Mostrando las entradas con la etiqueta Juntos por el Cambio. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Juntos por el Cambio. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de noviembre de 2023

Las cartas sobre la mesa… dealgunamaneraok...

Las cartas sobre la mesa…

En pantalla. Milei y Bullrich, en nombre de Macri, escenificaron el acuerdo en los estudios de una señal de noticias. Fotografía: Enrique García Medina.

El triunfo de la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi, de Unión por la Patria (UxP), por una diferencia importante en la primera vuelta de las elecciones presidenciales se ha transformado en el hecho más determinante del escenario político con vistas al momento decisivo del 19 de noviembre.

© Escrito por Juan Carlos Junio el lunes 30/10/2023 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

El electorado derrotó a la variante de la derecha clásica representada por Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), aunque ella había incorporado elementos de odio y violencia de su circunstancial competidor, c.

Así es que se generó una situación de crisis de la alianza de JxC que desnudó el accionar dual del expresidente Mauricio Macri, quien desde el inicio actuó a favor de su fuerza preferida, La Libertad Avanza (LLA).

Los acontecimientos demostraron que Macri llevó a la derrota primero al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y luego a Bullrich, para terminar abrazado a la variante de ultraderecha.

A partir de ahora, los socios Macri y Milei se proponen llevar a la práctica la estrategia que viene de un fracaso: derrotar al kirchnerismo. Lo cierto es que la crisis de JxC está en pleno proceso y se esperan eventuales reacciones de diversos sectores, particularmente del núcleo radical y sus bases, teniendo en cuenta que fueron agredidos abiertamente, tanto por Milei como por Macri, sus actuales dirigentes así como sus símbolos históricos, particularmente Raúl Alfonsín.

Negacionismo y confusiones

Luego del abrazo en un set de televisión entre Bullrich y Milei, perdonándose los gravísimos agravios en que habían incurrido, ahora se proponen transformar al candidato libertario en presidenciable. Es esta una suerte de misión imposible teniendo en cuenta el conjunto de erráticas declaraciones formuladas por Milei, su candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel, y otros referentes del espacio sobre los temas más diversos: privatización de jubilaciones y pensiones, dinamitar el Banco Central, eliminación de todo tipo de subsidios, arancelamiento de la educación pública, compra y venta libre de órganos humanos y entrega de los recursos naturales, incluyendo mares y ríos. Pero esto no es todo, Milei también afirmó que el cambio climático no existe, propuso la libre portación de armas y la eliminación de las leyes de protección al trabajo. Corona este conjunto de planteamientos el desprecio de nuestra democracia a partir de la reivindicación de la dictadura videlista y de la negación de los 30.000 desaparecidos. Queda claro entonces que Milei es Macri y que la propuesta se sustenta más allá de lo confuso en el modo de formular la línea ideológica esencial, que es la de un ultraneoliberalismo presentado con un lenguaje primitivo con el cual aspira a mostrarse como un antisistema que destruirá todo lo perimido de la «casta política» y sus fracasos económicos.

Todo indica que el poder económico concentrado privilegiará el apoyo a la fórmula Milei-Villarruel ya que sus tradicionales posturas antiperonistas y antipopulares son las que siempre terminan primando. Además de su temor a que un gobierno de signo popular comprometa su predominio en el manejo de la economía y pueda alterar sus elevados márgenes de ganancias.

Por su parte, UxP y sus candidatos afirman la unidad del conglomerado que los apoya y ahora se proponen ampliar su base de sustentación y de alianzas.

De lo que no cabe duda es que el escenario no está definido y que más allá de la crisis de identidad de la alternativa conservadora, una gran parte del resultado lo definirá la militancia en la medida que se comprometa masivamente por convencer a la ciudadanía acerca del sentido de su voto. A 40 años de una crucial elección, aquella que el 30 de octubre de 1983 marcó el inicio de la recuperación de las instituciones constitucionales, los argentinos y las argentinas nos jugamos una vez más los derechos conquistados y por conquistar en una elección. La democracia, su vigencia plena, requiere del compromiso militante cotidiano de los ciudadanos y las ciudadanas.




miércoles, 25 de octubre de 2023

Elecciones 2023. Massa-Milei, a todo o nada… @dealgunamaneraok...

 Elecciones 2023. Massa-Milei, a todo o nada…


El candidato de Unión por la Patria triunfó en la primera vuelta y confrontará con el libertario en el balotaje. Primeros movimientos tácticos hacia el 19 de noviembre y crisis en Juntos por el Cambio.

© Escrito por Alberto López Girondo el lunes 23/10/2023 y publicado por la Revista Digital Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.          

«Nuestro país vive una situación difícil y sin embargo creyeron que éramos la herramienta para empezar a construir una nueva etapa en la historia argentina», expresó Sergio Massa y prometió no fallarle a los millones de argentinos y argentinas que lo eligieron. El ministro de Economía y candidato convocó a apoyarlo en segunda vuelta a quienes votaron en blanco, no votaron, lo hicieron por la izquierda y a los radicales de Juntos por el Cambio y manifestó que haría el mayor esfuerzo para ganarse su confianza. Asimismo, reiteró su llamado a un Gobierno de unidad nacional. Resulta evidente que el escenario para noviembre está abierto y ambos candidatos deben ampliar su base de sustentación para ganar la presidencia. 

Un poco después de las 21:15 cuando el secretario de la Presidencia, Julio Vitobello, anunció los primeros datos oficiales sobre el resultado de la primera vuelta presidencial, comenzaron a tejerse escenarios de cara al 19 de noviembre. Fue una sorpresa que se adelantara tres cuartos de hora la información que se había prometido para las 22. Sin embargo, esa no sería la única sorpresa: un Sergio Tomás Massa en primer lugar (36,29%) y con una diferencia de seis puntos sobre Javier Milei (30,19%), con el agregado de que Patricia Bullrich quedó bastante más lejos (23,82%), no estaba en los cálculos de La Libertad Avanza (LLA) ni en los de Juntos por el Cambio (JxC) y hasta era una suerte de aspiración quimérica para Unión por la Patria (UxP) en el marco de una situación económica difícil y de recientes casos de supuesta corrupción de dirigentes oficialistas que salieron a la luz pública. 

Además del triunfo de Massa –finalmente de 36,68% sobre el 29,98% de Milei– que pasa al balotaje con un guarismo a su favor interesante aunque no definitivo, el oficialismo celebró que Axel Kicillof retuvo la provincia de Buenos Aires con casi 20 puntos sobre el aspirante de JxC, Néstor Grindetti, y la candidata de LLA, Carolina Píparo (44,88% contra 26,62 % y 24,59% respectivamente).  

Desde temprano voceros de los partidos y los canales más identificados en contra del ministro de Economía venían mostrando sorpresa por los resultados que se traslucían desde los datos de telegramas que los fiscales enviaban a cada espacio. Y quizás el primero que mostró las cartas fue Guillermo Francos, la figura que Milei había anunciado como su ministro del Interior en caso de llegar al Gobierno, quien dijo que la elección había sido muy pareja. O sea, que la perspectiva de representantes de LLA sobre un eventual triunfo en primera vuelta no se verificaban. 

«El proceso electoral se ha desarrollado con normalidad», adelantó Francos, cuando desde LLA se había deslizado inicialmente que ya habían denunciado más de 4.000 casos de presuntos fraudes. Luego, con los cómputos ya en firme, el propio Francos salió al escenario del búnker en el hotel Libertador para reconocer que estaban en la segunda vuelta de acuerdo con la información que emitía la Cámara Nacional Electoral. Las caras de derrota entre los militantes libertarios eran evidentes. 

Luego de semanas de una euforia que les hizo pensar en un mayor crecimiento por eso de que muchos opositores apostarían por el «voto útil» contra el peronismo, quizás les hizo perder la perspectiva. Podría decirse que se apuraron a comer la cena antes que el almuerzo y los traspiés de algunos de sus personajes de mayor visibilidad mostraron un cariz intolerante y peligroso para la convivencia. Y eso, podría decirse que se pagó caro.  

Le costó a Milei disimular en su rostro la decepción por no haber alcanzado el triunfo amplio que vaticinaba. Volvió a plantear el siglo XIX como su ideal de país y tendió puentes hacia JxC, destacando los triunfos de Macri y Frigerio. Hizo suyo el discurso de Bullrich: «No podemos permitir que el kichnerismo nos siga arruinando la vida», dijo. Ya no habló de la casta, se limitó a un sector de la política. 

Caras largas y titubeos.     

Pero también en JxC hubo resbalones que tuvieron su impacto en las urnas y se reflejó en las caras largas en los pasillos del búnker de Parque Norte. Pocos minutos después de Francos salió a hablar el candidato a jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, el único que podía por entonces mostrar un triunfo dentro del PRO. Las palabras del exintendente de Vicente López se colaron entre las voces de los partidarios que cantaban «kirchnerismo nunca más». 

Luego de algunos titubeos sobre la oportunidad de hablar, Patricia Bullrich enfrentó las cámaras para lamentar no haber podido alcanzar «los objetivos que queríamos para nuestra Argentina». En lo que parecía una toma de posición ante la ronda del 19 de noviembre, acusó al «populismo» de haber empobrecido al país, dijo que ratifica los «valores de nuestra causa» y se comprometió a «representar los valores de los que hoy nos votaron».  

Mientras tanto, la cúpula partidaria del PRO –Mauricio Macri, Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta– se reunía en otro salón para analizar un resultado que se interpreta como un golpe quizás definitivo contra el partido que el expresidente supo armar en 2007. Por otro lado, la gran incógnita será cómo va a jugar el expresidente, que se mostró mucho más cercano a Milei de lo que sus propios adláteres le toleraban. La irritación de los radicales, vilipendiados por el líder de LLA, podría ser una fuente a la que indudablemente Massa recurrirá para llegar a la Casa Rosada con la banda presidencial. 

Kicillof, en tanto, también salió al estrado para decir que si bien hay problemas tanto en la provincia como en el país, «los problemas se resuelven con más Estado y no con menos» y abundó: «Los problemas se afrontan con más solidaridad y no con egoísmo (…) tendiéndole la mano al que lo necesita» y completó: «Siempre fuimos un pueblo solidario, y la provincia sigue creyendo en más Estado, más solidaridad y más Patria». 

En la provincia de Entre Ríos, mientras tanto, la disputa entre el candidato de JxC, Rogelio Frigerio, y el de UxP, Adan Bahl, era voto a voto, se imponía el exministro del Interior de Macri por 41,7% a 39,2%. Mientras que en Catamarca, el gobernador Raúl Jalil ganó con comodidad.
   


   

domingo, 2 de julio de 2023

Camino largo y tedioso... @dealgunamaneraok...

Camino largo y tedioso


CKF Oficial. Dibujo: Pablo Temes

La campaña es un monólogo de la política rosquera, que no tiene en cuenta los problemas de la gente.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 01/07/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Por si alguien lo dudaba, Cristina Fernández de Kirchner se encargó de aclararlo. Lo dijo con todas las letras: su candidato no era Sergio Tomás Massa sino Eduardo “Wado” de Pedro. No se dibujó en su rostro ninguna alegría a lo largo de su extenso discurso en el Aeroparque Jorge Newbery el lunes pasado. Lo que sucedió allí fue una muestra –otra más– de la hipocresía y carencia de límites del kirchnerismo. Se utilizó con fines electoralistas un acto vinculado a la memoria de las víctimas de los vuelos de la muerte ocurridos durante la brutal última dictadura. La risa de Estela de Carlotto y del resto de los allí presentes frente al avión que se utilizó para tirar a personas vivas al Río de la Plata en el medio de la noche fue una aberración.

Quedó claro que la vicepresidenta debió ceder ante la presión de los gobernadores peronistas que desesperaban ante la evidencia de que la fórmula De Pedro-Manzur llevaba a Unidos por la Patria a una derrota catastrófica. Ninguno de ellos estaba dispuesto a cambiar territorio por obediencia militante. CFK tampoco se privó de hacer público esto, que la molestó mucho. A lo largo de sus años en la cima del poder nunca había experimentado una situación similar. Ella ya no decide en soledad.

Ningún gobernador estuvo dispuesto a cambiar territorio por obediencia militante a Cristina

La tiranía del dedito levantado y las largas peroratas de maestra ciruela se están apagando. Fue una muestra cruel de su real pérdida de poder, hecho del que culpa absolutamente a Alberto Fernández.

En su retroceso, sin embargo, la expresidenta está dispuesta a dar batalla e intentar llevarse puesto a quien se interponga en su camino. Massa ya la traicionó una vez. Aníbal Fernández se esmeró en hacer público que podría haber una segunda vez si el exintendente de Tigre llegara a la presidencia de la Nación. CFK piensa lo mismo.

Vive en un estado de alerta permanente. Por eso estuvo activa en el armado de las listas y se preocupó de que Juan Grabois no bajara su precandidatura a la presidencia.

El objetivo es claro: canalizar a través de él la disconformidad del kirchnerismo duro, al que la figura de Massa se le hace totalmente indigerible. No es esa la única jugada destinada a esmerilarlo que realizó la vice durante la semana.

La caída de Javier Milei ha provocado una radicalización de las ideas y posturas de Patricia Bullrich

Ahí hizo su entrada en escena el diputado Leopoldo Moreau, quien, con aire vindicativo, afirmó que el condenado exvicepresidente Amado Boudou estaba participando de las negociaciones del equipo económico con el Fondo Monetario Internacional. Hubo furia en los despachos del Ministerio de Economía, en donde se desesperaban enviando mensajes a los medios y periodistas amigos con la desmentida de esta información. “Nos quisieron colgar un salvavidas de plomo”, aseguraron fuentes cercanas al ministro. Pero todavía hay más. Los massistas creen que la vicepresidenta en funciones se regocija con la posibilidad de que les vaya mal en una probable gestión. “Ni ella ni los suyos forman parte de la fórmula. Está claro que fantasea con un escarmiento en la gestión. Agarrar esta papa caliente no es para cualquiera y el fuego amigo es más peligroso que toda la oposición”, remataron.

Por estas horas esa afirmación se corresponde bastante con la realidad. Han pasado las principales fechas del calendario electoral y ni siquiera la presentación de alianzas, el cierre de listas o los actos de presentación de propuestas sirven para aplacar tanto desorden interno. Los enfrentamientos y las peleas siguen a la orden del día en No tan Juntos por el Cambio.

Un tembladeral

Ni siquiera el anuncio de la fórmula Massa-Rossi, mucho más competitiva que la que había decretado CFK para ir a morir con los suyos, los saca de la riña constante. Patricia Bullrich volvió a cruzar a Horacio Rodríguez Larreta por sus intentos de ampliar la coalición acercándose al peronismo y le recordó que, aunque intente pactar con ellos, “te van a voltear igual”. Para el alcalde porteño ampliar Juntos por el Cambio aun incluyendo sectores del peronismo no kirchnerista es un camino no negociable. “¿Cuál es la idea de Bullrich, sostener y alimentar la grieta para llevarnos a un país dividido e invivible?”, se preguntaron en el espacio larretista. Y acusaron a la exministra de Seguridad de sobreactuar sus posturas halconizadas: “Patricia encontró un nicho que le rinde y está impostando un personaje. Llevándolo al extremo. Vamos a ver en las urnas qué tanto cala en el votante ese discurso”, desafiaron.

La caída de Javier Milei en las encuestas también ha traído como consecuencia una radicalización –aún más– de sus ideas y posturas.

Así las cosas, el camino hacia las elecciones se está haciendo largo y tedioso. Se ha convertido en un monólogo de la política rosquera, que no tiene en cuenta los problemas reales de la gente. Los candidatos son los protagonistas de una serie por entregas con capítulos trillados y carentes de propuestas. Qué difícil es construir un porvenir para una Argentina cuya dirigencia todavía no ha dado muestras de madurez.

 



   

domingo, 23 de abril de 2023

Lo que oculta el voto a Milei… @dealgunamaneraok...

Lo que oculta el voto a Milei…

El crecimiento de Milei que anuncian las encuestas afecta al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio.

El peligro que enfrenta una democracia tras la aparición de advenedizos de proclama antisistema, que fomentan su carrera en base a la crítica de lo establecido, ha sido profusamente investigado por destacados autores de la teoría política moderna. Juan José Linz es quizá uno de los mayores exponentes de esta escuela. Doctorado en Sociología en la Universidad de Columbia y profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad de Yale, Linz se especializó en estudios sobre la transición de los regímenes totalitarios y pocos años antes de morir en 2013 publicó un breve pero interesante ensayo titulado Los partidos políticos en las democracias contemporáneas: problemas y paradojas, en el que alertó sobre la compleja dificultad que relaciona la estabilidad de los regímenes políticos con la legitimidad que detentan sus dirigentes y sus partidos.

© Escrito por Rodrigo Lloret (*), el sábado 22/04/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argetinos. (*) Politólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Director de Perfil Educación.

El agudo cientista social español sostuvo en ese paper que tanto en las democracias consolidadas como en las democracias inestables existe un acuerdo considerable en que los partidos políticos y, por ende sus dirigentes, son fundamentales para consolidar el funcionamiento de un sistema republicano basado en el orden constitucional. Sin embargo, aunque puede reconocerlos como indispensables para sostener un régimen republicano que permita evitar la aparición de una dictadura, la opinión pública también suele caracterizarse, especialmente en tiempos de profundas crisis, por manifestar una amplia insatisfacción y una rotunda desconfianza hacia esos mismos políticos y partidos.

Es interesante advertir que el pensamiento de Linz aplica para la Argentina actual de manera asombrosa. Sobre todo, desde que el incesante crecimiento de la intención de voto que ostenta Javier Milei, un proceso que no se detiene sino que se acelera, según reflejan en forma monolítica casi todas las encuestas publicadas en las últimas horas, obliga a repensar seriamente de qué se trata este particular fenómeno social que ha llegado para revolucionar la política local. Es hora de reconocer que, si algo ha logrado el líder de La Libertad Avanza, fue 
desbaratar el escenario electoral de una campaña presidencial que se presentaba opaca, monocorde e insípida y con resultado aún incierto.

Las irresponsables y disparatadas apariciones de Milei, hay que decirlo, permitieron alterar a una dirigencia adormecida que frente a la descomunal crisis que atraviesa el país solo se muestra empecinada en seguir cavando dentro del pozo. Los principales referentes de la política argentina, que en un principio menospreciaron el dilema que planteaba Milei, actualmente se muestran aterrorizados y únicamente atinan a preguntarse sobre a quién favorece o sobre a quién perjudica la marcha del libertario. Sólo ofrecen cálculos mezquinos frente al desafío que se avecina.

Con cada vez mayor contundencia en los análisis electorales que se diseñan dentro de las dos principales coaliciones de gobierno, la posibilidad de que Milei trepe hasta el balotaje ya no parece ser tan lejana. De hecho, se trata de una
 hipótesis que se ha vuelto ahora tan concreta como lo era impensada hace tan solo algunos meses atrás, cuando la aparición del candidato libertario era entonces bienvenida para elaborar escenarios políticos que presuntamente beneficiaban a uno o a otro sector, según la procedencia de cada interlocutor.

Es que solamente algunas semanas atrás el Frente de Todos se entusiasmaba con la proyección de Milei porque imaginaba que ese progreso era 
útil para erosionar el voto opositor, entendiendo que el respaldo que ganaban los libertarios era inversamente proporcional a los apoyos que perdían los candidatos de Juntos por el Cambio. Sin embargo, en los últimos días esa carta se ha vuelto en contra del oficialismo desde que los críticos al Gobierno comenzaron a ilusionarse con una tesis antagónica a la anterior: la oposición sostiene en este momento que Milei contribuye a generar una sostenida pérdida de votos del peronismo en el Conurbano bonaerense más profundo, donde el oficialismo siempre supo cosechar adhesiones masivas gracias a un electorado inquebrantablemente fiel.

La política analiza a quién favorece y a quién perjudica el avance de Milei.

Dando cuenta del debate que más ocupa y más preocupa por estas horas tanto al oficialismo como a la oposición, Horacio Vertbisky acaba de difundir un estudio que arroja luz sobre tan incierto panorama. Lo novedoso de este trabajo es que muestra, por primera vez, cuál sería el origen del sustento electoral de Milei. Según el informe publicado en El Cohete a la Luna el domingo pasado, el libertario cuenta con una intención de voto del 19,44%, un volumen construido principalmente por un 5,96% que proviene de un votante que en 2021 apoyó a Juntos por el Cambio, y un 5,29% que procede de un votante que en la elección anterior había respaldado al Frente de Todos. De confirmarse este vaticinio, en las PASO se comprobaría que más de la mitad de los sufragios a Milei tendría origen en las dos principales coaliciones políticas del país. Curioso caudal mileiano que se nutre del profundo desencanto de los votantes que supieron comulgar con el Gobierno y con el mayor espacio opositor hasta hace muy poco tiempo atrás.Un consultor que analiza encuestas procesadas luego de entrevistas presenciales realizadas en el territorio de La Matanza lo escenificó en términos más explícitos:

-Es muy potente el voto de Milei en los barrios más populares que 
antes votaban al peronismo y en los que la oposición nunca había podido ingresar desde el regreso de la democracia.

-Se trata de un público que se ubica en los deciles más bajos en términos de estrato social, que vive en los sectores más postergados y de menor presencia estatal.

-Es un votante que presenta bajo o nulo nivel de educación e instrucción formal.

-Por otra parte, en los sectores de clase media y clase media alta también se evidencia un crecimiento del voto a Milei.

-Se trata de un público que supo apoyar al antiperonismo en elecciones anteriores y que vive en zonas acomodadas en las que el Frente de Todos alcanzó un magro resultado en la última campaña electoral.

-Es un votante que comparte el discurso ideológico contra el oficialismo pero que representa un núcleo duro del PRO, más cercano a Patricia Bullrich que a Horacio Rodríguez Larreta.


¿Cómo se explica el avance de Milei en espacios tan disímiles? ¿Cómo es posible entender que allí conviven votantes que antes respaldaron a Juntos por el Cambio o al Frente de Todos pero ahora migran unidos hacia La Libertad Avanza? ¿Cómo se conforma ese suceso libertario tan intrincado en términos políticos, sociales e ideológicos? La respuesta es simple, pero a la vez, contundente: Milei no tiene pasado político, no debe rendir cuentas de fracasos de gestión y es el que mejor puede capitalizar el hastío, el rechazo y el cuestionamiento hacia la clase política, a la que se responsabiliza (la casta) por el descalabro en el que se encuentra la Argentina.

No obstante, y a pesar del estupor, es importante señalar que la irrupción de Milei se inscribe en el marco de un paradigma que ya se ha evidenciado previamente. La repentina aparición de un outsider, que denosta a la dirigencia tradicional prometiendo soluciones mágicas e inmediatas para resolver problemas crónicos y complejos, representa un patrón que se viene repitiendo en las democracias occidentales desde la aparición de una nueva derecha que se aggiornó para discutir lo que interpreta como un status quo progresista y un aburguesamiento conservador. Los ejemplos sobran: de Donald Trump en Estados Unidos, a Jair Bolsonaro en Brasil; del Brexit en Gran Bretaña, a Vox en España; de Giorgia Meloni en Italia, a Nayib Bukele en El Salvador.


¿Cuál sería, entonces, la novedad que representa la manifestación tan rutilante de La Libertad Avanza en la coyuntura argentina? ¿Qué tendría de singular el análisis del crecimiento que protagonizan los libertarios, si se trata de propuestas ya exploradas anteriormente en otras elecciones? Y, lo que sería aún más interesante dilucidar: ¿qué oculta el voto a Milei? La respuesta también es simple y, a la vez, también contundente: Milei es producto de la debacle argentina. Su imagen positiva se agiganta con cada porcentual de aumento en el índice inflacionario, se multiplica con cada peso que se adiciona en el precio de la cotización cambiara del dólar paralelo y se amplifica con cada punto que crece en el intolerable e inmoral nivel de pobreza y de indigencia. A diferencia de lo que ocurrió en otros ejemplos recientes producidos en gran parte del mundo, Milei desembarcó en la escena local para advertir el fracaso de una dirigencia política que ha hecho de la Argentina un país en constante involución desde hace décadas.


En términos de Linz, la política argentina debe reaccionar urgentemente frente al shock en el que se encuentra. Queda poco tiempo para evitar el colapso.




  

domingo, 19 de febrero de 2023

Cristina siempre insiste… dealgunamaneraok...

 Cristina siempre insiste…

Ella está. Cristina Fernández de Kirchner. Dibujo: Pablo Temes.

El Frente de Todos no sale del laberinto de las candidaturas por culpas propias. En Juntos por el Cambio no baja la tensión.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 18/02/2022 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Lo más notable de la reunión de la así llamada mesa política del Partido Justicialista fue su intrascendencia. En ese encuentro –que llevó horas– el kirchnerismo apostó a marcarle la cancha a Alberto Fernández, “un presidente que no existe”, como lo expresaron dos de los asistentes a los que les angustia el presente de un gobierno sin rumbo que deja sin futuro de victoria al oficialismo. “Esto no es peronismo. Y lo peor es que, a pesar de que Cristina ya fue, es la única figura de peso nacional que tenemos para las elecciones”, agregaban sin ruborizarse esos dos hombres de larga trayectoria en el justicialismo.

Desde el punto de vista electoral, hoy el único bastión importante con el que cuenta el kirchnerismo es la provincia de Buenos Aires. La mayoría de las encuestas que se conocen muestran que Axel Kicillof sería reelecto. Lo ayuda, y mucho, en ese objetivo la dispersión en la que se encuentra No tan Juntos por el Cambio.

Este panorama gris oscuro para el Frente de Todos contra Todos hace que la construcción del relato alrededor de la pseudo proscripción de Cristina Fernández de Kirchner sea una pieza fundamental para su estrategia política en pos de dos objetivos: el primero, su victimización; el segundo, el uso de ese argumento como excusa perfecta para no ser candidata. La expresidenta en funciones sabe que, si hoy compitiera en una elección presidencial, perdería. Por lo tanto, la excusa de la pseudo proscripción le viene como anillo al dedo para zafar de ese compromiso.

Por si no quedara claro: no hay ninguna proscripción para que CFK se presente como candidata a la Presidencia de la Nación. Eso sólo ocurriría si la condena que pesa sobre ella por el delito de administración fraudulenta en la causa Vialidad fuera confirmada por la Corte Suprema. Y, para que ello suceda –si es que sucede– faltan varios años. 

Por eso, ante este panorama, varios de los gobernadores peronistas han decidido desdoblar las elecciones provinciales de la presidencial. En ese universo se manifiesta también la falta de una figura que alcance relieve nacional. Esos dirigentes con aires de señores feudales son desconocidos fuera de sus comarcas y los pocos que son conocidos a nivel nacional no gozan del favor de la opinión pública que tiene de ellos una imagen indiscutiblemente mala.

Por citar un ejemplo, veamos el caso del gobernador chaqueño Jorge Capitanich, hoy devenido en armador político y que participó del encuentro del PJ. A fin de enero había dicho que “Alberto Fernández tiene derecho a ir por la reelección. El problema central es que, dentro del mismo espacio de Gobierno, no pueden ser candidatos el Presidente, su jefe de Gabinete y el ministro de Economía”.

Es el mismo que en febrero de 2015 cuando era jefe de Gabinete de la entonces presidenta Cristina Kirchner, rompió un ejemplar del diario Clarín durante una conferencia de prensa, enojado por una información exclusiva publicada sobre el caso Nisman. El mismo que en octubre de 2021, ya siendo gobernador, inauguró el primer tramo de una obra de agua potable en la localidad de Charata –que no contaba con agua de red– y decidió acercarse con su equipo a girar la única canilla disponible desbordado por una emoción impostada. 

Entre los intendentes que asistieron a la reunión tampoco hubo figuras que puedan destacarse por su solvencia, apego a la institucionalidad o capacidad de gestión: Mayra Mendoza (Quilmes), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Mariel Fernández (Moreno) y Lucas Ghi (Morón). Más de lo mismo para un espacio que se agota en sí mismo. 

La realidad económica tampoco acompañó en una semana para el olvido. El 6% de inflación de enero obligó al superministro de Economía Sergio Massa a recalcular. Ya no le queda tiempo para bajar la inflación. En su entorno volvieron a darse por satisfechos recordando la paupérrima situación de inestabilidad en la que le tocó asumir. Bastante poco, por cierto, para un hombre que se ha convertido en una de las únicas esperanzas del oficialismo de cara a la contienda electoral. “No lo empujen a Sergio, él sabrá qué hacer llegado el momento de las definiciones. Bastante tiene piloteando el barco en economía como para seguir soportando presiones”, dijo un dirigente que lo conoce bien, intentando poner paños fríos a lo que se viene.

Desde el otro lado de la grieta, Diego Santilli oficializó su candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires con una trillada campaña en las redes sociales. Sin embargo, lo que más llamó la atención en el mundillo político no fueron las placas rojas con consignas que aludían a las principales penurias que atraviesan los bonaerenses, sino la falta de apoyo que cosechó por parte de los intendentes de su espacio. No es culpa de Santilli, que según muestran las encuestas es el candidato mejor posicionado para competir de igual a igual con Kicillof: indica el desorden y la dispersión que atraviesa la oposición nucleada en JxC. 

Primero intentaron complicarle el camino con la postulación de Cristian Ritondo que, a todas luces, no dio el resultado esperado; en esa tarea todas las voces apuntan a Mauricio Macri. En segundo lugar, la propia dinámica interna de la pulseada de poder entre el expresidente, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, mina la estabilidad de cualquier candidato. 

La aparente “multiplicidad de figuras” que JxC presenta como su mayor fortaleza no debería empañar la carrera de quienes aparecen mejor posicionados. En el fondo anida una lucha de poder disfuncional que amenaza con complicarlo todo. Si realmente se proponen como una opción para terminar con el kirchnerismo, no deberían olvidar que la competencia bien entendida implica consensos, renunciamientos personales y reglas claras. Los argentinos no están para soportar un nuevo desencanto.





   

sábado, 3 de diciembre de 2022

Un shock antirrepública… @dealgunamaneraok...

 Un shock antirrepública… 

Recinto. Diputadas y diputados rodean a la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau. Un clima difícil para debatir. 

Este jueves 1°, en la reunión que tenía por objeto renovar las autoridades de la Cámara de Diputados, como se hace anualmente, la oposición no dio quórum con el argumento de una supuesta parcialidad de la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, en el tema de la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura. 

© Escrito por Carlos Heller el viernes 03/12/2022 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


Esto hizo que tuviéramos que sesionar en minoría y aplicar el artículo 37 del reglamento de la Cámara, que establece que si no se eligen nuevas autoridades continúan las preexistentes. 

A continuación se pasó a una sesión que estaba convocada para tratar un extenso orden del día, que mayormente incluía proyectos para mejorar la calidad de vida de la gente y de reconocimiento de derechos. Por ejemplo, la creación de siete nuevas universidades en distintos puntos del país. 

Pese a la ausencia de Juntos por el Cambio, esa sesión logró el quórum necesario, pero cuando comenzó irrumpieron los diputados y las diputadas de esa fuerza y generaron un clima de difícil funcionamiento, con desbordes verbales y gestualidades ofensivas sumamente graves, golpes en las bancas, gritos y gestos obscenos. 

En un momento, un grupo de diputadas del Frente de Todos se levantó y se acercó a la cabecera porque varios legisladores opositores estaban hostigando a Moreau de una manera inaceptable. Realmente, un acto de barbarie. Un verdadero shock antirrepública. 

No puedo dejar de poner este episodio en el marco de lo que hemos vivido recientemente, y que tuvo su punto culminante en el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Antes de eso vimos marchas opositoras con guillotinas, horcas, bolsas mortuorias, dibujos de personas colgadas, ataúdes. O amenazas de ahorcamiento a la misma vicepresidenta, «delante del Instituto Patria o del Senado». Todo lo cual forma parte del mismo clima: no fueron hechos aislados. 

También lo podemos vincular con el inminente fallo sobre la causa Vialidad, sobre el cual Cristina Fernández dijo en su alegato final: «Esto no es un tribunal, sino un pelotón de fusilamiento». Y agregó: «Como lo dije el 2 de diciembre de 2019, al comienzo de este juicio, la sentencia está escrita. Lo que no sabía es que está tan mal escrita que la acusación es una serie de mentiras, incluso sobre hechos que no existieron». Vale recordar que días después del atentado, el diario Clarín tituló: «Cristina entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá». 

En síntesis, esa violencia directa, tanto física como verbal, tiene un correlato con la violencia institucional. Estamos ante una situación de gravedad institucional que debería preocuparnos.

Como en Estados Unidos, donde llegaron a tomar el Capitolio cuando el resultado electoral no favoreció a Donald Trump, o en Brasil, donde grupos opositores al triunfo del presidente electo Lula da Silva exhibían saludos nazis, aquí vemos el recrudecimiento de una derecha antidemocrática y sumamente riesgosa para el funcionamiento de las instituciones. Ante lo cual tenemos que estar en alerta.