La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
Es oficial: después de 44 años de división, democráticos y populares
firmaron ayer el pacto que recreará un único Partido Socialista. Se compartirá
la conducción. Alianza con el ARI.
La voluntad de los socialistas de fusionarse en una sola entidad política quedó
oficializada ayer en esta ciudad, donde las conducciones nacionales del
socialismo democrático y el socialismo popular firmaron un acta de unidad que
rompió con 44 años de distanciamiento entre ambas agrupaciones. Alfredo Bravo,
referente máximo del PSD, fijó como objetivo “trabajar para construir modelos
más justos, más humanos y solidarios, como una cuestión de vocación y
sensibilidad. Para eso tenemos en la honestidad nuestra herramienta más
valiosa”.
La jornada había comenzado por la
mañana con un seminario y culminó con un multitudinario acto en un club
céntrico. Hablaron Bravo y Rubén Giustiniani, por el Partido Socialista Popular
(PSP). “Venimos a conformar junto al ARI una gran polo de centroizquierda que
llegue al gobierno para cambiar esta realidad”, dijo, y prometió que éste será
“un partido fuerte, popular y democrático”. El intendente de Rosario, Hermes
Binner, como anfitrión, remarcó que “no quería hablar de candidaturas”. Pero
por lo bajo un veterano diputado socialista lo ubicó como “el mejor candidato”
para pelear la gobernación de Santa Fe por la flamante coalición. El acto contó
con la adhesión de Carrió y tuvo un emotivo cierre con la actuación de Susana
Rinaldi.
El acto en el Sportivo América reunió una multitud para asistir a la firma del
acta de unificación de las conducciones nacionales, paso previo en la fusión de
ambos socialismos en un único Partido Socialista. Además de Bravo y
Giustiniani, estuvieron presentes dirigentes y militantes de todo el país y
referentes del socialismo de Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay. La “Declaración
de Rosario” promete convertir al nuevo partido “en la avanzada de una gran
coalición para transformarse en una herramienta capaz de encarnar una
alternativa de poder y llevar adelante el cambio que la sociedad argentina nos
está demandando”.
El acta de unificación resuelve, en el 106º aniversario de la fundación del
Partido Socialista, la conformación de una única conducción nacional,
constituida por un consejo nacional de 32 miembros. El consejo será presidido
por los secretarios generales Bravo y Giustiniani y por una mesa ejecutiva
nacional de 12 miembros. También acuerda la realización del Congreso de
Refundación del Partido Socialista de la Argentina antes del próximo 31 de
diciembre. Como garantes, firmaron el senador Ricardo Núñez, del Partido
Socialista de Chile, el senador Reinaldo Gargano, del Partido Socialista de
Uruguay, el prefecto Elio Alfredo Pieta, del PT de Brasil y Carlos Fillizola,
presidente de País Solidario de Paraguay.
Bravo remarcó que “desde su origen el socialismo tuvo una razón de ser:
enfrentar las injusticias que producen sistemas políticos y económicos pensados
para bien de unos pocos, y trabajar para construir modelos más justos, más
humanos, solidarios. Esta es una razón de ser que es una cuestión de vocación y
sensibilidad. Para eso tenemos en la honestidad nuestra herramienta más
valiosa”. En tanto, Giustiniani confió que la nueva fuerza pretende ser “un
canal de participación de los trabajadores, de los desocupados, de las
asambleas y de tanta gente que mira la política con desconfianza ante la crisis
de representatividad de la política tradicional. Nos unimos para aportar lo más
importante que tenemos como historia, presente y futuro: honestidad y lucha por
la igualdad”.
Hablando del ARI, Bravo echó mano a la figura de un noviazgo para explicar la
nueva coalición. “Somos como los novios que se dan el primer beso, ahora vamos
a ver si la novia se muestra esquiva, y entonces tendremos que darnos otra
estrategia.” Los socialistas se ocuparon en remarcar que sólo fue por un
“desencuentro” que no se encontraron con Carrió el jueves, cuando llegó a
Rosario a inaugurar un local partidario. Pero los discursos deberán ser
revisados por la nueva coalición. Bravo dijo ayer que “nos sentiríamos
defraudados si deciden que sea ése el candidato a presidente del justicialismo.
Ese hombre no puede caminar tranquilo por la calle sin que lo escrachen”.
Paradójicamente Carrió, había dicho el
jueves que no creía que Carlos Reutemann se presentara en las internas del
justicialismo. Y ubicó a Carlos Menem como a quien deberá enfrentar en las
elecciones.
Francesco Tonucci,
maestro, pedagogo, ilustrador y creador del programa La ciudad de los
niños, estuvo esta semana en Montevideo. Llenó una sala para 1.000 personas
con la conferencia “Los niños y
niñas piensan de otra manera”, tuvo encuentros con jerarcas de la Intendencia de
Montevideo para promover la aplicación de su proyecto en Montevideo y participó
en la primera sesión del año del Parlamento de Niñas, Niños y Adolescentes, el
martes. En entrevista con la diaria, profundizó algunas de las
ideas que manejó en su conferencia, por ejemplo, fundamentando por qué las
escuelas no deberían mandar más deberes, y por qué los alumnos no son buenos o
malos, sino que la que debe ser buena es la escuela.
La città dei
bambini es un proyecto sobre autonomía y tiempo libre que, al comienzo
de su conferencia del lunes, graficó con ejemplos como el de este video: ladiaria.com.uy/UTe. El italiano llama a las familias y a las ciudades a
trabajar “para que los niños puedan volver a vivir la calle” y a ponerse “del
lado de los niños y en contra de los autos”.
Has
dicho que la escuela ya no tiene que enseñar las cosas. ¿Cuál es su rol hoy?
Te refieres a una
polémica que salió en La Nación hace unos años, sobre una
frase que decía que la escuela no debería preocuparse tanto de enseñar, que lo
hacen mejor otros instrumentos, y que yo esperaba de la escuela cosas más
importantes. Sigo pensando que todo lo que es aprendizaje, en el sentido más
corriente, en referencia a información, hoy en día los niños lo reciben por
todos los medios, con lo que perderse demasiado en esto no vale la pena.
Yo de la escuela espero
algunas cosas básicas, mucho más importantes. Una, lo que decía en la
conferencia: que ayude a todos los niños y niñas a descubrir su vocación, de
manera que se pueda cumplir con la ley, que la escuela sea el lugar donde se
desarrollan las potencialidades y las capacidades de cada uno de los alumnos
hasta el máximo nivel posible. Esto dice el artículo 29 de la Convención sobre
los Derechos del Niño, que es ley nacional en Uruguay desde 1990. Uno de los
papeles fundamentales de la escuela es ayudar a los alumnos a descubrir su
vocación y desarrollarla al máximo nivel posible. Esto debería tener como
consecuencia que los niños lleguen a ser muy capaces en lo suyo. Yo creo que si
permitimos a cada uno a desarrollar lo que Gabriel García Márquez llamaba su
“juguete preferido”, también tendrá ganas de recuperar lo que le falta.
Yo no pienso en una
escuela donde una persona que tiene una vocación por el canto o para la
artesanía debe desarrollar sólo eso y nada más. Así como lo pienso para los matemáticos
y para los que tienen una vocación literaria, me gustaría que desarrollaran
también el canto, la manualidad, el dibujo y el arte. Espero que los que tienen
una capacidad manual, musical o artística también puedan recuperar una parte de
estas competencias, literaria y matemática, que seguro son muy útiles en la
vida, pero reconociendo su competencia principal, por lo que los alumnos
deberían ser buenos porque tienen algo de especial. Uno es bueno porque tiene
una manualidad muy alta, otro porque tiene una capacidad matemática muy alta...
y cada uno puede ser el mejor. Esa es la idea.
La segunda cosa que me
parece importante, especialmente hoy en día, cuando la tecnología invita a los
niños a vivir solos –hay estudios que muestran que están bajando todos los
aspectos de encuentros y de amistades–, es que la escuela tiene un papel muy
importante en todo lo que puede considerarse social, por ejemplo, el trabajo de
grupo. La escuela no puede seguir diciendo que no se puede copiar, que cada uno
a lo suyo... Al contrario, debería favorecer el trabajo grupal. A mí me gusta
mucho el texto colectivo, escribir juntos. Cada uno escribe una frase, después
se eligen las mejores y se juntan hasta formar un texto que al final no es de
nadie porque es de todos. Tampoco pienso que es la única forma de desarrollar
la escritura, pero es una, y junto a la individual sería interesante
desarrollar también esto.
Por último, diría que la
escuela, como su papel de fondo, tiene que ser capaz de aprobar. Un maestro
italiano al que quise mucho, Mario Lodi, que falleció hace pocos años, en una
carta que escribió a los padres después de una semana de escuela, decía:
“Conocía a vuestros hijos, todos tienen una inteligencia normal, con todas las
diversidades debidas a las distintas experiencias, con lo cual, desde ahora,
puedo decir que todos ya aprobaron quinto de primaria, con el seguimiento de
los conocimientos mínimos que proponen los programas”.
Era la primera semana de
primer año de primaria. “Y si esto no ocurre, la culpa será del maestro y de la
escuela”. Me parece que eso es un buen maestro y da una buena definición de la
escuela: la escuela tiene que aprobar, pero no porque son buenos los alumnos,
sino porque es buena la escuela. Necesitamos una escuela para los últimos, no para
los buenos. [El educador italiano Lorenzo] Milani decía muchas veces: “La
escuela parece un hospital para sanos, que rechaza los enfermos”.
¿Por qué todas las
escuelas deberían tener un consejo de participación de estudiantes?
Por lo menos por dos
razones de fondo. Una, porque lo dice la ley, con lo cual la escuela que no lo
tiene es una escuela ilegal. Si la Convención es una ley, el artículo 12 dice
que los niños tienen derecho a ser escuchados y a expresar su opinión cuando se
toman decisiones que los afectan...
La segunda es que la
escuela se beneficiaría mucho de la participación de los niños, que puedan
asumir la escuela como su escuela y, con eso, preocuparse por que funcione
mejor que como funciona. Que los niños están contentos dentro de la escuela,
identificar las razones por las cual no lo están y, posiblemente, en acuerdo
con el director de la escuela, superar estas cosas que no funcionan. La escuela
debería desear esto con toda su alma, porque es una manera de acercar a los
niños, por eso no se entiende por qué no hacerlo. Claro, esto rompe un esquema
mental que quiere que los niños escuchen y no que sean escuchados. En la
escuela los niños están sentados, callados, escuchando lo que hablan los
maestros. Esta propuesta da vuelta esto: dice que vale la pena escucharlos.
Dije que iba a decir dos
razones, pero digo tres. Por último, los niños tienen algo para decir. Los
niños llevan consigo una vida. Cuando empiezan la escuela, con seis años, saben
cosas, y cada uno sabe de forma distinta, con lo cual para un maestro escuchar
a los niños es algo imprescindible, porque de lo contrario no sabe qué
proponer. ¿Cómo puede empezar a proponer si no sabe cómo están sus alumnos? La
única manera de hacerlo es pensar que los alumnos llegan con un nivel cero, pero
eso es falso. Si están todos a nivel cero yo puedo empezar, que me escuchen,
que aprendan, y después medir cuánto han aprendido. Todo esto es una manera de
pensar que no tiene ninguna relación con la realidad. Los niños son distintos,
los niños saben; nosotros no sabemos lo que saben, por lo cual si queremos
evaluarlos tenemos que conocer el punto de partida.
En tiempos en que se
multiplican las escuelas de doble horario o en que los niños tienen muchas
actividades extracurriculares, además de ir a la escuela, enfatizás en la
importancia del tiempo libre y del juego en el proceso de aprendizaje. ¿Por
qué?
Creo que la escuela
debería estar muy interesada en que sus alumnos vivan el tiempo libre fuera de
casa, con los amigos, teniendo experiencias que les gusten, porque en una
experiencia que viven con gusto, con interés, seguro van a ocurrir cosas, algún
descubrimiento, alguna sorpresa; cosas que encienden curiosidades. Eso es
material bueno para la escuela. Cuando el maestro y pedagogo francés Célestin Freinet
proponía el texto libre, proponía una técnica escolar muy particular: si cuando
estáis fuera de la escuela os ocurre algo de interesante y que pensáis que
puede ser interesante para vuestros compañeros –primera condición–, si queréis
–no es obligatorio, al contrario–, podéis escribirlo brevemente y llevarlo a la
escuela.
Luego, cuando llegamos a
la escuela vamos a leer los textos libres que llegaron, y después se abre un
debate, se hace una selección y se imprime el texto libre elegido, para ponerlo
en el periódico escolar. Repito: la escuela debería estar interesada en que los
niños puedan llevar algo. Hoy en día esto no es posible, porque lo que hacen
fuera de la escuela es tan aburrido y tan controlado por los adultos que no
tiene nada que pueda ser interesante.
El segundo aspecto es un
análisis pedagógico. Los deberes, que normalmente ocupan el tiempo de la tarde,
así como las actividades, desde mi punto de vista no tienen ningún interés
pedagógico. No consiguen tener los resultados que presumen; normalmente se justifican
diciendo que son para ayudar a los más débiles, que haciendo ejercicios
recuperan. El tema es que los más débiles casi siempre tienen familias muy
débiles, en particular culturalmente, que no pueden ayudarlos.
Muchas veces los padres y
las madres de estos niños saben menos que sus hijos, que saben ya poco, con lo
cual son niños que vuelven a casa, no encuentran a nadie que pueda ayudarlos y
no hacen los deberes o, si los hacen, los hacen mal. Por el contrario, es más
probable que los niños que los necesitan menos tengan padres preocupados,
atentos, que los ayudan. Con esto, al día siguiente, la diferencia entre esos
dos niños es un poco mayor. Entonces, de esta manera no se consiguen lo que se
presume, sino que se consigue el resultado opuesto.
Con esto no quiero decir
que no hay que hacer ejercicios ni profundizar, digo solamente que si lo
necesitan algunos alumnos, o todos, la escuela tiene que hacerlo en su horario,
bajo la garantía de los maestros que, tenemos que reconocerlo, son responsables
de esta laguna. Si un niño no aprendió, es porque el maestro no ha sabido
enseñarle. Después podemos examinar todas las justificaciones, pero es así. El
que enseña es el maestro; si los alumnos no aprenden, el maestro de alguna
manera no ha conseguido llegar a su objetivo.
Esa afirmación es
bastante confrontativa con los maestros.
Es la frase de Lodi que
cité antes: “Si esto no ocurre, la culpa será del maestro”. Un padre me paró un
día, me mostró el cuaderno de su hija, que estaba en primer año de primaria, y
me dijo: “Mira, la niña cuando escribe se equivoca siempre entre b y v”. “Tenéis
que hacer ejercicios”. “Yo a mi hija le enseñé a hablar, y cuando habla no se
equivoca nunca. A escribir le enseñó el maestro. ¿Por qué soy yo el que tiene
que hacer ejercicios?”.
¿Cómo conciliar la
importancia del tiempo libre y del juego entre los niños con los tiempos
familiares, con la incorporación de la mujer al mercado de trabajo? Muchas
veces los padres no tienen opciones a enviar por varias horas a sus hijos a la
escuela.
Aquí debe intervenir la
ciudad. Creo que las familias pueden hacer bastante reconociendo a los niños la
capacidad de hacer cosas que hoy se consideran imposibles y que para los mismos
padres fueron normales: salir, ir a la escuela, por la tarde juntarse con
amigos, hacer tonterías. Esto lo hemos hecho; no se entiende por qué los niños
de hoy no pueden hacerlo, pero claro, creo que tenemos que asumir este problema
como problema social, como problema político. Si yo fuera responsable de una
ciudad, trabajaría muchísimo para que los niños puedan volver a vivir la calle,
porque estoy convencido de que es la manera más tranquila, más fácil y más
barata de conseguir seguridad urbana, de devolver a los niños una necesidad que
tienen y de obligarnos, a nosotros los adultos, a modificar un poco nuestra
manera de actuar.
Se trata de proponer y
obligar a los adultos a optar entre autos y niños, que es una cosa con la que
todo el mundo va a estar de acuerdo, pero cuando vamos a los puntos críticos la
gente se queja si se le impide llegar a la puerta de la escuela, se queja si se
reduce la calzada para favorecer el paseo... De hecho, se queja cuando nos
ponemos del lado de los niños y en contra de los autos. Yo tengo una viñeta de
una niña que piensa: “Me gustaría mucho que mi padre me quisiera como quiera a
su auto”. Es muy triste, pero creo que tiene algo de verdadero.
La Unión Europea (UE)
y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) lograron este
viernes pactar un acuerdo de libre comercio tras veinte años de
negociación. El acuerdo ha sido anunciado por representantes de Argentina y
Brasil y posteriormente confirmado por el presidente de la Comisión Europea
(CE), Jean-Claude Juncker, que lo ha calificado de “histórico”.
“¡El acuerdo comercial con
Mercosur hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales
internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio
basado en normas”, escribió Juncker en su perfil de la red social Twitter.
Añadió que se trata del
“mayor acuerdo comercial” que la UE ha cerrado en su historia y consideró que
es un resultado “positivo” para el medio ambiente y los consumidores.
La satisfacción es absoluta
entre los dos grandes impulsores del
acuerdo, Argentina y Brasil. El Gobierno que
encabeza Mauricio Macri indicó en un comunicado que se trata de un
“hito para la inserción internacional” de Argentina porque aumentará las exportaciones
de las economías regionales y consolida la participación de las empresas del
país en cadenas globales, entre otros aspectos. “Es el resultado de un esfuerzo
de diálogo, coordinación y entendimiento tanto entre los países miembros del
Mercosur, así como entre sus gobiernos y el sector privado, cámaras sectoriales
y asociaciones sindicales de cada uno de ellos”, afirmó.
Desde Brasil, el propio presidente Jair
Bolsonaro –que que ha calificado de “histórico” el acuerdo a través de su
cuenta de Twitter. Bolsonaro, quien se encuentra en Japón para participar de la
cumbre del G20 que se está celebrando en la ciudad de Osaka, también sostuvo
que el acuerdo comercial “será uno de los más importantes de todos los tiempos”
y que resultará en “enormes beneficios” para la economía brasileña.
Por su parte, el Gobierno
ha resaltado este viernes el papel “determinante” que ha jugado el jefe del
Ejecutivo, Pedro Sánchez, para que se haya podido cerrar un acuerdo comercial.
Fuentes del Gobierno han confirmado la consecución de ese acuerdo, que han
calificado de una “muy buena noticia” tras veinte años de negociaciones.
Además, han hecho hincapié en el papel desempeñado por Sánchez para que esas
negociaciones hayan fructificado.
En el último Consejo
Europeo, celebrado en Bruselas la pasada semana, el presidente del Gobierno
impulsó la firma de una carta por parte de siete líderes europeos y dirigida al
presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, reclamando que se culminaran
esas negociaciones para un acuerdo de comercio con Mercosur.
La carta promovida
por Sánchez fue firmada por él, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer
ministro portugués, Antonio Costa; el holandés, Mark Rutte; el de la República
Checa, Andrej Babis; el letón, Krisjanis Karins; y el sueco Stefan Lofven. En
su misiva consideraban que había llegado el momento de cerrar el acuerdo ante
la “amenaza del proteccionismo” y otros factores geopolíticos que afectan a las
exportaciones.
A principios de mes, Macri
y Bolsonaro se reunieron en Buenos Aires y anunciaron que el acuerdo estaba más
cerca. “Estamos en la inminencia de firmar un acuerdo”,
dijo Bolsonaro, mientras que Macri afirmó que “estamos muy cerca”, en una
comparecencia conjunta ante la prensa, sin preguntas. Uno de los líderes más
reticentes al acuerdo ha sido el presidente francés Emmanuel Macron, que este
mismo jueves rebajaba las expectativas sobre el acuerdo, especialmente si
Bolsonaro cumplía su amenaza de retirar Brasil del acuerdo climático de París.
Los ministros de Exteriores
del Mercosur han encabezado la negociación desde el miércoles con varios
comisarios europeos de los últimos detalles de ese acuerdo y, en paralelo, han
trabajado los respectivos equipos técnicos.
La UE y Mercosur logran un
acuerdo comercial tras 20 años de negociaciones. Video: Diario El País
de Madrid, España.
Argentina venció a Venezuela y jugará en semifinales con
Brasil…
El Toro
Martínez hizo un gran primer tiempo y metió justo el taco para marcar el 1-0
parcial.
El seleccionado
argentino se impuso ante la vinotinto por 2 a 0, por los 4tos de final de la
Copa América. Lautaro Martínez, a los 9' y de taco, anotó el primero y en el
complemento, a los 29', Lo Celso aprovechó un flojo rebote del arquero Fariñez,
para marcar el segundo.
Lautaro Martínez (10m.PT)
estableció la ventaja con un gol de taco cuando el equipo de Lionel Scaloni
jugaba sus mejores minutos en la competencia y el ingresado Giovani Lo
Celso (29m.ST) aseguró el triunfo en el mejor momento venezolano.
Por tercera edición consecutiva,
Argentina quedó entre los cuatro mejores del continente y en instancia de
semifinales jugará el martes desde las 21.30 ante Brasil, su máximo verdugo en
el último cuarto de siglo.
Los brasileños
fueron los primeros en clasificarse a esa instancia después de eliminar anoche
por penales al seleccionado de Paraguay que dirige Eduardo "Toto"
Berizzo.
La victoria más
reciente contra los pentacampeones del mundo en la Copa América ocurrió por
penales en los cuartos de final de Ecuador 1993, que además fue el último
título del seleccionado mayor, bajo la conducción de Alfio Basile.
Desde entonces,
Brasil salió airoso en los cuartos de final de Uruguay 1995 y Paraguay 1999 y
en las finales de Perú 2004 y Venezuela 2007.
El equipo de Scaloni
asumirá ese compromiso en el Mineirao después de una más que aceptable
presentación en su vuelta al Maracaná tras la final del mundo perdida ante
Alemania en 2014.
Sin la robustez de
entonces, por cierto, pero con sus líneas subidas en campo rival, pudo
establecer las condiciones de juego a partir de la buena conexión de sus
mediocampistas con los tres delanteros, que se movieron sin posiciones fijas.
Venezuela lució
incómodo en los primeros minutos por el asedio argentino y a los 10 minutos, en
una pelota parada, quedó en desventaja. Messi ejecutó un córner desde la
izquierda, Agüero remató rasante sin buena dirección y Lautaro corrigió con el
taco para descolocar al arquero Wuilker Fariña.
Martínez rápidamente
perfiló como el mejor jugador del partido por ser incisivo en los metros
finales e inteligente para aguantar la pelota fuera del área; Messi no pudo
desequilibrar individualmente por mérito de la defensa rival pero tuvo buenas
combinaciones con sus compañeros.
Como la del final
del primer tiempo con el "Huevo" Marcos Acuña, otro destacado, que
terminó en un centro bajo a la boca del arquero que Lautaro no pudo conectar.
La
"Vinotinto" no llevó peligro hasta el arco de Franco Armani y su plan
de ataque quedó condicionado cuando el juvenil Juan Foyth ajustó la marca sobre
el lateral derecho tras un par de desbordes de Darwin Machís.
Al comenzar la parte
final, Lautaro tuvo el segundo luego de una gran habilitación de Leandro
Paredes, pero su remate salió muy cerca del palo izquierdo.
El temprano ingreso
de Yeferson Soteldo le dio a Venezuela otra frescura, provocó un retraso del
equipo argentino y volvió a exponer las complicaciones de Foyth, siempre cerca
de cometer penal en cada mano a mano con Machís.
Scaloni buscó verticalidad
con Ángel Di María (¡increíblemente salió Lautaro!) y mayor tenencia con
Giovani Lo Celso cuando la iniciativa del juego era toda del rival.
El Armani de River
que tantas veces se reclama en la Selección apareció a los 25 minutos para
bloquear un remate Ronald Hernández de mucha peligrosidad por su posición
dentro del área.
Se insinuaba un
final con mucho apremio para Argentina pero cuatro minutos más tarde llegó la
ampliación del marcador por una gentileza de Fariñez, que no retuvo un remate
de Agüero sin demasiada complicación y le sirvió el festejo a Lo Celso.
Entonces, el partido
en el Maracaná se consumió con relativa tranquilidad porque si bien Venezuela
mantuvo la intensidad en la búsqueda del gol, no encontró la claridad necesaria
para poner en riesgo la victoria "albiceleste".
Síntesis
Venezuela 0
Wuilker Fariñez; Ronald Hernández,
Jhon Chancellor, Luis Mago y Roberto Rosales; Yangel Herrera, Júnior Moreno y
Tomás Rincón; Jhon Murillo, Salomón Rondón y Darwin Machís. DT: Rafael Dudamel.
Argentina 2
Franco Armani;
Juan Foyth, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De
Paul, Leandro Paredes y Marcos Acuña; Lionel Messi, Sergio Agüero yLautaro
Martínez. DT: Lionel Scaloni.
Gol en el primer tiempo: 10m.
Martínez (A).
Gol en el segundo tiempo: 29m. Lo
Celso (A)
Cambios en el
segundo tiempo: 10m. Yeferson Soteldo por Mago (V); 8m. Ángel Di María por
Martínez (A); 23m. Giovani Lo Celso por Acuña (A); 25m. Josef
Martínez por Machís (V); 37m. Luis Seijas por Rosales (V) y 40m. Paulo Dybala
por Agüero (A).
Amonestados:
Martínez y Acuña (A). Rincón, Herrera, Rondón y Soteldo (V).
Eric Abidal, Maria de Villota, el científico Stephen Hawking o el
malogrado actor Christopher Reeve (entre otros muchos) cuentan con un denominador común
si prestamos un mínimo de atención. Todos ellos hicieron, en un momento dado de
sus respectivas vidas, del sufrimiento, virtud. En su día, la fatalidad les
golpeó sin miramientos (un cáncer de hígado, la pérdida de un ojo o quedarse
postrado en una silla de ruedas para el resto de sus días), pero lejos de hundirse,
paradójicamente todos ellos salieron fortalecidos del trauma vivido.
Este fenómeno responde al nombre de resiliencia. Según la
definición de la Real Academia española, se trata de “la capacidad humana de
asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”.
Hay bastante consenso entre los investigadores a la hora de
identificar a la estadounidense Emmy Werner como la pionera en efectuar un
estudio, a mediados del siglo XX, sobre resiliencia. Werner heredó el
concepto del psicoanalista británico John Bowlby, quien a su vez lo tomó
prestado de la Física. De este ámbito es de donde procede, originariamente, el
término.
La Física lo define como la capacidad que tienen algunos
metales para doblarse y luego volver a su posición original cuando se deja de
ejercer presión sobre ellos. En psicología, “se usa la metáfora de los juncos”
para explicar el concepto, relata a LaVanguardia.com el profesor de Psicología de la Universidad Complutense
de Madrid, Gonzalo Hervás. “Cuando el caudal aumenta considerablemente, los juncos de
los ríos se doblan, sin romperse y sin quebrarse, y luego vuelven a su posición
original cuando las aguas recuperan su aspecto habitual”, añade.
¿Es posible ser resiliente, o es algo genético?
Son muchas, o bastantes para ser exactos, las personas que
tienen, entre sus aptitudes, la de ser resilientes. Aunque puede tener algo que
decir, la genética no determina de manera unívoca que un individuo cuente o no
con esta, dijéramos, habilidad. Y es que se puede aprender a ser resiliente,
aunque no todo el mundo puede hacerlo. “Uno puede pensar que el porcentaje de
respuestas resilientes es minoritaria. Pero en realidad es bastante más alta de
lo que esperaríamos, entre un 30 y un 50%. Es algo frecuente ser resiliente, y
mucha gente se sorprende a sí misma cuando lo descubre”, esgrime Gonzalo Hervás.
El problema radica en que para saber si uno cuenta, o no, con
esta capacidad es necesario pasar por una experiencia extrema. “Esa es la
prueba de fuego y es lo que hace que uno lo confirme”, asegura el profesor de
la Complutense. De hecho, “la persona (y esto enlaza con otro concepto
psicológico que se llama crecimiento tras la adversidad) descubre esas capacidades nuevas que desconocía y se siente
mucho más seguro para enfrentarse a otras experiencias. Uno redescubre cuáles
son sus determinados valores, y esto conduce a un cambio vital, de filosofía de
vida”, agrega.
Para muestra, un botón. “Ahora veo más que antes lo que es
importante en la vida”, dijo la piloto de Fórmula 1, Maria
de Villota, días después de
perder el ojo derecho a causa de un accidente con su monoplaza.
Identificada como una patología
En el siglo pasado, a las personas resilientes, por
desconocimiento, se les había llegado a tachar de enfermizas. “Antes, cuando no
había ni siquiera términos, y por supuesto menos aún teorías sobre aspectos
positivos relacionados con las fortalezas humanas, se interpretaban estas
realidades con las teorías que habían. Y sólo había teorías para lo negativo”,
recuerda Hervás.
En consecuencia, al final se acababa identificando un rasgo
positivo como algo patológico: que si estaban reprimiendo, que si estaban
encapsulando la vivencia traumática y no la estaban expresando… cuando, en
realidad, eran personas resilientes al 100% que estaban sumergidas en un
proceso totalmente sano.
Cabe remarcar que una persona puede tener experiencias de
dolor sin que, necesariamente, tenga que vivirlas en el plano más social. “En
paralelo, incluso, puede mantener una actitud bastante positiva, sin perder la
capacidad de disfrutar”, esgrime Hervás.
La fe, ¿generadora de personas resilientes?
Se ha observado que la espiritualidad y la religiosidad
pueden ayudar a algunas personas a ser más resilientes. Y lo pueden hacer por
la vía de dar sentido a determinadas experiencias adversas y, también, por el
apoyo social que pueden recibir las personas que pasan por un trauma vital (al
contar con un entorno que puede favorecer la expresión de las emociones).
“Pero es muy importante la flexibilidad”, recuerda Hervás.
“Las creencias demasiado rígidas, sean de tipo religioso o de otro, están
asociadas a una peor recuperación tras la adversidad”, añade.
Sacar partido a la adversidad
Al final, todo se reduce a intentar sacar la parte positiva de una situación extrema vivida, algo nada fácil. Y es
que hay que ser consciente de que la adversidad está presente en nuestras vidas
y antes o después vamos a encontrarnos (en mayor o menor medida) con ella. “Hay
que intentar aprovechar las oportunidades que te pueda dar la adversidad. En
frío, todo el mundo preferiría obviarla, pero una vez estás sumergido en una
situación difícil hay que intentar, en la medida de lo posible, tratar de sacar
algo bueno de ella”, remata Hervás.