Caída libre de la DAIA kirchnerizada...
El nuevo y ruidoso papelón que acaba de protagonizar la conducción de
la DAIA ratifica el daño casi irreparable que ha sufrido en estos años la
entidad, sometida al implacable esmerilamiento y colonización que le impuso el
Gobierno ya desde 2003.
El penoso minué de silencios,
aclaraciones y desmentidas en el que se vio envuelto Aldo Donzis, el presidente
de la entidad que vive admitiendo por lo bajo que es instrumento de presiones,
aprietes y operaciones, corona una larga serie de bloopers, errores y
exhibiciones de obsecuencia para con el Gobierno. En esta oportunidad, un
artículo del periodista Carlos Pagni en La Nación en el que, al describir la
familia del viceministro de Economía Axel Kicillof, cuenta que tiene formación
académica marxista y es bisnieto de un rabino originariamente radicado en
Coronel Pringles (dos hechos indesmentibles), desató una furiosa y compacta
ofensiva oficial, para estigmatizar como “antisemita” a Pagni.
Con torpeza y celeridad
asombrosas, ni bien Cristina Fernández salió a comentar la columna de Pagni,
acusándolo de tener “tufillo antisemita”, la DAIA de Donzis se plegó velozmente
al operativo oficial, destinado a lo que más le importa al Gobierno,
deslegitimar, desprestigiar y aniquilar el valor de los contenidos de los
medios que no controla.
La DAIA está desde hace años
virtualmente vaciada de verdadera significación funcional, e incluso desde la
propia comunidad judía mantiene un litigio jamás saldado con la AMIA, la mutual
judía cuya sede fue pulverizada por el ataque de julio de 1994. Si la AMIA
mantiene una intensa acción educacional, social y religiosa y sus directivos
surgen del voto de los afiliados, la DAIA es sólo un ente súper estructural. De
hecho, desprovista de recursos propios, subsiste con subsidios estatales.
La propia AMIA tampoco goza de
buena salud política. Las últimas elecciones en las que votaron unos diez mil
de los más de 200 mil judíos argentinos, terminaron en un empate entre el
sector religioso ortodoxo y el grupo de difuso progresismo que simpatiza con el
kirchnerismo. Así, el saliente presidente de la AMIA, el híper tradicionalista
Guillermo Borger, permanece en su lugar hasta el año que viene, sólo para
evitar la acefalía. Pero aún cuando la DAIA y la AMIA arrastran desde añares la
absurda e inconducente bicefalia de la comunidad judía, algo tienen en común
Donzis y Borger: son hombres de extraordinaria maleabilidad e infinita
tolerancia para ser manipulados groseramente por el poder político.
Nunca la comunidad judía estuvo
tan controlada y manejada por el poder político secular como en estos años. De
hecho, con mucha frecuencia ha aceptado que en sus tratos con el Gobierno haya
operado invariablemente como intermediario el American Jewish Committee, que es
exactamente lo que los Kirchner han pretendido y han logrado, asociar a la
comunidad judía argentina en la relación con los Estados Unidos. En este
sentido, Donzis, cuyo desfile por los medios kirchneristas esta semana fue
bastante patético, hasta aceptó hablar por radio con Víctor Hugo Morales,
interesado ahora en la comunidad judía.
La penosa parábola de estos
hechos es que la DAIA acepta ser funcional al Gobierno para denigrar a un medio
y a un periodista que molestan profundamente en la Casa Rosada, mientras la
Presidenta, inesperadamente angustiada por el antisemitismo, no dice una
palabra de condena pública sobre la barbarie nazi de la barrabrava de Chacarita
y sus ataques reales a “los judíos de Atlanta”. Sin dientes y sin uñas, entregada
al poder político sin chistar, a la DAIA no la asombra que el mismo Gobierno
que sigue castigando al periodismo, se calle la boca ante episodios fehacientes
de antisemitismo.
Constatación dolorosa, pero
inexorable: conquistada con malos y buenos modales, la DAIA ha caído en la
pendiente de una deslegitimación profunda y casi irreversible, piloteada por
una dirigencia timorata, asustada, confusa, y muy dispuesta a acatar las
órdenes que los poderosos le dictan en sus oídos.
© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 16 de Marzo de 2012.