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jueves, 13 de febrero de 2025

Carlos Heller. Política Monetaria - Liberación del cepo... @dealgunamanera...

 Carlos Heller: "Si se liberara el cepo, se produciría una aceleración de salida de capitales"

Carlos Heller, Diputado Nacional por Unión por la Patria. Fotografía: NA.

El diputado de Unión por la Patria afirmó que la situación cambiaria es "una bomba de tiempo" y aseguró que el sinceramiento podría provocar una crisis similar a la que generó la derrota electoral de Mauricio Macri. "Yo me fijaría en cómo terminaron todas las experiencias anteriores", advirtió.

© Publicado el jueves 13/02/2025 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

En medio del debate por el atraso cambiario, el diputado opositor Carlos Heller observó que una posible liberación del cepo cambiario podría provocar una crisis y declaró que el exministro Domingo Cavallo “alerta” sobre los problemas de sostener el atraso porque tomó medidas similares durante su gestión. “Lo que se está discutiendo es si eso va a pasar antes o después de las elecciones, pero no hay duda de que esto en algún momento se sincera”, agregó en Modo Fontevecchia, por Net TVRadio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Carlos Heller es diputado nacional por el bloque de Unión por la Patria desde 2019. Tiene más de 60 años de experiencia en el ámbito cooperativo, fundamentalmente en la creación del Banco Credicoop, donde se desempeña como Gerente General desde su fundación en 1979. Además, es presidente del Partido Solidario.

¿Qué pasó ayer en Diputados? ¿Fue un show de la Libertad Avanza con el macrismo para tratar de subsanar heridas y reconstruir vínculos o, en realidad, el oficialismo piensa que Ficha Limpia va a tener los votos necesarios en el Senado?

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Pensar como piensa La Libertad Avanza o el macrismo siempre me resulta difícil, pero yo quiero ir un poquito más atrás, porque hay dos tema de las dos cosas: el de las PASO y el de Ficha Limpia, que se presentan ante la sociedad como dos éxitos políticos del Gobierno.

Respecto de las PASO, para lograr la media sanción que logró, el Gobierno cambió el proyecto original por un proyectito de mínima. El proyecto que presentó el poder Ejecutivo, y que era el que tenía que tratarse en extraordinarias, era un proyecto de más de 60 artículos, donde la suspensión o eliminación de las PASO era solo un aspecto. El grueso del articulado estaba referido al tema del financiamiento de la política, y no solo a la retirada del Estado de su responsabilidad en el financiamiento de la política, sino a retirar todo tipo de límite al financiamiento privado de la política, lo que tiene una gravedad notable.

Se podría hacer una comparación con lo que hace el Estado respecto de los medios de comunicación, cuando por un lado dice que se retira, y con eso elude todas las responsabilidades que las leyes establecen respecto del financiamiento de los medios de comunicación y luego, a través de sus propias empresas en las que es socio mayoritario, tiene el control, como YPF, canaliza los apoyos hacia donde quiere y deja sin apoyos a los que quiere castigar.

En el tema de las PASO, el Gobierno resignó todo eso, porque no pudo construir una mayoría, y se dio por satisfecho con un proyecto que tuvo media sanción y tiene cuatro artículos. Uno solo dice suspender por 2025 la revisión de las PASO, y los otros son de forma. Digo esto porque casi no se ha dicho, y es absolutamente distinto de lo que el Ejecutivo pretendía.

Sobre Ficha Limpia, hay distintos puntos. El primero es que no es cierto que nosotros nos opongamos a que haya una ley de Ficha Limpia. Lo que está en discusión son dos cosas que diferencian nuestro proyecto del que se aprobó. El primero es el tema del principio de inocencia, que nosotros entendemos que es un principio fundamental que debe ser defendido, y que plantea que, mientras hay instancias abiertas para que el acusado pueda defenderse, la gente es inocente. La culpabilidad es efectiva cuando alguien ya no tiene cómo apelar. Eso tiene instancias, justamente, para proteger ese principio de inocencia. Aquí se lo está vulnerando cuando se elimina la vigencia de la instancia de recurrir ante la Corte Suprema.

La segunda cuestión es que nuestro proyecto era mucho más abarcativo. Planteamos incluir todos los delitos para inhabilitar la posibilidad de acceder a cargos y, además, planteamos no solo cargos electivos, sino también cargos ejecutivos. ¿Por qué solo cargos electivos y no también integrantes de los órganos ejecutivos o del poder Judicial?

"Este proyecto tiene un único objetivo: lograr la inhabilitación política de Cristina Fernández de Kirchner para que no pueda participar en las próximas elecciones", sostuvo Heller.

Está claro, y así lo hemos dicho hasta el cansancio, que este proyecto tiene un único objetivo: lograr la inhabilitación política de Cristina Fernández de Kirchner para que no pueda participar en las próximas elecciones. Eso es a lo que nosotros nos hemos opuesto, y no a la idea de Ficha Limpia, con la que estamos completamente de acuerdo, en tanto y en cuanto sea respetuosa del principio de inocencia y abarcativa del conjunto de los delitos. Estamos incluyendo en el proyecto contrabando, lavado de dinero, y estamos planteando que deben estar alcanzados no solo los funcionarios que están en el poder público, sino también los privados, que son copartícipes y beneficiarios de esas acciones.

Sería un proyecto más parecido a lo que se hizo en Brasil, donde hay distintos tipos de inhibiciones, no solo por condena en segunda instancia.

Así es. El proyecto que nosotros presentamos es amplísimo, e inclusive en nuestra enumeración están los delitos contra la integridad sexual, que creemos que son suficientes para inhabilitar a alguien

¿Cuál sería la diferencia en una ley así para que no le tocase a Cristina Kirchner, que tiene dos condenas confirmadas?

El hecho de que si el sistema judicial establece cosas que son apelables ante la Corte y cosas que no lo son, aquellas que son apelables ante la Corte, hasta que no se da esa instancia, el principio de inocencia sigue vigente.

Todo es apelable ante la Corte. La Corte después decide.

Creo que no todo es apelable. Hay casos que terminan en Casación. No soy abogado, pero si todo fuera apelable, no cambiaría el criterio, porque por eso se crean instancias. ¿Por qué no en primera instancia? Porque las apelaciones son derechos que tienen los ciudadanos para hacer valer el principio de inocencia. 

Bloque por bloque, cómo votaron los diputados al proyecto de Ficha Limpia.

Te debe pasar en el banco que si tenés un juicio en primera instancia, tenés la obligación de previsionar del 50%, y si tenés un juicio en segunda instancia, tenés la obligación de considerar la pérdida del 100%, aunque estés apelando a la Corte. Coincido en que el Gobierno, de alguna manera, disfraza derrotas en triunfos. El tema de Cristina Kirchner es complejo porque tiene dos condenas. Pasó con el presidente Menem, que fue a la Corte, estuvo 10 años y siguió siendo senador, lo que se ve para la sociedad como una burla.

También lo que tendríamos que discutir es si el Poder Judicial no tiene que tener plazos para expedirse. El tema se podría conciliar, es decir, que las instancias se respeten y que los plazos sean razonables para no convertir en inválido lo que la ley quiere lograr.

Pensaba en este tema de “vinieron por esto, vinieron por el otro, vinieron por aquel, pero como a mí nunca me importó”, y creo que eso no lo podemos perder de vista en una situación como la que está viviendo la Argentina, tenemos que reaccionar rápido. Más allá de simpatías o antipatías, yo creo que el principio de inocencia está terriblemente vulnerado, porque lo han vulnerado culturalmente, con el cine o con las series de televisión, donde tenés que demostrar que sos inocente y, en realidad, toda la jurisprudencia y la justicia están elaboradas con el criterio de que hay que probar que vos sos culpable, y la prueba tiene que ser irrefutable. Imaginate en los regímenes donde existe la pena de muerte, si después se comprueba que no era así, ¿qué pasa?

Esta reflexión parece ir en sentido exactamente contrario a la tendencia de las Fichas Limpias, como Brasil o Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos está condenado.

No solamente un presidente condenado, sino que, en el camino inverso, dio un decreto diciendo que las empresas norteamericanas pueden pagar coimas en otros países. ¿Qué reflexión te merece esto de Trump diciendo que, a partir de ahora, no es más delito que las empresas norteamericanas paguen coimas en otros países?

Es gravísimo. No, yo me acuerdo que en los noventa se decía que las empresas norteamericanas se quejaban porque estaban en desventaja frente a las europeas, que podían coimear y ellos no. Este decreto de Trump habilitando a las empresas norteamericanas a poder coimear es terrible porque habilita el peor de los caminos.

Argentina está transitando una etapa de seguidismo absoluto respecto de lo que hace Estados Unidos, porque según lo que haga Estados Unidos, Argentina adopta una posición similar a los dos minutos. Esto tiene una particular importancia y agravamiento. Con todos los casos que hemos tenido aquí de corrupción de los grandes grupos económicos, que se habilite a las empresas norteamericanas a que puedan coimear, además de ser éticamente censurable, es una preocupación adicional que no podemos soslayar.

Es también un problema estético, no solo ético. Al decirlo de esa manera, lo que se orienta es a que se haga. Se está diciendo algo más que simplemente liberar de pena a los ejecutivos de las empresas.

Pero la estética no es algo que le preocupe mucho al presidente de Estados Unidos, por todos los actos continuos que lleva adelante para un lado y para el otro. Desde Argentina, a mí me preocupa el seguimiento casi sin detalle que se hace desde el Gobierno. 

En la columna de apertura de hoy marcamos la extraña coincidencia entre Cavallo y Kicillof respecto del problema que significa el atraso del dólar, el fortalecimiento excesivo de la moneda argentina. ¿Cuál es tu propia opinión respecto de la situación cambiaria?

Creo que no hay duda de que es peligroso. Yo me fijaría en cómo terminaron todas las experiencias anteriores. La convertilidad de Cavallo también generó un enorme atraso cambiario, y acordate de lo que sucedió. En ese caso, el atraso cambiario fue ficticiamente sostenido con la venta permanente de las empresas públicas, con lo que ingresaban las divisas con las que podía mantener esa paridad artificial. Para ir más atrás, acordate de la tablita de Martínez de Hoz, que es muy parecida a esta, y ahora también tenemos una tablita.

El otro día, el ministro de Economía le dijo a los exportadores que les convenía hacer carry trade, es decir, que con el 1% de devaluación y el 2% de tasa de interés, estaba claro que les convenía liquidar las exportaciones rápido, ingresar las divisas, cambiarlas a pesos y hacer ganancias en el sistema financiero. Ahora, ¿quién paga esa diferencia? Todo eso es una bomba de tiempo, por eso es gravísimo, y por eso Cavallo, que propició una política similar, alerta sobre los peligros. Kicillof, obviamente, también los ve. La inmensa mayoría de los sectores, con algún criterio independiente, están diciendo que esto es peligrosísimo y que, en algún momento, va a generar una crisis. Lo que se está discutiendo es si eso va a pasar antes o después de las elecciones, el cuándo, pero no hay duda de que esto en algún momento se sincera.

Quiero advertir que cuando pasó con Macri, significó el encadenamiento de todo lo que terminó en su derrota electoral. Hasta el momento del endeudamiento con el Fondo, el carry trade y el momento en que los operadores de carry trade deciden que es peligroso y se van, y comienzan a querer comprar de vuelta dólares para irse, hasta ahí Macri venía con viento a favor y las encuestas decían que ganaba caminando las elecciones. A partir de esa situación, empezaron a suceder todas las cosas que terminaron en que pierda en primera vuelta. Digo esto para que la memoria nos ayude a pensar, porque, si bien cada situación es un caso, hay ejes comunes que son absolutamente compatibles cuando las políticas, más allá de los estilos, en el fondo son las mismas.

Lo que decís es que este 2025 se parece a 2017.

Yo no podría decir eso, lo que digo es que se están acumulando hechos. Probablemente el gobierno todavía tenga margen porque el Gobierno está especulando con la posibilidad de obtener recursos del Fondo Monetario Internacional. ¿Cuándo le fue bien al país cuando tomó deuda con el Fondo Monetario Internacional? Siempre terminó mal. Esas experiencias nunca han sido positivas para la Argentina. Se ganó tiempo, pero todas terminaron en explosión. La Argentina no necesita más deuda, necesita estar desendeudada.

Lo que llaman el cepo, es la administración de un producto escaso como son las divisas. Si se liberara el cepo, se produciría una aceleración de salida de capitales, y sería un agravante. La Argentina no puede prescindir de la administración de las divisas si no tiene resuelta la situación de los flujos que le permiten asegurar que sus ingresos de divisas son superiores a la salida. Porque si no, indefectiblemente, también eso termina mal.

Nuevamente, las paradojas. Carlos Heller, coincidiendo con Domingo Cavallo.

TV



lunes, 9 de diciembre de 2024

Siempre oficialistas... @dealgunamanera...

Siempre oficialistas...

Altri tempi. Álbum fotográfico. Kueider en ‘la mesa de los senadores héroes’ del 11 de septiembre. Fotografía: Cedoc.


El presidente debería recordar que un juez que adhiere al oficialismo siempre lo hará, no importa el color político.


© Escrito por Nelson Castro el sábado 07/12/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El caso del senador Edgardo Kueider tiene aire de cosa repetida. La conclusión es simple: la corrupción política en nuestro país sigue vivita y coleando. El Congreso se ha convertido en una guarida para los corruptos. Casi un aguantadero. Eso no es nuevo.

No obstante, es menester no generalizar. Hay honestos. Sin embargo, lo que pervive no son sólo los deshonestos sino también los circuitos de la corrupción. Cuando Javier Milei llamó al Congreso “un nido de ratas” cometió el error de usar la descalificación. Debió, en cambio, haber usado la descripción y hablar concretamente de los nichos de corrupción que allí subsisten.

El impactante caso descubierto en la frontera, ha dado pie a una disputa entre Milei y Cristina Fernández de Kirchner por ver a quién se le debe cargar la responsabilidad de que Kueider sea senador. La respuesta es indubitable: esa responsabilidad es de la expresidenta. La boleta electoral con la foto suya y del senador es lapidaria. Dicho esto, lo que tampoco se puede negar, es que el senador había entrado en el grupo de los predilectos del Gobierno como consecuencia de haber votado positivamente la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos junto a su par Carlos “Camau” Espínola. Hay que recordar que el Presidente había tratado de “héroes” a los diputados que votaron a favor de la ley. Por carácter transitivo, Kueider estaba en esa categoría y estaba nominado a ser el presidente de la Comisión de Inteligencia del Senado, nada menos. Afortunadamente no ocurrió. 

El senador viajó a Paraguay los días 3 y 6 de marzo, 16 y 21 de junio y 13 de octubre. Su secretaria, Lara Guinsel Costa lo acompañó en cuatro de esos viajes. Hizo uno más –sola– el día 18 de junio. En total, los dos hicieron seis viajes.

En la investigación en curso se sabrá seguramente cuáles fueron los motivos de esos desplazamientos hacia el Paraguay compartidos con su subordinada. Algún día se sabrá qué pasó esta vez para que el senador fuera sometido a la revisión que evidentemente, nunca había ocurrido. ¿Alguien lo vendió? ¿Se trata, acaso, de un pase de facturas?

“Esa plata no es mía”, dijo el legislador. Fue lo mismo que dijo Guido Antonini Wilson cuando, el 4 de agosto de 2007, fue sorprendido con 790.550 dólares que llevaba en una de sus valijas por la entonces funcionaria de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) María del Luján Telpuk. Aquella plata se supo luego que era para la campaña presidencial de CFK. La otra reminiscencia nos lleva a José López y los bolsos con 5 millones de dólares en el monasterio de Nuestra Señora de Fátima en General Rodríguez. “Ese dinero no es mío” expresó el exsecretario de Obras Públicas de los tres primeros gobiernos kirchneristas hoy preso. Más tarde, luego de prestar declaración, atinó a decir que era plata de la política.

El caso Kueider pone otra vez en superficie el tema de la ficha limpia, algo de lo cual hay una enorme necesidad. Sin embargo, lo que se ve hasta hoy en los hechos es la escasa –o nula– voluntad del Presidente de enviar el nuevo proyecto prometido para el cual, como se recordará, se convocó al destacado abogado Alejandro Fargosi. No hay indicios de que este proyecto sea enviado para su tratamiento en el período de sesiones extraordinarias del Congreso. Tampoco se ve una acción decidida para acelerar el proceso de destitución del senador entrerriano. Quien tiene sí una sorprendente voluntad para forzar el desafuero del legislador, es CFK, quien no tuvo la misma actitud antes, considerando que él ya venía siendo cuestionado por sospechas de corrupción al momento de candidatearse.

Cabría preguntarse por qué la exvicepresidenta ignoró esos antecedentes a la hora de postularse. Por lo pronto, hay un dato clave para entender esta súbita preocupación por la decencia de “la condenada” por activar los mecanismos de destitución del senador. Es que, en caso de prosperar, su reemplazante sería Stefanía Cora, referente de La Cámpora. Créase o no, a CFK volvió a preocuparle la política. En realidad, lo que necesita es volver a contar con una masa crítica de votos –dentro y fuera del Congreso– que le permitan postularse como cabeza de lista y blindarse tras los fueros para gozar de impunidad.

Existe una cuestión de fondo que es la piedra fundamental para alargar la vida de este tipo de maniobras: los interminables tiempos de la Justicia. Sobran ejemplos a lo largo de la historia política reciente y, por si esto fuera poco, vale la pena recordar las palabras del juez de la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Maqueda, quien ya se había expresado sobre la ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner en la Causa Vialidad y la posibilidad de que sea el Máximo Tribunal el que defina la suerte de la expresidenta. “La Corte estudiará el caso en los tiempos correctos. Seguramente habrá un pronunciamiento en un tiempo prudencial”. ¿Cuál sería un tiempo prudencial? La respuesta es obvia. Veamos otro caso paradigmático: el expresidente Carlos Menem murió con una condena confirmada por la Cámara de Casación, pero sin que la Corte resolviera su caso y, por ende, sin que la pena empezara a hacerse efectiva. Más claro agua.

Se entiende, pues, el porqué de la necesidad de muchos expresidentes de nombrar jueces compulsivamente. Por este camino la calidad institucional no tiene oportunidad de mejorar y el caso de Javier Milei no es la excepción. La intención de nombrar al juez Ariel Lijo para ocupar un sillón en el Máximo Tribunal, es una muestra cabal de ello. El primer mandatario debería tener presente una de las mayores lecciones de la historia: un juez oficialista es oficialista siempre, más allá del color político. Lo que hoy se defiende con naturalidad, mañana sin dudas, cambiará.



domingo, 1 de diciembre de 2024

Ficha Limpia. Se impuso la casta… @dealgunamanera...

 Ficha Limpia. Se impuso la casta…

Ponga 10 centavos en la ranura. Dibujo: Pablo Temes

Una pregunta: ¿desde cuándo exigirles decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros?

La corrupción avanza. Ese es el título que mejor define lo que sucedió en las primeras horas de la tarde del último jueves, en la Cámara de Diputados. En medio de un clima de crispación el proyecto de Ficha Limpia cayó por falta de quórum. Falta de quórum que se debió en gran parte, a la ausencia de ocho diputados libertarios. Hubo otras ausencias que también sorprendieron: José Núñez y José Chumpitaz del PRO –un tercero, José Tortoriello está enfermo– y Ricardo López Murphy. Emilio Monzó, por su parte, se movió durante el registro de asistencia.

El Gobierno intentó desentenderse de esto. Las argumentaciones que se dieron desde el Poder Ejecutivo fueron absolutamente no creíbles. Tan carentes de credibilidad fueron que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo que intentar disfrazar esa decisión diciendo que, en realidad, el Presidente estaba trabajando en una ley más amplia para evitar cualquier sospecha de que el proyecto que no se llegó a tratar, no se circunscribiera a Cristina Fernández de Kirchner (sic). De esta afirmación surge inmediatamente una pregunta pertinente: por qué, entonces, el Gobierno no lo comunicó antes y formuló una propuesta alternativa para ser discutida en el seno del oficialismo, y sus aliados y evitar tanto ida y vuelta. Por otra parte, todo el mundo sabe que Ficha Limpia fue y es una iniciativa de la sociedad civil que nació mucho antes de la condena a CFK.

Las explicaciones del vocero presidencial Manuel Adorni tampoco convencieron. “Vamos a impulsar el proyecto de Ficha Limpia cuando se use para el bien” –dijo Manuel Adorni (sic). ¿Qué significa eso? ¿Desde cuándo exigir decencia a los candidatos puede ser usado con fines oscuros? Según se informó, en diálogo con la diputada Silvia Lospennato, autora del proyecto –que tenía un solo artículo–, Javier Milei se comprometió a enviar el año que viene un nuevo proyecto de ley de Ficha Limpia para que sea tratado por el Congreso. ¿Por qué no lo hizo directamente este año?   

Además, la semana pasada, el proyecto se había caído porque había faltado sólo un diputado para alcanzar el quórum. Es decir que tanto el Gobierno como sus diputados estaban al tanto del tema. De hecho, el dictamen de mayoría de la propuesta presentada por la diputada Lospe-nnato contaba con el apoyo de diputados del PRO, La Libertad Avanza, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica. ¿Qué hizo, entonces, que ocurriera semejante cambio de parecer por parte de los legisladores libertarios? Ni uno, ni dos ni tres, las ausencias fueron ocho. Categórico.

Claramente, se impuso la casta.

El peronismo se siente cómo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse.

El peronismo azuzó la amenaza del desorden social y las protestas en caso de que la ley fuera sancionada. Cristina Fernández de Kirchner –la condenada, como ella misma, con toda propiedad se autodefine–, es la principal beneficiaria de esta circunstancia. ¿Significa eso que la ley estaba hecha a medida de la necesidad de evitar su candidatura? Ésta es una cantilena que se escucha desde el momento mismo que, en una sentencia irrefutable, se confirmó su culpabilidad en la causa Vialidad. La condenada sabe, además, que seguramente en el futuro habrá más sentencias que le serán adversas.

La novedad que traía el proyecto de Ficha Limpia es que establecía que una persona con una condena confirmada por una Cámara de Apelación no podría presentarse a ninguna elección. Cristina está en esa condición. ¿Equivale eso a decir que la ley está hecha específicamente a su medida para sacarla de la cancha? Definitivamente, no. Sólo una manipuladora puede hacer creer eso. El peronismo se siente siempre cómodo en coquetear con el término proscripción. Le encanta victimizarse y generar los ya desgastados operativos clamor para teñir con un dejo de épica todas sus supuestas hazañas. Lo mismo arguyó el expresidente Carlos Menem cuando fue condenado por la Justicia. Sólo la actitud propia de casta por parte del Senado y la lenidad de la Corte Suprema impidieron que esa sentencia se cumpliera.

La semana dejó otro frente de batalla abierto en el seno de la actividad económica. “No es contra nosotros, es con nosotros”. Esa fue la respuesta de la UIA al plantón del Gobierno en su 30° Conferencia industrial. La presencia de Toto Caputo estaba comprometida y sobre la marcha se había sumado Federico Sturzenegger. Todo fue en vano. El Presidente bajó línea inmediatamente; la orden fue muy clara: “Nadie pisará esa ceremonia”. En el Gobierno creen que los industriales no apoyan su plan macroeconómico y que presionan para revertir el atraso cambiario con más devaluación.  Un hombre de negocios intentó poner paños fríos: “Es una pelea de sordos. El enfrentamiento no le sirve a nadie. Necesitamos más diálogo y dejar de lado el látigo y el banquito”. En el Gobierno no abundan los grises. Como ya es sabido, el tridente del poder se siente cómodo en el conflicto. El problema se da cuando las formas toman cierto tinte autoritario. Es cierto que gran parte del empresariado argentino no deja de mirarse el ombligo pero, en el contexto actual, todos deberían estar empujando el carro y alejándose de la discordia. Milei tiene plena confianza en el rumbo de la economía y eso, en ocasiones, lo envalentona y termina cayendo preso de la soberbia. En los próximos días habrá un encuentro reducido entre ambas partes. No hay mucha expectativa, pero todos apuestan a una reconstrucción de la relación. Un industrial avisó: “Acercamiento sí, pero no estamos para que venga nadie a jugar a someternos”.

En el Gobierno exhiben como un triunfo la salida de Pablo Moyano de la CGT. A principios de la semana el hijo mayor de Hugo, redobló la apuesta y criticó a sus excompañeros. El resto de la Central sabe que no es momento de tensar la cuerda con un gobierno que logró bajar la inflación, terminar con el déficit fiscal y sostener la estabilidad cambiaría. Se acerca fin de año y las principales variables son favorables al Gobierno. El 2025 no será fácil. La gente, que viene haciendo un esfuerzo descomunal, tendrá la última palabra.




domingo, 14 de enero de 2024

Cuando el éxito es un drama… @dealgunamaneraok...

 Cuando el éxito es un drama…   

Voraz, Javier Milei. Dibujo: Pablo Temes.

La inflación de diciembre es un disparate y no debería celebrarse. Un gobierno que es un experimento.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 13/01/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


La cifra dio la vuelta al mundo: 25,2%. El índice de inflación de diciembre es mucho más que un número: es la consagración del disparate. Es algo irracional que está sucediendo acá y ahora. Acá es la Argentina. Esto es de lo que habla la gente cada hora de cada día. Llamar esto un éxito es otro disparate.  

El Presidente debería ser cuidadoso con el vocabulario. Ese “éxito” significa para gran parte de la población un drama. Una cosa es que el índice de inflación haya sido menor al 30% que esperaba el Gobierno y otra cosa es llamar a ese guarismo un éxito. Para que se tenga dimensión de lo que enfrenta la gente en el día a día, conviene recordar algunos precios.  

Una docena de huevos, dependiendo de su clase, puede alcanzar los 3 mil pesos en un almacén de barrio; 200 gramos de jamón cocido oscilan entre los  mil y 3 mil pesos dependiendo de su calidad; el litro de nafta premium está cada vez más cerca de los 900 pesos. Llenar el tanque de un auto mediano, que tiene una capacidad de 55 litros, sale aproximadamente 40 mil pesos, dependiendo de la estación y barrio de la Capital. Es cierto que Javier Milei lo predijo, así como predijo que estos primeros meses serán duros. Es cierto que, a la luz de tanta mentira y promesa falsa del desastroso gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández, la decisión de no ocultar la realidad es un valor. Pero con eso solo no alcanza. Con eso solo, la gente no llega a fin de mes.  

Nunca se vivió algo así en los 40 años de la reganada democracia       

El gobierno de Milei es un experimento en toda la acepción de la palabra. Nunca se vivió algo así en los cuarenta años de la reganada democracia argentina. Es decir, un gobierno en minoría absoluta en ambas cámaras del Congreso y sin ningún gobernador que le responda queriendo imponer un megadecreto de necesidad y urgencia y un megaproyecto de ley sin ningún acuerdo con el resto de las fuerzas políticas. Hay que recordar que, en el apogeo de su poder, el menemismo tejió un acuerdo con el radicalismo para lograr la aprobación de la Ley de Reforma del Estado.  

Las cosas se hacen aún más complicadas cuando La Libertad Avanza (LLA) busca aplicar un criterio de todo o nada en su discusión parlamentaria. 

Otra vez aparece aquí el tema del fondo y de las formas. Muchas de las reformas que quiere instrumentar Milei son loables. Otras, decididamente no lo son. Es francamente curioso ver cómo algunas de las personas con experiencia en la función pública en anteriores gestiones que forman parte de la actual administración no se dan cuenta de lo vulnerable que, desde el punto de vista del derecho constitucional, es el DNU. Las sucesivas cautelares que se vienen dictando lo demuestran. A esta altura ya son más de 60 los amparos presentados. El Gobierno apuesta a que, una vez terminada la feria judicial, sea la Corte Suprema la que se aboque al tema y le dé luz verde. Hay que recordar a su vez que, antes de iniciarse la feria judicial, la Corte aceptó la presentación que hizo el gobernador de la Rioja, 
Ricardo Quintela –el mismo que dijo que si Milei ganaba renunciaría, promesa que no cumplió, algo habitual en muchos dirigentes del peronismo que hacen de la mentira un dogma– pidiendo la declaración de inconstitucionalidad del DNU. 

A pesar de su reticencia, el Gobierno en general y Javier Milei en particular chocaron de frente con la política y no tuvieron más opción que negociar en el Parlamento. Haber enviado a cada ministro a defender la ley ómnibus no fue una mala jugada, pero se notó la diferencia de experiencia y solvencia de cada uno. Lo que sigue generando roces con los otros bloques legislativos –y lo seguirá haciendo– es que el Presidente no oculta su desprecio por todo este ejercicio que se vio obligado a hacer para poder avanzar. Es en el fondo, desprecio por la política. Debería reflexionar y darse cuenta de que una cosa es “la casta” y otra muy distinta el ejercicio democrático. En JxC –sobre todo en el PRO– salieron de urgencia a reclutar gente de la sociedad civil (empresarios, cámaras y académicos) para ir a defender la ley ómnibus en el plenario de comisiones del Congreso que continuará mañana. Algunos expondrán en forma presencial y otros de manera virtual. En el equipo amarillo, con algunos matices, están trabajando a destajo para darle soporte parlamentario al oficialismo. 

Muchas de las reformas que se quieren implementar son loables. Otras, no.   

En la UCR la división es bastante más elocuente. Allí continúan las negociaciones para definir cómo pararse ante las reformas que plantea el Ejecutivo y ya se observa cierta tensión entre los duros y los dialoguistas. La Unión Cívica Radical es dueña de 34 bancas y se ha convertido en el principal bloque al que el Gobierno deberá convencer para poder avanzar con la ley ómnibus y el resto de sus proyectos. Facundo Manes, el jujeño Gerardo Morales y hasta Julio Cobos sostienen que la bancada debe adoptar una posición intransigente frente a los deseos del Gobierno.  

Del otro lado, 
Rodrigo de Loredo y Karina Banfi, entre otros, se anotan como una oposición constructiva y dialoguista. Aunque la ley ómnibus –con modificaciones– tiene grandes chances de ser aprobada, todo está por verse.  

El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se alcanzó tras un trámite rápido. Nada que sorprendiera: el programa ultraortodoxo que intenta instrumentar el Gobierno no puede cosechar más que apoyo por parte del organismo. Atrás quedaron las tortuosas negociaciones que fueron moneda corriente durante los cuatro años de la administración kirchnerista.  

La pregunta que –más allá de ese apoyo– se hacen desde Kristalina Georgieva hasta el último de los funcionarios involucrados en las tratativas con 
Luis Caputo y su equipo es si lo que propone LLA se podrá implementar o no. Y más allá de los planes en materia económica que figuran en el Excel, el termómetro de viabilidad lo seguirá marcando la gente.




    

domingo, 26 de noviembre de 2023

Algo más que el voto bronca… okdealgunamanera...

 Algo más que el voto bronca…


El Gabinete del Dr. Caligari (After Robert Weine). Dibujo: Pablo Temes.

El gabinete del doctor Caligari. Robert Wiene, 1920.

El presidente electo sabe que debe responder también a una gran expectativa de cambio que se expresó en las urnas.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 25/11/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Se vive un clima particular tras el resultado electoral que consagró como nuevo presidente de la Nación a Javier Milei. Por un lado, hay en gran parte de la sociedad un sentimiento de alivio generado por haber dejado atrás al kirchnerismo. Es como haberse liberado de una pesada carga que producía agobio y daño. El kirchnerismo ha sido una desgracia, no porque todas sus medidas de gobierno hayan sido malas –aun cuando las malas fueron mayoría– sino por su concepción antirrepublicana del poder, de sus prácticas corruptas y de su visión antinómica de la política con su lógica ilógica amigo-enemigo. 


El objetivo permanente de Cristina Fernández de Kirchner y sus secuaces fue la búsqueda de la suma del poder público para consagrar la impunidad de los muchos delitos de corrupción cometidos por numerosos funcionarios, comenzando por la misma vicepresidenta. A ese menú se le agregó un ingrediente que fue letal para las aspiraciones de Sergio Massa: su desastrosa gestión, que llevó el índice de inflación a niveles altísimos que no se registraban en el país desde hace treinta años. Así fue que se sirvió de su rol como ministro de Economía para hacer uso y abuso de los recursos del Estado al servicio de su campaña. Por primera vez desde la recuperación de la democracia, al peronismo en el ejercicio del poder le explotó la bomba que fabricó como producto de su mala gestión. El “¡Ah!, pero Macri” no le funcionó. Como tampoco le funcionó la descomunal campaña del miedo que se desplegó contra el líder de La Libertad Avanza.    

Por una renovada esperanza


Convive con ese sentimiento de alivio generado por la caída del kirchnerismo otro motivado por el nuevo gobierno: la esperanza de un cambio. Eso representa un crédito fundamental para Javier Milei, que tiene el desafío de no defraudar. Es decir, no solo hubo voto bronca. El presidente electo alcanzó el poder apoyado por una avalancha de votos que muestran una transversalidad pocas veces vista. Lo votaron personas de todos los estamentos socioeconómicos. Muchos que habían votado al peronismo depositaron en la urna la boleta del binomio Milei-Villarruel. Hay un hartazgo en muchos sectores muy castigados por la pobreza con la condición de sumisión a la que los expone tener que vivir dependiendo de un subsidio, hecho que significa depender de los caprichos de un puntero y de la corruptela que lo circunda. Habrá que ver si esa expectativa de cambio se concreta. Sería algo fenomenal porque representaría un cambio de cultura de enorme impacto político en la necesidad que tiene la Argentina de dejar de lado el populismo al que la llevó el peronismo kirchnerista. Otra prueba de esa sensación de hartazgo es la impactante elección que La Libertad Avanza obtuvo en la provincia de Buenos Aires toda y en vastos sectores del Conurbano. Dejó en claro que esos fueron votos ganados al peronismo y en eso no hay discusión. 


La primera semana del presidente electo lo puso en el camino de la realidad. En una de las varias entrevistas que concedió habló de pragmatismo. Fue un reconocimiento a algo de lo que se habló en esta y otras columnas de opinión: una cosa es la campaña electoral y otra, gobernar. La gobernabilidad de la nueva administración exige acuerdos políticos. La Libertad Avanza por sí sola carece del poder suficiente en el Congreso que necesita para aprobar muchas de sus propuestas. Deberá negociar –como ya se ha visto en estos días– con la casta a la que, por otra parte, ya pertenece. El acuerdo con Mauricio Macri y Patricia Bullrich es evidente. El expresidente tuvo la lucidez de jugar un pleno al ganador. Lo más importante será pues que todo eso se explicite ante la sociedad. Milei es una persona honesta. Y esa es una condición fundamental. Es un punto de partida clave luego de la oleada de corrupción que representó el kirchnerismo. 


Las idas y vueltas en los nombramientos de los funcionarios que lo acompañarán durante su gestión tuvieron un toque de amateurismo. Que se entienda bien, esa misma ingenuidad fue la que lo mostró bien intencionado ante el común de la gente frente a la soberbia infinita de Sergio Massa. Ahora bien, la presidencia nunca es un buen lugar como sala de ensayo. El presidente electo deberá afinar la puntería y volver a ordenar la tropa interna. La salida de Emilio Ocampo, motivada por la elección del ex secretario de Finanzas Luis Caputo, y expresidente del BCRA, fue un golpe duro para los planes de dolarización y “desconexión” del Banco Central. Caputo no es una persona querida en el ambiente; sus ínfulas y su soberbia aún resuenan en lo más alto del Fondo Monetario. Un economista que recuerda los años del macrismo a la perfección señaló que “la renuncia de Toto al Central fue irresponsable porque se fue en el medio de una crisis y con las negociaciones con el FMI sin encaminarse. No fue en buenos términos”.

Frankenstein vs. Drácula


Sin mirar hacia atrás, el futuro titular de la cartera económica ya adelantó ante empresarios y banqueros que “no habrá sorpresas para desarmar la maraña de Leliqs”. Milei ya le había dejado claro que no quería nada similar a un plan Bonex. Aseguró también que “la totalidad de su programa está basada en el equilibrio fiscal y que la prioridad es establecer un ancla fiscal fuerte. El equilibrio fiscal debe empezar recortando 2 puntos del gasto público del PBI”, aseguró. 


Que el árbol no tape el bosque. Milei es el primer presidente economista. Es sabido que tendrá la pericia suficiente para intervenir en las decisiones en materia de economía. Sin embargo, este doble rol encarna algunos peligros encubiertos. En primer lugar, los choques temperamentales con su ministro estarán a la vuelta de la esquina. En segundo lugar, sería esperable que, como presidente, esté por encima de las decisiones de política económica aportando una visión mucho más general y estratégica tanto a nivel local como internacional. En ese plano, la elección de Diana Mondino para conducir el Ministerio de Relaciones Exteriores parece acertada. A pesar de algunos “disparates de campaña”, Mondino es una mujer formada. El presidente electo aguantó los embates del macrismo para colocar en ese lugar a Federico Pinedo. También sostuvo a Mariano Cúneo Libarona en lugar de ceder a la propuesta –casi una exigencia– de sentar en la cartera de Justicia a Germán Garavano. En el entorno de Macri se escuchan quejas por lo que consideran una baja consideración por los votos aportados. “No nos pueden pintar la cara”, bramaron. 


Milei sabe que no puede ceder un ápice si quiere ser un presidente con poder pero también es consciente de su estructura carente de volumen político. En ese delgado equilibrio se juega las primeras fichas para estabilizar su futuro gobierno.