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viernes, 26 de mayo de 2023

Cambios en la Iglesia Católica de Argentina. ¿Quién es Jorge García Cuerva? ... @dealgunamaneraok...

 Quién es Jorge García Cuerva, el cura villero que reemplazará al arzobispo Mario Poli… 

Su vínculo con los más desposeídos lo llevaron a formar parte del movimiento de sacerdotes de la Iglesia Católica denominado "curas villeros"

Con 55 años y varias particularidades que lo hacen novedoso, el monseñor Jorge Ignacio García Cuerva fue nombrado por el papa Francisco como nuevo arzobispo de Buenos Aires. Se trata de quien se desempeñó hasta entonces como obispo de Río Gallegos, su ciudad natal, bajo nombramiento del Sumo Pontífice, y será el encargado de suceder a Mario Poli.

© Publicado el 25/05/2026 por el Periódico Digital iProfesional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.


Nació el 12 de abril de 1968 y, además de su vocación religiosa, dedicó gran parte de su vida a los estudios: cursó Filosofía y Teología en el seminario de la diócesis de San Isidro y recibió su ordenación sacerdotal el 24 de octubre de 1997.

Es licenciado en Teología con especialización en Historia de la Iglesia y en Derecho Canónico por la Universidad Católica Argentina (UCA). También obtuvo el título de abogado en la Universidad Católica de Salta.

Fue vicario parroquial de Nuestra Señora de la Cava (1997-2005); párroco de Santa Clara de Asís (2005-2014) y de Nuestra Señora de la Cava en Béccar.

Además, estuvo al frente de la vicepresidencia de Cáritas diocesana de San Isidro, se desempeñó como asesor regional de la Pastoral Carcelaria, también fue secretario de la Comisión Episcopal de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina y capellán de varios centros penitenciarios de la provincia de Buenos Aires. 

El monseñor Jorge Ignacio García Cuerva fue nombrado por el papa Francisco como nuevo arzobispo de Buenos Aires.

Gran parte de su vida, vivió en una casilla en La Cava, un barrio popular de San Isidro. Allí fue primero vicario y luego párroco. 

Su vínculo con los más desposeídos llevaron a "El Gallego" -como le dicen sus amigos- a formar parte del movimiento de sacerdotes de la Iglesia Católica denominado "curas villeros", surgido a fines de la década de 1960. "La parroquia es el barrio. Dios me volvió a sorprender, lo vivo en carne propia. Lo mejor está por venir. Hay mucho por hacer, juntos. Todos juntos", supo expresar García Cuerva. 


Sus vínculos con la política.

De muy buena relación con el ministro de Economía, Sergio Massa, al que conoció en sus épocas al frente de la intendencia de Tigre, el sucesor de Mario Poli deberá instalarse en el arzobispado porteño, ubicado frente a la Plaza de Mayo, en Rivadavia 415, pleno microcentro.

El nuevo arzobispo de Buenos Aires tiene muy buena relación con el ministro de Economía, Sergio Massa. 

En marzo de 2019, el actual titular del Palacio de Hacienda estuvo presente en la asunción del religioso en Río Gallegos, donde fue encumbrado obispo. "Jorge entiende lo que es luchar contra la trata de personas porque lo hizo con nosotros en el conurbano bonaerense. Sabe lo que es pelear contra las adicciones porque trabajamos juntos para dar pelea y sabe lo que es transformar una villa en un barrio", lo supo definir.

El canciller Santiago Cafiero también hizo referencia a quien fue el obispo del Municipio que lo vio nacer y desarrollarse políticamente. El ex jefe de Gabinete reveló que sus primeros pasos en política fueron en La Cava, en un comedor social, a sus 15 años, junto al padre Aníbal Filippini y el padre Jorge García Cuerva.

"Empecé a militar ahí, trabajando socialmente. Esa desigualdad es la que te va convocando. A algunos los destina a tener compromisos distintos. Algunos se vuelcan a la política y otros a tareas sociales exclusivamente, y otros, incluso, al periodismo", indicó.



   

martes, 12 de mayo de 2020

"Hay cacerolas que con amor alimentan y cacerolazos que dividen e infunden miedo"… @dealgunamanera...

Curas Villeros: "Hay cacerolas que con amor alimentan y cacerolazos que dividen e infunden miedo"…

Curas Villeros. Fotografía: Paula Conti

El equipo de Curas Villeros de Capital y Provincia de Buenos Aires elaboraron un documento llamado "Aniversario del Padre Mugica y el impacto del Coronavirus en las villas y barrios populares”, que fue presentado en la Parroquia Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro. “Según las últimas palabras del Padre Carlos Mugica sabemos que ‘tenemos que estar ahora más que nunca junto al pueblo’”, sostuvieron.

© Escrito por Mariano Nieva el  miércoles 06/05/2020 y publicado por la Agencia Paco Urondo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

"El COVID 19 está pegando fuerte en nuestros barrios". Así comienza el nuevo documento que emitió el Grupo de Curas Villeros del área metropolitana de Buenos Aires, llamado "Aniversario del Padre Mugica y el impacto del Coronavirus en las villas y barrios populares" que se presentó en la Parroquia Cristo Obrero de la villa 31 de Retiro a cargo del Padre Guillermo Torre. El comunicado fue leído por los mismos sacerdotes frente al mausoleo que guarda los restos de Carlos Mugica, quien fuera asesinado por la Triple A el 11 de mayo de 1974.

Todavía se recuerda en 1999 el emotivo cortejo que salió del Cementerio de La Recoleta, recorrió Av. del Libertador y llegó como destino final al corazón de la villa 31, donde se celebró un misa precedida por el entonces Arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio. Hoy, Papa Francisco. De esta manera y luego de 25 años, el Padre Carlos volvía para quedarse para siempre con su gente.

Durante el acto donde se leyó el documento, el Obispo de la Pastoral Villera, Gustavo Carrara, expresó: "Seguimos aprendiendo de nuestra gente sencilla tan acostumbrada a tener que adaptarse siempre a nuevas y difíciles situaciones. Ellos y ellas aceptan la buena decisión del Gobierno Nacional de hacer cuarentena y valorar las decisiones en favor de los que más sufren las consecuencias que van apareciendo. Según las últimas palabras del Padre Carlos Mugica sabemos que ‘tenemos que estar ahora más que nunca junto al pueblo’”.

Y prosiguió diciendo: “Esta cercanía nos lleva a comprender que, en líneas generales, la comunicación y las políticas del Gobierno en todos sus niveles están enfocadas a la población en general. Entendemos que también es necesario hacer un foco en los barrios populares”.

Luego, los sacerdotes abordaron en el escrito dos temas de actualidad que por estos días llevan a diversas discusiones en el seno de la sociedad. Por un lado, el reiterado pedido al Gobierno de la Ciudad Buenos Aires (GCBA) de los vecinos de la propia villa 31 ante el corte de suministro de agua potable en este contexto tan crítico de la pandemia. Y por el otro, la situación sanitaria desesperante de las cárceles y la posibilidad de salidas de presos con prisión domiciliaria.

En ese marco, el Padre Pepe Di Paola aseguró: “Si bien esta pandemia afectó en nuestro país primero a gente de otros sectores sociales, sabemos que con el tiempo va creciendo mucho el contagio en los barrios vulnerables. Esperamos que no resurjan actitudes discriminatorias. En este contexto, la pandemia hace que se visibilicen problemas estructurales de nuestros barrios. La realidad se nos vino encima. Hay temas en los que no podemos seguir esperando su solución. Hay lugares con serios problemas de falta de agua, como la villa 31. Nos preocupa la situación del hacinamiento y abandono en las cárceles, las limitaciones del sistema de salud, la asistencia alimentaria sostenida y muchas necesidades concretas que surgen por la pérdida de las changas y trabajos informales de muchos de nuestros vecinos. Es preocupante la realidad de despidos arbitrarios”.

Y advirtió: “Se vienen momentos muy duros en lo social. Va a ser largo. Es urgente que se favorezca el acceso a los subsidios habitacionales. Cada vez más gente se queda sin dinero para pagar el alquiler. En la línea del I.F.E (Ingreso Familiar de Emergencia) es necesario que se aumenten determinados beneficios sociales en cuanto al acceso a la compra de alimentos y medicamentos. En la última Pascua, el Papa Francisco decía a los movimientos y organizaciones populares que tal vez sea ahora tiempo de pensar en un salario universal para que ningún trabajador se quede sin derechos”.

Seguidamente, el Padre Toto de Vedia de la Villa 21-24 de Barracas tomó la palabra y explicó: “Estos son tiempos de hablar con hechos. Ausentarnos de los barrios populares sería colaborar para que crezca la injusticia existente. En nuestros barrios no cerramos las Capillas. Todas las actividades habituales se reconfiguran en función de lo que vamos viendo que necesita la comunidad. Se pone de manifiesto la solidaridad natural de los vecinos.”

También, hubo una mención acerca de los cacerolazos que hace unos días están llevando a cabo algunos sectores sociales en protesta de la supuesta liberación de miles de presos peligrosos y la importancia de las organizaciones sociales: “Nos hace bien ver cacerolas que con amor alimentan y dan esperanza y no cacerolazos que dividen e infunden miedo al otro. Las cacerolas de los pobres, como todo lo que surge de ellos, son para cuidar y sostener la vida. Los pobres nos enseñan que los tiempos difíciles son para unir y no para que nos sigamos dividiendo. De la mano de las autoridades civiles locales, nuestras Parroquias y Capillas, junto a las organizaciones sociales, acompañamos el relevamiento de los adultos mayores, las campañas de vacunación y la asistencia con alimentos. Muchas de nuestras Capillas se ofrecen como casas de resguardo para que hagan la cuarentena muchos vecinos.”, concluyó.

El cierre de la exposición de este grupo de curas que comparten la vida con los vecinos y vecinas de las villas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, estuvo a cargo de Basilicio “Bachi” Britez, quien ejerce su tarea pastoral en el barrio Almafuerte, ex Villa Palito, de La Matanza: “Necesitamos que el Estado actualice su presencia en los barrios vulnerables de acuerdo a las diferentes cuestiones y las dificultades que se presentan, la seguridad, la salud, la educación y las limitaciones de conectividad en estos lugares. Muchos chicos no pueden hacer la tarea de la escuela, a pesar del esfuerzo de los docentes. Es preocupante la realidad de nuestros adultos mayores y de los que tienen determinados problemas de salud. Nos preocupa la insuficiente capacidad de espacios de aislamiento. Valoramos la dedicación del personal de salud de nuestros barrios. Es preciso que se destine lo necesario para que no colapse el sistema de salud".

Y contextualizó: Hace falta tener en cuenta espacios para los hermanos y hermanas que están en consumos de drogas. Hace tiempo venimos denunciando la cantidad de pibes y pibas muertos por el paco. Hoy seguimos denunciando la realidad de estos pibes y pibas en esta situación de pandemia. Hace más de 50 años, Carlos Mugica y sus compañeros fundaron el Equipo de Sacerdotes para las villas. Hoy los curas y las comunidades de nuestros barrios coordinamos esfuerzos para el bien de los vecinos, especialmente aquellos que más necesitan. Hoy hay más presencia del Estado que en esa época. Pero es insuficiente todavía. Seguimos necesitando una presencia inteligente del Estado. Que en este mayo patriótico, la Virgen de Luján nos estimule a seguir acompañando a nuestro pueblo", finalizó.

Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Capital y Provincia:

P. José María Di Paola, P. Eduardo Drabble, P. Andrés Benítez. Villa La Carcova, 13 de Julio y Villa Curita. Diócesis de San Martín.
P. Guillermo Torre, P. Agustín López Solari. Villa 31. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Juan Isasmendi, P. Patricio Etchepareborda, P. Lucas Walton. Villa 1-11-14. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Lorenzo de Vedia, P. Facundo Ribeiro. P. Ramiro Terrones, P. Carlos Olivero. Villa 21-24 y Zavaleta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Nibaldo Leal. Villa Hidalgo. Diócesis de San Martín.

P. Hernán Cruz Martín, P. Gustavo Rofi: Barrio Don Orione - Claypole. Obra Don Orione. Diócesis Lomas de Zamora.

P. Basilicio Britez. Villa Palito. Diócesis de San Justo.

P. Nicolás Angellotti. Puerta de Hierro, San Petesburgo y 17 de Marzo. Diócesis de San Justo.

P. Domingo Rehin. Villa Lanzone. Diócesis de San Martín.

P. Gastón Colombres, P. Marco Espínola. Villa 15. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Damián Reynoso. Monoblocks Villa Soldati. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Martín Carroza, P. Oscar Gallegos Álvarez, P. Ramiro Pannunzio. Villa Cildañez. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Adrián Bennardis, P. Ariel Corrado. Villa 3 y del Barrio Ramón Carrillo. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Joaquín Giangreco. Villa Trujuy. Diócesis Merlo-Moreno.
P. Juan Manuel Ortiz de Rozas. San Fernando. Diócesis de San Isidro.

Carlos Morena, Mario Romanín, Fernando Montes, Juan Carlos Romanín, Salesianos, Don Bosco. Villa Itatí. Diócesis de Quilmes.

P. Juan Ignacio Pandolfini. Villa la Cava. Diócesis de San Isidro.

P. Leonardo Silio. Barrios Manantiales, Atalaya, Rififi, Cascallares, Cassasco. Diócesis Merlo-Moreno.

P. Pedro Baya Casal. Villa Rodrigo Bueno. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Andrés Tocalini. Villa los Piletones. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Franco Punturo, Villa 20. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Omar Mazza. Villa Inta. Arquidiócesis de Buenos Aires.

P. Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, Vicario para la Pastoral en Villas de CABA.



martes, 9 de febrero de 2016

José "Pepe" Di Paola, Cura Villero si los hay... @dealgunamanera...

Pepe Di Paola: "Si un cura hizo una cadena contra Aníbal, no tiene nada que ver con el Vaticano"… 

El padre Pepe Di Paola, en su parroquia en 2009. Foto: AFP/Patricio Pidal

El cura villero, muy cercano al Papa Francisco, negó que Bergoglio sea un operador político y avisó: "el próximo presidente debe mantener los logros adquiridos"

En una entrevista con el diario El País de España, José "Pepe" Di Paola analizó la situación de las villas en la Argentina y afirmó que es un fenómeno que crece en todo el país. Desde su parroquia en la villa La Cárcova, en la localidad de San Martín, en el conurbano bonarense, el cura villero defendió la asistencia social y aseguró que quienes critican los planes sociales, "es porque no sufrieron hambre".

El cura villero, muy cercano al Papa Francisco, recordó que después de la crisis del 2001, los planes sociales crearon "una economía popular" en la villa, a través del "auge de la construcción y más trabajo".
A pesar de ello, aseguró que los planes deben ser "un medio y no el fin del camino".
"El Papa tiene un montón de problemas, no es un operador político de la Argentina. Si un cura hizo una oración (contra Fernández), no tiene nada que ver con los curas de las villas ni con el Vaticano"

"Cuando se van perpetuando planes, uno se pregunta qué pasa, hay algo que no está bien". Di Paola destacó el cambio de óptica que hay respecto de las villas, tanto en el Estado como en la sociedad.

"Antes de la crisis de 2001, las villas parecían invisibles para el resto de la sociedad. Se consideraba al villero como un no ciudadano. Hay muchos grupos que van a ayudar a las villas, cosa que antes no ocurría", dijo. 

El sacerdote, que en 2009 cambió el conurbano bonaerense por Santiago del Estero, luego de una serie de amenazas narco en su contra, describió la compleja situación que se vive en algunas villas. Con ese análisis, aseguró, se descartan los rumores que indican que hubo una campaña proselitista orgánica desde la Iglesia en contra de la fallida candidatura de Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires.

"El próximo presidente debe mantener los logros adquiridos en este tiempo, sobre todo para las clases populares"

"El Papa tiene un montón de problemas y están pensando que es un operador político en Argentina. No es así. Si hay un cura que a lo mejor hizo una oración (contra Fernández), es un problema de ese cura, que no tiene nada que ver con los curas de las villas ni con el Vaticano. Acá tenemos problemas mucho más serios: la violencia, las drogas, la muerte", señaló.

Di Paola aseguró que por su parroquia han pasado tanto políticos oficialistas como opositores y que incluso ha tomado mate con Aníbal Fernández en la Casa Rosada, en dos ocasiones. "Eso significa que hay una Iglesia que quiere transmitir cuáles son los problemas de la villa ya que nosotros vivimos dentro de ellas".

"Los planes deben ser un medio, no el fin del camino. Cuando se van perpetuando planes, uno se pregunta qué pasa, hay algo que no está bien"

Por eso, Di Paola aseguró que el próximo presidente "debe mantener los logros adquiridos en este tiempo, sobre todo para las clases populares" y que a menudo "los argentinos tiramos todo abajo y empezamos de nuevo, pero acá hay que seguir un camino y sumar otras cosas que no están".

En la misma entrevista con El País, Di Paola dijo que el de las villas "es un fenómeno que crece en todo el país" y consideró que "la mejor forma de urbanizar es poner en la villa el mejor club, la mejor escuela, la mejor parroquia". Además, desmintió que en la Argentina haya un clima de crispación.

"En la villa no veo a los argentinos enfrentados. Puede haber una discusión, como en cualquier lado, pero no hay un enfrentamiento. En la clase media y en la clase intelectual hay sectores tanto conservadores como progresistas que no reflejan al pueblo argentino sino a una pequeña parte. En el pueblo que vive en los barrios obreros más bien veo un clima de paz", cerró.

De toda América latina a las villas argentinas.

Di Paola, durante la inauguración de un secundario en su parroquia, en 2013. Foto: AFP/Patricio Pidal

El cura villero se permitió una expresión no exenta de polémica, con respecto a los países vecinos, en el que se refirió a las "posibilidades reales" presentes en Chile, Bolivia, Perú y Paraguay, y afirmó que "el crecimiento vegetativo de las villas es mayor que el de la clase media".

"Mucha gente abandona el campo, al no tener modo de subsistir, y viene a las grandes ciudades. También vienen del resto de Latinoamérica. Por más que te digan que Chile estuvo muy bien, vas a las villas de la Patagonia argentina y la mayoría son chilenos. 

Tenés hermanos paraguayos, bolivianos y peruanos que vienen a vivir a Argentina. Las villas crecen también porque no hay posibilidades reales para todos en esos países. 

Además, el crecimiento vegetativo de las villas es mucho mayor que el de clase media: en la villa tenés padre, madre y siete hijos". 



domingo, 9 de junio de 2013

Curas Villeros de Silvina Premat... De Alguna Manera...

Curas Villeros de Silvina Premat...

Solapa

Silvina Premat, oriunda de Concordia, provincia de Entre Ríos, es periodista y socióloga. Estudió en la Escuela Superior de Periodismo, Instituto Grafotécnico y completó su formación en las universidades de Buenos Aires, en la carrera de Sociología, y Torcuato Di Tella en la que obtuvo el máster en periodismo que dicta esa casa de estudios en conjunto con el diario La Nación.

Se ha desempeñado como periodista en revistas, diarios y agencias de noticias de alcance internacional, nacional y provincial, en los que abordó, entre otras, la temática religiosa. Desde 2003 es redactora de la sección Cultura del diario La Nación, de Buenos Aires.

También ha incursionado como docente en el ámbito universitario y en las áreas periodísticas y de la comunicación. En 2004 inició una investigación sobre la vida del padre Carlos Mugica que inspiraría el presente libro.

Contratapa: 

Silvina Premat entrevistó a diecisiete curas y narra aquí la forma en que trabajan en las distintas villas de emergencia (asentamientos informales formados por viviendas precarias) de la Capital Federal. Son un grupo de sacerdotes, en general muy jóvenes que decidieron no sólo trabajar con la gente de las villas sino directamente vivir con ellos su cotidianeidad y, desde allí, comprender mejor sus necesidades para ayudarlos tanto en lo material como en lo espiritual.

La tarea que realizan diariamente estos padres es impresionante y, aún así, dista mucho de aliviar la cruda realidad que se vive en las villas: la falta de servicios (agua, cloacas), de educación, de trabajo, de incentivos para la autosuperación tanto en niños como en jóvenes, adultos o ancianos. Sin embargo estos curas no cejan en sus esfuerzos por generar escuelas, trabajos, deportes, fiestas religiosas, contención de todo tipo, tareas de prevención y de tratamiento de los jóvenes acosados por la droga, etc.

Este libro recoge sus vidas, sus testimonios y los de la gente que los rodea, su condición de herederos y continuadores de la obra de Cristo con los pobres, y nos instala de lleno en una realidad muy cruda, que sabemos que existe pero que no conocíamos, hasta ahora, en toda su real dimensión. Son historias muy duras, escalofriantes, pero también las hay de grandes satisfacciones. Nadie saldrá indemne de la lectura de Curas villeros, un libro destinado a sacudir corazones celebrando las proezas y alegrías posibles aun en las circunstancias más extremas.