Noticias del mal...
"El buchón opositor."
Jorge Lanata. Dibujo: Pablo Temes.
El kirchnerismo contraataca las
denuncias de Lanata y enturbia causas nobles con “la caja”.
Malas noticias para Cristina:
Lanata tiene razón. La Fundación María de los Angeles, que preside Susana
Trimarco, está transitando el mismo pantano que la Fundación Sueños
Compartidos, de Hebe Bonafini. La militancia rentada o amateur se desespera
desde el aparato de propaganda para proteger a la madre de Marita Verón. Se
indignan porque Jorge Lanata “ensució” con sus críticas a quien tanto luchó
contra la trata y por la aparición con vida de su hija. Lo mismo pasó cuando
estalló el escándalo que involucró a los hermanos Schoklender. “No manchen los
pañuelos blancos”, amenazaban los paraperiodistas sin comprender que la mugre,
envasada en billetes, había sido proporcionada por el Gobierno nacional. Son
los Kirchner los responsables de haber alimentado con fortunas a Hebe y a
Sergio para que hicieran viviendas, una responsabilidad del Estado y no de una
ONG. Podrían haber intentado cooptar a una figura vinculada a los derechos
humanos desde el campo de las ideas o aprobando leyes que facilitaran su tarea.
¿Qué necesidad había de profanar un símbolo universal de la lucha contra la dictadura como las Madres? ¿Por qué meter millones en esa relación? ¿Los Kirchner no conocen otra forma de relacionarse que no sean los subsidios y la chequera? Utilizan a los luchadores y a los artistas populares como escudos para proteger su enriquecimiento ilícito, voraz y veloz. ¿O la broma que hace Néstor abrazando con amor una caja fuerte en la Intendencia de Las Heras tiene que ver, Freud mediante, con el chiste y su relación con el inconsciente?
¿Qué necesidad había de profanar un símbolo universal de la lucha contra la dictadura como las Madres? ¿Por qué meter millones en esa relación? ¿Los Kirchner no conocen otra forma de relacionarse que no sean los subsidios y la chequera? Utilizan a los luchadores y a los artistas populares como escudos para proteger su enriquecimiento ilícito, voraz y veloz. ¿O la broma que hace Néstor abrazando con amor una caja fuerte en la Intendencia de Las Heras tiene que ver, Freud mediante, con el chiste y su relación con el inconsciente?
Quien se meta a fondo a
investigar la cuenta del Banco Nación, casa central, de la fundación de Susana
Trimarco se encontrará con sorpresas dolorosas. No sólo por los montos de
dinero que le giraron desde el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, hasta
el gobernador tucumano, José Alperovich, pasando por su colega riojano, Luis
Beder Herrera, pero como vehículo del Tesoro Nacional. Esas cifras figuran en
su mayoría en los boletines oficiales correspondientes. Lo más grave aparecerá
si se sigue la ruta de ese dinero. ¿A dónde fue a parar? ¿A qué profesionales
se contrató? ¿Qué locales se alquilaron? ¿Están las facturas de esos gastos o
se esfumaron como los fondos de Santa Cruz? ¿Cierran los números? ¿Qué rol
juega su abogado, Carlos Garmendia?
Nada de esto borra la lucha
heroica que tanto Hebe como Susana libraron. Una enfrentó a la dictadura y la
otra, a la mafia de la prostitución cuando ni Néstor ni Cristina lo habían
hecho. A propósito, la muerte del genocida Videla reactualiza un desafío:
encontrar una sola declaración en radio o en televisión del matrimonio Kirchner
durante la dictadura o en los primeros cinco años de la democracia calificando
a Videla como “terrorista de Estado o criminal de lesa humanidad”. O una sola
invitación a dar una charla, aunque sea, a las Madres o Abuelas de Plaza de
Mayo. Es difícil ubicar lo que no existe.
Susana Trimarco, a través de
Télam y 6, 7, 8, acusó a Lanata de “golpista al servicio de Clarín”, pero no
puede explicar por qué fue tan crítica de Alperovich y ahora, mágicamente,
manifiesta apoyo al señor feudal, candidato testimonial en las elecciones
parlamentarias. Susana Trimarco está cuarta en intención de voto, por encima de
la kirchnerista de la primera hora Stella Maris Córdoba, quien duda en
presentarse si la lista la encabeza José Alperovich.
Pero Lanata no tiene razón sólo
en este caso. También en la mayoría de las denuncias sobre la empresa “Néstor
Kirchner & Lázaro Báez” y su CEO, Daniel Pérez Gadín. Se confirmó que este
monotributista compró la estancia uruguaya en 14 millones de dólares. Andrés
Vivanco, el ex fiscal de Santa Cruz, dijo que “lo de Lázaro es de Néstor” y
aseguró que en la intimidad el ex presidente muerto confesó que “sin corrupción
no podemos gobernar”.
Las desmesuras y obsesiones han
crecido en forma proporcional al aumento de las dificultades económicas. Hay
cuestiones irracionales, misiles para matar mosquitos. Cristina desmintió por
Twitter una información publicada por el diario La Prensa, (“no tengo ni tuve
secretaria”) y sólo logró comunicar la existencia de ese matutino. Que River o
Boca jueguen los domingos a las 21.30 por la tele sólo para evitar la goleada
de Lanata habla de lo mismo. Se condena a los hinchas a que en invierno lleguen
a sus casas después de la medianoche, en pleno auge de la inseguridad, sin
advertir que si Canal 13 quiere, puede cambiar el horario de su programa más
exitoso a las 20 y, seguramente, aumentará su rating.
El manual de instrucciones del
soldado de Cristina indica que todo lo que no se puede dominar debe ser
apropiado por las buenas o por las malas o, en su defecto, fundido, quebrado o
fracturado. Eso explica muchas siglas como CGT, YPF, AMIA, UIA, Agea SA y hasta
Ciccone, o las amenazas a Julio Blanck, la ministra Nora de Lucía o el fiscal
Guillermo Marijuán. Es lo que pasa con LAN y la persecución de los camporistas
de Aerolíneas Argentinas, que descubrieron que es más fácil destruir a la
competencia (pese a dos fallos judiciales) que construir una buena gestión. O
la orden a los supermercados para que no avisen en los diarios enemigos, cosa a
la que Carrefour acaba de rebelarse. O el apriete autoritario de Guillermo
Moreno para que la Asociación de Cooperativas Argentinas abandone Coninagro, la
Mesa de Enlace, y destituya a Carlos Garetto, en un solo acto.
Ahora que Alfredo Palacios ya
tiene monumento, vale la pena recordar su luz. Era abogado, como Néstor y
Cristina, pero diferente. Murió en la pobreza y en la placa en la puerta de su
estudio decía: “Atiende gratis a los pobres”. Su tesis primera doctoral, que
fue rechazada “por atentar contra las instituciones”, se tituló: “La miseria de
la República”, y en un párrafo dice así: “Encastillados (por vivir en castillos)
en su asqueroso egoísmo, ellos son los responsables de la ruina del país;
ellos, que han hecho levantar palacios con los dineros del pueblo para
habitarlos después de la catástrofe y que tienen las arcas repletas y
desparraman a manos llenas en el Viejo Continente el oro que malversaron”.
Malas noticias para Cristina. Y eso que el primer diputado socialista de
América jamás vio a Lanata.
© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 19/05/2013 y publicado por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.