sábado, 3 de abril de 2021

Los malditos de nuestra historia… @dealgunamaneraok...

Los malditos de nuestra historia… 


Cuando está retomando la carga y se le suma la mutación viral de la pandemia, sus malas noticias son un cerco de peligro de nuestra geografía. 

© Escrito por Carlos Leyba el viernes 02/04/2021 y publicado por Diario El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

La pobreza marca un récord que concentra indigencia en el conurbano, el territorio de miserables disputas políticas y de las mayores consecuencias nacionales.

 

El Departamento de Estado de EE.UU. informa, en voz alta al mundo, los elevados niveles nacionales de corrupción en el poder (político, judicial, seguridad) y la consagración de la impunidad que no distingue colores políticos ni tramos de la historia o categorías criminales.

 

Lo sabemos. Lo sufrimos. Todo ese agobio, incluye como doctrina, la justificación de la abolición de la pena, presuntamente “progre”, que logró imponer Raúl Zaffaroni, el juez al que ascendió la Dictadura y cuyo estatuto juró. Estamos tapados de contradicciones.

 

Estamos lejos de “estar bien”.

 

Pandemia, pobreza y un sistema de Justicia doloroso forman un triángulo de las Bermudas del que nos debemos alejar. No es lo único. Pero es lo que nos coloca en frente la noticia de la realidad.

 

No estamos bien porque la cuestión sanitaria nos encuentra relativamente indefensos. No es consuelo que no estemos más indefensos que lo que lo están lugares prósperos del planeta.

 

No estamos bien porque la cuestión social nos tiene acorralados y  en un lugar complejo en términos planetarios: abundancia en producción de alimentos y una ingeniería social perversa que hace difícil lograr la alimentación saludable de más de la mitad de los más pequeños de nuestros niños.

 

No estamos bien y sin seguridad que, en esta vida, la Justicia llegará a los extremos que nos asolan.

 

No llegará al motochorro que mata por una cartera flaca del suburbio. Y tampoco a las altas esferas de las que hablamos todos los días y de otras de las que hablamos poco. Con precisión quirúrgica, José Claudio Escribano, en reportaje de Carlos Pagni, a raíz de un comentario sobre Mauricio Macri, más o menos dijo que Macri era hijo de la corrupción estructural. Esa de la que en esta columna hemos hablado hasta el hartazgo: la nueva oligarquía de los concesionarios, los nuevos ricos que se apoderan de recursos de la comunidad para montar fortunas escandalosas y exhibicionistas, al tiempo que la pobreza se acelera.

 

Dinero a base de secretos de alfombras, generado sin olor ni de sudor industrioso ni de bosta rural.

 

Nombre y apellido de escandalosas fortunas de los últimos 30 años cuando estalló la pobreza.

 

Las viejas fortunas de la tierra y de la industria, se hicieron en la prosperidad del país y no como estas surgidas de la nada en las décadas de la decadencia.

 

¿Cómo? Deberíamos tenerlo en cuenta.

 

No estamos bien. Pero, acaso, ¿vamos bien?

 

La respuesta, como diría Julio Argentino Cobos, “no es positiva”. Cobos no fue, vaya paradoja, el único vicepresidente que le torció el brazo al Presidente.

 

El voto de Cobos fue un veto que inclinó la balanza de la historia y evitó una catástrofe a la que ciega, respecto de la realidad social, nos dirigía Cristina Kirchner alentada (¡que notable!) por el hoy opositor Martín Lousteau. 

Una lección que alguien debería imitar en los días que corren. Vetar el desbarranco. 

En nuestra Argentina hay impunidad ante la propia historia. Una deriva del galimatías que genera la capacidad idiomática del castellano en el que “ser” es distinto del “estar”. 

Digresión: algunos políticos dicen “ser” de un espacio (ahora así se llama) y se permiten “estar” en el espacio contrario. Ir y venir.  Alberto, ¡cuánta confusión! Alguna política no se preocupa por la coherencia del “ser” sino por las mieles del “estar”. Eso también enferma a la sociedad. 

Volvamos. 

La peste es una desgraciada importada. Casi nadie pudo evitarla. 

A pesar de las muchas fallas que cometimos, no la hemos enfrentado tan mal. 

Una reflexión de Semana Santa podría obrar el milagro que todos los que algo tienen que decir acerca de esto, puedan dialogar acerca de los modos de “tratar” y morigerar los efectos de la pandemia. 

Conversaciones apacibles sobre la mucha opinión fundada sobre tratamientos sólidos posibles, hasta que la vacuna genere esa inmunidad de rebaño que sería el principio del retorno a la normalidad. 

¿Serán también posibles conversaciones apacibles acerca de la solución de los males que nosotros hemos generado? ¿Acerca de la marea de pobreza o la tragedia de la impunidad (toda la impunidad) que ha mutilado los brazos de la Justicia? 

Ninguno de estos dos males gravísimos son la consecuencia de una invasión externa. Son consecuencia inexorable de nuestras decisiones políticas. Entonces, ¿Qué deberíamos cambiar? 

Pero mientras que, para la búsqueda de la inmunidad de rebaño, hay un consenso dominante que apuesta a las vacunas con el proviso de no abandonar sine die los cuidados y el distanciamiento social; para esos otros males, que, aclaremos, no son los únicos que nos hacen “estar mal”, no existe ni remotamente por ahora la posibilidad de un consenso y ni siquiera la disposición al diálogo verdadero. ¿Nada nos conmueve ante la inmensidad de las consecuencias nefastas posibles? 

No visualizamos propuestas para transitar, con alguna certeza, una vía que nos lleve a buen puerto. Un puerto en el que todos podamos embarcarnos sin exclusiones.

La renuncia de Marcela Losardo fue la manifestación de la renuncia de Alberto Fernández a sostener una mirada distinta sobre la Justicia a la de Cristina Kirchner o el Instituto Patria. 

Cristina procura obtener cambios en el sistema o en las personas, que permitan la definición de su inocencia en todas las causas en la que la Justicia la persigue desde que ella ejercía la presidencia. En aquél entonces se iniciaron los procesos, se realizaron las denuncias y acumularon las pruebas. 

Las decisiones dependen de la virtud de los jueces. La virtud se alimenta de imparcialidad y capacidad de resistir a las presiones ajenas a las pruebas. 

Claro que si los jueces son mis abogados o mis correligionarios, la imparcialidad no está garantizada. Y si quienes deben juzgar esas decisiones judiciales, a su vez, tienen posición tomada, la resistencia será de corta duración. 

El Instituto Patria aspira a instalar una Justicia que procura el abolicionismo tanto para el motochorro como para, en la práctica, el mega chorro. 

El fundamento ideológico es que el capitalismo es insanablemente inmoral y debe ser “saqueado” por arriba y por abajo, para poder ser vencido. 

Néstor sostenía de manera transparente que era necesaria una nueva “burguesía rica y progresista”. Los métodos para lograrlo pasaban por apropiarse, sin costo, de recursos abundantes. Así surgieron los Eskenazi comprando YPF, con utilidades de YPF y los planes de la AFIP para garantizar el flujo de dinero gratuito para acumular capitales “liberadores”. Eso ocurrió gracias a Néstor. 

Siempre hay “otro lado de la luna”, aquel que creemos o queremos, no ver. 

Por ejemplo la inseguridad es la contra cara de la ausencia de Justicia. Toda la cuestión de la Justicia es parte del dilema de la “inseguridad” y es consecuencia de la “debilidad del Estado”. 

Esa “debilidad” que nos enferma, es consecuencia de la ausencia de un “consenso de Nación”. 

La ausencia de un nosotros común, es lo que construye a “los otros” como el enemigo necesario. 

Sin Nación, sin idea de trayectoria común, no hay Estado. Puede haber gobierno, una manda transitoria. 

Sin Estado, o Estado débil, el gobierno transcurre a la defensiva. El gobierno como combate es al que, en combate, se le procura su reemplazo. 

Toda la cuestión de la Justicia, el mensaje en alta voz del Departamento de Estado, no dice nada nuevo. 

Es la consecuencia de la debilidad del Estado que es la deriva de la ausencia de Nación. Nada más difícil de resolver. 

Porque en la lógica del problema, que ausenta la solución, está la aniquilación del adversario. La supresión de la alternativa. ¿En eso estamos? ¿Somos conscientes? 

Toda la temática de la inseguridad y de la justicia, es la contra cara de esa debilidad de la existencia del Estado y de la ausencia de Nación. 

Detrás de la pobreza que nos consume, la exclusión activa de una manera de vivir que reconocemos como propia, está el proceso siniestro de concentración de las últimas décadas, construido sin producción y sólo con apropiación, que no es lo mismo. 

La exclusión  de más de la mitad de los niños y casi la mitad de los argentinos, es hija de la debilidad del Estado y de la cooptación saqueadora de los gobiernos y sus políticas. 

¿Cómo procurar el bien común presente y de largo plazo, con un Estado existencialmente débil? 

La pobreza no ocurrió de golpe. El proceso se arrastra desde hace más de cuatro décadas. Partimos de 800.000 pobres, el 4% de la población. La acumulación sistemática la llevó a casi 20 millones. Y 42% de la población. 

No nos llegó de golpe.  Fue una enfermedad silenciada que se acumuló sin pausa, al mismo tiempo que se generaban fortunas súbitas del estancamiento mediante el saqueo del Estado, como señaló Escribano. 

Esa concentración responde a un pensamiento que procura demostrar que el modelo económico que había logrado incluir al 96% de los argentinos estaba equivocado. 

Aquel modelo había comenzado, con los conservadores, como respuesta a la inviabilidad de la especialización en las materias primas para financiar el crecimiento. Un modelo cuyo éxito quedó demostrado en 30 años de Estado de Bienestar con crecimiento económico, diversificación productiva e inclusión social. 

Primero, con las armas, lo atacaron los guerrilleros que querían instaurar el socialismo y, en la práctica, lo liquidó la Dictadura con el pretexto de terminar con la guerrilla. Se instaló el Estado de Malestar en el que la pobreza y el extravío de la Justicia son consecuencias. 

Sembraron la muerte, el estancamiento y la exclusión, al tiempo que se formaban condiciones para forjar fortunas súbitas en la decadencia colectiva. 

La pandemia agrava las cosas, pero si no empezamos a resolver la pobreza y la justicia, seremos parte de las generaciones que perdieron una Nación de progreso heredada de los mayores. Seremos los malditos de la historia.


 

Cocinando con el Profesor ©apomasi... Grandes recetas con Papas... @dealgunamaneraok...

 Grandes recetas con Papas…


Para disfrutar de la mejor gastronomía hoy aprendemos a cocinar diez recetas con papas.


Se empezó a cultivar en Sudamérica hace unos 8.000 años y hoy es uno de los alimentos más consumidos del planeta. Hay miles de variedades —especialmente en el Altiplano—, pero en la Argentina y en la mayoría de los países, no sabemos mucho de ellas. El Solanum tuberosum, o sea la papa, es de los productos más nobles y en muchos casos de los más baratos, con lo que su uso extendido no sabe de fronteras físicas ni sociales. Acá, una pequeña vuelta al mundo en 10 recetas:

Papas Hasselback (Suecia)

Rellenas, al horno y con forma de bandoneón, también pueden llevar otros ingredientes como jamón, panceta, queso en fetas, cebollas, etc.


Ingredientes (para 4 porciones): 4 papas grandes, 2 cucharadas de manteca, sal y pimienta, 2 cucharadas de queso rallado, 1 cucharada de pan rallado.

Preparación: Lavar bien las papas (también se pueden hacer peladas, para lo cual hay que mantenerlas en agua fría hasta el momento de hornearlas). Cortar en rodajas de no más de 5 milímetros y sin llegar a cortarlas del todo (se puede insertar un palito de brochette en la parte inferior para que funcione como tope al cortar). Colocar las papas en una asadera o fuente de horno con los cortes hacia arriba, rociar con la mitad de la manteca, previamente derretida, y salpimentar. Cocinar en horno fuerte durante 30/35 minutos. Retirar, agregar el resto de la manteca derretida, el queso y el pan rallado. Llevar nuevamente al horno por unos 15/20 minutos más o hasta que las papas estén bien doradas.

 

Sopa de papas (México)


Una riquísima receta de papas cocidas en caldo de tomate (jitomate, como lo llaman los mexicanos).


Ingredientes (para 4 porciones): 3 tomates maduros, ½ cebolla, 1 diente de ajo, 1 caldito de pollo y 2 tazas de agua (o 2 tazas de caldo de pollo), 3 papas medianas, especias a elección, sal.

Preparación: Para el caldo, asar los tomates, la cebolla y el ajo. Licuar todo con el caldo de pollo. Salar y reservar. Lavar bien las papas y cortar en tiras, como para papas fritas pero sin pelar. Calentar el caldo de tomate en una olla hasta que rompa el hervor. Bajar el fuego, agregar las papas y un litro de agua caliente y condimentar. Cocinar a fuego lento unos 20/25 minutos o hasta que las papas estén cocidas. En México se la suele servir con queso Panela (un tipo de queso fresco), trozos de palta y tortillas o nachos de maíz. 

 

Rösti (Suiza)


La más simple y una de las más deliciosas recetas con papa.

Ingredientes (para 4 porciones): 2 papas grandes, manteca, aceite, sal y pimienta.

Preparación: Hervir las papas con cáscara durante cinco minutos. Dejar enfriar. Pelar y rallar las papas. Salpimentar. Colocar un poco de manteca y aceite en una sartén, aplastando las papas hasta formar una tortilla. Cocinar 6/8 minutos de cada lado. También se pueden hacer pequeñas tortillas (similares a los Latkes) e incluso grillar las papas en una sartén antiadherente humedecida con rocío vegetal.

 

Kartoffelsalat (Alemania)


Una ensalada de papas bastante diferente a la que se consume por estos pagos.

Ingredientes (para 4 porciones): 6 papas medianas, ½ cebolla mediana, 2 cucharaditas de mostaza de Dijon, 4 a 6 cucharadas de vinagre de manzana, ½ taza de aceite, ¼ litro de caldo de pollo o de vegetales, sal y pimienta, perejil o ciboulette fresco.

Preparación: Lavar las papas y cocinarlas con cáscara en abundante agua con sal. Dejar enfriar. Pelarlas y cortarlas en rodajas finas. Para la vinagreta, calentar el caldo hasta que rompa el hervor. Apagar el fuego y agregar la cebolla finamente picada. Incorporar la mostaza y el vinagre y salpimentar. Verter la vinagreta de a poco sobre las papas, permitiendo que vayan absorbiendo el líquido. Rociar con aceite. Dejar reposar antes de servir. Adornar con perejil o ciboulette. Se puede comer tibia, a temperatura ambiente o fría.

 

Vichyssoise (Francia)


Deliciosa y clásica sopa fría, bien cremosa, para los días primaverales que ya están asomando.


Ingredientes (para 4/6 porciones): 8 puerros (solo la parte blanca), 2 papas medianas, 2 cebollas de verdeo, ½ litro de caldo de pollo, ½ litro de crema de leche semimontada, 50 g de manteca, sal, pimienta, nuez moscada, perejil.

Preparación: Rehogar durante cinco minutos en manteca los puerros y las cebollas de verdeo finamente picados, evitando que se doren. Agregar las papas cortadas en pequeños cubos y cocinar durante dos minutos sin dejar de revolver. Añadir el caldo caliente hasta que rompa el hervor. Bajar el fuego al mínimo y cocinar durante media hora o hasta que los vegetales estén blandos. Dejar entibiar. Licuar la preparación y volver a colocarla en la cacerola junto con la crema, sal, pimienta y nuez moscada. Cocinar durante cinco minutos y verterla en un bol. Dejar enfriar, luego cubrir el recipiente y llevar a la heladera durante varias horas, hasta que esté bien fría. Servir con cebolla de verdeo o perejil picados y una cucharada de crema montada espesa.

 

Tortilla de papas (España)


Clásico de clásicos, se dice que hay tantas recetas de tortilla como españoles y todos sus descendientes. En este caso, la tradicional del chef Karlos Arguiñano.


Ingredientes (para 4 porciones): 750 g de papas, 1-2 cebollas, 1 ají verde, 6 huevos, aceite de oliva virgen extra, sal.


Preparación: Pelar las papas y cortarlas en trocitos desiguales o en daditos. Sazonar y freír en una sartén con abundante aceite. Agregar la cebolla y el ají finamente picados. Mezclar bien y cocinar hasta que esté todo bien dorado. Retirar y escurrir el aceite. Batir los huevos, agregar la mezcla de papas, cebolla y ají y mezclar bien. Colocar un poco de aceite en la sartén y verter la mezcla. Cocinar primero a fuego vivo y después un poco más suave hasta que se cuaje el huevo por la parte de abajo. Darla vuelta para que se haga por el otro lado y servir enseguida. Para que la tortilla quede más jugosa se puede agregar un chorrito de leche al batir los huevos.

 

Causa de pollo (Perú)


Una entrada tradicional de la cocina peruana, cuyo relleno también puede ser de atún, langostinos, etc.


Ingredientes (para 8 porciones): 1,5 kg de papas amarillas, 100 cc de aceite, jugo de 3 limones, 1 ají amarillo procesado o licuado, 1 pechuga de pollo, 1 lata de arvejas o de choclo, 100 g de mayonesa, 4 huevos, aceitunas verdes y negras, 2 tomates, hojas de lechuga, sal.


Preparación: Hacer un puré bien liso y dejar enfriar. Cocinar la pechuga de pollo y reservar. Un vez frío el puré, agregar sal, el jugo de limón, el ají y el aceite, hasta lograr una masa suave y uniforme. Se puede armar la Causa en un recipiente, en moldes individuales o darle forma de arrollado y luego cortarlo en porciones. En cualquier caso, lleva una parte de la masa de papa, el relleno de pollo con mayonesa y vegetales y otra capa de masa. Acompañar y decorar con los huevos, las aceitunas, el tomate y la lechuga.

 

Pizza de papas (Italia)


Una variante pizzera que casi no se hace en la Argentina. En este caso, la papa como cobertura de la pizza. También hay una masa para pizza que se hace con puré de papas.


Ingredientes (para la cubierta de una pizza grande): 3 cucharadas de manteca, 1 cucharadita de tomillo fresco, 1 cucharada de cebolla de verdeo, 1½ cucharadas de ajo, 1 cucharadita de jugo de limón, ½ cucharadita de caldo deshidratado, 120 g de papas, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 cucharada de romero fresco, ½ cucharadita de sal, 1 cucharadita de orégano, 120 g de mozzarella, sal y pimienta.


Preparación: Derretir 2 cucharadas de manteca y mezclar con las cebollitas de verdeo y 1 cucharada de ajo picado. Cocinar 5 minutos y agregar 1 pizca de sal, pimienta y el caldo deshidratado. Retirar del fuego, agregar el resto de la manteca, mezclar y reservar. Cocinar en el horno durante 20/25 minutos las papas con romero, orégano, sal y pimienta. Hornear a blanco la pizza durante 5 minutos a horno fuerte. Untarle la manteca con hierbas, agregar la mozzarella y las papas. Cocinar durante unos 10 minutos.

 

Shepperd’s pie (Gran Bretaña)


Parecido a nuestro Pastel de papas, pero con carne de cordero. Cuando se lo hace con carne vacuna se llama Cottage pie.


Ingredientes (para cuatro porciones): 500 g de carne picada de cordero, 1 cebolla grande, 1 zanahoria grande, 4 dientes de ajo, 2 cucharadas de salsa Worcestershire (aquí se la consigue como salsa inglesa), 1 tomate, 1 puñado de hojas frescas de tomillo, 1 ramita de romero fresco, 250 cc de vino tinto, 250 cc de caldo de pollo, 1 kg de papas, 80 g de manteca, 2 yemas de huevo, 4 o 5 cucharadas de leche, queso Parmesano rallado, aceite, sal y pimienta negra.


Preparación: Cocinar las papas en agua y sal. Dejar enfriar. Rehogar la cebolla, la zanahoria y los ajos finamente picados. Agregar la carne picada y mezclar bien para que se integre y cocine de forma pareja. Incorporar el tomate pelado y rallado (puede ser de lata), la salsa inglesa y las hierbas. Salpimentar. Finalmente, incorporar el vino y el caldo. Cocinar hasta que quede una preparación espesa, sin líquidos. Dejar enfriar. Preparar un puré bien liso con las papas pisadas, las yemas, la leche, sal y pimienta. Colocar la carne ya fría en el fondo de una asadera y por encima el puré también frío. Espolvorear con abundante queso rallado y cocinar a horno fuerte durante unos 20 minutos o hasta que la superficie se vea bien dorada.

 

Cinnamon rolls (Estados Unidos)


Estos rollos de canela ideales para golosos no tendrían nada que ver con las papas si no fuera porque la masa de esta receta tradicional lleva… puré de papas.


Ingredientes (para 12 porciones): para la esponja, 100 g de harina 0000, ½ taza de leche, 30 g de levadura fresca; para la masa, 200 g de puré de papas, ½ taza de leche, 120 g de azúcar, 5 g de sal, 70 g de manteca, 1 huevo, 400 g de harina 0000, ralladura de un limón o esencia de vainilla; para el relleno, 160 g de azúcar, 10 g de canela, 100 g de manteca; para la cobertura, 60 g de manteca, 200 g de azúcar impalpable, 1 cucharadita de esencia de vainilla, ¼ de cucharadita de esencia de almendra, ¼ taza de crema, 50 g de nueces.


Preparación: Para la esponja, mezclar todos los ingredientes y dejar levar hasta que duplique su volumen. Sumar a la esponja los ingredientes de la masa y amasar hasta conseguir una masa lisa y blanda. Reservar al menos una hora en la heladera. En una superficie enharinada, estirar la masa en forma de rectángulo. Pincelar con manteca pomada y espolvorear con azúcar y canela. Hacer un rollo grande y cortar rodajas iguales. Distribuir los rolls “acostados” en un molde enmantecado. Tapar y dejar levar hasta que dupliquen su volumen. Mientras, preparar el glaseado. Hornear los rolls por 20/25 minutos, agregando por encima el glaseado durante los últimos 5 minutos.

                                                                    


 © Oscar Finkelstein 





viernes, 2 de abril de 2021

Alfredo Palacios – “Las Islas Malvinas, Archipiélago Argentino” 21 de Septiembre de 1934... @dealgunamaneraok...

 Alfredo Palacios – “Las Islas Malvinas, Archipiélago Argentino”


 

“…Quería hacer silencio, pero, no habrá silencio mientras el archipiélago se encuentre en poder del extranjero…” Alfredo L Palacios.

 

Las Islas Malvinas, Archipiélago Argentino.

 

Proyecto del Senador Socialista, Alfredo Palacios, convertido en ley N°º 11.904, el 26 de Septiembre de 1934.-


Senado de la Nación Argentina, Sesión 21 de Septiembre de 1934.



 

El Senado y la Cámara de Diputados, etc.

 

Artículo 1º: Siendo necesario que todos los habitantes de la República sepan que Las Islas Malvinas son Argentinas y que Gran Bretaña, sin título de soberanía, se apoderó de ellas por un abuso de la fuerza; encomiendase a la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, la publicación oficial de la obra de Paul Groussac “Les Ites Malovines”, hasta ahora inédita en español.

 

Art 2º: La edición ordenada contendrá fielmente el texto, las notas y los documentos que figuran en el original francés (edic. 1910)

 

Art 3º: El Presidente de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, traducirá al español el citado libro y a la vez, sintetizará su contenido sustancial, en un compendio, que se imprimirá por separado.

 

Art 4º: De cada uno de esos volúmenes se harán ediciones populares, que la Comisión distribuirá, gratuitamente, entre las bibliotecas del país y del exterior, así como entre las instituciones con las que se mantenga el canje internacional. De la edición del compendio, se hará una tirada especial, destinadas a los institutos de enseñanza de la Nación.

 

Art 5º: El Poder Ejecutivo entregará, de Rentas Generales, a la Comisión Protectora de Bibliotecas, a los fines del cumplimiento de esta ley hasta la suma de treinta mil pesos moneda nacional.

 

Art 6º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.

 

Alfredo L Palacios 

 

LA JURIDISCION ARGENTINA EN EL ARCHIPIELAGO (*)

 

Sr. Palacios: Pido la palabra

 

Mi propósito al presentar este proyecto es, en primer término, como lo expreso en su texto, en el difundir en el pueblo el conocimiento de derecho argentino a la soberanía de las Malvinas. Han de perdonarme los señores senadores, si mi exposición no es breve.

 

I – Toma de posesión pública y solemne, en 1820.

 

En la costa patagónica fue ejercida la jurisdicción argentina antes de terminar la guerra de la Independencia, realizándose actos de dominio en 1811 y 1815. En 1817 el gobierno manda en la nave de guerra 25 de Mayo, un destacamento militar. En 1820 el coronel Daniel Jewit, comandante de nuestra fragata Heroína, toma posesión publica y solemne, con salvas de veintiún cañonazos, del archipiélago, en nombre del gobierno de Buenos Aires y en presencia del célebre navegante ingles James Weddell, que hacía escala en Las Malvinas durante su primer viaje antártico y recuerda este hecho en su “Voyage towards the South Pole”, publicado en 1825.


Cuando Jewit llego a Soledad, según refiere Vernet en su informe, redactado por Valentín Alsina, había en aquel puerto y en las adyacencias más de cincuenta buques ingleses y norteamericanos, que se ocupaban en la pesca de anfibios, y cuyos tripulantes mataban el ganado de las islas llevado allí por los españoles. El oficial de nuestra marina, con toda cortesía, paso aviso a los comandantes de los buques extranjeros, para que lo transmitieran a sus gobiernos, de la toma de posesión del archipiélago, en nombre de la República, así como de la prohibición de pescar en las islas y de matar sus ganados, bajo pena de detención y de remisión de los infractores a Buenos Aires, donde seria juzgados.


Aparece en “El Argos” del 10 de Noviembre de 1821, el extracto siguiente del Redactor de Cádiz, de Agosto de 1821:


“El coronel Jewit, de la marina de las Provincia Unidas de Sud América y comandante de la fragata Heroína, en circular de fecha 9 de Noviembre de 1920, en el puerto de la Soledad, previene haber tomado, el 6, posesión de las islas Malvinas de dichas provincias”.

En 1823, el gobierno nombro a don Pablo Areguati, gobernador de Las Malvinas. En el mismo año, don Jorge Pacheco y don Luis Vernet, obtuvieron el derecho a la pesca de anfibios y a los ganados de la isla oriental del archipiélago, así como a treinta leguas de tierra. Salió una expedición compuesta de los bergantines Fenwick y Antelope y la goleta Rafaela, todos bajo la dirección de don Roberto Schofield, expedición que desgraciadamente fracasó.

 

II – La actividad incansable de Vernet.

 

En 1826, Vernet, audaz y emprendedor, preparó otra expedición, sufriendo mil contrariedades y vicisitudes. Se propuso realizar una seria colonización que afirmara sus ensayos en la agricultura y echara los cimientos de la pesca nacional, lo que sería origen de una marina mercante, y con tal propósito pidió al gobierno no solo la propiedad de tierras, sino también el goce exclusivo de la pesca para la Colonia. La empresa era beneficiosa para la República, y de ahí el decreto de 5 de Enero de 1828, que otorgó a Vernet la propiedad de las islas de Staterland y de la Soledad (deduciendo la concesión hecha en 1823 a Jorge Pacheco y la reserva del gobierno de diez leguas cuadradas en la bahía de San Carlos).

El decreto otorgo una entera libertad de contribuciones por veinte años, y por igual tiempo, la pesca exclusiva en todas Las Malvinas y en la costa del continente al sur del Rio Negro, con la obligación de parte del concesionario, de establecer dentro de los tres años una colonia. Vernet puso manos a la obra con interés; celebro contratos en Norteamérica y en Europa para llevar familias y adquirir buques; y de las pampas de Buenos Aires, fueron gauchos para cuidar el ganado. Pero los pescadores extranjeros, a pesar del acto de soberanía ejercido por la República, en 1820, hacían una competencia desleal, matando anfibios en las islas en forma perniciosa, aun en la época de la parición, con lo que se amenazaba, seriamente, la existencia de la colonia.


Vernet pidió, entonces, que se le invistiera el carácter de comandante político y militar, con plenos poderes sobre el territorio, y se le enviara un buque de guerra y el armamento necesario para hacer respetar las órdenes del gobierno, a lo que este accedió, dictando el decreto de 10 de Junio de 1829. Vernet se estableció en Puerto Luis, con su esposa, nacida en Buenos Aires. Dice Groussac, que un oficial de la marina inglesa ha dejado del home lejano, un croquis agradable y sugestivo, que no se parece, por cierto, al nido de filibusteros imaginados por los merodeadores yanquis, sin duda, después de su propia conducta.


En efecto, Fitz Roy, en Narrative, II, pagina 266, dice, reproduciendo la carta de un compañero suyo: “The governor, Louis Vernet, receivet me with codiality. He possesses much information and speaks several languages. His house is long and low, of one story, with very thick walls of stones. I found in it good library of Spanish, german and English works. A livery conversation passed at dinner, the party consisting of Mr, Vernet and his wife. Mr. Brisbane and others in the evening we had music and dancing. In the room was a grand piano – forte; Mr. Vernet, a Buenos Ayrean lady, gave us some excellent singing, which sounded not a little strange at the Falkland isles, where we expected to fund only a few sealers”.

 

Traducido seria así: “El gobernador, Luis Vernet, me recibió cordialmente. Tiene mucha ilustración y habla varios idiomas. Su casa es larga y baja, de un solo piso y paredes muy gruesas, de piedra. Encontré allí una buena biblioteca de obras españolas, alemanas e inglesas. Durante la comida se sostuvo animada conversación en que tomaban parte el Sr. Vernet y su esposa, el Sr. Brisbane y otros; por la noche hubo música y baile; en la habitación había un gran piano; la señora de Vernet, una bonaerense, nos dejó oír su excelente voz, que sonaba no poco a extraño en las Malvinas, donde solo esperábamos encontrar algunos loberos.

 

III – El Gobierno Argentino nombra comandante político y militar de Las Malvinas.-

 

El decreto del 10 de Junio de 1829, se publicó en el Registro Oficial y su texto expresaba: “Cuando por la gloriosa revolución del 25 de Mayo de 1810, se separaron estas provincias de la dominación de la metrópoli, España tenía una posesión material de las Islas Malvinas y de todas las demás que rodean el cabo de Hornos, incluso la que se conoce bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada aquella posesión por el derecho de primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían”.


“Por esta razón, agregaba el decreto, habiendo entrado el gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre estas provincias, la antigua metrópoli, y de que gozaban sus virreyes, ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas islas, sus puertos y costas, a pesar de que las circunstancias no han permitido hasta ahora dar a aquella parte del territorio de la República la atención y cuidado que su importancia exige; pero siendo necesario no demorar por más tiempo las medidas que pueden poner a cubierto los derechos de la República, haciéndola al mismo tiempo gozar de las ventajas que puedan dar los productos de aquellas islas y asegurando la protección debida a su población, el gobierno ha acordado y decreta:

 

Artículo 1º: Las Islas Malvinas y las adyacentes al cabo de Hornos, en el mar Atlántico, serán regidas por un comandante político y militar, nombrado inmediatamente por el gobierno de la República.

 

Art 2º: La residencia del comandante político y militar será en la isla de la Soledad y en ella se establecerá una batería bajo el pabellón de la República.

Art. 3º: El comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República y cuidará en sus costas de la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios”.

El decreto estaba firmado por Rodríguez y Salvador María del Carril.

 

IV – Vernet, funcionario de la República, vela por el cumplimiento de las leyes.

 

Vernet, inmediatamente después de entrar en posesión de su cargo, dirigió la siguiente circular a los capitanes de los buques extranjeros, circular que aparece en ingles en el número 217, año V, de The British Packer and Argentine New, de fecha Octubre 16 de 1830, y que en español dice así: “El que subscribe, gobernador de las Islas Malvinas, Tierra de Fuego y adyacencias, en cumplimiento de su deber y de lo expresado en el decreto dado por el gobierno de Buenos Aires, el 10 de Junio de 1829, para vigilar el cumplimiento de las leyes sobre pesca y del que se le adjunta una traducción, informa a usted por la presente, que la trasgresión a esas leyes no pasará desapercibida como hasta el presente. El infrascrito se congratula de que esta advertencia, dada a tiempo, a todos los capitanes de buques en las pesquerías, sobre cualquier parte de la costa bajo su jurisdicción, los inducirá a no repetir las infracciones, que los expondrá a convertirse en una presa legal de cualquier buque de guerra de la República o de otros que el suscripto considere conveniente armar, en el ejercicio de su autoridad, para el mejor cumplimiento de las leyes de la República.


“El subscripto proviene, además, a todas las personas sobre la prohibición de cazar o matar ganado en la Malvina oriental, porque ese ganado es de propiedad privada y por más inocente que pueda aparecer una acción así, de parte de aquellos que no conozcan esa circunstancia, ese mismo acto se convierte en criminal, de parte de aquellos que intencionalmente persistan en tales actos, haciéndolos susceptibles de los rigores de la ley, que se aplicará para esos casos. Por otra parte, aquellos que necesiten provisiones o bebidas podrán obtenerlas a precios moderados, dirigiéndose a la nueva colonia en la cabecera de Berkeley Sound, donde no se pagan derechos de puerto, no se fomenta la deserción de tripulantes y se presta toda clase de ayuda a aquellos que la necesiten, por intermedio de subscripto”.

 

Firmado – Luis Vernet.

 

Vernet no era un empresario particular. Era el funcionario de la República que velaba por el cumplimiento de las leyes. Es interesante a este respecto la opinión de Julio Goebel, de la Universidad de Columbia, escritor norteamericano, autor del libro “The Struggle for the Falklnd Islands, del que me ocuparé más adelante y que fue publicado en 1927.


Dice Goebel, de la circunstancia de que como concesionario exclusivo, estuviera Vernet interesado en el cumplimiento del decreto de pesca, nada estaba a su carácter oficial. Más aun, la circunstancia de que en los últimos años se hubiera hecho caso omiso de las notificaciones de Jewit en 1820, exigía, imperiosamente, un procedimiento de esta índole, ya que el derecho de pesca o caza en aguas territoriales es asunto de soberanía cuando no median tratados.


Las notificaciones y amenazas no impidieron la pesca ilegal de anfibios en las costas de las Malvinas, pues los loberos despreciaron las advertencias de Vernet, razón por la que éste se decidió a proceder enérgicamente.


En Agosto de 1831 fueron apresadas tres goletas norteamericanas que se burlaban de las leyes argentinas: la Harriet, la Breakwater y la Superior.

 

Cuando se instruía el sumario para ser elevado al gobierno de Buenos Aires, la Breakwater fugó. Los comandantes de la Harriet y de la Superior, Davison y Congar, respectivamente, aceptaron someterse a la decisión del gobierno, respecto a los buques y cargamento, reconociendo la infracción cometida. Davison se comprometió a responder en Buenos Aires por él y por Congar, cuyo buque quedó en libertad bajo condiciones, en el juicio que se tramitaría.


Es interesante leer el convenio firmado por Gilberto Davison, Esteban Congar y Luis Vernet, que aparece en el informe de este último, dirigido al gobierno de Buenos Aires, el 10 de Agosto de 1832.-

 

(*) Fragmento del discurso pronunciado al fundamentar el proyecto.-

 

Las Islas Malvinas, Archipiélago Argentino.-

Alfredo L. Palacios.
Editorial Claridad. 1934

 

© Publicado el  miércoles 17/03/2021 por el Partido Socialista de la República de los Argentinos.