fascinación. La tapa de The Wall Street Journal con su foto tomando el martillo para tocar la campana de apertura de la rueda del lunes en la Bolsa de Nueva York, lo demuestra. Pero con eso no alcanza para gobernar un país con las dificultades que presenta la Argentina. Los vaivenes de la casta política y sindical se encargan –con esmero– de mantener al país siempre a un paso del abismo. Sostener un rumbo determinado con acuerdos extrapartidarios es una misión imposible. Sin embargo, esas dificultades se potencian cuando el internismo y los enfrentamientos se producen dentro del propio gobierno. Vale la pena pues detenerse en la renuncia del ahora exministro de Salud Mario Russo.

Milei ha construido un personaje que fascina. Pero eso no alcanza para gobernar un país como la Argentina.

El jueves por la noche el ministro presentó la renuncia. Una parte del Gobierno salió a decir que había sido por “motivos estrictamente personales” mientras que, otra facción, intentó instalar la versión de un supuesto hecho de corrupción que la propia Sandra Pettovello le habría confesado al papa Francisco en su visita a Roma. Al poco tiempo se dijo que, en realidad, esa versión la había soltado un empresario. El rumor, sin embargo, se extendió como un reguero de pólvora. Entrada la tarde del viernes ese relato se empezó a deshilachar. Lo primero que habría que preguntarse es: ¿qué habría ganado la ministra de Capital Humano llevando una historia semejante a la Santa Sede? Nada. Además, al menos tres fuentes gubernamentales confirmaron la buena sintonía entre Russo y Pettovello. En el entorno del exministro aseguran que la cartera de Salud ya venía loteada por hombres de Mario Lugones, el nuevo ministro cercano a Santiago Caputo, que había sido contratado al inicio de la gestión como asesor. El margen de acción real del ministro saliente era cada vez más acotado y su permanencia se hacía insostenible. El joven estrella del gobierno libertario ya le tenía el boleto picado y preparaba su desembarco en la cartera. Un detalle no menor: en el off the récord aseguran que, en realidad, Caputo intentó una doble carambola –voltear al ministro y desgastar a Pettovello–. La ministra de Capital Humano es la única –por fuera de Karina Milei y Santiago Caputo– que tiene una relación de amistad y predilección con el Presidente. Eso resulta intolerable para los guardianes del poder. Una frase surgida del entorno de Russo describe la situación a la perfección: “Cuando el organigrama oficial es tan diferente del informal resulta imposible mantenerse en pie”. Más claro, agua. De un lado resisten Guillermo Francos y Sandra Pettovello y del otro, la hermana presidencial y el joven Maravilla. La cintura política del ministro del Interior para mantenerse a salvo es extraordinaria.

Javier Milei debería ordenar esta situación antes que las internas, los celos y las venganzas, terminen por llevarse puesto mucho más que un ministro.




    

domingo, 1 de septiembre de 2024

Sin rivales de peso… @dealgunamanera...

Sin rivales de peso…

Javier Milei vs. Victoria Villarruel. Dibujo: Pablo Temes

El oficialismo casi no tiene oposición y debería dejar ya las internas y ponerse manos a la obra.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 31/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Hay algo que el presidente Javier Milei debería aprender de manera urgente: pelearse con todo el mundo no conduce a nada. La realidad se lo viene demostrando permanentemente. Las derrotas legislativas que sufrió el Gobierno en las últimas semanas fueron la consecuencia de una actitud en la que Milei persiste con una obstinación carente de sentido. Si cree que con su comportamiento ostenta una demostración de fuerza, se equivoca. Tampoco parece muy conducente como estrategia para mantener la cohesión entre los propios. Puede funcionar en un puñado de oportunidades, pero pronto se agota como recurso.

La reunión que mantuvo el viernes con los legisladores de La Libertad Avanza y el PRO parece haber sido una muestra de aprendizaje. La iniciativa la sugirió Mauricio Macri en la larga cena que mantuvo con Milei en la quinta de Olivos. El expresidente aprovechó para quejarse de varias cosas que le vienen molestando: Santiago Caputo, la mala conducción de la Cámara de Diputados, los muchos kirchneristas que aún ocupan cargos en el Gobierno, la operación montada contra él por algunos funcionarios de la SIDE y la nominación de Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia. El menú fue completo.

En el encuentro entre el Presidente y los legisladores en el Salón Balcarce de la Casa Rosada, el tema prioritario fue la necesidad que tiene el oficialismo de evitar que la oposición pueda alcanzar los dos tercios de los votos que se necesitan para revertir el veto presidencial. Si el kirchnerismo lograra neutralizarlo, le infligiría al Gobierno una nueva y dura derrota de consecuencias políticas muy adversas.

Una política patológica

Sin embargo, falta aún un largo devenir para pavimentar un camino en el que la voluntad de acuerdo entre oficialismo y la oposición que le es afín reine por sobre la discordia. Recuérdese que el 9 de julio pasado se firmó en San Miguel de Tucumán el así llamado Acuerdo de Mayo sin que hasta aquí haya habido algún signo claro de traducir ese acuerdo en hechos.

Sobre este asunto se habló en la semana que pasó durante una reunión empresarial, en cuyo transcurso los asistentes –que apoyan los objetivos y el rumbo del Gobierno– expresaron su preocupación por la falta de voluntad por parte del oficialismo para dejar de lado la metodología de la confrontación permanente. En tanto y en cuanto no haya acuerdos políticos de peso entre La Libertad Avanza y los sectores de la oposición que le son afines, las inversiones gigantes que necesita la Argentina para salir de su estancamiento e involución no vendrán. “Si no hay acuerdos, no habrá previsibilidad y, entonces, por más que se levante el cepo, nadie por fuera del sector energético pondrá un dólar acá”, dijo con todas las letras uno de los empresarios importantes que participaron del encuentro. El conflicto como política sostenida recuerda los tiempos del kirchnerismo.

 Los problemas del Gobierno no son solo con los opositores: los hay también internamente. Ello es producto de una falta de conducción de parte del Presidente a la que se le agregan los egos personales y que se exhiben de manera casi obscena. La inentendible y criticable visita a los exmilitares condenados por delitos de lesa humanidad dejó expuesto la existencia de una alarmante incomunicación y ánimo de enfrentamiento entre los legisladores de LLA que es tan asombrosa como inquietante. En realidad lo que se observa hoy día es el resultado de algo cuya génesis estuvo en los inicios de la campaña electoral: el oficialismo no tenía la gente suficiente para ocupar cargos en el poder. Vale la pena hacer un poco de memoria. Una vez ganadas las elecciones, los diputados electos por La Libertad Avanza se quejaban de dos cosas que resultaban sintomáticas. La primera es que no se conocían entre ellos. La segunda es que la mayoría jamás había tenido un contacto más o menos cercano con el líder del espacio ni tampoco con las figuras fuertes del Gobierno. Un rejunte que sirvió para presentar número, pero que hoy está mostrando sus consecuencias. Victoria Villarruel lo había señalado off the record por aquellos tiempos no menos turbulentos: “Somos cuatro gatos locos”, le decía con honestidad brutal a quien se animaba a consultarla.

Karina Milei y Santiago Caputo no digieren que Victoria Villarruel tenga peso político propio.

Hablando de la vicepresidenta –para sumarle más temperatura a esto–, está la ruidosa disputa de poder que protagoniza con el líder libertario. La relación entre ellos es evidentemente tóxica. La ausencia de diálogo y la improvisación son asombrosos. En el entorno de Milei –léase su hermana Karina y Santiago Caputo– no digieren que Villarruel tenga peso político propio. Les guste o no, la vice tiene un número de simpatizantes que no es menor. Con más razón, deberían afinar la estrategia y no dejar cabos sueltos. El castigo no les está dando buenos resultados. “Deberíamos estar con un balde de pochoclo mirando las barbaridades de la causa contra Alberto Fernández, pero, en lugar de eso, nos estamos peleando entre nosotros”, dijo con preocupación un diputado libertario.

Mientras tanto, en el oficialismo siguen disfrutando de una realidad que no les presenta competencia. Juntos por el Cambio ya no existe, el radicalismo no encuentra su propio rumbo, en el PRO intentan ponerse de acuerdo para brindar un apoyo constructivo y el peronismo ha dejado –por el momento– de ser una variable desequilibrante. Tanto es así que en el entorno de uno de los barones del Conurbano señalaron con preocupación la dificultad que la realidad les presenta a la hora de movilizar gente. “Entre los planes, las asignaciones y toda la ayuda social que ahora llega a la gente casi sin intermediarios no tenemos herramientas para la movilización. La gente –por ahora– no se mueve de su casa. Veremos qué ocurre si la economía no se reactiva y siguen desapareciendo las changas”.

En lugar de descansar en esta falta de rivales políticos de peso, el Gobierno debería poner manos a la obra en alcanzar la concordia interna, levantar el cepo y reactivar la economía para evitar males mayores de cara a 2025.



domingo, 25 de agosto de 2024

Una política patológica… @dealgunamanera...

 Una política patológica…

Emblema prolibertario. Dibujo: Pablo Temes

Un gobierno que no tiene mayorías institucionales insulta a quienes deberían darle su voto de apoyo en el Congreso.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 24/08/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Lo que se está viviendo dentro del ámbito del oficialismo y sus afines es definitivamente patológico y, por ende, inentendible. La dinámica de los hechos que se vivieron esta semana va contra la lógica de la política. Cuando un gobierno carece de mayorías institucionales, lo que busca es acumular poder. Para lograrlo, debe interactuar con otras fuerzas partidarias para que alumbren los acuerdos necesarios que le permitan unir fuerzas en pos de alcanzar los números que le posibiliten la aprobación de las leyes que necesita el oficialismo en el poder. Nada de esto está ocurriendo en el actual gobierno.

Veamos lo acontecido esta semana en la política vernácula. Los senadores decidieron aumentarse su sueldo que, entonces, pasa de 7 a 9 millones de pesos. El Presidente criticó fuertemente esta decisión bochornosa que, efectivamente, carece de sensibilidad y sentido común. El número es obsceno. Sin embargo, la vicepresidenta Victoria Villarruel en principio lo convalidó, recibiendo por esto una crítica de Milei a través del vocero presidencial, Manuel Adorni. Sigamos. La vicepresidenta –que siente disgusto por este término y pide que se emplee el de vicepresidente– se tomó venganza y no hizo el menor esfuerzo para evitar la sesión del Senado en la que se trató y se terminó aprobando por dos tercios de los votos la modificación del cálculo de movilidad jubilatoria. No solo eso sino que, además, Victoria Villarruel celebró un comentario despectivo que el jefe del bloque de Unión por la Patria, José Mayans, realizó sobre su compañero de fórmula, a quien, parafraseándola, trató de “jamoncito”.

El desorden casi de conventillo en Diputados ante el rechazo del DNU de la SIDE fue vergonzoso.

Antes de esto, el desorden casi de conventillo, que se vivió en la Cámara de Diputados luego del rechazo al DNU que transfería fondos a la SIDE, fue novelesco y vergonzoso. En la reunión de bloque del oficialismo hubo acusaciones cruzadas, gritos y hasta la presencia del padre de una diputada libertaria que nada tenía que hacer allí. Aires de colegio secundario propios de una estudiantina. Muchos legisladores libertarios no tienen conciencia de la importancia institucional que su rol debería tener. Recuérdese que en tiempos de campaña ya se advertía que La Libertad Avanza no tenía la gente suficiente para ocupar todos los cargos que requería la conducción en el poder. Ahora podemos agregar que hay ejemplos suficientes que muestran que algunos de los que llegaron tampoco tienen la idoneidad para ocupar un cargo o una banca. Simplemente no están a la altura.

Javier Milei y Mauricio Macri cenaron el jueves por la noche en Olivos. Se reunieron en la residencia buscando acercar posiciones y avanzar en la concreción de un frente común entre La Libertad Avanza y el PRO. Todo bien pero –los peros son de gran importancia siempre– después ambos se encargaron de hacer saber sus diferencias. Milei le reprochó al expresidente su oposición al DNU que adjudica 100 mil millones de pesos a la nueva SIDE. “Me dio las explicaciones, la verdad que no me resultaron satisfactorias, siendo alguien que fue jefe de Estado y sabe las necesidades en términos de inteligencia que tiene que enfrentar la Argentina”, dijo –lapidario– en la entrevista que le concedió a Antonio Laje en LN +. No fue el único reproche que le hizo a Macri: los hubo también por su incapacidad para evitar que los senadores de lo que supo ser Juntos por el Cambio aportaran los votos que permitieron la aprobación del proyecto de ley de modificación de la fórmula del cálculo de haberes para los jubilados. Miei ya estaba convencido de que los sinsabores de la semana legislativa no fueron solo un descuido.

Macri, por su parte, no se quedó atrás. Volvió a despotricar contra el entorno de Milei. Repite ante los propios que una cosa son las reuniones mano a mano con el líder libertario –donde todo es cordialidad– y otra muy distinta son los hechos de la realidad. En la mesa chica del PRO y en la cabeza de algunos gobernadores, están convencidos de que el entorno presidencial mete la cola para desairarlos. “Nos toman de boludos”, sentenciaron. Hablar de entorno significa, en este caso, hablar de Santiago Caputo, a quien, para que no queden dudas, el Presidente calificó de inamovible. En verdad, Santiago Caputo es a Milei lo que Marcos Peña fue al expresidente. Además, el “triángulo de hierro” –Karina, alias el jefe, Caputo y Milei– está más aceitado que nunca. Lo que pasa es muy simple: el que manda es Milei, circunstancia que él quiere hacerle sentir a Macri permanentemente. Por eso, más de una vez, el Presidente le dijo al expresidente una cosa y después, en los hechos, sucedió otra.

A esta altura, el expresidente Alberto Fernández está muerto políticamente y perdido civilmente.

No es el único del clan Macri que se queja por esto. El jefe de Gobierno de la Ciudad lo acompaña. Después de las arduas negociaciones que tuvo con Luis Caputo por el reintegro de los fondos, Jorge Macri se ha encontrado con que, hasta ahora, las promesas del ministro de comenzar a restituir los fondos que durante el gobierno de Alberto Fernández le fueron quitados a la Ciudad no se han cumplido.

Hablando de Fernández, la semana volvió a dejar episodios e imágenes de video que prueban el maltrato del expresidente a la ex primera dama. También son variados los ejemplos de la cacería libidinosa que AF montaba desde sus redes sociales para cooptar jóvenes y seducirlas ofreciéndoles cargos en el Estado a cambio de vaya a saber qué. Ya no quedan dudas de la vida oscura que llevaba. Pero, por si esto fuera poco, él la denunció en la Justicia. Le endilga violación de secretos y su difusión. Recurso de último momento para alguien que está muerto políticamente y perdido civilmente.



domingo, 28 de julio de 2024

Todos contra todos. El carro delante del caballo…

Todos contra todos - El carro delante del caballo…

La inflación no para, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes

Una y otra vez los políticos argentinos cometen el mismo error y se dejan llevar por fantasmas, pujas internas y luchas estériles por el poder.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 27/07/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

“No hay plata”, dijo Javier Milei el 10 de diciembre de 2023 en su discurso inaugural en las escalinatas del Congreso de la Nación frente a una multitud que lo aclamaba.

El “No hay plata” se transformó –de inmediato– en un verdadero leitmotiv de la actual administración. Desde entonces, el eslogan viene siendo esgrimido como la causa por la cual algunos organismos del Estado han sido eliminados, muchas obras públicas paralizadas y miles de empleados públicos cesanteados. Por todo esto –y algo más– sorprendió la decisión de cerrar la Agencia Federal de Información para recrear la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) pero con una estructura recargada.

En efecto, de ahora en más el Sistema Nacional de Inteligencia constará de cuatro organismos. A saber: Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), Agencia de Seguridad Nacional (ASN), Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANC) y División de Asuntos Internos (DAI). El aspecto más polémico de esta decisión es el monto asignado para el funcionamiento de esta estructura y el que se haya dispuesto que estos fondos sean reservados. Desde que inició su gestión, Javier Milei decidió incrementar sustancialmente los gastos reservados de la estructura de inteligencia del Estado. Fueron incrementados en 3.194 millones de pesos, lo que representa un 391%.  

La condición de gastos reservados va en contra de los postulados de transparencia que pregona el Gobierno.

El tema de los gastos reservados representa uno de los asuntos más oscuros de estos cuarenta años de democracia. Con estos fondos reservados se ha hecho literalmente cualquier cosa. Es curioso que, siendo el Presidente tan adepto a utilizar la palabra “ensobrado” para intentar la descalificación de la mayoría de los periodistas que lo critican, haya optado por asignar semejante suma para una estructura que ha hecho de los “sobres” el dinero en negro asignado a financiar a personas inescrupulosas que, como tales, fueron verdaderos agentes del delito.

Se debe recordar que, según un informe pericial que ordenó el entonces juez federal Rodolfo Canicoba Corral, durante los dos gobiernos del expresidente Carlos Menem el dinero asignado a la SIDE en calidad de gastos reservados alcanzó la suma de 3.400 millones de pesos. Por si hace falta aclararlo, en ese tiempo del uno a uno ese monto equivalía a 3.400 millones de dólares. Un verdadero dineral.

La condición de gastos reservados va en contra de los postulados de transparencia que pregona el actual gobierno.

Más allá de lo señalado, la creación de esta nueva estructura es una demostración del creciente poder de Santiago Caputo. Sergio Neiffert, el flamante “Señor 5” –tal como se conoce en la jerga política al titular de los organismos de Inteligencia– es un hombre sin ninguna experiencia en el área. Fue tesorero del Consejo Escolar del municipio de Malvinas Argentinas, presidió la empresa New Consud S.A., dedicada a una amplia gama de rubros, y es director suplente de New Francos S.A., compañía consagrada a la construcción y a las operaciones inmobiliarias. Un sinsentido por donde se lo mire.

En materia económica, en el Gobierno no quieren resignarse a que el piso inflacionario quede en torno al 4% mensual. Quienes conocen el pensamiento del ministro Luis Caputo aseguran que se sentiría mucho más cómodo pisando el 2%. Es por eso que el Banco Central comenzó a restringir al máximo la emisión de pesos para acercarse –de manera forzada– al ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial. Si se pudiera superar esa meta, confían en que el FMI podría ayudar con nuevos desembolsos de dólares que el Gobierno necesita para aspirar al levantamiento del cepo cambiario. El final de esa medida distorsiva y retrógrada sigue siendo la condición no escrita para que, de una vez por todas, ingresen las inversiones a nuestro país. Paso a paso.

No son pocos los libertarios que miran con recelo la imagen positiva de la vicepresidenta.

La lucha contra la inflación no está terminada. Pese a la fuerte desaceleración de los índices, aún queda mucho camino por recorrer y agosto no será un mes fácil. Se esperan para los próximos días varios aumentos en distintos rubros como el valor de algunas prepagas, de los alquileres –que podría ser determinante–, de la telefonía celular, del servicio de internet y de los combustibles, lo que podría influir en el costo de los alimentos, el transporte y la mercadería trasladada en camión. El desmantelamiento de los ferrocarriles se siente cada vez más y no hay políticas concretas para restablecer las trazas y mejorar vías y velocidades.

Dos rubros son especialmente sensibles para el Gobierno por su impacto directo en la ya golpeada clase media: las principales empresas de medicina prepaga les comunicaron a sus clientes que aplicarán un nuevo incremento en torno al 4%. Por otra parte, muchos inquilinos quedaron atados a la antigua ley de alquileres y, de acuerdo a la evolución del Índice de Contratos de Locación (ICL), podrían enfrentar aumentos mayores al 200%. El Gobierno necesita imperiosamente sostener su nivel de imagen positiva, que se apoya en la baja del costo de vida y el equilibrio fiscal. No es poco pero no hay hasta el momento mucho más para mostrar. “La gente banca la sinceridad del Presidente y está dispuesta a hacer el sacrificio que demanda la situación, pero sabemos que todo tiene un límite. No podemos aventurarnos lanzando fechas concretas pero lo ideal sería llegar a fin de año con índices de mejora en la actividad económica”, asegura una alta fuente de La Libertad Avanza.

En este contexto, en el oficialismo no pueden darse el lujo de cometer errores y mucho menos dejarse llevar por pujas internas que son estériles. La escalada en el malestar existente entre Milei y Victoria Villarruel no ayuda. La relación está rota y no son pocos los libertarios que miran con recelo la imagen positiva de la vicepresidenta como posible disparador para una aventura política independiente. Integrantes o no de la casta, los políticos argentinos no dejan de cometer el mismo error: poner el carro por delante del caballo y dejarse contaminar por fantasmas y luchas tempranas por el poder.