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domingo, 16 de marzo de 2014

De mafias y patotas... De Alguna Manera...


De mafias y patotas...

¿Será justicia? Norberto Oyarbide. Dibujo: Pablo Temes 

La Presidenta protege a indefendibles y sigue alejándose de la gente. El contacto Zannini-Oyarbide.

Es muy grande el daño político que Cristina sufrió últimamente. Y va mucho más allá de lo que retratan las encuestas. Es difícil establecer cuáles elementos erosionaron más su figura. Entre los más humildes, la queja es por el latigazo económico que están padeciendo en forma de ajuste ortodoxo y por el pánico que sienten ante la inseguridad multiplicada. Pero en el capital simbólico, la Presidenta debió sufrir el desgaste de los distintos niveles de mafias que fueron paridas o protegidas por el Estado y además la comparación con dos figuras como Michelle Bachelet y el Papa, que son casi su contracara en muchos aspectos claves, como la austeridad, la ausencia de actitud vengativa y la vocación por el diálogo.

El embate que más preocupó a Cristina, porque al parecer se enteró por los diarios, tuvo la impronta del hampa y la metodología de la camorra. No hay demasiados calificativos para describir lo que pasó y lo que todavía no se sabe cómo pasó entre Norberto Oyarbide y Carlos Zannini. El escándalo aún no estalló lo suficiente porque nadie esperaba semejante confesión de partes ni relevo de pruebas, pese a que ya nada nos sorprende. Pero se trata de un papelón institucional sin antecedentes. Nadie es ingenuo, y a esta altura sabe que son demasiado frecuentes los telefonazos del Poder Ejecutivo para meter la mano en el bolsillo del Poder Judicial. Pero esto superó todos los límites del sincericidio. El juez federal más polémico, escurridizo y acusado de complicidad con todos los poderes de turno, envió una señal y una advertencia sólo imaginada por Francis Ford Coppola, como diría Cristina.

Zannini es el segundo hombre más poderoso de la Argentina, después de Máximo Kirchner. El que más habla con la jefa del Estado. El inventor del kirchnerismo, según un flamante libro de Eduardo Zanini. Hay miles de preguntas que un juez o el Consejo de la Magistratura deben hacerse sobre el pantano donde se hunden tanto Oyarbide como Zannini. ¿Oyarbide acepta órdenes de Zannini? ¿Desde cuándo? ¿Quién es el verdadero dueño de esa cueva financiera que estaban allanando? ¿Es parte de esa red que, como La Rosadita de Federico Elaskar, lavaba dinero negro de la corrupción? En Tribunales afirman que hay 22 financieras que denunciaron la misma metodología extorsiva para pedir coimas con armas en la mano. Una asociación ilícita cantada.

Hay mucho que investigar y Cristina pidió proteger (una vez más y van..) a Oyarbide. Sabe que nada bueno para ella saldrá de todo eso.

Pero si de mafias hablamos, la de carácter sindical que simpatiza con el Gobierno ya no tiene ningún límite y actúa con impunidad en su máxima crueldad. No hay otra forma de llamar al salvajismo de los portuarios que tiraron de un puente a una persona discapacitada que sólo pretendía llevar en la moto a su esposa embarazada a un control. La ferocidad y la deshumanización de la que alardearon esos barras bravas de Juan Corvalán habla de la impunidad que siente un gremio que disfruta del calorcito del poder K. Están filmados y no hay un solo detenido.

Lo mismo pasó y viene pasando con la Uocra y el asesinato de un albañil de 39 años en el medio de una pelea de patotas. Una de las facciones que dijo que ya es el octavo crimen de estas características en poco tiempo acusó a Gerardo Martínez de ser responsable. La Presidenta lo llama “Gerardo”, y es uno de sus preferidos cuando calza un casco amarillo. Corvalán amenazó con renunciar. Gerardo no abrió la boca. No sabe no contesta. Viejo burócrata millonario, nunca colocó un ladrillo en su vida y además nunca pudo explicar cómo fue espía del Batallón de Inteligencia 601, uno de los más tenebrosos del terrorismo de Estado.

En este caso Cristina, al igual que con el general César Milani, coloca un agujero negro en su presunta política de defensa de los derechos humanos. Todo cambia según su conveniencia. Si Gerardo apoya a Cristina, ella lo considera un santo y no se discute más. Si hay cuatro testimonios creíbles y respetables que acusan a Milani de haber participado de los crímenes de lesa humanidad en Tucumán, para Cristina se trata de destituyentes pagados por Magnetto. La trampa siempre es la misma. Raul Othacehé fue siempre “el Vasco” peronista que le hacía ganar las elecciones en Merlo al Frente para la Victoria. Recién cuando se fue con Sergio Massa los medios oficialistas “descubrieron” lo que fue toda la vida: un apretador violento que se cansó de romper cabezas y piernas en su distrito, incluso a algunos aliados de Cristina que guardaron el conveniente silencio por especulación electoral, como Martín Sabbatella. Carlos Zannini llora por un obrero de YPF que perdió todo, pero el miembro informante de aquella privatización fue su casi hermano siamés, Oscar Parrilli.

Jorge Capitanich fue socio de Aldo Ducler, acusado de pertenecer al cartel de Juárez e investigado por los Estados Unidos, y fue funcionario de Menem y Cavallo. Pero ahora habla como un revolucionario porque está con Cristina. Casi un guevarista que fustiga a la senadora Laura Montero, una socialdemócrata eficiente y honesta, de ser “una perfecta representante del neoliberalismo que destruyó a la Argentina”.

No importa qué hayan hecho jueces, secretarios de Estado, ministros, intendentes, sindicalistas o generales si están del lado de Cristina. Ella se ve a sí misma como un río Jordán capaz de purificar a todos y a todas. Parece la lógica de Franklin Delano Roosevelt con Anastasio Somoza, el corrupto y feroz dictador anticomunista de Nicaragua. En realidad, lo dijo uno de sus secretarios, pero las crónicas de la época le atribuyen al presidente de los Estados Unidos haber dicho: “Puede ser que Somoza sea un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

© Escrito por Alfredo Leuco el Viernes 14/03/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


viernes, 7 de diciembre de 2012

7D y la Sociedad Interamericana de Prensa...


Nelson Castro: "La idea del Gobierno es terminar con el periodismo"... 


Habló ante el Congreso junto a colegas y la SIP. Su opinión de las denuncias de Echegaray.

"La esencia que hay aquí, es que el intento del Gobierno y de quienes acompañan esta visión del gobierno desde la sociedad (porque este es un elemento también preocupante, hay acompañamiento de sectores de la sociedad a esta idea del gobierno), es que hay que terminar con el periodismo. De que el periodismo está en el centro de todos los males", afirmó Nelson Castro.

El periodista estuvo en el Congreso de la Nación junto a colegas como Alfredo Leuco; el titular de la Sociedad Interamericana de Prensa, Javier Matilla Anderson; y las senadoras Norma Morandini (FAP), Laura Montero (UCR) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-ARI).


"Por eso estaba esta idea de que si no hubiera pasado lo que pasó, más allá de la suerte de Clarín, hoy habría nacido una nueva nación", agregó Castro en el encuentro sobre libertad de expresión desarrollado en el Salón Illia del Congreso de la Nación.

"Lo que hay aquí en juego es una metodología que no va a cesar -junto con la difamación, la utilización de los medios públicos para difamarnos, este método claramente goebbeliano- es la utilización del Estado para llevar adelante fenómenos de intimidación del trabajo de los periodistas. A esto debemos oponernos claramente y debemos señalarlo", sostuvo el periodista.

"Y debemos señalarlo para todos, como en días pasados cuando Clarín cometió un garrafal error al utilizar estos mismos métodos que criticamos para querer enjuiciar a periodistas. Y cuando ayer lo hemos visto con la denuncia del titular de la AFIP a dos colegas, Luis Majul y Matías Longoni, por sus investigaciones", completó Castro.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el vienes 7 de Diciembre de 2012.

El Dr. Nelson Castro, certeramente habló del método goebbeliano utilizado por el Estado para llevar adelante el fenómeno de intimidación.

Éstos son:

1- ) Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2- ) Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3- ) Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4- ) Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5- ) Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6- ) Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.

7- ) Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8 Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9- ) Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10- ) Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11- ) Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.



Leuco: "Vivimos el momento de menor libertad de expresión en democracia"...


El periodista habló en el Congreso, junto a otros colegas de la SIP, de los mecanismos "novedosos" de los Kirchner para coartar la libertad de prensa.

“Desde el 2006 hasta ahora, el gobierno no ha hecho otra cosa que perfección los mecanismos de persecución”. Así se refirió el periodista Alfredo Leuco a lo que considera el período de “menor libertad de prensa” desde el regreso a la democracia en 1983.

Las declaraciones de Leuco se realizaron en el Congreso, donde asistió como uno de los representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) junto a otros periodistas como Jorge Lanata, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá y Pepe Eliaschev, y al presidente del organismo, Javier Matilla Anderson.

“Han sido muy originales los Kirchner para perseguir a los periodistas: no sólo han presionado con la pauta oficial, sino que ha sido muy novedoso el apriete sobre empresarios privados para que dejaran de auspiciar en medios de comunicación o en periodistas que no eran de su gusto o no se domesticaban”, señaló Leuco.

Y denunció: “En los últimos días, los grandes anunciantes que son casas de artículos del hogar, han sido presionadas brutal y ferozmente para que no publiquen sus avisos en diarios de circulación nacional”.

Para Leuco, ese es uno de los mecanismos “novedosos” del gobierno para coartar la libertad de expresión. El otro, aseguró, es “un ataque a los periodistas en forma personal desde los canales públicos”, al que calificó de “realmente feroz”.

“Ha tenido como objetivo dinamitar el prestigio, la honestidad y el buen nombre de cada uno de los periodistas y a sus familias”, agregó el periodista en la audiencia en la que también hablaron sus colegas.

Las senadoras Norma Morandini (FAP), Laura Montero (UCR) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-ARI) fueron quienes encabezaron la audiencia, en la que advirtieron que "la Argentina camina peligrosamente hacia el control del Estado de los medios de comunicación".

Durante un encuentro desarrollado en el Salón Illia del Congreso de la Nación, las legisladoras expresaron su preocupación" por la "falta de libertad de expresión" que dijeron observar en el país y difundieron una declaración de principios sobre la situación de los medios a nivel nacional.

"El Congreso de la Nación debe frenar los avances de un Ejecutivo que violenta derechos consagrados en nuestra Constitución", subrayó Morandini, al leer el pronunciamiento ante la delegación de la SIP.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el vienes 7 de Diciembre de 2012.