C5N y Radio 10...
Isologotipos de CN5 y Radio 10.
Una predicción de Einstein fue que, si las abejas
desaparecieran del planeta, a la humanidad sólo le quedarían cuatro años de vida.
Sin las abejas no se polinizarían muchos frutos, y así plantas, animales y
hombres irían desapareciendo progresivamente en cadena. ¿Pasaría lo mismo con
la democracia si ya no quedaran más periodistas al frente de los medios de
comunicación?
No se trata de que los periodistas sean buenas personas
–como en cualquier actividad, hay periodistas que merecen todo tipo de
condenas– sino de que, por su naturaleza y su lógica profesional, aun
defectuosamente hacen las cosas de una manera diferente a un empresario
tradicional o un funcionario del Estado, pudiendo cumplir una función especial
dentro del ecosistema político.
La acumulación de Moneta, Garfunkel, Szpolski, los dueños de
Electroingeniería, Olmos y ahora Cristóbal López al frente de medios de comunicación
produce una transformación sugestiva. Pero si alguien compra es porque alguien
vende, y –al igual que en el tema de la Ley de Medios o la nacionalización de
la mayoría de YPF– no se trata de una confrontación entre buenos y malos.
Por qué vendió Hadad.
Habría que comenzar por el principio de parsimonia del
filósofo medieval Guillermo de Ockham: “Cuando dos teorías en igualdad de
condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más
probabilidades de ser correcta que la compleja”. En este caso, comenzar por lo
más simple es tener en cuenta lo que siempre pasa cuando alguien vende: no gana
plata y/o prevé que no va a ganar. A pesar de haber logrado en poco tiempo
convertirse en el segundo canal de noticias más visto del país y con una
audiencia mucho más calificada que las del tercero, el cuarto y el quinto canal
de noticias, C5N no logra ser rentable contando incluso con la enorme
“capacidad comercial” de Hadad, que haciendo malabarismos consigue publicidad
oficial simultáneamente del Gobierno nacional, de Macri y de Scioli.
Es que competir con TN es muy difícil. Primero, porque lleva
años de liderazgo y audiencia fidelizada. Segundo, porque está en la
preferencial ubicación entre Telefe y El Trece. Y tercero, porque cuenta con recursos
económicos imposibles para cualquier otro,
ya que divide sus costos de producción con los de los noticieros de El
Trece.
Crónica TV, Canal 26 y América 24 se conforman con cautivar
a públicos menos exigentes que los de TN y C5N, y por eso requieren menos
inversión. América 24 también divide sus costos con los noticieros de América,
pero además tanto los dueños de América como los de Canal 26 cuentan con
ganancias que les dejan sus empresas de televisión por cable, las mayores del
país después de Cablevisión/Multicanal de Clarín. De Crónica TV se puede decir
que todavía le quedan algunas de las ventajas de haber sido el primero de todos
los canales de noticias (especialmente en el interior) y de ofrecer una
temática más popular, pero aun así es probable que esté contando con ayuda de
terceros para sobrevivir.
¿Por qué los canales de noticias pierden dinero en la
Argentina? Porque hay muchos más de los que el mercado puede sostener con
publicidad genuina. En Estados Unidos hay sólo tres canales de noticias, en
Brasil sólo dos, en Chile sólo uno, y en España hasta tuvo que cerrar la
CNN/Canal Plus, una sociedad entre CNN y el diario El País, nada menos. Y la
respuesta a por qué hay tantos canales de noticias en la Argentina es porque no
se sustentan con publicidad genuina.
La aparición de la publicidad no genuina tiene una doble
incidencia negativa en el ecosistema periodístico clásico. No sólo fabrica
medios artificialmente, sino que les hace la vida más difícil a los medios
normales canibalizándoles parte de sus audiencias y sus anunciantes comerciales
tradicionales, a los que no pocas veces el Gobierno aprieta para que
contribuyan con una forma de impuesto revolucionario publicitando en los medios
afines.
Hadad gana dinero con las radios, pero éstas son un negocio
más pequeño que la televisión y no dejan lo suficiente como para sostener las
pérdidas de C5N. Además, tampoco a Hadad le gusta perder su propio dinero, por
lo que en los últimos años fue sumando socios minoritarios a los que les vendía
una parte de su empresa para con ese aporte solventar las pérdidas. Los dueños
de la minoría a los que ya les había vendido son varios (se habla de Werthein,
Brito, Eurnekian, Montoto, Eskenazi, el propio Cristóbal López y Colella, el ex
CEO de Yabrán), de modo que sus influencias estarían atomizadas y muy diluidas.
Una cosa es la causa y otra la oportunidad; o sea: ¿por qué
ahora? Por varias razones. Primero, porque para seguir invirtiendo en C5N ya
había vendido el 45% del total de las acciones y si seguía con ese método,
perdería la mayoría del 55% que le vendió a Cristóbal López y que asegura el
control de la empresa.
También porque el escenario político y económico le anticipa
múltiples problemas:
1) La inflación hace que los
costos sigan aumentando más que las ventas, y las empresas perderán
rentabilidad en los próximos años. Si era difícil mantener C5N en los años del
boom de consumo, más difícil será cuando se frene.
2) La baja en sólo tres semanas del 11% del valor de todas
las acciones de las empresas que cotizan en bolsa es una señal de que hay quienes suponen que habrá en el mediano
plazo algún cimbronazo en la economía argentina, y que es mejor vender ahora y
guardar los dólares para recomprar más barato dentro de algunos años, cuando
haya otro clima político y económico.
3) Antes de fin de año se haría plenamente aplicable la Ley
de Medios, obligando a desinvertir a aquellos que tienen más licencias de lo
permitido; Hadad debía desprenderse de dos.
4) En el Congreso se presentó un proyecto de ley que grava
con el impuesto a las ganancias la compra y la venta de acciones, que
actualmente están desgravadas. Al no poderse corregir los balances por
inflación, los patrimonios netos de las empresas quedaron totalmente
desactualizados, y lo que se cobre por la venta de las acciones de una empresa
puede llegar a ser considerado todo ganancia para el fisco. Si Hadad vendiera
después de aprobarse esa ley, el 35% de lo cobrado se lo llevaría la AFIP.
5) La profundización del modelo kirchnerista que rompe
alianzas del pasado y eyecta a un tibio por semana le impediría a Hadad
mantener la cuota de mínima neutralidad con la que ha venido haciendo
equilibrio. El levantamiento del programa de Longobardi mientras hablaba
Alberto Fernández fue una señal.
Hadad ya no podría apoyar al Gobierno nacional y
simultáneamente al de la Ciudad y al de la Provincia, y además seguir sin
atacar a los opositores y críticos, si quiere continuar recibiendo publicidad
oficial. Cuando pidió disculpas por el levantamiento del programa de
Longobardi, lo que dijo fue premonitorio: “Lo valioso de este antecedente que
tuvimos anoche es que estamos todos atentos y alertas, y ninguno de nosotros
quiere ningún tipo de censura; y con mayúscula lo digo: el día que Alberto
Fernández esté censurado en algunos de los medios que tengo el gusto de dirigir,
ese día preferiría no trabajar más en esta profesión”.
Por qué compró López.
Comentan que Cristóbal López dice abiertamente que compró
para tener defensa cuando vayan por él, como fueron por los Eskenazi. Otros
sostienen que es para obtener del Gobierno más negocios. En cualquiera de los
casos, no habría comprado para ganar dinero con los medios y reinvertir en
ellos. Pobres medios si son medios para otros fines.
© Escrito por jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 29 de Abril de 2012.
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