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sábado, 22 de febrero de 2025

Transformar el Banco Nación en una sociedad anónima viola la ley... @dealgunamanera

Transformar el Banco Nación en una sociedad anónima viola la ley...

Tristán Rodríguez Loredo: “El problema de convertir al Banco Nación en sociedad anónima es que lo ata a las reglas del mercado”. Fotografía: Agencia NA.

Fue el primero del país, creado en 1891 por Carlos Pellegrini para estar al servicio del agro, la industria nacional y el comercio y no para lucrar. Con 721 sucursales nunca le debió nada al Estado –fue al revés- y ayudó con créditos a pymes a ciudadanos de lugares recónditos.

© Escrito por Alejandro Olmos Gaona el viernes 21/02/2025 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina. 


El 26 de octubre de 1891, al proceder a la instalación del directorio del Banco de la Nación Argentina recién creado, el Presidente Carlos Pellegrini fue enfático al señalar “el banco se funda únicamente en servicio de la Industria y del Comercio y vosotros conocéis bien sus necesidades y estáis en aptitud de atenderlos”, lo que explicitó después en muchas de sus conocidas expresiones en favor de la industria nacional.

El 17 de abril de 1933, ante una consulta que le hicieran, el célebre historiador Carlos Ibarguren Uriburu, abogado consultor del Banco de la Nación expresó: “el Banco de la Nación es el banco del Estado hecho, no para lucrar sino para fomentar la producción y el comercio del país, y que en la intensa crisis que azotara al mundo y a nuestra patria, este establecimiento había sido el apoyo que tenía la Argentina y que había evitado una catástrofe bancaria, comercial e industrial”.

Nadie ignora, y las evidencias documentales son abrumadoras, sobre la labor llevada adelante por esta señera institución del Estado instalada hasta en los más lejanos lugares de la Argentina, ayudando con su actividad crediticia a pymes, ciudadanos y empresas que se han visto asistidas reiteradamente por el primer banco del País.

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Sus 721 sucursales que atraviesan todo el territorio argentino dan cuenta no solo de que los objetivos con los que se fundó el banco se cumplieron, sino que hasta el día de hoy ha sido una institución que no necesitó nunca asistencia del Estado sino muy por el contrario le aportó muchas veces fondos que se necesitaban para la cancelación de obligaciones.

Ese criterio de “no lucrar” sino de fomentar el desarrollo y la producción, ha sido el objetivo fundamental con el que se creó el banco, y que ahora a través de un plumazo va a desaparecer, debido a las propuestas de Sturzenegger, el gran privatizador, que está siguiendo lo que hizo Cavallo en la década del 90. Y en esto existe una lógica que se observa cada día ya que para el presidente Milei, solo tiene valor lo privado, y el Estado es una institución execrable, por lo que no debe extrañar cuales son la reales intenciones, que han sido plasmadas en el DNU 116/2025.

Durante la gestión de Menem para desguazar a YPF tal como fuera pedido por el Banco Mundial en 1992 y el FMI, se comenzó por dictar tres decretos desreguladores de la actividad petrolífera, después se procedió a convertir a YPF en S.A, para finalmente privatizarla, con los resultados conocidos. Son los procesos habituales que se utilizan para desapoderar al Estado de instituciones que han sido puntales en el desarrollo de la Nación.

Las funciones sociales que ha llevado y lleva adelante el Banco de la Nación, en cuanto a la asistencia crediticia está establecido por el artículo 3 de la Ley 21.799 (su Carta Orgánica), donde El Banco tiene como objeto primordial:

a) Apoyar la producción agropecuaria, promoviendo su eficiente desenvolvimiento;
b) Facilitar el establecimiento y arraigo del productor rural y, sujeto a las prioridades de las líneas de crédito disponibles, su acceso a la propiedad de la tierra;
c) Financiar la eficiente transformación de la producción agropecuaria y su comercialización en todas sus etapas;
d) Promover y apoyar el comercio con el exterior y, especialmente, estimular las exportaciones de bienes, servicios y tecnología argentina, realizando todos los actos que permitan lograr un crecimiento de dicho comercio;
e) Atender las necesidades del comercio, industria, minería, turismo, cooperativas, servicios y demás actividades económicas;
f) Promover un equilibrado desarrollo regional, teniendo en consideración el espíritu del artículo 75 de la Constitución Nacional.

Es falso como se sostiene en el Decreto 116/2025 que “el actual régimen de entidad autárquica limita la capacidad del Banco de la Nación Argentina para competir en igualdad de condiciones con otras entidades del sector financiero” y que “, Que la transformación del Banco de la Nación Argentina en sociedad anónima contribuirá a modernizar su estructura jurídica y operativa, permitiendo una mayor flexibilidad en su gestión y adaptación a las mejores prácticas del mercado financiero”.

Privatización: el Gobierno acelera la transformación del Banco Nación a una Sociedad Anónima

El banco en su conformación no tiene las limitaciones señaladas y su estructura jurídica y operativa responde a los mejores estándares de la administración, por lo cual es el más importante de los bancos que actúan en el sistema, y el que mayor cantidad de depósitos tiene, por la confianza que genera la institución.

Sturzenegger considera un privilegio que los depósitos judiciales vayan a Banco de la Nación, olvidando que esto fue una decisión histórica que arranca desde la misma constitución del banco a través de la Ley 2841 del año 1891 debida a Carlos Pellegrini. Se tuvo muy claro el objetivo de que las rentas fiscales, los depósitos de las administraciones públicas y los depósitos del poder judicial fueran a la institución como una manera de fortalecerla en cuanto a su capacidad operativa. Pero como el actual gobierno no solo desprecia la estructura del Estado y la tradición histórica de la Argentina ha decidido comenzar el trabajo de zapa, para lograr sus propósitos, lo que comenzó con el DNU 70/23, y la achicada ley Bases.

No solo existe un desprecio por lo que representa el Estado, sino un reiterado desconocimiento del ordenamiento legal de la República debido a lo cual, se gobierna a través de decretos de necesidad y urgencia, aunque tales urgencias no existan como en el caso del Banco de la Nación.

Se viola la ley en forma expresa, ya que un Decreto no puede modificar una ley, lo que tiene que ver con principios elementales del sistema jurídico que nos rige, pero que solo resultan fruslerías para el gobierno, ya que usa los decretos a diestra y siniestra, porque a pesar de la obsecuencia de muchos legisladores, no le resulta fácil la aprobación de leyes que necesita. Cabe recordar que de la ley bases se excluyó la modificación de la estructura del Banco de la Nación.

Como broche de oro de este proceso plagado de ilegalidades, que sigue convirtiendo a la Argentina en un país “ al margen de la ley” como lo mostrara ese gran jurista que fue Carlos Nino, allá por 1992, se puede advertir que el Decreto 116/2025, viola expresamente lo establecido en el inciso 3 del artículo 99 de la Constitución que determina que el Poder Ejecutivo “podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros”.

Cabe recordar que de la ley bases se excluyó la modificación de la estructura del Banco de la Nación"

El DNU 116/ 2025 no fue resuelto en acuerdo general de ministros ni refrendado por ellos, ya que solo tiene la firma del Presidente, el jefe de gabinete Francos, y el Ministro Luis Caputo, aunque no creo que esta clara transgresión constitucional les importe ni al presidente ni a los dos ministros que lo firmaron, aunque claramente representa la comisión del delito previsto y reprimido por el Artículo 248 del Código Penal.

La Libertad Avanza no solo en el cercenamiento de las libertades públicas, el ocultamiento de decisiones estatales, el soslayar al Poder Legislativo, la reiteradas expresiones calumniosas respecto a periodistas y dirigentes que no siguen los lineamientos del gobierno, sino que ahora el Banco de la Nación se convierte a través del decreto que he cuestionado en un relevante factor para seguir desarticulando al Estado y afectando el patrimonio nacional.




domingo, 8 de noviembre de 2020

¡Volveremos!... @dealgunamanera...

 ¡Volveremos! 

Francisco de Narváez. Fotografía: CEDOC Perfil 

Casi paralelamente a que el Partido Demócrata desalojaba a los republicanos de la Casa Blanca en una disputada elección, casi un signo de los cuatro años trumpistas, el estandarte del estilo norteamericano de los negocios tradicionales, Wal-Mart, ejecutaba su retirada estratégica de Argentina. Y el comprador resultaba un viejo conocido del rubro, Francisco De Narváez, que ya había vendido la cadena familiar Casa Tía en 1999, cuando todavía gobernaba Bill Clinton en los Estados Unidos.


© Escrito por Tristán Rodríguez Loredo y publicado el sábado 08/11/2020 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos. 


Durante buena parte de la crisis económica y tensión cambiaria que comenzara en 2018 y se agudizara durante esta larga cuarentena, más de un empresario votó con los pies y se afincó fiscalmente en otro país. No sólo los casos de las celebridades y CEOs que preferían eludir el largo brazo de la AFIP ante la eventualidad de cualquier nuevo impuesto que la creatividad y la necesidad del Tesoro pueda generar bajo distintas modalidades.

Siempre en nombre de la solidaridad, la emergencia y ahora, la pandemia. Emigrar, para los que quieren y pueden parecería ser una marca registrada de esta larga crisis argentina,  que como reflexiona con genial agudeza el historiador económico Pablo Gerchunoff en la última edición de la revista Noticiasni es original ni es nueva: arrastra al menos cuatro décadas y viene acompañada por la fragilidad institucional de no poder acordar una hoja de ruta para volver a una senda de desarrollo que ofrezca un horizonte a la población. 

Justamente, los que están en la cúspide de esa pirámide social, globalizados y con intereses no necesariamente atados al país, son los que ahora, como en el caso de la operación de Wal-Mart, pueden ser los beneficiarios de la retirada ordenada de las casas matrices que bajaron el pulgar a sus inversiones en una economía inestable e impredecible. 

A veces, como en este caso, ese repliegue de varios países de la región viene alentado por la dura batalla comercial que tiene que librar en su propio territorio. En la última década, el gigante norteamericano viene siendo acosado por el comercio online y nuevas modalidades de consumo. En 2015, Amazon ya pasó en capitalización de mercado a la firma y en la actualidad, si bien no perdió valoración absoluta (US$ 413 mil millones) representa sólo la octava parte de la capitalización bursátil de Amazon (US$ 3,3 billones). 

¿Representa esta operación el inicio de una reargentinización de las empresas que habían sido vendidas en cifras millonarias durante los 90? 

En 2008, cuando Repsol cedió parte de su paquete accionario de YPF al grupo Eskenazi, atribuyó al comprador su carácter de “experto en mercados regulados”. Más que un elogio, una pintura de época. 

La economía argentina precisa con urgencia subirse a un proceso de inversiones que primero frenen el deterioro de la infraestructura y luego den el basamento para un crecimiento módico, al menos el promedio de la región. Cerrados los caminos de acceso al crédito internacional hasta terminar de cerrar un nuevo acuerdo con los organismos internacionales en las negociaciones encabezadas por el FMI, las alternativas son pocas: o un nuevo flujo de inversión extranjera directa o un aumento del ahorro interno. 

El primer caso no parecería ser inmediato cuando la inestabilidad hizo reconfigurar a muchas filiales su permanencia al menos que haya cápsulas de atracción a la inversión, como fue pensada Vaca Muerta en su momento o hace más tiempo con la industria automotriz, que requiere algo más que seguridades del tipo de cambio. La otra alternativa es un aumento sustancial del crédito interno, fomentando el ahorro… de los que generan ahorro. 

Justamente, los que hoy dudan sobre su futuro en esta tierra. Un operativo de seducción que tampoco se agota en una declamación, sino que abarca una batería de medidas, actitudes y normativas que puedan revertir la fuga de capitales, cerebros y voluntades. Recién entonces los fondos habrán visto que hay terreno fértil para sus negocios.