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domingo, 23 de diciembre de 2018

Cuesta abajo en mi rodada... @dealgunamanera…

La terrible temporada que vivió el fútbol argentino en 2018… 

Angelici, Chiqui Tapia y D’Onofrio durante la presentación de la Superfinal.

Como en el tango de Gardel y Le Pera, el deporte que convoca a multitudes termina el año a los tumbos. La final de la Copa, un ejemplo de lo que no debería hacerse. La eliminación en el Mundial de Rusia. La violencia de cada día.

© Escrito por Gustavo Veiga el domingo 23/12/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

2018 quedará en el podio de los años más conflictivos de nuestro popular deporte. Si la palabra cabotaje tiene una connotación negativa cuando se habla de fútbol, define muy bien lo que nos pasó. El nuestro es de vuelo corto. Podría incluso afirmarse: un fútbol low cost. La maltratada final por la Copa Libertadores entre River y Boca lo reflejó más que todo. No se jugó en el país, tampoco en Sudamérica y ni siquiera en América. La mudaron a Europa. 

La violencia en cualquiera de sus connotaciones –física, verbal, virtual y simbólica– siguió generando tsunamis. Las medidas para moderarla o controlarla siempre fueron y serán incompletas. El poder de la AFA o la Superliga es una caricatura de consensos y buenas artes. Sus dirigentes suelen ser ventajeros. La temprana eliminación de la Selección nacional en el Mundial de Rusia se sumó a la lista de calamidades, más por lo que sucedió a su alrededor que por su juego decepcionante. La ofensiva para entregarles en bandeja los clubes al mercado quedó estancada, pero volverá. Por estas y otras razones, el año que se aproxima podría ser mejor con apenas un par de buenas noticias. ¿Será o no será?

La manoseada “final del mundo” –como los medios sensacionalistas la llamaron acá– dejó un ministro renunciado, la grieta entre los presidentes Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio y una ley anti-barras bravas como secuelas. Martín Ocampo seguramente se reciclará en la política con otro cargo en el gobierno. La investigación, si va más allá de su responsabilidad, difícilmente supere la detención y procesamiento del mecánico tornero Matías Firpo, uno de los hinchas que le arrojó piedras al micro con el plantel de Boca. 

Pero habrá una ley que se apruebe –por ahora con media sanción, en general y en la Cámara Baja– para complacer a las buenas conciencias. “Un mamarracho oportunista” como se quejó un dirigente de la AFA consultado por Página/12, que dejó heridas entre la conducción del fútbol. “Ni nos consultaron y encima les pedimos por nota a los diputados que convocaran, pero ni nos llamaron”, completó. El legislador Martín Lousteau coincidió con aquella, la primera definición. Llamó a la ley “engendro jurídico”. Y eso que es oficialista.

La norma tal como está concebida por el gobierno incrementa penas, tipifica nuevas contravenciones o delitos, en suma, ratifica la doctrina Chocobar para el fútbol en su círculo multitudinario. El jueves pasado, un policía bonaerense mató de un escopetazo en La Plata al trapito Mario González. No había un partido, pero hubo un muerto. ¿Qué pasará cuando los torneos se reanuden y cuidacoches, limpiavidrios, vendedores ambulantes o hinchas de a pie se encuentren mano a mano con uniformados, con o sin armas letales?

Pueden suceder dos cosas: que se produzca un operativo deliberado y mal realizado como el que llevó al bus de Boca por un desfiladero donde llovían cascotes u otra víctima fatal. La historia demuestra que en la Argentina la policía es capaz de asesinar incluso con balas de goma. Javier Jerez, un hincha de Lanús, murió así el 10 de junio de 2013 en el estadio Único platense. 

También puede reprimir cuando nada lo justifica. Ocurrió en el Obelisco contra los hinchas de River durante el festejo por la Copa Libertadores o en la Bombonera cuando los de Boca hicieron el banderazo para despedir al equipo antes del viaje a Madrid. Sí ese día el estadio estaba excedido en su capacidad, la responsabilidad fue de la comisión directiva. Pero no del público. Las estadísticas de violencia no solo las engrosan barrabravas.

La Conmebol se sumó a esta final de vodevil local con un papel estelar. Decidió mudarla a la capital española porque se trataba de un gran negocio de audiencia. La expansión del mercado televisivo nos deparará más finales en tierra prometida. O donde aparezca el que ponga más plata. Ahí están Qatar, los Emiratos Árabes Unidos o Japón en el pasado reciente para confirmarlo. No les basta con llevarse los mejores futbolistas. También se llevan los mejores espectáculos.

La eliminación temprana de la Selección nacional en el Mundial de Rusia fue el otro hecho del año. La crónica de un fracaso anunciado. Jorge Sampaoli la dirigió apenas entre junio de 2017 y el mismo mes de 2018. Una llegada a las instancias finales –lo mínimo que se vaticinaba era alcanzar los cuatro primeros lugares– se transformó en espejismo. La caída por goleada ante Francia en los octavos de final resultó el desenlace de una cadena de malas decisiones. Que habían empezado mucho antes con la renuncia de Gerardo Martino y el despido de Edgardo Bauza. Si al actual entrenador del Santos se le suma Lionel Scaloni, la cuenta da cuatro directores técnicos desde 2014 a la fecha.

La dinámica de lo impensado que tan bien utilizaba Dante Panzeri como metáfora para definir al fútbol, es casi una bandera que describe un montón de situaciones alrededor del juego. En nuestro país los políticos y funcionarios votan una ley anti-barras que afectará al deporte más importante sin consultar a sus dirigentes y los dirigentes modifican el reglamento de un campeonato cuando está por la mitad. Pasó con la Primera B Metropolitana que, de dos ascensos, aumentó a cinco. 

Cuatro serán directos y uno mediante un torneo reducido. Para justificarlo sostienen que la B Nacional deberá contar con 32 equipos en 2019. Casualidad o no, hoy el segundo de la tabla en la B Metro es Barracas Central: el club del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia.

Podrían agregarse otras lindezas de nuestro fútbol criollo que permanecen inalterables, pese al paso del tiempo: un Estado que esquilma a los clubes, un gobierno circunstancial y de derecha que pretende entregarlos al mercado, la reventa de entradas, la poca disposición a respetar los acuerdos que se firman, el sensacionalismo de los medios que construyen una subjetividad funcional al negocio de unos pocos, el pack fútbol que seguirá aumentando de la mano de la inflación y ahí paramos. 

Al menos pasaron a un segundo plano las deudas crónicas de las instituciones. Ya no se escuchan tantos reclamos de jugadores, técnicos y demás empleados. Algo es algo.



martes, 6 de noviembre de 2018

Jugada Peligrosa... @dealgunamanera...

Jugada Peligrosa...

El hincha, Mauricio Macri. Foto: Pablo Temes

Como si tuviera poco con el país y la interna, el Presidente se ocupa de crearse problemas.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/11/2018 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Todo fue un bochorno. Hablamos del episodio generado por Mauricio Macri al involucrarse de manera absolutamente inconsulta en la histórica final que por la Copa Libertadores jugarán Boca y River.

El tuit del Presidente difundido minutos antes de las ocho de la mañana del viernes, en el que presentó como un hecho casi consumado el complejo tema de la concurrencia de las hinchadas visitantes a cada uno de los dos partidos, dio pie a un entremés de enredos que lo dejaron mal parado. 

Veamos lo que siguió: la respuesta del ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo, diciendo que eso no era posible; las afirmaciones del presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, señalando por Radio Continental que eso no era posible, postura que luego se supo era compartida por su par de Boca, Daniel Angelici; Macri hablando nuevamente –esta vez con Paulo Vilouta en Radio La Red– diciendo que la ministra de Seguridad  de la Nación,Patricia Bullrich, estaba avanzando a paso firme en la concreción de la iniciativa; Macri otra vez –ya en la tarde en una nota con FOX–, y ante la negativa persistente de los clubes expresó que todo quedaba supeditado a lo que decidieran Boca y River. 

Esta secuencia –que no incluye el ida y vuelta de opiniones opuestas, las conversaciones a las apuradas, el desconcierto de Horacio Rodríguez Larreta, las discusiones entre el ministro Ocampo y la ministra Bullrich, el azoramiento de ministros que no entendían nada de lo que estaba sucediendo–, tienen un valor que va más allá de la anécdota.

Offside. Primero porque el Presidente ha quedado mal parado y segundo porque este sainete –u “opereta”, según los gustos– ha sido una exhibición de tono patética de uno de los problemas clave de la metodología de gestión del gobierno de Macri: la falta de coordinación y comunicación que existe entre sus funcionarios.

La respuesta negativa de la gente no se hizo esperar. Y no hubo aquí diferencias ideológicas. Las redes fueron inundadas con cataratas de críticas contra el Presidente. Desde "paren con las cortinas de humo" –hasta “dejen de emplear la Policía para estas cosas”– le marcaron al Gobierno el pulso de la calle. Una calle que destila malhumor y angustia por doquier.

El episodio hizo acordar inmediatamente al del discurso de un minuto y 37 segundos que Macri pronunció el 29 de agosto pasado, cuando anunció el acuerdo –que luego se supo aún no estaba cerrado– con el Fondo Monetario Internacional. La pregunta que muchos –dentro y fuera del Gobierno– se hacen es: ¿quién decide estas cosas? ¿Es el Presidente por sí solo o es la idea de algunos de los “genios” de la comunicación que pululan en su entorno? 

¿Alguien evaluó el demérito de la autoridad presidencial que producen episodios como ésteLa pregunta es: ¿actúa por sí solo o es la idea de alguno de los "genios" de su entorno?

Sensibilidades. 

La interna política en Cambiemos sigue intensa. Hace 15 días hubo una iniciativa –para muchos, una operación– muy fuerte de María Eugenia Vidal marcando diferencias con el gobierno nacional, a causa de la quita de los 19 mil millones de pesos correspondientes al Fondo de Ayuda al Conurbano. En esa geografía heterogénea, con lugares en donde la pobreza y la indigencia se enseñorean desde hace décadas, se verifica un aumento significativo de la concurrencia de gente a los comedores barriales, escolares y parroquiales. Como la ofensiva de Vidal tuvo una fuerte repercusión, desde la Casa Rosada se puso en marcha una contraofensiva: a la gobernadora –a quien no pueden ni quieren tenerla enojada– le darán esa suma en obras públicas. Y para demostrar que “está todo bien” hubo primero la foto de Vidal con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio y después el encuentro con Macri en Trenque Lauquen, que también tuvo sus bemoles ya que el intendente, Miguel Fernández, estaba en los Estados Unidos y tuvo que volver de urgencia al país, porque cuatro días antes tenía al equipo de la Presidencia armándole todo el acto.

Claro que esto tuvo consecuencias en el resto de las provincias. Hay quienes piensan que ésa fue la causa del sorpresivo reclamo de los 100 mil millones de pesos en compensación por la eliminación del Fondo de la Soja que hicieron ocho gobernadores, verdadero dolor de cabeza para el Gobierno, en su afán por cumplir su compromiso con el FMI, necesita tener aprobada la Ley de Presupuesto para fin de mes.

Pero no es la relación de Vidal con el gobierno nacional el único tema que agita la interna de Cambiemos. Con el amaine de la "tormenta cambiaria", algunas de las viejas prácticas del oficialismo se han reavivado. Una de ellas es la endogamia política que lleva al PRO a comportarse como si fuera la única fuerza que compone Cambiemos. 

Es la línea Marcos Peña –personaje que en público menciona la palabra diálogo hasta el hastío, pero que en los hechos no dialoga con nadie que no piense como él– quien ahora, desde la sombra, se opone a la concepción más aperturista de Vidal y Rodríguez Larreta. En esta línea está también Emilio Monzó, actual presidente de la Cámara de Diputados, que fue –es– un hombre clave en el manejo de los debates más calientes y complejos que debió enfrentar el oficialismo en los últimos meses.

De hecho, fue él quien evitó que se cayera la crucial y dramática sesión de la Cámara Baja en la que se le dio media sanción al Presupuesto 2019. En un reciente almuerzo que tuvo con los cinco integrantes de su equipo de colaboradores en Escobar, les ratificó que dejará la presidencia de la Cámara, pero que no se irá de Cambiemos. "De ahora en más, Emilio no callará nada. Hará como Carrió", sostienen desde su entorno. Monzó está convencido de que ésa es la única manera de armar algo más amplio que asegure el triunfo del oficialismo en las elecciones de 2019.

Costillas contadas. 

Donde la tormenta no amaina es en la investigación por los aportes “truchos” a la campaña de Cambiemos en las elecciones del año pasado.

En la semana que pasó el juez a cargo del caso, Ernesto Kreplak, citó a 24 personas que hicieron aportes en el lapso de dos horas en el Banco Nación de Recoleta. Hasta ahora solo comparecieron cuatro personas. De esas cuatro, ninguna reconoció haber hecho ese depósito ese día en ese lugar; dos negaron haber hecho cualquier tipo de aporte de campaña y otros dos reconocieron haberlo hecho, pero en otras condiciones: ambos son del partido de Hurlingham y los aportes los hicieron al equipo de campaña de quien entonces era candidato a intendente –Lucas Delfino– y consistieron en comprar lugares en una mesa de una cena de recaudación de campaña. Es decir que ni siquiera los que reconocieron haber aportado lo hicieron a través de esa sucursal del Banco Nación. ¿Es ésta la “transparencia” de la que habla Cambiemos?

Producción periodística: Lucía Di Carlo.


(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com





martes, 18 de abril de 2017

Relanzamiento de la Policía Federal... @dealgunamanera...

Se relanzó la Policía Federal con su nueva función de "ciberpatrullaje"…

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, encabezó el acto de presentación de la nueva Policía Federal Argentina (PFA). (Foto: Diego Díaz)

La ministra Bullrich dio detalles de las tareas que realizará la estructura de casi 30.000 agentes.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó hoy a la nueva Policía Federal Argentina (PFA), que se dedicará a "la protección de los ciudadanos" mediante el combate a "las bandas más complejas, el crimen más organizado" con un "despliegue virtual".

La ministra Bullrich junto al jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia. (Foto: Diego Díaz)

"La PFA pasa de las comisarías a la investigación, de los agentes a los detectives, del territorio a un despliegue inteligente y sorpresivo, sin aviso", enunció la titular de la cartera en el acto realizado en la sede de la Policía Montada, en el barrio porteño de Palermo.

La funcionaria aseguró que de ahora en más la PFA "va a estar en todas partes sin arraigo territorial en sentido territorial", sino que hará su tarea a través de un "despliegue virtual, no físico", y anticipó que se abocará a "encontrar las bandas (delictivas) mediante el ciberpatrullaje".

Bullrich, el secretario Eugenio Burzaco y Gerardo Millman, del Ministerio de Seguridad. (Foto: Diego Díaz)

"Hoy estamos planteando para los 29.948 miembros de la PFA un cambio estratégico que va a significar para la seguridad de los argentinos algo inédito hasta hoy. Abocados a la protección de los ciudadanos siempre, pero abocados de una manera distinta", añadió.

Bullrich recordó que "las 24 policías provinciales están en la seguridad ciudadana y pública" pero la PFA, dijo, "va a estar en la protección de los ciudadanos combatiendo a las bandas más complejas, el crimen más organizado, los asesinos que matan (...) e intentan desorganizar y corromper al Estado".

El gobierno nacional presentó la nueva Policía Federal. (Foto: Diego Díaz)

Por su parte, el jefe de la PFA, comisario general Néstor Roncaglia, recordó que la fuerza existe como tal con ese nombre "desde 1945" y valoró que "como institución siempre estuvimos a la vanguardia de todo el mundo no sólo nosotros, sino dirigidos por los políticos, por el Poder Ejecutivo".

En el acto estuvieron, además, los ministros de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires, Cristian Ritondo y Martín Ocampo, respectivamente, y los secretarios Eugenio Burzaco (Seguridad), Gerardo Milman (Seguridad Interior) y Luis Green (Fronteras).

El acto de presentación de la nueva Policía Federal. (Foto: Diego Díaz)

Además, concurrieron los ministros de Seguridad de San Luis, Ernesto Nader Alí; de Seguridad, Trabajo y Ambiente de Neuquén, Jorge Lara; y el secretario de Seguridad Pública de Tierra del Fuego, Guillermo Granieri.

Fotos: camuflaje, mucha tecnología y un perro travieso en la presentación de la nueva Federal…

En un acto que incluyó perros entrenados, agentes camuflados y un amplio despliegue de equipamiento, se presentó la nueva Policía Federal Argentina (PFA). Entre otros anuncios, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, adelantó la creación de 29 delegaciones en todo el país para combatir delitos complejos y un aumento salarial del 12 % para todos los agentes de la Fuerza. 

La ministra Patricia Bullrich pasó revista al personal y al equipamiento de la nueva Policía Federal, tras el traspaso de una parte de la fuerza a la ciudad

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó nuevo equipamiento para la Policía Federal Argentina (PFA). (Diego Díaz)

Agentes de distintos cuerpos especiales de la Policía Federal, hoy durante la presentación de la nueva Fuerza. (EFE)

El discurso de Néstor Roncaglia, quien sigue al frente de la Fuerza. (EFE)

Parte del equipamiento presentado por las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación. (Diego Díaz)

Parte del equipo de perros entrenados que trabajan en la búsqueda de drogas. (Diego Díaz)

La ministra Patricia Bullrich junto a un perro. A su lado, el comisario Néstor Roncaglia, quien seguirá al frente de la Policía Federal. (Diego Díaz)

Las autoridades adelantaron que la Federal se concentrará en el combate de bandas "más complejas", con un "despliegue virtual" y "ciberpatrullaje". (Diego Díaz)

Bullrich y Roncaglia, frente a dos agentes camuflados. (Diego Díaz)

Más agentes camuflados, durante la presentación. (Diego Díaz)

Durante el acto de presentación se anunció la creación de 29 delegaciones en todo el país y la compra de equipamiento. (Diego Díaz)

Agentes de cuerpos especiales de la Policía Federal Argentina, durante el relanzamiento de la Fuerza. (Diego Díaz)

Durante el acto se anunció la creación de un grupo especializado en delitos complejos que, según proyectan, incorporará hasta 3.000 agentes. (Diego Díaz)

Agentes de la Federal, con cámaras en sus cascos y nuevo equipamiento. (Diego Díaz)

La división Bomberos, junto a un helicóptero de la Fuerza. (Diego Díaz)

Tras el traspaso de parte de la Fuerza a la Ciudad, la Policía Federal quedó con 29.900 mil agentes. (Diego Díaz)

El despliegue durante la presentación de la nueva Policía Federal.