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domingo, 14 de diciembre de 2025

Primer objetivo: conseguir que salga la reforma laboral… @dealgunamanera...

 Primer objetivo: conseguir que salga la reforma laboral…

Patricia Bulrich. Dibujo: Pablo Temes.

La relación con la política y los dirigentes tiene un primer desafío clave para el futuro. 

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 14/12/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El segundo tiempo de la gestión del actual gobierno ha comenzado. Fue el miércoles pasado, 10 de diciembre. Ya, en el horizonte, despunta la primera batalla: el proyecto de ley de reforma laboral. En ese escenario aprontan sus soldados la desvaída CGT y el decadente peronismo. Esos son los adversarios de siempre a los cuales el Gobierno confía en poder doblegar. Sin embargo, con eso no alcanza, porque hay un actor que apareció en escena el viernes y produjo estrépito: la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. La Asociación salió con los tapones de punta a criticar duramente el proyecto de ley, señalando por medio de un comunicado que, entre otras cosas, contiene artículos que tiene por objetivo la disolución del fuero laboral. Esos artículos son, en los hechos, el 90 y el 91.

El artículo 90 del proyecto señala: “Los jueces que resuelvan causas de índole laboral deberán, de forma obligatoria, adecuar sus decisiones a los precedentes establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la materia. El apartamiento infundado de los magistrados respecto de dichos criterios configurará una causal de mal desempeño en sus funciones”.

El artículo 91 habla de la “Vigencia transitoria de la Justicia Nacional del Trabajo. La Justicia Nacional del Trabajo mantendrá su vigencia hasta tanto se instrumente el acuerdo de transferencia de competencias de la Justicia Nacional del Trabajo entre la Nación y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una vez formalizado dicho acuerdo, se dispondrán los actos necesarios para su progresiva disolución conforme las previsiones y plazos que surjan de dichos instrumentos”.

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El Gobierno debería prestar atención a esta advertencia de los jueces, quienes marcaron que están en estado de alerta. Hay que recordar que los magistrados tienen la última palabra sobre la constitucionalidad o no de las leyes, es decir –en definitiva– de su legalidad y, por ende, de su vigencia. Recuérdese –a manera de ejemplo que, en junio de 2013, la Corte Suprema declaró inconstitucional el proyecto de ley con el que la condenada expresidenta Cristina Fernández de Kirchner quiso someter a la Justicia.

El tema judicial dará aún más tela para cortar. Un primer objetivo que no debe ser olvidado es la necesidad de completar las dos vacantes existentes en la Corte Suprema. A eso se le suma la necesidad imperiosa de cubrir las vacantes existentes en todos los fueros.

Mientras tanto, la rosca política no se detiene. La Libertad Avanza confía en que tendrá 33 votos garantizados para la primera parada legislativa en el Senado: a sus 19 senadores más el apoyo de Luis Juez, le suma los diez del radicalismo y los tres del PRO. Apuesta también por los apoyos que obtuvo en su primer tiempo de gestión: los dos misioneros, el correntino Espínola y la tucumana Ávila. Así el Gobierno tendría la media sanción asegurada en el recinto donde tiene menor peso específico.

En el oficialismo repiten una especie de consigna como un mantra: “No se tocan los derechos del laburante; se reorganizan para tener reglas claras sin abusos y con menos burocracia sindical”. En este último punto la realidad demuestra otra cosa. El Gobierno no aceleró a fondo para desarticular a la casta sindical. La cuota solidaria que hoy abonan todos los trabajadores como aporte a los sindicatos aunque no estén afiliados a ninguno seguirá vigente. Se trata de una de las fuentes de recaudación del establishment sindical más arraigada en el viejo sistema. Los libertarios también aceptaron que los gremios con personería sean los que tengan que firmar los convenios por empresa.

La pregunta es muy simple: ¿por qué una nueva etapa de “modernización laboral” mantiene semejantes privilegios? En el Gobierno se justifican enumerando los avances de la nueva ley y aseguran que el “paquete de leyes para refundar la Argentina” va mucho más allá de la pelea con los sindicatos. “Vamos a terminar con la industria del juicio y bajar los costos laborales para que tanto las pymes como las grandes empresas puedan contratar más gente sin temor a desfinanciarse” –aseguran. Es cierto, pero también es verdad que el Gobierno y las centrales obreras exageran sus posturas para darle pasto a los propios. Hay que mantener las formas.

A pesar de no haber sido golpeada en su línea de flotación, la CGT saldrá a la calle contra la reforma laboral de Javier Milei. La movilización será el 18 de diciembre hacia la Plaza de Mayo, como parte de un plan de lucha que incluirá “medidas graduales” contra el Gobierno y la idea de sumar a las dos CTA y a los movimientos sociales. El show debe continuar. En una dirigencia sindical que atrasa 30 años, todavía reina la idea de “ganar la calle” como una demostración de poder. La expectativa de la CGT es reunir unos 150 mil manifestantes en la Plaza de Mayo. Gerardo Martínez (Uocra) dijo: “Analizaremos un programa de acción.

Comienza una etapa de resistencia. Nada está descartado, esperemos que podamos constituir una masa crítica. Todo puede pasar”. La falsa épica ante todo. Como en los viejos tiempos del kirchnerismo que, dicho sea de paso, está listo para conspirar dentro y fuera del Palacio Legislativo. Las primeras voces de esa fuerza señalaron que el Consejo de Mayo –órgano consultivo que trabajó en el paquete de leyes– no es vinculante y aseguraron que “no se permitirá que el empresariado y un puñado de liberales borren de un plumazo las conquistas laborales históricas de los trabajadores”. ¿A quién le importa realmente la protección y generación de empleo? Si todo sale como anticipan la mayoría de los analistas serios, el aumento del trabajo formal debería ser un objetivo defendido por todos. Como siempre ocurre, cuesta demasiado soltar la cartera de privilegios que hicieron de la Argentina un país inviable por muchos años.



miércoles, 8 de octubre de 2025

Día 660: Milei, miente, miente, y nada de lo tuyo quedará… @dealgunamanera...

Día 660: Milei, miente, miente, y nada de lo tuyo quedará…

Día 660: Milei, miente, miente y nada de lo tuyo quedará. Fotografìa: CEDOC

Para habitar la misma realidad que el resto de los argentinos, Javier Milei debería confrontar su tendencia a presentar al país como un éxito económico y a su gestión como “el mejor gobierno de la historia”. Quizás necesita mentirse para sostener la ilusión de su propio relato.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el martes 07/10/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Es mundialmente conocida la frase del propagandista nazi Joseph Goebbels“Miente, miente, que algo quedará”. Goebbels fue el arquitecto de un aparato de propaganda tan monstruoso como eficiente, que sirvió para convencer a millones de personas de las teorías conspirativas más absurdas y de las mentiras más flagrantes.

Tras la derrota militar de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, los juicios de Núremberg y la política activa de derechos humanos de la comunidad internacional, se puede decir que, durante la segunda mitad del siglo XX y el principio del siglo XXI, no quedó nada de Goebbels y sus mentiras. Inclusive ahora, durante el auge de la extrema derecha, este tipo de organizaciones tiene que esconder sus vínculos con las ideas nazis, como sucede con Alternativa por Alemania.

En el caso de Javier Milei, salvando las enormes distancias, sí es cierto que podemos hacer un paralelismo en la utilización permanente de la mentira como herramienta de construcción de sentido. Al igual que Goebbels, Milei, si sigue mintiendo y mintiendo como lo hace, no quedará nada de la hegemonía que supo construir y que se empieza a desmoronar por todos lados.

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A diferencia del siniestro Goebbels es probable que el presidente padezca mitomanía y precise mentirse a sí mismo creyendo lo que dice. Desarrollaremos en profundidad ese desorden mental en esta columna que permite explicar, por ejemplo, por qué dice “sacamos a 12 millones de personas de la pobreza”, entre otras. Pero primero vayamos a algunas evidencias.


Este lunes vimos a un Presidente en otra realidad. Cantando a los gritos mientras la economía se sostiene en base al endeudamiento externo y asediado por múltiples casos de corrupción, con la renuncia de su principal candidato en el distrito más grande del país renunciando por vínculos con el narcotráfico. Probablemente esta capacidad de Milei para asilarse y construir una realidad paralela sea en parte lo que lo ha ayudado a llegar hasta acá. Pero se puede mentir mucho tiempo a pocas personas, a muchas personas poco tiempo, pero no a muchas personas mucho tiempo.

Tras naturalizar como sociedad las terribles inconsistencias y mentiras de Milei, la caída de José Luis Espert, quién nos mintió abiertamente en reiteradas ocasiones, hizo notar más las mentiras del propio Milei y después de sintetizarlas, explicaremos cómo se encuadra en lo que se denomina efecto Baader Meinhof. Espert dijo primero que no tenía relación con Fred Machado, que solo le había aceptado una vez un vuelo para presentar el libro. Luego, dijo que en realidad voló 35 veces a diferentes lugares. Luego, dijo que lo del pago de los 200 mil dólares era una “operación de Grabois” y que no había pruebas, era solo un papel de una contabilidad paralela.

Luego, cuando apareció el documento del Bank of America con la transferencia que había cobrado de una empresa minera que no era de Machado, luego que si era de Machado. Siguiendo a eso, dijo que sí había estado en la pileta de Machado. Desde el 2021 venía diciendo que no tenía ninguna relación con este narcotraficante y llegamos en 2025 a que estuvo en su pileta, viajó con él en 35 vuelos, recibió dinero de su empresa y todo lo que nos falta por descubrir.

De hecho, hace minutos un par de horas habló Machado en Radio Rivadavia y reconoció haberle “hecho un aporte de campaña a Espert por 200 mil dólares”. El acusado de narcotráfico recordó de la siguiente manera el pedido de Espert y cito textualmente: “¿Che, no me podés hacer un aporte monetario porque estamos en bolas?”.

Fred Machado habló tras la renuncia de José Luis Espert a su candidatura a diputado nacional: "Lo ayudé con unos mangos, me dio lástima"

El efecto Espert, el efecto del descubrimiento de una cadena de mentiras, nos hace ver las mentiras de todo el Gobierno en genera y del presidente en particular. De hecho, este fenómeno tiene un nombre. El efecto Baader-Meinhof, también conocido como ilusión de frecuencia o sesgo de recurrencia, es un fenómeno cognitivo fascinante: ocurre cuando se aprende algo nuevo —una palabra, una idea, una persona, un símbolo— y, de pronto, esto se empieza a ver por todos lados.

No es que antes no existiera, sino que la atención ahora está entrenada para detectarlo. El cerebro, que no puede procesar todo lo que percibe, filtra la realidad constantemente; al aparecer algo nuevo que considera relevante, lo marca como importante y comienza a priorizarlo.

El nombre “Baader-Meinhof” viene de un caso curioso. En 1994, un lector del diario St. Paul Pioneer Press escribió al periódico contando que había escuchado mencionar por primera vez a la organización terrorista alemana Baader-Meinhof. Y luego, en cuestión de días, el nombre volvió a aparecer en todos lados. A partir de ahí, los psicólogos adoptaron el término popular para describir ese tipo de experiencia.

Las mentiras e inconsistencias de este Gobierno estuvieron ahí, pero ahora hay mucha más pregnancia para procesarlas y desarticularlas. Vamos a hacer un racconto de algunas de las veces en las que Milei nos dijo una cosa y luego lo contrario. Realmente es impactante.

Algo que no es tan conocido es su cambio de opinión del kirchnerismo. En 2019, en una entrevista en Canal 26, Milei dijo: "Esto te va a sorprender, pero en términos históricos, Cristina Fernández de Kirchner es la mujer más importante en la historia de la política argentina. Fue dos veces presidente". En esa ocasión habló del entonces mandatario Alberto Fernández y sostuvo: "Tengo una excelente opinión acerca del Presidente. Es muy inteligente y extremadamente pragmático, digno de todo peronista".


Javier Milei y Cristina Kirchner en la asunción presidencial de 2023.

En otro reportaje, incluso defendió al kirchnerismo. Muy enojado, dijo: "Podés decir lo que quieras del kirchnerismo, pero la deuda la pagó y pagó los intereses". En contraste, en la apertura de sesiones del Congreso el 1 de marzo del 2024, expresó: "Cristina ha sido responsable de uno de los peores gobiernos de la historia".

Con los propios también tuvo esa actitud. Recordemos los cambios de opinión sobre Patricia Bullrich ya no en años, si no en semanas. "Sigue siendo una montonera tirabombas que tiene las manos manchadas de sangre", dijo antes de las elecciones generales de octubre del 2023. Luego, antes del balotaje, declaró: "Bullrich ha sido exitosa combatiendo la seguridad. La tenemos que llamar".

¿Entienden que entre que Milei dijo que era una terrorista con las manos manchadas de sangre y que había que incorporarla al Gobierno porque había sido una buena ministra de Seguridad pasaron tres meses?

El ministro Luis Caputo también fue objeto de polémica entre Milei del pasado y el Milei del presente. "Caputó se fumó 15 mil millones de dólares irresponsablemente", dijo el Presidente en 2018. EN la actualidad, lo define como “el mejor ministro de economía de la historia”. Increíble como no se ruboriza. Puede decir una cosa y lo contrario.

Recientemente las redes se llenaron de comparaciones entre lo que Milei decía de su nuevo candidato bonaerense Diego Santilli y lo que dice ahora. "El chanta de Santilli es un pésimo candidato", dijo en 2023. Ahora, lo describe como "alguien que sabe de seguridad" y que "ya ganó en la provincia de Buenos Aires".

El Presidente también mintió sobre los planes de dolarización antes de la campaña. "Hoy es factible dolarizar. Podríamos hacer transacciones en dólares", dijo en una entrevista con Alejandro Fantino en 2023. Se podía dolarizar con el dólar a 320 pesos. Tenía un acuerdo para hacerlo en el que le iban a dar 10 mil millones de dólares, ya estaba todo arreglado. Luego, Milei asume y no hace nada de todo esto, de hecho, hizo una enorme devaluación de 118%. ¿Qué pasó con que se podía dolarizar con el dólar a 320 pesos?

Realmente es increíble que todo este material haya estado publicado y hasta hace poco tiempo a una importante cantidad de la población no le haya bastado para tratar de comprender la cantidad de mentiras. Para tratar de entender esto hay que tomarlo desde las ciencias políticas, la psicología y otras teorías trasversales a varias disciplinas.

Euforia, incidentes y omisión total de Karina: lo que no se vio de la presentación del libro de Milei

En La mentira en política (1971), Hannah Arendt analiza cómo la falsificación deliberada de la realidad se volvió una herramienta estructural del poder moderno. A partir del caso de los Papeles del Pentágono, muestra cómo los gobiernos fabrican “mundos ficticios” para sostener su narrativa, y advierte que el mayor peligro no es la mentira misma, sino la erosión de la verdad como base del juicio público y de la vida política democrática.

Es decir, las constantes mentiras de los políticos no solo destruyen su credibilidad, si no que en algún punto destruyen el propio concepto de verdad. En ese sentido, se puede analizar como el auge del posmodernismo, el cuestionamiento a los grandes relatos y la post verdad son la causa de personajes como Milei. Evidentemente fue avanzando un cinismo base en la sociedad en la que la mentira es tolerada.

Ahora, Milei en particular no es como cualquier político mentiroso. Realmente puede decir cualquier cosa y lo contrario en cuestión de meses con la misma vehemencia y emoción. De defender el kirchnerismo a los insultos a atacarlo a los gritos. La misma emoción con un contenido antagónico. Nosotros no podemos diagnosticar porque no tenemos matricula de psicólogo o psiquiatra, pero reúne las condiciones de un mitómano.

La mitomanía es un trastorno psicológico caracterizado por la tendencia patológica a mentir de forma compulsiva o sistemática. El término fue introducido por Ernest Dupré en 1905 para describir a individuos que mienten no por beneficio inmediato, sino por una necesidad interna de fabular o deformar la realidad. Según Dupré, el mitómano no busca engañar para obtener ventajas, sino para sostener una identidad idealizada o escapar de una realidad que le resulta insoportable.

Sigmund Freud interpretó el fenómeno como una expresión del deseo inconsciente: la mentira sería una forma de “cumplimiento del deseo” donde el sujeto transforma su frustración en relato. En esta línea, la mitomanía se vincula con mecanismos de defensa como la negación y la proyección.

Por su parte, Jean Bergeret Jacques Lacan abordaron la mitomanía como un síntoma del narcisismo patológico: el mentiroso crea una versión mejorada de sí mismo para sostener una frágil estructura del yo. Lacan señaló que el mitómano “miente para existir en la mirada del Otro”, es decir, su mentira no busca solo convencer, sino ser reconocida como verdad por los demás.

Itai Hagman, sobre el show de Javier Milei en Movistar Arena: "Puede hacer esto porque, en algún punto, ya no gobierna"

Autores contemporáneos como Paul Ekman y Robert Feldman diferencian la mentira común, instrumental y consciente, de la mitomanía, donde el sujeto llega a creer en sus propias invenciones. En este sentido, la mitomanía no es solo una conducta, sino una distorsión persistente del vínculo con la verdad, que puede aparecer en contextos neuróticos, narcisistas o incluso psicopáticos.

Entre el mentiroso instrumental y el mitómano hay un territorio ambiguo, donde la mentira deja de ser solo una herramienta y empieza a convertirse en una forma de habitar el mundo. Este “mentiroso intermedio” no miente por compulsión total ni por cálculo frío, sino para mantener en pie una identidad frágil. Paul Ekman lo describe como alguien que empieza creyendo sus propias mentiras para reducir la disonancia cognitiva entre lo que dice y lo que hace. De a poco, su mentira se vuelve una especie de refugio narrativo: una historia que lo protege del fracaso, de la vergüenza o de la falta de amor.

Robert Feldman lo llama self-deceiver (o autoengañador en su traducción al español): no busca manipular, sino sostener su autoestima en contextos donde la verdad lo dejaría desnudo. En este nivel, la mentira funciona como una prótesis emocional: repara lo que el yo no puede tolerar.

Lacan diría que el sujeto no miente “a” los otros, sino “a través” de los otros, intentando que su ficción sea reconocida como verdad. Y Bergeret advierte que en estas personalidades narcisistas compensatorias el límite entre la verdad y la invención se vuelve maleable, según la necesidad de conservar una imagen consistente ante los demás.

En términos clínicos, este tipo de mentiroso representa la frontera viva entre el narcisismo funcional y la mitomanía estructural: no ha perdido el contacto con la realidad, pero necesita deformarla para sobrevivir en ella. Probablemente nuestro Presidente esté más cerca de este caso, aunque esto lo decimos para tratar de analizar la situación política, sin tener los elementos para un diagnóstico, pero es necesario dotarnos de algunas herramientas de la psicología porque el peso de personalidades como las de Milei en las situaciones políticas es determinante.
 

Javier Milei presentó su nuevo libro con un show musical en el Movistar Arena este lunes 6 de octubre.

Milei ayer que cantaba en el Movistar Arena estaba en plena deformación de la realidad. Mientras su gobierno se desmorona y está asediado por varios frentes, se dedica a festejar nadie sabe que de una manera patética.

Pinocho, de Carlo Collodi, cuenta la historia de una marioneta de madera tallada por Gepetto, un carpintero pobre que sueña con tener un hijo. Un hada azul da vida a Pinocho y le promete que podrá convertirse en un niño de verdad si demuestra ser bueno, valiente y sincero. Sin embargo, su curiosidad y desobediencia lo llevan por caminos peligrosos: se une a malos compañeros, cae en trampas y cada vez que miente, su nariz crece.

A lo largo de sus aventuras, donde es engañado por el Gato y el Zorro, convertido en burro y tragado por una ballena, Pinocho aprende a distinguir entre el placer inmediato y la responsabilidad. Cuando finalmente arriesga su vida para salvar a Gepetto, el hada lo recompensa transformándolo en un niño real.

Para vivir en la misma realidad que todos nosotros, Milei debe enfrentar lo mismo que Pinocho, su tendencia a la satisfacción inmediata creando una realidad paralela en la que el país es un éxito económico y su Gobierno “el mejor de la historia”. Milei debe enfrentar la realidad y trabajar codo a codo con el resto de los sectores políticos y productivos del país para estabilizar la terrible situación en la que estamos.

Es probable que la suerte de su Gobierno esté echada y no haya más libertarios en el próximo periodo presidencial, pero un presidente alejado de la realidad nos puede hacer mucho daño. Hay que poder construir una transición ordenada hacia la siguiente etapa política de la Argentina.

Producción de texto e imágenes: Matías Rodríguez Ghrimoldi

TV / LT




 

domingo, 27 de julio de 2025

Cierre de listas - Todo fue casta, nada más… @dealgunamanera...

Cierre de listas - Todo fue casta, nada más…

“Res... non verba”. Dibujo: Pablo Temes.

Karina Milei impuso la lealtad ciega, el peronismo se enredó en su propia oscuridad y nadie discutió ideas, solo cargos.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 27/07/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Si se tuviera que hacer una síntesis de lo que significó el cierre de listas para las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires del próximo 7 de septiembre, se debería remarcar lo siguiente: la casta se impuso en todos los órdenes. Todo lo que hubo fueron disputas encarnizadas por los cargos. Fue sólo eso y nada más que eso. Quien sostenga otra cosa falta a la verdad en forma flagrante.

En La Libertad Avanza se vivió una especie de principio de revelación para los que pudieran haber tenido alguna duda sobre el poder real de Karina Milei. Lo terminaron de comprobar Santiago Caputo y sus secuaces. “La Jefa” barrió con todos ellos. Los limpió a todos los que creyeron sentirse sus pares, empezando por el asesor estrella que quedó estrellado.

En el transcurrir de este traumático proceso emergió con toda claridad y potencia un modo de hacer política brutal basado en la sumisión y no en la discusión. “La lealtad no es una opción sino una condición”, expresó la hermana del Presidente en la red X el jueves pasado, para agregar que “quien cuestione a quienes llevan esa bandera no está criticando un armado; está cuestionando al Presidente mismo y a la causa que nos trajo hasta acá”. O sea que no hay lugar para quien osare criticar, disentir o tener puntos de vista distintos respecto de medidas relativas a la instrumentación del programa del Gobierno. Según esta postura, a quien así lo hiciere le corresponderá tal vez el descalificativo de traidor. Esta concepción de poder casi absoluto, suele traer problemas a la hora de enfrentar crisis o correcciones en el rumbo. Está claro que no habrá discusiones de liderazgo, pero será muy difícil aprender a confiar y discernir entre aquellos que quieren dar una mano real y sincera. La historia reciente lo ha demostrado. Cuando el círculo más cercano al expresidente Mauricio Macri quedó cegado por los deseos de su entonces jefe de Gabinete, Marcos Peña, resultó a todos sus colaboradores mucho más difícil llegar a su líder para recalcular la dirección del gobierno de Cambiemos. El final es un capítulo conocido por todos.

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Lealtad a una persona no equivale a decir amén a todo lo que ella piensa, expresa, hace u ordena. Uno de los sinónimos de lealtad es franqueza. Por lo tanto, lealtad a una persona es también señalarle sus errores o plantearle discrepancias. La lealtad con una causa no excluye el análisis crítico de las formas y la metodología que se aplican para su implementación. Hay que tener siempre presente que el líder no es infalible. La infalibilidad es una característica del síndrome de Hubris, de lo que tuvimos suficiente muestra de ello durante los desgraciados años en que gobernó el kirchnerismo. Cristina Fernández de Kirchner no toleraba las críticas ni de los propios ni de los ajenos. Sus largas peroratas de maestra ciruela resonaban en cadena nacional.

Javier Milei repite ese patrón de comportamiento que es muy propio de la casta política tanto en la Argentina como así también en el mundo entero.

En el bochornoso cierre de listas de candidatos todo fue casta. O sea, todo por lo que se peleó con fiereza dentro de La Libertad Avanza y en el peronismo fueron cargos. Nadie –absolutamente nadie– discutió ni una sola idea o propuesta concreta. Hasta el momento la sociedad no ha tenido oportunidad de escuchar nada provechoso. Nada que sorprenda. Veremos qué ocurre con la bandera de largada de la campaña que, en los hechos ya ha comenzado.

Por supuesto que lo mismo ocurrió dentro del peronismo. Los “oportunos” cortes de energía eléctrica que ocurrieron en los lugares en donde se debían terminar de confeccionar las listas le agregaron obscuridad al escenario de grisura por el que se mueve habitualmente el peronismo en general y el kirchnerismo en particular. Pasar del balcón de la Casa Rosada al balcón de la calle San José no debe ser fácil de digerir para Cristina Fernández. En realidad se disputan el poder distintas vertientes con un fondo muy similar. Axel Kicillof en abierto enfrentamiento con La Cámpora, contó con el apoyo de varios intendentes que son acusados desde el kirchnerismo duro de figurar en las listas de modo testimonial, Sergio Massa, siempre silencioso y beneficiándose del río revuelto logró colocar a su esposa Malena Galmarini y a dos candidatos más del Frente Renovador en Fuerza Patria. La aparición de Somos Buenos Aires, una coalición que suma parte de la UCR bonaerense, Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, la Coalición Cívica y el GEN de Margarita Stolbizer para competir tanto en las legislativas provinciales de septiembre como en las nacionales de octubre amenaza con llevarse algunos votos de los peronistas hartos de las disputas internas del kirchnerismo. “No puede ser que luego de 20 años crean que nos puede seguir llevando de las narices una figura perimida y condenada” –se le escuchó decir a un intendente del Conurbano.

Advierta el lector que este aquelarre se desató solo por el capítulo provincial que tiene fecha en septiembre. En octubre se contará una nueva-vieja historia con los mismos personajes de siempre moviendo los hilos del poder real.

Mientras tanto el gobernador bonaerense Axel Kicillof y la intendenta camporista de Quilmes Mayra Mendoza, se mostraron juntos en una actividad proselitista para intentar hacerle creer a la gente que existe algún tipo de unidad en el arranque de la campaña. Relato y más señales de una clase política decadente.


 

martes, 17 de junio de 2025

Unidad para poner límites... @dealgunamanera...

Unidad para poner límites...


El «Sistema Judicial Argentino» (que no es lo mismo que la Justicia) actuó esta semana, como en muchas otras ocasiones, en representación de un sector, minoritario pero poderoso, que pretende edificar un país sin el protagonismo político y social de los sectores populares, es decir, un país para muy pocos y con una mayoría de excluidos.

© Escrito por Carlos Heller, Dirigente Cooperativista, el sábado 14/06/2025 y publicado por la © Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 

Tal es el contexto en el que debe ser interpretada la decisión de la Corte Suprema al confirmar la condena a la expresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

En rigor, a Cristina no la están condenando por la causa Vialidad, sino por lo que se hizo durante 12 años de gobierno, cuando modificó –en la medida de lo permitido por la correlación de fuerzas– la estructura productiva y distributiva, entre muchos otros avances que beneficiaron a amplios sectores de la sociedad.  
 

Denominadores comunes.

Los procesos políticos, sin embargo, nunca son lineales. Siempre se está frente a la oportunidad de crear construcciones lo más amplias posibles que le puedan poner un límite a este cruel experimento anarco capitalista.  

Por lo pronto, los que alientan ese proyecto deben sortear una serie de obstáculos. Entre ellos, el Congreso y sus espacios de debate; los movimientos sociales que cuestionan el orden injusto; la resistencia de las organizaciones de trabajadores. También los periodistas que honran su profesión; los dirigentes políticos que se mantienen fieles a la representación de sus bases; sin olvidar la labor esclarecedora de intelectuales y artistas críticos. 

Es Cristina Fernández quien sintetiza y le puede dar una dirección común a ese conjunto amplio y diverso de actores movilizados. La pretensión de hacerla a un lado, por lo demás, está en consonancia con la búsqueda de consolidar un modelo económico y social inviable. Como lo mencionó en una de sus intervenciones recientes la expresidenta: «Esto ya lo vivimos». Lo intentaron en los 70 con José Alfredo Martínez de Hoz; en los 90 con Carlos Menem; y a partir del 2015 con Mauricio Macri. Ahora lo ensayan con Javier Milei. 

Acaso la única diferencia es que el actual presidente lo dice con todas las letras: «Amo ser el topo dentro del Estado, yo soy el que destruye el Estado desde adentro», o «la justicia social es una idea aberrante (…) lo primero que hace es violentar la igualdad ante la ley, porque a algunos les quita y a otros les da, y eso antes está precedido de un robo, porque los impuestos no se pagan voluntariamente, se pagan a punta de pistola, a cambio de que si no los paga uno, va preso». 
 

El plan, está claro, es dejar todo en manos del mercado, lo cual implica necesariamente la apropiación de la riqueza por parte de unos pocos.

En la vereda opuesta pude observarse como denominador común, en los diversos encuentros de los últimos días en los que participé, un clima de unidad ante la injusticia de la proscripción electoral de Cristina y frente a las políticas del Gobierno.  

Coinciden gobernadores, representantes de todas las provincias, dirigentes y legisladores de diversos partidos, movimientos sociales, sindicales, entre otros.

Mientras, puertas afuera se dieron movilizaciones espontáneas que no cesan. Son multitudes como las reunidas hace unos días, cuando los y las diputadas debatíamos en el Congreso de la Nación temas de suma importancia para los segmentos más vulnerables de la sociedad, como los jubilados y las personas con discapacidad. 
 

Debilidades.

Mientras tanto, la economía real sigue mostrando signos de debilidad. La actividad industrial, uno de los sectores más castigados desde el comienzo de la era Milei, se ubicó durante el primer cuatrimestre de 2025 casi un 10% por debajo de igual periodo de 2023.  

Si bien registró un crecimiento del 7,4% interanual, hay que tener en cuenta que en 2024 la industria estaba en su peor momento desde la pandemia sanitaria.  

A nivel sectorial, y también comparando con 2023, todos los rubros se encuentran por debajo de ese año, excepto «otros vehículos de transporte», que excluye automotores y «productos del tabaco», dos sectores de poca envergadura y volátiles.  

Por otro lado, en la última encuesta de expectativas de la industria, un 29% respondió que planea reducir su dotación, 8 puntos porcentuales más que en el informe del mes pasado. 

El registro de 1,5% de inflación de mayo, en tanto, tiene como inocultables costos la caída de la actividad económica y la pérdida de bienestar de millones de personas, además de la importante hipoteca que se está gestando. Esto último, en particular, por la vuelta a la dinámica de endeudamiento en dólares y la salida de capitales, en el marco de una significativa apreciación del peso.

Según datos del Balance Cambiario del Banco Central, la formación de activos externos de las personas físicas ascendió en abril a 2.247 millones de dólares, un reflejo del impacto de las medidas de liberalización respecto del dólar, implementadas a mitad de ese mes.
 

​​​​​​​Respecto de los anuncios de la profundización de la fase de endeudamiento en dólares, en la semana se realizó una operación de REPO con un conjunto de bancos internacionales de primera línea por 2.000 millones de dólares. Además, el 28 de mayo se adjudicaron 1.000 millones de dólares del BONTE 2030 exclusivos para inversores extranjeros (por primera vez después de siete años), y se amplió la emisión el viernes pasado en 500 millones, habilitándose también la participación a residentes.


Este rumbo económico y político, con todo, no es ineluctable. No se deben descartar, al contrario, las chances de un «dique de contención» ante los avances de este modelo aperturista, desregulador y de destrucción de lo público.

Un límite material concreto, a mi juicio, es el comicio de octubre. Un buen resultado en las urnas sería aquel que como mínimo garantice dos pilares democráticos hoy soslayados. Por un lado, que no se puede gobernar por decreto; por otro, que las leyes que propone el Congreso no pueden ser vetadas. En ese caso, habremos ganado una batalla importantísima.​​​​​​​



domingo, 15 de junio de 2025

El fin de la impunidad… @dealgunamanera...

 El fin de la impunidad…


Supremos. Dibujo: Pablo Temes.

Con la Corte firme en su decisión, Cristina Kirchner enfrenta una condena ineludible tras 17 años de maniobras judiciales.

© Escrito por el Doctor Nelson Castro el domingo 15/06/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

El desarrollo de los hechos y su cronología fueron inexorables. Cuando el 4 de junio la Corte Suprema rechazó la recusación que los abogados de Cristina Fernández de Kirchner habían presentado contra el Dr. Ricardo Lorenzetti en la CFP 5048/2016 sobre incidente de recurso extraordinario, la expresidenta supo que su suerte estaba echada. De acuerdo con la presentación de los letrados del 5 de mayo, se había invocado como razón una alegada falta de imparcialidad del ministro del alto tribunal. Los fundamentos de tal reclamo fueron sus fallos en disidencia con los otros dos miembros del cuerpo, algunas declaraciones públicas en televisión y una denuncia de la senadora Anabel Fernández Sagasti ante el Senado de la Nación. Tales comportamientos de Lorenzetti –esgrimía el pedido de recusación– violarían los parámetros de imparcialidad de los magistrados que establecen los principios de Bangalore relativos a la independencia de la Justicia y en el caso “Llerena” del año 2005, en que la Corte sostuvo que la jueza que había participado durante la instrucción de la causa no podía ser la misma que intervenía en la etapa de juicio, ya que ello violaba el principio de imparcialidad.

La respuesta del alto tribunal fue contundente: primero consideró que el planteo había sido presentado fuera de término y estaba falto de las necesarias fundamentaciones jurídicas y, después, sostuvo que la mayoría de los hechos mencionados ya habían sido conocidos antes de la presentación del recurso extraordinario del 13 de febrero, momento en que no se habían planteado.

La autodefinida “abogada exitosa” –tal como lo expresara el 12 de septiembre de 2012 durante su exposición en la Kennedy School of Government ante estudiantes de la Universidad de Harvard– vio venir todo esto con antelación. Por eso –rápida de reflejos– se dio cuenta de que lo único que la podía salvar de ir presa era tener fueros. Por eso decidió hacer la entrevista en el programa de Gustavo Sylvestre en C5N en la que, de forma absolutamente personal y unilateral, hizo el anuncio del lanzamiento de su candidatura a diputada provincial por la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires, hecho verdaderamente insólito porque los diputados no se eligen por circunscripciones.

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Los tres miembros de la Corte se vieron así ante un verdadero reto de la historia: repetir la lamentable conducta que el alto cuerpo adoptó de no tratar la condena del expresidente Carlos Menem, al que, de esa manera, le garantizó impunidad o la de actuar con responsabilidad y celeridad ante una causa que ya llevaba 17 años desde que fue impulsada por las entonces diputadas Elisa Carrió y Mariana Zuvic.

A esa celeridad llevaba, además, el hecho sucedido el 29 de mayo, día en que la Corte dejó firme la condena a diez años de prisión contra el empresario Lázaro Báez y contra sus hijos varones por el delito de lavado de dinero en la causa conocida como “La ruta del dinero K”, en la que se comprobó que Báez blanqueó fondos por alrededor de 60 millones de dólares provenientes del delito de evasión al fisco. A ese veredicto, para el cual debieron incorporarse a la Corte los conjueces Mario Lozano, de la Cámara Federal de General Roca, y Luis Ramón González, de la Cámara Federal de Corrientes, que sumaron sus respectivos votos a los de los ministros Horacio Rosatti Y Ricardo Lorenzetti –Carlos Rosenkranz votó en disidencia–, se llegó en tan solo diez días.

La contundencia de las pruebas y la mala calidad técnica de los abogados defensores de la expresidenta no dejaban lugar a dudas sobre cuál sería el fallo de la Corte: dejar firme la condena. Llegados a este punto, no hay que olvidar algo sumamente importante: de haber estado vivo, Néstor Kirchner también habría sido condenado.

Terminó así un largo período de 17 años en los que, con chicanas y presiones sobre jueces y fiscales, CFK buscó frenar el trabajo de la Justicia. Lo intentó de una y mil maneras. En 2013 ordenó elaborar aquel proyecto de reforma judicial, un mamotreto presentado con el pomposo nombre de Ley de Democratización de la Justicia, la mayoría de cuyos artículos fueron declarados inconstitucionales por la Corte. Presionó e intentó descalificar a cada uno de los jueces y fiscales de la causa, esgrimiendo –entre otras cosas– cercanía de algunos de ellos a Mauricio Macri. Lo curioso es que el fiscal del caso, Diego Luciani, fue nombrado en septiembre de 2013; los jueces Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu, en septiembre de 2011, y André Basso, en septiembre de 2015. Es decir, todos fueron nombrados por la hoy condenada Cristina Fernández de Kirchner durante sus dos mandatos, previa aprobación de sus pliegos por el Senado, de mayoría peronista kirchnerista.

Las espasmódicas reacciones del peronismo en estas horas posteriores marcan su declive. Más allá de lo que pueda pasar en la marcha convocada para acompañarla a los tribunales de la avenida Comodoro Py, en caso de que se mantenga firme la decisión del juez Gorini –que es quien debe instrumentar la ejecución de la pena– de que ese trámite inevitablemente se deba realizar allí y no en el domicilio de la condenada, el tiempo electoral obligará al PJ a dedicarse a armar sus listas de candidatos y definir su estrategia. Y, más allá de esta puesta en escena, son muchos los dirigentes peronistas que están ya hartos de CFK, quien, luego de denostar durante años al Partido Justicialista, se apropió de él con un único objetivo ligado a sus intereses personales: en este caso, la búsqueda de impunidad.

Cuando pase todo este tiempo de efervescencia, CFK tomará verdadera dimensión de los alcances de la condena que, además, conlleva una pena económica monumental, como monumental fue la corrupción pergeñada y practicada durante los años del kirchnerato.

A la Justicia le llevó diecisiete años arribar a un fallo definitivo sobre uno de los hechos de corrupción más bochornosos sucedidos en la historia del país. A lo largo de esos años hubo protagonistas que aportaron evidencias claves para dar sustento a las denuncias de esta causa.

Aquí es donde aparece el rol fundamental del periodismo honesto. Corresponde por lo tanto destacar el protagonismo de Luis Majul con su libro El dueño y el de Jorge Lanata y su equipo de PPT, cuyos aportes fueron importantísimos para hacer conocer a la opinión pública cada uno de los detalles de las distintas maniobras urdidas por la expresidenta durante sus dos mandatos, en los que persiguió a periodistas y medios críticos en su afán de establecer un régimen autoritario y permanecer indefinidamente en el poder.

El periodismo honesto es un instrumento esencial para hacer a las sociedades más plurales y transparentes.