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sábado, 25 de mayo de 2024

El frío de la recesión… @dealgunamanera...

El frío de la recesión…


En picada. El consumo en supermercados registró una caída interanual del 9,6% en marzo.

Después de soportar en lo que va de 2024 el rigor de la recesión productiva y niveles de inflación altísimos, con un claro impacto sobre el poder adquisitivo de la mayor parte de la población, aún lucen lejanas las perspectivas de una mejora que, en caso de producirse, tendría un saldo de empobrecimiento y exclusión social. Del mismo modo, es imprescindible que el drástico recorte en el gasto público sea revertido cuanto antes, particularmente en lo que respecta a servicios esenciales que benefician a millones de familias y fueron puestos en riesgo por decisión del Gobierno nacional. En tal sentido, están a la vista las consecuencias de los tijeretazos en las transferencias a provincias (véase, por ejemplo, la protesta policial en Misiones) y en las partidas para obras de infraestructura.

© Escrito por Carlos Heller, dirigente cooperativista, el viernes 24/05/2024 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Retroceso

Las expresiones oficiales de respaldo al ajuste pierden consistencia cuando se las coteja con la difícil coyuntura que atraviesan los sectores productivos, con excepción del agro. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) mostró en enero-marzo una caída del 3% frente al trimestre previo y una baja interanual de un 5,3%. Esto quiere decir que el panorama, del conjunto de la industria, la construcción y los servicios (que nada hace pensar que se haya revertido en abril y mayo) es muy similar al de 2019.

Es lógico que la situación se corresponda con una fuerte caída del consumo, como muestran las estadísticas de ventas en supermercados y autoservicios mayoristas, cuya baja fue del 9,6% interanual en marzo.

El registro se ubica un 10,4% por debajo de noviembre pasado y es el peor dato desde que el INDEC empezó a elaborar las series en enero de 2017. 

Más allá de los pronósticos libertarios, en cuanto a que ya se llegó al punto «más bajo», cabría la pregunta sobre las probabilidades ciertas de recuperación de lo perdido en estos meses, en particular por las familias trabajadoras, jubilados/as y pymes.

Es preocupante en esta materia, dados los lineamientos estratégicos de este Gobierno, que el repunte en el dinamismo económico, si se produce en los próximos meses, se respalde en rubros como la minería, que no tienen grandes encadenamientos con la industria y el mercado interno. Un modelo de este tipo generaría muy poco empleo y de baja calidad, en consonancia con un ensanchamiento de la brecha distributiva y con un deterioro creciente de los ingresos populares.

Universidades 

Mientras en el Senado el tratamiento de los proyectos de ley «Bases» y de reforma fiscal se postergó sin fecha, ya que el oficialismo no consiguió los votos necesarios para emitir dictamen, en Diputados avanza una iniciativa para actualizar el presupuesto de las universidades. 

Esta semana se alcanzó en la Cámara Baja un acuerdo en plenario entre distintos bloques, entre ellos el de Unión por la Patria (UxP), al cual pertenezco, para que se trate en reunión conjunta de las comisiones de Educación y Presupuesto y Hacienda, la demanda de las casas de altos estudios y, además, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), vital para mejorar el salario de los educadores.  

El oficialismo venía dilatando el tratamiento de estos temas, pero en la sesión se consiguieron 152 votos y se conminó a que se reúnan las comisiones, lo cual ocurrió el pasado jueves, cuando se produjeron cuatro dictámenes. El de UxP fue el mayoritario, con 34 firmas, mientras el de la UCR, acompañado por Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica e Innovación Federal, reunió 21 firmas. Este último propone la actualización de las partidas para los gastos de funcionamiento de las universidades y los hospitales universitarios según la inflación, con ajustes bimestrales.  

A esos puntos UxP agregó la simultánea adecuación presupuestaria para ciencia y técnica, desarrollo de proyectos especiales y de institutos tecnológicos; el restablecimiento de todas las obras de infraestructura en ejecución; la actualización de los salarios docentes y no docentes; y el aumento de la cantidad y monto de las becas universitarias. En este, como en otros aspectos, las políticas públicas deben garantizar de forma prioritaria los derechos básicos de la población.


lunes, 19 de septiembre de 2016

Doña Malcorra y las Islas Malvinas Argentinas... @dealgunamanera...

Polémica por el acuerdo firmado con Reino Unido por Malvinas…

Susana Malcorra junto a su par, Alan Duncan. Foto: Cedoc

Distintas fuerzas políticas, tanto oficialistas como opositoras, salieron a hablar del documento. Todos concuerdan en que deberá ser aprobado por el Congreso.

© Publicado el lunes 19 de Septiembre de 2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El acuerdo sobre las Islas Malvinas firmado por la canciller argentina, Susana Malcorra, y el vicecanciller de Reino Unido, Alan Duncan, causó polémica en la política nacional. 

Desde la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Frente Renovador, hablaron del tema y acordaron en que antes de entrar en vigencia deberá ser aprobado por el Congreso. 

Mario Negro, presidente del bloque radical en Diputados, sostuvo: "La vamos a invitar (a la Canciller) al Congreso para que nos explique cómo impactan estos diez puntos que se mencionan en el comunicado conjunto sobre el reclamo por la soberanía argentina de las Islas Malvinas”. 

Además, en su cuenta de Twitter, el legislador agregó: "Todo paso vinculado a Malvinas debe ser bajo dos premisas: el tema de la soberanía no se resigna y cuidar, no alterar una política de Estado". 

Por su parte, la Mesa Nacional de la Coalición Cívica, manifestó preocupación ante el acuerdo firmado por Malcorra y Duncan sobre acuerdo. 

"El objetivo de la política de Estado de nuestro país no se alcanzará por medio de un esquema de cooperación en el que el gobierno británico solo entiende la negociación como una imposición de sus condiciones", sostuvieron desde el partido de Elisa Carrió. 

Además, advirtieron que "el anuncio realizado constituye un acuerdo cuya eventual aprobación requiere ineludiblemente la debida intervención del Congreso Nacional". 

En cuanto al massismo, Alberto Asseff, diputado del Parlasur por el Frente Renovador, calificó el documento como "un mal preacuerdo" e "innecesario". Además sostuvo que falta la aprobación del Congreso.

"El contexto internacional no exigía premura, pero el gobierno se apresuró a suscribir un comunicado conjunto con Gran Bretaña. En el mejor momento nuestro, es un mal preacuerdo. Innecesario", apuntó el parlamentario. 

El acuerdo. Los diplomáticos pactaron tratar el establecimiento de un nuevo vuelo mensual a las islas, con escalas en territorio continental argentino, y temas relacionados a la exploración de hidrocarburos, al tema de pesca y comercio en general en el archipiélago.


jueves, 30 de octubre de 2014

El precio a pagar… De Alguna Manera...


El precio a pagar…

Frente Amplio UNEN... Foto: Telam

Mientras ya empieza a recalentarse la temporada preelectoral, preocupa la falta de definiciones en el arco opositor. 

La temporada preelectoral está abierta, nos guste o no. Aun cuando es evidente que el lapso que nos separa de las elecciones que habrán de disputarse en una fecha prácticamente idéntica a la de hoy, 28 de octubre, dentro de un año, es extenso, la velocidad que se le vienen imprimiendo las campañas en torno de los candidatos más o menos reconocibles a este proceso, es igualmente muy importante. Uno de los rasgos de la inmadurez institucional argentina, ahora que hemos visto cómo se han desarrollado las elecciones en Brasil y en Uruguay, es que la Argentina sigue sin resolver un problema que no es encarado porque mayoritariamente no es considerado importante.

Tengo para mí que esta es la pura verdad. Para una mayoría de argentinos, o al menos para un fragmento decisivo de la sociedad no es grave ni merece preocupación que el país, a diferencia de lo que sucede en la propia Sudamérica, carezca de una geografía política aproximadamente reconocible por líneas de identificación ideológicas, doctrinarias, programáticas o de valores.

Es así que a lo largo de tres décadas, pero sobre todo a lo largo de los últimos quince años, se sigue repitiendo este fenómeno de una temperatura preelectoral recalentada, pero al fuego artificial de los asesores, operadores, comandos y campañas que tienen muy poca capilaridad respecto de la sociedad civil. ¿Qué implica tener “poca capilaridad”? Que las construcciones políticas siguen siendo en la mayor cantidad de los casos – no quiero ser contundente y rotundo – de laboratorio. Y es por eso que en lugar de que los expertos vengan al pie de las fuerzas políticas, como sucede en otros países, en la Argentina, las fuerzas políticas se pongan al pie de los así llamados expertos. Categoría en la cual englobo a pollsters – como se les llama en los Estados Unidos – encuestadores, analistas de campaña y consultores profesionales. Esta problemática no se resuelve y genera incertidumbre y titubeos por la sencilla razón de que la mayoría de la sociedad descree, desconfía o vitupera de la política. Me apresuro a decir que este no es solo un fenómeno argentino por antonomasia. La política a escala mundial no atraviesa hace años un momento de respetabilidad. Esto sucede en Europa occidental, en los Estados Unidos y también en América del Sur. Con todo eso, sin embargo, uno advierte que en las recientes experiencias de Brasil, Uruguay, Bolivia e incluso Chile, más allá del descrédito, la poca credulidad social en los partidos o en todo caso la actitud reticente que uno advierte en la sociedad de cara a los partidos políticos, hay, al menos, un mapa electoral ideológico discernible. Uno sabe qué estaba detrás de Tabaré Vázquez. Y uno sabe qué está detrás de Dilma Rousseff. Uno sabe qué estaba detrás de Michelle Bachelet, y qué estaba detrás de Evo Morales.

Con sus más y sus menos, con sus pros y sus contras, estos personajes –en el caso de Vázquez, dirigiéndose de manera casi inexorable a un segundo mandato presidencial- son fácilmente asociables con posturas que se contraponen o diferencian de sus rivales. Esto no sucede en la Argentina. No es fácil, por no decir imposible, trazar un perfil diferenciante, filiatorio, que permita decir en qué no son iguales, o en qué no son parecidos Daniel Scioli y Sergio Massa. O en qué se diferencian Sergio Massa y Mauricio Macri.

Por eso, el peso, en esta oportunidad, recae sobre la fuerza que había generado expectativas como un intento valioso de aportarle al menos al debate político argentino un valor agregado. Y eso era el Frente Amplio UNEN. He dicho ante este micrófono, que arrancaron con la adopción de un nombre que no responde a la realidad. Porque el Frente Amplio es una marca registrada de la política uruguaya, se fundó en 1971 –hace 43 años– atravesó una larga penuria electoral; ya en democracia se incorporó al Frente Amplio lo que quedaba de los Tupamaros, y se fue transformando en una fuerza de izquierda que llegó al primer mandato presidencial doctor Vázquez. Los contornos del Frente Amplio uruguayo siguen siendo relativamente los mismos hoy que hace 25 años. Y de ahí surgen las presidencias de Vázquez y de José Mujica. El primero de ellos del viejo partido socialista, y el segundo, que culmina ahora su mandato en marzo, uno de los históricos líderes del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros.

Lo mismo cabe, desde luego, para Rousseff. Y aun cuando la política brasileña está cruzada por fragmentaciones y hay una estrategia de alianzas en el Parlamento Federal de Brasilia que es bastante demencial, la opción que se presentó el domingo 24 de octubre era muy evidente: Aécio Neves y Dilma Rousseff, representaban no fronteras impenetrables, pero diferencias bastante evidentes. Ni hablar de lo que implicó el triunfo de Michelle Bachelet en Chile.

¿Qué tenemos en la Argentina? Anoche lunes 25, la escuchaba a Elisa Carrió conversando con Joaquín Morales Solá en su programa de televisión. Me llama la atención el nivel de tolerancia que la sociedad tiene para ciertos modelos de conducción. “Estamos bárbaros en Capital Federal”, dijo Carrió. Quizás tenga razón. Yo soy de los que no se dio cuenta a qué llama ella “estar bárbaros”, y qué significa el concepto de “bárbaros”, una palabra para una generación bastante posterior a la que encarna Carrió. Eso sí: admitió que falta organizar la provincia de Buenos Aires y que sacar el 10% en esa provincia implica perder las elecciones nacionales. Nada más que eso. Pequeña carencia, doctora Carrió.

Hay un problema de origen a mi modo de ver, dicho con todo respeto, que pasa por la apreciación de lo principal y de lo secundario. ¿Qué es lo principal para las fuerzas pequeñas, medianas y grandes que fueron confluyendo inicialmente en el Frente Amplio UNEN? ¿La modificación de los planes económicos y sociales del kirchnerismo? ¿El estilo de gobierno? ¿Comparten todos la idea de que el país vive una gravísima emergencia institucional y que aun cuando el origen de este gobierno es perfectamente legítimo, su ejercicio del poder tiene características despóticas? Yo veo que hay distancias infranqueables; a menos que alguien me las explicara, no me imagino de qué modo Libres del Sur, Proyecto Sur y el Partido Socialista Auténtico puedan tener mucho en común con sectores mayoritarios de la Unión Cívica Radical, que han ido buscando incluso coaliciones o alianzas provinciales con el partido fundado por Mauricio Macri.

Por eso me parece que lo central es que el tiempo va pasando, se va consumiendo, ese tiempo no se recupera y esta fuerza que implicaba el intento de otorgarle a la sociedad argentina un quantum de riqueza cualitativa, unos valores –ni siquiera estoy hablando de programas, de plataformas, de ideología en el sentido viejo de la palabra- estoy diciendo “esto es lo principal, esto es lo secundario”, no lo ha hecho. Mientras que las fuerzas que aparecen liderando las encuestas –Scioli, Massa, Macri, en el orden que ustedes prefieran- se caracterizan en muchos casos por un deliberado énfasis en lo difuso, en lo poco concreto (“somos lo nuevo”, “somos lo que viene a cambiar”; “somos lo diferente”) la fuerza que debería hacer énfasis no solo en una mayor singularidad ideológica, sino además en un intento verdaderamente sincero de eliminar problemas, e ir eligiendo rápidamente un precandidato, o al menos entre los cinco existentes resumir en dos la disputa, lo sigue postergando. 

A medida que el Frente Amplio UNEN sigue dejando pasar semanas y meses sin encarar seriamente este problema, no está cometiendo solamente un error consigo mismo -y esto va dirigido particularmente a la Unión Cívica Radical, a la Coalición Cívica y al Partido Socialista, que son las fuerzas principales-. Está fallándole gravemente al país. Porque no importa cuáles sean los resultados del año que viene, la Argentina necesita ponerse los pantalones largos de la madurez ideológica.

Tal y como van las cosas, seguimos jugando con figuras carismáticas, con declaraciones rimbombantes; todo lo cual no hace otra cosa que enfatizar la penosa superficialidad de la política argentina.


© Escrito por Pepe Eliaschev el Miércoles 29/10/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



domingo, 16 de febrero de 2014

Frente Progresista... De Alguna Manera...


Solanas y Giustiniani anticipan la interna: "Debemos definir el candidato en las Paso"…

Rubén Giustiniani y Fernando “Pino” Solanas vetaron a Macri en el armado de un futuro frente electoral para 2015.

Uno representa a Unen de la Capital y el otro al Partido Socialista de Santa Fe. Son partes de un interbloque de centroizquierda en la Cámara baja y trabajan para armar un frente progresista.

Los senadores nacionales Rubén Giustiniani (PS) y Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur) reafirmaron que el nuevo espacio de centroizquierda que se está gestando en la Argentina debe definir a su candidato presidencial en internas abiertas y no a través de un acuerdo de las distintas fuerzas que integrarán esa alianza, aún en formación: socialismo, UCR, Proyecto Sur, Coalición Cívica y Libres del Sur. Asimismo, dejaron en claro que el PRO de Mauricio Macri no tiene cabida en el esquema progresista, rechazando así la idea de Elisa Carrió y el radical Oscar Aguad de incorporar al macrismo a la conversación de esa futura coalición.

Solanas y Giustiniani participaron el viernes en Rosario de un panel donde se discutió la política energética. En un intervalo de esa actividad, ambos senadores dialogaron con LaCapital sobre las chances de la centroizquierda para llegar al poder en 2015, formularon severas críticas al kirchnerismo y acusaron al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, de ser el representante del "pejotismo en el ocaso".

—¿La reunión del miércoles en Buenos Aires donde discutieron las bases de una futura alianza de centroizquierda fue la prolongación de la realizada en Rosario a fines de 2013?
—Solanas: Esta fue la reunión legítima. En la otra, la de Rosario, hubo un olvido, no me encontraron (risas) y tampoco a (Julio) Cobos. A nosotros nos pareció grave que no hayamos sido convocados, pero más grave aún fue que aparecimos convalidando la reunión sin estar plenamente informados. Así que después me reuní con Cobos en enero y convocamos a la unidad del espacio sin exclusiones. Frente a lo que trascendió en Rosario de que las candidatura se iban a consensuar, nosotros dijimos que el espacio se debe ajustar a la ley de las Paso. Nos tomamos un buen vino en mi casa y diez días después repetimos el encuentro en Mar del Plata. Vamos a impulsar esto que nació en Unen en Buenos Aires, donde se dirimieron las candidaturas entre ocho partidos, y no se rompió y tampoco nos agredimos. Hubo debates fuertes y después seguimos juntos. Tiene que haber unidad en la diversidad. Este espacio debe ser ejemplo de amplitud y tolerancia, como lo ha podido construir Chile o Uruguay con las fuerzas de centroizquierda.

—En esa reunión de Rosario se puso énfasis en la experiencia fallida de la Alianza. ¿Hasta dónde pesa ese karma en el armado de una futura coalición?
—Giustiniani: No pesa, porque hoy todo el Frepaso está con el actual gobierno. Lo importante sí es aprender que un frente primero debe tener éxito electoral, y para eso hay que respetar la reglas de las Paso. En segundo lugar, debe haber una coincidencia programática. Hay que tener diez puntos concretos que nos unifiquen, que hacen a la economía, a lo social, al manejo del Estado, transporte, obras públicas, salud, educación. Y, en tercer lugar, una fuerte vocación de unidad, que es lo que manifestaba Pino. Hay una perspectiva optimista en este espacio de que se puede llegar al 2015 con una alternativa de gobierno y que sea la sociedad la que defina las candidaturas. Yo veo buen clima entre los dirigentes, que se asientan en dos experiencias sólidas muy importante, que son el Frente Progresista de Santa Fe y Unen en la Capital Federal.

—¿Existe alguna posibilidad de que Macri se sume a este espacio?
—Solanas: No, ninguna. Nosotros tenemos un lema: coherencia, ética y proyecto.

—En caso de que lleguen al gobierno en 2015, ¿cuál es la situación que van a encontrar?
—Giustiniani: Está a la vista. Una situación muy seria de incertidumbre en lo económico y social. Hay que reconstituir la confianza de los argentinos en el país, que no se fuguen más capitales. No hay economía que aguante con dos o tres años seguidos con inflación de dos dígitos. No hay bolsillo de la familia trabajadora y de clase media que soporte esta coyuntura, donde los ingresos van por la escalera y los precios por el ascensor. Les vamos a hablar con la verdad a los argentinos, y un gobierno progresista debe establecer prioridades: salud, educación y generación de empleo.

—El kirchnerismo argumenta que el verdadero progresismo lo representa el actual gobierno con los índices de distribución del ingreso desde 2003 y con el inédito crecimiento económico.
—Giustiniani: Hablan de progresismo, pero devaluar, subir las tasas de interés, secar la plaza y aumentar los combustibles es un ajuste ortodoxo. Además, esos índices de crecimiento son relativos: la pobreza ha aumentado mucho en este último tiempo. Ese progresismo no se registra en los hechos concretos.

—Hay un apotegma que sostiene que el peronismo es el único que puede gobernar la Argentina. ¿Están decididos a romper con esto?
—Solanas: Algo objetivo es que este espacio que nace es segunda o tercera fuerza en la Argentina. Todo el pejotismo va muy dividido. Porque quien administró la Argentina en nombre del peronismo es en realidad el pejotismo, que es una estructura de poder para hacer negocios. En el PJ impera el cangurismo: el banco se empieza a hundir y saltan para otro lado. Un ejemplo de esto es el Frente Renovador de (Sergio) Massa, que es un rejuntado del ocaso del pejotismo. La sociedad está harta de mentiras, de la corrupción y de un nuevo pacto de impunidad. La gente pide una renovación y un recambio.

—¿Ve un escenario de ballottage en 2015?
—Solanas: Creo que sí y nosotros vamos a luchar para estar en segunda vuelta.

—¿Y contra quién o quiénes creen que van a competir?
—Solanas: No soy politólogo ni experto en el kirchnerismo, pero pareciera ser que quien tiene un respaldo más sólido es Scioli, que es de la provincia de Buenos Aires y no se la van a regalar entera a Massa. Pero nuestra misión es acabar con las divisiones. Argentina necesita remontar el big bang que va a quedar después del kirchnerismo. La situación es muy grave. Las reservas disponibles del Banco Central son menos de 17 mil millones de dólares, lo demás son encajes y préstamos de bancos extranjeros, no se puede contabilizar como plata fresca. Y de esos 17 mil millones de dólares, la mitad son letras intransferibles del Tesoro Nacional a tasa cero. Hay que reconstruir la confianza y la credibilidad. Esto es consecuencia de una piolada llamada Néstor (por Kirchner) que fue falsificar las estadísticas públicas.

—¿El gobierno no ha corregido esto con el nuevo índice de precios?
—Solanas: Eso lo creen solo ellos. Pero al menos es un paso adelante, porque difiere mucho de lo que decían antes, y eso es positivo. Por lo menos ahora reconocen que hay alta inflación.

—El gobierno le echa la culpa a los supermercados y a los formadores de precios por la inflación...
—Giustiniani: La madre de los problemas es la inflación, que el gobierno la desconoció por años. Pero mientras no exista un programa antiinflacionario y pongan parches como el de Precios Cuidados no se va a avanzar en el problema. Por eso, proponemos medidas concretas. Tenemos un proyecto en el Senado, que tiene estado parlamentario, que es eximir de IVA a los productos de la canasta básica de alimentos, que es quitar presión inflacionaria sobre los precios. Son medidas de fondo que no se están tomando.

© Escrito por Walter Palena el Domingo 16/02 2014 y publicado por el Diario La Capital de la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe.