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domingo, 11 de marzo de 2018

Unión Industrial. Astilla del mismo palo… @dealgunamanera...

Astilla del mismo palo…
Una Roca en el zapato (Oficial). Paolo Rocca. Dibujo: hablo Temes.

El Presidente se queja de las bajas inversiones de sus ex colegas. Insatisfacciones mutuas y pipa de la paz.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 11/03/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Todo comenzó un 18 de abril de 2016. Era la primera reunión del entonces flamante presidente Mauricio Macri en la quinta de Olivos con los empresarios más influyentes del país. Cristiano Rattazzi (Fiat), Eduardo Elsztain (IRSA), Paolo Rocca (Techint), eran algunos de los nombres de la selecta lista de invitados. “Lo que la Argentina necesita de ustedes es que inviertan”, les decía un Macri que estaba como pez en el agua. Es que, en verdad, el Presidente se sentía un primus inter pares. Después de 12 años de kirchnerismo, de una Argentina aislada del mundo y de la “pistola” de Moreno, la era de los guantes de boxeo parecía finalizar para darle paso a otra de caricias. Esta vez, “uno de ellos” tomaba el mando. Dos años después, el escenario es otro.

Ruidos.

Luego de hacer un balance crudo del presente, la junta directiva de la UIA –Unión Industrial Argentina– expuso fuertes críticas al Gobierno. “Nos preocupan los costos energéticos, la fuerte caída del consumo y el crecimiento de las importaciones”, señala el manifiesto. En un contexto social agitado, donde, a pesar de sus esfuerzos, al Gobierno le está costando muchísimo llegar a su anhelado objetivo de paritarias del 15% sin cláusula gatillo, estas críticas no cayeron para nada bien en la Casa Rosada. Ya bastante áspera es la negociación con los gremios, en donde el oficialismo despliega toda su creatividad para que le compren el ansiado número, como para recibir por parte de los empresarios –sus amigos– una bofetada en vez de una caricia. Pero, al igual que las inversiones que les pidió en aquella “noche de bodas” de abril de 2016, ese mimo nunca llegó. Con los tapones de punta, y con el aval del Presidente, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, salió al cruce de la directiva de la UIA: “Que se dejen de llorar y se pongan a invertir”.

Hay algunos datos que sirven para poner en perspectiva la discusión: según cifras del Ministerio de Producción de la Nación, en la Argentina existen 605.626 empresas, de las cuales el 99,8% son pymes. Solo el 0,2% restante son grandes compañías. Ese menos del 1%, que sabe a poco –muy poco–, es el que aglomera los grandes nombres que son claves para el país. En este universo están, entre otros, los nombrados Arcor y Techint, es decir, grandes influenciadores de precios. Vamos a un ejemplo: una de las quejas de la UIA se refirió al aumento de importaciones de tomates frescos, que ascienden a 44 mil toneladas, y de tomates en conserva, que se incrementó en un 1.077% entre mayo de 2016 y mayo de 2017. Ante la queja del sector, el ministro Cabrera respondió: “El costo lo tienen en la lata y no en el tomate. Compren latas más baratas o bajen el precio”. ¿Por qué el ministro menciona las latas en este reclamo?

A la lata, al latero. Porque Siderar, que pertenece a Techint, produce toda la chapa que hace la Argentina. Es decir, produce la chapa con la que se hacen las latas, las heladeras y los autos. Si Siderar decidiese aumentar los precios, por ejemplo, en un 20%, este aumento se vería transferido a las grandes empresas, que fabrican y enlatan, por ejemplo, leche en polvo. Las grandes empresas trasladarían el aumento a los comerciantes –que incluye a grandes supermercados– que vuelven a remarcar los precios. Por lo tanto, las decisiones que toma ese menos del 1% del empresariado –grandes productores, grandes fabricantes y grandes puntos de distribución– repercuten en toda la cadena de valor del producto. Las pymes, sin el mismo peso, siguen estos precios, de otro modo, se quedan afuera.

Hay un componente estructural de la economía argentina que condiciona muchos de estos fenómenos. Una sola empresa de panificados tiene el 80% de lo que se ve en las góndolas; las dos cervezas líderes el 70%; las dos leches el 80%. La Ley del Mercado que aplica el Gobierno, que lleva a que los precios se regulen solos por efecto de la competencia, serviría si tuviésemos cuarenta empresas lácteas, cada una con el 2% del mercado. Cuando hay solo dos, es casi imposible que esa mecánica funcione porque la tendencia es que acuerden un precio entre ambas con el consiguiente perjuicio para el consumidor.

Macri desreguló todo y pretendía que esos empresarios fueran responsables en un sentido social”, sostiene una fuente que supo ser partícipe de las negociaciones entre el Gobierno y el sector industrial, que agrega: “Los empresarios son empresarios, no van a dejar de optimizar sus ganancias siempre que puedan hacerlo, si no hay sanción, hay mucho premio por no cumplir el compromiso”.

Lo que estaría en las antípodas del pensamiento económico del PRO terminó resonando fuerte ante este conflictivo escenario. Un año atrás el dirigente radical Ernesto Sanz decía: “Algunos empresarios argentinos se merecen un Moreno”. La decepción de Macri con los empresarios la resumió con tono embravecido en esta línea que le dirigió a Cabrera: “Me encantó lo que dijiste; Guillermo Moreno les rompió la cabeza a muchos de estos tipos”.  

Razones. 

¿Por qué la cúpula empresarial, que le reclamaba cambios sustanciales respecto de las prácticas “morenistas” al nuevo gobierno y –en su mayoría– fueron concedidos, salió a criticar las políticas económicas de Macri? “Los sectores productivos más pequeños le venían exigiendo a Miguel Acevedo –presidente de la UIA– que salgan a hablar. La capacidad industrial ocupada es del 61%; las altas tasas de interés dificultan los créditos; la caída de consumo es brutal, las importaciones nos están matando y con los aumentos en los servicios no nos cierran los números”, manifestó un referente de las pymes. “El consumo no está pasando un buen momento, ese es el telón de fondo, más allá de los problemas personales. Hay una confusión que tiene Macri que es inexplicable. Las inversiones vienen cuando las ventas se sostienen”, señala un experimentado economista.

La reunión de mañana entre el Gobierno y la UIA será una puesta en escena que probablemente no aportará soluciones de fondo. Es la Argentina del mañana mejor, que nunca llega.

Producción periodística: Lucía Lopreiato.

domingo, 23 de octubre de 2016

Frases picantes… @dealgunamanera...

Frases picantes…

Papa Francisco. Dibujo: Pablo Temes

El real significado de gestos y dichos del Presidente a gremios y empresarios.

Dos frases pronunciadas por Macri en la semana aún resuenan en los ámbitos políticos y empresariales: en una de ellas, les pidió a los empresarios que dejen de lado “temores y mezquindades”;  en la otra, que “se rompan el traste” para ponerse a la altura de la situación actual, que es compleja y, en algunos casos, dramática. El contexto estuvo marcado por el inicio de las negociaciones entre el gobierno nacional, la CGT y las seis principales centrales empresariales que acordaron esta semana estudiar –sector por sector– el pago de un bono extraordinario de fin de año para trabajadores privados y estatales con un piso de $ 2 mil. Diciembre, con su potencial conflictividad, es un desvelo para el Gobierno. 

¿Acaso el Presidente se cansó del empresariado argentino? Es probable que sí, sobre todo conociendo de primera mano a muchos de los protagonistas de este universo del cual formó parte hasta hace muy pocos años. “El Gobierno está intentando poner en el eje de toda la política pública a los individuos en situación de vulnerabilidad, con el objetivo firme de combatir el flagelo de la pobreza. Mauricio ha repetido en más de una oportunidad que no puede ser que uno de cada tres argentinos la esté pasando mal”, destacan fuentes de la Casa Rosada.

Ante esta situación, la cantidad de peros y reparos puestos por las diferentes entidades empresariales lo sacó de quicio. Desde la Unión Industrial Argentina insistieron en que el pago de la compensación salarial dependerá de cada uno de los sectores  y de cada una de las empresas, debido a que se firmaron 800 convenios colectivos y 400 acuerdos sindicales, situación que implica diferentes realidades dentro de los distintos rubros de la industria. No fue la única entidad empresarial que levantó la voz; lo mismo hicieron aquellas que nuclean a los comerciantes y a las pymes. 

Conoce de primera mano a muchos protagonistas de ese universo que integró hasta hace poco

Consciente y sabedora de las dificultades de este tiempo, la Iglesia tomó la decisión de constituirse en una protagonista activa en la ardua tarea de abrir canales de diálogo en la búsqueda de consensos. De ahí que su rol haya sido fundamental en la concreción del  encuentro. El Episcopado tiene aún muy a flor a piel el recuerdo de aquellos dramáticos días de finales de 2001 y de comienzos de 2002. En ese tiempo, la memoria nos trae el recuerdo de las conversaciones y las gestiones de los tres obispos designados por la Conferencia Episcopal Argentina para generar diálogo  y consensos entre cada uno de los sectores de cuyo compromiso dependía mantener la paz social. Esos tres obispos fueron monseñor Jorge Casaretto y los hoy fallecidos monseñor Juan Carlos Maccarone y monseñor Ramón Artemio Staffolani.

Estando ese recuerdo tan fresco, a nadie debe sorprender esta actitud activa de la Iglesia. Ninguno de los miembros de su jerarquía quiere que aquello se repita. Hasta el mismísimo papa Francisco ha sido un puntal clave en la trama de esta historia. “La Iglesia ha venido trabajando para lograr reunir en una mesa a las partes para que se escuchen entre sí y no como mero signo formal. El esfuerzo y el tiempo ganado estuvieron dados en que, por primera vez después de 12 años, los participantes se miraron a los ojos, se escucharon y se entendieron”, subraya una fuente que trabajó incansablemente en la concreción de las reuniones. 

La Iglesia ve con buenos ojos cómo está respondiendo el Gobierno. “Con el kirchnerismo no había ninguna chance. Hablaban ellos y punto. Por supuesto hasta que Jorge Bergoglio se convirtió en Francisco. Allí CFK tuvo la viveza política de dar un volantazo y alinear el Gobierno detrás del papa latinoamericano, luego de un primer momento de ofuscación y enojo.

Otro gesto para destacar es el de la CGT en cabeza de los nuevos triunviros. En una de las últimas reuniones se les escuchó decir –especialmente a Héctor Daer y a Juan Carlos Schmidt– que “los muchachos de los movimientos sociales también son trabajadores”, un reconocimiento justo que tardó en llegar pero que facilitó el diálogo. 

En plena época de vacío kirchnerista al por entonces cardenal Bergoglio, varios de los que hoy forman parte del gabinete nacional ya se encontraban trabajando con diferentes sectores de la Iglesia. Hay gestos que no son casualidad y que hablan de una comunión con el otro. A lo largo de las dos horas que duró la reunión que tuvo lugar el miércoles pasado en el Ministerio de Desarrollo Social con trabajadores sociales y cooperativas, fue la propia ministra 
Carolina Stanley quien llegó con el termo bajo el brazo y les cebó mate a sus interlocutores. Es un dato no menor, que habla del trato de inclusión a sectores vulnerables que habían sido carcomidos por La Cámpora y que hasta hoy se sentían huérfanos políticos. Hay que recordar que Stanley fue una de los figuras del Gobierno que merecieron el encomio del Santo Padre durante su reunión del sábado 16 con el Presidente; la otra fue la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Quizás Macri esperaba un poco más de cooperación de los empresarios en momentos en que todos hicieron un esfuerzo. De todas las partes reunidas en la mesa de discusión, fueron los hombres de negocios los más desconfiados y reticentes”, sentenció una fuente que participó en el detrás de escena. En consonancia con la preocupación presidencial estuvieron las palabras de Adrián Werthein, presidente del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, que sesionó en Buenos Aires. “Hay que creer e invertir porque el riesgo de venezuelizarse es inminente”, sentenció en una distendida conversación con periodistas. Su reflexión es una verdad indiscutible.

La economía no termina de arrancar. Los así llamados “brotes verdes” con los que se ilusiona el Gobierno son de un verde mustio. En el fin de semana pasado, las ventas por el Día de la Madre experimentaron una caída del 4,8% en relación con el año último. Si no hay más inversiones que  generen más trabajo genuino y de buena calidad, las chances de revertir la fenomenal pobreza que hoy castiga a un tercio de la población de nuestro país serán nulas. En lo que va de la actual gestión, la pobreza –que ya era alta al final de la gestión de Cristina Fernández de Kirchner– ha aumentado significativamente. La pobreza es la condición sobre la que pivotan los populismos. Y los populismos llevan a la venezuelización, es decir, al chavismo. 

Producción periodística: Santiago Serra. 


domingo, 3 de abril de 2016

Brutal ajuste… @dealgunamanera...

Brutal ajuste…


Aumentos, crisis con Elisa Carrió y dudas por Daniel Angelici. Alivio por Ricardo Jaime preso.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/04/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ajuste ha llegado en toda su dimensión. “Es brutal”, lo reconoció el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Y esa dimensión es la que produce desasosiego en la población y genera controversias políticas no sólo entre el oficialismo y la oposición sino también dentro mismo del partido de gobierno. Es lo que reflejaron los altisonantes tuits que Elisa Carrió hizo públicos el miércoles pasado y que impactaron lo suficientemente fuerte al interior de Cambiemos como para que Mauricio Macri la convocara a una reunión urgente en la residencia de Olivos antes de su partida hacia los Estados Unidos.

En esa reunión que, según la diputada, fue “dura, franca y divertida”, quien también tuvo un protagonismo importante fue el ex senador Ernesto Sanz. Sanz se ha transformado en un hombre de extrema confianza y cercanía del jefe de Estado. La más importante fue la coincidencia sobre las implicancias negativas que para el Gobierno tendría una ruptura de la coalición.

El fantasma de lo que significó para el gobierno de Fernando de la Rúa la renuncia de Carlos “Chacho” Álvarez sobrevoló el ámbito de ese encuentro, en el que se le atribuye a Macri haberle dicho a Carrió que “si nosotros nos peleamos, Cristina se divierte”. Lo cierto es que, tanto el Presidente como Sanz, fueron duros con la diputada, a quien le señalaron que “su boca era más útil defendiendo al Gobierno que atacándolo”.

El asunto que más incómoda al Presidente es el de Daniel Angelici. Nadie atina a saber muy bien cómo ha adquirido semejante poder. Las voces en los ámbitos tribunalicios –sobre todo de los juzgados federales– confirman las gestiones de este abogado de trayectoria poco relevante que invoca transmitir los pareceres y enojos del Gobierno. Quienes tratan de encontrar una explicación a esta gama de conexiones que exhibe Angelici lo adjudican a su condición de presidente de Boca. “Muchos jueces, fiscales y secretarios de juzgados que son hinchas de Boca desesperan por una platea en la Bombonera”, señala un conocedor de esta trastienda inquietante. Los industriales llevaron su preocupación al ministro de Producción, Francisco Cabrera.

El secretario general de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, destacó que “tuvieron una muy buena recepción de la radiografía que le presentaron. Y si bien el presidente Macri está haciendo lo que prometió en la campaña electoral, la preocupación radica en la simultaneidad y velocidad con que se está implementando el sinceramiento de la economía”. En este sentido, el industrial graficó que “hay unos 39 mil puestos de trabajo en el sector de las industrias electrointensivas que aún no entraron en situación crítica pero que, con los aumentos y otros elementos de contexto, podrían peligrar.

Ese elemento de contexto es la crisis económica de raíces políticas por la que está atravesando Brasil. Si no se hace algo para enfrentar esa contingencia, la situación podría empeorar. Si debido a su propio ‘parate’, nuestro principal socio comercial comienza a enviar los excedentes de su producción hacia la Argentina, el problema podría escalar y serían 200 mil los puestos de trabajo que correrían riesgo en la industria”. Al Gobierno no le hace ninguna gracia admitir esta posibilidad y trabaja contrarreloj buscando salidas a esta delicada circunstancia. “Cuando Brasil estornuda, la Argentina sufre una neumonía”, dijo tiempo atrás la canciller, Susana Malcorra.

Se vive con salarios viejos para enfrentar tarifas nuevas. Eso no hace más que aumentar la pobreza.

Por su parte, fuentes cercanas a los legisladores que trabajan en la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) Congreso, adelantaron que la medición correspondiente al mes de marzo se acercaría al 4%, guarismo que haría “peligrar la meta inflacionaria anual de entre 20% y 25% impuesta por el Gobierno, a un número mucho más cercano al 30%”. Si marzo arroja esos valores cercanos al 4%, el acumulado para el primer trimestre del año superará el 12%, un valor demasiado alto para cerrar el año de manera exitosa.

Es verdad que el valor que se paga en la mayoría de los servicios públicos en el Área Metropolitana es irrisorio. Pero lo que también es verdad es que los sueldos que gana la mayoría de sus habitantes son, asimismo, bajos. Se vive un presente de tarifas nuevas con salarios viejos. Por eso el índice de pobreza ha aumentado, tal como lo proyecta el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica, cuyo trabajo ahora el kirchnerismo pondera luego de haberlo denostado por años.

En el Gobierno se reconoce toda esta problemática para la que, hasta el momento, no ha ofrecido soluciones. Nadie discute sobre lo inevitable de este sinceramiento de la economía, producto del campo minado que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La controversia surge a la hora de evaluar su implementación. Ahora se habla de una serie de medidas –incluiría un blanqueo de capitales– en cuya elaboración se está trabajando a toda máquina. El objetivo es reactivar la economía, que atraviesa un período de estanflación.

Para ello cuenta con la aprobación de la ley que hace posible pagarles a los holdouts. El proceso que llevó a la resonante victoria que el oficialismo obtuvo en ambas cámaras del Congreso –recordar que en Diputados el resultado fue de 165 votos a favor y 86 en contra y en el Senado 54 a favor y 16 en contra– tuvo entre sus artífices al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Esto significó un duro revés para CFK, quien fatigó el teléfono de los diputados pertenecientes a La Cámpora y al núcleo duro del kirchnerismo para que presionaran a sus pares a votar en contra del proyecto de ley que había enviado el Presidente.

El apriete fue en vano. En el Senado, como se vio, las cosas a Cristina le fueron peor. Y eso alcanzó no sólo los guarismos de la votación sino también el sincericidio del jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, quien al decir que había recuperado “su capacidad para decir lo que pienso”, blanqueó la brutal metodología de “obediencia debida” reinante durante el kirchnerato.

En el momento de cerrar esta columna se producía la detención del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por la causa en la que se investiga la escandalosa compra de trenes a España y Portugal. Es una buena noticia para el presente de un país que debe luchar desesperadamente contra la corrupción.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

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domingo, 19 de mayo de 2013

Noticias del mal... De Alguna Manera...


Noticias del mal...

"El buchón opositor." Jorge Lanata. Dibujo: Pablo Temes.

El kirchnerismo contraataca las denuncias de Lanata y enturbia causas nobles con “la caja”.

Malas noticias para Cristina: Lanata tiene razón. La Fundación María de los Angeles, que preside Susana Trimarco, está transitando el mismo pantano que la Fundación Sueños Compartidos, de Hebe Bonafini. La militancia rentada o amateur se desespera desde el aparato de propaganda para proteger a la madre de Marita Verón. Se indignan porque Jorge Lanata “ensució” con sus críticas a quien tanto luchó contra la trata y por la aparición con vida de su hija. Lo mismo pasó cuando estalló el escándalo que involucró a los hermanos Schoklender. “No manchen los pañuelos blancos”, amenazaban los paraperiodistas sin comprender que la mugre, envasada en billetes, había sido proporcionada por el Gobierno nacional. Son los Kirchner los responsables de haber alimentado con fortunas a Hebe y a Sergio para que hicieran viviendas, una responsabilidad del Estado y no de una ONG. Podrían haber intentado cooptar a una figura vinculada a los derechos humanos desde el campo de las ideas o aprobando leyes que facilitaran su tarea.

¿Qué necesidad había de profanar un símbolo universal de la lucha contra la dictadura como las Madres? ¿Por qué meter millones en esa relación? ¿Los Kirchner no conocen otra forma de relacionarse que no sean los subsidios y la chequera? Utilizan a los luchadores y a los artistas populares como escudos para proteger su enriquecimiento ilícito, voraz y veloz. ¿O la broma que hace Néstor abrazando con amor una caja fuerte en la Intendencia de Las Heras tiene que ver, Freud mediante, con el chiste y su relación con el inconsciente?

Quien se meta a fondo a investigar la cuenta del Banco Nación, casa central, de la fundación de Susana Trimarco se encontrará con sorpresas dolorosas. No sólo por los montos de dinero que le giraron desde el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, hasta el gobernador tucumano, José Alperovich, pasando por su colega riojano, Luis Beder Herrera, pero como vehículo del Tesoro Nacional. Esas cifras figuran en su mayoría en los boletines oficiales correspondientes. Lo más grave aparecerá si se sigue la ruta de ese dinero. ¿A dónde fue a parar? ¿A qué profesionales se contrató? ¿Qué locales se alquilaron? ¿Están las facturas de esos gastos o se esfumaron como los fondos de Santa Cruz? ¿Cierran los números? ¿Qué rol juega su abogado, Carlos Garmendia?

Nada de esto borra la lucha heroica que tanto Hebe como Susana libraron. Una enfrentó a la dictadura y la otra, a la mafia de la prostitución cuando ni Néstor ni Cristina lo habían hecho. A propósito, la muerte del genocida Videla reactualiza un desafío: encontrar una sola declaración en radio o en televisión del matrimonio Kirchner durante la dictadura o en los primeros cinco años de la democracia calificando a Videla como “terrorista de Estado o criminal de lesa humanidad”. O una sola invitación a dar una charla, aunque sea, a las Madres o Abuelas de Plaza de Mayo. Es difícil ubicar lo que no existe.

Susana Trimarco, a través de Télam y 6, 7, 8, acusó a Lanata de “golpista al servicio de Clarín”, pero no puede explicar por qué fue tan crítica de Alperovich y ahora, mágicamente, manifiesta apoyo al señor feudal, candidato testimonial en las elecciones parlamentarias. Susana Trimarco está cuarta en intención de voto, por encima de la kirchnerista de la primera hora Stella Maris Córdoba, quien duda en presentarse si la lista la encabeza José Alperovich.

Pero Lanata no tiene razón sólo en este caso. También en la mayoría de las denuncias sobre la empresa “Néstor Kirchner & Lázaro Báez” y su CEO, Daniel Pérez Gadín. Se confirmó que este monotributista compró la estancia uruguaya en 14 millones de dólares. Andrés Vivanco, el ex fiscal de Santa Cruz, dijo que “lo de Lázaro es de Néstor” y aseguró que en la intimidad el ex presidente muerto confesó que “sin corrupción no podemos gobernar”.

Las desmesuras y obsesiones han crecido en forma proporcional al aumento de las dificultades económicas. Hay cuestiones irracionales, misiles para matar mosquitos. Cristina desmintió por Twitter una información publicada por el diario La Prensa, (“no tengo ni tuve secretaria”) y sólo logró comunicar la existencia de ese matutino. Que River o Boca jueguen los domingos a las 21.30 por la tele sólo para evitar la goleada de Lanata habla de lo mismo. Se condena a los hinchas a que en invierno lleguen a sus casas después de la medianoche, en pleno auge de la inseguridad, sin advertir que si Canal 13 quiere, puede cambiar el horario de su programa más exitoso a las 20 y, seguramente, aumentará su rating.

El manual de instrucciones del soldado de Cristina indica que todo lo que no se puede dominar debe ser apropiado por las buenas o por las malas o, en su defecto, fundido, quebrado o fracturado. Eso explica muchas siglas como CGT, YPF, AMIA, UIA, Agea SA y hasta Ciccone, o las amenazas a Julio Blanck, la ministra Nora de Lucía o el fiscal Guillermo Marijuán. Es lo que pasa con LAN y la persecución de los camporistas de Aerolíneas Argentinas, que descubrieron que es más fácil destruir a la competencia (pese a dos fallos judiciales) que construir una buena gestión. O la orden a los supermercados para que no avisen en los diarios enemigos, cosa a la que Carrefour acaba de rebelarse. O el apriete autoritario de Guillermo Moreno para que la Asociación de Cooperativas Argentinas abandone Coninagro, la Mesa de Enlace, y destituya a Carlos Garetto, en un solo acto.

Ahora que Alfredo Palacios ya tiene monumento, vale la pena recordar su luz. Era abogado, como Néstor y Cristina, pero diferente. Murió en la pobreza y en la placa en la puerta de su estudio decía: “Atiende gratis a los pobres”. Su tesis primera doctoral, que fue rechazada “por atentar contra las instituciones”, se tituló: “La miseria de la República”, y en un párrafo dice así: “Encastillados (por vivir en castillos) en su asqueroso egoísmo, ellos son los responsables de la ruina del país; ellos, que han hecho levantar palacios con los dineros del pueblo para habitarlos después de la catástrofe y que tienen las arcas repletas y desparraman a manos llenas en el Viejo Continente el oro que malversaron”. Malas noticias para Cristina. Y eso que el primer diputado socialista de América jamás vio a Lanata.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 19/05/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.