Lo que solo ve él…
El
Presidente sigue haciendo papelones con la inflación. CFK aprovecha, sitiada
por la Justicia.
© Escrito por Nelson Castro el domingo 17 de Febrero de 2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La inflación va a ir bajando lentamente”, dijo Mauricio Macri en su encuentro con empresarios cuando anunció en la Casa Rosada la reducción de los aportes patronales. Se ve que le faltaba información. A las pocas horas, el Indec se encargó de desmentirlo. El índice de enero fue lapidario (2,9), no solo por alto sino también porque representó un aumento respecto de la inflación de diciembre.
El Presidente
habla de un país que mucha gente no ve. El país de hoy se sufre. Mucho. Y no
solo eso: se sufre cada día un poco más. Los precios y las tarifas no paran de subir. Esta
semana fue el turno del transporte público: subterráneos, trenes y colectivos.
Antes había sido la tarifa de electricidad. El mes que viene habrá más. Y nadie
sabe si eso será todo.
Las encuestas
lo reflejan: la
imagen de Macri, que había tenido un leve repunte en diciembre, volvió a caer. La
calle grita ese nivel de creciente disconformidad. Y no estamos hablando de los
piquetes que hartan en su permanente actitud de cortar las calles del centro y
complicar la vida de miles de trabajadores que son rehenes de situaciones que
les son ajenas. Tampoco de los muchos que se juntan a protestar contra el
aumento de las tarifas en algunas esquinas porteñas apelando al sonido de alto
estrépito político de las cacerolas. Estamos hablando del votante de Cambiemos que se ilusionó con un cambio que no llegó y
que parece cada vez más lejano.
Más
allá del horizonte. Los enviados del Fondo
Monetario Internacional que visitan Buenos Aires por
estos días van tomando nota del horizonte complicado que se cierne sobre la economía
argentina. Los
técnicos tienen serias dudas con respecto a las posibilidades que el Gobierno
tiene de ganar las elecciones. Por eso hubo un interés
mayor en reunirse con los opositores y escucharlos. Todos a los que han
escuchado –de Juan
Manuel Urtubey a Axel
Kicillof– han sido críticos no solo de la gestión del
Gobierno sino también del acuerdo con el organismo. Ambos han coincidido en
señalar que este acuerdo es incumplible en cuanto a las exigencias de pago que
se deberán enfrentar a partir de 2020.
Los que conocen
el pensamiento de los técnicos del FMI señalan que ellos también tienen la
misma impresión. O sea, también
están convencidos de que el acuerdo es impagable y que deberá ser renegociado
por quien asuma el gobierno el 10 de diciembre.
A girar. Este
es el trasfondo en el que el Presidente ha iniciado su viaje a India y a
Vietnam. Lleva en la delegación al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio
Monzó, y al diputado Martín
Lousteau. Ha querido llevar a otros miembros de la
oposición.
Lavagna sigue muy lejos en las encuestas y Massa parece destinado
a actor de reparto.
La idea es la
de darle a este viaje la dimensión de un acontecimiento de Estado. Los dos
tienen una visión coincidente: ambos
creen en el cambio, pero tienen una visión absolutamente crítica de la manera
de llevar adelante el cambio por parte del Presidente y su
círculo aúlico, entiéndase Marcos
Peña y compañía.
Lousteau y
Monzó se reúnen día por medio. Ambos son hinchas de Independiente. Como se ve,
ni en la política ni en el fútbol se puede decir que sean afortunados. Esto ha
abierto dentro del oficialismo la expectativa de que Macri pueda abrir su oído
y su mente a escucharlos con atención. “Después, es sabido que viene Marcos (Peña) y
barre todo en menos de 24 horas. Acá hay muchas buenas ideas
que mueren al llegar a la Casa Rosada”, señala con pesar un diputado de
Cambiemos.
Números. En la semana que
pasó las encuestas mostraron que Macri bajó, que Cristina
Fernández de Kirchner se mantiene igual y quien crece
es Roberto
Lavagna. Es un crecimiento lento que, al día de hoy, lo
pone lejos de todos y de todo.
Está claro que
el exministro de Economía ha decidido explorar en profundidad la posibilidad de
ser candidato. La idea de la coalición va germinando. Ahí están los nombres
de Miguel Lifschitz y de Margarita
Stolbizer, que vienen conversando seriamente su
incorporación al proyecto. A ellos se les podría sumar la UCR santafesina, que
ha pasado a ser disidente de Cambiemos. Algunos especulaban con la
incorporación de Ricardo
Alfonsín. Sin embargo, su intención de ir a una interna con
Macri contiene, para quien sabe leer la entrelínea, un metamensaje político
importante: en octubre votará por Cambiemos.
Sergio
Massa mira todo esto con creciente aprensión. Alternativa
Federal ya no es lo que era. La irrupción de Lavagna lo puso en un
nivel cercano al de actor de reparto. Y no es eso lo que
él quiere. Por lo tanto, todo lo que hay en su futuro son dudas.
Fernández de
Kirchner sigue trabajando en el armado de su campaña. Su sueño es volver a la Casa
Rosada. El Gobierno la ayuda mucho en la alimentación de ese
sueño. Su situación judicial se ha complicado en las dos últimas semanas. La
denegatoria de la Cámara para que se postergue la iniciación de uno de los
tantos juicios que deberá afrontar y la declaración de su ex contador, Víctor
Manzanares, la han puesto en una circunstancia decididamente mala.
Si los juicios
llegan hasta el final, la ex presidenta será condenada inexorablemente. La
sucesión de juicios que debe enfrentar y el peso de las evidencias es de tal
magnitud que su único destino es la cárcel. Eso solo lo puede frenar su llegada
al sillón de Rivadavia.
Si CFK
fuera reelecta ningún tribunal osará juzgarla y, mucho menos, condenarla. Por eso, para ella
la victoria significa la libertad, es decir, la impunidad. Y la derrota, la cárcel.
Producción
periodística: Lucia Di Carlo.
(Fuente: www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a: perfilcom@perfil.com