domingo, 10 de mayo de 2015

Marcelo Tinelli: el regreso del indomable… @dealgunamanera...

Marcelo Tinelli: el regreso del indomable…


Mañana vuelve a El Trece con "ShowMatch". Dijo que nadie le baja línea y que la mirada ajena lo tiene sin cuidado. Y habló de amor, hijos y política.

Camino a la entrevista con Marcelo Tinelli ante un nuevo regreso de ShowMatch (es la temporada número 25 y la décima del Bailando la que comienza mañana a las 22.30 por El Trece), uno sabe que son muchos los tópicos que no pueden  faltar. Más allá de las novedades del programa, que las hay y muchas, Tinelli fue noticia en los últimos tiempos por otros temas: su deseo de ser presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), su posible candidatura a la gobernación de Buenos Aires, su separación y posterior reconciliación con Guillermina Valdés, sus desencuentros (que tuvieron correlato en las hijas de ambos) con Diego Maradona y más.
A diferencia de notas anteriores, hechas siempre en la sala de reuniones de su productora Ideas del Sur, Tinelli elige esta vez un bar -distinguido, pero un sitio público al fin- de la avenida Figueroa Alcorta. Jeans, campera, botas, pullover y pañuelo (todo en negro), se detendrá en cada uno de los temas, aunque le generen una pizca, bien disimulada, de incomodidad. Y dejará en el grabador frases con destino de títulos: “A mí nadie me bajó línea nunca”, “La mirada de los otros me tiene sin cuidado”, “Jamás nadie me dijo lo que tengo que hacer”. Un Tinelli dispuesto a decir sus verdades, consciente de que pueden creerle o no, pero deseoso de hacerlas escuchar.
¿Cómo va a ser el Bailando 2015?
Tenemos 27 parejas fuertes. Y que abarcan una paleta de colores importantes. Vamos a tener humor, buenos bailarines, alguna gente relacionada a la política. Personajes excéntricos y exóticos, un extranjero como Ergün Demir (Ali Kemal, de Las mil y una noches). Además, con Ángel de Brito, un periodista picante, agregamos el quinto jurado, porque el año pasado hubo algunas definiciones muy difíciles, que quedaban empatadas dos a dos. Y a pedido de Polino agregamos el cero en las calificaciones, aunque a algún participante le pareció discriminatorio.
A Fernando Burlando, el abogado que este año baila...
Sí, es raro recibir una carta documento de un participante, pero él está convencido y argumenta que un cero sería por no presentarse. Pero el cero va a estar.
Este año los escándalos empezaron antes que el programa. ¿Qué clase de Bailando esperás?
Nunca tengo claro qué va a pasar ni una expectativa de algo. Para mí es un gran show de improvisación en el piso. Con los humoristas más o menos sé que van a hacer. Freddy Villarreal va a aparecer como Onur (también de Las mil y una noches). Pero con el resto  de los participantes no tengo relación antes del programa y trato de no tenerla. Sólo los vi cuando hicimos la foto de apertura. Si me junto con ellos antes del Bailando, sé que me pueden condicionar aún sin quererlo, diciéndome que les gustaría hablar de tal o cual cosa.
¿De las 27 parejas, cuántas elegiste vos personalmente?
La producción me propone una lista larga y yo voy eligiendo uno a uno. Son decisiones mías. Te pongo el ejemplo de (Alberto) Samid. Cuando abrió su cadena de hamburgueserías Mac Rey, leí una nota tremenda en Clarín. El periodista le pregunta si no sentía que era una copia de Mc Donalds. Y él, que es peleador y te la sigue hasta el final, le contesta “¿copia de qué?”. “Y, en el nombre, Mac Rey es como Mc Donalds”, dice con lógica el periodista. “Mac no es por Mc Donalds -cierra Samid-. Puede ser ‘Malvinas argentinas, carajo’ o ‘Mauro andá a cagar’”. La respuesta me pareció antológica y me dije que era un personaje para el Bailando. Hablé con él, lo convencí, y está súper embalado. Va a poner un carrito de venta de hamburguesas en la puerta de Ideas del Sur, todo para beneficencia.
El hecho de tener personajes tan mediáticos y varios con problemas en la Justicia, ¿te plantea cosas como por ejemplo “con Agustina Kämpfer no hablo de Boudou”; o “con Gisela Bernal no hablo de la paternidad sí o no de Ariel Diwan”?
Yo tengo respeto por las personas con las que voy a hablar. Si hay algún tema que las incomoda, no soy yo quien va a indagar de ese tema. Lo que no puedo garantizar es que una persona que esté en el jurado o en otro lado le pueda preguntar algo. Con esto no lo estoy liberando. Pero yo no puedo decirle a Polino ni a nadie “de esto no se habla”. Jamás lo hice. Por supuesto que con respeto le puedo preguntar a Agustina por Boudou o a Gisela por Diwan. Después me dirán que no quieren hablar y para mí está todo bien. No hay nada pautado.
¿Lo mismo pasa con los tres candidatos a presidente (Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa) que van a estar mañana en el programa?
Lo mismo. Son los tres candidatos principales a presidente y nos parece bueno tenerlos. Charla abierta y un tiempo parejo para cada uno. Y ojo, me gustaría que vinieran también con sus mujeres. La invitación para que vengan con ellas está cursada. Vamos a ver si aceptan o no.
La charla sale de la televisión y pasa a la política. Tinelli cuenta que evaluó la posibilidad de ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. “No fue una propuesta de Daniel (por Scioli), sino de gente cercana a él”. Sí, sin embargo, se comunicó con Scioli para decirle que sentía que no era el momento de hacerlo. “Tengo ganas de participar en cosas más sociales, no en un cargo ejecutivo. De hecho, estamos armando con el doctor Facundo Manes una fundación para trabajar en la nutrición de los chicos. No sólo darles un plato de comida, sino trabajar también en lo cognitivo y lo afectivo. Vamos a convocar al doctor Abel Albino, de Mendoza, y me gustaría que también esté Manu Ginóbili, que se va a enterar por esta nota. Viajar a los lugares, estar con los chicos. En la parte afectiva yo siento que puedo colaborar mucho, ya que los chicos me conocen por mi rol en la tele”.
¿Cambiando el tema, fue un alivio para vos haber vendido Ideas?
Para mí no cambió nada. Tengo una parte minoritaria de Ideas, pero sigo siendo dueño. Tengo la misma oficina, sigo dirigiendo la parte artística. En la diaria no me cambió nada.
¿Tenés que rendir cuentas?
Rinden cuentas los gerentes al directorio y yo soy parte del directorio.
¿Cómo es tu relación con Cristóbal López, el dueño mayoritario?
Buena, nos vemos poco, pero tenemos buena relación. Nos vemos por ahí en la cancha, porque es de San Lorenzo. Y también con su hijo, que también ayudó en el club.
¿Te pone límites? El año pasado se habló de que te pidieron que no te metas con los hijos de la presidente.
Jamás me dijeron nada. Nadie me dice lo que tengo que hacer o lo que no tengo que hacer. Nunca tuve una bajada de línea. Como tampoco la he tenido cuando teníamos de socio al Grupo Clarín. En lo que yo entro, es por decisión propia. Y en lo que no entro, también.
¿Cómo está tu relación con Maradona? ¿Se enojó porque su ex Verónica Ojeda estará en el Bailando?
De mi parte, tengo la mejor con Diego. No me hizo llegar ningún fastidio por la participación de Verónica. Me pareció que ella es una persona atractiva para el programa, pero en ningún momento fue para hacerle mal a Diego.
¿Y la pelea por Twitter entre Gianinna, Dalma y tu hija Candelaria de esta semana? Gianinna habló de la boca falsa de Cande.
Fue una pavada. Una carita mal interpretada. Pero Dalma y Cande, que son dos personas sensibles y coherentes, supieron entenderse. Insisto, yo tengo la mejor con ellas dos y a Claudia Villafañe la adoro.
Nos quedaría hablar del corazón.
Ando bien del corazón. El último examen me dio bien, llegué hasta casi 200 de frecuencia cardíaca en el examen de fuerza.
Me alegro. Pero me refiero a que volviste con Guillermina. Alguien puede decir: se separan cuando ella estrena obra y vuelven cuando él debuta con el programa...
Corre por cuenta de quien lo piensa, está en todo su derecho. Pero mi vida no la manejo de acuerdo a lanzamientos o como arranquen las obras de teatro o los programas.
Pero hubo una ruptura y una reconciliación.
Hubo una separación y hoy estamos en un buen momento de la pareja, sin ponerle rótulo ni título ni nada. Los dos sentimos mucho amor y estamos transitando una linda etapa, tratando de estar mejor.
¿Cómo es lo de no convivir, pero vivir a algunos pocos pisos de distancia de tu mujer?
Tiene su pro y sus contras. Por un lado, digo que fue una idea brillante que surgió de Guillermina, porque ella además de Lolo tiene tres hijos de su anterior matrimonio y quería tener su intimidad; y yo tengo viviendo conmigo tres (barra cuatro, porque Juanita se queda con nosotros varias veces por semana). Así cada uno conservaba su espacio y está bueno. Pero a veces tenés ganas de estar más tiempo con tu pareja y, bueno, estamos en casas diferentes. Pero ojo, yo no sé si hoy se puede pensar en una familia ensamblada de ocho hijos. Hoy no está planteado de esta manera. La verdad es que valoro y agradezco que Guillermina haya tenido la valentía de decirme esto, porque creo que yo jamás hubiera animado a decirle “vamos a vivir en departamentos diferentes”. Cuando tuvimos un hijo, lo primero que yo le hubiera dicho es “vamos a vivir juntos”. Me parece lo lógico. Cuando ella me dijo esto, pensé: “Guau, qué mujer”.
¿Y Lolo se acostumbra?
Y, ya conoce los ascensores. Si recurrimos a las cámaras de seguridad del edificio, es un reality. Siempre jodemos con Guille por eso. Yo bajo en pijamas, descalzo. Vamos de un piso al otro. Y Lolo sube, baja, viene. Cuando se queda a dormir en casa, la pelea entre mis hijos y yo es con quién duerme. Todos lo queremos tener.
¿Hasta cuándo te parece que da el formato del Bailando?
No lo sé. Es un formato flexible, que permite humor, gente que cante, un partido de fútbol. Y también es cierto que en algunos países, una vez por semana y durante cuatro meses, duró mucho menos. Y acá va cuatro veces por semana durante ocho o nueve meses y llevamos diez años. Sería un hipócrita si te dijera que no me planteo hasta cuándo seguirá, pero yo voy de año a año.
¿Con qué número de rating te sentirías conforme?
El año pasado dije 20 puntos y no me equivoqué. Este año la tele está un poco más baja, creo que un promedio de 18 puntos al año estaría bien. Me gusta el paquete de El Trece para la noche, con Esperanza mía, Las mil y una noches y ShowMatch. Pero la competencia este año también va a ser fuerte.
El sueño de dirigir una ficción
Tinelli confirma que este año volverá a hacer ficción, y que además de producir, dirigirá. “Lo haré con Nacho Lecouna, y le ofrecí a mi hijo Francisco, que estudia Imagen y Sonido, que esté en la producción”.
No revela ni nombre ni trama, pero sí confía que “la historia está” y que los guionistas ya están en carpeta. “Es una historia chiquita pero linda. Tengo ganas de volver un poco a la ficción con la que arranqué, algo como Okupas, aunque no en la temática urbana o marginal”.
Y con respecto a tomar el rol de director, asegura que es un gusto que se quiere sacar alguna vez. “Sé poner el ojo, pero por ahí nunca lo he hecho así. Lo que sí me gusta mucho es trabajar con actores. Voy a estar ahí y a tratar de aprender mientras que lo esté haciendo. Por supuesto que si fuera un ciclo de entretenimientos lo podría hacer perfectamente. Ahí veo claramente por dónde ir. Pero esto me gusta. Me gusta ver cine. Me fijo mucho en los directores”.
Serán 13 capítulos, aún sin canal, pero la idea es ofrecérselo a El Trece. “Con el primero que voy a hablar es con Adrián (Suar). Él ya tiene su propia productora de ficción, pero yo quiero ofrecérselo a él. Y después vemos, canales seguramente va a haber, porque es un buen proyecto, con actores diferentes para cada capítulo”, termina.
La fórmula del éxito pasa por hacer
El inicio del ShowMatch de mañana tendrá a Tinelli emulando a la película Forrest Gump y viajando por distintos lugares del país, en una producción a la que se sumaron famosos como Graciela Borges, Juana Viale, Nico Repetto y Maravilla Martínez, entre más. Lujos que puede darse Tinelli, con una exitosa carrera de más de 25 años.
Consultado por la fórmula del éxito, se asombra y esboza su teoría. “Así como soy exitoso en algunas cosas, he tenido fracasos en otras. Pero para mí es un camino más que una fórmula. Todo lo que hago lo hago con muchísimo entusiasmo, es como un motor que tengo siempre. Puedo mirar una película y decir si me gustó. Pero prefiero ser protagonista de esa película, de las cosas”.
Y dice que eso también le está pasando con el país. “Quiero ir metiéndome más e ir ayudando más, con los riesgos que eso implica, porque cuanto más te metés, más críticas podés tener. Pero la mirada del otro me tiene sin cuidado, en el sentido de que cuando hacés es lógico que haya gente a la que le guste y a la que no. Y entonces, para mí la fórmula del éxito es hacer lo que te gusta. Y se los digo a mis hijos: aunque haya un montón de trabas, no renieguen de lo que les gusta. No sé si es más dinero o menos dinero. No tiene que pasar por lo económico. Si vos hacés lo que te gusta, tarde o temprano, el éxito lo vas a tener”.
Soñando por el gran sillón del fútbol
El tema que desvela a Tinelli es la presidencia de la AFA. “Sería para las próximas elecciones, de septiembre, si mi grupo de trabajo siente que soy yo la persona, me voy a presentar. Mi trabajo en San Lorenzo creo que me avala”, dice.
Aunque algunos dirigentes del fútbol dicen que no le da la antigüedad para presentarse, Tinelli cree que sí: “Y hay un grupo importante de juristas que dice lo mismo. Quiero una AFA integradora, que les dé importancia a los clubes de ascenso. Que haya más ingresos para los clubes. Ingresos mixtos, del Estado y de la parte privada. Teniendo a Messi en la selección y la selección que tenemos, creo que no hay un techo. Que el potencial es mucho. Siento que ahí puedo aportar”.

© Escrito por Walter Domínguez el domingo 10/05/2015 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El sano juicio del Juez Carlos Fayt... @dealgunamanera...

La intimidad de Fayt...

El sano juicio, Juez Carlos Fayt. Dibujo: Pablo Temes

El juez que desvela al Gobierno madruga mucho, hace una caminata diaria en la cinta y ve expedientes en su casa.

La feroz ofensiva que el Gobierno lleva adelante contra el ministro de la Corte Suprema Carlos Santiago Fayt tiene dos propósitos: el primero, sacarse de encima a un juez cuya independencia enfurece al kirchnerismo y el segundo, dar un paso en pos de la parálisis del cuerpo. La finalidad última de estos dos objetivos es lograr la protección judicial que la Presidenta, su familia y sus acólitos necesitan no sólo para el presente sino primordialmente para el tiempo que se iniciará el día después del próximo 10 de diciembre.

Ante la falta de cualquier otra excusa para atacarlo, el eje de la embestida contra Fayt pasa por sembrar dudas sobre el estado de su salud mental. Esta ofensiva comenzó en diciembre pasado. En ese momento, el diputado nacional Carlos Raimundi le pidió a la entonces presidenta de la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja, diputada Adela Segarra, que se evaluaran las condiciones para someter al ministro a juicio político a causa de su estado psicofísico. Sumado a ello, le solicitó que se lo investigara por estar casado con Margarita Escribano, a quien supuso pariente de José Claudio Escribano, directivo del diario La Nación. La motivación de esa acusación era el supuesto “voto en consonancia con la Sociedad Anónima La Nación”, propietaria del diario, por parte del ministro de la Corte. Hubo que aclararle entonces al desinformado diputado que la esposa de Fayt no tiene ningún parentesco con Escribano.

Detengámonos una vez más sobre el delicado y crucial tema de la salud de los hombres y las mujeres del poder. Como lo hemos afirmado en esta columna, la salud de los funcionarios de los más altos niveles del poder constituye una cuestión de Estado y, por lo tanto, es de interés público. Ese interés se hace más relevante cuanto mayor es la responsabilidad y el poder de ese funcionario. Por ello, el presidente, los legisladores, los gobernadores, los jueces deberían atravesar exámenes psicofísicos a través de los cuales se evaluara su real estado, del cual dependen muchas de sus conductas y decisiones.

¿Cómo es la vida del doctor Fayt hoy en día? El ministro de la Corte está atravesando un cuadro de faringolaringitis que afecta su voz. Hace ya muchos años fue operado de un nódulo de la garganta en el centro médico de la Fundación Aráoz. Siempre fue muy madrugador. Se despierta temprano, alrededor de la cinco de la mañana. Lo primero que hace es encender la radio. A las cinco y media ya está en su escritorio escuchando los programas de noticias y disponiendo sus papeles para comenzar la tarea del día. Fayt es un hombre sumamente ordenado y dueño de una escritura caligráfica que, por lo que se aprecia a través de su firma, se mantiene.

Trabaja durante toda la mañana con los expedientes que le traen sus colaboradores desde el Palacio de los Tribunales. Almuerza temprano y en forma frugal. Duerme la siesta y cerca de las cuatro de la tarde vuelve a su escritorio para continuar su trabajo. Siempre fue un hombre de carácter firme y poseedor de un muy buen humor. Nada de eso ha variado. Es muy consciente de lo que representa su edad, por lo que cuida mucho de su salud. Siempre fue una persona muy interesada por todo. Aprendió computación a los 87 años y es un entusiasta lector de temas científicos. Los temas relacionados con las neurociencias le son de particular interés así como también mucho de lo referente a la nanotecnología. Su memoria está intacta. Su recuerdo de hechos y fechas es preciso. A pesar de que su físico le impone algunas limitaciones, camina entre 10 y 15 minutos por día en una cinta que tiene en su casa.

La Corte Suprema es un cuerpo colegiado en el que todos sus integrantes tienen información acerca de lo que sucede con cada uno de ellos. ¿Podría la Corte, en uso de sus facultades y responsabilidades, tolerar, ignorar y/o mantener en calidad de secreto un cuadro de deterioro físico o mental que afectara severamente a uno de sus miembros? De ocurrir, sería ése un acto de encubrimiento que dejaría a quienes así actuaran en una posición de extrema vulnerabilidad ante un gobierno que, como éste, busca con denuedo pulverizar a este tribunal, erigido en la barrera que está poniendo freno a los intentos de gobernar con la suma del poder público con el que sueña la Presidenta.
A las cinco y media ya está en su escritorio escuchando los programas de noticias.

¿Es la edad un limitante para permitir que un juez pueda seguir ejerciendo su cargo? La respuesta es definitivamente no, como tampoco lo es para que un político pueda continuar con su carrera. Como se ilustró en la edición de ayer de Perfil, hay otros casos de jueces y políticos que con 80 y 90 años se desempeñan en diferentes funciones. No se ha escuchado que el Gobierno haya intentado descalificar a esas personas por el solo hecho de sus edades. El único límite para el desempeño de esas tareas es la capacidad intelectual de la persona. Y desde ese punto de vista, Fayt está bien. Para el kirchnerismo, hablar de la salud de la Presidenta es destituyente, mientras que hablar de la salud de Fayt es patriótico.

La forma como el gobierno viene atacando al juez Fayt parece extraída de House of Cards, verdadero vademécum de la amoralidad y el cinismo en el que bien podrían sentirse plenamente identificados tanto la Presidenta como varios de los funcionarios de su gobierno.

Paradojalmente, el kirchnerismo, embarcado en esta cruzada contra Fayt, acaba de desestimar los pedidos de juicio político contra los jueces federales Norberto Oyarbide Daniel Rafecas. Oyarbide fue el magistrado que cerró en forma exprés la causa por supuesto enriquecimiento ilícito de los Kirchner y Rafecas fue quien, con igual premura, desestimó sin dar pie a investigación alguna la denuncia de fallecido fiscal Alberto Nisman, que tanto molestó y enfureció a Cristina Fernández de Kirchner. ¿Queda alguna duda de que para la Presidenta y sus acólitos los únicos jueces buenos son los que fallan a su favor y le aseguran impunidad?

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 09/05/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Viejismo 2… @dealgunamanera...

Viejismo 2…

Descorbatados (en lugar de descamisados) es hoy un significante. Foto: Cedoc

Análisis con perspectiva política y cultural en el marco de la embestida contra el ministro de la Corte Carlos Fayt.

A partir de la embestida contra Fayt, en la contratapa de ayer se analizó el viejismo con el enfoque de la psicología social. En esta continuación se lo profundiza con una perspectiva política y cultural.

Ayer concluyó diciendo que el mensaje de rebeldía de Fayt contra el viejismo y sus prejuicios no tiene como destinatario sólo al kirchnerismo y a La Cámpora, sino también al macrismo, que es especialmente viejista.

La antropóloga Margaret Mead –en su libro Cultura y compromiso– explicó el funcionamiento de las sociedades a partir de la relación intergeneracional y las categorías resultantes como causa y consecuencia de la política:

Posfigurativas: el saber y el poder se les asignan a los modelos de conocimiento estipulados por los predecesores. Gran valoración de lo producido en el pasado. Los más viejos enseñan a los más jóvenes.

Cofigurativas: el saber y el poder se les asignan a los modelos de conocimiento producidos en el presente. Los padres y los hijos aprenden entre sí y buscan guías en pares de su misma edad.

Prefigurativas: tras una crisis social se produce una pérdida de referentes; el saber y el poder se colocan en lo que vendrá, con una inversión de roles, los jóvenes cumplen el papel de guía que antes se les asignaba a los ancianos.

Hoy el proselitismo del PRO es anti PJ, pero su estética festiva y hedonista es muy peronista.

Nietos, padres, abuelos y, en algunos casos, bisabuelos comparten un período de tiempo en promedio de ochenta años, que en el caso de Argentina coincide con la seguidilla de crisis que, arrancando en 1930 (independientemente de períodos de crecimiento), nos llevaron de ser la 7ª economía del planeta a la 24ª.

Las continuas devaluaciones de nuestra economía también devaluaron el valor de la memoria y del pasado. Y, en la lucha política por la significación, por imponer saberes y consolidar estereotipos de poder, los “partidos políticos de la onda”, aquellos para quienes lo primero es ganar las elecciones, hicieron del viejismo una herramienta electoral.

El recambio de poder requiere un recambio de saberes. Y no es casual que tanto desde La Cámpora con Kicillof, el más fotografiado de sus referentes, como desde el PRO con Macri, el look de traje sin corbata se transforme en un mensaje no sólo de renovación generacional (al igual que Scioli, Macri se convertiría en sexagenario en la presidencia si fuera electo en 2015), sino de renovación de ideas: La Cámpora frente al pejotismo, los tecnócratas cipayos y los garcas; y en el PRO, contra la vieja política. Edípicamente, uno se distancia así de la ortodoxia de la política; y el otro, de la ortodoxia económica. 

Descorbatados se convirtió, como en los años 40 lo fue descamisados, en un significante de otros significados.

Pero lo nuevo y lo viejo no pasa por la estética, que apenas maquilla renovación, sino por tener realmente ideas nuevas. Exacerbando el vestido como lenguaje, en la televisión primero les sacaron las corbatas a los periodistas y luego les pusieron camisas a cuadros fuera del pantalón (parados para que se vea) para al menos disimular si no hay ideas nuevas. Pero no hay que echarles la culpa a los medios porque siempre son reforzadores y propaladores de tendencias sociales, pero casi nunca son la causa de ellas.

Las edades son una construcción social; hace un siglo no existía prácticamente la adolescencia porque a los 13 años, terminado el colegio primario, la enorme mayoría de los habitantes del planeta iba directamente a trabajar, y hace tres siglos casi tampoco existía la niñez porque se comenzaba a trabajar a la edad de la educación primaria. Cada época transforma el significado del tiempo y en la nuestra lo que llamamos “el presente” tiene cada vez menos duración porque lo actual ya no son los temas que duran semanas o días, sino apenas horas.

El peronismo, que siempre ha tenido una vocación de poder mayor que el radicalismo, y ahora el PRO, por la relación deportiva de Macri con el éxito, detectan y responden a esa tendencia para satisfacer a los clientes/votantes. A una sociedad viejista le dan signos de juventud (no hay que olvidar que las representaciones no necesariamente tienen que coincidir con la realidad para poder ser efectivas).

Y a pesar de que el discurso electoral actual del PRO es antiperonista, en la Ciudad el candidato a vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y un dirigente clave como Cristian Ritondo provienen del peronismo, y la estética de fiesta, globo, baile y hasta alguna cumbia remite a la cultura peronista, que siempre ha sido consumidora de futuro en el presente y su lema podría sintetizarse en “después vemos”.

Los partidos ponen a los jóvenes delante para que no se note la acumulación de fracasos pasados.

Corrido por el tiempo, el viejismo tiene una doble faceta, desvaloriza el pasado pero también el futuro, como no podría ser de otra manera si para vivir más intensamente el presente hay que olvidarse de que este presente será el pasado en el futuro. “El futuro es ahora”, propio del natural y lógico hedonismo juvenil, contagia a los adultos.

En política esto se percibe en lo que podría sintetizarse como “pongamos a los jóvenes para que no se note nuestro fracaso”. Y se muestra a los jóvenes en primer plano para no tener que hablar del pasado, controvertido para muchos.

La misma categorización que se utiliza en semiótica sobre medios de comunicación para diferenciar Género (algo permanente: serie, noticiero, talk show, etc.) de Estilo (lo que se adapta a los códigos discursivos del lugar y el momento) vale para la política. El PRO y La Cámpora comparten el estilo “moderno”, y el PRO y el PJ practican el estilo hedonista, con Del Sel como la más acabada reencarnación. No sólo Fayt es viejo, también lo son Reutemann y hasta Pinedo.

Después de tantas crisis, los nuevos enunciadores de fundamentos corren el riesgo de confundir edad con ideas.

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© Escrito por Jorge Fontevecchia el sábado 09/05/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Huracán 1 vs. Olimpo de Bahía Blanca 3... @dealgunamanera...

Huracán no llegó al Olimpo…


Huracán perdió esta tarde por tres a uno con Olimpo de Bahía Blanca en condición de local por la décima segunda fecha del torneo de primera división.

Dos partidos de cuarenta y cinco minutos hubo en la tarde del día de la fecha en Parque Patricios. Un primer encuentro, que tuvo el Globo ordenado, sereno, simple, sencillo y contundente le dio la diferencia mínima antes de irse al descanso. La segunda etapa al estilo de otro partido fue todo lo contrario, un equipo tímido, dormido, pálido y sin carácter que dejó escapar tres puntos frente a un rival que no ganaba hacia doce partidos y no convertía hace más de setecientos minutos.

Como decíamos, los Quemeros tuvieron el control de las acciones en la primera parte y con una avivada de Agustín Torassa, quien fue de lo más claro, consiguió un penal que él mismo cambiaría por gol a los quince minutos.

En el segundo acto, Olimpo salió decidido, con las ideas más claras y sin ninguna duda, con más actitud. A los treinta y uno, un tiro libre indirecto en la medialuna del área local derivó en la igualdad visitante. Ejecutado de manera potente, el rebote en la barrera le llegó a los pies de Nicolás Royón y tras controlar, remató arriba para dejar sin efecto la estirada de Marcos Díaz.

El segundo de los bahienses vino cuatro minutos después, Gonzalo Klusener se la bajó al ingresado Hernán Encina y con un pase en profundidad encontró a Jonatan Blanco sólo por derecha dentro del área quién sin detener el trayecto de la pelota cruzó el remate y estableció la ventaja. En una de las últimas, Juan Quiroga tiró un centro a ras del piso que atravesó toda el área como a los defensores de Huracán para finalmente ser empujada por Klusener y poner punto final a esta historia de terror.

Ese lugar de dioses, plagada de placeres y de lujos llamada Olimpo es a la que no pudo llegar Huracán. A la que todavía no logró arriba en este campeonato pero que busca incesantemente. Esa tierra prometida donde los resultados se den y lleguen más victorias no se ha hecho presente aún. Sin embargo, como hinchas, apasionados y enamorados de este club estaremos siempre. Porque ver a tu equipo jugar es uno de los placeres más lindo que hay pero rara vez se da la curiosa excepción de que todo salga bien.

Huracán: 1 

Marcos Díaz; Federico Mancinell, Hugo Nervo, Santiago Echeverría y Luciano Balbi; Lucas Villarruel, Federico Vismara, Patricio Toranzo; Cristian Espinoza, Agustín Torassa e Iván Borghello. DT: Néstor Apuzzo.

Olimpo de Bahía Blanca: 3

Nereo Champagne; Juan Sills, Iván Furios, Néstor Moiraghi y Juan Quiroga; Juan Cobo, Jonatan Blanco y Jaacobo Mansilla; Joel Acosta, Gonzalo Klusener y Joel Amoroso. DT: Diego Osella.

Goles: 15  min. Torassa (H) de penal, 76 min. Royón (O);  80min. Blanco; 93min. Klusener. (O)

Juez: Luis Álvarez

Estadio: Tomás A. Ducó


© Escrito por Rodrigo da Silva el sábado 09/05/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.