Ernesto Cardenal, el sacerdote de la Teología de la Liberación que hizo de la poesía su arma literaria y política…
Fallece Ernesto Cardenal. El escritor nicaragüense tenía 95 años y
era una de las voces originales de la poesía latinoamericana. Luchó contra el
régimen de Somoza en los setenta y fue muy crítico con el actual gobierno de
Daniel Ortega. Obtuvo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
© Escrito
el lunes 02/03/2023 por Winston Manrique Cardenal y publicado por la Revista
Literaria WMagazín de la Ciudad de Madrid, Reino de España.
¡La poesía es el lenguaje! El lenguaje comienza con la poesía, después hubo la prosa». Ha muerto Ernesto Cardenal a los 95 años, el hombre de estas palabras, el 1 de marzo de 2020. Un nicaragüense que tuvo tres amores: Dios, los más necesitados y la poesía. Y los empezaba a atender desde muchos antes de que el sol saliera para comenzar cada día en guardia. Una persona entregada a los demás que se dedicó al sacerdocio, representante de la Teología de la Liberación, y un activista político cuando lo consideró necesario: en los años setenta del siglo XX con el Frente Sandinista de Liberación Nacional que combatió el régimen de Anastasio Somoza, de más de cuatro décadas, donde tras la victoria de la Revolución Nicaragüense, en 1979, fue ministro de Cultura del Gobierno del FSLN hasta 1987; y en los últimos años denunciando los desmanes del gobierno de Daniel Ortega.
«He reivindicado lo social, lo político y lo revolucionario», solía afirmar con vehemencia Ernesto Cardenal. Entre los galardones que recibió destaca el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2012. Sobre su obra decía: «He tenido siempre el mismo estilo, sin estilo». Versos que en su primera etapa se caracterizaron por ser una poesía de juventud, amorosa, del enamoramiento. Fue el preámbulo a su relación con un amor más profundo y trascendente para él, su relación con Dios, algo que cambió su vida. Tras aquellas etapas poéticas llegaron las relacionadas con los aspectos sociales y en los últimos años de carácter más científico.
Es autor de libros como Hora 0, Epigramas, Oración
por Marilyn Monroe y otros poemas, El estrecho dudoso, Mayapán y Tocar
el cielo. Cardenal tenía una vocación poética influenciada por
nombres como Rubén Darío, Walt Whitman y Ezra Pound: «Todos los poetas que
estén influidos por Pound me gustan. También los estadounidenses como T. S.
Eliot. La poesía yankee es muy distinta de la escrita en castellano».
Recriminado
por Juan Pablo II.
Con una actividad sacerdotal, social y política muy importante
en Nicaragua, Ernesto Cardenal era muy conocido en América Latina. Su nombre
salto al mundo, sobre todo, cuando en 1983 el Papa Juan Pablo II visitó
Nicaragua y al bajar del avión, en Managua, le dio una regañina pública cuando
Cardenal estaba de rodillas saludándolo. Lo reprendió por pertenecer a la
Teología de la Liberación y por su actividad revolucionaria que se salía de los
cánones de la Iglesia, según el Papa. Un año después Juan Pablo II le suspendió
del ejercicio sacerdotal. El Papa Francisco lo rehabilitó el año pasado, tres décadas
después. Un 2019 que coincidió con el libro de su poesía completa y sus últimos
versos relacionados con la ciencia, el cosmos y la mortalidad.
Ernesto Cardenal siempre estuvo del lado de buscar justicia y
luchar contra la dictadura de Somoza antes de ordenarse sacerdote en 1965.
«Nunca he sido un disidente sino un poeta de la Teología de la Liberación, que
es la teología de los pobres”, explicó Cardenal a Javier Rodríguez Marcos del
diario español El País en 2012. Añadió que
“evangelio en griego significa buena noticia y la buena noticia para los pobres
es la justicia. Resultó que esa teología no era la del Vaticano. Nosotros
creíamos en Jesús de Nazaret”.
Nació en Granada el 20 de enero de 1925, salió de allí rumbo a
Managua donde estudió literatura para luego dar el salto a México y de allí a
Estados Unidos y Europa. Hasta que con 40 años fue ordenado sacerdote. Después,
en el famoso archipiélago de Solentiname, en el Gran Lago de Nicaragua, creó
una comunidad de artistas primitivistas y pescadores. Empezó a dar rienda
suelta a su vocación social y ayuda a los necesitados mezclada con la poesía
dando a luz El Evangelio de Solentiname.
Allá en aquel archipiélago será enterrado. En ese lugar de sus
inicios donde concilio sus tres amores: Dios, los más necesitados y la poesía.
Poemas:
Al
perderte yo a ti.
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
La mañanita.
Hermano, amaneció. Mirá.
Oración a Marilyn Monroe.
Señor
Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados
La película terminó sin el beso final.
Tiempo, yo te odio.
Tiempo, yo te odio. Aunque sin ti no existiera.
Por qué me has abandonado (Salmo 21).
Dios mío Dios mío ¿por qué me has abandonado?
el desprecio del pueblo
las alambradas electrizadas
en la cámara de torturas.
en el orfelinato
y nadie se me acerca para no contagiarse
Detrás del monasterio.
Detrás del monasterio, junto al camino,