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sábado, 10 de octubre de 2015

Intolerancias… @dealgunamanera...

Intolerancias

En el bronce, Juan Perón. Dibujo: Pablo Temes

Gobierno, PJ, sciolistas y macristas se recelan. Festival de desautorizaciones.


La invitación parecía amplia y generosa, sin restricciones. Hasta convocaba a Cristina en una muestra de rara urbanidad. Ella, por supuesto, no respondió al convite, tampoco decidió asistir y, mucho menos, enviar un emisario o una delegación que la representara. 

Carece de tiempo para nimiedades formales, se ocupa de una insaciable vocación por hacer discursos y difundirlos en cadena, amontonar millas orales en busca de un premio posterior, como si se tratara de un oso que acumula alimentos para volver cuando pase el invierno. Cuesta saber, además, si tanta prescindencia obedeció al asco que le producen los organizadores (Momo Venegas, Mauricio Macri, Hugo Moyano) o al rechazo personal a quien más dividendos le extrajo en la vida sin pagar siquiera un mínimo canon a la propiedad intelectual: Juan Perón. 

No sólo la Presidenta se ausentó al estreno porteño de una estatua al general de su partido, también su identificada claque oficial desertó del homenaje y, por si fuera poco, objetó su realización. Hasta aquellos que juran ser los más peronistas de Perón, inclusive los que dicen haber matado por él o haber perdido compañeros por su causa. Intolerancia uno.

Si uno vuelve a la invitación de los organizadores, advertirá que citaban no sólo a Cristina. También a todos los ex mandatarios justicialistas vivos y elegidos en el último período democrático, uno de corta duración (Eduardo Duhalde) y otros de aparición y desaparición fulminantes en la Casa Rosada: Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta, Eduardo Camaño. Presidentes al fin, ninguno elegido directamente por el voto popular.

Al revés de otro, consagrado además dos veces, Carlos Menem, de quien se olvidaron de participar por el trasiego burocrático de cartas, mails, celulares u otro tipo de servicio para cursar llamados. O por determinación deliberada, lo más probable, ya que para Macri, Venegas y Moyano –más un séquito de colaboradores y funcionarios que también colaboraron con el riojano en los noventa– una fotografía con Menem se torna más dañina que una instantánea con Cristina.

Presuntamente en la escala de su billetera. 

Omisión discriminatoria de quienes promueven la institucionalización perdida y que, en el caso del porteño jefe de Gobierno candidato, se vuelve más ostensible: en su momento, además de admirarlo, no se atrevió a ser su candidato a presidente cuando él lo postulaba. Hasta hace poco, sin embargo, por conveniencia, abjuraba de la cercanía peronista, lo perjudicaba según expresiones de sus laderos (a uno, Jaime Duran Barba, lo internaron hace días y se recupera). 

A su vez, Hugo Moyano, sindicalista práctico como pocos, adhiere a Macri con el mismo entusiasmo económico que antes se asociaba con Néstor y Cristina: en este caso, actúan juntos de acuerdo con los entendidos que mantienen por la basura de la Ciudad (y otros distritos), y a pesar de que el camionero se reconoció más de una vez amigo de Menem. En cuanto a Venegas, se desconocía que dispusiera de un peronómetro para descalificar participantes. Intolerancia dos.

Insistente.

Exclusiones aparte, se distingue en este juego de vetos la clara insistencia de Cristina por acumular resortes de poder. Compite como candidata fantasma a las próximas elecciones desde el púlpito y la cadena, ofende con placer reiterado a quienes se agravian con su discurso, aunque más se concentra en fortalecer un anillo impenetrable a su denominado “proyecto” maniatando a cualquier sucesor en la Casa Rosada.

Habla por sí misma y se apoya en una multitud de seudónimos (Carlotto, Bonafini, Kunkel,  D’Elía, etc.), habilita más personal propio en diversas áreas del Estado y saca de una cocina industrial leyes hasta ahora dormidas: si ya estableció cláusulas desde el Congreso para limitar el ejercicio del futuro mandatario –amputación del presidencialismo actual a favor de un parlamentarismo con protagonismo de su sector–, conviene detenerse en su goteo de normas nuevas.  Las últimas: logró por unanimidad en el Senado (con los votos de la oposición, claro) el marco restrictivo para una negociación futura con los holdouts, al margen de lo que pueda expresar Mario Blejer, Juan Manuel Urtubey, el equipo económico de Macri o lo que piense Roberto Lavagna.

Y aún falta la reglamentación que Ella le aplicará a la norma una vez que la apruebe Diputados. También, para los días venideros, promoverá una ley en materia de tierras que escandaliza a los devotos defensores de la propiedad privada.

Suma y sigue Cristina, ni atiende las encuestas ya que básicamente sólo aspira a que Aníbal Fernández triunfe en la provincia de Buenos Aires, sede de la concentración kirchnerista futura, y que su hijo Máximo logre una diputación nacional que lo obligue a una mudanza del Sur (aunque puede seguir el modelo de su padre, quien asistió como legislador a dos sesiones de la Cámara, una cuando juró y otra cuando se aprobó el matrimonio igualitario). Con esos logros, por ahora, le alcanza.

CFK aspira a que Aníbal gane en Buenos Aires, sede de la concentración kirchnerista futura

Este avance indisimulado que fija nuevos territorios de poder hoy parece enturbiar más a Daniel Scioli que a los otros dos contendientes opositores. Es que unos saben dónde se ubican en el terreno los escuadrones verdes y azules, enfrentados, mientras el postulante oficialista –si gana–dispondría en su propio seno, confundidos, a los soldados de ambos colores.

Y, como son guerreros, habrá batahola. Se podía sospechar de este explosivo contubernio, pero pocos imaginaron que habría de exponerse antes de los comicios del 25. Ya está sin embargo en la superficie, manifiesto, unos especulan gobernadores peronistas versus la herencia cristinista, el remedo de los años 70 en que se vivieron conflictividades semejantes y violentas. Un dilema de hierro para Scioli que ha hecho de la concordia una forma de vida, quien siempre puso una silla más para sentar al disidente (de ahí tantos ministerios prometidos). Pero ni así le alcanza, como ya lo prueba la controversia subterránea por el tema de la seguridad y su tratamiento o el debate en alza por la situación económica, las negociaciones externas y una eventual toma de préstamos.

Mientras incursionan en esos tópicos Bein, Blejer, Bossio, Marangoni o Urtubey –de quien el candidato dijo, dice lo que yo digo–, la respuesta crítica y disconforme proviene del ministro Kicillof. Y Kicillof, como se sabe, también es un seudónimo.

© Escrito por Roberto García el sábado 10/10/2015 y publicado por el diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





sábado, 13 de junio de 2015

Causa de la pobreza… @dealgunamanera...

Causa de la pobreza…

Con los ojos en la nuca. Los sindicalistas Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca), Hugo Moyano (CGT Azopardo), Pablo Micheli (CTA Autónoma) y Momo Venegas (Uatre). Foto: Cedoc

El papel del sindicalismo en Alemania y en Argentina, en medio de la polémica por las cifras de pobres.

La polémica alrededor de la cantidad de pobres y la forma de medir la pobreza en nuestro país –potenciada por la desopilante comparación con Alemania del jefe de Gabinete– se generó al mismo tiempo que se producía el segundo paro general en tres meses, sin que en el debate sobre la pobreza se haya puesto énfasis en conectar ambos temas, uno como causa del otro.

Dada la directa relación entre nivel salarial (o ausencia de él en forma de desempleo) y pobreza, que la Argentina tenga uno de los mayores índices de medidas de fuerza sindicales de todo tipo en el mundo, y nuestra población no tenga la cantidad de empleos bien remunerados que permitan índices de pobreza distintos, obliga a reflexionar la relación entre huelgas y pobreza.

Si los paros nacionales fueran realmente una medida en defensa de los trabajadores, y dado que Argentina es uno de los pocos países donde se permite la huelga general, nuestros trabajadores deberían tener unos de los mejores salarios del mundo. O, por lo menos, que mejoraran en proporción al promedio de los salarios internacionales en los 32 años que llevamos de democracia. O, mínimamente, que mejoraran frente al promedio de los salarios de los países vecinos con quienes compartimos la misma área económica. Y no fue así.

En Alemania no hay paros nacionales, porque el marco laboral de ese país prescribe que las huelgas que buscan un objetivo político están prohibidas, y sólo se autorizan las que tengan una finalidad regulada por convenio. En tanto esté vigente un convenio colectivo, existe la obligación de abstenerse de recurrir a medidas de fuerza. Y los funcionarios públicos no tienen derecho de huelga, ya que sus condiciones laborales y retributivas se regulan por ley y no por la negociación colectiva.

Los paros nacionales en la Argentina no están hechos para mejorar los salarios de los trabajadores, sino para que los dirigentes sindicales puedan presionar sobre los gobiernos para mantener o acrecentar su poder. Son una amenaza dirigida al político que no quiera reconocerles a los dirigentes sindicales cierta cantidad de privilegios.

63% de los alemanes opina que los sindicatos eliminan muchos más puestos de trabajo de los que generan

Este segundo paro nacional en tres meses no es contra Cristina Kirchner. Es contra Macri o Scioli. Le están advirtiendo al nuevo gobierno que surgirá que se cuide de cometer el error de olvidar que los máximos dirigentes sindicales cuentan con la herramienta de presión de contener el descontento o potenciarlo.

En la medida en que se arregle con la suficiente cantidad de dirigentes sindicales, como hicieron el menemismo y el kirchnerismo en sus primeras presidencias, no habrá grandes conflictos. Mientras se mantuvo aliado al kirchnerismo, Moyano sostenía que “un poco de inflación no es malo”, siendo principal responsable de la recreación del huevo de la serpiente de la economía argentina.

Tanto Macri como Scioli creen que ellos volverán a tener a los sindicalistas apoyándolos cuando sean gobierno. Así será mientras tengan una moneda de cambio que compre las voluntades de esos sindicalistas. Que poco tendrá que ver con el aumento de salario real de los argentinos y la reducción de la pobreza.

Es más, la falta de alineamiento entre los intereses de los sindicalistas y el crecimiento real de la economía en su conjunto, y el consecuente aumento de la productividad del trabajo argentino, es una de las principales causas de nuestra pobreza.

Si los salarios aumentaran sólo por la presión sindical, realmente habría menos pobres en Argentina que en Alemania. La Deutsche Welle (televisión nacional alemana) difundió una encuesta donde el 63% opinó que los sindicatos eliminan muchos más puestos de trabajo de los que generan y uno de cada dos trabajadores cree que los sindicatos paralizan el mercado laboral.

Así como el Gobierno miente con el Indec, la inflación y la pobreza, paritarias con alta inflación, aun en los años que pudieron ser por arriba de ella, son otra gran mentira porque el aumento verdaderamente sustentable es el aumento de la productividad, y que el porcentaje de aumento tenga “un tres adelante” puede ser irrelevante pocos meses después, como ya se ha demostrado.

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© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado el sábado 13 de Junio de 2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Al Gran Bonete se le ha perdido... De Alguna Manera...


Moyano y Micheli: "Todo esto lo orquestó el Gobierno para victimizarse"...


Los líderes sindicales opositores daban una conferencia sobre los saqueos. Duras críticas al "Rambo" y "carapintada" Sergio Berni.

Líderes sindicales opositores se reunieron hoy en la sede porteña de la CGT Azopardo para brindar una conferencia de prensa en la que respondieron a las acusaciones de funcionarios del Gobierno sobre su vinculación a los incidentes con saqueos que se observaban en distintas localidades del país.

"El gobierno no tiene respuestas para nada, no tenemos dudas de que todo esto lo ha orquestado el gobierno para victimizarse", afirmó Hugo Moyano, de la CGT, acompañado por el "Momo" Venegas y Pablo Micheli.

"Lo que hemos dicho en Plaza de Mayo del ajuste al Gobierno es una realidad, quieren tapar un ajuste encubierto y culpar a los que no tienen absolutamente nada que ver con esto", añadió.

Las principales declaraciones de Moyano:

"El gobierno se victimiza porque no tiene respuesta para nada".

"Todos estos ajustes los hace para cumplir la deuda externa que está pagando".

"He escuchado a este señor que tiene una radio y creo que le falta entregar la escritura de unos terrenos, descalificando. ¿Qué autoridad tiene este personaje para descalificar?", expresó respecto a Luis D'Elía.

"He escuchado a ese Rambo venido a menos, el viceministro de seguridad, ese que se disfraza, se pone la escafandra, esas cosas", disparó contra el secretario Sergio Berni.

"Es increíble los disparates que dicen los funcionarios de primera línea. No lo dicen por diniciativa de ellos, se los hace decir la Presidenta".

"La Presidenta está en el pasado, la han superado los problemas, no vive la realidad de la sociedad, no ha dado respuesta a ninguno de los reclamos de los trabajadores, por eso manda a todos esos personajes a decir cualquier disparate. ¿Cómo es posible que traten de tapar todo y ocultar la realidad que está viviendo el pueblo?".

"Vamos a recurrir a la justicia para que esto no quede impune. No puede ser".

"Fíjense cuando acusaron al compañero Pollo Sobrero de que quemaba los vagones, lo detuvieron sin ninguna prueba y después le tuvieron que pedir disculpas porque no tenía nada que ver. Lo mismo pasa con nosotros. Somos hombres y mujeres que siempre hemos dado la cara, nunca fuimos con barbijos, hemos dicho lo que teníamos que decir".

"¿Quién se creen que son esta gente, que porque están en el gobierno tienen derecho a avasallar a toda la sociedad? No, señora presidente, está equivocada. Usted cree que porque impone el miedo, porque los lacayos que tiene alrededor suyo le tienen miedo y le obedecen, va a ser lo mismo que nosotros. No, está equivocada. Porque nosotros tenemos el respaldo de los trabajadores. Y cuando los trabajadores se vuelcan a la lucha suelen ser invencibles".

"Esta conferencia de prensa es para desmentir todos los disparates que están diciendo del lado del Gobierno".
"Lenguaraces, estos jetones, de una vez por todas callen esa bocaza".

"¿Qué tiene que ver una foto? Tengo una foto con Boudou pero no tengo nada que ver con Ciccone", dijo ante la posibilidad de que aparecieran fotos de él con supuestos organizadores de los saqueos.
Por su parte, el líder de la CTA, Pablo Micheli, expresó:

"Comparto absolutamente lo que planteó Hugo, nosotros queremos pasar la fiesta en paz".

"Nosotros no le vamos a saquear supermercados, le vamos a parar el país como ya hicimos".

"Esto no está organizado por las organizaciones sociales que van a pedir mercadería a los supermercados. Una cosa es pedir mercadería y otra cosa es este tipo de actos".

"No jugamos como juega el carapintada Berni a las escondidas".

"Falta la luz porque los compañeros están de paro. El gobernador nos dijo que íbamos a tener una reunión, y en lugar de eso salió a denunciarnos. En lugar de tratar de resolver las cosas, le tiran un balde de nafta al problema".

"Cuando la presidenta nos descalifica, está alimentando a un grupo de fanáticos que tiene alrededor, intenta hacer que el pueblo nos señale y no falte el loco que nos quiera venir a buscar. Generan violencia".
"Estamos seguros de que no hay militantes de nuestras organizaciones en este tipo de aventuras".

 Luego, también habló el "Momo" Venegas:

"El Gobierno se tiene que hacer cargo de la pobreza, de la inflación y de estos saqueos".

"Después de nueve años de crecimiento vemos cómo se empobrece el país y cómo aumenta el patrimonio de los funcionarios".

"Los responsables no son los trabajadores, los trabajadores queremos trabajar, no queremos ir al supermercado a buscar cosas de formas que no corresponde".

"Por más que nos quiera ensuciar este Gobierno, no lo van a poder hacer, porque los ladrones están en la casa de gobierno y esto lo saben todos los argentinos".

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 21 de Diciembre de 2012.