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lunes, 6 de diciembre de 2021

Unos y otros. Diferencias que impiden… @dealgunamaneraok...

 Unos y otros. Diferencias que impiden… 

¿De quién es la Kulfas? Dibujo: Pablo Temes

Las internas en el Gobierno bloquean cualquier política racional. La oposición, enredada en pujas de nombres. 

Escrito por Nelson Castro el sábado 04/12/2021 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


En menos de dos meses, Débora Giorgi quedó fuera del Gobierno. Era la mano derecha de Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio pero Alberto Fernández nunca le firmó su decreto de asunción en el cargo. Su jefe directo era el ministro de la Producción, Matías Kulfas, que semanas atrás había desautorizado a Feletti y le había recriminado públicamente haber instalado la versión de un posible aumento de los derechos de exportación a la carne justo en un momento de gran tensión con el campo.

Feletti tuvo una actitud que no es la más indicada, había dicho el ministro aclarando que “pensar en voz alta no es lo más apropiado” y que “de ninguna manera hay una decisión tomada, lo que se está haciendo es analizar diferentes alternativas respecto al tema”. La relación entre ambos se recompuso a medias pero lo cierto es que Kulfas y Giorgi nunca llegaron a trabajar juntos. El fondo de la cuestión está más lejos de los funcionarios de segunda línea. Luego de la remontada electoral en la Provincia y del acto falsamente triunfalista en la Plaza de Mayo, el presidente Alberto Fernández se convenció de que su momento había llegado y buscó empoderar su gestión con una impronta personal. Kulfas lidera la resistencia albertista mientras que Feletti responde al Patria y Débora Giorgi, a CFK.

Desde la usina de pensamiento kirchnerista aseguran que son “especulaciones y cruces domésticos” pero no le auguran mucha vida al ministro de la Producción en el Gobierno: “Hace rato que la jefa lo tiene entre ceja y ceja”, aseguran. 

Para ser exactos, no se trata de discusiones de cabotaje. Las diferencias internas en el Frente de Todos contra Todos ensucian cualquier intento de política racional y dejan a la Argentina renga a los ojos del mundo. La negociación para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es una muestra de ello. La última carta de la ex presidenta en funciones dinamitó cualquier atisbo de cordura y cohesión interna. “La lapicera no la tiene Cristina... siempre la tuvo, la tiene y la tendrá el presidente de la Nación”. De esta forma, no solo no apoyó de manera clara y contundente las negociaciones con el Fondo, sino que se despegó de las exigencias naturales para llegar a un acuerdo con el organismo de crédito internacional y dejó el ajuste en manos del Presidente. La jugada es clara: ella no está ni estará para los momentos difíciles; es más, se cuidó de no quedar pegada en ninguna de las dificultades que vendrán de cara a la segunda parte del mandato. Si las cosas no marchan bien, la culpa será del Presidente.

Mientras tanto, la realidad sigue dejando su huella de espaldas a las internas. La inflación no cede, las reservas están al límite y el riesgo país sigue por las nubes. 

“Hemos trabajado de manera constructiva, pero hay mucho por hacer todavía. Seguimos comprometidos y estamos listos cuando estamos listos”, dijo Kristalina Georgieva en una entrevista con la agencia Reuters. Esta declaración muestra lo mucho que falta para lograr un acuerdo sin el cual el Gobierno no podrá articular ningún plan económico que augure crecimiento.

La permanente involución


Alberto Fernández finalmente volvió sobre sus pasos y decidió asistir a la jornada de cierre de la 27ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina, pero los gestos ya no alcanzan. El jefe de Estado aseguró que “la Argentina está atravesando un claro proceso de recuperación económica” y volvió a cargar contra “los pícaros que abusan del contexto inflacionario” y aumentan los precios. Los empresarios descreen de cualquier iniciativa en el marco del doble comando y creen que “el Gobierno sigue estancado en persecuciones infantiles sin tocar los temas de fondo “. 

La crisis es de confianza y de credibilidad. Desde el Movimiento Nacional Pyme (Monapy) aseguraron que los hombres de negocios siguen aferrándose a la verdad objetiva. “Es cierto que el gobierno de Macri tomó una deuda impagable, pero también es cierto que con más impuestos hemos ido acumulando más desempleo y más pobreza. Es verdad que hay una incipiente mejora en el nivel de actividad económica pero lo que está logrando es mayor polarización social porque se da en sectores que tuvieron espalda para aguantar la crisis pero no llega al resto de las empresas. Hay que modificar las condiciones laborales y la base impositiva, y promover un desendeudamiento de las pymes, que generan el 70% del empleo en la Argentina”, remarcaron desde el sector. 

Mientras tanto, la oposición sigue enredada en la puja de nombres y pases a tres semanas de los comicios. Las disputas internas dentro del radicalismo se dirimen públicamente. Mario Negri seguiría al frente del bloque en Diputados a pesar del pedido de renovación del ala más cercana a Martín Lousteau y el diputado electo Martín Tetaz luego del veredicto en las urnas. En el entorno del cordobés quieren dar por cerrado el tema pero para los que responden al ex ministro de Economía no está dicha la última palabra. “¿Cómo le explicamos a Rodrigo De Loredo que le ganó la interna por goleada a Negri, después que este le hizo cuatro impugnaciones para que no pueda participar, que llega como diputado con el apoyo del 56% de los cordobeses, que tiene que respaldar a un jefe de bloque repudiado en su provincia?”, se preguntó un diputado de Evolución. En el PRO son algo más discretos pero diferentes fuentes admiten que “el río está revuelto aunque es algo normal en la reconfiguración del poder interno que se inició luego de las elecciones”. Se cruzan los intereses dentro de la coalición opositora.

Por ejemplo, Patricia Bullrich había apoyado de manera explícita a la dupla ganadora de la interna cordobesa y Mauricio Macri quedó del lado de los derrotados. Entretanto, Horacio Rodríguez Larreta sigue sumando nombres del radicalismo en su equipo de la Ciudad de Buenos Aires y esta semana consumó la jugada que cauterizaría las heridas de las PASO: el intendente Jorge Macri desembarcó en el gabinete de CABA como ministro de Gobierno y Asuntos Interjurisdiccionales. El alcalde porteño busca blindarse y ganar apoyo de cara a 2023. 

Lo de Jorge Macri hay que ubicarlo en el contexto de muchos intendentes, tanto del FdT como de JxC que, con la renuncia a su cargo, buscan evitar las consecuencias de la ley que les impide la reelección indefinida, para así poder postularse nuevamente en 2023. ¡Un bochorno!



lunes, 25 de noviembre de 2013

Componentes de aumento del Gasto Público... De Alguna Manera...


Subsidios y jubilaciones sin aportes explican 60% del aumento de gasto...


El impresionante crecimiento del gasto público de los últimos años es la causa principal de la alta inflación y la inestabilidad cambiaria. Resulta curioso que las áreas del sector público que más contribuyen al desborde fiscal y donde más reformas se necesitan no fueron afectadas de manera directa por el cambio de gabinete. Sin un replanteo de las decisiones de gasto público tomadas con mucha demagogia, improvisación y poco sentido de responsabilidad no hay posibilidades de detener la pérdida de reservas y recuperar el crecimiento.

© Publicado el domingo 24/11/2013  por http://www.idesa.org/


Han pasado tres días de las primeras definiciones del flamante ministro de Economía, Axel Kicillof, quien el viernes pasado dio su primera conferencia, algo improvisada, en el pasillo del quinto piso del Palacio de Hacienda.

"No se tomará ninguna medida que genere cambios bruscos en la economía, ni que perjudique a los trabajadores, a los sectores de menores ingresos, ni a los empresarios", fue lo primero que dijo Kicillof, y si bien no dio detalles sobre medidas concretas, sí deslizó que habrá una eliminación gradual de los subsidios a los servicios públicos.

"Habíamos hecho algunas readecuaciones en las tarifas de la electricidad, el gas, que tenían que ver con diferentes cuestiones: la primera es que se ve una diferencia muy grande en distintas regiones del país", relató Kicillof el viernes.

"Hay provincias donde no hay siquiera gas de red. Pero los que no tienen gas pagan una garrafa que está mucho más alta que lo que sale el gas de la red. Eso genera inequidades que son complicadas, porque las regiones menos favorecidas son las que terminan pagando tarifas más altas. Lo único que vamos a hacer es trabajar en la consistencia de las tarifas", agregó.

El propio Capitanich dijo ese día que "un chaqueño paga la luz eléctrica mucho más cara que un habitante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", a lo que denominó "un factor de inequidad", dejando abierta la posibilidad de modificar la actual política de subsidios del Estado nacional.

Vale recordar que durante las gestiones de los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se vienen aplicando subsidios a diferentes sectores económicos, principalmente a empresas de los sectores energético y de transporte.

Según un reciente informe de IDESA, “el impresionante crecimiento del gasto público de los últimos años es la causa principal de la alta inflación y la inestabilidad cambiaria. Resulta curioso que las áreas del sector público que más contribuyen al desborde fiscal y donde más reformas se necesitan no fueron afectadas de manera directa por el cambio de gabinete”.

Según datos que publica el propio Ministerio de Economía, entre los años 2004 y 2013 los ingresos tributarios y de seguridad social del sector público nacional se expandieron en $290 mil millones en términos reales (o sea, corregidos por inflación), mientras que el gasto público creció en $420 mil millones. Este impresionante aumento de gasto público nacional se explica por:

· Un 34% los subsidios económicos a empresas privadas y públicas deficitarias.

· Un 24% por las jubilaciones sin aportes (moratorias y pensiones no contributivas).

· Un 18% por el incremento del gasto asociado al empleo público.

“Estos datos muestran que, si bien el crecimiento del gasto público es generalizado, algunos componentes tienen una incidencia decisiva en la expansión. Casi el 60% del aumento en las erogaciones se origina por subsidios para sostener empresas privadas con tarifas retrasadas y empresas públicas deficitarias y jubilaciones sin aportes. Si a esto se le agrega la incidencia del mayor gasto en empleo público se llega a explicar tres cuartas partes del aumento del gasto público nacional”, dice el informe del Instituto por el Desarrollo.

El exceso de gasto público, muy por encima del aumento de la recaudación, obliga a una masiva emisión monetaria que es el principal factor causante de la alta inflación. Por eso, controlar las erogaciones es el principal desafío del gabinete renovado y resulta paradójico que las aéreas del sector público que más reformas necesitan –porque son las que más vienen contribuyendo a la expansión del gasto público en los últimos años– son las menos afectadas por el cambio de funcionarios.

Con tarifas que en algunos casos llevan un congelamiento de más de una década, los subsidios económicos alcanzaron en 2012 a cien mil millones de pesos y en lo que va de 2013 registran un incremento interanual del 50 por ciento. Pero, tal como señaló Capitanich, esos beneficios no se aplican en forma equitativa.

Si bien el discurso tanto del joven economista como del nuevo Jefe de Gabinete han apuntado todo el tiempo a generar tranquilidad, lo cierto es que hace tiempo que se venía especulando con una reducción de los subsidios para luego de las elecciones del 27 de octubre próximo pasado.

El anteaño pasado, el gobierno amagó con un avance a este respecto mediante el programa de Renuncia Voluntaria del Subsidio del Estado Nacional para los servicios públicos y la aplicación de la “sintonía fina” por zonas de mayor poder adquisitivo, pero fue un notable fracaso por demás impopular.

Se dijo que, además, se enviará a los restantes usuarios una carta para que reclamen seguir con los subsidios en caso de necesitarlo aunque eso no tiene fecha de implementación. Por último, se añadió que se abriría un listado de usuarios que, voluntariamente, pidieran la baja de los subsidios, en un planteo que se definió como “solidario”.

Aníbal Fernández, Amado Boudou, Florencio Randazzo, Débora Giorgi y la propia Cristina accedieron a la muestra simbólica de renunciar a algo que en realidad no tenían y aparecieron en el listado, si bien de todas formas se iban a quedar sin los subsidios por tener residencia en Puerto Madero.

© Publicado el domingo 24/11/2013  por http://periodicotribuna.com.ar

 

miércoles, 28 de agosto de 2013

Modelo cambiado… De Alguna Manera...


Modelo cambiado…

¡Aguante la ficción! Cristina Fernández. Dibujo: Pablo Temes.

Ni Australia ni Canadá: el país estaba mejor cuando Duhalde le pasó la posta a Kirchner. La responsable.

Investigación exclusiva: el plan del Gobierno para perder las elecciones. Autoatentados en Twitter, nombramiento de un jefe militar sospechado de delitos de lesa humanidad, regreso de un director del servicio penitenciario experto en mano dura, festejos por triunfos electorales en la Antártida y la comunidad qom, conferencias de prensa falsas, llantos en cámara y candidatos opas. Cómo es la estrategia del oficialismo para dilapidar en dos meses lo ‘ganado’ en una década”.

La tapa de la revista Barcelona editorializó así, por el absurdo, como una manera de reír para no llorar. Tal vez sea la única forma de comprender lo incomprensible de un gobierno que no deja de atentar contra sí mismo. Se podría sumar al plan de Cristina como jefa de campaña del Frente para la Derrota la comparación que hizo con Australia, Canadá y el aporte obsecuente de Débora Giorgi, que sumó a Estados Unidos a ese insólito torneo donde ganamos en algunos rubros y nos golean en los más importantes.

Si Cristina necesita medir su gestión, no es necesario que vaya a otras latitudes. Puede poner sobre la mesa de análisis los números actuales y colocar al lado los que recibieron de Eduardo Duhalde/ Roberto Lavagna, aunque no soporte a “el Padrino”, como ella bautizó al ex presidente para vincularlo a la mafia de Don Corleone pero que dio en la tecla porque fue Duhalde el que “apadrinó” la candidatura de Néstor Kirchner.

En esas planillas podría ver que recibieron un país que ya no estaba en llamas.

Cuando asumió Néstor encontró 16.500 millones de superávit comercial y crecíamos al 7%, con apenas el 4% de inflación.

Este año, y gracias a la incapacidad de Cristina, con suerte vamos a llegar a los 8.500 millones de superávit comercial, al 2% del PBI y con una inflación que los más prudentes ubican en el 25%. Duhalde se hizo cargo con los bancos cerrados y tapiados y con 18 cuasimonedas, después del default más importante de la historia de la humanidad (triplicó al de Rusia) y en medio de una anarquía social que sembró de muertos la Plaza de Mayo y que reclamaba “que se vayan todos”, con cinco presidentes y después de 42 meses consecutivos de caída del producto bruto y antes de que explotara la convertibilidad y huyera Fernando de la Rúa.

Ese gobierno de transición de 15 meses se retiró sin una sola denuncia de corrupción y le transfirió a Kirchner cuatro ministros (Lavagna, Pampuro, Aníbal Fernández y Ginés) y alrededor de treinta secretarios de Estado.

La mayor parte de lo que la década ganó se dio hasta 2007. Desde que se hizo cargo Cristina “cambió el modelo sin avisar”, como definió Jorge Remes Lenicov, otro de los padres del esquema productivo y virtuoso. Ese equipo que apagó el incendio, en su mayoría, hoy está con Sergio Massa, que en aquellos tiempos manejó la Anses: Lavagna, José Ignacio de Mendiguren, Jorge Sarghini, Miguel Peirano, Martín Redrado, entre otros, y hasta Alberto Fernández, que era jefe de Gabinete y un lado del triángulo del poder político.
Por eso es contraproducente para los K que, en la desesperación por satanizar a quien puede firmar el certificado de defunción del ciclo, lo acusen de neoliberal y de querer volver a los 90. Los colaboradores que eligió parecen querer volver al modelo de Néstor que a Cristina se le fue entre los dedos.

Tal como dice Roberto Gargarella, la segunda mitad del proceso kirchnerista se parece más a la máxima derecha posible que a la izquierda. ¿Cómo se pueden caracterizar la ley antiterrorista, el Proyecto X, la designación de Milani, el pacto con Irán, el abandono del Estado antes, durante y después de las víctimas de la masacre de Once –cuya responsabilidad fue de funcionarios, empresarios y sindicalistas kirchneristas–, el acuerdo secreto con Chevron, la alianza con empresarios de medios menemistas de tiempo completo y dudosa moral, la sociedad con gremialistas burócratas o espías de la dictadura, su obsesión discriminatoria con los pueblos originarios como los qom sólo para mantener su transa con señores feudales como Gildo Insfrán, los intentos de voltear las medidas cautelares –que son un verdadero escudo para los más desprotegidos–, las trabas a los juicios jubilatorios o cobrarle impuesto al salario de los trabajadores? Y es sólo una lista provisoria.

Juan José Campanella, conmovido en el acto por la tragedia del tren Sarmiento, en la que la corrupción de Estado asesinó a 52 personas, fue en el mismo sentido. En su discurso dijo: “Si está mal indignarse cuando alguien dice que la corrupción es abstracta, entonces soy culpable. Si eso es ilegal, soy más que culpable, soy reo confeso. Es más, me ofendería si me absolvieran”.

Esta Argentina bajo emoción violenta emite señales cruzadas. Daniel Scioli, que hasta hace un par de meses era “la gran esperanza blanca de la derecha y las corporaciones”, hoy es la última tabla de salvación a la que se aferran hasta los que se cansaron de fustigarlo, como Martín Sabbatella. Alberto Pérez, siempre tan prudente, acusó a Sergio Massa de “tener un pacto con Magnetto para socavar la gobernabilidad”. ¿No será mucho acuerdo para dos personas que no se conocen? Hasta hace 15 minutos, el niño mimado del Grupo Clarín era Scioli, quien no faltaba a ninguno de sus eventos institucionales.

El gobierno nacional no sale de su confusión porque no entiende o no quiere entender lo que pasó. Cristina dice que no van a cambiar nada y Daniel Scioli que se van a hacer todas las correcciones necesarias. ¿A quién hay que creerle? ¿En nombre de qué proyecto habla Scioli cuando dice que hay que cuidar que este gobierno termine lo mejor posible? ¿Está hablando de Cristina o de su propia provincia? La tozudez y el aislamiento de la Presidenta llevaron a su gobierno a esta situación de debilidad, que puede potenciarse en octubre. Ni la oposición ni los medios la obligaron a cometer torpezas seriales. El kirchnerismo llegó al poder sin el apoyo del periodismo, y ahora sufre fuertes turbulencias pese al respaldo de un amigopolio tan ineficiente como subsidiado por todos. Como dice Julio Bárbaro, “nunca tantos fondos públicos se transformaron en ganancias privadas”. Es la confirmación de que la historia la construyen los pueblos y no las operaciones de prensa.

Ella fue y sigue siendo la responsable principal de cuidar las instituciones, la paz social y la República. Todos debemos ayudar. Ojalá se deje ayudar.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 25/08/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

sábado, 23 de febrero de 2013

Rieles argentinos... De Alguna Manera...

Rieles argentinos... 


Argentina volverá a contar el año próximo con una empresa que fabricará rieles, con vistas al plan de renovación de la red ferroviaria, informó ayer la ministra de Industria, Débora Giorgi.

La funcionaria formuló este anuncio luego de visitar en Villa Constitución la planta de la empresa Laminados Industriales, que a fines de 2014 comenzará a fabricar rieles de acero con lo que sustituirá importaciones por casi 200 millones de dólares, informó el ministerio a través de un comunicado.

“Estas iniciativas se enmarcan en el plan de sustitución de importaciones y desarrollo de proveedores para la red ferroviaria nacional”, afirmó Giorgi.

Laminados Industriales desembolsará $500 M para producir rieles de acero
 

La ministra de Industria, Débora Giorgi, visitó la planta industrial de la empresa Laminados Industriales, ubicada en Villa Constitución, quien desarrollará inversiones por $500 M que le permitirá, a fines de 2014, comenzar a fabricar rieles de acero con lo que sustituirá importaciones por casi 200 millones de dólares. “Es una instrucción de la presidenta que se fabriquen rieles en Argentina”, aseguró la ministra.

La titular de Industria visitó también la planta industrial de Paraná Metal – ubicada en la misma ciudad santafecina – donde los directivos de la empresa adelantaron que, a mitad de año, comenzarán a fabricar fijaciones para durmientes de vías ferroviarias, tanto para consumo doméstico como para exportar.

“Estas iniciativas se enmarcan en el plan de sustitución de importaciones y desarrollo de proveedores para la red ferroviaria nacional, que estamos llevando adelante desde el ministerio de Industria para recuperar nuestra soberanía productiva” afirmó Giorgi.

Laminados Industriales

Los directivos de la empresa explicaron a la ministra que están iniciando la segunda y tercera fase de una inversión total de $500 M, con lo que comenzará a producir rieles y perfiles de acero, sustituirá importaciones por casi u$s200 M y generarán en total 250 puestos de trabajo.

La primera etapa (de $ 350 M) fue inaugurada en noviembre pasado – por video conferencia – por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ese desembolso generó 50 nuevos empleos y permitió a la empresa fabricar productos siderúrgicos planos.

Acompañaron a la ministra el Secretario de Industria, Javier Rando, representantes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) y de la Secretaría de Transporte de la Nación. Estuvieron presentes, entre otros, el presidente de Laminados Industriales, José de Martino; el vicepresidente, Antonio Beltrame, y el gerente de planta, Claudio Llanos.

Paraná Metal

La presidenta también inauguró a fines del año pasado la puesta en marcha de la planta, dedicada a la fundición de piezas y partes de la industria automotriz, con lo que puso fin a dos años de inactividad y generó 210 nuevos puestos de trabajo.

Para reactivar la producción se desembolsaron $ 30 M, lo que permitió reacondicionar las maquinarias – seis hornos eléctricos, dos líneas de moldes, una línea para el proceso de limpieza – y comenzar la fabricación de campanas de freno para vehículos livianos y pesados. Además, se podrá nacionalizar una gran diversidad de piezas fundidas y, así, sustituir importaciones en el sector y generar nuevas exportaciones.

Los directivos de la firma señalaron a la titular de Industria su objetivo de aumentar su participación local y regional, así como comenzar con nuevas líneas de producción en el país.

Participaron de la reunión el presidente de la firma, Héctor Daniel González; el gerente de administración y control, Héctor Baer y el gerente de control de calidad, Carlos Mosca.

Además estuvieron presentes representantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución: el secretario general, Héctor Ibarra, y el secretario adjunto, Sergio Pisaneli.

© Publicado el viernes 22/02/2013 por http://www.puntobiz.com.ar y Página/12 de la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe.