Benito Quinquela Martín…
(Buenos Aires, 1890 -
1977) Pintor y muralista argentino. Fue uno de los "Pintores de La
Boca" (uno de los barrios de su ciudad natal). Con un estilo naturalista,
la temática de su obra giró, sobre todo, en torno a los barcos y las labores
portuarias en general. Se le consideró el pintor del riachuelo por su tratamiento
de los temas portuarios.
Abandonado a poco de nacer, permaneció en un orfanato
hasta que, a los seis años, el matrimonio formado por Manuel Chinchella y
Justina Molina decidió adoptarlo. Empezó su formación en una escuela de
enseñanza en la que únicamente permaneció dos cursos ya que, con tan sólo nueve
años, tuvo que empezar a trabajar en la carbonería paterna.
Posteriormente, y hasta que cumplió los quince, fue
obrero portuario de La Boca; su trabajo consistía en trepar a los barcos para
llenar las bolsas vacías de carbón y cargarlas en los carros. Esta actividad la
completaba con la participación activa en la política de La Boca.
Pegaba carteles y repartía pasquines a favor del doctor
Alfredo Palacios.
En 1907 ingresó en una modesta academia de dibujo de su
barrio para estudiar pintura con Alfredo Lazzari. Desde entonces se dedicó a la
pintura. Conoció a Juan de Dios Filiberto, un estudiante de música con quien
mantuvo una estrecha amistad. También conoció al, por entonces, director de la
Academia de Bellas Artes, Pío Collivadino, que le ayudó a iniciarse en el
dibujo de retratos y a incorporar el color a sus obras.
Puente de La Boca (1946), de Benito Quinquela
En 1918 decidió cambiar su nombre (Benito Juan Martín)
por el de Benito Quinquela Martín, eliminando el nombre de Juan y adaptando el
apellido de su padre adoptivo a la pronunciación italiana. Con su nuevo nombre,
el 4 de noviembre, exhibió sus pinturas en la Primera Exposición Individual de
la Galería Witcomb. La muestra fue un éxito y los críticos hablaron de la
aparición de un original pintor, con técnica, estilo y mensaje propios.
A partir de este momento empezaron sus recorridos por el
mundo. En 1921 realizó su primera exposición internacional en Río de Janeiro.
Su primer viaje a Europa lo realizó dos años más tarde, concretamente a Madrid.
En 1925 llegó a París, dos años más tarde a Nueva York y en 1929 a Italia,
donde Mussolini lo nombró su pintor predilecto "porque sabe retratar el
trabajo". Todos estos viajes lo separaban de sus padres; de ahí que
rechazara una invitación a Japón para quedarse junto a ellos en el barrio
argentino de La Boca.
Muy querido en el barrio, actuó como un protector de las
artes y fundó el Café Tortoni para que los artistas pudieran difundir sus
obras. En 1933 compró varios terrenos que donó al Estado para que construyera
instituciones dedicadas a la expansión del arte y obras sociales. En uno de
estos terrenos construyeron la Escuela Museo Pedro de Mendoza, hoy Museo de
Bellas Artes de La Boca, que una vez construida fue decorada por él. Entre sus
mejores obras destacan Tormenta en el Astillero (Museo de Luxemburgo), Puente
de La Boca (Palacio Saint James, Londres) y Crepúsculo en el astillero
(Museo de Bellas Artes de La Boca)
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