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lunes, 12 de noviembre de 2018

Cómo y por qué zafó Cristina… @dealgunamanera...

Cómo y por qué zafó Cristina…

Casanello, el nuevo Oyarbide.

A fines de agosto de este año, la Sala II de la Cámara federal porteña ordenó a Sebastián Casanello llamar a indagatoria a Cristina Kirchner en el marco de la causa conocida como la Ruta del Dinero K.

© Escrito por Christian Sanz el sábado 10/11/2018 y publicado por el Sitio Periodístico Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La decisión de los camaristas Martín Irurzun y Mariano Llorens se dio después de una serie de pedidos de la Unidad de Información Financiera (UIF), de la Oficina Anticorrupción (OA) y del fiscal federal Guillermo Marijuan.

Casanello venía siendo reticente a llamar a declarar a la expresidenta, a pesar de todos los pedidos que se fueron acumulando al paso de los meses por parte de esos y otros organismos.

La evidencia se impuso a sus deseos y, finalmente, llamó a Cristina el 4 de septiembre. Todo se resolvió con un escrito, en el cual la otrora mandataria aprovechó para hacer lo que mejor sabe hacer: victimizarse.

“El fenómeno que vivimos tiene un carácter regional en Latinoamérica y ha sido calificado por el profesor Luigi Ferrajoli, uno de los máximos exponentes a nivel mundial del iuspositivismo crítico, como ‘una agresión judicial a la democracia’”, puntualizó Cristina, entre otras cuestiones.

Esas palabras parecen haber convencido a Casanello, quien decidió, en las últimas horas, dejarla fuera de la trama que investiga al testaferro kirchnerista Lázaro Báez. Dicho sea de paso: ¿No es curioso que la ruta del dinero “K” ya no tenga a ningún K bajo su órbita?

En realidad, lo que hizo el magistrado fue dictar “falta de mérito”, una figura que permite a los jueces lavarse las manos, ya que les permite sostener que no hay elementos para “condenar”, pero tampoco para “sobreseer” al acusado en cuestión.

Más allá de la furia que provocó esa decisión, era lo esperable por parte del magistrado. ¿Qué otra actitud podría haber tenido alguien que fue bendecido al calor del cristinismo en el siempre corrupto fuero Federal?

Para los menos memoriosos, gracias a los oficios del kirchnerismo, con apenas 37 años y sin antecedentes que lo justificaran, Casanello fue nombrado en 2012 al frente del Juzgado Federal N° 7, el mismo que subrogaba Norberto Oyarbide. Ironías del destino.

Hay un detalle no menor a ese respecto: el magistrado quedó último en la lista del Consejo de la Magistratura a la hora de concursar. Así y todo, fue elegido como titular del juzgado de marras. A dedo, claro.

Bautizado “Tortuga” por parte de Jorge Lanata, por su lentitud a la hora de avanzar contra los exfuncionarios del kirchnerismo envueltos en caso de corrupción, Casanello pactó con el Gobierno su propia impunidad a cambio de cerrar un expediente que preocupaba a Mauricio Macri: el de las escuchas ilegales.

Lo mismo hizo con Daniel Angelici, solo que en una causa por tráfico de influencia. En este caso, el juez sobreactuó su obsecuencia: ni siquiera llamó a declarar al presidente de Boca Juniors.

“Es el nuevo Oyarbide”, suelen decir en Comodoro Py. Y no se equivocan. Lo ocurrido con Cristina en las últimas horas, es prueba de ello.

Una digresión: ¿Cuál fue el papel que jugó Manuel Ignacio Izura, operador de Garavano, para que Casanello beneficiara a CFK?

Cristina respira aliviada en estas horas. Está casi segura de que quedará excluida de la “Ruta del dinero K”. Pobre ilusa, no sabe que la Cámara Federal ha decidido a aguar su repentino júbilo.



miércoles, 10 de enero de 2018

Estados Unidos le negó el ingreso al país al ex canciller Héctor Timerman… @dealgunamanera...

Estados Unidos le negó el ingreso al país al ex canciller Héctor Timerman…

Héctor Timerman

El Departamento de Estado le revocó la visa. Se enteró cuando estaba en Ezeiza a punto de abordar un vuelo a Nueva York.

© Escrito por Gabriel Levinas el miércoles 10/01/2018 y publicado por el sitio Diario Digital Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex canciller Héctor Timerman no pudo viajar a Estados Unidos. Este martes por la noche, cuando se encontraba en el aeropuerto de Ezeiza a punto de embarcar, le informaron que el Departamento de Estado de EEUU había decidido revocarle la visa necesaria para ingresar a ese país. Timerman se encuentra actualmente procesado y con prisión preventiva en el marco de la causa por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA a través de la firma del Memorándum con Irán. A raíz de su delicado estado de salud, el juez federal Sergio Torres -que subroga a Claudio Bonadio- lo había autorizado a salir del país para recibir tratamiento en Estados Unidos.

Timerman -que tiene prisión domiciliaria- llegó ayer por la tarde a Ezeiza para abordar el vuelo 954 de American Airlines que tiene previsto despegar a las 22:40 con destino a Nueva York. Según pudo saber Infobae, cuando se presentó ante el mostrador de la compañía aérea para hacer el check in, le notificaron que desde el Departamento de Estado de Estados Unidos se habían comunicado para informar que la visa del ex canciller había sido revocada.

Timerman tenía su pasaporte y su visa en regla. Y tenía todo listo para viajar a Estados Unidos. Pero en el mostrador de American Airlines se enteró de la decisión del gobierno de los Estados Unidos. En esa situación, Timerman hubiera podido subirse al avión, pero no hubiera podido ingresar a EE.UU.

En una misma resolución, el 7 de diciembre de 2017, Bonadio dictó el procesamiento con prisión preventiva de Cristina Elisabet Kirchner y pidió su desafuero al Senado de la Nación. También ordenó las detenciones del ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, el piquetero Luis D'Elía, el lobbista y militante islámico Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, el ex líder de Quebracho Fernando Esteche y Timerman.

Para el fiscal de la causa, Gerardo Pollicita, existió un plan criminal destinado a dar ayuda que permitiera dotar de impunidad a los acusados de nacionalidad iraní por el atentado a la sede de la AMIA. Todo esto en desmedro de los intereses de las víctimas y el esclarecimiento del ataque terrorista.

El accionar delictivo denunciado por el fallecido fiscal Alberto Nisman habría sido orquestado y puesto en funcionamiento por las altas autoridades del anterior gobierno. El medio elegido para concretar el plan fue el Memorando de Entendimiento con Irán que se firmó el 27 de enero de 2013 en Etiopía. Este instrumento iba a permitir por un lado, remover, suspender o morigerar las restricciones a la libertad que afectaban a los acusados, y por el otro, el acuerdo disponía la creación de la Comisión de la Verdad cuyo rol central iba a ser en realidad exculpar a los imputados iraníes introduciendo una nueva hipótesis acerca de cómo fue el atentado.

"Todo lo que me imputaron es falso de falsedad absoluta", manifestó el ex canciller al defenderse de las acusaciones en su contra, y defendió la firma del memorándum al afirmar que era necesario porque como Argentina no puede juzgar en ausencia y, desde la época del Sha de Persia, Irán prohíbe la extradición de sus ciudadanos, eso constituía un impedimento para el avance de la causa por el atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos.

Bonadio autorizó a Timerman a salir de su domicilio para su tratamiento médico previa presentación de un "cronograma de visitas médicas programadas" y con la correspondiente autorización del juzgado. Pero rechazó su pedido de excarcelación al considerar "la seriedad del delito y la eventual severidad de la pena prevista" por los delitos por los que fue procesado. 

El juez federal Claudio Bonadio procesó a Timerman con prisión preventiva y le otorgó la domiciliaria.

El fallo de Bonadio fue confirmado por la Cámara Federal. Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah también pidieron la detención de Cristina Kirchner. Los jueces avalaron la decisión de Bonadio en cuanto al delito de encubrimiento agravado y mantuvieron las prisiones preventivas que había dictado el juez. Es decir que mantuvieron el pedido de desafuero ante el Senado para la detención de la ex presidente y las prisiones para Timerman, Zannini, D´Elía, Esteche y Youssef Kahlil.


domingo, 10 de diciembre de 2017

El fallo del Juez Bonadío. Paradojas y excesos… @dealgunamanera…

 Paradojas y excesos…

Papá Cruel. Claudio Bonadio. Dibujo: Pablo Temes

Detalles poco conocidos de la decisión judicial más controvertida de los últimos tiempos. Enojo de Macri.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 10/12/2017 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Nadie sabe a ciencia cierta qué motivó el giro copernicano que tuvo la trama política que llevó a la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a dar semejante golpe de timón, pero lo cierto es que un día los argentinos nos despertamos con la novedad de que había en marcha un memorándum de acuerdo con Irán que cambiaba radicalmente el curso de la investigación del cruel atentado terrorista contra la AMIA. Fue Pepe Eliaschev quien, desde las páginas de Perfil, nos anotició sobre esta increíble novedad que dejó atónitos a todos. Entre los integrantes de ese todo había mucha gente del gobierno K que se resistía a creer lo que el artículo decía. Pepe describía con todo detalle las características de la reunión secreta entre Héctor Timerman –entonces canciller– y su par iraní, Alí Akbar Salehí, en la ciudad siria de Aleppo. 

Como ocurría en aquellos días del kirchnerato, Eliaschev debió soportar el escarnio que bajaba de las altas esferas de aquel gobierno. El mismísimo fiscal Alberto Nisman tuvo un trato despectivo con nuestro querido e inolvidable colega, actitud de la cual luego se arrepintió. Más allá de todas las desmentidas que ensayaron tanto CFK como Timerman, el transcurrir del tiempo demostró que lo único que perseguía Teherán era el cese de las alertas rojas que pesaban sobre sus funcionarios y ex funcionarios.
Cuando finalmente el tratado fue aprobado por la Cámara de Senadores –el 13 de febrero de 2013– y una semana después por la Cámara de Diputados, Nisman cayó pues en la cuenta de que lo denunciado por Eliaschev era absolutamente cierto y dio comienzo a su investigación, la que lo llevaría a su muerte.
En el decurso de los hechos, hay un dato significativo que da idea del propósito de impunidad que buscaba Irán: cuando su Parlamento se dio cuenta de que el cese de las alertas rojas no era aceptado por la Justicia argentina, se negó a aprobarlo.

Hay un famoso artículo del periódico Teheran Times que ilustra la absoluta falta de disposición que tenía el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad para cooperar con el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral. Eso es lo que afirma el párrafo en que se lee lo siguiente: “Como los interrogatorios serán tomados en Irán, prevalecerá la ley iraní, y un juez iraní será quien presida la reunión. (...) Según la ley y la Constitución, los iraníes sólo pueden ser citados e interrogados por un tribunal iraní sobre la base de pruebas firmes. Los acusados no estarán obligados a ir a la reunión”.

Este texto clausuraba cualquier posibilidad del magistrado argentino de someter a interrogatorio indagatorio a los sospechados de haber participado en las distintas fases del atentado contra la AMIA.

Los que saben lo que pasó en aquellos febriles días de enero de 2015 señalan que la denuncia hecha por Nisman contra CFK por el delito de traición a la patria la perturbó seriamente. Esa fue la razón por la que, tras la muerte del fiscal, buscó afanosamente ser exculpada. Cuando el juez federal Daniel Rafecas dictaminó que no había razones para investigar la denuncia de Nisman, la ex presidenta se sintió aliviada y blandió ese fallo por doquier como muestra de su inocencia. Eran días en que ni siquiera imaginaba que el kirchnerato estuviera cercano a su fin. Fueron varios –entre ellos, esta columna– los que señalaron entonces lo endeble de esta circunstancia ya que, al no haberse producido la investigación, la causa quedaba abierta a una reapertura ante un eventual nuevo tiempo político que liberara a la Justicia del yugo del kirchnerismo.

Lo que al final ocurrió. 

El controvertido juez federal Claudio Bonadio no es un lobo solitario. Es un hombre astuto (de quien, en 2010, la entonces diputada K Diana Conti dijo: “Claudio es para mí un ejemplo de juez independiente. Resuelve de acuerdo con sus convicciones siempre. Desde que Carlos Kunkel y yo estamos en el Consejo él nunca tuvo que presentarse a declarar”), y no ha hecho esto sin tener realizado al menos un mínimo chequeo de cómo actuará luego la Sala II de la Cámara Federal en lo Penal integrada por Martín Irurzun, Carlos Farah y Horacio Cattani, quien enfrenta problemas de salud. Por ello, es altamente probable que el tribunal de alzada ratifique sus medidas y luego la pelota quede en manos del Congreso, pero eso ya no importa. El juez ya habrá realizado su parte.

El fiscal Gerardo Pollicita no le ve sustentabilidad a la acusación por el delito de traición a la patria. Desde el punto de vista jurídico-constitucional debería haber casi un acto de guerra, y en la fiscalía no se considera el atentado contra la AMIA como tal. Pollicita determinó claramente que para él se trataba de encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público para los implicados cuando a mediados de septiembre pidió la indagatoria de los procesados por Bonadio. Para el fiscal, el tipo penal por el que debe declarar la ex mandataria es agravado por tratarse de encubrimiento, de un hecho precedente que es un delito de lesa humanidad, y por tratarse de funcionarios públicos que estaban en actividad. Además, contaron con la colaboración de la ex procuradora del Tesoro, Alejandra Abbona, del ex jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia, Juan Martín Mena, y del diputado Andrés “Cuervo” Larroque, entre otros. Para los canales no oficiales de este andamiaje habrían intervenido Luis D’Elía, Fernando Esteche, Ramón Bogado, Héctor Yrimia y Alejandro Khalil.

Molestia. 

La prisión preventiva es una medida no compartida por el fiscal. Durante todo el jueves, en el Gobierno hubo enojo con Bonadio. El Presidente estaba molesto con la decisión del juez, que, políticamente, perjudicaba al Gobierno. “Ganamos las elecciones sin ninguno de estos ex funcionarios presos”, señalaba una de las voces que conocen el pensamiento de Macri. 

Tan paradojal es todo, que en el Gobierno se está pensando en enviar un proyecto de ley para regular la prisión preventiva. Esta figura está contemplada en el Código de Procedimiento Penal. Sin embargo, su aplicación debe ser muy claramente fundamentada. Lo ordenado por Bonadio constituye un exceso por donde se lo mire. Téngase en cuenta que una interpretación amplia de la hoy llamada “doctrina Irurzun” –que ordena la prisión preventiva de quienes desde una posición de poder tengan la posibilidad de obstruir una investigación judicial– habría podido dar vía libre a la detención del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri cuando, en la causa por las escuchas ilegales, fue procesado por el ex juez Norberto Oyarbide, procesamiento luego confirmado por la Sala I de la Cámara Federal.

La Argentina: un país de paradojas, excesos y ausente sosiego.

Producción periodística: Santiago Serra.


domingo, 19 de junio de 2016

La libretita K… @dealgunamanera...

La libretita K…

Amén. Julio De Vido. Dibujo: Pablo Temes.

Néstor cooptaba intendentes con fondos que repartía López. Qué busca Lázaro.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 19/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Una de las tareas a las que dedicaba más tiempo Néstor Kirchner durante la primera presidencia de su esposa fue el análisis de las necesidades de fondos para obra pública que tenían los municipios de los principales distritos electorales del país. Una vez concluido ese análisis, el ex presidente en funciones llamaba a sus intendentes para asegurarles la asignación directa del dinero en cuestión, cuyo monto anotaba en una libreta con tapas de hule. El funcionario encargado de instrumentar esos pagos era el secretario de Obras Públicas, José López, persona de trato diario y directo con el matrimonio Kirchner.

De los muchos casos de desmanejos de fondos públicos en los que estuvo involucrado el entonces Ministerio de Planificación Federal que conducía Julio De Vido y la Secretaría de Obras Públicas a cargo de su segundo, José Francisco “Josecito” López, uno de los más emblemáticos fue el programa Misión Sueños Compartidos, destinado a la construcción de más de 4.500 viviendas con fondos públicos a un costo para el Estado de $ 1.300 millones.

Ambos funcionarios eran los responsables de la operatoria de financiamiento, es decir, de la distribución de ese dinero, según consta en un informe de la Auditoría General de la Nación cuando estaba a cargo de Leandro Despouy. Esa auditoría dejó al descubierto datos sorprendentes que hoy cobran nueva relevancia.

El menú de irregularidades incluye la contratación directa de la Fundación Madres de Plaza de Mayo (FMPM), destinada al desarrollo del programa y a la ejecución de obra, la ausencia total de controles del Estado sobre el seguimiento de los trabajos y el cumplimiento de las reglas de los empleadores para con la mano de obra aplicada, la deficiente calidad de las viviendas, falsificaciones de firmas y documentos y las aprobaciones de obras sin los requisitos mínimos indispensables.

Tanto a López como a De Vido, responsables finales del control en sus respectivos cargos, se les “escapaban” millones de pesos que quedaban en el camino.

El caso del “ingeniero López”, como lo llama la ex presidenta en su increíble y desafortunada carta, ha producido una implosión de consecuencias imprevisibles dentro del Frente para la Victoria y del peronismo. La misiva de Cristina Fernández de Kirchner ha dejado perplejos a muchos de sus seguidores. En la mayoría del peronismo se vive un tembladeral. Resulta curioso apreciar cómo hay quienes se encuentran sorprendidos. La corrupción durante los años del kirchnerato “no fue magia”; por el contrario, tuvo una ejecución planificada.

A esos fines, el kirchnerismo actuó como una banda en la que tanto su jefe, Néstor Kirchner, como el resto de sus  integrantes procedían de Santa Cruz. El ex presidente dejó su impronta no sólo por haber sido su ideólogo sino también por haber determinado su modus operandi. De ahí la aparición repetida en cada uno de los episodios con que la realidad nos impacta cada día de cajas fuertes, bolsos, bolsas y valijas llenas de billetes, principalmente dólares y euros. Desde Antonini Wilson a Báez.

Hablando de Lázaro –en medio de un mediático operativo fogoneado por él mismo y otros sectores interesados–, pidió a la Sala II de la Cámara Federal presentarse ante el tribunal en lo que se presumía sería un aporte de pruebas de lo anteriormente dicho por su hijo Leandro en relación con el posible vínculo del juez Casanello con la ex presidenta que derivó en un pedido de recusación del juez.

En esa audiencia del lunes 6, Báez sorprendió por la pobreza de sus argumentos y ni siquiera hizo mención a los datos aportados por el abogado de su hijo menor, Santiago Viola. Es decir, no referenció aquel vínculo. El martes 7, los abogados de Leandro Báez se presentaron  en queja ante la Cámara observando que el tribunal “no había indagado lo suficiente al padre de su defendido y que en esas condiciones no se había podido explayar”.

En realidad, los miembros del tribunal Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah habían tomado todos los recaudos para que Báez pudiera dar detalles, pero no lo hizo. Los abogados avisaron que “tendrían que presentar un escrito” para ampliar aquella declaración. El escrito finalmente llegó el viernes 10 en forma de carta  de puño y letra por el propio Lázaro Báez. Carta que se filtró a los medios  y que sostenía que Báez había visto a Casanello en la quinta de Olivos.

La misiva estaba certificada por el agente penitenciario pero los jueces observaron un detalle no menor: la caligrafía era a simple vista, completamente distinta a la del primer escrito presentado por el zar de la construcción en tiempos de la era K. Estaba igualmente certificada que la anterior lo que podría haber pasado es que el primer escrito haya sido redactado por alguno de sus abogados, lo que evidenciaría una estrategia más que una palabra espontánea del investigado.

El abogado Santiago Viola confirmó que la segunda misiva fue escrita delante suyo de puño y letra por Lázaro. Primera duda despejada. Pero ¿porque el empresario recurrió al abogado de su hijo para presentar un escrito tan delicado y no acudió a sus propios letrados?

En los tribunales arriesgan dos hipótesis: la primera sostiene que lo hizo porque el “incidente de recusación no fue presentado por Báez padre y sus abogados sino por su hijo y Viola”; la segunda hipótesis tiene más adeptos y sostiene que “Báez ya no confía en sus abogados”. “Podría ver en ellos la mano del cristinismo”, dicen fuentes cercanas a la causa.

Por su parte, los jueces han decidido avanzar con pie de plomo. “Este partido se juega día a día”, sostienen allegados. El tribunal informó a los letrados de los Báez que podrían hacer una nueva presentación de manera escrita u oral para brindar más detalles sobre los posibles vínculos de Casanello. ¿Por qué? Porque en la carta que trascendió a los medios sólo se describe vagamente un encuentro en Olivos con fecha aproximada entre el juez de instrucción y la presidenta y, para colmo, en la misiva Báez dice: “Ustedes –en referencia a los camaristas– tienen todos los medios para corroborar lo dicho”. Sin embargo, fuentes inobjetables aseguran que “ni Leandro Báez ni su abogado tienen pruebas y no tienen la potestad de mover nuevas fichas porque Lázaro tiene sus propios abogados”. Esta información ya está en poder de la Cámara.  

Si es una coartada de Báez para mover al juez, el tiempo se le acaba para acreditar prueba; si dice la verdad, en Comodoro Py lo esperan hasta el lunes o martes inclusive. “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, dijo Lord Acton. El kirchnerismo le dio la razón.

Producción periodística: Santiago Serra.





domingo, 12 de junio de 2016

Salud y balance… @dealgunamanera...

Salud y balance…

Lázaro Real State, Lázaro Báez. Dibujo: Pablo Temes

Cómo sigue el Presidente tras la arritmia. La frustración Báez. Y los seis meses de gestión.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 12/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Mauricio Macri ha evolucionado bien de su fibrilación auricular. Los controles que se le hicieron en la semana lo confirmaron. Durante un mes estará medicado con un antiarrítmico –la droga que se eligió es la amiodarona– y un anticoagulante. Cumplido ese lapso se le realizará un Holter (que es un electrocardiograma de 24 horas) y, basándose en sus resultados, se decidirá qué hacer. Si, como esperan sus médicos, esos resultados son normales, se procederá a discontinuar la medicación.

Mientras tanto, el Presidente puede hacer una vida normal. Como lo contó el doctor Simón Salzberg, jefe de la Unidad Médica Presidencial y quien estuvo a cargo del caso, cuando se le informó que debía internarse la primera respuesta de Macri fue negativa. Luego del secretismo con el que se quiso ocultar el tema –el artículo de Jorge Fontevecchia del domingo pasado lo describe de manera impecable–, la información fue clara. Contribuyó a ello que el mismo Salzberg hablara con los medios para aclarar todas las preguntas que ningún parte médico puede satisfacer. Al respecto, una observación y una sugerencia.

La observación: el parte médico no llevaba firma. La sugerencia: sería bueno que dentro de un mes, cuando Salzberg deba informar los resultados del chequeo, se le asigne la Sala de Prensa de la Quinta de Olivos o de la Casa Rosada para que pueda hacerlo con el orden y la tranquilidad que amerita la importancia de la información que suministre y responder las preguntas que se deriven.

Lázaro Báez.

La semana previa a la declaración de Lázaro Báez ante la Sala II de la Cámara Federal estuvo plagada de expectativas que fueron fogoneadas por el entorno del empresario y por abogados y fuentes judiciales que funcionan como satélites interesados. La irrupción en escena de Leandro Báez, el hijo menor, asegurando que el juez Sebastián Casanello dirigía la investigación hacia su padre sin ahondar en los funcionarios aumentó la expectativa. El tribunal formado por Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, que esperaba la declaración de Lázaro con interés, debatió la forma y las garantías que se le darían para que todo lo que dijera el pasado lunes 6 quedara asentado.

El testimonio se grabó, pero el clima de expectativa se desinfló. Báez no sólo no hizo alusión al supuesto vínculo entre Casanello y Cristina, sino que se mostró hosco y medido en sus palabras. En la previa se creía que el empresario iría a declarar para acreditar ese vínculo, presentar los números de cuentas bancarias de la ex presidenta y acogerse al programa de arrepentidos. Nada de esto sucedió. Su exposición fue tan poco interesante que, a los veinte minutos, se dio por finalizada la audiencia.

Superada esta instancia, la calma volvió a Comodoro Py. No obstante, el clima sigue enrarecido. Una pregunta flota en el entorno de los jueces: si el dinero de Báez provenía de la obra pública, más allá de su asignación de manera preferencial y de los sobreprecios, se estaría ante un origen lícito. “Los sobreprecios son otra historia y el juez parece bien rumbeado en esa investigación, pero, por más que el delito de lavado de dinero suena bien ante la opinión pública, deberá quedar bien acreditado”, asegura una fuente tribunalicia.

Quienes conocen el proceder de la Sala II aseguran que el tribunal se tomará al menos diez días más para expedirse sobre la situación del juez Casanello y otros pormenores de la causa. “Los magistrados quieren volver a revisar todo el expediente para desentrañar una maraña de incógnitas que van más allá del accionar del juez”, aseguran.

Otro dato para recordar: en diciembre de 2015 Casanello dictó la falta de mérito de Báez en el caso del presunto lavado de dinero por la compra de un campo en Mendoza, fallo que el fiscal no apeló.

En la Justicia todos dan por segura la relación o sociedad entre Báez y la ex presidenta, pero hay demasiadas inconsistencias en el expediente que, de tomar decisiones apresuradas, complicarían la acreditación de ese vínculo.

Balance.

Se cumplieron los primeros seis meses de la gestión de Mauricio Macri. En el haber están el levantamiento del cepo, el arreglo del conflicto con los holdouts, el pago de la deuda con los jubilados y una actitud de diálogo con los opositores que antes no había.

En él debe están los decretos de necesidad y urgencia del comienzo de la gestión, los despidos, la inflación, el brutal ajuste tarifario, la falta de un plan de contingencia para defender a los consumidores del incremento de precios, el aumento de la pobreza, la inseguridad y el incumplimiento de la promesa de modificación de las escalas del impuesto a las ganancias.

Se deben agregar dos errores que se repiten. Uno es la falta de previsión de los efectos predecibles de algunas medidas, como el tarifazo. Es increíble advertir que nadie en el Gobierno pensó que para mucha gente esos aumentos son imposibles de pagar. Lo mismo vale para el decreto por el que se intentó designar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como ministros de la Corte. Es verdad que luego hubo rectificaciones, pero en el primer caso son aún insuficientes para muchos, y en el segundo produjeron un daño político de difícil reparación.

El segundo error es el de la mala comunicación. Hay que reconocerle al Gobierno una actitud de apertura a la prensa que no existió durante el kirchnerismo. Hay conferencias de prensa del Presidente y de sus funcionarios, y hay pluralidad en los medios públicos.

El problema es el contenido de lo que se dice. Así pasó con el índice de inflación (se insistió durante meses con un índice del 25% que ahora se reconoce imposible de lograr), o con la reactivación para el segundo semestre que deberá aguardar hasta el último trimestre.

Se sabía que para cualquiera de los candidatos que hubiera ganado la elección habría sido imposible desactivar la bomba de tiempo que dejó el kirchnerismo sin generar efectos colaterales adversos para la mayor parte de la ciudadanía. Eso obligaba a quien ganase a tener elaborado un plan de contingencia. Y en muchos aspectos, el Gobierno demostró no tenerlos.

Es la moraleja que dejan estos primeros seis meses de Macri, en los cuales mucha gente la está pasando muy mal.

Producción periodística: Santiago Serra.


martes, 19 de noviembre de 2013

Morenito... ¿Hizo falta tanta agua?... De Alguna Manera...

Cómo (y por qué) se cocinó la renuncia de Guillermo Moreno…


Virtualmente acorralado, Guillermo Moreno decidió hoy renunciar a su cargo al frente de la Secretaría de Comercio Interior. Lo hizo un día después de haber pedido a la Justicia que lo sobreseyera en el marco del expediente en el que está procesado por multar a las consultoras privadas que difunden datos de inflación.

No fue casual su salida, sino más bien una de las exigencias de Jorge Miton Capitanich antes de asumir al frente de la emblemática Jefatura de Gabinete de Ministros. Debilitada, Cristina Kirchner no tuvo más remedio que entregar su cabeza.

Nadie extrañará su gestión, plagada de fracasos de diversa índole. Los precios congelados, los planes para todos, la presión por Papel Prensa, las cosechadoras “míticas” de Angola, la Moreno-Card, el dólar paralelo, la recuperación de la ex papelera Massuh, y los erráticos Cedin, fueron apenas algunas de esas decepciones.

¿Qué ocurrirá ahora con las causa judiciales que jaquean al otrora poderoso secretario? Nadie lo sabe, aunque es probable que la suerte que supo acompañarlo en estos años, comience a volverse esquiva.

Por caso, los camaristas K Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, se han negado hasta ahora a desprocesarlo penalmente en la causa por amenazas antes referida. Ello a pesar de sus súplicas persistentes.

No es el único expediente que lo complica: el juez Julián Ercolini lo investiga también por haber amenazado a los accionistas privados de la empresa Papel Prensa el día que concurrió a una asamblea de accionistas de la empresa portando guantes de boxeo.

A esas denuncias debe sumarse la que iniciarán en unas horas legisladores de la oposición por su inexplicable crecimiento patrimonial. Es que, según revela su última declaración jurada —presentada ante la ineficaz Oficina Anticorrupción—, Moreno afirma haber ganado $469.872,58. Lo suspicaz del asunto es que el ahora ex Secretario jura haber ganado esa diferencia luego de adquirir títulos públicos en dólares. Uno, inclusive, se rige bajo ley extranjera.

Hay quienes sospechan que este último dato no estaría desvinculado de su eyección del gabinete oficial.

Como sea, la suerte de Moreno ha cambiado de un día para otro y ni siquiera la lejana Italia, donde será designado como agregado en el área económica, podrá tapar el fiasco que dejó a su paso.

No obstante, hay un dato que no debe dejar de tenerse presente: Moreno siempre hizo lo que le indicaron Néstor y Cristina Kirchner. Ergo, su desempeño fue apenas una muestra de sumisión oficial. Mal que le pese a más de uno, toda la responsabilidad de sus actos persiste en las oficinas más relevantes de Casa de Gobierno.

El ex Secretario solía decirlo a sus pocos íntimos: “Soy un soldado de la causa”. Es el lema que llegó a pronunciar en actos oficiales y que hoy nadie parece querer recordar. Ni dentro ni fuera del gabinete de Cristina.

En psicoanálisis es un tópico muy conocido y fácilmente aplicable a esta situación: se denomina “represión de los recuerdos”.

© Escrito por Christian Sanz el martes 19/11/2013 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.