Esconder la memoria…
Las huellas de la memoria no se pueden borrar. Hay fechas que marcan un camino, instantes que imprimen nuestra historia y que recordamos como gestas, otras como tragedias. Momentos de esa historia que construimos como país nos llenan de orgullo, nos conmueven, otras nos generan contradicciones, dolor y no se pueden olvidar.
© Escrito por
Edgardo Esteban, Periodista y
ex combatiente de Malvinas, el sábado 28/01/2017 y publicado
por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La construcción de esos relatos es un ejercicio colectivo
que se hace desde el presente evocando a ese pasado común que nos une como
nación. Una sociedad que intenta proyectarse hacia el futuro de manera
democrática tiene que rememorar y reflexionar sobre su historia. Pero estos no
son actos de nostalgia y pérdida, sino compromisos hacia adelante: es posible e
indispensable construir identidad a partir de la memoria. Subrayar las fechas, acontecimientos,
lugares y personas que conforman nuestra relato colectivo, de aquellos hechos
siniestros y atroces que deseamos nunca más se vuelvan a repetir, constituye un
aporte a la convivencia democrática.
Lamentablemente el gobierno de Mauricio Macri toma el
camino inverso. Invita por decreto a olvidar lo que no le conviene y recordar
del relato lo que se ajusta a su presente y su entorno. Este nuevo acto de
arrogancia política se vio reflejado en el decreto presidencial que modifica el
carácter inamovible de dos feriados nacionales: el Día Nacional de la Memoria
por la Verdad y la Justicia, el 24 de marzo, que recuerda el día del golpe
militar de 1976; y el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de
Malvinas, el 2 de abril. Este último fue declarado por el Congreso de la Nación
en noviembre del 2000, y a partir del año 2006 es inamovible. La decisión de
cambiar las fechas es un atropello y una injusticia dolorosa. Hay derechos
adquiridos en estos años de lucha que no se pueden desvanecer sin un costo para
quienes prefieren la liviandad del olvido. ¿Por qué estas fechas son movibles y
el 8 de diciembre no? ¿Qué memoria quiere construir este gobierno?
El 2 de abril es una fecha que marca nuestra identidad
como pueblo y mantiene encendida la llama de los momentos vividos por los ex
combatientes que participamos en el conflicto bélico de 1982 y que tanto nos
costó hacerla respetar por una sociedad que no quería recordar esa derrota y
por los gobiernos de turno que la querían esconder o tapar esa parte de la
dictadura militar. Había que ocultar a los fuimos a la guerra, algo tendrán. No
fue y, por lo visto, aun no es fácil el camino para hacernos respetar como
parte viva de ese instante tan particular de la historia Argentina. Esa fecha
simbólica nos interpela y permite recordar lo que hicimos en ese tiempo de
guerra y dictadura, que nos pasó y como atravesamos esos intensos días, que aún
perduran en nuestros recuerdos. Por eso el 2 de abril es una jornada de
reflexión, es un día de homenaje y reconocimiento a quienes allí perdieron la
vida, de los que estuvimos, además de afirmación de nuestro inclaudicable
reclamo de soberanía.
La causa Malvinas, trasciende a un gobierno que ejerce su
mandato democrático por cuatro años sea del pasado, presente o de los gobiernos
futuros. Es una cuestión de Estado, de derecho soberano y de identidad, más
allá de cualquier grieta o signo político. ¿Estamos todos de acuerdo que las
Malvinas son argentinas? Hay voces en el actual gobierno que imparten dudas que
responden caprichosamente o ven a las Islas Malvinas solo como un buen negocio.
De alguna forma hasta desprecian a los ex combatientes, molestan, pero aún
estamos vivos para defender la soberanía de nuestras islas y repudiar el
colonialismo británico, sus intereses sobre nuestro mar austral y la
militarización que hay por parte del Reino Unido en la región.
La lucha por los derechos humanos o la defensa de nuestro
territorio austral son parte de un ejercicio de ciudadanía que venimos
construyendo desde la última dictadura militar. Son las banderas que asumimos
junto a los organismos de Derechos Humanos en este largo camino por la memoria,
la verdad, la justicia y la soberanía. Hemos vivido 34 años en democracia y a
35 años de la Guerra de Malvinas, uno apuesta a una mejor sociedad, a la
emancipación, al conocimiento y a la memoria para el bien y el futuro de las
nuevas generaciones que esperan de nosotros el respeto y la posibilidad de
contarnos con dignidad quienes somos como argentinos.
En el recuerdo permanente de nuestros muertos en Malvinas
que no se olvidan y mucho menos se negocian. Como el 24 de marzo y el 2 de
abril son efemérides que nos hacen parte de una experiencia colectiva y que no
podemos olvidar, tienen que ser feriados inamovibles.