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martes, 31 de marzo de 2015

Reportaje al Dr. Santiago Kovadloff... De Alguna Manera...

“Quien ofende a un muerto es porque advierte lo vivo que está”…

Derechos humanos. “El triunfo de la dictadura (de la que se cumplió un aniversario) fue lograr que la civilidad no pueda reconstruirse (como era necesario) tras del terrorismo de Estado”. Foto: Sergio Piemonte

Opina que al fiscal lo asesinaron. Asegura que los feriados en torno al 24 de marzo buscan “promover el olvido” y critica al Gobierno por manipular el pasado reciente. 

Mientras transcurre este largo feriado puente acudimos a la lúcida y filosófica mirada del Dr. Santiago Kovadloff para comprender un momento (como éste) en el cual en nuestro país se ofende a un muerto (el fiscal Nisman) que no puede defenderse y, al mismo tiempo, se lo utiliza políticamente.
—Me daría la impresión, –explica Kovadloff– que quien ofende a un muerto es porque advierte lo vivo que está… Es decir, el peso que tiene su figura en el sentimiento colectivo. Ofendiéndolo se aspira a descalificarlo, a minimizar ese sentimiento colectivo tratando de homologar su figura con alguien que no merece consideración. Y si lo hacen, insisto, es porque han advertido la estima que recibe de parte de la gente. Creo que esto es tan profundamente cierto en el caso de Nisman porque su muerte representa la indefinición de una sociedad ante un Estado que es incapaz de protegerlo frente al delito. En consecuencia, esa orfandad cívica, encuentra en la muerte de Nisman su expresión más desesperante porque se trata de un fiscal.

—¿Usted usaría la palabra “asesinado”?
—Yo, sí –contesta Kovadloff con firmeza–. Creo que él ha sido asesinado desde un punto de vista fundamental: el Gobierno lo trató con desprecio y ese desprecio es una prueba de la intrascendencia de su vida para quienes (justamente por su investidura) deberían haberlo respetado. Nisman fue anonadado y convertido en insignificante. Esta es una manera de quitarle valor a su vida, más allá de lo cual me parece que su muerte está demasiado unida a la actividad que iba a desplegar al día siguiente frente al Congreso como para no pensar que, en un país como el nuestro, una muerte como ésta sólo puede estar ocasionada por un Estado para el cual la vida de los ciudadanos no significa nada.

—Daría la sensación de que, en nuestra sociedad, no se admite el conocimiento o el contacto con la verdad.
—Ese es un punto fundamental: el miércoles pasado, frente a Tribunales, yo decía (en un acto que realizamos con Sergio Bergman y Nelson Castro) que deberíamos impedir que la Verdad se convierta en un Desaparecido más porque justamente la Verdad es una materia de intercambio profano, corrupto. Es un recurso del que se vale el Poder para tratar de afirmarse a sí mismo con independencia de la Ley. Me parece que esta situación pone en claro hasta qué punto la Argentina es un país institucionalmente inconsistente. Y se lo digo porque es esa inconsistencia la que está en la base de la trágica desaparición de Nisman.

—Junto a la palabra “inconsistencia” que usted emplea me atrevería a agregar la de “frivolidad”: en el día de hoy (24 de marzo), en vez de hablar de los miles de desaparecidos durante la dictadura más sangrienta de nuestra Historia estamos hablando en un día feriado cuando realmente ¡no hay nada que festejar!
—Tal vez la finalidad de estos feriados sea promover el olvido… Acaso el Estado (mediante esta Feria de distracciones) aspire a lograr que el sentimiento cívico se diluya en la pereza, en un descanso innecesario en vez de promover, justamente, una valoración del trabajo y de todo aquello que genere “comunidad” a través del esfuerzo. Nos están invitando a la dispersión del descanso.

—Y si hablamos como padres o abuelos podemos comprobar que los chicos, aun los adolescentes, no saben la tragedia que ocurrió en el país. Por eso estos feriados son un atentado a la Memoria y a nuestra Historia…
—Sí. Yo creo que el gran triunfo de  la dictadura militar (de la cual se cumple un aniversario más) ha sido lograr que la civilidad no pueda reconstruirse (como era necesario) después del terrorismo de Estado. Y de esto no sólo es responsable el Gobierno actual: son responsables los sucesivos gobiernos que no han logrado completar la transición del autoritarismo a la democracia republicana. De un modo u otro, todos ellos han retrasado esa transición o, con su ineficiencia, han contribuido a que no se pueda cumplir. Me parece que lo que ha hecho el kirchnerismo es capitalizar a su favor el descrédito de la democracia tal como ese descrédito fue sembrado (lamentablemente a partir de 1987) por el final del gobierno de Alfonsín y por los gobiernos posteriores. Como le decía, a partir de 1987, el sistema democrático pierde la capacidad de representar los ideales con los que Alfonsín llegó al Gobierno.

—Volviendo al presente no sólo nos encontramos con un magnicidio, sino también con un clima de inquietud social.
—Lo que advierto es que este gobierno llega al final de su gestión habiendo radicalizado hasta tal punto la intrascendencia de las instituciones de la República en el sentimiento mayoritario que la muerte de Nisman no hace más que coronar esa indefensión. Entonces: hay un reclamo que está básicamente dirigido a la oposición, pero yo no sé si la oposición lo ha recogido como es debido. Desde el punto de vista legal el tema del esclarecimiento de la muerte de Nisman está en el centro de la campaña y no en la periferia acallada de los problemas que tendrá que afrontar el nuevo gobierno. Me parece fundamental que se le brinde a la sociedad una respuesta de esta naturaleza. No basta con referirse a las deudas que este gobierno le dejará al próximo. Hay que referirse al problema moral que, fundamentalmente, este gobierno deja pendiente. Me refiero al tema AMIA, al de Nisman, de Cabezas, de Yabrán…en fin, todos aquellos que este gobierno no ha contribuido a esclarecer, sino a entorpecer aún más como lo ha hecho mediante el acuerdo con Irán que hoy es motivo de rechazo por una gran parte de la sociedad. También hay que entender que hay un núcleo duro de la sociedad argentina (y uso el término “duro” porque es insensible) al que poco le importa lo ocurrido
con Nisman.

—¿En cuánto estima a ese “núcleo duro”?
—Diría que constituye un 30% del electorado argentino del cual no creo que deba esperarse ninguna reacción en el sentido de un fortalecimiento de la Ley. Le digo más: ese 30% aspira a una conducción política fuertemente autoritaria que sea capaz de cubrir sus demandas de supervivencia y no, en cambio, recursos de desarrollo cívico. Desgraciadamente ese empobrecimiento de la percepción de la propia identidad que caracteriza a gente que apoya a este gobierno forma parte, para mí, de un núcleo que está siendo brutalmente explotado por este gobierno. Creo entonces que es un deber para los candidatos a la Presidencia hacer referencia a esas formas de explotación social que hoy padece buena parte de la población que teme perder lo poco que tiene y a la que el futuro gobierno debe asegurar que no va a perder sus bienes, pero que tampoco debe resignarse a ser lo que es.

—¿Usted no cree que, por ejemplo, algún tipo de alianza Macri-Reutemann significaría para la oposición la aceptación de que es importante lograr formas de convivencia con un numeroso país peronista?
—Creo que esa aceptación tiene, por lo menos, dos configuraciones. Una, de profunda resignación (hablamos de aquellos que dicen “sin el peronismo, este país no puede ser gobernado”) pero, por otra parte, me parece que el peronismo a través de la figura de Reutemann estaría más bien llamado a aceptar la necesidad de un cambio en la orientación de la política argentina. Es decir, su propia modernización. Yo no creo tanto que Macri esté buscando incorporar al peronismo existente, sino que el peronismo aprenda a transformarse para seguir teniendo alguna significación. No sé si lo va a lograr o no, pero no creo que Macri aspire a incorporar a sus fuerzas algo que, de alguna manera, siempre representó para él un enorme obstáculo de desarrollo.

—De todas maneras tenemos que convenir que somos una sociedad a la cual le cuesta mucho unirse, ¿no le parece?
—Sí, yo creo que la fragmentación es un rasgo estructural de la identidad nacional. Es una característica que, desgraciadamente, no parece haberse disuelto a lo largo del tiempo. Pero, a la vez, pienso que algo hemos aprendido: me parece a mí que los esfuerzos que se han hecho en estos últimos dos años para superar la fragmentación extrema de las elecciones del año 2011 hoy evidencian algunos frutos importantes. Por ejemplo: el radicalismo y el PRO han comprendido que significan mucho más en interdependencia que aisladamente. Aún el PRO (que tiene más posibilidades, tal vez, que el radicalismo de presentar a un candidato victorioso en las elecciones) comprende que no tiene territorialidad suficiente como para representar a un gobierno nacional. Y los radicales (que sí tienen esa territorialidad) han comprendido la intrascendencia a que los condenó el partido en los últimos años (digamos desde el año 2005) y han buscado esta interdependencia que puede contribuir “¡a que nadie lo sea TODO”! Y esto lo digo, fundamentalmente, basado en lo siguiente: la Presidenta de la Nación sigue presentándose como el resultado de una totalidad autosuficiente. Me parece que, en la oposición, esa vivencia de totalización absoluta no está viva y no tiene mayor fuerza porque la demanda del electorado opositor es que se busque una unión entre las partes fragmentadas mientras que, desde el oficialismo, impera el criterio de serlo TODO y en forma autosuficiente. El drama que tiene el oficialismo es que, al presentarse como una totalidad cerrada y autosuficiente no tiene capacidad de interlocución con ninguna entidad o agrupación diferente a ella misma. Esto es muy grave…

—Para un hombre de pensamiento como usted, ¿cuánto juega la ambición en todo esto?
—Bueno, yo creo que la ambición personal puso de manifiesto su rasgo más patético en las elecciones del año 2011 porque en ese año la “estelaridad” de los candidatos, su aspiración al estrellato, alcanzó un nivel supremo cuyo escenario fue básicamente la televisión. Algo muy ridículo porque el resultado de esas elecciones probó que la fragmentación no llevaba a ningún lado a los adversarios del Gobierno. La estelaridad, en cambio, funcionó muy bien en el oficialismo porque el oficialismo venía de una gestión suficientemente satisfactoria para ella misma y para buena parte de la población en el orden económico. También para la clase media que redujo su expectativa y su demanda al nivel de lo económico como para que el oficialismo pudiera sentirse capaz de autoabastecer la demanda electoral. Pero, en este momento, a mí me parece que el
Gobierno está encerrado en un “yo-ísmo” insuficiente y la oposición discretamente abierta a una alteridad al prójimo un poco más sensata que la que tuvo en el pasado.

—Pero, también hoy, nos enfrentamos con un fenómeno aterrador como es el narcotráfico… Cuando el papa Francisco habla de “mejicanización” no podemos dejar de asustarnos (recordemos horrores como decapitaciones, migrantes, etc.). Parecería que Francisco usó esa palabra con toda la intención de prevenirnos.
—Sí. Y me parece que la responsabilidad fundamental de los candidatos es hablar de todo aquello que compromete el porvenir institucional y social de la Argentina.
Entre ellos, el narcotráfico, el juego… Hablaría también de la incidencia extraordinaria que el tráfico de dinero ilegal sirve en Argentina para construir poder. Todo esto me parece que no puede ser obviado por los candidatos a menos que aspiren a alcanzar el poder sin comprometerlo con la Ley.

—No podemos ignorar el poder inmenso que otorga el juego.
—Por eso es importante recordar que, uno de los caminos para consolidar el Poder, es el delito. Otro camino, es la Ley, pero donde el Poder queda consolidado sometiéndose a la Ley las investiduras importan más que los individuos. Cuando el Poder prescinde de la Ley importan los individuos porque son los encargados de concentrar en sus figuras la significación del Poder. Y esto me parece gravísimo y creo que, a diferencia de otros torneos electorales del pasado, hoy el deber de la oposición es hablar de la gravedad de la situación en la que se encuentra un país que está al borde de la intrascendencia institucional. Es decir, que no tenga auténticas instituciones, sino instituciones espectrales donde las investiduras no representen nada.

—¿Cómo ubica a la Justicia en este cuadro?
—Creo que, en estos momentos, la Justicia está evidenciando una lucha estremecedora entre el Deber y la Conveniencia. Y que esa lucha estremecedora muestra hasta qué punto no ha sido autónoma, sino que ha estado enhebrada con el poder político de una manera que es casi inimaginable para la mayor parte de la población. Le explico: cuando Kirchner llega al Poder le devuelve al Ejecutivo un protagonismo que no había tenido De la Rúa quien no había logrado infundirle a su Presidencia el valor que la Constitución permite adjudicarle.
Kirchner le devuelve protagonismo al Ejecutivo, pero ese protagonismo empieza a crecer patológicamente y termina por devorar a los otros Poderes, devorar la autonomía del Legislativo y del Judicial y llegamos entonces a la gestión de la presidenta Cristina Fernández que ha reducido el Ejecutivo a la palabra ¡“yo”! Entonces, este personalismo extremo, desenfrenado, no es necesariamente un destino irremisible para la Argentina, pero tenemos que entender muy claramente qué significaría revertirlo… Revertirlo significaría devolverle a la Ley un papel protagónico independiente en el país. Si no empezamos por la Justicia, el país va a terminar siendo un espectro.

—Sin embargo, para el ciudadano medio tenemos una Suprema Corte que resiste el embate.
—Sí, sí… daría la impresión que la Corte está dispuesta a no dejarle la última palabra sobre su caracterización en boca de la Presidenta de la Nación. Yo pienso que esto es saludable y es de esperar que se sostenga por lo menos hasta el final de esta gestión. A mí me parece que lo que la gente espera de la Corte Suprema de Justicia es que lo sea.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú el domingo 29/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

jueves, 5 de marzo de 2015

Nisman Lado A… Nisman Lado B… De Alguna Manera…


La difusión de los documentos que Nisman tenía preparados para presentar a la ONU, que afirmaban lo contrario a lo que presentó en su denuncia, confirma que fueron firmados casi al mismo tiempo que su acusación. Hacen referencia al discurso de CFK en la ONU de septiembre de 2014 y a una reunión de Interpol de noviembre de ese año.

Un caso del doctor Jekyll y mister Hyde

A través del sitio de la Corte Suprema, el juez Rafecas dio a conocer los dos escritos guardados en la caja fuerte de la fiscalía en los que Nisman planteaba acudir a la ONU y elogiaba la política del Gobierno en el caso AMIA.

Los escritos guardados en la caja fuerte de la fiscalía demuestran que había dos Alberto Nisman. En esos textos decía que la política del Gobierno en el caso AMIA consistía en que “Irán retrocediera y que someta a los acusados a la jurisdicción argentina”. Al mismo tiempo, en los tribunales presentaba una denuncia en la que acusó al Gobierno de encubrimiento. O sea, de favorecer a los acusados iraníes.

Las fechas tienen trascendencia porque muestra cuándo el fiscal los convalidó por última vez. Los textos de Nisman comienzan así: “Transcurridos más de siete años del establecimiento de las capturas con alertas rojos respecto de cinco imputados iraníes...”. Si se considera que los alertas rojos fueron establecidos por la Asamblea General de Interpol de Marraquesh, el 7 de noviembre de 2007, los más de siete años de los que habla Nisman llevan al menos a diciembre de 2014. Esto comprueba que el texto fue redactado o actualizado en esa fecha. Es decir, que la elaboracion fue contemporánea a la denuncia en la que se afirma lo contrario de lo que dicen estos escritos hallados en la caja de seguridad.

Otra prueba es que Nisman menciona el discurso de Cristina Kirchner en la Asamblea General de las Naciones Unidas del 24 de septiembre de 2014, lo que también indica que estuvo actualizando el texto al mismo tiempo que hacía consideraciones directamente opuestas en la otra redacción, la de la denuncia.

El juez Daniel Rafecas dio a conocer ayer, a través del sitio oficial de la Corte Suprema, el Centro de Información Judicial (CIJ), la declaración testimonial de la secretaria letrada de Nisman, Soledad Castro, que fue quien le entregó los escritos guardados en la caja de seguridad de la fiscalía. Castro contó que Nisman fue postergando la presentación de alguno de los dos escritos elaborados en función de los vaivenes del Memorándum de Entendimiento. Primero, los postergó porque la ola fluía hacia el acuerdo con Irán. Luego quedó pendiente porque la República Islámica no le daba el visto bueno al memorándum. Posteriormente se declaró la inconstitucionalidad y, al final, Nisman optó por la denuncia contra la Presidenta y el canciller. Pero en todo momento ordenó que se mantuvieran los escritos actualizados. Los fechó en diciembre de 2014 y le puso algunas rúbricas con fecha de enero de 2015. Esto último demuestra que Nisman, con su firma, avalaba al mismo tiempo textos en los que, por un lado, elogiaba las posturas del Gobierno y, por el otro, formulaba una denuncia furibunda en que imputaba a su máxima autoridad.

Papeles

Los escritos de la caja de seguridad no son textos improvisados ni pequeños resúmenes. Son dos pedidos al Poder Ejecutivo que ocupan, cada uno, 55 páginas. Y tienen desarrollos largos y fundamentados.

Se trata de dos escritos mellizos. Uno, para el caso de que el memorándum fuera convalidado por Irán. El otro, casi idéntico, para la alternativa de que el régimen iraní siguiera sin hacerlo votar en su Congreso o no manifestara su voluntad de cumplir con lo firmado.

En ninguno de los dos existe la menor referencia a que el memorándum fuera un delito –sí se dice, al pasar, que es inconstitucional–, pero se considera a la política del Gobierno en forma muy positiva. Por ejemplo, dice que una vez establecidos los alertas rojos, “de allí en adelante, el objetivo central de la Justicia, de los familiares de las víctimas y del gobierno de la Nación Argentina fue lograr la detención de los imputados a fin de proceder a su posterior enjuiciamiento, naturalmente, con todas las garantías que brinda la Constitución Nacional”.

En la denuncia, Nisman escribió exactamente lo contrario: que la política de la Presidenta y el canciller era ayudar a los iraníes a que esquiven a la Justicia argentina.

2014

En los escritos hay una detallada enumeración de los discursos de Néstor y Cristina Kirchner ante la ONU, incluyendo elogios al último del 24 de septiembre de 2014. Nisman transcribe palabras de CFK recordando que “primero Néstor y luego quien les habla, reclamamos a Irán, año por año, en 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 hasta que finalmente Irán aceptó una reunión bilateral, algo que nunca había aceptado. ¿Para qué queríamos esa colaboración judicial? Para que declaren los acusados ante el juez”, transcribe Nisman, sin decir nunca que aquello fuera un encubrimiento.

“Y ese mismo día continúa Nisman, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, CFK volvió a tocar el tema. ‘Después de la acusación del fiscal, aceptada por el juez, insistimos una y otra vez hasta que en 2012 se concretó una reunión bilateral y pudimos firmar el memorándum para que esos acusados declaren ante el juez. En mi país no existe la condena en ausencia. Por eso deben ser interrogados, deben ser juzgados, es lo que indica la Constitución’.” El tono es de elogio a las palabras de la Presidenta, no de crítica. Y la conclusión de Nisman es categórica: “La lectura hilvanada de estos reclamos ostensiblemente revela que esta demanda fue lograr que la República de Irán sometiera a los acusados de origen iraní a la jurisdicción argentina”.

Naciones Unidas

Como se sabe, Nisman nunca llegó a presentar ninguno de los dos escritos. Estaban dirigidos al Poder Ejecutivo nacional y se iban a cursar a través de la procuración. El objetivo era que la Argentina le pidiera al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que obligara a Irán a entregar a los sospechosos iraníes a la justicia argentina.

Nisman, en el texto, menciona dos antecedentes. El más importante es el de Lockerbie, el caso que tuvo que ver con una bomba en un avión de Panam. El aparato cayó en la localidad escocesa de Lockerbie y el reclamo conjunto del Reino Unido y Estados Unidos fue contra Libia. Nisman sostiene en sus escritos que Libia terminó entregando a los dos sospechosos en virtud de sanciones impuestas por Naciones Unidas. La realidad es que esa controversia se superó a través de un Memorándum de Entendimiento firmado por Libia, Estados Unidos, Escocia y Holanda, por el que se convino la realización de un juicio en este último país.

El memorándum fue gestionado por la Unión Africana con un protagonista principal: Nelson Mandela. El ejemplo más bien parece darle la razón al gobierno argentino en su política. El otro ejemplo señalado por Nisman es el de las sanciones impuestas a Sudán por no entregar a tres sospechosos de haber intentado asesinar al presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Sudán terminó negociando la colaboración judicial con Egipto y Estados Unidos.

La realidad es que, hoy, Irán es uno de los países más sancionados a nivel internacional por su programa nuclear. Justamente eso es lo que están negociando en este momento cinco de los países más desarrollados, incluyendo Estados Unidos, sentados a la mesa con Irán. La negociación podría llegar a buen puerto antes de fin de mes y tiene un adversario principal, Israel. Un nuevo pedido de sanciones hubiera sido bien visto por Jerusalén, pero casi seguro habría tenido el veto de China y Rusia.

Según revelaron fuentes de la Cancillería, Nisman nunca consultó al equipo legal del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la posibilidad de pedir por las extradiciones en el Consejo de Seguridad.

Discursos

En los dos textos de la caja de seguridad, Nisman es muy elogioso de las palabras de la Presidenta en las Naciones Unidas, aun después de firmado el memorándum. Por ejemplo, cita el discurso de CFK en 2013: “Que no se confunda paciencia con ingenuidad o estupidez. Queremos las fechas de cuándo va a aprobar Irán el memorándum, cuándo se conformará la Comisión de la Verdad y cuándo podrá viajar el juez a Teherán a tomar las declaraciones. Queremos respuestas. Ya pasó un tiempo prudencial”.

Al citar este discurso, Nisman no habla ni de que el memorándum sea delictivo ni de que la Comisión de la Verdad fuera un acto criminal para encubrir a los iraníes. Se lamenta de que el reclamo se haya tenido que “flexibilizar” por la dureza de la postura iraní. Lo pone en estos términos: “Ante esa falta de resultados respecto del objetivo de lograr la detención de los imputados, el gobierno nacional, con el paso del tiempo, fue flexibilizando su postura: al primigenio reclamo de que los imputados se sometan a la Justicia argentina le siguió la propuesta de que se lleve a cabo un juicio en un tercer país y a ello sobrevino la aceptación de una negociación propuesta por el gobierno irnaí, que culminó en la celebración de un tratado bilateral”. Ya en su redacción final, Nisman deja en claro que el memorándum no logrará el objetivo y por eso propone recurrir a las Naciones Unidas.

Aun así, concluye: “Lo expuesto es, ni más ni menos, que la solución legal a la indignante renuencia iraní. Y no sólo contribuye a satisfacer la demanda de justicia que legítimamente sostienen las víctimas del ataque y sus familiares, sino que, incluso, coincide con lo que en reiteradas ocasiones, desde el año 2007, vino reclamando el gobierno argentino”.

En otras palabras. En la caja de seguridad, los textos dicen que el Gobierno viene reclamando, en reiteradas ocasiones, llevar a la Justicia a los iraníes. En el otro texto, el de la denuncia, dice que el Gobierno ayuda a los iraníes a eludir a la Justicia.



© Escrito por Raúl Kollmann el jueves 05/03/2015 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


viernes, 30 de enero de 2015

Cartas de Iara y Kala, hijas del Alberto Nisman... De Alguna Manera...

Cartas de Iara y Kala, hijas del Alberto Nisman...


Este es el contenido de las cartas:

“Papá, voy a extrañar mucho jugar al Uno con vos, tus chistes, que mires mis fotos y me digas lo que te parecen y que en todos los lugares a los que nos vamos sacándonos una foto e ir a comer sushi todos los domingos. Te voy a extrañar mucho y estoy segura de que no soy la única. A pesar de nuestras discusiones yo tengo muy buenos recuerdos de vos. Lo que más me acuerdo es nuestro último viaje. Me acuerdo de cómo te gané tres veces seguidas en el Uno y no quisiste jugar más. Cómo me regalaron una caja llena de chocolate y te los comiste casi todos, que según vos eran 90. Todo lo que me explicabas por las preguntas que yo te hacía todo el día por lo que había pasado en París, pero más que nada me acuerdo de todas las veces que me hacés reír. Espero que los demás te recuerden como yo, cuando estabas alegre y haciendo chistes todo el tiempo. Tango también se acuerda de vos y estoy segura de que te extraña. Te prometo que lo voy a cuidar mucho. También te quiero agradecer por todo lo que hiciste por mí y los buenos momentos que pasamos juntos. Sé que ahora vas a estar en un mejor lugar y en paz, pero siempre vas a estar en mi corazón. Voy a estar todo el tiempo pensando en vos y en la buena persona que sos.
Te amo”.

Iara


La hija menor del fiscal también habló de los buenos recuerdos cuando viajaban juntos:

“Papá te voy a extrañar mucho, espero que la pases muy bien y te reencuentres con tu papá y la bove Clara. Te quiero mucho. Fuiste muy bueno y yo todavía pienso que estás en mi corazón. La pasé muy bien con vos cuando fuimos a Disney, a Chile, a Las Leñas y un montón de lugares más. Nunca voy a dejar de pensar en vos y tampoco en todas las lindas cosas como cuando peinábamos a Tango. Quiero que sepas que te reamo y siempre voy a estar con vos. Nos vemos cuando me muera. Te amo. Espero que descanses en paz”.

Kala

© Publicado el Viernes 30/01/2015 por Prensa Libre de la Ciudad de Guatemala, Guatemala.


Las hijas de Nisman: “Solo necesitábamos de vos, tu presencia y compartir buenos momentos”

Junto a su ex mujer, publicaron hoy emotivos mensajes para despedir al fallecido fiscal especial de la causa AMIA y recordaron su “dedicación” y “entrega” al trabajo.

Las hijas y la ex mujer de Alberto Nisman publicaron hoy emotivos mensajes para despedir al fallecido fiscal especial de la causa AMIA y recordaron su “dedicación” y “entrega” al trabajo.

“Papá, nosotras, tus hijas, Iara y Kala, solo necesitábamos de vos, tu presencia y compartir buenos momentos. Hoy te despedimos, sabiendo de tu dedicación al trabajo. Esperamos que ahora puedas descansar en paz. Nosotras guardamos en nuestros corazón los lindos momentos vividos juntos”, escribieron las niñas en la sección Avisos fúnebres del diario La Nación.

Por su parte, la ex esposa del fallecido fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, expresó en otro mensaje: “Transito este momento con desconcierto y profundo dolor por nuestras hijas. 

Te despido anhelando que encuentres la paz, que tu entrega al trabajo no te permitió disfrutar en plenitud”. 

En tanto, un tercer aviso también publicado hoy y firmado por la “familia política” del fallecido fiscal de la causa AMIA, señala: “Profunda conmoción, tristeza y dolor por tu inexplicable y prematura partida física. Pérdida irreparable, vacío permanente. Estarás siempre presente en nosotros”.


Los restos de Nisman, quien fue hallado el domingo de la semana pasada muerto de un tiro en la cabeza en su departamento de Puerto Madero, son velados desde anoche en el barrio porteño de Núñez y esta mañana serán trasladados al cementerio judío de La Tablada para su entierro.

© Publicado el jueves 29/01/2015 por Diario La Ciudad de Avellaneda de la Ciudad de Avellaneda, provincia de Santa Fe.


martes, 20 de enero de 2015

Cabezas y Nisman… De Alguna Manera...

Cabezas y Nisman…

La muerte de Nisman impregnará el recuerdo de la presidencia de Cristina Kirchner como el asesinato de Cabezas marcó al menemismo para siempre. Foto: Cedoc

Estoy en San Pablo. A las dos de la mañana (aquí es una hora más) me despertó un llamado que decía: “a Nisman lo suicidaron”. Viajé a Brasil el sábado a la noche después del cierre del diario Perfil y ya estoy volviendo a Buenos Aires. Escribo estas líneas desde un avión camino a Ezeiza sin haber podido tomar contacto con lo que se viene diciendo en Argentina: mi agenda de todo el día de hoy fue por las publicaciones de Perfil en Brasil y aquí el tema Nisman ocupó apenas un minuto en los medios audiovisuales, en los gráficos, por la hora de cierre, aún no se editó nada.

El sábado, Perfil publicó una columna donde yo decía que me molestaba el oportunismo de Nisman por denunciar recién ahora lo mismo que Pepe Eliaschev había escrito en Perfil a comienzos de 2011. Propuse a lector no creerle a los jueces y fiscales que ahora le imputan o procesan a los kirchneristas de todo junto. No creerles a ellos pero si creer lo que ellos denuncian. Que lo que dicen es verdad aunque ellos sean poco creíbles.

Al día siguiente de la denuncia de Eliaschev, Perfil entrevistó a Nisman, quien no sólo se mostró incrédulo o prudente respecto de la denuncia de Pepe sino que se expresó tan extrovertido como en sentido contrario la semana pasada en coincidencia tardía con él. Dijo Nisman en 2011 sobre el acuerdo de Argentina con Irán, intercambiando comercio por impunidad:

—El hecho y la nota (de Pepe en Perfil) me parecen absolutamente descabellados, absurdos y, además, de imposible cumplimiento. Hacía tiempo que no leía algo tan disparatado. Todo surge de un cable de la Cancillería iraní y tengo leído y conozco sus respuestas en la causa, tanto que por sus posturas no resultan creíbles en nada de lo que hacen y mucho menos en lo que dicen. Es todo muy poco serio.

—¿Por qué?

—Realmente, me parece algo que no tiene ni ton ni son porque estoy convencido de que el gobierno argentino no piensa nada de eso. Es absolutamente falso que está detrás de esto, porque me consta y por todo lo que ha hecho. Es de locos, no tiene ningún tipo de lógica.

—Pero eso dicen los cables secretos de la Cancillería iraní.

—Puede existir ese documento, porque piensan que todo eso forma parte de una negociación política, varias veces me lo sugirieron, incluso con otros gobiernos argentinos: si el presidente de Irán da una orden y el nuestro otra. Me lo han dicho públicamente en las reuniones de Interpol y se lo han expresado al secretario general, y así les ha ido, desastrosamente, en los planteos que han tenido. Creen que todo se maneja como lo hace su gobierno teocrático, donde el líder espiritual dice algo y todo el mundo obedece.

Hoy, tras su muerte, que sea cierto lo que denuncia Nisman aunque él mismo resultara poco creíble, pasa a ser secundario para muchos. Tras el asesinato de Cabezas, el suicidio de Yabrán resultó inverosímil para muchos. Aún hoy hay personas que descreen de la muerte misma de Yabrán, a quien imaginan disfrutan en un isla alejada.

Sea cual fuere la causa de la muerte de Nisman no cambia el grado de gravedad institucional que tiene. Porque aunque finalmente se comprobara que se trató de un suicidio, terminará siendo fuera un “suicidio inducido” o un asesinato. En cualquiera de los casos, se tratará siempre de una muerte política, porque tiene consecuencias políticas e impregnará el recuerdo de la presidencia de Cristina Kirchner como el asesinato de Cabezas marcó al menemismo para siempre.

Y también dejará otra estela negativa sobre la imagen argentina que se suma a décadas de anormalidades en tantos planos.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el lunes 19/01/2015 y publicado por el Diaro Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

lunes, 19 de enero de 2015

Aníbal Fernández: "La muerte de Nisman no tiene de normal absolutamente nada"... De Alguna Manera...

Aníbal Fernández: "La muerte de Nisman no tiene de normal absolutamente nada"...
Aníbal Fernández.
El secretario general de la Presidencia calificó el deceso del fiscal como un hecho que produce un estrépito mayúsculo.
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó como "un hecho que produce un estrépito mayúsculo" la muerte del fiscal general Alberto Nisman, que la semana pasada había imputado a la presidenta Cristina Fernández en el marco de la causa AMIA.
"Uno se puede acostumbrar a cualquier cosa, pero no se puede acostumbrar a la muerte", señaló Fernández, en diálogo con los medios al ingresar a Casa Rosada y aseguró que la noticia le generó "un estrépito mayúsculo", según DyN.
Por otro lado, afirmó que "uno tendría que tener un elemento desconocido para poder apreciar qué pasaba por la cabeza del fiscal para tomar una decisión de esta característica".
© Publicado el lunes 19/01/2015 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.