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domingo, 21 de julio de 2024

Sin Disenso. El castigo a los infieles… @dealgunamanera...

Sin Disenso. El castigo a los infieles…

Cero en templanza, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes

En la semana se sumaron nuevos nombres a la larga lista de enemigos a los que el Gobierno aplica su rigor y despide.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 20/07/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La economía sigue sin despegar. La rama ascendente de la V pronosticada por el Gobierno aún no se ve. La caída de la actividad sigue siendo fuerte. La Unión Industrial Argentina (UIA), que, por si hace falta recordarlo, se identifica con la ideas encarnadas por La Libertad Avanza, lo expresó con un documento cuidado –para no enojar al poder– pero indubitable en su significado crítico. Más allá de algunos de los intentos del oficialismo de minimizar esto, lo cierto es que hay preocupación entre sus funcionarios, lo que obliga al ministro de Economía, Luis Caputo, a adoptar medidas que son contrarias a su línea de pensamiento.

Veamos. Después de unos días en los que tanto el Presidente como el ministro se la pasaron diciendo que la disparada del dólar blue no les generaba ninguna preocupación, su impacto negativo hizo que tuvieran que actuar. He aquí, pues, una contradicción: la mano invisible del mercado fue frenada por la mano visible del Estado. Es que la brecha entre el blue y el oficial genera problemas a cualquier administración.

Aun así, los resultados no fueron los buscados. La baja del dólar no alcanzó el nivel deseado y, para colmo, esta contradicción incidió de manera negativa en el valor de los papeles de las empresas argentinas en Wall Street y produjo un aumento del riesgo país. Ante esto, Luis Caputo movió las fichas y decidió avanzar vía Banco Central con la recompra de una cifra cercana al 80% de los PUTS que estaban en poder de los bancos. Una maniobra en la que, luego de ser presionadas por el Gobierno, las entidades aceptaron participar de la operación en un nivel que fue importante y, obviamente, satisfactorio para la Casa Rosada. Así, pues, se dio un paso adelante en la tarea de desactivar uno de los focos claves con el objetivo de frenar la emisión monetaria, que es una de las causas principales que ejercen presión sobre el valor del dólar. No solo esto, la medida representa un paso determinante para el levantamiento del cepo, algo que se hace cada vez más necesario para destrabar la economía y hacer posible la llegada de las tan anheladas inversiones por parte de algunos de los grupos con cuyos mandamás el Presidente se ha venido reuniendo  en sus viajes al extranjero, principalmente a los Estados Unidos.

Ante la disparada del dólar blue, la mano invisible del mercado fue frenada por la muy visible del Estado.

Otro golpe de timón drástico –y poco creíble– se vivió en los últimos días con la intención de resucitar el peso que había sido enterrado por el Gobierno meses atrás. “Esa basura no sirve ni para abono” o “el peso argentino no puede valer ni excremento” fueron algunas de las expresiones más suaves que, en tiempos de campaña, y también como presidente, se le escuchó despotricar a Javier Milei. Sin embargo, Toto Caputo dijo esta semana sin ponerse colorado: “El peso será la moneda fuerte”, al tiempo que recomendó no comprar dólares porque sería “una mala inversión”. Tanta sorpresa causaron sus dichos que 24 horas más tarde tuvo que salir a aclararlos. “En competencia de monedas, la moneda fuerte será el peso” y aseguró que, con el correr del tiempo, va a haber cada vez menos pesos porque no se emitirán más por ninguna razón. La necesidad tiene cara de hereje; hay que frenar al dólar y achicar la brecha cambiaría.

La abrupta salida del empresario textil Teddy Karagozian como asesor del Gobierno sacudió el tablero y se sumó a la ola de despidos. Dentro del Gobierno hay quienes lo tildaban de “acomodaticio” por su buena sintonía con el kirchnerismo en el poder. No es el único. El exfuncionario metió el dedo en la llaga cuando habló de recesión y del atraso del dólar. Ahora pasó a formar parte de la larga lista de enemigos del Presidente en una semana en la que también perdió su cargo –de manera infantil– Julio Garro, ex intendente de La Plata y hombre del PRO. A los empresarios no les hace ninguna gracia esta política de mano dura con “los infieles”. En voz baja sostienen que “la cantidad de funcionarios que volaron por el aire –52 en 7 meses– genera desconfianza ya que nadie sabe si sus interlocutores tienen el puesto asegurado”. No se pueden construir vínculos de cooperación política en medio de un terremoto constante.

Milei debería recordar que aplomo, corrección y buenos modales son atributos importantes de un buen presidente.

Hablando del equipo amarillo, la ruptura y la desazón luego del enfrentamiento Macri-Bullrich es total. En lo que queda del PRO, no hacen pie. Por eso se elevaron los rumores de reaparición pública del expresidente Macri. Prepara munición gruesa para cuestionar al Gobierno e intentar marcarle la cancha. Por eso enviaron al presidente de la Asamblea del PRO, Martín Yeza, a cuestionar a la ministra de Seguridad, a quien tildó de “desagradecida” e “ingrata”. Una cosa es cierta y hay que reconocerle a Javier Milei; aun en momentos de orfandad de poder –al inicio de su gestión– aguantó estoicamente los intentos de Macri para sitiarle el Gobierno con funcionarios propios. Hoy el presente le da la razón y le permite descansar en un tablero político vacío de líderes opositores de peso. Nadie en la actualidad es capaz de hacerle sombra al Presidente.

Esa comodidad lo induce a cometer errores. En la entrevista que le concedió a Alejandro Fantino vía streaming por Neura, se lo vio desatado –una vez más– y repartiendo insultos para todos, en especial al círculo rojo y, puntualmente, contra Jorge Brito del Banco Macro. También se mostró en desacuerdo con Victoria Villarruel pero buscó bajarle el tono a la interna. Primero echa nafta al fuego y luego se calza el disfraz de bombero. La vicepresidenta, para defender al futbolista Enzo Fernández de las críticas por la canción con contenido racista que varios jugadores entonaron luego de obtener la Copa América, trató al Estado francés de “país colonialista”. Karina Milei tuvo que pedir disculpas en la embajada francesa e inmediatamente se activó el modus operandi del señalamiento público. En lugar de conversar con Villarruel en forma privada y saldar las diferencias, salieron a lavar los trapitos al sol marcándole la cancha delante de todo el mundo. Esa forma de escarmiento recuerda mucho al kirchnerismo.

Javier Milei debería recordar que el aplomo, la corrección y los buenos modales son atributos importantes de todo buen presidente.



   

domingo, 19 de mayo de 2024

Ajuste que no cesa. Halcones versus palomas… @dealgunamanera...

Ajuste que no cesa. Halcones versus palomas…

Estados alterados, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

La batalla diaria que libran los distintos sectores internos del Gobierno y provoca un microclima que envuelve al presidente Javier Milei.

© Escrito por Nelson Castro el 18/05/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


En el momento de cerrar esta columna nadie sabe a ciencia cierta si habrá Pacto de Mayo o de qué mes. Más bien, todo lo contrario. Tampoco está claro en qué consistirá ese pacto y cuál será su texto definitivo. Lo que sí está claro es que el 25 de Mayo transcurrirá sin la aprobación del proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”. Lo que tampoco nadie sabe es qué contendrá finalmente la vapuleada ley.

El proceso de discusión y análisis del proyecto con media sanción que se viene desarrollando en las comisiones del Senado, desnuda no sólo la ausencia de Poder Legislativo del oficialismo, sino también la impericia de sus funcionarios y la falta de conducción de esa complicada negociación. Una cosa es el desprecio por “la casta” y la necesidad de alejarse de todo comportamiento, vinculado a la vieja política, otra muy distinta es desconocer los vericuetos y complejidades del sistema que se pretende desmantelar. Sin ese termómetro fino, las posibilidades de cambio se tornan remotas.

La decisión de apartar a 
Victoria Villarruel de toda participación en esa rosca intrincada y las presencias por los salones del Senado de Karina Milei y su entorno, no han dado hasta aquí los resultados positivos, con los que se ilusionó el Gobierno. Es parte de la irrealidad que se vive en el círculo áulico del Presidente. De hecho, la secretaria general de la Presidencia, conocida como “el jefe”, se rodeó rápidamente de asesores que conoció en los últimos años. Esos vínculos se forjaron –incluso–, con desconocidos que trabajaban en el búnker de campaña en el Hotel Libertador.

Casi como una cuestión de piel, la vara que habilita sus relaciones personales y políticas, no está apalancada en la trayectoria o en el profesionalismo, sino en un componente mucho más visceral. “Si le caés bien de arranque, estás adentro. Después tenés que ir validando el vínculo con demostraciones de lealtad absoluta, de lo contrario, caés rápidamente en desgracia” –aseguró un hombre de su entorno, que la conoce a la perfección.

Mientras tanto, el kirchnerismo busca con denuedo sacar provecho de esta circunstancia, en su perseverante intento de tirar abajo el proyecto de ley. Las torpezas de La Libertad Avanza le dan pasto. Los K más rancios ya festejan por anticipado. “Le volteamos el Pacto de Mayo. Creyeron que se podían llevar a toda la clase política por delante y ahora están pagando las consecuencias.

Cristina tenía el ímpetu y la fortaleza para arrasar con todo, pero siempre, sobre la base de su experiencia y su aplomo político. La jefa tenía y tiene otra talla. El libertario no le llega ni a los talones” –aseguran voces que frecuentaban el Instituto Patria.



   

domingo, 12 de mayo de 2024

Nada cambió. El Ferrocidio sigue ahí… @dealgunamanera...

Nada cambió. El Ferrocidio sigue ahí…

Bienvenidos al tren, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes

Tras el accidente de Palermo, es obvio que nadie sabe a ciencia cierta cuál es el nivel de acción de los organismos de control del Estado.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 12/05/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

La tragedia estuvo a punto de enseñorearse otra vez en el atribulado devenir de la Argentina. De milagro no se produjeron víctimas fatales, luego del tremendo choque de trenes ocurrido en la media mañana del viernes pasado en las vías del Ferrocarril San Martín a la altura del puente que cruza la avenida Figueroa Alcorta. Víctimas fatales es un eufemismo que se usa para evitar hablar de muertos. La baja velocidad a la que iba el tren de pasajeros que embistió a “La Liviana” –nombre con que se denomina en la jerga ferroviaria a la formación compuesta por una locomotora y un furgón que estaba reparando un tramo de la vía, que viene desde la estación de Retiro– hizo que sólo hubiera heridos y politraumatizados. 

El recuerdo de la Tragedia de Once, sucedida el 22 de febrero de 2012 a las 8.36 de la mañana, fue y es inevitable. Es menester recordar que allí la historia terminó de la peor manera ya que perdieron la vida 51 personas. Falta de mantenimiento, ausencia de controles, obsolescencia del material rodante y corrupción fueron las causas que llevaron a ese desenlace. Fueron la crónica de una tragedia anunciada. Pasaron 12 años, dos meses y 20 días de aquella jornada lúgubre, y, como se ve, nada ha cambiado. Todo sigue igual lo que, en los hechos significa peor.

Desde el nefasto momento en que el expresidente Carlos Menem junto a su ministro de Economía, Domingo Cavallo, hicieron aquel anuncio –lamentable y erróneamente celebrado por muchos–, que postulaba  “ramal que para, ramal que cierra”, se ha vivido un deterioro imparable de gran parte de la vasta red ferroviaria de nuestro país. Se cerraron más de seiscientas estaciones sólo en la provincia de Buenos Aires, hiriendo de muerte a pueblos enteros que quedaron incomunicados y fueron condenados al abandono y la desaparición. Aquel hecho fue el pasaporte que dio paso a ese verdadero disparate. La red ferroviaria debió haber sido cuidada como un verdadero tesoro. 

Hoy en día, los países que marchan a la cabeza del desarrollo privilegian al tren como un medio de transporte altamente seguro y amigable para el medio ambiente. Recuperar lo que se perdió es lisa y llanamente imposible. Hace ya cinco años un informe de la Asociación Latinoamericana de Ferrocarriles determinó que el transporte en camión es dos veces más caro. En Argentina sólo el 5% de la carga comercial se transporta por vía ferroviaria. Esos números se mantienen inalterables. ¿Cómo se explica semejante atraso con cálculos tan elocuentes? Aquí calza perfecto la figura y el imperio que el sindicalista de camioneros Hugo Moyano supo construir al calor y con la complicidad del poder.

El clan Moyano y el grupo de obsecuentes y patoteros que lo rodea ha servido como fuerza de choque y contención de varios de los gobiernos peronistas. Los Moyano son uno o varios grupos empresariales, beneficiados por el poder de turno. Representan la figura perfecta del sindicalista empresario que se posiciona de ambos lados del mostrador. Compañías de servicios de salud, empresas de construcción, negocios en el fútbol, son sólo una muestra de su imperio. Basta con una pregunta para correr el velo al entramado de negocios sucios y poder: ¿Quiénes son los clientes de estas empresas? La respuesta es muy sencilla: la obra social de Camioneros, el sindicato de Camioneros, la Federación de Camioneros, la mutual de Camioneros, el Club de Fútbol Camioneros y el Club Independiente (durante el lapso en que Moyano fue presidente de esa institución cuyo final fue vergonzoso. 

En la actualidad el conspicuo integrante de la casta sindical conserva suficiente poder para imponerse con sus caprichos y decisiones. El mejor ejemplo fue la reforma laboral que no pudo ser convertida en ley tal cual estaba pensada. Efectivamente el corazón de la reforma laboral se fue a la basura. Los sindicatos festejaron la continuidad de los aportes solidarios que cada trabajador debe hacer a su gremio aunque no esté afiliado. Lo mismo ocurrió con la ausencia de sanciones a los bloqueos empresariales, una práctica llevada adelante por la patota de Camioneros en reiteradas oportunidades. Entre otras cosas, la llamada caja sindical ha quedado intacta. Ésta es una descripción de una pequeña parte de la realidad que estanca el crecimiento y la prosperidad de la Argentina como Nación. El final de los trenes que se inició con la soberbia de un expresidente, siguió adelante con la complicidad de los que lo sucedieron en el poder.

El robo de cables y los déficits de mantenimiento del Ferrocarril San Martín –y seguramente de las otras líneas– viene siendo denunciado desde mediados del año pasado. El tema del robo de cables en particular, habla de la degradación social que se vive desde hace ya demasiados años en nuestro país. El riesgo de morir electrocutado en el intento es un ejemplo de la inconsciencia y la marginalidad de quienes cometen tamaño vandalismo. Tan solo queda imaginar la desesperada situación y la falta de apego a la vida de quienes se embarcan en esa locura. Circula en las redes un video de un trabajador ferroviario que, en julio del año pasado, lo explicó y denunció con todas las letras. Sin embargo, durante el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, nada se hizo, tanto para evitar esto como para subsanar sus consecuencias. Nada parece haberse hecho tampoco en este gobierno para enmendar esta realidad.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el nivel de acción y/o eficacia de los organismos de control del Estado. Se recuerda siempre que, en los meses previos a la Tragedia de Once, la Auditoría General de la Nación había emitido un informe donde alertaba sobre la posibilidad de accidentes graves en el Ferrocarril Sarmiento, al que nadie prestó atención. Nada parece mostrar que en el presente las cosas sean diferentes. Asistimos impávidos a lo que Juan Carlos Sena describió a la perfección en su libro como: “El Ferrocidio”.



domingo, 17 de marzo de 2024

Tiempos turbulentos… @dealgunamaneraok...

 Tiempos turbulentos…

Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes.

Nadie se salva en una Argentina que intenta salir adelante, mientras es víctima de sus propios males.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 16/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El Gobierno sufrió su segunda derrota legislativa en poco más de un mes. La primera vez sucedió cuando decidió retirar el proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Liberación de los Argentinos” –algo desprolijo y pocas veces visto en la vida parlamentaria–, la segunda, el jueves pasado, cuando el Senado rechazó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del 17 de diciembre. En el caso del DNU, además, despuntó una situación de crisis entre el Presidente y la vicepresidenta. El enojo de Milei contra Victoria Villarruel se hizo público, no bien se confirmó la convocatoria a la sesión de la Cámara Alta. “La relación entre los dos, está rota desde hace tiempo”, señalan varias voces desde las entrañas del oficialismo. El epíteto más liviano que se escuchaba por los pasillos del poder contra la vice en esas horas de enojo incontenible, de Milei y de su entorno, era el de “traidora”. En las redes, los trolls del mileísmo se expresaban con una agresividad mucho mayor. Los pocos que, con algo de sentido común, consideraban que había hecho lo correcto, lo decían en voz baja para no caer en la lista negra. “Hizo lo que tenía que hacer, pero por favor, no me nombres” –se atajó un funcionario.    

Villarruel le había advertido a Milei que el Gobierno se encaminaba a sufrir una derrota contundente en el Senado.  También le advirtió que no tenía mucho margen de maniobra para postergar indefinidamente el tratamiento del DNU. El kirchnerismo tiene el dominio numérico de la Cámara Alta, por lo que, con la colaboración de algunos otros opositores, hubiera logrado el quórum por iniciativa propia.

Los gobernadores saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo

El episodio tuvo, en principio, dos consecuencias adversas: la primera fue que lo puso al Gobierno frente a la dura realidad de su debilidad en el ámbito legislativo, lo cual lo complica fuertemente. El oficialismo debe asimilar que el 56% de los votos con los que ganó la elección, no tiene un correlato ni en las gobernaciones ni en el Congreso. Para decirlo con más claridad: el Gobierno no tiene los legisladores suficientes ni en la Cámara de Diputados ni en la Cámara de Senadores. Además, lo ocurrido el jueves, sumado a lo que pasó tanto con el proyecto de ley ómnibus, como con el DNU, ha terminado por envalentonar a la oposición en su objetivo de atacar y poner en jaque no sólo estos proyectos, sino también la gobernabilidad. La vicepresidenta es una mujer muy inteligente y siempre supo que la aventura de gobernar en minoría le traería interminables dolores de cabeza. Una fuente parlamentaria recreó una cruda charla que tuvo con Villarruel meses antes de asumir el poder. Ambos estaban a la salida del Salón de los Pasos Perdidos, que está contiguo al recinto donde se llevan a cabo las sesiones de Diputados en el Congreso. El intercambio fue el siguiente:

X: Victoria, ¿ya tenés jefe de prensa?

V: No, por ahora, me voy a arreglar sola.

X:Pero si llegan a ser gobierno, no podés seguir así.

V: ¿De dónde querés que saque gente, si somos cuatro gatos locos?

X: Imagino que lo decís en sentido figurado

V: Te digo que somos cuatro. Los de confianza, no llegamos ni a los dedos de una mano.

A sabiendas de esta realidad, en las redes del kirchnerismo no cede el deseo de hacer caer al Gobierno.

El segundo punto tiene que ver con la credibilidad y confiabilidad que genera el Gobierno. En el Fondo Monetario Internacional la inquietud aumenta en tanto y en cuanto, no se ve ninguna voluntad por parte del Presidente de buscar acuerdos con los diversos sectores de la vida política argentina. Del mismo modo, la confiabilidad por parte de los distintos grupos empresariales, que apoyan la mayoría de las medidas del oficialismo objeta su método de confrontación permanente. Temen, con fundamento, que la soga termine por romperse. Un hombre de negocios lo describió utilizando una metáfora circense: “Por más que seas el león, no podes correr a todos con el látigo y el banquito”.

La tensión en la relación con los gobernadores aflojó, pero no terminó. Los líderes territoriales saben que necesitan del gobierno nacional para no arriesgarse a pasar un invierno malo. De hecho, uno de los entredichos que dejó la semana que pasó tuvo como protagonistas a las principales figuras de la UCR. Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, gobernadores de Mendoza y Corrientes respectivamente se enfrentaron a Martín Lousteau (presidente del Comité Nacional) por haber votado en contra del DNU en el Senado. Junto con Leandro Zdero (Chaco) y Carlos Sadir (Jujuy) firmaron un comunicado rechazando de plano la decisión del líder de Evolución. “Lousteau viene envalentonado, porque alcanzó un nivel de simpatía puertas adentro del partido que ni siquiera había soñado. Pero con estas actitudes termina votando junto al kirchnerismo. Podría haberse abstenido” –aseguraron en el entorno de unos de los gobernadores del norte. El vínculo de Milei con el centenario partido, parece no tener retorno y este tipo de acciones no ayuda a pacificar las aguas. La decisión es clara: ser una oposición responsable, asertiva, pero no destructiva. Que se lo vayan a explicar al Presidente.

Un fiscal implacable

Hablando de relaciones rotas, en la CGT siguen inquietos. Pablo Moyano, volvió a amenazar con un paro para “fines de marzo o principio de abril”, la eventual medida de fuerza, todavía está verde y muy lejos de reunir consenso interno de Los Gordos. Anida en el hijo del líder camionero un espíritu antidemocrático, que sólo sabe apagar el fuego con nafta. Todavía no entendió que la sociedad argentina les ha dado la espalda y ha terminado de comprender que el mote de “casta” les calza perfectamente.

Por estas horas aciagas, el ajuste y la presión sobre la clase media ha dejado de ser exclusividad del Gobierno. En la Provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof fulminó a los contribuyentes con la suba de impuestos en bienes inmobiliarios, urbanos edificados, tierras rurales y patentes. Para que se entienda bien: el dueño de un automóvil nacional de gama media con cuatro años de antigüedad debe abonar más de 150 mil pesos de patente. El preferido de la ex vicepresidenta, está haciendo malabares para que no se le caiga la careta a la hora de criticar al primer mandatario por la suba de precios.

Nadie se salva ni resiste un archivo en tiempos turbulentos de una Argentina que intenta salir adelante, mientras es víctima de sus propios males.



   

domingo, 1 de octubre de 2023

Escándalos y despilfarros… @dealgunamaneraok...

Escándalos y despilfarros…


"En plan balita"... Patricia Bullrich. Dibujo: Pablo Temes

En el tramo final de la campaña, la Argentina es un laberinto de incongruencias donde todo es posible.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 30/09/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El hecho político de mayor resonancia de la semana ha sido el de las 48 tarjetas de débito –a nombre de personas–, que supuestamente trabajaban en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, y que Julio “Chocolate” Rigau usaba para sacar dinero a través de los cajeros de la sucursal del Banco Provincia, ubicada a metros de la sede legislativa. Claramente ese dinero estaba destinado a la caja negra de la política. El hecho de corrupción involucra a todas las estructuras partidarias: Frente de Todos, Frente Renovador, Cambiemos, y un largo etcétera. 

La investigación periodística de Josefina López Mackenzie y Fausto Jaime ha desnudado una trama de ilegalidad y corrupción de la cual se aprovecharon y beneficiaron todos los partidos. Los datos muestran de manera indubitable, cómo los prestanombres iban pasando de un bando al otro para justificar una circulación de dinero absolutamente espuria. Por eso el silencio, sólo interrumpido por las voces de algunos dirigentes políticos. Es un silencio estruendoso acerca de una trama que también abarca a sectores del Poder Judicial. La Justicia allanó el Banco Nación por las contrataciones de familiares, y de “Pity, la numeróloga”, lo que representa el inexplicable e insólito fallo absolutorio de los jueces Juan Antonio Benavidez y Alejandro Villordo, con fundamentos aberrantes ante el peso de la evidencia de un delito a cuyo autor se lo descubrió in fraganti. 

Lo significativo del hecho es que éste no es el único caso. Como se informó en la edición online de PERFIL del jueves último, el 20 de septiembre de 2018 se descubrió un hecho similar que involucraba a la Legislatura de Entre Ríos. Ese día, la policía fue tras los pasos de Flavia Beckman, María Victoria Álvarez y Esteban Scialocomo, quienes habían retirado dinero de un cajero por medio de tarjetas de débito, pertenecientes a empleados de la Legislatura entrerriana de la sucursal del Banco de Entre Ríos, situada en la esquina de la avenida Ramírez y Pasteur de la ciudad de Paraná. Los casos podrían multiplicarse sin fin. Estamos frente a la constatación de un modus operandi de la política. 


El costo de esta monstruosa maquinaria de corrupción es incalculable. El Poder Legislativo en sus distintos niveles –Congreso de la Nación, Legislaturas provinciales y Concejos Deliberantes– son un vergel de contrataciones fuera de control, de la cual coparticipan desde siempre todos los partidos con aceitada complicidad. Este hecho trae a la memoria el caso de los ñoquis del Senado, denunciado por el entonces vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez en 2002. Por si alguien lo olvidó, aquel caso quedó en la más absoluta nada. ¿Sucederá lo mismo ahora? 

El otro escándalo que la semana nos dejó, fue la repudiable ola de contrataciones que Silvina Batakis avaló como presidenta del Banco Nación. La Justicia allanó la entidad luego de la denuncia de la diputada Graciela Ocaña, por las contrataciones de familiares y amigos. Entre los hechos denunciados, aparece la designación del exmarido de Batakis y los servicios prestados por Verónica Laura Asad, más conocida como “Pity la numeróloga”, por pedido de la gerenta general del Banco, María del Carmen Barro quien, además, está en la mira de la Justicia por la contratación de su marido, su hijo y un amigo. Pero todavía hay más. La inmoralidad de Barros quedó demostrada por la increíble cifra que se “regaló” como salario mensual: nada más y nada menos que 9 millones de pesos. Es preciso recordar que Batakis fue la funcionaria que, al frente de la cartera de Economía, se atrevió a viajar a Estados Unidos sin un plan y duró en el cargo apenas 24 días. Asumió con el dólar blue en 239 pesos y lo dejó en 314. El riesgo-país aumentó 164 puntos y durante su fantasmagórica gestión rozó los 3 mil puntos. En medio de la falta de dólares fue autora de la frase: “El derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”.  


Semanas después de su renuncia fue filmada por un turista argentino en el Apple Store de Nueva York, lo que provocó una catarata de críticas. Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. Un ejemplo más, de la doble vara moral del kirchnerismo. En un país normal su carrera habría estado terminada. Pero en la Argentina, Alberto Fernández le dio como premio consuelo la presidencia del Banco Nación. “El Presidente reconoce y agradece el compromiso que demostró al sumarse al Gabinete”, indicó Presidencia en el comunicado de la designación. Increíble, pero real. 

En los últimos siete días el dólar blue saltó de 750 pesos a 800. El problema de base sigue siendo que el Banco Central no tiene poder de fuego para salir a intervenir y los veinte días que restan para las elecciones generales son una eternidad. Por eso Sergio Massa envió a Guillermo Michel (titular de Aduana devenido viceministro) a conversar con los capos de las cerealeras, para que liquiden las tenencias de divisas en su poder. Cosa poco probable, más allá de los portazos y golpes sobre la mesa, cuando todos los sectores de la economía dan por hecho una devaluación del tipo de cambio en los primeros días del próximo mandato. “Estamos por encarar las horas de mayor inestabilidad”.  

Las semanas previas a las elecciones siempre fueron traumáticas en la Argentina, pero esta vez actúan como agravante los despilfarros que Massa viene haciendo para tratar de conseguir un resultado más holgado. “No tenemos por qué hacernos cargo de las consecuencias del plan platita” –dijo un empresario visiblemente molesto.  

En No tan Juntos por el Cambio, el equilibrio interno pende de un hilo. Justo, cuando parecería que Patricia Bullrich logró apuntalar su campaña, las desavenencias internas vuelven a estar a la orden del día. En el PRO están furiosos con el radicalismo por su poco compromiso con la coalición, y desde la UCR responden con gestos de indiferencia y libertad de acción. La amalgama que une al frente opositor se convirtió en un delgado hilo que tiene destino de ruptura, salvo que Bullrich logre entrar al ballottage para disputarle el poder a Javier Milei. Para eso debe destronar a Sergio Massa, señalado como favorito en las encuestas. 

Es inentendible que un ministro de Economía, que llevó a todos al borde de una hiperinflación con niveles de pobreza alarmantes, tenga chances de llegar a la segunda vuelta. La Argentina es hoy un laberinto de incongruencias donde todo es posible. 



  

lunes, 2 de enero de 2023

Reculando en chancletas… @dealgunamanera...

 Reculando en chancletas…

El fallo de la Corte sobre la Coparticipación. Dibujo: Pablo Temes   

El desconocimiento del fallo de la Corte sobre la coparticipación desató un vendaval.

© Escrito por Nelson Castro el viernes 30/12/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

El presidente Alberto Fernández y profesor de derecho –como le gusta enfatizar– fue protagonista, una vez más, de llevar a la Argentina al abismo, empujado por una parte significativa del Frente de Todos contra Todos, más un grupo de 14 gobernadores peronistas.

El fallo de la Corte Suprema que ordenó la restitución del porcentaje de coparticipación que el gobierno nacional le quitó a la Ciudad de Buenos Aires en tiempos de pandemia, dinamitó los nervios de la vicepresidenta en funciones y sus laderos. 

La labilidad del Presidente no deja de sorprender, a pesar de que ya ha hecho historia por su incapacidad para resistir cualquier archivo. Esta vez arremetió con furia contra el máximo tribunal, aseguró en línea con la mayoría de los gobernadores peronistas que “el fallo es de imposible  cumplimiento” y llegó a decir más adelante: “La Corte no me puede decir que le pague a la ciudad”. Resultado: en menos de siete días tuvo que volver sobre sus pasos. El gobierno nacional, luego de tamaño circo que dejó al país en medio de un conflicto de poderes, pagará a la ciudad con bonos. El pequeño elenco de moderados invitó a pensar al profesor de derecho para que entienda que estaba incurriendo en un alzamiento contra otro poder del Estado. La secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, fue una de las personas de confianza del Presidente que lo hicieron reflexionar. Pero hay otros motivos. La lluvia de denuncias penales fue torrencial, y el tembladeral en la economía era una amenaza de ejecución casi automática.

El procurador General porteño, Gabriel Astarloa, denunció el martes penalmente al presidente Alberto Fernández por el delito de desobediencia del fallo de la Corte. La Ciudad no fue la única. La presentación en tribunales se sumó a otras similares radicadas por legisladores de la oposición. El PRO, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y otros legisladores de JxC, como Graciela Ocaña, avanzaron con diferentes denuncias penales que se diferenciaban solo por su dureza y alcance. Alberto Fernández, Juan Luis Manzur –jefe de Gabinete de Ministros–, Sergio Massa –ministro de Economía–, Raúl Rigo –secretario de Hacienda–, Wado de Pedro –ministro del Interior– y Silvina  Batakis –presidenta del Banco de la Nación– entre otros, por la presunta comisión de los delitos de sedición, incumplimiento de los deberes de funcionario público y desobediencia.  

Se complica el “vamos viendo” 

El ministro de Economía, Sergio Massa, además de ser uno de los primeros en intentar despegarse de la maniobra, lógicamente puso el grito en el cielo. “Sergio no puede creer que hayamos hecho todo lo posible para llegar a fin de año con relativa tranquilidad y ahora dinamiten todo con esta jugada infantil”, repetían en su entorno. De hecho, hay quienes afirman que fue suya la idea de pagar con bonos a la ciudad para salir del planteo de desobediencia que no hizo otra cosa que recalentar la economía por la falta de seguridad jurídica que implicaba la postura inicial. El mejor ejemplo fue la disparada del dólar, que alcanzó el récord de 356 pesos a mitad de la semana. 

Cuentan fuentes del Palacio de Hacienda que el secretario Raúl Rigo estaba furioso y muy preocupado. Lo mismo dejaron trascender desde el Banco Nación. Silvina Batakis había logrado olvidar por un momento su triste y fugaz paso por el Ministerio de Economía y ahora debía afrontar una serie de denuncias que la ponían contra las cuerdas. En un gobierno que se maneja con reacciones viscerales e impulsos repetitivos que no pasan por el tamiz del lóbulo frontal de sus principales funcionarios, todos están en peligro. 

El desacato hacia la Corte hubiera dejado a la Argentina al mismo nivel que Venezuela. Desde la Casa Blanca no tardaron en advertir la situación. En medio de los planes y el delicado equilibrio con el Fondo Monetario Internacional, esto no le convenía a nadie, y los representantes de los Estado Unidos en el país se lo hicieron saber a los funcionarios argentinos. Todo se volvería mucho más complicado. 

Del otro lado de la grieta, Horacio Rodríguez Larreta buscó capitalizar el papelón a su favor. Se endureció y se mostró renuente a aceptar el pago de la deuda por coparticipación en bonos y aprovechó para sumar a su gobierno y a su equipo presidencial nuevos y viejos nombres. El más destacado es el expresidente del Banco Central Martín Redrado.

Sin embargo, los desencuentros siguen a la orden del día en No tan Juntos por el Cambio. Es increíble que la coalición opositora con más chances de hacerse cargo de un próximo gobierno no logre refinar sus modales en la discusión pública y ponerse a tono con lo que pide la sociedad: ejecutividad, seriedad, pero, sobre todo, unidad, paz y concordia de cara a 2023.