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domingo, 3 de marzo de 2024

Se abrió una puerta… @dealgunamaneraok...

Se abrió una puerta…

Una sesión ordinaria, bien ordinaria. Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

Un presidente hasta ahora intransigente se mostró dispuesto al diálogo. Descolocó a más de un político.     

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Escrito por Nelson Castro el sábado 02/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.



El discurso de Javier Milei tuvo tres ejes esenciales: el primero consistió en una reseña de la situación que heredó, que incluyó en la enumeración algunos de los casos de corrupción y malversación de fondos públicos que se descubrieron y se corrigieron; en el segundo se explayó sobre las medidas económicas adoptadas en los primeros 80 días de gobierno; y el tercero, la propuesta del Pacto de Mayo con los gobernadores y legisladores. 

Fue un discurso que pudo ser entendido por todos y que llegó a la gente. Claramente, la primera parte fue la más fuerte desde el punto de vista de lo que representa. Hay en desarrollo un nuevo escenario social –que el Presidente comprende muy bien– y que tiene que ver con los privilegios de la dirigencia política, sindical y social. En eso, da en el blanco porque describe un sistema que les ha permitido a prácticamente todos –alguna excepción siempre hay– beneficiarse a través del uso de los dineros públicos. El uso de los pasajes de Aerolíneas Argentinas asignados a legisladores, gobernadores y otros funcionarios para sumar millas y lograr tickets gratis para viajar por el país y el mundo ejemplifica muy bien esta situación escandalosa propia de lo que el Presidente llama la casta. Los nombres concretos que dio potenciaron su discurso. 

No se quedó solo en el peronismo y sus aliados –Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Pablo Moyano, 
Juan Grabois, Máximo Kirchner y Roberto Baradel–, sino que se extendió hasta Gerardo Morales por el repudiable caso de persecución judicial abusiva a quienes osaron retuitear un mensaje que lo molestó. El silencio de la UCR en cualquiera de sus variantes es vergonzoso.

Sin margen de error


Se había fogoneado la idea de un discurso cargado de insultos y furia incontenible. Afortunadamente, nada de eso ocurrió. La exposición fue fuerte y directa. El tono, en cambio, fue agresivo. Es el tono de Milei. Es curioso escuchar la queja de muchos peronistas acerca de esto. 

Olvidan que 
CFK era –es– igual. Si revieran varios de los discursos de inauguración de las sesiones del Congreso que pronunció “la condenada”, observarían que ella hacía lo mismo y le agregaba un tono de maestra ciruela con el que pretendía erigirse en dueña de la verdad. 

Lo más débil del discurso tuvo que ver con las medidas destinadas a paliar la dificilísima situación por la que están atravesando vastos sectores de la sociedad. 

Lo único que hizo el Presidente al respecto fue reconocer esa dificultad y augurar que aún faltan más penurias por venir antes de llegar a la prometida mejoría con la cual se ilusionan él y sus seguidores. Pidió paciencia y se jactó –una vez más– de su legitimidad de origen. Ese caudal de votos en el cual se apoya para hacer equilibrio ante la falta de tropa propia en la arena política. En verdad, nadie debería haberse sorprendido por esa falta de anuncios. No hubo anuncios porque el Gobierno no tiene un menú diferente del que está ofreciendo. La sinceridad es algo que hay que reconocerle. Hasta aquí, la mentira no ha sido parte de la esencia de su gestión. Milei asoma como un hombre honesto, y eso es parte de su capital. 

El así llamado Pacto de Mayo, que en su texto escrito con caligrafía reminiscente de 1810 exhibía una falta de ortografía –en la propuesta 5 se lee “la rediscución” en vez de “rediscusión”, que es lo correcto–, Milei busca reflotar la ley ómnibus que, entre sus puntos, incluye los superpoderes del Presidente. El anuncio de esta iniciativa permitió entender el mensaje críptico que por la mañana el jefe de Estado había lanzado a las redes con la alusión al pasaje del Éxodo 34:1 – 25, “Y Dios dijo a Moisés: alisate dos tablas de piedras como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”. La elección de la ciudad de Córdoba para la firma del pacto no es casual ni se debe a que Connan, el mítico can del Presidente es de Córdoba, sino a que allí es donde obtuvo el mayor porcentaje de votos de su aplastante victoria electoral de noviembre pasado. La iniciativa pone como condición la aprobación de la ley ómnibus, pero, en simultáneo, abre una negociación en busca de acuerdos que encabezarán el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro del Interior, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo.  

El club de la pelea


Esto marca una diferencia de lo que vino ocurriendo hasta ahora en donde nadie sabía a ciencia cierta quiénes eran los negociadores oficiales del Gobierno. Esto permitirá darle a la negociación otrovolumen político. Está claro también que esta apertura a la negociación es producto de una estrategia. Milei tensó la cuerda hasta el máximo con el caso Chubut para abrir esta instancia que comunicó el viernes. Como ya se ha dicho en esta columna, el primer mandatario suele pisar el freno centímetros antes de estrellarse contra la pared. 


La situación actual ha cambiado drásticamente. Ya no se trata de un presidente inflexible, sino de un hombre que, con habilidad, abrió una puerta al diálogo y colocó y descolocó a más de un gobernador. Será difícil para los mandatarios provinciales rechazar esa oferta. Una actitud semejante tendría un costo político muy alto. 

La jugada del 
Gobierno tiene sustento para llegar a buen puerto. Hubo alivio en gran parte del arco político de las provincias y también en los empresarios, que veían con preocupación la intransigencia inicial. “Milei abrió la única puerta que le permitirá avanzar con un plan de gobierno sostenible. Y comprometió a toda la clase política para la realización de esa tarea en este país donde la economía depende siempre de los vaivenes políticos, este nuevo escenario podría traer algo de tranquilidad”, reflexionó un hombre de negocios.

La duda sigue siendo el cuadro que pintará la realidad social. La paciencia de la gente no depende de su buena voluntad. Se trata directamente de las penurias que la clase media y media baja y los más necesitados pueden soportar. Alguien en el Gobierno debería advertirle al Presidente la necesidad de sostener y promover medidas paliativas que le permitan llegar con algo de aire a la tierra prometida. De lo contrario, el camino se tornará peligroso y utópico.
Las cosas no están como para poner al país a caminar por la cornisa.



domingo, 4 de febrero de 2024

De ómnibus a minibús… @dealgunamaneraok...

 De ómnibus a minibús…  

Meter balas en el protocolo, Patricia Bullrich Pueyrredón. Dibujo: Pablo Temes.

Todo lo que ocurrió en los tres días de sesiones en Diputados era previsible. Habrá que seguir negociando. 


© Escrito por Nelson Castro el sábado 03/02/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


“Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” pasó de ser un proyecto de ley ómnibus a ser un proyecto de ley minibus. La sanción en general, por parte de la 
Cámara de Diputados augura nuevos cambios y /o recortes en la votación en particular. Lo evidencia la decisión de postergar el tratamiento de cada uno de sus artículos hasta el próximo martes. 
 
Habrá que seguir negociando. Todo lo que ocurrió a lo largo de los tres días de sesiones en los que se discutió el proyecto era previsible. A decir verdad, lo que hubo en el plenario de la Cámara baja no fue un debate sino una serie de peroratas interminables en la que, en medio de chicanas e invectivas, muchos decían cualquier cosa. Algunos dieron vergüenza. Lo marcó muy bien Miguel Ángel Pichetto que, de lejos, fue el mejor en cuanto a su conocimiento de la mecánica de funcionamiento de la Cámara y de la legislación. 

Fue malo lo del kirchnerismo que, fingiendo demencia, se expresó como si nada tuviera que ver en la catástrofe por la cual atraviesa la Argentina. ¿Podía esperarse otra cosa? Lo primero que deberían haber hecho es pedir disculpas por la horrorosa gestión de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa.    

Milei presidente es la evidencia categórica del fracaso del kirchnerismo.

La pauta de esa realidad por ellos ignorada la tuvo Máximo Kirchner durante la pantomima que protagonizó en la noche del jueves cuando, durante los incidentes entre el grupúsculo de manifestantes que intentaban cortar las calles que enmarcan a la Plaza del Congreso, salió a la calle para hacer no se sabe qué y recibió críticas encendidas por el desastroso gobierno del que fue parte. Milei presidente es la evidencia categórica de ese rotundo fracaso. Por otra parte, los legisladores de Unión por la Patria tanto en Diputados como en la reunión de Comisión del miércoles en el Senado, donde el ahora oficialismo no pudo obtener dictamen para la modificación de la ley de Prevención de Lavado de Activos, se mofaban de lo difícil que le resulta a sus pares de La Libertad Avanza y Unión PRO, alcanzar sus objetivos. Chicanas propias de un grupo de alumnos del colegio secundario.  

Fue –como siempre– malo lo de los partidos de izquierda y los movimientos piqueteros, una mixtura para la cual el gran triunfo era poder cortar la calle. A medida que fueron pasando los días, la cantidad de gente que participó fue disminuyendo de manera apreciable. Ello permitió identificar muy bien a los violentos que se dedicaron a romper baldosas y cordones para agredir a las fuerzas de seguridad. Eran verdaderos provocadores cuyo objetivo era generar un accionar descontrolado de la Policía, la Prefectura, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. La medida de la falta de apoyo a esta metodología, la dio la actitud de los automovilistas de transitar por la zona no bien se despejaba. Como se ha repetido una y mil veces en esta columna, el derecho a protestar y manifestarse contra un gobierno es absolutamente legal y legítimo, y forma parte de la esencia de la vida en democracia. Ese derecho debe ser ejercido con métodos legales. Cortar una calle, una ruta, una vía, no lo es; el vandalismo tampoco. 

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos

Fue malo lo del Gobierno. Creyó que se podía llevar por delante todo y a todos. El 56% de los votos no le da derecho a hacer cualquier cosa. Ese pensamiento es el mismo que tuvo CFK cuando fue reelegida en 2011 con el 54%. 

Hay errores conceptuales profundos en 
Javier Milei y el círculo áulico que lo rodea: uno es considerar que ser fuerte significa que a los que no piensan como ellos hay que agredirlos y tratarlos como enemigos y corruptos; el otro, creer que las únicas ideas buenas son las suyas. Sin embargo, nada de esto los preocupa. Están convencidos de que la magnitud del desprestigio de la dirigencia política es tal que, que es mejor estar lo más lejos posible de ellos.  

El Gobierno ganó el primer tiempo de un partido largo y complejo que aún no está terminado. En gran medida se aprovechó de una oposición absolutamente dividida y fragmentada. Aún así, para lograrlo tuvo que ceder y negociar. Lo que cedió no fue poca cosa: ni más ni menos que el paquete fiscal, que es el corazón del programa económico que lleva adelante 
Luis Caputo. Al día de hoy,  nadie sabe cuándo esto podrá ser tratado.  

En las cercanías del ministro tienen la convicción de que, tarde o temprano, serán los gobernadores los que pidan algunas de las medidas propuestas en el capítulo impositivo eliminado de la ley. Por eso en el Ministerio de Economía se trasunta un clima de optimismo. Hay dos datos positivos que les dan aliento: el aumento de las reservas del Banco Central y una caída del índice de inflación de enero que las consultoras están ubicando alrededor del 20%. La contracara de esto es la recesión que no durará poco tiempo. La caída en la actividad económica arrastra como consecuencia directa la falta de generación de nuevos puestos de trabajo.

La gente está aguantando como puede. Sin embargo, en el Gobierno permanecen inmutables. Aquellos a quienes les toca negociar, tienen algo más de autocrítica. Lo dicen en voz baja porque temen la ira de sus pares de paladar negro, dentro de la Libertad Avanza. Un empresario dio la alerta al describir lo que percibe como contraproducente para la gestión: “Una cosa es mostrar firmeza ejemplificadora y otra muy distinta es echar un ministro a los 60 días de iniciado el Gobierno. Si continúa esa inestabilidad terminará generando dudas respecto a la presencia de interlocutores válidos. Si hablás con alguien pensando que su gestión puede durar lo que canta un gallo, entonces la confianza se rompe”.

Argentina intenta ponerse de pie; pero deberá recorrer un largo camino a prueba y error con un gobierno que transita los vaivenes del aprendizaje constante.



   

domingo, 12 de noviembre de 2023

Operación corrupta y berreta... @dealgunamaneraok...

Operación corrupta y berreta...


Huyamos hacia la derecha. Dibujo: Pablo Temes 

Es un auténtico Watergate, fruto de una investigación judicial detallada que ha provocado un revuelo fenomenal en UxP.

“Vamos a terminar con los sótanos de la democracia¨, fue una de las recordadas frases de Alberto Fernández en los albores de su presidencia. Como tantas otras frases dichas por un hombre que, como pocos, desnudó su pusilanimidad no bien llegó al poder, todo quedó en vanas promesas que la realidad ha desmentido de manera brutal en estas horas con el resonante caso del espionaje organizado por personeros del poder y con utilización de fondos públicos. 


Este hecho, un verdadero Watergate que descubierto por una investigación judicial abundante en detalles que dejó expuesta una operatoria corrupta y berreta. Todo dentro del kirchnerismo es así y, si algo le faltaba al kirchnerismo para quedar expuesto en todo su fracaso y en toda su mentira, es esto. No es que sorprenda. Es la esencia de la concepción antirrepublicana que movió siempre a Néstor Kirchner y que compartió su esposa y heredó su hijo. Son abundantes los testimonios que narran la compulsión que tenía el ex-presidente para sentarse en el final del día a escuchar las grabaciones ilegales de las conversaciones privadas tanto de sus acólitos y de sus adversarios que le proveían “los servicios”. A los unos para conocer sus traiciones, y a los otros, sus debilidades. 


En ambos casos, la finalidad era la misma: someterlos a la extorsión. Es allí donde tiene su génesis el escándalo político de baja estofa al que estamos asistiendo en estos días. Claro que no son prácticas exclusivas del kirchnerismo: también las hubo en el macrismo. 


La gran diferencia de este caso es que el objetivo principal fue la Corte Suprema de Justicia. Esto responde a la necesidad de una sola persona: Cristina Fernández de Kirchner.

Debe siempre recordarse que, el motivo principalísimo por el cual batalló la expresidenta en funciones durante los cuatro años de este catastrófico gobierno, fue lograr la impunidad en las diversas causas que enfrenta por el delito de corrupción en sus diversas formas. ¨El principal problema que tiene Cristina en su contra en todos estos casos es el peso abrumador de las evidencias¨, suele señalar una voz que conoce al dedillo todo lo que sucede en el ámbito de los tribunales federales de la avenida Comodoro Py al 2000. Frente a esa realidad, la única alternativa que le quedó a CFK fue la de perseguir a los jueces a fin de presionarlos, amedrentarlos y vilipendiarlos. En ese afán investido de un creciente desasosiego motivado por el paso del tiempo y el temor a la pérdida de poder, el último y desesperado recurso fue el proyecto de juicio político a la Corte. Fruto de ese desasosiego, los operadores de la vicepresidenta y de su hijo Máximo cometieron dos errores garrafales: se metieron nada menos que con la Corte y lo hicieron con operadores de cuarta categoría. Hay un dicho que circula en los ámbitos de los servicios de inteligencia que dice así: “Para hacer lo peor, hay que hacerlo con los mejores”. Ni el expolicía retirado Ariel Zanchetta, ni Fabián “Conu” Rodríguez, número dos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), exdirector de la agencia oficial de noticias –y operaciones de prensa Télam y exfuncionario del gobierno de Axel Kicillof–, ni Rodolfo Tahilade, diputado nacional, integrante de la Comisión de Juicio. 


Político, exdirector de Contrainteligencia de la AFI durante la mala gestión de Oscar Parrili, pueden ser considerados como “mejores” en nada. Muy por el contrario, todo lo que emana de sus afiebradas mentes tiene el sello de lo definitivamente berreta. 

El escándalo por el espionaje responde a la necesidad de una sola persona: Cristina Kirchner.


El presidente de la Corte, Horacio Rosatti, es un hombre del peronismo que conoce muy bien a la familia Kirchner. Los conoce desde los tiempos de las sesiones de la Comisión Constituyente que sesionó durante tres meses a partir del 25 de mayo de 1994 en la ciudad de Santa Fe y que estuvo a cargo de la redacción de la Constitución de 1994. 


La vicepresidenta, su esposo y el ministro de la Corte fueron miembros de la Comisión, y todos los que fueron protagonistas y testigos de esas sesiones recuerdan la intrascendencia de Néstor Kirchner y la verborragia muchas veces vacua de su esposa, algo propio de abogados mediocres. Por si esto fuese poco, Rosatti fue ministro de Justicia del gobierno del Dr. Kirchner. Fue nombrado en julio de 2004, reemplazando a Gustavo Béliz. Duró en el cargo un año, al cabo del cual presentó su dimisión argumentando “razones personales”. Todos los que sabían lo que en verdad había sucedido tenían un cabal conocimiento de que la razón de esa renuncia tuvo que ver con un desacuerdo con el modo de manejo del dinero de la obra pública que hacía el secretario de Obra Pública, José López. El caso concreto que motivó ese desacuerdo fue una licitación para la construcción de cárceles que Rosatti se negó a convalidar al advertir los sobreprecios que se habían presupuestado.  


Es decir: el presidente de la Corte conoce las mañas, las trampas, las mentiras y la corrupción del kirchnerismo. Lo constató una vez más cuando, ante el comienzo del juicio político a él y los otros miembros del cuerpo, advirtió, a partir del descubrimiento de cuentas de celulares falsas que figuraban a su nombre y de otros de sus colegas, que toda la acusación estaba montada sobre pruebas ilegalmente obtenidas. Fue entonces cuando actuó. Hubo un fiscal de indiscutible probidad y decisión, Gerardo Pollicita, que con rapidez y sagacidad pudo llegar a investigar esta red de espionaje que conducen CFK y su hijo Máximo.  


El revuelo que esto está produciendo dentro del peronismo a una semana de la elección es fenomenal. 


Las broncas contra Máximo Kirchner se multiplican. El panorama electoral de repente se ha complicado. 


Al núcleo duro del kirchnerismo y a una parte importante de la sociedad estos temas no les mueven la aguja. Pero a un porcentaje alto de los ciudadanos que votaron por Patricia Bullrich, sí. Para el votante de No Tan Juntos por el Cambio, la corrupción y el espionaje son temas sensibles que están en su radar político.  


Sergio Massa, que no bien conocido el caso de Julio “Chocolate” Rigau y el yategate que comprometen seriamente a Martín Insaurralde, salió a pedir que lo echen, no ha tenido la misma premura para exigir y/o decretar la renuncia de Fabián “Conu” Rodríguez, que con fondos públicos pagó varias de las operaciones berretas de Zanchetta. Para quienes no lo sepan, Rodríguez responde directamente a Máximo Kirchner. 


Y Rodolfo Tahilade, a Cristina Fernández de Kirchner. ¿hace falta agregar algo más?.



   






domingo, 25 de junio de 2023

Un tembladeral… @dealgunamaneraok...

 Un tembladeral…


Súpersergio: Dibujo: Pablo Temes.

La coalición oficialista va a las urnas con una fórmula sin kirchnerismo.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 24/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Todo lo que se había anunciado ya no será y aquello que parecía imposible se convirtió en realidad. La definición del binomio de unidad para las presidenciales del oficialismo dejó un tembladeral de heridos dentro de Unión por la Patria.

No va más. Cristina Fernández, su hijo Máximo y La Cámpora en su conjunto son los grandes perdedores. La coalición oficialista va a las elecciones con una fórmula sin kirchnerismo. No se trata de una mera derrota en el armado electoral; lo que ocurrió tiene un sabor amargo para el kirchnerismo que anuncia un cambio en la tendencia histórica: Cristina Fernández ha perdido poder.

Si el “qué” resulta novedoso, el “cómo” termina describiendo un final anunciado aún más contundente. El poder de los gobernadores peronistas representados en las últimas horas de las negociaciones por Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja; Gerardo Zamora, Santiago del Estero; y Raúl Jalil, mandamás de Catamarca, se hizo sentir con fuerza para evitar la catástrofe electoral que ponía en peligro la territorialidad de todo el conjunto. Los intendentes del peronismo hicieron lo propio, nadie quería suicidarse con una fórmula que solo representaba la tozudez de la vicepresidenta y los suyos. No estaban dispuestos a “morir con las botas puestas”.

Massa es el gran ganador en esta pulseada. Estocada mortal para la ideología kirchnerista

La mañana del viernes, el terremoto político desatado por los jefes territoriales sacudió al kirchnerismo duro y puso en jaque a la fórmula Wado De Pedro/Juan Manzur que terminaron incendiados ante propios y ajenos. La política es ingrata pero la mala política es, además, cruel. La mentira y el egoísmo fueron las últimas cartas de la vicepresidenta antes del cierre de listas. Es hora de salir a recoger los platos rotos y hacer control de daños. La conformación final de las listas definirá lo que les haya quedado –como consuelo– a los K puros en los casilleros de diputados y senadores, más algún acuerdo poco probable en los puestos ejecutivos de un eventual gobierno masista. Ya no importa que esos lugares sean el refugio para los dirigentes de La Cámpora y otros acólitos de CFK. Al cierre de esta columna seguían las negociaciones para definir esos lugares.

¿Fue Alberto Fernández el verdugo final de su mentora? Sería un título demasiado grande para quien no ha podido demostrar en la gestión capacidad alguna de liderazgo. Pero hay que reconocerle que, como en sus viejos tiempos de operador político, estuvo en el momento justo en el lugar indicado, para colocar en la fórmula a Agustín Rossi, un moderado que parecía haberse esfumado días atrás. “Alberto hizo lo que tenía que hacer, una vez que no había lugar para seguir militando las PASO, se negó a aceptar una fórmula que hubiera sido una catástrofe. Negoció con los gobernadores, se encargó de desarmar la candidatura de Scioli y le puso un poco más de lógica al caos general”, describió un hombre cercano al Presidente.

Rejuntes electorales

Massa se erigió como el gran ganador en esta pulseada. Una estocada mortal para la ideología kirchnerista. El hombre encargado de negociar con el FMI y otros cucos indigeribles para la mitología K será la cabeza de la fórmula de la coalición gobernante. Otra contradicción que deja muy mal parado al relato que han sostenido durante más de veinte años.

Desde el Instituto Patria se apuraron a decir que “no se sienten derrotados” y que lo que han aceptado es “un acuerdo para salvaguardar la unidad y la institucionalidad”. Una perorata muy similar a la explicación que se publicó en la cuenta de Twitter de Unión por la Patria, para comunicar semejante volantazo. Dicho sea de paso, una cuenta institucional, que representa a los “nombres viejos” con un “nombre nuevo” pero sin ningún nombre propio. Una pieza de colección.

Sergio Massa continuará al frente de Economía hasta las PASO. El desgaste de una contienda presidencial le impedirá cualquier otra actividad. Con algo de malicia pero bastante de razón, un oficialista que lo conoce muy bien dijo sarcásticamente: “Sergio ya no daba más, llegó con lo justo al frente del ministerio. La máquina de humo ya no tiene nada más para dar”. Aun así hay que reconocerle al hombre de Tigre su habilidad para sobrevivir e imponerse. Ahora deberá demostrar hasta dónde puede llegar. Pero, sin dudas, la nueva fórmula le imprime mayor competitividad a la campaña.

Personalismo y descontrol

Entre las caras de la derrota no solo el ministro del Interior ha quedado expuesto al ridículo. En el espacio de Daniel Scioli todo era desilusión. El exgobernador bonaerense había confirmado su candidatura 24 horas antes de su abrupto final junto a la precandidata a gobernadora Victoria Tolosa Paz. Una aventura político-electoral demasiado corta. Juan Grabois había bajado su candidatura por la designación de Wado De Pedro. Estaba furioso y terminó anunciando que se presentará en las PASO.

En la oposición la pulseada por los lugares y cargos tampoco se venía resolviendo con racionalidad. Ayer por la tarde continuaban los tironeos y las negociaciones de último momento. Nunca antes se había visto una pelea por el poder tan descarnada y pornográfica. Los que prometen sacar la Argentina adelante se han comportado con un nivel alarmante de egoísmo y falta de empatía por la situación y los problemas reales de la gente. Los candidatos de la oposición se han encargado de resaltar que, en política, no son todos iguales y no todo da lo mismo.

A juzgar por el papelón que vienen haciendo públicamente y a cara descubierta en los últimos meses,  cualquiera podría pensar que “no son todos iguales” pero se parecen bastante.



   

domingo, 18 de junio de 2023

Rejuntes electorales… @dealgunamaneraok...

 Rejuntes electorales…


‘‘Cambio, cambio, juntos por el verde”. Dibujo: Pablo Temes

El armado de las listas tensará al máximo cada una de las coaliciones.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 17/06/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.   

Hay que reconocerlo: pocos, han hecho tanto para destruir al kirchnerismo como Alberto Fernández. El fracaso de su gestión, que lo coloca al peronismo al borde de la peor elección de la historia, sus gustos y actitudes personales, su decisión de mantener las PASO y el acuerdo con el FMI, y un largo etcétera que incluye a los funcionarios que no funcionan, terminaron por dinamitar los pocos puentes sólidos que unieron al Presidente con la vicepresidenta. Hoy ya se sabe –porque lo contó la misma Cristina Fernández de Kirchner– que las desavenencias entre los dos comenzaron durante la campaña electoral de 2019.El cierre de las alianzas electorales acaecido en la noche del miércoles dejó a la vista de todos, el nivel de enojo supino del kirchnerismo con el Dr. Fernández, por lo expresado por la Dra. Fernández de Kirchner y su hijo Máximo. Hasta antes de este episodio, CFK le temía a una derrota en la elección de octubre. A partir del miércoles pasado, a ese temor se le agregó otro: el de perder el dominio absoluto del peronismo. Por eso, en la desesperación afloró un intento de ultimísimo momento: la alteración de los pisos porcentuales a partir de los cuales los opositores internos podrían colocar sus candidatos en las listas definitivas. Esta trampa la descubrieron los acólitos de Daniel Scioli en las primeras horas de la tarde del viernes y afecta a las listas en la provincia de Buenos Aires, el bastión clave a defender a capa y espada por CFK y sus secuaces.

Personalismo y descontrol

Es francamente paradojal lo que está sucediendo con el embajador argentino en Brasil. En 2015 fue él, quien se benefició de la determinación adoptada por CFK de nombrarlo a dedo como el candidato presidencial, dejando en el camino al entonces ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo al que, a cambio, le ofreció la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Hay que recordar que, en un gesto de dignidad poco común, Randazzo rechazó esa propuesta indecente. Hoy le toca a Scioli beber esa amarga medicina.

La posibilidad de que Axel Kicillof sea conminado a aceptar la candidatura presidencial está latente. El gobernador de la provincia de Buenos Aires ya avisó a sus laderos que hará lo que la jefa le pida.

Sin embargo, el daño colateral de una jugada de estas características podría ser demasiado alto: perder la provincia donde mejor mide que, a su vez, sería el refugio para la tropa propia.

Prioridades invertidas

Tiempo de sirenas. Faltan casi dos meses para la celebración de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y pasaron apenas cuatro días luego de la presentación definitiva de las alianzas que competirán en el proceso electoral. El cierre de listas y la presentación de todos los candidatos será el 24 de junio, según el calendario electoral. El problema no son las fechas. Las fricciones y los personalismos están a la orden del día, tanto en el oficialismo, tal cual lo hemos narrado, como en la oposición.

La interna en el PRO continúa al rojo vivo a pesar del acercamiento forzoso y las conversaciones que mantuvieron la exministra Patricia Bullrich y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Ambos pujan por convertirse en la opción definitiva y arrastran en su pelea a todo Juntos por el Cambio. “Horacio siempre conservará su vocación de sumar aliados a la coalición, es el camino que eligió y es su forma de encarar este desafío. Además, hay en él una concepción política de trascender las divisiones y superar la grieta. Un país dividido es una bomba de tiempo para todos” –aseguran cerca del jefe de Gobierno. Su alianza con Martín Lousteau para la Ciudad le asegura la adhesión de otro sector del radicalismo (además del identificado con el gobernador de Jujuy Gerardo Morales) y es un factor de presión hacia Jorge Macri que quiere cruzar la General Paz para sucederlo, apadrinado por el expresidente Mauricio Macri y la propia Bullrich.

Todos a la intemperie

Asimismo, en el campamento de la exministra de Seguridad sostienen que “hay sumas que restan” y mantienen la idea de limitar las alianzas a los perfiles que acrediten coincidencias pragmáticas, pero fundamentalmente ideológicas. El bullrichismo avanza en un acuerdo con la UCR bonaerense. En términos de cargos, su titular, Maximiliano Abad, podría transformarse en el compañero de fórmula de la presidenta del PRO. En rigor de verdad –aseguran fuentes al tanto de las negociaciones– existe la necesidad de generar un buen acuerdo para que HRL no se quede con la mayor parte del radicalismo jugando a su favor.

El problema principal, es que la contienda escaló tanto, que los conflictos terminaron dirimiéndose públicamente en la tapa de los diarios y aún falta un tramo tan desgastante como la conformación de las listas. Es en esta etapa donde la pulseada se tensará al máximo en cada una de las coaliciones. Si no prima la cordura, será muy difícil el día después. Si el 25 de junio nos devolviera la imagen de una ambulancia asistiendo a los heridos, nada bueno podría esperarse de un futuro gobierno de unidad.

La experiencia nos enseñó que los rejuntes electorales, son un padecimiento que, inexorablemente, termina perjudicando a todos.