Murió Susana Viau, la pluma punzante que irritó al poder…
Ironía. Murió en el
aniversario del golpe militar que la obligó al exilio.
Informada hasta de lo secreto, fue una mujer valiente que denunció la
corrupción política. Murió ayer la periodista Susana Viau, columnista de este
diario donde ya se la echa de menos. Tenía 68 años. Un cáncer de pulmón terminó
con su vida que todavía atesoraba lúcidos análisis políticos, frases como
adagios destinados a perdurar en sus lectores, presagios de cumplimiento
cierto, ironías de filo aceitado y una firme determinación de denunciar la
corrupción y la mugre del poder público.
En los últimos años, esa
condición le valió el desprecio del kirchnerismo, el ostracismo de quienes en
otra época fueron sus amigos, sus colegas y hasta sus discípulos, y el desdén
de quienes recibieron los dardos de su pluma punzante e informada hasta de lo
secreto. Fue la periodista que más irritó a la presidente Cristina Kirchner.
Fue, también, una mujer valiente.
Despedirla, en esta crónica apresurada y todavía incrédula, implica adentrarse
en la vida de alguien que hizo de la discreción una de sus virtudes periodísticas
y humanas. Ayer, sus afectos del alma la recordaban como una mujer de carácter
muy enérgico, decidido: “Tenía, dijo una de sus amigas, ese criterio moral
firme, que se ha ido perdiendo con el tiempo. No era alguien que estuviera
dispuesta a ceder. Era una mina de fierro. Capaz de jugarse por sus compañeros,
sin especulaciones. Y era una maravilla estar con ella”. También la recordaban
ayer como una amante del cine, la literatura y la música de Francia. Y de Clint
Eastwood.
Susana había nacido en Buenos
Aires en 1944 y se vinculó muy joven al periodismo. A fines de la dictadura de
la llamada Revolución Argentina, entre 1966 y 1973, colaboró con la mítica
revista política “Panorama”, donde entabló amistad con Tomás Eloy Martínez, una
amistad que se prolongó hasta la muerte de Tomás, en enero de 2010. Trabajó
también en la revista semanal “7 Días” que editaba Abril y luego ingresó en
otra publicación mítica, el diario “La Opinión” que dirigía Jacobo Timerman.
Los turbulentos años 70 la
hicieron integrar en el PRT, el partido político que tuvo en el ERP a su brazo
armado, una militancia de la que Susana nunca abjuró, que hizo pública, y que
hoy es un argumento más esgrimido por quienes intentan desprestigiarla. Viau
fue también puntal periodístico de “El Cronista Comercial”, el diario que
dirigía Rafael Perrota, miembro del ERP hasta su secuestro y desaparición en
junio de 1977.
Para entonces, Viau había logrado
huir del país, probablemente por tierra y ciertamente a Brasil. La Cruz Roja
logró ingresarla a España en calidad de refugiada política. Allí Viau hizo de
todo, llegó a vender artesanías en el popular Rastro de Madrid, sin poder
acceder a trabajar en periodismo en aquellos años agitados de la transición
española. No deja de ser una ironía que Susana haya muerto en el aniversario
del golpe militar.
Regresó a la Argentina en 1986.
Trabajó en Página 12, donde el menemismo le dio más que materia prima para sus
investigaciones. La más célebre, la de leche contaminada destinada a planes
sociales, un caso que involucró al secretario privado de Menem, Miguel Ángel
Vicco. Escribió también “El Banquero-Raúl Moneta: un amigo del poder en la ruta
del lavado”, una dura biografía sobre el empresario.
Susana trabajó luego, desde su
aparición hasta su cierre, en “Crítica”, el diario que dirigió Jorge Lanata y
más tarde se integró a Clarín donde escribió agudas columnas dominicales,
punzantes, irónicas, sutiles, intensas, casi un reflejo de su personalidad. Una
de las más recordadas anoche, cuando empezaba a caer la certeza de su muerte,
fue “El gobierno de Cristina se está “isabelizando”, en noviembre del año
pasado.
John Donne decía en el siglo XVII
que todos somos parte de un continente y que cuando el mar se lleva una porción
de tierra, todos quedamos disminuidos. Sabemos ya por quién doblan las
campanas. Pero cuando muere un testigo lúcido de nuestro tiempo, el mar se
lleva algo más que un pedazo de nosotros.
Hoy, desde las 10 de la mañana
hasta las 3 de la tarde, será velada en Avenida de Mayo 1209, sede de la Unión
de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. Sobreviven a Susana Viau su esposo,
Enrique Pacheco y sus hijos, María y Enrique.
© Escrito por Alberto Amato el lunes 25/03/2013 y publicado por el
Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.