Salvo Bolsonaro y Macri, casi toda la región repudió el Golpe de Estado a
Evo…
Mandatarios y figuras de la región salieron este domingo a pronunciarse
categóricamente sobre la renuncia de Morales, con un respaldo casi unánime de
parte de los dirigentes afines y cercanos, que denunciaron un golpe, y la voz
discordante del brasileño y un comunicado ambigüo de la Cancillería.
© Publicado el
11/11/2019 por el Periódico Digital El Ciudadano & la Región de la Ciudad de Rosario,
Provincia de Santa Fe, República Argentina.
Mandatarios y figuras de la
región salieron este domingo a pronunciarse categóricamente sobre la renuncia
de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, con un respaldo casi unánime de
parte de los dirigentes afines y cercanos, que denunciaron un golpe de Estado,
y la voz discordante del brasileño Jair Bolsonaro, en todos los casos con la
red Twitter como canal de expresión.
Para Bolsonaro, la renuncia de
Morales se debió a “las denuncias de fraudes”, por lo que queda la “lección” de
que los comicios “deben ser auditados”. “La lección que queda para nosotros es
la necesidad de que, en nombre de la democracia y la transparencia, se haga un
recuento de los votos” y que “puedan ser auditados”, indicó.
Pero un rato después, según el
diario O Globo, fue más allá e ironizó con que “la palabra golpe es usada
cuando la izquierda pierde” y aseguró que él no entraría “en esa narrativa”.
Del otro lado, el ex presidente
Luiz Inacio Lula da Silva, que el viernes recuperó su libertad, no dudó en
calificar de “golpe de Estado” la salida de Morales del Ejecutivo.
“Acabo de saber que hubo un
golpe de Estado en Bolivia” y que “el compañero” Morales “fue obligado a
renunciar”, escribió Lula, que lamentó que “América Latina tenga una élite
económica que no sepa convivir con la democracia y con la inclusión social de
los más pobres”
De modo similar se manifestó la
jefa del Partido de los Trabajadores (PT) brasileño, Gleisi Hoffmann, que
condenó el “golpe” y advirtió que “la derecha no combina con la democracia”.
Por su parte, la Cancillería
Argentina publicó un comunicado, luego de la renuncia de Evo Morales a la
presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. En los cuatro párrafos del
anuncio, la Cancillería no se manifestó acerca de la intervención de las
Fuerzas Armadas en la decisión del ex mandatario boliviano. Asimismo, tampoco
se refirió a los hechos de violencia sufridos por el Pueblo Boliviano en los
últimos días.
En horas de la tarde, el
Ministro de Relaciones Exteriores de la Nación, Jorge Faurie, explicó que, tras
la renuncia del Presidente de Bolivia, Evo Morales, las autoridades argentinas
no tienen “indicaciones” respecto a un pedido de asilo. Además, el funcionario
Nacional confirmó que será un “Gobierno de transición” el responsable de
convocar a elecciones.
En este sentido, Faurie expresó
que “el líder opositor, Luis Fernando Camacho, está dialogando con otros
sectores para ver cómo se instrumenta la transición”. En esta línea, el
funcionario recordó que el “cese del conteo por casi 24 horas motivó la acción electoral”.
Asimismo, “la OEA que fue clara al considerar que ha habido un proceso
irregular y luego hubo reacción de los distintos sectores, las fuerzas que se
acuartelaron pidiendo una salida política”, aseguró Jorge Faurie.
Mientras tanto, desde México, el
secretario de RREE, Marcelo Ebrard, rechazó la “operación militar en curso”, a
la que juzgó “similar a aquellos trágicos hechos que ensagrentaron nuestra
América Latina el siglo pasado”, y fue tajante en afirmar que su país
“mantendrá su posición de respeto a la democracia y las instituciones”. “Golpe
no”, añadió.
El presidente de Cuba, Miguel
Díaz-Canel, expresó a su turno su “enérgica” condena al “golpe de estado” en
Bolivia y expresó su solidaridad con Morales. “La derecha con violento y
cobarde golpe de Estado atenta contra la democracia en #Bolivia”, publicó el
presidente isleño en Twitter.
A su “condena al golpe de
Estado y solidaridad con el hermano presidente”, Díaz-Canel sumó que “el mundo
se debe movilizar por la vida y la libertad de Evo”.
También el presidente y la vice
electos en Argentina, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner,
salieron a respaldar a Morales y a advertir sobre el significado para la región
de su salida del Palacio Quemado.
“Nosotros, defensores de la
institucionalidad democrática, repudiamos la violencia desatada que impidió a
@evoespueblo concluir su mandato presidencial y alteró el curso del proceso
electoral. El quiebre institucional en Bolivia es inaceptable. El pueblo
boliviano debe escoger cuanto antes, en elecciones libres e informadas, a su
próximo gobierno”, escribió Alberto Fernández.
Cristina Fernández, por su
parte, juzgó que “lo de Bolivia se llama golpe de Estado” y evaluó que “si
queremos vivir en paz, es hora de que haya pronunciamientos y, sobre todo,
acciones claras en defensa de la democracia, independientemente de cuál sea la orientación
política de los gobiernos que surgen de la voluntad popular”.
El flamante Grupo de Puebla,
que se reunió este fin de semana en Buenos Aires, emitió un pronunciamiento en
el que denunció que “una vez más, la constitución y el Estado de derecho de
Bolivia fueron violados interrumpiendo un mandato constitucional”, y culpó a la
oposición por “llevar a cabo un golpe de Estado y forzar la renuncia del
presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García-Linera, legal y
democráticamente elegidos”.
El texto lleva las firmas de
los brasileños Celso Amorim y Aloizio Mercadante; los chilenos Camilo Lagos,
Karol Cariola y Marco Enríquez-Ominami, la paraguaya Esperanza Martínez, la
ecuatoriana Gabriela Rivadeneira y la colombiana Clara López, entre otros.
El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, condenó el “golpe de Estado” del que, según él, fue víctima
Morales, y llamó a movilizarse para defender a los indígenas de ese país.
“Condenamos categóricamente el
golpe de Estado consumado contra el hermano presidente. Los movimientos
sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la
preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del
racismo”, remarcó Maduro.
Perú instó a que el proceso de
“transición” tras la dimisión de Morales sea conforme a la Constitución y las
leyes bolivianas, sin pronunciarse sobre la salida del mandatario del cargo.
“El gobierno del Perú hace
votos para que el proceso de transición en ese hermano país se desarrolle en el
marco de la Constitución y leyes bolivianas y envía sus mejores deseos para el
pronto restablecimiento de la convivencia pacífica”, señaló Lima en un
comunicado.